Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lunas de enero por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Escucho los pasos desde la habitación, pero no puedo descuidar la cocina. Me giro al mismo tiempo que Eddie entra en la cocina.


— buenos días.


— ¿Cómo entraste?


— aun estas dormido, Doc ¿quieres intentar otra vez?— Eddie frunce la frente. Tiene las marcas de la almohada en un lado de la cara y el cabello revuelto.


— si cambio la cerradura no servirá ¿verdad?


— mucho mejor ¿quieres café?— le extiendo una taza que él no tarda en sujetar y beber— terminé mi turno y vine aquí. Estabas durmiendo— murmura un “claro que estaba durmiendo”— ¿hiciste revisiones?


— si— bosteza y se sienta en la mesa— los posts quirúrgicos son importantes. Tengo otro en un rato, pero aún tengo tiempo.  Desperté porque olí el café. 


— ¿y yo soy quien tiene el mejor olfato? no debe ser sano que duermas poco, ibas a bajar sin comer después de una noche de desvelo.


— suenas como Fabien. Y antes de que sigas, llevo haciendo esto mucho tiempo, no es la primera vez ni será la última— le miro. Las ojeras bajo sus ojos se están notando— no es algo que haga diario.


— come— le digo poniendo un plato con comida frente a él. Lo mira sin moverse, luego vuelve a mirarme.


— ¿quieres engordarme? No puedo comerme todo esto— pongo otro plato en la mesa antes de limpiarme las manos y sentarme— estuve pensando, Tarik vino anoche, quiere hablar contigo. Él me siguió y tal vez sea mi amigo pero no tienes que aceptarlo en la manada si no quieres. Consiguió un trabajo aquí.


— podría ser algo bueno al final, hablar con él me refiero, porque si va a quedarse tan cerca de nosotros veo difícil que no nos crucemos o comencemos a relacionarnos de algún modo— la ciudad no es tan grande— ¿Por qué le defendiste? Tengo curiosidad.


— Parece desesperado por integrarse ¿Quién sigue a un desconocido a otra ciudad? me daba escalofríos pero no hubo mucho que hacer con eso. Pregúntale tú, no me gusta ser tan entrometido— le doy un golpecito en la pierna.


— ¿estas llamándome entrometido? 


 — quizá. Tarik es blanco— dice pronto ¿se quedó medio dormido? no tiene mucho sentido. Eddie me ve, y tuerce la boca— su pelo.  Es blanco, como un lobo ártico. Blanco, no amarillento u opaco.


— dos preguntas pero no se cual preguntar primero ¿Por qué le has visto convertido? ¿Cuándo le viste?— Eddie me sonríe, con la cuchara en la boca.


— tal vez puedas peguntarle también. Ah, si… ¿quieres hablar hoy con Tarik? Podemos ir a algún lugar y…


— mi casa. No podemos hablar de esto en público y tu casa es más una ratonera— pone los ojos en blanco— me comportare, pero ¿me pareció que ese podemos te involucra?


— lo dije así ¿cierto? ¿No debo ir?


— ¿quieres ir? no te impediré ir si quieres. No tienes que preocuparte por que le pase algo, te prometo que no le pasara nada— Eddie revuelve el plato.


— iré. Confió en ti, Rowan, si voy es solo porque me siento responsable por traerlo. Aunque yo no lo traje aquí me siguió a mí y está aquí por mí.


—oh, Eddie. Ahora me siento peor por mi comportamiento. No es tu culpa que este aquí, fue solo una… serie de coincidencias— y lo primero que hice cuando llego fue reclamar y decir todas esas cosas. En serio debo pensar mejor antes de hablar. No puedo seguir haciendo lo mismo de siempre— si tú vas nadie tendrá problemas con él. Y si sigues siendo su amigo van a aceptarle rápido.


— ¿Por qué yo? ustedes son la manada— empuja su plato y se levanta. Para ser alguien que dice no poder comerse todo si comió bastante— tú eres al que siguen.


