Isaka escuchó a los inversionistas que apoyaban el concurso, habían estado durante el primer mes y medio sin inmiscuirse en lo que ocurría en las grabaciones, pero al saber quiénes eran los finalistas y la manera que con la emisión de los dos primeros capítulos se habían movido las redes sociales abiertas por Marukawa Entertainment para saber las opiniones del público, se dieron cuenta que esto iba más allá de un simple programa de Cocina.
El rating crecía y los comentarios mostraban como el favoritismo se marcaba en dirección de uno u otro de los participantes, aunque aún era muy pronto para decir algo, lo cierto es que lograron identificar las preferencias y por coincidencia, algunos de ellos se encontraban en los finalistas.
—Debes comprender que esta segunda parte no podemos jugar con nuestros intereses —dijo uno de los Alpha dominante del grupo que se sentó a su lado dejando sentir sus feromonas—. Tu padre dejó que jugaras a sentirte importante como Omega, pero ahora es necesario que permitas a los que sabemos del negocio tomar las decisiones.
Ryuuichirou sonrió con picardía para mirar al hombre a su lado, muy pocos conocían que estaba emparejado, comprendiendo que ese junto con otros de la mesa, lo consideraban un prospecto importante para lograr quedarse con la Editorial y la Productora. Por eso, levantó su rostro hacia su socio con la mayor inocencia que pudo reflejar haciendo tragar saliva Alpha que percibió sutilmente la esencia del ojiazul.
—Tus cartas más fuertes son las que indican los públicos objetivos de nuestros productos —susurró el inversionista incomodando un poco al resto de los presentes; sin embargo, Isaka presintió que el plan forjado para hacerle caer en esa treta incluía manipularlo por su subgénero—. Si revisas los jueces que proponemos y como ellos ya saben el orden de eliminación, al final tendremos a los tres participantes que deben luchar por el premio.
El ojiazul deseaba insultarlos y ordenar que todos salieran de su empresa, pero debía actuar demostrando que su padre no lo nombró presidente por satisfacer un capricho, sino porque reconoció en él las características de quien podía llevar a un nuevo nivel su negocio.
—Amor es momento que firmes los papeles y nos cedas el programa —se atrevió a decir el Alpha acariciando su mejilla y labio inferior en lo que él mismo humedeció los propios para incrementar la expulsión de feromonas—. Tendrás en la final a tu Omega, a ese Alpha inferior y al ganador, como era de esperarse, un Alpha dominante.
Isaka observó cómo se inclinaba a su oído para morder su lóbulo y murmurar una propuesta que le indignó aún más que el saber cómo manipularían el resultado del concurso.
—Sousuke-sama sería tan amable de recordar cuál es su lugar en esta negociación —Asahina colocó su mano sobre el hombro del Alpha que pareció ignorarlo, pero que atenuó el cortejo mirando con suficiencia al secretario del presidente de la compañía—. Estoy entregando una copia del contrato original que firmaron cuando se empezó el proyecto, espero lean con atención la cláusula subrayada.
Ryu debía aceptar que en esos momentos amaba más a su Alpha, sin ser dominante como el estúpido de Sousuke, Kaoru le enseñó que el amor era diferente a un contrato de sumisión por su subgénero, por eso su padre aceptó y bendijo la unión, sin importarle que no pudiese haber un heredero del emporio, sonrió al pensar que cara haría Danna-sama con el secreto que él y Asahina le tenía como regalo de aniversario, porque por lo menos su madre casi muere de la emoción por la noticia.
Al notar el cambio en las expresiones de los inversionistas, se acomodó para dar paso a lo que les demostraría la razón de encontrarse ejerciendo el rol de CEO de Marukawa.
—Antes de empezar quiero dejar en claro que detesto que utilicen sus feromonas en mí, por lo que agradecería señor Yaotome que JAMÁS vuelva a intentar semejante estrategia de manipulación porque la próxima vez le enseñaré mi nivel en Defensa Personal.
La sala quedó en silencio al ver como el Omega se levantaba y comenzaba a explicar las condiciones del contrato que le otorgaban libertad en el manejo del formato, selección de locaciones y jurados. Los presentes podrían proponer para la final a uno de los evaluadores, el cual conformaría el trío con el propuesto por Tōtsuki, y un invitado especial.
—El cuarto juez sería el sumiller Kirishima Zen, pero como parte del avance en el programa y como dice el contrato, ustedes pueden opinar si sigue cumpliendo su rol de presentador o se incluye como soporte técnico en los desafíos.
—Y Kayama Mei ¿ella seguiría en el programa? —la pregunta era realizada por la empresaria que tenía a la Omega como modelo de su ropa y productos de belleza.
—La decisión es de ustedes, han venido aquí a exigirme cambiar las condiciones establecidas inicialmente, yo respeto lo que acordé —dijo Isaka abriendo el cuello de su camisa para mostrar la alianza—. No soy un Omega manipulable, además tengo mi pareja y él me respeta y apoya en el trabajo que realiza. Así que la próxima vez que quieran ofenderme, recuerden la última parte del contrato y evitaremos problemas.
Se despidió indicando a Asahina concluir y aceptar las decisiones que tomarán con respecto al juez y a Mei-kun, no quería estar más allí, caminó por el corredor para encontrarse con la presencia de su padre que abrió los brazos para recibirlo y felicitarlo por la manera como había actuado.
Como bien le dijo Danna-sama, debían prepararse para el viaje al resort del grupo Totsuki, en dos días comenzarían las grabaciones y él tendría que dar el visto bueno a todo junto con la joven chica que dirigía el emporio gastronómico.
Dentro de la sala de reuniones las cosas parecían tomar otro tinte, Asahina los había dejado deliberando para detrás del falso espejo colocado por el anterior presidente, observarlos recriminarse por no leer bien lo que firmaron, ahora estaban a merced de la suerte, no podían hacer nada ni siquiera con los jueces.
—Considero que la Kayama-chan debe continuar como presentadora, ella nos informará cualquier situación que nos favorezca —dijo la mujer que minutos antes había hablado sobre la permanencia de la presentadora—, el juez lo elegiremos entre nosotros.
La cara de los Alpha fue de desconcierto, muchos tenían diversos compromisos y no podían dedicarse a unas vacaciones obligadas por ese concurso.
—Seré yo —los presentes se miraron entre sí, nadie había colocado mucha atención al joven en las anteriores reuniones, era muy poco lo que sabían de él debido a que vivía y trabajaba para una empresa en el exterior, pero si era capaz de desviar la atención hacía quienes ellos querían fuese el ganador, era su As bajo la manga.
Minutos después llamaron a Kaoru que pasó a legalizar el nombramiento del joven, los ojos del chico le generaron desconfianza, no obstante, sabrían cuál era su juego sólo cuando llegaran a la mesa de evaluación.
No siendo más, se dio por terminada la sesión.