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Destino por Iztaxochitl

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Notas del capitulo:

Espero que lo sigan disfrutando

 

Están todos y todas invitados a dejar un review, la retroalimentación siempre es buena y más si me ayuda a mejorar, por lo que se los agradeceré enormemente.

 

Amor para todos!!

-Parece que es aquí- Yami Atemu estaba acompañando a su jefe a ver a Tristan, quien parecía ser un amigo de Joey y Serenity. La chica no había querido ir a verlo, sacando a relucir sus inseguridades a pesar de querer mucho a ese chico.


 


Atemu estacionó el auto y ambos bajaron frente a una destartalada casita en un barrio bajo de ciudad Dominó. Ambos hombres estaban algo sorprendidos por el aspecto de la casa. No era que no supieran que había barrios de este tipo en la ciudad, pero verlos en carne propia podía ser impactante.


 


-¿Estás seguro de que es el lugar?- cuestionó el CEO a su mano derecha, quien revisó una vez más la dirección que Hiro le había proporcionado, para corroborar que estaban en el lugar correcto.


 


-Sí, aquí es- Atemu se adelantó a tocar el timbre, para encontrarse con un letrero que informaba que no servía. Tocó con la mano con fuerza, y esperaron un momento. Un par de minutos después, la puerta se abría dejando ver a un muchacho evidentemente menor que ellos, pero casi de la estatura del ojiazul. Era de cabello y ojos castaños, y tenía una mirada algo dura.


 


-Hola, estamos buscando a Tristan- el tricolor se aseguró de ser amable.


 


-¿Fueron ustedes quienes me llamaron ayer?- ambos hombres asintieron.


 


-Queremos platicar contigo acerca de Joey y Serenity Wheeler- el CEO notó un chispazo en la mirada del sujeto a la mención de los que parecían ser sus amigos.


 


-Claro, pasen- el chico se hizo a un lado y Seto y Atemu pasaron. El lugar no era mucho mejor por dentro que por fuera, pero al menos no estaba cayéndose a pedacitos. Tristan los condujo por un pasillo hasta una sala cubierta por unos plásticos, en donde los invitó a sentarse.


 


-¿Gustan un vaso de agua?- ambos hombres negaron, agradeciendo el gesto. Seto y Yami ocuparon cada extremo del sillón grande, mientras Tristan estaba en el sillón individual.


 


-Hemos venido por que, como ya te dijo él, queremos hablar contigo acerca de los hermanos Wheeler- parecía que Tristan no estaba muy seguro de si podía confiar en ellos.


 


-Hace días que no los veo. Primero pensé que les podría haber pasado algo, pero no he podido ni comprobarlo ni probar lo contrario- había frustración en esa voz.


 


-Bueno, nosotros sabemos en donde están- Yami trataba de conducir la plática tranquilamente, pero Tristan era algo impulsivo. Enarcó una ceja ante la afirmación del tricolor, como inseguro de creerle.


-¿Cómo es posible que ustedes sepan donde están?- fue el momento en el que Seto se metió a la plática.


 


-Porque Joey tuvo una pelea con su padre, en donde Serenity salió lastimada, y me llamó para que lo ayudara. Estaba desesperado por ella, y se dañó más a si mismo de lo que ya estaba en pos de salvarla y que no le pasara nada- ambos vieron como Tristan maldecía por lo bajo.


 


-¿Cómo están?- la furia del chico era evidente.


 


-Bien. Serenity está quedándose en mi casa, y Joey será trasladado también ahí en unas horas. Lleva días inconsciente, pero ya no está grave- Tristan se cruzó de brazos.


 


-Lo que no entiendo es por qué te llamó a ti y no a mí- el chico estaba que estallaba en enojo. Seto no era muy paciente con gente así, pero sabía de las circunstancias y se tranquilizó a si mismo.


 


-Porque sabía que yo podría ayudarlo, fuese cualquier cosa que necesitara, porque yo le debo mucho a él- Tristan se extrañó ante esa declaración.


 


-¿Cómo? ¿Por qué?- Seto miraba fijamente a los ojos del muchacho, para que no le quedaran dudas.


