- Ayudarme? – el chico se permitió reÃr un poco, mientras se alejaba de la puerta- usted no puede ayudarme, estoy desahuciado, moriré y que mejor que sea como yo decida, a menos que me ofrezca una poción que me ayude a hacerlo sin dolor, soy todo oÃdos-.
- no juegue con eso señor Potter, lo ayudaré a vivir, si no le importa vivir como muggle un tiempo, claro, antes de que encontremos la manera de parar el "cáncer" creo que puedo ayudarle- se sentó detrás de su escrito mientras le señalaba la silla frente a él, tal vez lo que lo movÃa era la culpabilidad, pero querÃa enmendar el error que habÃa cometido con este chico, siempre se jacto de ser una persona justa y que era movido por un pensamiento de quien merecÃa oportunidades y quien no, por culpa de su doloroso pasado habÃa juzgado a un niño que no tenÃa ni idea de su aquello, agito su varita y un ciervo emergió de ella con un mensaje para avisar que aún estaba inconsciente y que no molestaran hasta la mañana siguiente que estuviera despierto-
- yo no quiero quedarme a vivir aquÃ- le dijo para cruzarse de brazo y negar con la cabeza.
- me alegra escucharlo, porque da la casualidad que yo tampoco- insistió en que me sentará y camino hasta hacerlo- se lo que le hiciste a los mortifagos, en el cementerio, Lucius Malfoy estuvo presente, lamentablemente el aún estaba bajo las órdenes de quién usted sabe, no era como que pudiera negarse a su llamado sabe?, su hechizo para petrificar le ayudo bastante a los Aurores y aun asà le dio tiempo de mandar un mensaje a su esposa, avisando que irÃa a prisión, a su vez ella me envió uno a mÃ, dándome la...- desdobló una carta con varios documentos doblados- custodia de su hijo y mi ahijado, Draco-.
- que tiene que ver eso conmigo? - lo miro impaciente.
- me llevaré a mi ahijado lejos Potter, es hora para mà de alejarme de todo esto, lo más que pueda- la mirada serÃa del hombre lo hizo sentir algo confundido- es su decisión si quiere venir con nosotros, tal vez un lugar cálido? serÃa muy agradable-.
- aunque estarÃa encantado- soltó una risita amarga- suerte con eso, mi tutela la tiene Dumbledore y no se la va a querer dar a menos que me secuestre, no se la quiso dar ni a Sirius- se cruzó de brazo mientras movÃa los hombros cuando comenzó a sentir que el coctel de pociones curativas comenzaba a hacer efecto en su cuerpo.
- al dejarlo concursar en el torneo, un evento exclusivo para mayores de edad, firmo automáticamente la revocación de sus derechos como tutor y mejor aún, su candado de menor de edad en el ministerio también- Snape no se avergonzó de mostrar toda la investigación que habÃa hecho con respecto a las condiciones de Harry después del torneo, de hecho se habÃa convencido un poco de que lo habÃa hecho para saber a lo que se enfrentaba, creyendo que ahora que el mocoso era mayor de edad causarÃa más problemas- ahora es un mayor de edad en toda regla, no tiene por qué quedarse aquÃ, ni ir a la casa de esos horribles muggles- invoco una taza con Te y unos panecillos, a los que Harry prácticamente se abalanzo, lo cual alegro al hombre que al menos estuviera comiendo- como se siente?.-
-Es extraño- parpadeo Harry mirando el muffin a medio comer en su mano- me siento poderoso, siento un cosquilleo por mi cuerpo, pero también siento como mi magia está ansiosa, como esperando que Cedric aparezca por la puerta- trago lo que ya tenÃa en la boca- pero él no está, asà que supongo que es cuestión de tiempo a que comience a atacarme- siguió comiendo, se veÃa extraño que después de ese despliegue de emociones de hace un rato estuviera tan tranquilo, pero dentro algo le decÃa que tuviera calma que él estaba vivo e irÃa a buscarlo.
-lo que haré, será extraer su núcleo mágico- dijo Severus y Harry lo observo con curiosidad- más del 70% en realidad, casi como un Squib y lo suficiente para poder vivir, la preparación de la poción tardará unos meses, con suerte antes que el anciano encuentre la manera de rastrearlo por el candado de menor de edad en el ministerio y para entonces estará apagado, como si estuviera...
