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Destino por Iztaxochitl

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Notas del capitulo:

Bueno, esta vez me tardé un poco más, pero aún así es pero que les siga gustando.

 

Amor para todos!

-Serenity, vamos a cenar- un animado pelinegro fue a hablarle a la chica que parecía vivir feliz en esa mansión. En definitiva, desde que Serenity llegara a su casa, los días en la mansión eran más interesantes.


 


La chica asintió, dejó lo que estaba haciendo y siguió al pelinegro.


La verdad era que en ese último mes, ella había crecido en estatura. De seguro el cambio de alimentación, y también el tener estabilidad emocional, le estaban nutriendo cuerpo y alma. A veces Mokuba se preguntaba si era feliz, pero luego la volteaba a ver, y ella le sonreía de tal manera que espantaba todas sus dudas.


 


Ambos llegaron al comedor, en donde Noah los esperaba.


 


-¡Tengo hambre!- exclamó feliz el pelinegro. Serenity movió sus manos, y Noah asintió.


 


Serenity tiene razón, tú siempre tienes hambre- los tres rieron. Parecían un trío de mejores amigos, y en verdad lo eran. Había complicidad entre ellos, y muchas veces con una sola mirada se entendían. De hecho, también en este mes que pasó volando, Mokuba había aprendido algo sobre el lenguaje de señas. No podía comunicarse con alguien ni de broma, pero al menos una que otra cosa podía entender.


 


Una de las cocineras les trajo la cena, y comenzaron a cenar entre risas y bromas.


Una de las cosas que Serenity más disfrutaba con esos dos muchachos, era que a pesar de su discapacidad nunca se había sentido como que la hicieran a un lado. Siempre la incluían y tomaban en cuenta, y eso alimentaba su dañada autoestima.


 


-Vaya, toto eso se ve delicioso- la voz de Seto Kaiba sorprendió a todos en el comedor, y los hizo cohibirse un poco.


 


-Hermano, que bueno que llegaste- Seto le sonrió a su hermano mientras tomaba asiento en la cabecera, su lugar definido.


 


-Hola Seto, te ves más alegre que de costumbre- la voz del peliverde casi hizo eco en el comedor. Noah se dirigía al castaño con una confianza que nadie más le tenía, y eso a veces le daba miedo a Mokuba.


 


-Lo estoy, hay buenas noticias- la plática fue interrumpida por la cocinera, que esta vez le trajo su cena al mayor. Cuando se retiró, todas las miradas estaban sobre el ojiazul, quien parecía sonreír con satisfacción.


 


-Vamos, hermano, dinos que esta sucediendo- el ojiazul volteó a ver a Serenity.


-Tu hermano ha despertado- el impacto de esas palabras fue enorme. Serenity sonrió lo más que pudo, y casi de inmediato cubrió su cara con las manos, pues había empezado a llorar. Los tres chicos observaron la imagen con ternura, y fue Mokuba quien se acercó a darle un abrazo. La chica se puso de pie para regresar el abrazo, evidenciando que había crecido en esos días, ya que estaba casi de la misma estatura del pelinegro, aunque sus actitudes y acciones muchas veces parecían más de una niña pequeña.


 


Unos minutos después, Serenity daba las gracias al ojiazul con bastante emotividad.


 


-No tienes nada que agradecer. Otra noticia es que mañana te llevaré al hospital. El doctor Sakaguchi quiere darte seguimiento, y también así podrás ver a tu hermano. Por favor hay que estar lista a las 9:30 y sin desayunar, por si se requiere algún estudio médico- la chica asintió feliz, y siguió con su cena. Estaba muy emocionada, y quería ir a dormir pronto, porque entre más rápido durmiera, más rápido llegaría mañana.


 


-¿Puedo ir yo también?- cuestionó el menor de los Kaiba.


 


-Mokuba, debes asistir a la escuela, mañana es día de clases- el pelinegro se frustró.


