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Destino por Iztaxochitl

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Notas del capitulo:

Hola hola!

Bien, pues aquí está poco a poco como va evolucionando la relación entre los protagonistas.

 

Espero que lo disfruten mucho!

 

Amor para todos!!

Poco a poco empezó a sentir cada vez más la realidad. Sintió que iba despertando, aunque se dio cuenta de que no podía moverse libremente. Con algo de esfuerzo abrió los ojos, y se dio cuenta de que estaba atrapado en los brazos de Joey. Sin consciencia de ello, sonrió.


 


La cabeza rubia estaba al lado de su hombro, y los brazos lo rodeaban como si no quisieran soltarlo nunca. No estaba muy seguro de sus opciones, puesto que quería pararse para ir al baño, así que con toda la suavidad posible tomó el brazo que estaba en su pecho y lo hizo a un lado, lo que provocó que el menor lo abrazara de nuevo, esta vez con más fuerza.


 


El castaño suspiró, y casi con delicadeza empezó a mover al muchacho.


 


-Cachorro, despierta- no necesito mucho para que el rubio empezara a reaccionar. Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se retiró de inmediato, no queriendo incomodar a Seto. Ya de por si estaba en su cama, y habían dormido juntos. El rubio se sonrojó con violencia, y volteó hacia la pared.


 


El CEO no dijo nada, solo se levantó al baño. Joey se quedó ahí, tapándose hasta las orejas con la colcha, muy avergonzado de lo que había hecho mientras dormía. Después solo sintió como Seto volvía a sentarse en la cama. Pensó que le iba a llamar la atención, cuando de pronto se vio rodeado por los fuertes y masculinos brazos del castaño.


 


El CEO lo abrazó sin destaparlo, y lo atrajo hacia su pecho.


 


-Todo está bien Joey. No te desperté porque estuviera molesto, era solo que debía ir al baño- el rubio se calmó un poco, aunque seguía algo alterado. Se destapó la cara para poder observar la mirada ojiazul, tratando de detectar molestia o mentira en ella, cosa que no pudo encontrar.


 


-Lo siento, a veces me muevo mucho dormido y de seguro te abracé cuando estaba dormido, y es que no me puedo controlar. Siempre soy así, cuando Serenity y yo dormimos juntos a veces acaba en el suelo, es que soy descuidado y algo loco para...- la perorata sin sentido del rubio murió en los labios del castaño, quien no encontraba manera de callarlo o calmarlo, así que decidió besarlo.


 


Joey se sorprendió de esa acción, pero no lo rechazó.


 


-Te dije que todo está bien- dijo Kaiba cuando se separó. Joey estaba cada vez más rojo, si es que eso era posible.


 


-Ohh, ok- el castaño le sonrió al rubio.


 


-Disculpa si te molestó que te besara. Es que desde el otro día en el jardín me quedé con ganas de más- bueno, a estas alturas Joey empezaba a parecer un semáforo muy brillante.


 


-No, está bien. A mí también me gustó- Seto seguía recostado del lado en la cama. Con su mano izquierda lo hizo voltear a hacer contacto visual con él, acercándose cada vez más.


 


-¿Entonces, puedo?- los labios del castaño estaban rozando los del rubio, quien no podía articular palabra alguna. Tan solo asintió y cerró la distancia que había entre ellos. Fue una gran explosión de emociones en ambos chicos, cada quien a su manera.


 


Seto empezó a mover sus labios sobre los de Joey, pidiéndole permiso con su lengua para entrar. El rubio abrió la boca y de inmediato fue invadido por el castaño, quien estaba deleitado con semejante manjar.


 


Estuvieron ahí un rato, probándose y disfrutándose. Seto se separó lentamente, eufórico con todo lo que estaba sintiendo.


 


Pero aún no había comprendido que estaba con Joey «el impulsivo» Wheeler.


 


Sin aviso alguno, Joey se giró y quedó encima del castaño, quien se sorprendió bastante. El rubio aprovechó para ser él quien invadiera la boca del otro, probando a Seto Kaiba con todas las ganas que le traía.


 


El beso se intensificó, al igual que las emociones de ambos muchachos. El hecho de sentir a Joey sobre de él lo hacía sentir todavía más.


El rubio puso sus manos a los lados de la cabeza de Kaiba, mientras que Seto lo abrazó por la espalda, por encima del pijama.