-muerto...- susurro algo sorprendido con toda esa información- porque quiere irse señor? -
-lo que vi en su cabeza me hizo pensar en muchas cosas- dijo mientras se servÃa una taza de té- parece que no es el único que Dumbledore ha manipulado- Harry sintió de pronto como un tipo de magia comenzaba a caerse, no lo noto hasta que comenzó esa ligera presión a desvanecerse, los ojos negros de Severus se transformaron en un profundo color escarlata y su aspecto se volvió mucho más joven, Harry boqueo sorprendido- su director me ha obligado a permanecer como agente doble por años, ahora que lo pienso la razón por la que me unà hubiera dado exactamente el mismo resultado, a Voldemort le gustaba la idea de a inmortalidad y bueno a mà me mordieron como forma de experimentar-
-asà que, si es el murciélago de las mazmorras- dijo Harry con una risita- y además Draco es su ahijado, con razón lo favorecÃa tanto- Severus rodo los ojos por el tono juguetón de Harry- le molesta permanecer tanto con la apariencia de humano normal?
-asà es- asintió con la cabeza mientras se levantaba para tomar una bolsa de cuero negro y comenzar a levitar las cosas que tenÃa en los muebles, estantes y su escritorio y entraban sin esfuerzo- Draco va a venir en la madrugada, saldremos por la chimenea de mi oficina, pasaremos a mi casa, iremos a Gringotts a vaciar todas las bóvedas que podamos y cuando se den cuenta, ya estaremos muy muy muy lejos- observo al chico suavizando su expresión, claramente siendo un inexperto en eso- señ... Harry, estoy seguro que al señor Diggory no le gustarÃa que muriera por su propia mano, él hubiera querido que luchará, sabÃa lo fuerte que era, no desperdicie todo su trabajo para mantenerlo vivo.
-iré, iré con ustedes, pero necesito ir por mi baúl, tengo muchas cosas preciadas, regalos de Cédric y de mis padres y también, tengo que hablar con Remus y Sirius, ellos, quiero que ellos vengan con nosotros- le miró con los ojos entrecerrados, dudando un poco sobre la petición, pero al final asintió- iré entonces por mis cosas, puede enseñarme ese hechizo? - señalo la bolsa
...
Harry escuchaba los ruidos en el gran comedor, todos estaban celebrando, como si hubiera algo porque hacerlo, eran aproximadamente las 10 de la noche apenas, demasiado temprano para todo lo que habÃa vivido y hablado, corrà por las escaleras hasta la torre de Gryffindor, y entro esperando no encontrar a nadie, pero sus planes nunca salen bien obviamente.
-Harry? - Un pelirrojo me miró con sorpresa, de hecho, habÃa tres pelirrojos, sentados en el sofá de la sala común.
Los gemelos y Charlie Weasley le miraban sorprendidos como si hubieran visto un fantasma, ellos se lo habÃan imaginaban destrozado, derrotado, pero no, ya no más, cada fin de semana Dumbledore lo habÃa obligado a pasar las tardes con la matriarca de los Weasley y su hijo mayor, con la intención de hacerlos sentir como si fueran familia, era un privilegio para los campeones que las familias fueran como apoyo moral 2 fines de semanas al mes, habÃa visto a Cédric con sus padres y se los habÃa presentado, habÃan sido amables con él a pesar de no conocerlo de aquella lejana final de quidditch donde habÃan irrumpido mortifagos, le habÃan tratado como uno más de la familia incluso, pudo reÃr con Amos Diggory sobre que su hijo serÃa el próximo campeón de Hogwarts y que no se tomará muy apecho si presumÃa a su hijo de más.
Cierto fin de semana, un poco harto de que la señora Weasley le dijera que EL tenÃa que disculparme con Ron por la pelea y que eso no tenÃa por qué arruinar la relación inexistente con Ginny, vi a Ced desde lejos, su padre no habÃa ido y su madre habÃa regresado a casa temprano, logro escabullirse, necesitaba ayuda, sentÃa su magia más descontrolada que otros dÃas y aprovecharÃa que habÃan plantado algo tan muggle como la lavanda en los invernaderos para ir los dos a acurrucarse entre las mesas, porque el lugar estaba tibio y olÃa jodidamente bien..
Su magia casi ronroneaba de gusto cuando se sentÃa un poco más liberada, para que funcionará un alivio más duradero necesitaban algo más que besuqueos y abrazos, cosa que no sucederÃa hasta que cumpliera 18, Cédric no lo harÃa con un niño de 14 años, por MerlÃn! lo agradecÃa porque no me sentÃa listo tampoco, estaban en medio de un besuqueo especialmente fogoso cuando escucho entre la neblina que era su mente cuando su novio lo besaba, la puerta del invernadero abrirse y de pie, sorprendidos estaban los 3 pelirrojos con los ojos bien abiertos.
Decir que no era agradable tener 3 hermanos mayores, serÃa mentir, amenazaron a Cédric por si se atrevÃa a hacerle daño, hicieron un pacto silencioso de que no dirÃan absolutamente nada sobre aquella relación, ni a sus padres, amigos, a quien fuera y parecÃa que lo habÃan cumplido al pie de la letra.
-Harry, por MerlÃn- el grandote se acercó a abrazarlo para consolarle, tuvo ganas de llorar, pero no podÃa hacerlo de nuevo, ya no tenÃa tiempo de desahogarse.