 


-Vamos Seto, puedo entrar un poco más tarde, y reponer clases después. De verdad quiero acompañar a Serenity, y me encantaría ver a Joey- el castaño sabía que Mokuba aún se sentía en deuda con el rubio, y que eso era importante para él.


 


-Esta bien, pero te pido que estés listo a tiempo. No quiero estarte esperando. Y en verdad quiero ver que repongas esas faltas- Mokuba sonrió y se puso muy feliz.


 


-Noah también vendrá, ¿verdad hermano?- Noah estaba algo al margen de la plática, porque si bien le tenía mucho cariño a Serenity, era su trabajo y sentía que esa era una plática más familiar.


 


-Claro, a menos de que no estés disponible- el ojiazul volteó a ver a los ojos del peliverde, quien no se espantaba ante la profundidad de esa mirada.


 


-Estoy disponible para acompañarlos- fue la escueta respuesta.


 


Siguieron cenando entre algunos comentarios, y entonces llegó la hora de dormir.


 


-Hermano, Noah se quedará hoy a dormir- informó el pelinegro.


 


-¿Ya pediste que le prepararan una habitación?- el pelinegro se congeló. Pensaba que iba a dormir de nuevo con él, pero no contaba con su hermano en casa desde temprano.


 


-Bueno, la verdad es que la última vez que se quedó, estuvo conmigo en mi habitación. Y pensábamos hacer lo mismo- Mokuba se sonrojó de una manera muy tenue, pero Seto Kaiba, siendo quien era, se alcanzó a percatar de ello.


 


-Siempre y cuando no se duerman tarde, por mi está bien. Pide lo necesario para que ambos estén cómodos. Yo me retiro, estaré un rato en el estudio antes de dormir- Mokuba abrazó a su hermano y le deseó buenas noches, y luego todos se despidieron de Serenity. Cada quien se retiró a su habitación, era hora de descansar.


 


-Vaya, pensé que mi hermano no me iba a dejar que te quedaras aquí- dijo el pelinegro al cerrar la puerta de su cuarto. Se dio la vuelta, y al querer avanzar se vio interceptado por Noah, quien le abrazó la cintura y lo besó. Mokuba respondió el beso, sonrojado.


 


-No le des tanta importancia, el chiste es que aquí estamos- dijo Noah, antes de volver a besar a su novio. Mokuba contestó el beso, el cual poco a poco fue tornándose más apasionado.


 


Desde que comenzaron su relación, Noah tenía muy en claro que no quería, ni podía ir rápido con Mokuba, especialmente porque era un adolescente de 13 años. En alguna que otra ocasión, Mokuba había insinuado ir más allá, pero para Noah todavía era demasiado pronto, y Mokuba demasiado inocente. Ya habría tiempo para eso, si las cosas se daban bien.


 


Se besaron y se abrazaron, y luego se dispusieron a descansar.


No hubo colchón extra, sino que compartieron una vez más la cama de Mokuba. Durmieron abrazados. Mokuba no estaba seguro de que su hermano no entraría para revisarlo como era su costumbre, pero supuso que al estar con un visitante no lo haría. Y no se equivocó.


 


 


A la mañana siguiente, todos estaban listos para salir a la hora acordada. Mokuba y Noah habían comido un plato de frutas, mientras que Seto su típico café. Serenity no pudo comer nada, pero Mokuba le dijo que después del hospital irían a algún lado a comer algo, cosa que la alegró.


 


En realidad, Serenity era una chica fácil de complacer. Nunca había tenido mucho, a veces ni las necesidades básicas cubiertas, así que sabía valorar todo lo que le daban, ya fuera material o afectuoso, y más cuando venía de esos hermanos que tanto estaban haciendo por ella y por Joey.


 


Partieron al hospital, y Seto se reportó con el doctor, quien ingresó a Serenity para hacerle algunos estudios.