 


Nunca sabrían cuanto tiempo se dedicaron a besarse, pero vaya que lo disfrutaron. Cuando por fin se separaron, ambos traían una sonrisa que no podían ocultar. Seto se metió a bañar y Joey se quedó en su nube. Por un momento Seto pensó que invitar a Joey a darse un baño con él, pero le pareció incorrecto y demasiado rápido; a fin de cuentas aún se estaban conociendo.


 


-¿Quieres darte un baño?- cuestionó el castaño cuando salió del suyo, pero se dio cuenta de que una vez más el rubio se había quedado dormido. El ojiazul sonrió con ternura y se retiró del lugar. Pasó por la cocina pidiendo algo de desayunar, y como siempre fue a su estudio a trabajar.


 


Estaba checando unos datos que no cuadraban cuando sonó su celular.


 


-Kaiba- contestó sin siquiera ver quien le hablaba.


 


-¡Hola hermano!- esa voz sí que lo sorprendió, y lo alegró también.


 


-Mokuba, me sorprendiste- el pelinegro rió al otro lado de la línea.


 


-Pensé que eso era imposible de lograr- el castaño sonrió y se recargó en su silla, dejando del lado su computadora.


 


-Bueno, acabas de ser testigo que no hay imposibles en la vida, si sabes como moverte- Seto nunca desperdiciaba una oportunidad para decirle cosas así a Mokuba. Le gustaba motivarlo a que luchara por sus sueños, independientemente de que tuvieran la situación económica resuelta.


 


-Ya sé, siempre me lo dices. ¿Cómo has estado hermano?- Seto pudo casi palpar la preocupación de su hermano por él.


 


-No hay nada de que preocuparse Moki, estoy de maravilla- sonrió casi sin darse cuenta, pensando en Joey.


 


-Bueno, suenas bien, y al menos no has muerto de inanición. Podemos llamarle un logro a eso- Mokuba era un chico muy bromista, y desde que se juntó con Noah, sus bromas se volvieron mucho más constantes. Eso le gustaba a Seto porque lo veía más alegre.


 


-No iba a morir de inanición, no podría. Además hace pocos días que hablamos, todo está bien. Estoy bien- la voz del CEO sonaba sincera, y Mokuba se sintió más tranquilo.


 


-Me preocupé cuando Yami nos dijo que nos quedaríamos más días. Es decir, me dio gusto, pero me preocupas tú- Seto agradeció en su mente por tener un hermanito considerado y amoroso con él.


 


-¿Lo estás disfrutando?-


 


-Sí, y mucho. Yami y Yugi nos han llevado a pasear por muchos lados. Conocimos un pueblo cercano, donde no hay mucho pero la gente se las arregla para salir adelante. Fue muy interesante. Y estar aquí a la orilla de la playa es hermoso. Me hubiera gustado que vinieras- Seto escuchó el bajón de energía en esa última frase; Mokuba sonaba apesumbrado.


 


-Moki, no me quedé ni por el trabajo ni para que te sintieras mal. Me quedé porque yo mismo necesitaba unos días conmigo mismo; unas vacaciones de todo. Y todo está saliendo muy bien, así que no te sientas mal por mí, que yo estoy de maravilla, y estoy seguro de que tú también, porque por algo me pediste más días- casi podía decir que su hermanito se iba a extrañar por su actitud, pero es que en verdad se sentía muy bien. Claro que el despertar y la presencia del rubio hacían diferencia.


 


-Que conste que no viniste porque no quisiste- hubo una risilla en el fondo.


 


-Ya te dije Mokuba, todo esta bien. ¿Cómo está Serenity?- justo cuando estaba articulando esa pregunta, la puerta se abrió, dejando ver a un rubio despeinado y algo desorientado. Seto le sonrió, le hizo una seña para que no hablara, y lo invitó a sentarse sobre sus piernas. Joey le hizo caso y sentó dándole la espalda, recargado en él. El castaño lo abrazó por la cintura, y Joey cerró los ojos, sintiéndose muy relajada; protegido.


 


-Esta muy bien. Le ha encantado el mar. Cuando Yami nos dijo que nos quedaríamos unos días más, ambos nos sorprendimos mucho porque pues la escuela, y por ti. Digo, ya te habíamos pedido días extras, entonces se me hizo raro. Pero habló con nosotros y nos invitó a disfrutarlo. No todos los días salimos de vacaciones- Seto lo escuchaba con atención, mientras disfrutaba de abrazar a Joey.


