Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lunas de enero por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Me obligo a concentrarme en la cocina. Me pone ansioso tener a Rowan aquí. Anoche no pensé mucho que esto pudiera pasar, ingenuamente creí que se iría apenas se sintiera bien. Claramente estaba más ebrio de lo que creí si llegué a pensar eso. Esto es raro. Se siente como si estuviera ocultándole a mis padres la última cita que traje a casa, y eso que no vivo en casa de mis padres, soy un adulto, y la única que vera esto es Gabriela. Me incomoda que Fabien se entere de esto y no sé muy bien por qué.

—  es en serio que solo tienes canales de animaciones y películas cómicas.

— es lo que me gusta, pero también tengo canales de deportes— Rowan esta como si nada después de estar casi inconsciente ayer, no le creí eso de que el alcohol no le afectaba igual que a otros pero al parecer así es.

— eso huele muy bien.

— ¿no tenías que hacer algo esta mañana?

— mi turno inicia por la tarde, y los demás deben imaginar que ando por aquí— le doy la vuelta al tocino que estoy preparando. Algo de la conversación de ayer me hace notar también que el comportamiento de los demás no es solo porque Rowan sea el líder. Si hay una amenaza sobre todos, y quizá en especial sobre Rowan, los demás deben estar muy preocupados cuando lo pierden de vista. No es que sean fastidiosos, solo quieren protegerse.

— entiendo— hablo más para mí. Es inesperado, o sea, después de aceptar la salida de anoche no esperaba tener esta información.  Y yo que quería decirle que no me involucrara— ¿te gusta el pan tostado? ¿Jugo? ¿Café?

— ¿siempre eres tan amable con todos?— no puedo girarme a verle, pero también me he preguntado lo mismo— Kalila y Beau mencionaron eso.

— Beau era un lobo herido que parecía domesticado, y ella una chica herida, una loba herida. No le di de comer en la noche y con esas heridas se necesita energía para poder curarse, que los animales heridos no piensen mucho en comer por el dolor no significa que no pasen hambre. Además, solo es cortesía— Rowan se ríe.

— ya te lo dije, amable con todos— alcanzo a escuchar que está viendo la película del “El rey león”. Termino de freír huevos y dorar el pan, pongo todo en la mesa y regreso al refrigerador.

— no me respondiste.

— comeré lo que sea que quieras darme— ¿Qué respuesta es esa? me quedo pensando, mirando el refrigerador sin saber que sacar. Termino sacando el jugo de naranja, yo lo tomare y así me evito hacer más cosas. Rowan se acerca a la mesa cuando dejo todo, como si hubiera estado esperando el momento— esto luce delicioso. 

— gracias— desde la mesa puedo ver la televisión. No creo que alcance a terminar de ver la película ahora, pero sin duda la veré esta noche… si no pasa nada raro o alguna emergencia. Preferiría tener una emergencia normal a cualquier otra cosa. Rowan devora la comida, no tengo otra palabra para describirlo. Yo también como rápido porque ya estoy tarde para bajar y desde hace un rato que escucho a Fabien. Cuando recojo todo, me quedo mirando la puerta de las escaleras.

— ¿te arrepientes de no tener una puerta trasera?

— no seas ridículo— sí, me arrepiento de no tener una puerta trasera. Bajo las escaleras, Gabriela y Fabien están en el mostrador. Los dos se quedan callados unos segundos cuando nos ven bajar ¿no pueden ser más disimulados? ¡Son tan obvios! Como si me estuvieran escuchando, reanudan su conversación sobre el reallity show que ven. Rowan les saluda con la mano— espero que sepas llegar desde aquí— me burlo.

— de día es menos difícil perderse— ah, solo vete ya.

— los otros deben estarse preocupando por donde pasaste la noche.

— sin duda. Nos vemos luego— da unos pasos a la calle, y luego se detiene— Eddie… gracias— oh, tuve la sensación de que quiso decir algo más. Cuando me doy la vuelta, Fabien y Gabriela están callados y mirándome.

— ¿Qué?

— nada— ella vuelve la vista a su escritorio— llamaron para agendar un par de revisiones, y también tienes una llamada del zoológico.