Estaban Mokuba y Noah esperando a que Serenity saliera, cuando llegó Seto con cara de frustración.


 


-Hermano, ¿qué sucede?- esa cara preocupaba al pelinegro.


 


-Joey no ha despertado desde ayer, y eso no le agrada al doctor. No sabemos si es buena o mala señal en realidad, pero no esperábamos esto. Y con esta nueva situación, no podremos trasladarlo a casa tan pronto- Era más que evidente la molestia que eso causaba en el ojiazul.


 


-¿Por qué no pides una segunda opinión? Quizás el doctor que vino aquella vez a revisar a Mokuba te pueda informar mejor- la idea de Noah no era descabellada. Sin decir nada, el castaño agarró su teléfono y marcó al doctor Ao, pidiendo su presencia en calidad de urgencia.


 


-¿Y Serenity?- cuestionó Mokuba cuando el CEO dejó de hablar.


 


-Siguen aplicándole estudios, al parecer. Son de rutina, pero quieren darle cercano seguimiento a su anemia y desnutrición, además de descartar cualquier otra situación- el pelinegro suspiró.


 


-¿No sería bueno que uno de nosotros estuviera con ella? A veces se pone nerviosa, o ansiosa, y se calma siempre que Noah y yo estamos con ella- Seto enarcó una ceja.


 


-Creo que el nervioso y ansioso aquí eres tú. No estés tan preocupado, el doctor nos avisará si pasa cualquier cosa. Por ahora esperemos a Ao y a Serenity- Mokuba asintió y tomó asiento en la sala de espera.


 


No pasaron más de 20 minutos para que llegara el médico de cabecera de los Kaiba.


Seto le explicó toda la situación, y el doctor Ao solicitó ver a Joey. Seto lo acompañó a la habitación, en donde el galeno revisó el expediente con mucha atención.


 


-A mí lo que me parece es que este muchacho tiene una carga emocional enorme. Y todo este tiempo que está descansando es para reponer todo lo que le debe a su cuerpo- el doctor Ao era un hombre de experiencia. Rozaba los 70 años, y aunque ya no ejercía su profesión como antes, atendía a los Kaiba por ser sus pacientes predilectos. Desde pequeños les había tomado cariño, y tenían una agradable y estrecha relación.


 


-¿Y qué hay de el hecho de que haya despertado unas horas, y otra vez caiga en profundo sueño?- el CEO sonaba algo preocupado. Sabía que con el médico podía ser si mismo y no se esforzó en ocultar nada.


 


-Si quieres mi opinión médica, es lo que te estoy diciendo. Por la situación que me has comentado de él, y lo que has llegado a averiguar, este muchacho tiene mucho peso sobre sus hombros. Más de lo que debería tener a su edad. Eso va agotando al cuerpo. No sabes cuanto tiempo ha estado en situación precaria, aguantando abusos y teniendo que hacerse caso de su hermana y hasta de su casa. El cuerpo le cobra eso a cualquiera. Creo que la preocupación por su hermana lo hizo despertar, y al saber que estaba bien, regresó a su sueño- el médico escuchó a Kaiba suspirar.


 


-¿Qué sugieres? Me gustaría llevarlo a casa, pero el médico que lo atiende aquí me dijo que solo podría ser posible si está consciente. Yo creo que estará mejor atendido y acompañado en casa, además de que será positivo para Serenity también. Por eso quiero llevármelo, pero solo si es lo mejor para él- el galeno se le quedó viendo a los ojos.


 


-Si quieres mi opinión profesional, yo lo llevaría a tu casa. El muchacho necesita mucho reposo, y estar medicado y alimentado via intravenosa. Pero ya no está grave, ni en un estado crítico como para que pasara algo irreversible. Yo me lo llevaría. Y si el médico no te quiere dar el alta, podrías explorar otras opciones- Seto se le quedó viendo.


 


-¿Como cuáles?- el ojiazul siempre había sido curioso.