 


-Hace unas semanas Joey tuvo un accidente y fue atropellado. Me parece que él te comentó acerca de eso- el chico pensó por un momento.


 


-Sí, me dijo que fue arrollado por un auto, y a pesar de que no se veía del todo bien cuando por fin regresó, insistió en que debía seguir trabajando y no se detuvo a descansar ni un día- el castaño intuía eso que le acababan de confirmar; Joey no podía quedarse quieto.


 


-No fue atropellado por distraído, sino que salvó a mi hermano menor de ser atropellado y él fue el golpeado. Le salvó la vida, y una acción de ese tamaño yo no la olvido. Fui yo quien pagó todos sus gastos de hospital el tiempo que estuvo internado. Él sabía que yo cuento con los recursos para ayudarle en lo que fuera. Supongo que por eso me buscó, en la desesperación de ayudar a su hermana- Tristan, a quien Joey no le había contado la versión completa, empezó a entender mejor todo.


 


-¿Quién eres tú?- fue la elocuente pregunta, a la que el CEO sonrió.


 


-Seto Kaiba- y entonces Tristan entendió mucho más.


 


-Vaya, el famoso empresario. Muchas gracias por ayudarlo a él. Para mí, esos dos son como los hermanos que nunca tuve. Vivir aquí es muy complicado. Es un lugar peligroso a cualquier edad, y nosotros somos foco de atención para pandillas y cuadrillas de chicos que les encantan las drogas y los problemas. Pero Joey y yo siempre hemos estado unidos, y nos hemos librado de todos esos mequetrefes- Seto volvió a corroborar que la vida del rubio era más complicada de lo que ya de por si parecía.


 


-Ahora, necesito tu ayuda. ¿Qué sabes del padre de Joey?- castaño y tricolor vieron como se le oscureció la mirada al ojicastaño.


 


-Ese tipo es un desgraciado que hace trabajar a Joey para mantenerlo a él y a su vicio, y poco le deja para que pueda alimentarse y alimentar a Serenity. Es un tipo muy violento, muy alcohólico y muy enfermo emocionalmente. No se preocupa para nada por sus hijos, solo por el dinero para su vicio. He querido sacar a esos dos de ahí, pero no encuentro la manera de hacerlo. Con bastante constancia golpea a Joey, quien hace todo lo que le dice con tal de que no le haga nada a Serenity. Muchas veces vienen y comen aquí conmigo. No es que tenga mucho, pero al menos hay algo más que pan rancio- las palabras de Tristan pesaron en el alma de Yami y de Seto.


 


-Bueno, pues es precisamente eso lo que necesito que hagas. Que me ayudes a testificar en su contra. No puede seguir maltratándolos- Seto se dio cuenta de que Tristan se molestó ante la petición.


 


-La verdad es que esa opción ya la hemos hablado Joey y yo, pero el se niega rotundamente a hacerlo. Tanto él como Serenity son menores de edad, y de arrestar a su padre, ellos irían a un orfanato en donde podrían ser separados. Joey le tiene terror a eso más que a su padre, por eso aguanta sus abusos- ambos hombres comprendieron esa postura.


 


-¿Qué hay de la madre de Joey?- fue el cuestionamiento del tricolor. Tristan suspiró.


 


-Ella se fue hace algunos años. La verdad es que se hartó de los malos tratos del idiota ese, y se fue. Quiso llevarse a Serenity con ella, pero su papá no lo permitió, amenazándola con la vida de la propia Serenity si intentaba llevársela. Fue algo muy triste, y muy raro si me lo preguntan- Atemu enarcó una ceja.


 


-¿Por qué raro?-


 


-Porque ella amaba a sus hijos, y de un día para otro nada más se iba a llevar a la niña, y de repente se tuvo que ir pero sin ella, y nunca más nada de nada. Para mí que hay algo raro y muy podrido en esa historia, pero no tengo manera de comprobar nada. Son solo conjeturas mías- al egipcio le recorrió un escalofrío por toda la espalda.


 


-¿Crees que la haya matado, o algo así?- Tristan asintió.


