Kirishima se sintió tranquilo cuando Katou le informó que el volumen de The Kan llegó a la imprenta en el tiempo estimado y que Ijuuin-sensei había entregado el storyboard según lo acordado. Agradeció al Beta por su trabajo, indicándole que se verían en donde se llevaría a cabo la etapa de eliminación al igual que la ceremonia de lanzamiento del Concurso en un horario Prime.
Concluyó la llamada recordándose mentalmente nunca volver a acceder a las locuras de Isaka con relación a los contratos espectaculares y fáciles de ejecutar. El tipo imponía un ritmo enloquecedor para los que dirigía, ningún Alpha o Beta era capaz de poner en duda la visión de negocios del hombre, por eso, y a pesar de lo extenuado que se encontraba, la satisfacción de saber que los planes con el manga de Ijuuin se cristalizaban de manera positiva, era la mejor recompensa no sólo para él, sino también para su amigo, que pronto vería una serie animada del trabajo de años de carrera profesional.
Saludó a Henmi que le pidió esperar a Yasuda-san al frente de los ascensores, para su fortuna en menos de cinco minutos el pelinegro lo acompañaba conduciéndole a la habitación que Marukawa alquiló para que pudiese dormir un poco y arreglarse con miras a las siguientes horas de grabación que con seguridad se extenderían hasta la madrugada.
En lo que revisaba la ropa que utilizaría en la noche, escuchó los nombres de los amenazados cayendo en cuenta que la mayoría era del equipo rojo; es decir, unos completos desconocidos.
—Kayama tendrá hoy la presentación, tu estarás con los jurados —anunció Yasuda con notable felicidad—, tendrás voz y voto ya que actuarás como el séptimo en caso de existir más de dos con calificaciones bajas.
—¿Los comensales qué papel juegan?
La dinámica era más sencilla de lo que aparentaba, la mesa de jurados revisaría la votación de los invitados al buffet quienes debían probar todas las preparaciones, los dos concursantes con las menores puntuaciones se convertirían en los eliminados.
—Luego de la premier viajaremos al Resort donde se realizará el programa en las próximas semanas.
Una fase en la que Zen prefería no pensar. A partir de esa noche los televidentes iban a disfrutar de episodios dobles durante tres fines de semana seguidos, de esa forma cuando estuviesen terminando las grabaciones, la gran final que determinaría al Cocinero Golden Star se emitiría en vivo durante uno de los eventos gastronómicos más importantes del país.
Al menos Hiyori compartiría con él en las vacaciones de verano, un periodo que necesitaban después del mes y medio de trabajo forzado que se impuso. Gou se despidió diciéndole que a las cuatro debía estar en el salón, de igual manera recalcó que el tiempo del que disponía era más que suficiente para descansar y prepararse. Así que se acostara de inmediato.
Orden disfrazada de consejo que siguió sin rechistar, tan pronto Yasuda cerró la puerta, cayó sobre la cama para entre sueños dar gracias por su jefe, Ryuuichirou pensaba en todo...
A las tres y media de la tarde Yasuda Gou vio frustrada su intención de jugarle una broma a su amigo, ya que Kirishima entró al salón quedando estupefacto por los insultos que Kayama gritaba a Henmi por lo incompetente en la asignación de su vestuario, maquillaje y lugar de descanso.
Isaka-san le haló del brazo para que no interviniera, en lo que le conducía al jardín interior del hotel para encontrarse con los concursantes que estarían en el desafío de eliminación, le anunció que Yasuda actuaría en el momento oportuno para defender a Kazuma y calmarle la frustación a Mei.
En el recorrido el CEO le explicó que la joven fue rechazada por Yukina Aniki uno de los finalistas del equipo rojo que mintió diciéndole que era casado para detener su acoso, pero sobre todo por no poseer elementos de juicio que le ayudaran a expulsar al Omega que se enfrentó a uno de los Alpha en días anteriores.
—Odio la actitud de quienes nos siguen viendo como defectos genéticos —expresó con notable cansancio Ryuuichirou—, si como Omegas tenemos un útero eso no nos convierte en fenómenos, seguimos siendo personas.