 


-Yo podría firmar el alta, aunque no se si tendría alguna validez por que no trabajo aquí. La otra opción es ir a hablar con ese doctor y hacerlo firmar. No me refiero a comprarlo o chantajearlo, sino convencerlo-


 


-¿Me acompañarías a verlo? Creo que tú puedes dar argumentos más sólidos que yo al respecto- el médico le sonrió.


 


-Claro que sí, muchacho. Vamos, busquemos a ese terco doctor- Ambos sonrieron y salieron de ahí, rumbo a la conocida oficina, que estaba vacía.


No tuvieron que esperar mucho, ya que unos pocos minutos después apareció el doctor Sakaguchi.


 


-¿Me buscaba señor Kaiba? El nombrado asintió, y los tres tomaron asiento en la oficina.


 


-Bien, ¿qué sucede?- Seto hizo acopio de todo su autocontrol para sacar a flote su paciencia.


 


 


Mokuba y Noah empezaban a impacientarse en recepción, esperando sin hacer nada ni que nadie les dijera nada. Mokuba estaba muy nervioso, preocupado por Serenity, a quien le había tomado tanto cariño, y el hecho de que Seto no estuviera por ningún lado, no ayudaba mucho que digamos.


 


-Tranquilo Mokuba, vas a hacer un hoyo si sigues dando vueltas en el mismo lugar- Noah rió divertido, aunque Mokuba ni sonrió.


 


-Es por que tardan tanto. ¿Qué tantos estudios pueden ser? Serenity ya debería haber regresado- Noah tenía ganas de reír, pero hizo acopio de su voluntad y prudencia para no hacer sentir mal a su novio.


 


-Vamos, tranquilízate. La trajimos al hospital, aquí está segura y nadie le hará nada. Solo son estudios para darle seguimiento a su caso, como dijo tu hermano. Tómalo con calma y ven y siéntate conmigo- Noah le sonrió, y Mokuba suspiró antes de tomar asiento.


 


Noah lo abrazó sin importarle quien lo estaba viendo, y eso hizo que el pelinegro se sonrojara.


-Noah, mi hermano nos puede ver- Noah le revolvió el cabello y dejó de abrazarlo.


 


-No me importaría decirle a tu hermano de lo nuestro- era un tema que no habían hablado con claridad, pero Mokuba siempre había insinuado que no quería decirle a su hermano todavía.


 


-Yo sé, pero no es buen momento aún. Cuando este con menos estrés, ya que Joey haya salido de este lugar, buscaré un espacio para hablar con él- Noah le sonrió.


 


-No es presión, hazlo cuando tú te sientas cómodo de hacerlo- el pelinegro le regresó la sonrisa, y fue entonces cuando Seto y el doctor Ao regresaron.


 


-Hermano, ¿qué sucedió?- Mokuba sabía reconocer la frustración en el rostro de su hermano.


 


-Nada. Hablamos con Sakaguchi. Quiere dejar a Joey un par de noches en observación, y si sigue estable como está ahora, entonces lo llevaremos a la mansión- Mokuba entendió por que su hermano denotaba frustración.


 


-Bien, yo me retiro. Fue un placer verlos y ayudarles. Hasta luego Mokuba, Seto- el doctor Ao recibió agradecimientos de los Kaiba y se retiró del lugar. Unos minutos más tarde, llegaba una enfermera con Serenity, indicándole que ya le habían hecho los estudios, y que en un par de días entregarían los resultados al Kaiba mayor, que ya podían retirarse.


 


Agradecieron y salieron de ahí, rumbo a un buen y sustancioso desayuno acompañado de una buena plática.


 


 


Tres días más tarde, Kaiba se dirigía junto con Yami al hospital. Seto tenía un par de asuntos pendientes, además de que se supone que ya dejarían que se llevara a Joey. Incluso había mandado acondicionar una habitación en la mansión para él.