 


-De que es capaz, lo es. No me atrevo a afirmar nada porque no tengo pruebas, pero yo creo que algo hizo- la sala se quedó en silencio por un momento, todos pensando en esa triste historia.


-Si yo asegurara protección para ambos, incluyendo que estarán juntos, ¿aceptarías testificar en contra del padre de ellos?- parecía haber dudas en la mirada del ojicastaño.


 


-¿Cómo podrías asegurar protección para ambos?- Seto pensó un momento, seleccionando las palabras más adecuadas para lo que estaba a punto de decir.


 


-Vivimos en un mundo que, nos guste o no, se mueve por dinero. En estos momentos yo cuento con un amparo legal con el que, si se me llegara a acusar de secuestro por mantener a Serenity en mi propiedad, no procedería porque soy su tutor temporal. Estoy dispuesto a explorar la posibilidad de serlo definitivamente- tricolor y castaño pudieron notar la sorpresa de Tristan ante tal declaración.


 


-¿En verdad hay posibilidades de que algo así suceda? Suena a utopía- Seto asintió.


 


-No estoy seguro, pero tengo a mi disposición los mejores abogados de Japón, y del mundo si así lo quiero. Encontraré la manera de ayudarlos- Tristan estaba sorprendido y casi hasta conmovido, pero algo no le cuadraba ahí, por lo que quiso indagar más.


 


-Solo hay algo que no entiendo. ¿Por qué estás tan interesado en ayudarlos? Puedo entender que haya salvado a tu hermano, y que por eso tú hayas pagado los gastos de hospital, incluso que lo hayas vuelto a ayudar. Pero de eso a querer salvarlo del desgraciado que tiene como padre... No me vayas a malentender, pienso que es algo genial, pero...- Tristan dejó de hablar porque pensó que se había expresado lo suficiente, y hubo un silencio de un par de minutos.


 


Y por primera vez en mucho tiempo, Seto Kaiba se abrió.


 


-Cuando mi hermano Mokuba y yo éramos pequeños, vivíamos felices con nuestros padres. Llevábamos la vida normal de cualquier niño pequeño, y éramos felices con papá y mamá. Cuando yo tenía 6 años y él 2, ellos murieron en un accidente de auto. No teníamos familiares muy cercanos, y los pocos que había no se quisieron hacer cargo de nosotros. Después de algunos días de incertidumbre, fuimos llevados a un orfanato en donde pasamos unos años. Era un lugar descuidado, pero de alguna manera estábamos seguros, y sobre todo, unidos. No fuimos adoptados porque todos los adultos que nos conocían solo querían llevarme a mí, pero no aceptaban a Mokuba, y yo me negaba a irme sin él- Atemu y Tristan escuchaban con atención, y no interrumpieron aún cuando el CEO guardó silencio.


 


Aunque Yami conocía la historia a grandes rasgos, no la había escuchado con detalles.


 


-Fue hasta que llegó Gozaburo Kaiba. Un hombre inmoral, tramposo y con un gran afecto a lo ilegal. Ya se habían esparcido rumores de mí por toda la ciudad, por tener un coeficiente intelectual más alto que el promedio, y él quería un sucesor para su imperio financiero. Quiso adoptarme y me negué porque igual que siempre, me quería llevar a mí y no a mi hermano. Pero entonces me propuso un trato- Seto volvió a guardar silencio.


-Ajedrez, ¿cierto?- algo sabía Tristan. A fin de cuentas, Seto era una figura pública, y fragmentos de su historia estaban al alcance de cualquiera.