— gracias.

— ¿Cómo fue anoche?— pregunta de pronto.

— Bien.

— ah. Aquí está el numero para que llames, parecía urgente— me extiende un papelito color rosa al mismo tiempo que Fabien intenta disimular una risa tosiendo. En serio son un par de chismosos. Tomo el papel de Gabriela y camino a mi consultorio.

— Gracias a Fabien fuimos a un bar anoche, se le paso la mano con los tragos y deje que se quedara aquí— no se ni para que explico eso porque los dos saben lo que paso ayer, solo hace que Fabien tosa más y Gabriela apriete los labios— ustedes no tienen remedio— digo, entrando al consultorio y cerrando la puerta. Todavía ni me siento cuando escucho sus carcajadas. Esos dos me hacen sentir como si hiciera algo malo. No hice nada malo. No hice nada malo. Arg, por eso odio guardar secretos. Si, sé que soy discreto pero ser discreto con esto esta simplemente a otro nivel.  

Después de unas llamadas termino recogiendo mis cosas y vuelvo a salir.

— ¿todo está bien?

— tengo que ir al zoológico. Tienen problemas con algunas aves, y creo que una de las osas que tienen esta por parir y quiero verlo— pocas veces se tiene una oportunidad así— tal vez me quede allá todo el día ¿puedes cubrirme?

— claro, puedo hacerlo ¿quieres que te lleve?

— no, voy por mi cuenta. Nos vemos— salgo corriendo, pero solo doy la vuelta para abrir el pequeño garaje que tengo y sacar mi motocicleta. Tengo un auto, un modelo un poco viejo, regalo de mis padres cuando me gradué. Me encanta ese auto aunque es más rápido moverme en la motocicleta.  

El zoológico esta al otro extremo, en un área lo bastante alejada del ruido del centro de la ciudad y muy cerca de otra área de bosques. Si sigo la carretera saldré de la ciudad. No es un zoológico muy grande, he visitado otros que son enormes, pero este lugar es más para mí como un refugio de animales. No hay tantas visitas, porque no hay muchos animales debido al clima más frio que cálido. Ya me están esperando cuando llego, a pesar de que no necesito que me guíen porque conozco el lugar bien, incluido el camino al aviario.  Estoy muy familiarizado con los animales que tienen aquí y puedo notar que tienen también nuevas adquisiciones. Me tardo un buen rato viendo a las aves, revisando una por una y escuchando el problema que ha tenido. Pasa del medio día cuando por fin encontramos el problema o al menos lo que podría ser el problema. Los encargados son amigos míos, y saben que no solo vine por las aves. Después de darles una revisión a algunos reptiles, al fin nos encaminamos al área de los osos.  No he comido nada desde el desayuno, podría pasarme antes por la cafetería del zoológico y pedir algo para no quedarme sin comer hasta que vuelva. Un aullido me detiene. A mi derecha, en una especie de foso puedo ver algunos lobos correteado. Desde aquí veo que son cachorros pero me quedo mirando, descubriendo algunos más rondando por allí entre los árboles. Siempre los han tenido pero pocas veces me acerque a ellos, no estoy seguro si nunca presentaron problemas o alguien más se encargaba.

— Eddie ¿vienes?

— ¿Qué?

— que vamos tarde, anda— miro un momento más, veo a aullar a uno de los cachorros y la respuesta corta de un adulto.

— ¿aún se queda alguien por las noches vigilando?

— el guardia. Hay pocos fondos para mantener a alguien todo el tiempo, si pasa algo el guardia nos informa— no es lo ideal pero entiendo el problema. Un guardia no puede saber que tan seria es la condición de un animal enfermo— no te preocupes, está muy capacitado para hacerlo y además ha pasado tanto tiempo aquí que conoce bien a los animales.

— me alegra oír eso… de casualidad ¿no sabes si los lobos se han puesto inquietos últimamente?— oh, vamos Eddie ¿Qué paso con lo de no involucrarte? Mi amigo se detiene para abrir una puerta, la puerta de los “establos”: áreas cerradas especiales para animales enfermos o que no pueden estar con los demás por algún motivo, como un parto.