Kirishima compartía la opinión de su superior, en la sociedad actual los Alpha, Beta y Omega, eran tratados con respeto y equidad; sin embargo, si se nacía como un Omega masculino la situación variaba.
Catalogados como mutaciones del DNA eran educados para servir —al punto de la humillación— a los Alpha Dominantes, los únicos capaces de preñarlos. Sus derechos eran mínimos, ligados principalmente a la salud y a la educación. Debían casarse con la pareja que los seleccionaba firmando un contrato de propiedad que las familias redactaban para legalizar lo que, a su parecer, era la "compraventa" de un ser humano a quien se le quitaba su dignidad.
—Lo peor es escucharlo de las mujeres como Kayama u Oosaki, si tienen tantos estudios como pregonan deben comprendernos mejor por la cruel discriminación que siglos atrás sufrió el sexo femenino.
En el instante que Zen fue a contestar su Alpha gruñó enojado, olvidándose de Isaka-san caminó con dirección a un aroma que conocía y que reflejaba ansiedad y temor.
Para su sorpresa, cuando abrió la puerta encontró en una de las islas al Omega que cinco años atrás abandonó a su suerte en aquel hotel, el chico sostenía en las manos una lata de jugo que giraba con nerviosismo.
El presentador incrementó sus feromonas obligando al ojigris a levantar la cabeza devolviéndole la mirada, Zen entreabrió su boca mostrando los colmillos en lo que su esencia indicaba un vínculo de posesividad. Por unos segundos el "gemido" del Omega fue emitido como respuesta al Alpha dominante que le reclamaba. Lástima que el contacto visual fue roto cuando un desconocido de ojos verdes se aproximó al lugar abrazando a quien el CEO llamó Yokozawa.
—¿Quién diría que esos dos podían ser buenos amigos? —el desconcierto en la expresión del castaño claro le recordó a Ryu-san que el presentador no estaba al tanto de los pormenores de la relación entre Yuudai y Takafumi—. Desde que inicio la competencia Furogawa ha demostrado que no vino a establecer vínculos afectivos, tiene claro que todos son rivales y sólo habrá un ganador que pregona va a ser él.
—Demasiado pretencioso, un completo engreído.
—No lo juzgues Zen, hace dos días demostró que su objetivo, al igual que el de Yoko-chan es más noble de lo que parece. Yuudai quiere el dinero para pagar el tratamiento médico que salvará la vida de su sobrino, y el Omega lo necesita para que Servicios Sociales no le quite a su cachorro.
Kirishima con esa afirmación recién notó el collar rojo que los Omegas masculinos sin pareja debían colocarse como símbolo de ser "padres solteros". Su lobo otra vez se inquietó, y por más que quería calmarlo la historia que le contaba el CEO sólo lograba que la preocupación y la incertidumbre aumentaran por la posibilidad de ser el padre de ese crío.
Haciendo uso de todo su autocontrol procuró seguir la petición de Isaka llamando a los concursantes que se encontraban un poco alejados de la pareja de Furogawa y Takafumi.
Con el grupo completo Kirishima se presentó informándoles que él sería el canal entre los jueces y la cocina, de igual manera como sumiller se encargaría de aconsejarles sobre los vinos y licores que mejor combinaban con los platos que elaborarían para el desafío.
—Antes de pasar a la mesa de jurados, quiero invitar a quienes sean eliminados hoy al lanzamiento del programa —expresó Ryu-san—, allí se les entregará su premio. No son los 250.000 dólares, pero les aseguro que quedaran complacidos.
Con un aplauso y deseándose suerte entre ellos, los participantes se encaminaron al salón. Zen sonrió porque por obligación Yokozawa debía ubicarse al final de la fila alejado por unos dos metros del resto del grupo.
—¿Siempre eres así de sumiso? —susurró el sumiller al oído del Omega aprovechando la diferencia de estatura—, o es ¿qué querías quedarte conmigo?
—¡Imbécil! —devolvió en un murmullo Takafumi que de improviso se vio arrastrado detrás de una de las grandes macetas que adornaban la terraza del jardín.
Y fue ahí, ocultos de los demás participantes, que el Alpha besó a quien desde hacía mucho sabía era su Omega.