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Sin mi, no eres nada por RLangdon

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-Te odio- pronunció en un murmullo, mas la frase no pasó desapercibida para Sasuke, quien se sujetó la mejilla confundido por el repentino cambio de actitud del chico.

Una mezcla de sentimientos nublaban su raciocinio, no podía dilucidar con claridad lo que estaba pasando, intentó acercarse a Naruto pero este rehuía el contacto, retrocediendo cada paso dado. Podía percibir el miedo que el menor inútilmente intentaba ocultar.

-También me odio- ratificó Sasuke con certeza, su mirada se ensombreció momentáneamente. –Pero te amo…- fue hasta entonces que Naruto se atrevió a verlo a los ojos, dejando de evadir la penetrante mirada que Sasuke le dirigía.

-Mientes- articuló en voz baja, su voz sonaba más quebrada que antes, hacía un esfuerzo sobrehumano para evitar que las lágrimas lo traicionaran, las palabras de Sasuke solo lo herían cada vez más. Una mentira tras otra y ya no era capaz de diferenciar qué era verdad. –Tu estás con Sakura, ella me dijo todo- continuó diciendo en el mismo tono de voz, bajó nuevamente su mirada, quería alejarse pero a la vez su cuerpo no le permitía ejercer mayor esfuerzo que el que actualmente hacía estando de pie, tratando de procesar lo sucedido.

-¿Qué fue lo que te dijo?- inquirió dubitativo, intentando sonar lo más amable posible, aunque no lo consiguió, su voz sonaba igual de apática e indiferente que antes. –¿Acaso mencionó que la termi…?- se mordió la lengua, ni siquiera estaba razonando lo que decía, el semblante de Naruto se vio claramente alterado, Sasuke solo le había confirmado tener una relación con la chica de cabello rosa.

-Solo me quieres cuando no puedes tenerme- murmuró Naruto sin reparar en lo dicho, recordando con cierta melancolía cuando había sido adquirido por Sasuke en la subasta, apenas simples imágenes y sonidos entrecortados se cruzaban en su mente de ese día. –Además tú estas…tú estas…- tartamudeaba sin conseguir terminar la frase con éxito, sus ojos celestes se nublaron de absoluta tristeza, empañándose con el líquido salino que amenazaba con desbordarse en cualquier momento.

-¡Maldición!… ¿estoy qué?- Sasuke dio un fuerte golpe en la pared con su puño, le estaba costando bastante tratar de sincerarse y no estaba llegando a ningún lado, el chico ni siquiera conseguía finalizar una frase prudente. La desesperación se apoderaba de él, asimismo la ansiedad. Hacía horas que había cesado la lluvia, más sin embargo notó la ropa empapada del menor, se enfermaría si no se cambiaba pronto. –Perdóname- cerró los ojos con fuerza, tragándose el orgullo, profiriendo aquellas palabras que jamás en su vida había mencionado ni de chiste.

-Un perdón no es suficiente- habló Naruto, rememorando cuando había pronunciado en vano las mismas palabras que ahora Sasuke le dirigía, este había hecho caso omiso a su disculpa, golpeándolo, humillándolo, encerrándolo. No tenía derecho, le había tratado como basura y de la nada se mostraba diferente, no tenía sentido su conducta.

-No fue mi intención lastimarte, estaba confundido- repitió el Uchiha, acortando nuevamente la distancia que los separaba, Naruto retrocedió, temeroso de la reacción de Sasuke, ya no sabía que esperar del mismo. Su espalda se estrelló contra la pared, se vio obligado a enfrentarlo. Sasuke sujetó ambas mejillas de Naruto entre sus manos, cerró los ojos y sin darle tiempo al menor de oponerse o escabullirse, selló sus labios en un beso.

Al principio Naruto se resistió, tratando fallidamente de empujarlo, su fuerza era por mucho inferior a la de Sasuke, más en su actual estado

Finos hilos de agua salina descendieron de sus ojos celestes, lentamente se dejó llevar, cerrando los ojos, guiándose por los labios de Sasuke, cediendo al contacto labial.