— sí, ahora ya no soy solo yo— a él le toma un par de enjabonadas al plato entenderme. Le veo mover los labios ¿repitiendo lo que dije? ¿O recordando lo que leyó? Tiene esa costumbre a veces, hablar para sí mismo cuando está pensando o recordando lo que tiene que hacer con los animales.


  — hay libros que mencionan las jerarquías en las manadas de lobos, aunque se ha desmentido que sea así en la naturaleza y solo en cautiverio se notan más conductas como esas— alzo las cejas, esperando a que termine de divagar— pero como no, hombres lobo. Me han dicho que tú eres su líder, alfa, como quieras llamarte así que lo pase por alto. En la naturaleza y en cautiverio no solo hay un alfa, es más una… ¿estas bromeando?


— creí que no lo sabrías.


— leí mucho en casa de mis padres, no desvíes el tema— me señala con el tenedor enjabonado— ¿estás diciendo que mi opinión importa ahora porque decidí salir contigo? ¿Por qué soy algo así como tu pareja?


— ¿algo así? no suena bien, eres mi pareja Eddie.  Y no, no es porque decidiste eso… exactamente. Tiene relación— digo, alzando las manos cuando le veo mirarme con molestia— en mi defensa yo no sabía que podía pasar con un humano. Y no te elegí yo, fueron los demás. Cuando salimos a visitar a las manadas Kalila me dijo que sintieron el mando en ti, y no en ella como debió pasar.


— vaya ¿por eso me seguían a todos lados ese día?— hay un leve rastro del olor picante del miedo.


— sí. Estaban nerviosos además. Felicidades, oficialmente eres tan mandón que tienes un puesto de poder en una manada de hombres lobo. No esperaba menos de mi doc— sus labios tiemblan, traicionándolo. Quiere sonreír por mi broma. No quiero asustarlo más— lo siento.    


— no importa… bien, me importa, pero me refiero a que no te culpo por eso. Es extraño ¿Qué significa eso? ¿Qué va a pasar ahora?


— sinceramente no lo sé. No creo que cambien muchas cosas, quizá los demás se vuelvan un poco sobreprotectores— Eddie deja las cosas secando y se gira para mirarme, con los brazos cruzados— ¿Qué?


— ¿solo los demás?— le sonrió. Es seguro que enloqueceré si le pierdo de vista de ahora en adelante.


—  no puedo estar comportándome como un salvaje cada vez que pase algo que no me guste. Así que si me sobrepaso estas en libertad de regresarme a la realidad de la manera que creas conveniente— intenta no sonreír, aunque sus labios se alzan un poco— es en serio.


— lo sé. Y lo hare.


— ¿aun estas asustado?


— es extraño. No entiendo muy bien lo que significa y como me involucra eso. Ay por dios, mírame, después de no querer relacionarme con ustedes ahora estoy hundido hasta el cuello— parece que ha pasado poco tiempo desde esas veces que Eddie intentaba poner distancia ¿casi un año?— es tu culpa.   


— ¿Qué puedo decir? soy irresistible— esquivo una esponja mojada, riendo— ¿es tan malo? Nunca te lo pregunte.


— no. no es nada malo— me mira fijamente, no rompemos contacto visual cuando me acerco y le abrazo— deja de olisquearme— lo hago con más fuerza, bajando de su cabello al cuello, Eddie se retuerce, riendo. Hasta que su mano me detiene cuando intentó besarlo— aún no estoy seguro de levantarte el castigo— pongo los ojos en blanco. Sé de qué habla, así que no lo intento más.


— bien, lo merezco.


— ¿entonces hablaremos en tu casa esta tarde?— me empuja. Su ceño aun esta algo fruncido y aunque intenta bromear y comportarse normal, no parece que este normal ¿es por encontrarnos con ese otro? ¿Por lo que dije? Eddie sigue siendo un humano, yo… vaya, lo recuerdo solo cuando hay un peligro físico pero todo esto debe ser abrumador para él— ¿Rowan?


— ¿Qué?


— que si llevare a Tarik a tu casa y a qué hora— suspira, negando.


— sí, está bien. Te veo allá, mi turno termina a las cinco hoy.


