Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Princes Of Death por Jesskebede

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Nunca. En ningún momento se promueve las enfermedades aquí presentadas. 

Princes of Death:

 

1.  - Always Be An (Shun)

 

 

" Necesitas perder peso. Estás demasiado gordo para ser alguien tan joven."

 

Sonrió sin ganas. Incómodo y ansioso, mientras camino lentamente hacia a un lado de mi cama. Observando de reojo mi reflejo en el espejo de cuerpo completo, que descansaba sobre la pared de mi habitación.

" Estoy segura que si tuvieras sólo 50 kilos, te verías bien."

Suspiró agobiado. Mientras me quito la playera que tenía. Dejándola sobre mi cama, hecha bola.

" Te ves demasiado grueso... Brusco, para pesar lo que tu pesas..."

Mi cuerpo no era perfecto. No era hermoso. Era algo que no quería ver todas las mañanas y saber de el, cuando veía la gente a mi alrededor y notaban como mi físico era de los peores.

Dietas, ejercicios, rutinas que dejarían a cualquiera en el suelo pidiendo misericordia. Hacia demasiado para verme un poco mejor, pero siempre era el mismo destino.

Mi cuerpo se veía demasiado grueso, enorme, sin forma y obeso.

Tendría que cubrir tal aberración aún cuando hiciera calor como los mil demonios.

  - Te ves bien. - Muerdo ligeramente mi labio inferior.

Mi mente y alma, están llenos de miedos, ansiedad y un sin fin de inseguridades, que no me permitían creer que podía verme bien, por que eso era imposible para alguien como yo.

  - Cállate. - Ordenó, mientras me acercó un poco hacia aquel enorme espejo, en donde los detalles grotescos de mi cuerpo se veían peor aún.

  - Es verdad. - Niego lentamente. Mientras oigo algunos movimientos sobre mi cama.

  - Si crees que te ves ' gordo' como tú tanto dices. Haz ejercicio. Da toda tu mierda en el gimnasio y mejora tu cuerpo. - Niego, moviendo un par de veces mi cabeza.

No podía evitar pensar que era una buena idea, pero era atemorizante.

Me daba miedo tener que ver a otros chicos con el cuerpo que jamás tendría.

Era una sensación de miedo y pánico, que quizás jamás podría superar.

  - Necesitó simplemente dejar de comer todo esa azúcar, grasas y carbohidratos. Simplemente si dejo eso, podré ser únicamente hermoso. - Me emocionó un poco.

Simplemente era una plan idóneo.

Un plan en dónde no estaría expuesto directamente mi cuerpo y el mundo, poco a poco vería que si podía ser hermoso.

Sonrió emocionado, ignoro el espejo y me doy la vuelta, viendo como Seiya está acostado boca abajo sobre mi cama, viéndome sonriente, apoyado sobre sus codos, únicamente observándome con intriga mi sonrisa fugaz.

  - Suena como un buen plan para mi. - Asiente sonriendo aún más.

Tengo 17 años. 17 años de los cuáles he logrado perder al menos 10 kilos de forma apresurada y aún, no lograba sentir que he logrado algo bueno por mi imagen o peso.

Me siento demasiado mal. Como si todo lo que hiciera no valiera ni dos centavos.

Sabía que podría hacerlo. Sabía que podría lograr algún día ser lo suficientemente perfecto, como para que pudiera ser amado y amarme a mi mismo.

Sólo debía superar cada tentación y todo estaría bien.

  - Ven. Acuéstate. Necesitas pensar bien como vas a lograr siquiera hacer que tus papás no te hagan comer TODO eso que intentas dejar.

Lo veo pensativo. Mientras palmea suavemente al lado suyo, en la cama.

Aunque al final accedo. Pienso demasiado en ese tema.

En general, suelo pensar demasiado las cosas.

En fin, ese sería un reto enorme y no sé cómo podría hacer para que no me presionen una vez más a caer.

Simplemente me acuesto apoyando mis brazos sobre la cama, y mi mentón sobre ellos.

Algo incómodo.

  - Ana, me ha enseñado mucho. Sólo debo permanecer el mayor tiempo fuera de casa y lejos de la cocina. Suena un poco básico en verdad... - Balbuceo un poco, sintiendo la mirada llena de desaprobación de mi mejor amigo.

  - Aunque puede funcionar. Ana y Mía son estupendas.

Ensanchó más mi sonrisa. Viendo cómo Seiya niega un par de veces ligeramente dudoso.

  - Cambiemos de tema. Nunca me han gustado como son esas tales Ana y Mía.