- no encuentran a Cédric por ningún lado, que ocurrió? - George se acercó también a darle un abrazo.
- Voldemort lanzo un hechizo, era verde como la maldición asesina, lo busque por todos lados, pero, no estaba por ningún lado por más que busque- saque de mi bolsillo un collar que Ced me habÃa dado antes de la prueba-
- probablemente está vivo, tienes que tener fe- Fred tomo su mano y le miró con los ojos llorosos.
- no lo está, mi magia, toda la que él habÃa absorbido regreso a mÃ, de golpe- se encogió de hombros- sé que está muerto y me duele no darle un último adiós- se sorprendÃa que estuviera tan entero, pero parecÃa que habÃa encerrado todos sus sentimientos al menos por ahora- escuchen, yo, me voy a ir, lejos, un tiempo- los observo con una sonrisa triste y tomo la gran mano de Charlie para entregarle el collar-
-no, Harry no puedo quedarme con esto- trato de devolverlo, pero se negó cerrando la mano en un puño.
- escuchen, apesto, déjenme ir a darme un baño y les explico lo que harán- si el hechizo de confusión de Snape funcionaba, la fiesta abajo acabarÃa a las 12 de la noche, subió corriendo las escaleras hacia el dormitorio, conjuro el hechizo en una mochila desgastada para después meter todas sus cosas rápidamente, entro al baño, con una cepillo de baño quito toda la suciedad y sangre en su cuerpo mientras quemaba la ropa con sangre, no tardo más de unos 15 min, se sentÃa más repuesto, tomo el gemelo de ese collar que estaba en la mesita de noche muy bien guardado de los ojos de sus compañeros de cuarto y se lo coloco, bajo las escaleras hacia la sala común, aliviado de que aún seguÃan allÃ.
- nos explicarás qué piensas hacer? - Fred entrecerró los ojos impacientes
- el collar es un gemelo de este- lo mostro, uno tenÃa una piedra roja y la otra dorada- Cédric pidió ayuda a los duendes para crearlo, es un traslador, mientras yo conserve este, ustedes podrán encontrarme en donde sea, pero también sirve para quien lo tenga guarde sus memorias aquÃ- señalo la piedrita que era una neblina- lo creo por si Voldemort regresaba y trataba de leer mi mente y asà no se enterarÃa de lo nuestro, básicamente en lugar de que las memorias se almacenen en su cabeza se almacenan allà es como un candado- dio un largo suspiro mientras se acomodaba la mochila mejor sobre su hombro- se activa cantando una canción muggle de cuna, investiguen y la que sea funciona, pero será mejor que no lo hagan hasta que los gemelos sean mayores de edad.-
- a dónde irás? - pregunto George, lo veÃa seriamente preocupado
- no lo sé aún, pero iré con personas que igual quieren desaparecer y si ustedes lo desean serán bienvenidos siempre- se levantó y ellos corrieron a abrazarle- oigan, chicos no es un adiós, cuando nos veamos seremos socios en su tienda de bromas, pero tienen que darme orgullo y sacar la escuela- hablo seriamente, como un padre y luego soltó una risita divertida, que contagio a los demás.
...
HabÃa regresado al despacho de Snape para verlo ya completamente vacÃo, lo encontró sentado en un sofá, leyendo algo, vestido con prendas cómodas, según le dijo gracias a su condición de doble espÃa, Dumbledore habÃa puesto la chimenea con red flu en su despacho, abierta 24/7, no afectaba las protecciones del castillo asà que Dumbledore no sentirÃa ninguna anomalÃa en las defensas como para tenerlo aporreando la puerta en minutos.
Esto serÃa lo más difÃcil y complicado, Snape le habÃa sacado un frasco con todos sus recuerdos para que se los mostrará a los únicos adultos en los que confiaba y amaba más que nada en el mundo, esperaba que fueran con él, que la devoción al viejo no los cegara, si no, que al menos pudiera tener una despedida decente, antes claro de borrar los recuerdos de esa visita.
El mundo mágico estaba en jubiló, fiesta y celebraciones por todos lados según la radio, pero era tan triste, cuando llego a Grimmauld Place, encontró a Sirius y Remus sentados en el sofá de la oscura casa hablando entre ellos con una copa de licor en sus manos, uno era un hombre lobo y el otro para este momento ya tendrÃa que haber obtenido justicia, ¡pero no! ¿Para qué? La celebración era primero, un jarrón tembló cuando su magia comenzó a liberarse por la ira y los dos hombres voltearon.
- Ha...!- puso su dedo sobre sus labios para que se callara y sello el armario del elfo para que no saliera, con los hechizos que Snape le habÃa dicho, bien podÃa ir de rata chismosa.