Sasuke sujetó ambas manos del menor forzándolo a que lo mirara, separándose obligatoriamente del beso para tomar aire.

-Quiero que me veas a los ojos y me digas que no sientes nada por mi- retó, sin aflojar el agarre, observando fijamente los hermosos ojos celestes que lo habían cautivado, mismos cuyo brillo se había extinguido casi por completo. Le lastimaba inmensamente saber que todo era su culpa, estaba consciente del daño ocasionado pero necesitaba otra oportunidad, podría cambiar si lo intentaba, no sería fácil, no obstante, tampoco le resultaría imposible. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de tener a Naruto a su lado.

-Y-yo…- Naruto alzó la mirada, si lo decía, Sasuke lo dejaría ir, finalmente terminaría su sufrimiento, una vez que lo hiciera solo debía alejarse sin mirar atrás. –Yo…- no podía, era demasiado difícil mentir en esas circunstancias. Proferir una falsedad, teniendo que sostener la abisal y profunda mirada del Uchiha, le complicaba articular una simple frase. –No puedo- se vio callado de nueva cuenta cuando Sasuke apresó sus labios en un beso más intenso que el anterior, pasando a morder ligeramente su labio inferior para degustar sin restricciones la húmeda y dulce cavidad del chico.

Después de unos instantes se separó con dificultad de la boca de Naruto, un fino hilo de saliva unía sus labios.

-Dices que no recuerdas mucho de tu pasado- comenzó diciendo Sasuke, tomando la mano de Naruto para conducirlo hasta la motocicleta, el menor no objetó nada, era verdad que conservaba apenas algunos recuerdos borrosos de su familia y cómo había llegado a la supuesta galería de arte. -¿Puedes olvidar también lo que hice?- cuestionó pasándole el casco al menor, quien, confundido lo tomó, aun sumido en sus pensamientos, prácticamente Sasuke le estaba pidiendo una segunda oportunidad, ¿Quién era él para negársela?

-No puedo cambiar lo que hice- le interrumpió Sasuke, acariciando con suavidad su mejilla, observando el hematoma que él mismo había provocado. –Pero si lo que hare ahora- media sonrisa se formó en sus labios, Naruto se había colocado el casco, ocultando las nuevas lágrimas en sus ojos. No quería equivocarse de nuevo, otra caída mas y ya no podría levantarse.

No podía ir en contra de sus sentimientos, amaba a Sasuke, aún a sabiendas de que este mantenía una relación con Sakura.

-Pero…-  pasó ambos brazos alrededor de la cintura del Uchiha, una vez que este puso en marcha la moto. - Estas comprometido con ella- era una afirmación, sin embargo Sasuke no escuchó lo último, por lo tanto no lo había desmentido.

***

Se había duchado y cambiado por petición de Sasuke. Observaba con atención algunas marcas nuevas en su cuerpo, producto del apasionado encuentro con el agente, de pronto su mundo se hacía trizas de nuevo.

No había cometido un error, habían sido varios y no lograba identificarlos como era debido. Por un lado volver con Sasuke le traería más problemas a este, no solamente con Kakashi, sino también con las personas que le buscaban, aunque poco supiera de ello, apenas lo suficiente para darse cuenta de que, quien estuviera con él, estaría en constante peligro, no quería eso para Sasuke…no quería eso para nadie.

Su rostro lucía más fresco, la ducha le había sentado bien, no obstante seguía preocupado. Sasuke le había prometido cambiar su conducta con él, pero… ¿Qué pasaría si se enteraba del íntimo encuentro con Kakashi?...no lo sabía, la duda lo inquietaba hasta el grado de atormentarlo.

Bajó las escaleras, pensativo, su cuerpo dolía menos con el medicamento pero su mente seguía divagando en el posible futuro, dándose cuenta que amaba a Sasuke más de lo que nunca había amado a nadie, tanto como para conformarse a ser la segunda opción del Uchiha, aun creía en lo dicho por Sakura y el compromiso que esta se encargara de anunciarle con el afán de separarlo de Sasuke.