Jamás he entendido su forma de pensar sobre ellas. Eran princesas y yo un príncipe en potencia.

  - Mejor cambiemos de tema. - Se mueve un poco sobre su lugar emocionado.

  - Dime. ¿Sigues hablando con Hyoga?. - Suspiró bastante incómodo por el tema.

  - Si. Ayer salimos. - Admito. Acostandóme plácidamente y completamente sobre mi cama, la cuál se encontraba fría debido al tiempo que hacía durante Enero.

  - ¿Y que tal? Hace unos días te veías emocionado. Como si todo, aunque fuera una papa cocida, fuera lo más bello y romántico de todo el mundo.

Sonrió un poco apenado.

Quisiera que eso fuera una vil exageración. Pero incluso los maestros lo habían notado. Era demasiado penoso.

Habían sido días curiosos y llenos de una magia que haría vomitar a mi hermano mayor, pero ya habían pasado por el bien físico y emocionalmente de todos.

  - Digamos que es lindo. Tiene hermosos sentimientos.

Sonrió un poco menos emocionado y mi alma se congela.

Parecía como si alguien apretara sin remordimiento mi pecho. Era doloroso.

  - Aunque digamos... Es heterosexual y no hemos hecho mucho más allá de una bonita amistad.

Pegó mi frente sobre la fría cama. Molesto por haber pensando tantas cosas fantasiosas que nunca iban a ocurrir.

  - Te entiendo.

Maldigo mi suerte. Era demasiado cruel seguir pensando que algún día el apuesto ruso y un simple chico japonés, iban a ser algo, más que amigos.

  - Necesitas dejar de pensar un poco. - Maldigo un par de veces más mi suerte.

  - Creo que piensas demasiado las cosas. - Siento una mano cálida sobre mi espalda desnuda. - Necesitas dejar de pensar mucho sobre la vida. Tenemos 17 años. Nos está tragando un desamor que quizás no sea el bueno.

  - Lo sé.

Ambos nos encontrábamos así. Seiya por lo menos ya se encontraba olvidando a su amor, que lo hizo ser como es.

  - ¡Coño! ¡Hay demasiados penes en el mundo!. - Abro rápidamente mis ojos y levanto la vista, escuchando fuerte y claro el grito que daba Seiya, mientras se levantaba de la cama energético.

Adoraba como se mantenía vital, aun cuando se mataba día a día haciendo ejercicio con tanta dedicación.

- ¡Estamos en Japón! ¡Seguramente allá afuera, en la calle, encuentres alguno que sea francés, griego, español o no lo sé...! ¿Búlgaro?

Sentía mi cara arder de la pena.

Agradecía a Dios, o cualquier deidad mística que estuviera cerca, que mis padres y hermano mayor, no estuvieran en casa en ese mismo momento.

  - Shun. Eres hermoso. No dejes que una mala salida te dañe.

Adoraba tanto a Seiya.

  - Hyoga es un buen chico. Pero no mereces matarte de tristeza sólo por que no es el indicado.

Y era tan inteligente.



Chat Grupal: " Princes Death"

 

 

Aphrodite_Essences: ¡Perras pulgosas!

 

Aphrodite_Essences: ¡Angelo me invito a salir!

 

Io_Fish: ¿Y que esperas? ¿La bendición del papa? ¡Ve!

 

Shun_Bunny: Io no seas pesado. No todo en la vida es ir demasiado rápido.

 

Shun_Bunny: Tienes que conocer primero con quién te vas a acostar ;)

 

Seiya_Box: Primero que nada. ¿A dónde? * inserte stickers intensos *

 

MimeMam: ¿Y con qué intenciones? ( Guiño Guiño)

 

MimeMam: Y espero que sean de las perversas... 





Sonrió mientras leo los mensajes de mis mejores amigos.

Sé que Afrodita se merece ser finalmente feliz, aunque me mueran de envidia que yo no pueda serlo.

Es demasiado duro.

  - Sabes que no es bueno que sigas haciendo esto. - Con fuerza, cierro mis ojos mientras que Ikki me habla del otro lado de la puerta del baño.

  - Vomitar no te va ayudar adelgazar. - Tomó aire y me hundo en el agua de la tina, ignorando al mundo como casi siempre hacia cuando el mismo se empeñaba en hacerme ver como si todo lo que hiciera estaba mal.

" Tienes que ser fuerte.". - Me digo varias veces al día.

 

 



Continuará.

Notas finales:

Comentario del Autor: Desconozco si Ana y Mía sigan en vigencia. Todos somos príncipes y princesas, hermosos como somos. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).