 


-¿Alguna novedad?- aunque el castaño estaba en la empresa todos los días, había disminuido su atención al trabajo. Todo este asunto en torno al hospital le quitaba tiempo, atención y energía, y era una de las razones por la cual deseaba llevarse al rubio.


 


-Nada, todo a tope como siempre. Montón de pedidos, gente eficiente haciendo su trabajo, uno que otro mequetrefe que mete la pata y hay que arreglar su desastre... Nada fuera de lo común- Atemu rió con suavidad. Seto enarcó una ceja.


 


-Pues en definitiva hay novedades personales contigo- Seto era bueno leyendo gente, y el egipcio lo sabía, aunque eso no quitó que se sorprendiera un poco al ser descubierto.


 


-Podría decirse- Yami no era muy abierto a hablar de si mismo. Era reservado en cuanto a su vida personal, y eso era algo que el CEO valoraba, pues no permitía que su vida personal afectara a su eficiencia laboral.


 


-Te ves más feliz que de costumbre- tampoco era que el castaño fuera a obligar al tricolor hablar, iba en contra de su moral. Atemu sonrió ante el comentario.


 


-Bueno, tal vez así es. La verdad es que estoy saliendo con alguien- lo que mas sorprendió al ojiazul fue que se lo comunicó como si nada.


 


-Vaya, felicidades. Creo que debe ser alguien que te interesa, puesto que en verdad pareces irradiar estrellitas- ambos rieron ante este comentario. Los dos eran hombres serios y sin muchas novedades en su vida personal, así que era todo un acontecimiento.


 


-Pues sí. Me llamó la atención desde el primer momento, y las cosas han ido avanzando bien- la sonrisa del tricolor le indicó a Seto que el de menor estatura no estaba mintiendo.


 


-Solo mantén tu...-


 


-Eficiencia en KC. Lo sé Kaiba, esto no representa algo que me absorba al 100%. Incluso y aunque se volviera algo más serio, esta relación no interfiere en nada. Al contrario, encontraré la manera de integrar todo y seguir siendo eficiente en mi trabajo- Yami le quitó importancia a la preocupación del ojiazul, y Seto recordó por que era su mano derecha en la empresa.


 


Llegaron al hospital y fueron directo a la oficina de Sakaguchi.


 


-Señor Kaiba, lo estaba esperando- castaño y tricolor tomaron asiento.


 


-¿De qué deseaba hablarme?- Seto siempre iba directo al grano.


 


-Bien, tengo los resultados de los estudios que le aplicamos a Serenity Wheeler. Son muy impresionantes, ha mejorado exponencialmente- el doctor parecía muy sorprendido por eso, y el castaño se sintió satisfecho.


 


-Ya le he dicho que yo tengo la capacidad de cuidarla mejor que nadie, al igual que su hermano que sigue internado aquí- esa fue una indirecta muy directa.


 


-Bien, el caso es que Serenity podría ser candidata a un tratamiento para que pueda recuperar el habla. Es un tratamiento que aún está en proceso de pruebas, pero por lo que nos dijo ella de cómo se quedó sin habla, creo que podría entrar en el programa- el tricolor estaba sorprendido por la noticia, pero Seto no tanto.


 


-De ser así, ¿qué tan seguro sería? No voy a permitir que pase por ningún riesgo, más tratándose de algo con lo que puede vivir- el médico suspiró y se recargó en la silla.


 


-Son estímulos cerebrales eléctricos. Están haciendo pruebas en pacientes con situaciones parecidas a la de ella, por es creo que podría aplicar al tratamiento. Como en cualquier tratamiento existe un riesgo, que es una de las razones del programa de pruebas, pero hasta ahora no han sido algo significativo o que dañe en un índice alto- Seto meditó un poco.