Un estúpido, eso era, así se sentía por haber perdonado a Sasuke, también él había hecho mal en estar con Kakashi pero no lo lamentaba, necesitaba tener a alguien consigo…necesitaba sentirse amado.

Irónicamente Sasuke lo había rescatado en más de una ocasión, igualmente lo había sumido en su actual depresión, la cual se había aminorado, más no desaparecido. No le creía a Sasuke con respecto al supuesto amor que este le profesaba, era demasiado utópico, irreal, aún sentía que era un sueño el simple hecho de estar con él.

En momentos sentía que no merecía a Sasuke, pero en contadas ocasiones sentía lo contrario, Sasuke no lo merecía a él.

-¿Me vas a decir qué hacías en ese lugar?- inquirió Sasuke, yacía sentado junto a la mesa, sosteniendo un cigarrillo entre sus dedos, ansioso, con su mirada inquisitiva sobre Naruto. Aún no habían aclarado prácticamente nada, no quería alterar más a Naruto, pero la duda lo carcomía, estaba convencido de que el chico había acudido nuevamente con Kakashi, sin embargo, se contradecía su teoría. El agente no estaba con Naruto cuando lo encontró, y este llevaba su ropa mojada, quizás había pasado la noche en la intemperie…quizás.

-Estaba…- meditó unos segundos la respuesta. –Yo…

-De modo que te fuiste de la discoteca porque me viste con Sakura- argumentó, dando una calada al cilindro, Naruto asintió con la cabeza a lo obvio. –Idiota- replicó, levantándose de la silla, aproximándose en dirección del chico, este cerró los ojos, temeroso, esperando un seguro golpe de parte de Sasuke, el cual, nunca llegó.

Lentamente abrió los ojos, Sasuke lo abrazaba con firmeza, cuidando de no quemarlo con el cigarrillo.

-Creí que te había pasado algo- admitió, aspirando el dulce aroma de los cabellos dorados del chico. Fue hasta entonces que el menor sintió una fuerte opresión en el pecho, Sasuke realmente estaba preocupado, y él en cambio se había acostado con Kakashi.

Pasó saliva con dificultad, correspondiendo el abrazo en silencio, incrédulo ante las acciones de Sasuke. Esperaba que ese momento se alargara, de ser posible…para siempre.

El sonido del timbre obligó a Sasuke a deshacer el agarre, separándose forzosamente, miró con molestia la puerta, ¿Quién carajo era?, podía ser Sakura, podía ser Kakashi, incluso alguno de los sujetos que buscaban a Naruto.

Le indicó al chico con una seña que se alejara, Naruto acató la orden enseguida, subiendo las escaleras.

Abrió la puerta con desgano. Hatake ingresó sin siquiera anunciarse.

-Tengo malas noticias- anunció en tono neutral mientras se disponía a sacar las esposas del bolsillo de su pantalón, Sasuke lo miró intrigado pero se mantuvo impasible. –El muchacho ratificó nuevamente su denuncia, tendré que arrestarte…- Naruto se detuvo al llegar al marco de la puerta, escuchando incrédulo las palabras del agente.

-Como sea- masculló Sasuke sonriendo a medias. Aunque la denuncia fuera ratificada, solo se trataba de un delito menor, cuando mucho lo detendrían unas horas. En consiguiente, tendría derecho a pagar fianza, no entendía a qué se debía el entusiasmo disimulado de Kakashi.

-Si eres reincidente, tu condena se alarga- añadió Kakashi colocándole las esposas al Uchiha, este lo miró con atención, ahora comprendía. Kakashi solo estaba buscaba hacer algo de tiempo, el suficiente para encontrar pruebas en su contra, si las conseguía podría encerrarlo por tiempo indefinido.

Mordió su labio con frustración, había sido bastante imprudente al pedirle a Sakura la mochila de vuelta, seguramente las armas seguían ahí, si Kakashi las encontraba, tendría motivos de sobra para llevarlo al juzgado.

-Sasuke- murmuró Naruto sujetándose del pasamanos. No sabía qué hacer, debía impedir que se lo llevaran, pero no tenía razón alguna para objetar en contra de Kakashi, aunado al hecho de que aún estaba confundido por haber intimado con él.