 


-Eso es cierto. Tenías mucho tiempo sin salir de la ciudad, por eso creí que te caería bien. A ti y a los demás. ¿Qué hay de Noah?-


 


-A veces creo que lo que no se le ocurre a él, no se le ocurre a nadie. Creo que lo está disfrutando mucho. Se puso muy contento cuando Yami nos dijo que nos quedaríamos. A todo esto, ¿tú sabes por qué nos quedamos más días?- Seto sabía que tarde o temprano llegaría esa pregunta, y no tenía ni la intención de mentir, ni la intención de decir toda la verdad.


 


-Yo le dije. Hace unos días hablamos y le dije que se quedaran allá más días. A fin de cuentas y como acabas de decir, no sales de vacaciones a cada rato, y sabía que Serenity también lo disfrutaría. En la empresa ahorita están las cosas tranquilas, y no lo necesito aquí todo el tiempo. Por todo eso se lo sugerí- bueno, ciertamente no estaba mintiendo; solo omitía ciertos datos relacionados al rubio que tenía entre sus brazos.


 


-Vaya, no fue lo que me imaginé. De pronto pensé que tendrías alguna razón por la cual no querías que regresáramos tan pronto, y por eso nos quedamos- Seto tenía que reconocer la gran inteligencia y la gran intuición que tenía su hermanito. A fin de cuentas era un Kaiba; y aún así seguía sorprendiéndolo


 


-Disfruta tus días allá Mokuba, con Serenity, Atemu, tu cuñado y tu ruidoso novio. Ya sabes que aquí tienes obligaciones que cumplir, al igual que ellos. Así que diviértete y pásatela bien- Seto estaba casi seguro de que Mokuba estaba sonriendo.


 


-Bien, lo haré hermano, y tú síguete cuidando. Nos veremos en unos días-


 


-Sí Mokuba, tú también. Y hazme un favor. Dile a Atemu que me llame más tarde, necesito hablar con él- Mokuba le aseguró que lo haría; se despidieron de nuevo y colgaron. Seto tenía una bella sensación en el pecho, era como algo cálido.


 


Al colgar, se quedó ahí sin moverse. Seguía abrazando a Joey, y con su otra mano que ahora estaba libre, se dedico a acariciarle el cabello, como si lo estuviera peinando hacia atrás. El rubio seguía con los ojos cerrados, dejándose hacer, dejando que Seto lo chiqueara, disfrutando del momento.


-¿Cómo están Serenity y Mokuba?- la voz del rubio era suave y muy relajada.


 


-Están muy bien, disfrutando de sus vacaciones- el castaño vio como el rubio sonrió; era una sonrisa cargada de melancolía.


 


-¿Sabes? Serenity siempre quiso conocer el mar, era una ilusión para ella. Me alegra que por fin haya podido cumplir ese sueño- algo en el tono de voz de Joey le indicó a Seto que no todo estaba bien.


 


-¿Y tú cómo te sientes al respecto?- el castaño pudo escuchar el suspiro del rubio.


 


-No lo sé. Tengo sentimientos encontrados. Me hubiera gustado tanto poderla acompañar; y a la vez me siento muy bien aquí contigo- Seto sabía que sus palabras era veraces, podía sentirlo.


 


-Ya habrá otras ocasiones para ir todos, cachorro. La verdad fue una sorpresa que despertaras como lo hiciste; fue algo que nadie esperaba. Yo me quedé aquí para tener mi espacio y poder estar al pendiente de ti, y también porque sabía que tu hermana no se iría tranquila si te dejábamos solo. Fue la cosa más rara entrar a la cocina el otro día y verte ahí como si nada- el menor rió con suavidad.


 


-Sí, parecía que habías visto un fantasma. Te pusiste pálido y te desmayaste- el castaño también rió.


 


-Pero no vi un fantasma, fue un cachorro travieso y despeinado- mientras iba diciéndole eso, Seto comenzó a besar el cuello del rubio con cariño, mientras seguía acariciando su cabello con una mano, y también empezó a acariciar su vientre con la otra mano. El castaño notó como la respiración del menor se hacía más pesada.


 


La cabeza del rubio estaba recargada en el hombro del CEO, y el rubio empezó a casi suspirar.


 


-No se que manía tienes por darme apodos caninos. En el hospital me decías perro- si al CEO le sorprendió que recordara ese detalle, no lo demostró. Siguió en lo suyo, entre besos y caricias.


 


-Eres un lindo cachorro, no puedo evitarlo- ese susurro directo en la oreja del rubio generó un gemido, que a su vez empezó a generar otras reacciones en ambos chicos. Joey no molestó en tratar de ocultar nada, ni su gemido ni su creciente excitación. A fin de cuentas, si el castaño lo estaba provocando, no tenía nada que ocultar.