 


-Sí, una partida de ajedrez. Si yo ganaba nos adoptaría a mí y a Mokuba. Si él ganaba, me iría sólo. Sabía que era un tipo inteligente, pero me di cuenta de que alardeaba demasiado. No sería muy difícil para mí vencerlo, entonces acepté, y obviamente gané. Una de las pocas cosas que le agradezco es que haya cumplido su palabra. Nos llevó a Mokuba y a mí, y nos convertimos en Kaiba. Pero su interés no era tener un hijo, con todo lo que eso implica. Él quería una máquina para hacer negocios, para levantar más su empresa, para ganar más dinero con sus tranzas y negocios turbios. Yo sufrí muchos maltratos y abusos, en parte para evitar que le hiciera nada a Mokuba, cosa que nunca hizo. Lo que viví me forjó y me hizo lo que soy ahora, y eso de una u otra forma lo agradezco. Pero si puedo evitar que otro ser humano sea víctima de abusos por parte de su progenitor, porque eso no es un padre, y más si es alguien que ni siquiera ha hecho nada para que le hagan daño, lo haré. Incluso lo haría si él no hubiera sido quien ayudó a mi hermano. Pero con mayor razón por lo que hizo por mí y Mokuba. Pelearé con todas mis fuerzas para ayudarlo- con esa última frase, y viendo a Kaiba a los ojos, Tristan supo que era sincero en sus intenciones.


 


Pasaron un par de minutos en silencio, antes de que cualquiera se atreviera a hablar.


 


-¿Kaiba Corp es una empresa turbia?- el ojicastaño tenía esa duda por las palabras que había dicho Seto.


 


-Lo era. Yo me encargué de limpiarla y de hacer que se dedicara al rubro del entretenimiento, todo de manera legal. Ya no hay nada ilegal o siniestro pasando en esas oficinas- Tristan tuvo más curiosidad, pero no creía que fuera el momento más adecuado para hablar de ello.


 


-Esta bien. Te ayudaré. Si necesitas mi testimonio para ayudar a Joey y Serenity, lo tendrás- Tristan quería pedirle muchas cosas; que lo dejara ser parte de la vida de los hermanos, incluso que le diera protección por su testimonio... pero era un hombre; uno joven, pero un hombre al fin y al cabo, y se guardó esos comentarios porque en su crianza no había sido enseñado a expresar su temores o inquietudes, y creía que eso lo hacía más «hombre».


 


-Más que ayudarme a mí, los ayudas a ellos. Y yo te lo agradezco- por primera vez en ese rato, Tristan sonrió.


 


-Claro que me gustaría que volvieran para acá, nos divertíamos mucho juntos- Seto suspiró por un momento.


 


-No puedo traerlo en este momento, menos con este proceso legal en puerta, y que no conozco aún qué alcances puedo tener. Es por su propia protección, y más que su padre vive cerca. Pero eres bienvenido a la mansión Kaiba siempre que quieras verlos. Más delante podremos ver detalles acerca de su estancia- Tristan asintió.


 


-Aunque lo más probable es que si Seto obtiene la tutoría legal, ellos tengan que vivir con él de manera permanente. De otra manera, podrían llegar a quitarle ese poder- por primera vez en mucho rato, Yami habló para aclarar eso que estaba en el aire.


 


-Sí, bueno, entiendo eso. Creo que será más fácil darme una vuelta por allá de vez en cuando- Tristan se puso de pie, al igual que castaño y tricolor.


Se despidieron con cordialidad, intercambiaron números de teléfono para una mejor comunicación, y luego los mayores se retiraron del lugar. Aún tenían que ir al hospital por Joey.


 


 


En la mansión Kaiba, Mokuba y Noah estaban en la habitación del menor, y no precisamente platicando. Noah había llegado temprano, cuando Mokuba aún estaba en su habitación, y después de saludarse y platicar un rato, sin saber en realidad como, pero habían acabado en la cama, peliverde sobre pelinegro, devorándose la boca mientras intercambiaban fluidos y sensaciones.


 


-Vamos... Noah... tenemos... que... bajar... Serenity... nos.... espera...- Mokuba trataba de hablar, pero Noah no dejaba de besarlo con pasión.


Un par de minutos después, y sin estar saciado en realidad, Noah se puso sobre sus codos y fijó su mirada en la de Mokuba.


 


-Te amo- los ojos de Noah brillaban mientras le compartía su amor, y Mokuba se sintió el muchacho más dichoso de toda la comarca.


 


-Y yo a ti Noah- el peliverde juntó sus frentes, cerrando sus ojos, solo disfrutando de ese contacto tan íntimo.