— cerraremos temprano hoy entonces— un pitido estridente interrumpe el silencio— es hora de la revisión. Llevare a Tarik entonces— me sentiría más cómodo si alguien más fuera con él. Bien, Eddie confía en él y yo intento aprender de mis errores.


— no iré por ese camino de nuevo.


— ¿dijiste algo?— me mira, entrecerrando sus ojos.


— nada. Que me tengo que ir… ¿me llamaras si estas en problemas?


— lo hare—abre la boca pero no añade nada más. Siempre ha estado seguro aquí, sus amigos humanos están aquí, y alguien no tardara en venir, Kalila, Kevin, Liam o Lon… por favor ¿Cuándo Lon se volvió una mejor opción? Me rio, despeino a Eddie y le doy un beso en la mejilla.


— nos vemos, doc— salir de la veterinaria se siente más difícil hoy ¿Qué demonios está pasando? ¿Qué me está pasando? Baruch tenía razón, como siempre, con sus advertencias. Me gustaría hablar con él pero de momento no quiero recibir un sermón del tipo “Te lo dije”. Supongo que no será un mal momento para pedirle ayuda a Murray con sus clases de yoga. El reproductor enciende, con las fuertes notas de una guitarra eléctrica. no había encendido la música hoy, y estoy seguro de que yo no tengo canciones como esa en mi lista.  No me molesta, no me sé la letra pero me hace sentir acompañado mientras me dirijo a la zona donde debo estar hoy.   


Agradezco que mi trabajo sea tranquilo. Los recorridos por los bosques me ayudan a no perder la paciencia. Hay demasiados senderistas últimamente, no les impedimos entrar pero los recorridos que hacemos son más largos. Ah, estoy más inquieto por no pelear que por encontrarme con un desconocido. En serio me gusta que Eddie sea amable pero ¿Por qué tiene que adoptar desconocidos como si fueran cachorritos? ¿Cómo no voy a preocuparme si él no parece tener instinto de supervivencia?  Le hicimos un mal cuando le mostramos que no éramos peligrosos al parecer.    


Cuando regreso al edificio para firmar mi reporte de que no pasó nada, tengo varios mensajes en mi teléfono, ninguno de Eddie. Kalila se está quejando de su auto, Baruch diciéndome que no hay nadie más en la casa. Incluso hay uno de Lon, una fotografía donde están Rita y Murray con él en el bosque.


Firmo el último reporte y dejo mis cosas en mi taquilla. Desde temprano le pedía Baruch que dejara la casa sola. Pensé demasiado si era mejor mantener a alguno allí o no ¿Quién sería sensato? Baruch, desde luego. Pero si yo vuelvo a… si pierdo el control mi manada estará allí para mi así este equivocado. Si llegara a comportarme como antes al menos estaré solo yo.


Eddie no ha llegado cuando yo llego a casa. Se siente muy extraño llegar a la casa vacía, en silencio. Por mucho que me queje, no soportaría estar en una casa así. Ah, ese es el auto de Eddie. Un motor viejo, pesado. Por la ventana veo aparecer el auto y detenerse justo detrás de mí camioneta.


— aquí vamos— murmuro. Eddie sale primero. Su cabello rojo destaca demasiado.


— Bien, si no quieres bajar quédate allí— le escucho decir, y camina hacia la casa. La puerta se abre y esa otra baja. En mi ira, nunca le preste mucha atención. Está claramente nervioso, y parece que quiere aferrarse a Eddie como un niño, o como si Eddie fuera algún héroe.


— nadie va hacerte daño hoy— hablo, sé que me escucha— no hay nadie más aquí— no espero a que se decida a venir, abro la puerta. Eddie no me sonríe cuando me ve, camina hacia mí— llegaron antes de lo que esperaba, recién llego también, y veo que no trajiste comida— sus labios se alzan, es algo.


— ¿estás solo? no hay… siempre hay ruido aquí.


— creo que esto es mejor hacerlo nosotros. No quiero correr riesgos, Lon está cerca con Rita y Murray— voltea al bosque, como si pudiera verlos solo así— ¿vas a entrar?  Eres… invitado. Está en la casa de una manada, debe ser abrumador, dale tiempo— le digo a Eddie, que parece algo desesperado por la poca colaboración de su amigo.