 


-¿Esto... está bien?- y aunque el rubio no se avergonzara de si mismo o de lo que estaba pasando, tenía que cuestionar a Seto pues si no, no estaría tranquilo.


 


-¿Por qué no lo estaría? ¿Te incomoda?- el castaño no se detuvo en su labor de besar todo cuanto estaba a su alcance. A la par de eso, empezó a dar pequeñas mordidas en donde había besado. La respiración de Joey estaba cada vez más acelerada.


 


-No sé. Tú me ayudaste a mí y a mi hermana, pero... somos casi familia- el castaño se detuvo, e hizo que Joey abriera sus ojos y que cruzaran las miradas.


 


-Cachorro, no me vayas a mal entender. No te ayudé porque esperara algo de ti, en este ni en ningún otro sentido. Me doy cuenta de que me haces sentir muchas cosas. Y me encantaría experimentarlas contigo. Pero no es como que fuera a forzarte, o que busque que te sientas obligado. Tú no me debes nada, solamente sucederá algo si tú así lo quieres también- Joey se dio la vuelta por completo, quedando sentado sobre Seto con las piernas abiertas.


 


En respuesta a lo que le estaba diciendo, cerró el espacio entre ellos y lo besó. El castaño se dejó llevar por ese beso, que se hacía cada vez más caliente y húmedo. Fue el mismo Joey quien rompió el beso, juntando su frente con la del castaño, quien ya tenía la respiración alterada.


 


-Yo no sería capaz de darte algo así si no lo siento. Si no hubiera querido, no te habría besado aquel día en el jardín. Pero no me refiero a eso, sino a que eres mi tutor legal, y no quisiera meter la pata. A veces soy especialista en eso. Quiero hacer las cosas bien, y como nos has ayudado tanto a Serenity y mí, solo quiero asegurarme que esto sea correcto- la intensidad en la mirada del rubio era casi palpable, y Seto le sonrió.


 


Lo besó de nuevo, pero siendo esta vez un beso tranquilo y cariñoso. Entrelazaron sus lenguas y se abrazaron, y cuando Seto rompió el beso, le estaba sonriendo a Joey.


 


-¿Sientes eso? Yo lo siento cuando te beso, cuando te abrazo, cuando te veo. Cuando desperté esta mañana entre tus brazos cual peluche, y cuando al salir de bañarme estabas dormido en mi cama. Todas esas veces, y algunas más, lo he sentido. Y algo que se siente tan hermoso, no puede ser incorrecto- las palabras de Seto hicieron que los ojos de Joey se llenaran de lágrimas, su rostro adornado con una sonrisa.


 


-Nadie me había dicho algo tan bello- el rubio limpió sus ojos con su antebrazo.


 


-A veces solo hay que encontrar a la persona correcta- ambos sonrieron.


 


El momento que estaban compartiendo había bajado de temperatura. Se besaron una vez más, sin tanta hambre, solo disfrutándose. Reconociendo el sabor del otro, grabándolo en su memoria.


 


Seto pegó su frente a la de Joey, cerrando los ojos y disfrutando el contacto.


 


-Me gustas- dijo con los ojos aún cerrados. Por más seguro que se mostrara Seto Kaiba, el rubio revolucionaba su existencia al 1000%


 


-Y tú a mí. Gracias por todo, Seto- Joey sonrió. El castaño también.


 


-Un placer- estaban en esa nube rosa y cursi, cuando el teléfono de Seto sonó de nuevo, regresándolos a la realidad.


 


-Es Atemu, no te vayas- Joey asintió, yéndose a sentar al sillón del estudio.


 


-Kaiba- contestó igual que siempre... según él.


 


-Vaya, vaya, eso sí que es un cambio- el comentario lo agarró desprevenido e hizo que se sonrojara. En el sillón, Joey estaba enternecido por la cara del ojiazul. Se notaba que le habían dicho algo vergonzoso.


 


-¿De qué demonios hablas Atemu?- la reacción del CEO fue tan grande como su descolocación por el comentario del tricolor.


 


-Y parece que es más grande de lo que podría pensar- la risa del tricolor se escuchó por el teléfono, y Seto se obligó a si mismo a respirar para calmarse.


 


-¿Qué quieres Atemu?- aunque no lo podía ver, Yami estaba seguro de que el CEO estaba todo rojo de la cara.