- cachorro, pero, que estás haciendo aqu� - Remus se acercó corriendo mientras revisaba el rostro del pequeño con preocupación, revisando que no tuviera ninguna herida.
- estoy bien, estoy bien, querÃa verlos para pedirles un enorme favor- Sirius le miró asintiendo mientras Remus lo llevaba a sentar a la sala, se sentÃa tan cálido mientras los dos le abrazaban que no querÃa salir de sus brazos- me voy a ir- lo dijo asà sin pensarlo mucho.
- de que estás hablando?, lo que hiciste hoy... Fue...- Sirius no encontraba palabras lo cual le hizo reÃr un poco- dijeron que Pettigrew repetÃa como un loro que él los habÃa traicionado, solo es cuestión de tiempo para que me liberen y asÃ, poder vivir juntos...
- eso no va a pasar, pero para entender, quiero, quiero que vean una cosa- les mostro el frasquito- tiene un pensadero? -.
- sÃ, aunque está en la biblioteca, es lo más contaminado de la casa- dijo Sirius mordiendo su labio.
- Canuto no lo sientes? La magia de Harry está como expandida, prácticamente servirá como un insecticida- dijo Remus algo divertido e hizo una señal para que lo siguieran los otros dos y tal como dijo, caminando por los pasillos, escuchaban cosas huir o pequeñas explosiones como cucarachas cuando las pisas, extendió un poco más la magia y se escuchó como un grito, miles de cucarachas siendo pisadas y algo huyendo por las paredes, ¿dios cómo podÃan vivir asÃ? -.
- quiero que primero los vean- le entrego el frasco a Remus y los dejo caer dentro del pensadero- luego les explicaré a qué vine- los magos asintieron y metieron la cabeza dentro.
Era una escena ridÃcula, los dos estaban como inertes con la cabeza dentro de la fuente, aprovecho para dar un vistazo por el lugar, bastante satisfecho porque aparte de polvo, y arañas no habÃa ninguna plaga mágica cerca, ojalá su magia se quedará asÃ, estable, pero eso no iba a suceder comenzarÃa a volverse agresiva, a enfermarle, a destruirle por dentro, tal vez durarÃa 2 semana, tal vez meses, nada era exacto.
Estaba leyendo el tÃtulo de un libro cuando siento unos brazos rodearlo con firmeza, lágrimas mojaban su sudadera y no pudo evitar el aferrarse al hombre que le sostenÃa con fuerza para también llorar, levanto la cabeza y Remus estaba con la mano sobre su boca ahogando sus sollozos mientras los miraba.
- Dumbledore, él me dijo que mi apariencia te asustarÃa, que estabas siendo criado por una maravillosa familia muggle, si yo...- cayó de rodillas frente a su pobre cacharrito y puso sus manos en sus mejillas- Harry si hubiera sabido, si lo hubiera sospechado te juro que te hubiera ido a sacar de ese lugar, lo hubiera hecho funcionar, con la luna llena y contigo-
- lo siento, lo siento, no debà ir tras esa rata esa noche, tú me necesitabas más, porque tuve que seguirlo, ya te tenÃa en mis brazos porque te dejé? - Sirius aún lo estaba abrazando y no pude evitar sollozar como un bebé.
No supo cuánto estuvieron asÃ, sentados sobre la polvosa y sucia alfombra de la oscura casa, que era alumbrada con un simple candelabro de velas, fue bastante, el reloj de la sala sonó cuando dieron las 2 de la mañana mientras Harry se sinceraba con ellos de todo, sobre sus tÃos, sobre Dumbledore, sobre los que creyó sus amigos, sobre cómo me sentÃa por la muerte de Cedric, sobre su magia, que fue muy difÃcil de dar la vuelta, porque bueno, estaba muriendo, sobre como conoció a Cédric, lloraron, mucho, bromearon sobre cómo era el amor adolescente y como no debió haber pasado por otra pérdida tan grande, porque no se lo merecÃa.
Pero era hora, hora de hacer la pregunta por la que habÃa venido
- entonces? ¿Vendrán conmigo? - pregunto con miedo mientras sorbia su nariz.
- no tendrÃas que preguntarlo, eres nuestro cachorro, te seguiremos a dónde sea que vayas, no les volveremos a fallar a tus padres- Sirius negó con la cabeza
- entonces, es hora de irnos- les sonrió conmovido por la determinación de ambos hombres- tienen que hacer una maleta muy muy rápido! - ellos se levantaron casi corriendo para buscar todas sus cosas que llevarÃan, las metieron en la mochila casi a la fuerza por la rapidez-
- no voy a extrañas este lugar- Sirius dejo una prenda en la puerta de dónde el elfo dormÃa y quitó el hechizo que lo encerró para que cuando saliera la viera.
- vámonos de aquÃ- Harry tomo las manos de ambos hombres para regresar al despacho de Snape.
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