— Bien.  Fabien no para de preguntarme que es lo que hago últimamente— se queja— creo que miento mal.


— creo que sería sencillo si le dices que estás conmigo ¿no nos ponemos un poco estúpidos cuando estamos enamorados?


— Wow, que romántico Rowan. No me culpes por tu estupidez—me rio, abrazándole y restregándome en su mejilla— basta, Hey— en serio lo extrañe demasiado. No creo volver a hacer algo para molestarlo y alejarlo de mí. Los pasos en la entrada me hacen mirar. Los ojos del nuevo amigo de Eddie son muy azules, demasiado azules para ser humano.


— lamento haberte golpeado. No te diré que no quería hacerlo porque si quería, pero lo lamento. No te conozco y llegaste con alguien importante para mí a quien no había visto en un tiempo. No es excusa, solo fueron las circunstancias por las que quise golpearte.  


— ah, entiendo. Aunque no sería una amenaza para Eddie— tengo un deja vu, Lon dijo algo como eso cuando llego aquí, aunque entonces quien lo golpeo fue Eddie— Ni algo más. Ya no en cualquier caso— se encoje de hombros— Mi nombre es Tarik.


— Rowan.


— ¿puedo irme ya?


— No— decimos al mismo tiempo. Eddie gime. Por las dudas le paso el brazo por la espalda.


— seguiste a Eddie hasta aquí ¿Por qué? no es normal venir tras alguien a quien no conoces a una ciudad en la que nunca has vivido.


— Mi manada se fue hace mucho. No tengo manada, ni alguien cercano. Viví en la ciudad, así que nunca me encontré con otro lobo— lógico, las ciudades no son el mejor lugar para nosotros, no para vivir al menos— cuando lo encontré pensé que era un lobo.


— y lo seguiste.


— era mi oportunidad.


— ¿Qué le paso a tu manada?


—… no lo sé— una mentira. No es que importe mucho, creo en todo lo demás y lo que les pasó no es información relevante.


— ¿Por qué nunca buscaste otra manada?— Pregunta Eddie— eres adulto, pudiste salir y buscar.


— pude… pero… no. no es tan fácil— ahora una verdad a medias, salir de una ciudad no es complicado para quien quiere irse. Buscar a una manada tampoco, que te acepten en ella es el problema— Solo quiero…


— quieres quedarte. Ser parte de nosotros— hay un brillo de anhelo en sus ojos— ¿y si digo que no?— Eddie inhala bruscamente, como si quisiera decir algo.


— bueno, no puedo obligarlos a que me acepten. Pero tampoco a que me vaya, podría hacer amigos aquí y ya tengo un trabajo.


— pues es una suerte que no me guste dar órdenes. Quédate, vete, haz lo que quieras pero no te vuelvas demasiado cercano a Eddie— recibo un codazo que me saca el aire— tal vez quieras conocer a los demás… tenemos algunos miembros nuevos, muy nuevos como que antes eran humanos y ahora no. Y tenemos algunos problemas con una manada más grande… porque misteriosamente siguen apareciendo humanos recién convertidos. 


—  eso suena a muchos problemas— Eddie sigue sin decir nada, parece que se ha empeñado en no decir ni una palabra— ¿Cómo puedo ayudar?— ah, como se empeñan en hacerme sentir peor. Que este ofreciendo su ayuda aun cuando yo le golpee…


—ni siquiera sé que hacer yo. Bueno… tengo que disculparme con Leyre también— y dejar las cosas claras de una vez— no sé cómo manejar esto, Lon solo llego aquí y se integró, no pidió unirse a nosotros. Solo mantente cerca.


— lo hare.


— ¿tanto costaba hacer esto desde el comienzo?— Eddie murmura, pero se escucha perfectamente. Me rio—Rowan, Luna llena pronto ¿hay un plan?


— lo mismo de siempre…— le veo hacer una mueca— ¿Qué?


— estamos atendiendo un síntoma, no curando la enfermedad. Si no curamos la enfermedad, los síntomas empeoraran y habrá un serio problema. Sé que dije que te ayudaría con los nuevos, y conseguimos hacerlo, pero ¿Cuánto lo haremos?