 


-Vamos, Serenity debe estarnos esperando- Noah se puso de pie y ayudo a Mokuba a hacerlo, robándole más besos en el transcurso. Los chicos se abrazaron con fuerza, se sonrieron y bajaron a buscar a la castaña.


 


Llegaron a la cocina, en donde ella estaba comiendo su fruta. Se alegró de verlos y le hizo unas señas a Noah con las manos. El peliverde se rió y se sonrojó a la vez.


 


-¿Tanto se nota?- Serenity asintió, y Noah se sonrojó aún más. Mokuba se sentía perdido, aún no comprendía lo que decían las señas.


 


-Dice que parecemos un par de tórtolos flotando por ahí son nuestras alitas de enamorados- Mokuba se sonrojó aún más que Noah, provocando risas en los otros dos. Se sentaron y compartieron el almuerzo.


 


-Oye, ¿no tenías escuela hoy?- Noah cayó en cuenta de que Mokuba no debería de estar ahí. Estaba tan ocupado besándolo en su habitación, que había pasado ese pequeño detalle por alto.


 


-No, nos dieron el día libre por cuestiones de salud con el profesor. Nos mandaron actividades que tengo que hacer, pero hoy me quedaré en casa- el pelinegro parecía feliz por ello, y sus acompañantes le sonrieron, compartiendo ese sentimiento.


 


-Además, supongo que no hubieras querido ir porque se supone que hoy traen a Joey, ¿cierto?- el pelinegro asintió. Serenity movió las manos mientras esbozaba una gran sonrisa.


 


-Dice que está muy emocionada, que cree que su hermano se recuperará mejor aquí que en el hospital, y que no sabe como retribuir todo lo que están haciendo por ellos- Mokuba la vio a los ojos, retándola.


 


-Serenity, ¿qué te he dicho acerca de pensar que nos debes algo? Seto y yo estamos muy contentos de poder ayudarte a ti y a tu hermano, y verte mejorar es la mejor retribución que podemos tener- la sonrisa radiante y cariñosa de Mokuba conmovía a Serenity, quien sin quererlo derramó unas lágrimas, solo para enseguida ponerse de pie y acercarse a darle un abrazo cargado de emociones y sentimientos. Mientras se abrazaban, dio un mensaje a Noah.


 


-Dice Serenity, muchas gracias Mokuba onii-san- fue el pelinegro el conmovido en esta ocasión, llegando al borde de las lágrimas. En definitiva se estaba encariñando mucho con esa chica.


Se separaron y los tres se terminaron su almuerzo.


 


Decidieron que iban a ir a los jardines, en donde les gustaba pasar el tiempo.


Por un lado, era un lugar muy bello, y por otro lado, y una gran ventaja, podían esconderse entre plantas para pasar percibidos ante la servidumbre, aprovechando para robarse besos apasionados de vez en cuando.


 


Estaban por ahí cuando se dieron cuenta de que llegaba el auto de Atemu, junto con una ambulancia. Desde lejos vieron como bajaban a Joey y lo transportaban dentro de la casa, acompañado por Seto y Yami.


Cuando la ambulancia se fue, decidieron ir a ver como estaba todo.


Mokuba los llevó a donde sería la habitación de Joey, que de hecho estaba a un lado de la de Serenity. Justo cuando llegaron, Seto estaba saliendo y cerrando la puerta tras de él.


 


-Hermano, ¿cómo les fue? ¿Y Joey?- Seto le obsequió una sonrisa a su hermanito.


 


-Joey esta bien. Ha estado estable los últimos días y por eso Sakaguchi nos dejó traerlo. Pero sigue dormido y necesita reposo, así que no entren ahorita por favor- Serenity tenía muchas ganas de ver a su hermano, pero entendía la situación. Empezó a mover sus manos, y el peliverde a traducir.


 


-Dice que cuando podrá ver a su hermano, y que esta muy contenta y muy agradecida contigo- Seto le regaló una sonrisa.


 


-Si sigue estable en la tarde, te dejaré entrar a verlo. Y no te preocupes, es un placer ayudarlos- Seto acarició los cabellos de la chica, alborotándolos, como lo hacía con Mokuba cuando eran pequeños. Serenity sonrió, y Seto se retiró a su despacho en donde lo esperaba Atemu para seguir con los pendientes.