***

Descendió del vehículo con apatía, su rostro reflejaba seriedad y un leve dejo de preocupación, parecía una broma que después de haber encubierto sus pertenencias durante casi una semana, al imbécil de Kakashi se le ocurriera arrestarlo justamente un día después de recuperarlas.

En cierta parte culpaba a su impulsividad, adelantar los hechos le había traído más problemas de los que ya tenía.

Suspiró con resignación, avanzando por el pabellón de internos, los cuales le miraban con sumo detenimiento, analizándolo.

No les prestó atención, solo eran seres inmundos y corruptos, él no era como ellos, ni lo sería nunca, sin embargo, debía ocupar el mismo lugar que esos criminales enfermos.

-Espero que te familiarices con tu celda- comentó Kakashi, introduciendo las llaves en la cerradura. El Uchiha entornó levemente la mirada. –Solo serán doce horas, pero si descubro algo más- hizo énfasis a lo último. –Estarás permanentemente en este lugar. –cerró la puerta una vez que le hubo retirado las esposas a Sasuke, este miró dentro de los cuatro asfixiantes muros.

Había un recluso albino de ojos color purpura que lo observaba fijamente. Sasuke retrocedió un paso, sujetando con fuerza los barrotes, el agente avanzaba tranquilamente por el pasillo hacia la salida, girando el llavero en su dedo índice, burlándose de él.

-¡Si tocas a Naruto!- comenzó diciendo en voz alta para que el agente le escuchara, Kakashi se devolvió en el acto.

-Ya lo hice- sonrió ampliamente.

Sasuke frunció el entrecejo, apretando con mayor fuerza los barrotes de metal que lo aprisionaban en ese cuarto. Quería matarlo. 

–Y lo volveré a hacer…

Sasuke permaneció estático un momento, por eso Naruto estaba cerca de su domicilio, había pasado la noche con ese hijo de puta.

-Cuando se cumplan las doce horas- musitó entrecerrando los ojos, su tono de voz era grave, Kakashi no se inmutó.

-¿Me estas amenazando?- preguntó en son de burla, arqueando una ceja, divertido al ver el desencajado semblante de Sasuke, podía percibir el odio del muchacho.

-No- respondió Sasuke, permitiendo que una sonrisa se extendiera por sus labios. –Te estoy advirtiendo- sentenció con su mirada fija en Kakashi.

-Eres un riesgo para Naruto y para la sociedad en general- puntualizó Kakashi, cruzándose de brazos.

**

Naruto salió con rapidez de la casa, apenas había esperado unos minutos a que Kakashi se alejara del lugar, se había encargado de sacar la mochila de la casa, inspeccionando cada sección de la misma para verificar que no hubiera más armas o documentos de dudosa procedencia.

Había actuado de manera eficiente, la comisaría no quedaba muy lejos de ahí, a espaldas del edificio debía estar Sasuke, posiblemente aún en libertad. No sabía cuánto tiempo lo tendrían detenido, pero quería verlo, al menos brindarle su apoyo, disminuir la preocupación que muy probablemente estaba sintiendo Sasuke respecto a los documentos y las armas.

Aceleró el paso y acto seguido comenzó a correr, su respiración se agitaba a medida que se acercaba al edificio.

Definitivamente no estaba bien, tenía bastantes dudas, una confusión que se incrementaba por lo recién sucedido.

-¡¿En donde está Sasuke Uchiha?!- cuestionó agitado, intentando regular su respiración. La secretaria se retiró las gafas para observarlo detenidamente.

-Tranquilo- escuchó una voz conocida a unos metros de distancia. Naruto se alejó del escritorio para verlo mejor. –Solo estará detenido medio día- anunció con una sonrisa sincera, las facciones del menor se alteraron.

-Pero…

-Aquí están algunos objetos de valor de tu primo- gesticuló el agente, entregándole al chico una bolsa negra. Naruto la tomó con duda, observó en su interior un teléfono celular, una caja de cigarrillos y algunos fajos de billetes.