— tienes un punto.


— Yo no he estado al corriente de muchas cosas pero ¿no necesitas a un salvaje para poder convertir a un humano? ¿No basta con atraparlo?


— un… ¿Qué?— Eddie me mira.


— la forma de convertirte. Un hombre lobo que ha perdido su humanidad— Eddie repite las palabras sin producir sonidos— por eso es complicado que sobrevivan, y por lo que es extraño que aparezcan, recorrimos los bosques, todos los alrededores.


— Bradley dijo que no lo atacaron aquí ¿podría estar en otra ciudad? ¿En la ciudad más cercana? ¿Buscaron en ellas?— no puedo evitar presionar su ceño fruncido.


— no, no lo hicimos. Bradley recordó ser llevado a otro lado, por una mujer. No reconoció a Leyre pero era humano aun, y no creo… no se…. Leyre es muchas cosas pero no arriesgaría todo de esta forma. Acabo de darme cuenta de eso. Hablare con ella y le diré nuestras sospechas.   


— bien— le acaricio el cabello.


— hay muchos puntos en blanco que resolver. Leyre no aclaro nada, pero tal vez… si no me comporto como un idiota de nuevo podemos conseguir que nos ayude. Ellos podrían revisar las ciudades cercanas.


— todo un reto, definitivamente. Me refiero a lo de comportarte como idiota— Eddie sonríe. Escucho la voz de ellos acercándose, Lon, Rita y Murray. La puerta se abre, y entran. Se quedan en la entrada, mirándonos. La expresión de Lon pasa de ser divertida a una de decepción. Murray levanta una mano.


— gane.


— demonios ¿Rowan, no pudiste ser un poco salvaje hoy también?— les miro unos segundos.


— ¿estuvieron apostando? ¿Y apostaron en mi contra?— Rita y Lon le pasan un par de billetes— es decepcionante. Me sorprende de ti, Rita— aunque no estoy decepcionado. Me gusta ver que se están integrando, que están lejos de volverse salvajes y perder su humanidad— él es Tarik, estará por aquí a partir de hoy. Ellos son Lon, Rita y Murray. Los dos tienen poco siendo lobos.


— ah, hola.


— el amigo de Eddie— Eddie gruñe y suspira— ¿es verdad que no tienes manada? ¿y no eres un solitario?


— p—podría decirse que lo soy. Pero tengo un trabajo… trabaje en un hospital. Con niños.


— ¿Cómo?— Rita frunce el ceño— ¿Cómo soportas el olor? Tantas personas, sangre…— esa conversación parece ser larga. Lo más discreto que puedo, ahora que la atención está en el nuevo, tomo la mano de Eddie y salimos. Él no dice nada, ni una mirada atrás. Si nos notaron, tampoco dicen nada. Estamos llegando al bosque cuando gira la cabeza, en un gesto para aliviar la tensión.


— creí que sería peor.


— te dije que estaría bien, que iba a comportarme.


— la mayoría de los dueños de perros dicen lo mismo de sus perros. No me hace gracia tener que ir al centro de salud por una vacuna antirrábica.


— ¿Qué?


— son cinco dosis. Y duele bastante después de la aplicación.


— no eso. olvídalo— a veces es mejor no seguir los pensamientos veterinarios de Eddie.


— ¿fue difícil? Estar con Tarik, me refiero. No te ves mal— respiro el aire cargado con el olor de los pinos, tierra mojada…


— no lo fue. Parece desesperado, y aunque negare que lo dije, también parece agradable— su risa de pierde entre los árboles— creo que estará bien si se queda. Aun no sé lo que significaría que se quede, cuando otros se enteren de que tenemos a un lobo blanco con nosotros.


— podríamos fundar una reserva, ya sabes, especies en peligro de extinción. Entonces estaría prohibido…— ya está riéndose. No sé qué clase de chiste privado se le acaba de ocurrir, pero escucharle reír es único— lo siento, sonó ridículo— me detengo y le beso. Y por este momento todo está bien.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).