— ¿sabes algo sobre eso? el guardia ha dicho que algunas noches los lobos no dejan de aullar y ladrar, pensaba que había algún problema pero después de algunas veces lo dejo, solo nos informó.

— ya veo— quizá tenga relación con los dichosos ataques que Rowan ha dicho que sufren, de cualquier modo no sé de qué serviría saber eso. Llegamos hasta el espacio donde podemos ver al enorme oso. No me acerco mucho, solo me quedo donde puedo ver bien sin incomodar a nadie.

 

Hace muchas horas que cerraron el zoológico cuando termina. Es increíble que una cosa tan pequeña pueda convertirse en un enorme oso. Estoy un poco cansado, y en vista de que no recibí mensajes de Fabien creo que no quedo ningún animal internado hoy. Días como estos me alegran mucho aunque no sean tan buenos para mi economía.  No conduzco rápido, no traje chaqueta y está haciendo frio, hoy si estoy convencido de que lloverá durante la noche y siempre es mejor andar con precaución en la motocicleta.

¿Dejaron la luz encendida? Las veces que he dejado que Gabriela o Fabien cierren han dejado la luz apagada ¿o aún están esperando? no creo que sea Gabriela, pero Fabien tal vez si este aun esperando y por eso no me dejo ningún mensaje ¿y si hay una emergencia y por eso no pudo irse? Dejo la motocicleta en la entrada, pero está cerrado y apenas puedo ver el interior. Nadie sale cuando bajo y busco las llaves en mi mochila. Apenas pude comer algo, y espero que solo Fabien esté esperándome para preguntarme que paso, porque pienso pedirme un combo de comida china para mí solo.

— ¡Eddie!— dejo caer las llaves y me golpeo con la puerta cuando me gritan desde dentro. Beau está aquí, y Rowan. Beau tiene una expresión de miedo— ¿Dónde estabas? estábamos buscándote por todos lados.

— yo…

— Beau, basta. Diles a los otros que lo encontramos— ¿Qué? ¿Ahora que está pasando? una sensación helada que no tiene que ver con el clima me enchina la piel.

— ¿Qué…?

—está bien.

— ¿Qué paso? ¿Todo está bien? ¿Por qué estaban buscándome?— quiero preguntar si encontraron otro hombre lobo, si ataco a alguien más o si lo encontraron merodeando por aquí pero no me sale ni una sola palabra.

— Eddie, no, no tengas miedo— es muy fácil decirlo— Tenemos controlada la situación, nos encontramos con otro recién converso, aunque no es luna llena— y eso no parece gustarle. Yo no puedo entenderlo ahora mismo, solo sé que apareció otro hombre lobo— más bien Baruch lo encontró y se llevó la peor parte, no esperábamos eso ahora, así que... ¿podrías encargarte de Baruch?— un movimiento junto a los sillones de la sala de espera me hace mirar al lobo que no había notado antes— Eddie,  solo es Baruch, no va a dañarte.

— sí, yo…— no me di cuenta que me alejé, buscando la salida. Pero ese lobo es el hombre rubio que he visto aquí, que me ha hablado de vez en cuando nos encontramos. Inhalo y camino hacia él. Aún tengo tanto miedo, pero veo sangre. Su pelaje es más gris que blanco, así que la sangre no se ve muy bien. Rebusco en la mochila hasta encontrar una linterna— necesito ver de dónde viene la sangre, aunque parece que no es algo grave porque ya no está sangrando mucho, no veo goteo o derrame. Me preocupa que este en la cabeza ¿tiene más heridas?

— creemos que no.

— voy a acércame y tocar, lo siento si duele, intentare solo tocar superficialmente para examinar la profundidad pero te aseguro que no es profundo y debe estar sanando ya a juzgar por la coagulación de la sangre.

— temo que afecte sus ojos. Si pierde un ojo o…

— no, las heridas no son en los ojos— El lobo se queda muy quieto mientras observo las heridas. No son serias— solo son muy cerca, tal vez alcanzo a rozar pero ya se ha sanado, es difícil saberlo ahora. Pero puede convertirse en humano si quiere.