 


-¿Qué probabilidades hay de éxito con ese tratamiento?-


 


-No lo sé. No es algo que yo esté llevando a cabo, pero unos colegas lo están. Si piensa que puede ser interesante, puedo pedirles que nos reunamos todos para que te den la información directa y completa- el CEO estaba pensando en ello cuando su teléfono lo interrumpió. Vio que se trataba de su asistente Hiro, y le pasó el teléfono a Atemu para que contestara. El egipcio se salió un momento de la oficina para atender la llamada.


 


-¿Puedo hablar con ellos aún sin haber accedido a que ella entre al tratamiento?- El doctor asintió.


 


-Sí porque son colegas míos. Yo puedo hablar con ellos- el CEO pensó por un momento.


 


-¿Está seguro de que ella puede entrar en algo así sin el permiso de sus padres?- Sakaguchi pensó por un momento.


 


-Ese es otro paso del que no estoy del todo seguro, pero usted me comentó que tenía un amparo legal que lo convertía en su tutor temporal- la mirada del médico pareció cuestionar al castaño acerca de eso, como si de repente pensara que eso no era cierto.


 


-Claro que lo tengo. Pero esto en un tratamiento médico y no sé si eso sea suficiente- la mirada del CEO se endureció un poco ante la silenciosa acusación del galeno.


 


-Eso se puede consultar con un abogado. Yo puedo testificar a su favor de ser necesario, por lo que no creo que eso sea en realidad un impedimento. Lo importante es definir si la niña entra al programa o no- en ese momento entró Yami a la oficina, sentándose de nuevo junto al castaño.


 


-Hablaré con ella y en cuanto tengamos una decisión le haré saber. Ahora, me interesa mucho llevarme a Joey- el médico revisó un par de documentos que estaban en su escritorio.


 


-Sigue sin despertar, pero su condición es estable. Necesita mucho reposo y estar medicado para seguirse recuperando. Puedo autorizar el alta para mañana si esta noche la pasa bien- a Kaiba le pareció que el médico le estaba dando largas estúpidas.


 


-Me dijo que podría sacarlo de aquí hoy- ya se escuchaba molestia en su tono de voz.


 


-Sí, pero me gustaría tenerlo en observación una noche más, solo por precaución y seguridad- el CEO bufó, pero se resignó.


-Mañana vendré temprano. Por favor tenga el alta firmado, y si tengo oportunidad de hablar con Serenity, le comunicaré su respuesta para dar el siguiente paso en caso de que sea positiva- el médico asintió. Castaño y tricolor agradecieron y se retiraron del lugar.


Una vez avanzando en el auto, Seto recordó que había recibido una llamada.


 


-¿Qué quería Hiro?- el castaño no veía al tricolor, llevaba la vista en el camino.


 


-Por fin pudo localizar a Tristan- al CEO le sorprendió eso.


 


-Bien. Organiza todo para hacerle una visita mañana por la mañana- Yami asintió.


 


-¿Llevarás a Serenity? ¿O siquiera le dirás que vamos con él?- el castaño se detuvo frente al edificio de departamentos donde Yami vivía y apagó el vehículo.


 


-No lo sé. Hablaré con ella y la tomaré en cuenta. Al final de todo yo solo soy alguien que la está ayudando, no espero nada de regreso. Esas decisiones han de ser tomadas por ella y solo por ella- Yami entendió que no solo hablaba por la visita que le harían a ese tal Tristan, sino también estaba externando su opinión acerca del tratamiento médico del que les habían hablado.


 


-¿Iremos con él antes o después del hospital?- el castaño no volteaba a verlo, tenía su vista en el camino.


 


-Antes. Recuerda que llevaremos a Joey a casa y no se si haya cambios con él con tanto movimiento- Yami confirmó lo que sospechaba, su jefe le había tomado mucha importancia a ese muchacho rubio que había salvado la vida de su hermano. Y no era para menos.


 


 


 


 

Notas finales:

Bonito día!

Hermosa noche!

 

Amor para todos!!


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