-Quiero verlo- pidió, forzándose a ver a Kakashi a los ojos, le resultaba casi imposible hacerlo, sentía pena, y lo que le parecía más extraño era que el mayor se mostrara tan relajado, como si no hubiera ocurrido nada, aunque posiblemente se debiera a la presencia de las secretarias y demás individuos dentro del edificio. Sería evidenciar una relación con un hombre, además más chico que él.

El celular comenzó a vibrar dentro de la bolsa plástica, Naruto la abrió para sacar el móvil de Sasuke, la pantalla anunciaba el nombre de Sakura en la pantalla, su mirada denotó molestia.

Se dispuso a guardarlo nuevamente, pero un sonido diferente hizo alusión a un mensaje, sacó el teléfono para leerlo.

-Sasuke te amo, quiero verte, necesito estar contigo- leyó el mensaje. Frunció el entrecejo, irritado, dejó caer el móvil dentro del vaso de agua sobre el escritorio, sin importarle saberse observado.

-Podemos hablar más cómodamente en mi oficina- ofreció Kakashi, encaminándose a la habitación del fondo, el menor lo siguió sin miramientos.

El mayor cerró la puerta y se dispuso a tomar asiento junto a su escritorio. El Uzumaki se sentó frente a él.

-Sobre lo de ayer- comenzó Naruto visiblemente alterado. –Bueno…perdón por irme sin avisar- se saltó el tema central, no quería enfocarse en un suceso del cual no tenía plena consciencia de haber llevado a cabo, ni los motivos que lo orillaron a hacerlo.

-Descuida- sostuvo su mirada con los hermosos ojos celestes. –O es que…- lo miró inquisitivamente, Naruto dudó cuando su mentón fue sujetado por el mayor. -¿Te arrepientes de haber estado conmigo?

-N-no- se apresuró a negar con la cabeza, sin saber exactamente la razón, abrió la bolsa con las pertenencias de Sasuke para sacar un cigarrillo, la situación lo estaba destrozando.

Kakashi se apresuró a quitarle el cigarrillo de las manos a Naruto.

-Fumar es perjudicial para un chico como tu- añadió rompiendo el cilindro ante la mirada atónita de Naruto. –Mejor toma un dulce- sacó del cajón del escritorio una paleta y posteriormente se la entrego al chico, esta la tomó, expectante, confundido.

-No soy un niño- externó, claramente ofendido.

-Tampoco eres adulto- sonrió Kakashi, Naruto evadió su mirada. No podía objetar eso. Retiró la envoltura del dulce antes de meterlo a su boca, aún estaba ansioso, preocupado por Sasuke.

-Sasuke te golpeó… ¿no es así?- Naruto agachó la cabeza, sería ridículo que lo negara, de todas formas no pensaba denunciar a Sasuke. –Te amenazó para que no dijeras nada- afirmó con seguridad el agente, el menor negó de inmediato. –Se que le tienes miedo, puedo verlo en tus ojos- la forma en que Naruto lamía el dulce comenzaba a excitarlo, era una acción claramente inocente, pero para él significaba algo más, una posible insinuación sumisa de parte del rubio.

-No es eso- contradijo Naruto, pensativo. La mayor parte era cierta pero no quería, ni debía aceptarlo.

-Si- Kakashi se levantó de la silla y se encaminó a la ventana, dándole la espalda a Naruto, este lo miró intrigado.

-¿Qué cosa?- inquirió confundido, observando al agente de pie frente a la ventana, mirando a través del cristal, pero sin poner mayor atención a lo exhibido afuera.

-La respuesta a tu pregunta de ayer- se dio la vuelta, dirigiéndose al chico, deteniéndose a escasos centímetros de distancia.

Naruto ladeó ligeramente la cabeza.

-Si te quiero- finalizó, estirando su brazo para retirar el dulce de la boca del menor, uniendo con rapidez sus labios con los de Naruto.

El menor estaba fuertemente ruborizado, permanecía inmóvil con sus ojos completamente abiertos, sin terminar de entender qué estaba pasando.


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