 


Los tres decidieron regresar a los jardines, en donde pasaron varias horas, hasta que empezó a anochecer y regresaron adentro. Cenaron entre risas, solo ellos 3 porque Seto les avisó que nos los podría acompañar.


 


Cuando estaban por terminar la cena, Mokuba se alarmó.


 


-¡Demonios! Olvidé la tarea- Noah rodó los ojos, no en son de burla, sino sintiéndose medio tonto por no haber recordado ese detalle. Serenity movió sus manos.


 


-Dice que si tendrás problemas- la mirada de Serenity era de preocupación.


 


-Podría tenerlos, esto es importante- el pelinegro parecía preocupado.


 


-Bueno, ni hablar. No te preocupes, te ayudaré a hacerla para que sea más rápido- Mokuba lo vio sorprendido. Parpadeó un par de veces, como sin creer lo que estaba escuchando.


 


-Pero, debes irte, ¿no?- Noah enarcó una ceja.


 


-¿Me estás corriendo?- el peliverde vio divertido la reacción de su chico, quien se apenó por la malinterpretación de sus palabras.


 


-No, para nada. Solo que pensé que debías irte, y si me ayudas te entretendrás- Noah sonrió.


 


-Puedo quedarme a ayudarte, creo que lo necesitas- la sonrisa de Noah le indicó que realmente quería ayudarlo.


 


-Muchas gracias- la mirada de Mokuba brilló. De hecho, la de ambos brillaba, y a Serenity le encantaba ver eso. Esas pequeñas muestras de amor que le tocaba ver entre los muchachos la conmovían. El amor era fascinante ante sus ojos.


 


Terminaron de cenar y Mokuba fue a comunicarle a su hermano que Noah dormiría en la mansión, omitiendo que le ayudaría con sus responsabilidades, pues sabía que recibiría un regaño si Seto sabía de su descuido. Se dijeron buenas noches y Mokuba y Noah se fueron a la habitación.


 


Al cerrar la puerta, Mokuba sacó sus cosas para la tarea. Noah lo observaba desde la puerta, en donde estaba recargado. El pelinegro volteó a verlo y se sintió cohibido por la sonrisa que le estaba dedicando. Noah le hizo una seña con la mano y Mokuba se acercó.


 


-¿Sucede algo?- la mirada de Noah brillaba. El peliverde negó con la cabeza, levantó la barbilla de su chico con su mano derecha, y lo besó. Mokuba se sonrojó, pero no por eso dejó de corresponder.


 


Un par de minutos después, y sin muchas ganas, Noah se separó de él, casi sin aliento.


 


-Vamos, tienes tarea pendiente- Mokuba no pudo hablar, solo asintió y sonrió, y llevó a su novio hasta su escritorio, en donde pasaron las próximas 2 horas haciendo un largo ensayo que debía entregar al día siguiente.


 


-¿Es todo?- preguntó Noah mientras se estiraba. Estaba muy cansado, pero no dejaría solo a Mokuba con sus deberes.


 


-Sí. No pensé que me tomara tanto tiempo. Muchas gracias por ayudarme- Noah lo besó como respuesta. Hubieran seguido por mucho tiempo, pero cortaron el beso porque ambos estaban muy cansados.


Sonrieron y se cambiaron de ropa, para luego acostarse abrazados en la cama.


 


A Mokuba ya no le ponía tan nervioso la idea de que Seto entrara y los viera juntos en la cama. Había entendido que no estaban haciendo nada malo ni irresponsable, además de que estaba dispuesto a defender su relación con Noah.


 


Incluso estaba empezando a considerar decirle a su hermano que tenía novio.


Ya mañana pensaría en eso. En ese momento, sintiéndose calientito en cama rodeado por los brazos de Noah, no tuvo más opción que la relajación total, para luego ser invadido por un sueño profundo y reparador.


 


 


 

Notas finales:

Bonito día!

Hermosa noche!

 

Amor para todos!


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