 


-Yo no quiero nada, tú me mandaste decir con tu hermano que te llamara, y aquí estoy. Solo que no me esperaba ese cambio- el CEO suspiró para tranquilizarse lo más posible.


 


-¿Y se puede saber de qué cambio estás hablando?- el castaño vio de reojo como Joey reía en silencio desde el sillón, cosa que hizo que se sonrojara aún más.


 


-Tranquilo, no es que sea algo malo. Es solo que te escuchas diferente. Creo que estos días te han cambiado, si es que lo puedo plantear así- el ojiazul entendió a la perfección a qué se refería el tricolor, pero decidió ya no prestarle tanta atención.


 


-Quería hablarte para saber como están todos y si hay alguna novedad- conforme se fue tranquilizando, el sonrojo en su rostro fue bajando.


 


-Todo tranquilo. Al principio Mokuba y Serenity se alarmaron, pensaron que te había sucedido algo y que no les quería decir. Después de asegurarles muchas veces que no era así, se calmaron y decidieron disfrutar. Al que no pude calmar fue a Yugi; al parecer tiene un examen el martes al que no quería falta, por lo que tuve que decirle la versión verídica de las cosas- el castaño esperaba que Yami hubiera podido evitar eso. Pero bueno, así eran las cosas, y ya.


-¿Te dijo algo?-


 


-Nada realmente interesante. En cuanto supo la verdad accedió a quedarse sin quejas; logró empatizar contigo y con Serenity. A todo esto, ¿cómo está él?- Seto volteó a ver a Joey y sonrió.


 


-Esta bien. Ayer nos pasamos medio día en el hospital para que le aplicaran diversos estudios, y al parecer tiene una salud perfecta; mejor que cuando cayó en coma- rubio y castaño se miraban con intensidad.


 


-Me da gusto, Serenity estará contenta. ¿Aún así quiéres que regresemos hasta el miércoles?-


 


-Sí. No creo que podamos encontrar una versión creíble para cambiar los planes tan repentinamente, y no pienso decirles que les oculté esta información; me da la impresión de que ambos se enojarían bastante conmigo, y contigo de paso- el tricolor rió.


 


-Y hasta parece que no conoces lo que tienes en casa. Serenity no sería capaz de enojarse contigo, mucho menos sabiendo que lo hiciste por su hermano, para revisar su salud. Mokuba podría molestarse, pero no le duraría; es demasiado noble para eso. De todas maneras no hay problema. Solo espero que no me cargues de trabajo las próximas semanas solo porque me fui unos días- Yami estaba tanteando ese terreno y el castaño lo notó.


 


-No haría algo así cuando estás haciéndome un favor, mucho menos el tipo de favor que es. Diviértete estos días, ya tendremos en que ocuparnos en la empresa pronto-


 


-¿Entonces tú tampoco has ido a la empresa estos días? ¿Pues cuándo fue que despertó Joey?- una vez más el egipcio demostraba su inteligencia y su capacidad de captar las cosas aunque no se las dijeran directas.


 


-Por supuesto que no he ido Atemu. En la situación en la que estoy, no lo voy a descuidar. Sigo trabajando desde acá, ya sabes que Hiro es bastante eficiente y podemos resolver la mayoría de las situaciones trabajando en conjunto aunque estemos en diferentes lugares. Acerca de cuando despertó, debe de haberlo hecho cuando nos estábamos despidiendo, justo cuando ustedes se fueron- el tricolor soltó una carcajada, pero el castaño no se la tomó a mal.


 


-Vaya suerte tan loca que nos pone en estas situaciones. Por algo te tocó estar solo con él, Seto. Sigue disfrutando tus días de vacaciones, te lo mereces- al decir esto, el tricolor colgó sin dejar que el castaño dijera nada. Kaiba captó exactamente lo que el otro quería decir, y volvió a sonrojarse, pero esta vez sonrió y dejó su teléfono.


 


-¿Todo bien por allá?- el castaño vio con intensidad al rubio.


 


-Claro que sí. Atemu es de mi entera confianza, es solo que a veces ve más allá de lo evidente incluso más que yo. Tu hermana y mi hermano están en buenas manos- al rubio le extrañaron esas palabras, pero se quedó tranquilo sabiendo que estaban todos bien.


 


-Vamos, tengo hambre- ambos salieron rumbo a la cocina. Pedirían que les preparan algo para salir a comer a alguna parte del jardín.


 


 


 


 

Notas finales:

Bonito día!

Hermosa noche!

 

Amor para todos!!


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