— ¿ahora ya hasta das tú visto bueno para eso?

— Oh, solo cállate— Me levanto— entonces ¿hay algo más? ¿Algo grave, peligroso? ¿Tengo que encerrarme?— no estoy de broma, en serio pienso encerrarme si me lo dice.

— no… bien, lo mejor será que te quedes aquí y que alguien de algunas vueltas de vez en cuando. Baruch se encontró con otro hombre lobo recién convertido, no es normal que aparezcan antes de la luna llena, pero tampoco es imposible. Digamos que tenemos alerta amarilla— escucho el sonido de los huesos romperse y automáticamente me giro para no ver— no es más que una precaución, nunca hemos tenido problemas después de encontrar a alguno.

— entiendo.

— te has puesto pálido.

— solo es la luz— la verdad si me siento algo mareado.

— los demás regresan a la casa— Rowan hace una mueca— ¿vamos a volver también?

— deberíamos— la voz viene detrás de mí— Estoy seguro de que Eddie tiene otras cosas que hacer y ya ha hecho suficiente por nosotros para aprovecharnos más de su amabilidad. Ya intentaba decirle que no tenía nada serio pero…— le escucho suspirar. Pasa por mi lado, ya vestido. No me di cuenta que traían su ropa también,  lo cual es mejor que verle andando desnudo por aquí.

— quería pedir algo para comer pero pensándolo bien, solo quiero dormir. Estuve trabajando en el zoológico atendiendo aves y reptiles, apenas he comido porque quería ver el parto de una osa, así que me quede hasta que nació. Una cosita pequeña y sin pelo, nunca había visto nacer un oso.

— ¿en serio escuche eso? ¿Se supone que en una conversación normal escuchas sobre el parto de un oso? 

— Rowan…— el tono de advertencia es de Baruch.

— Ahora solo quiero dormir, así que agradecía mucho…— el timbre interrumpe mis palabras. Estoy muy cansado y lo noto porque me toma escuchar el tercer timbre para entender que alguien tiene una emergencia y está llamando— Oh…— me giro y camino para abrir la puerta. Escucho que Rowan sigue murmurando sobre los partos de los osos y las conversaciones normales, como si hablar de hombres lobos fuera normal.

Afuera veo a una chica, en pijama. Hay un auto estacionado un poco más delante de donde deje mi motocicleta.

— lo siento, estábamos en casa pero no sé qué hacer. Comenzó a tener a sus cachorros, y…— entiendo a medias el problema porque ya me estoy concentrando en el cartón que trae un hombre tras la chica. Es un cartón algo grande,  y dentro un perro de tamaño mediano. O mejor dicho, una hembra en parto. Le hago una seña al hombre para que entre, tal vez el padre de la chica, y hablo mientras los guio al otro cuarto, donde están las mejores cosas para esto.

— ¿ha estado quejándose? ¿Sangrando mucho? ¿Tuvieron alguna revisión antes?

—  Se queja, parece que le duele y no deja que le toquen mucho. No sabía que tenía que venir antes— hay una nota desesperada en su voz. Es común que los dueños de mascotas no sepan muy bien que hacer en algunas situaciones, en especial un parto.

— veamos cual es el problema…

— ¿puedo quedarme a ayudar?

— Es tarde y mañana tienes clases— me había olvidado de ellos. Beau parece dispuesto a quedarse y me vendría bien algo de ayuda, pero Rowan tiene razón— Baruch, llévalo a casa, y yo me quedare a ayudar a Eddie.

— pero tú no sabes que hacer— en la caja hay dos cachorros más, solo dos, no es una buena señal. Con la ayuda del padre de la chica, asumiendo que lo sea, pongo al perro en la mesa. La chica le habla y la intenta calmar mientras busco

— si tú puedes hacerlo no creo que sea tan complicado.

— por favor, cállense— no grito, ni los miro. No necesito eso ahora— Beau, ve a casa, ya es tarde y mañana puedes venir. Rowan…— ah, no voy a poder hacer esto solo— te voy a necesitar— punto a su favor: no sonrió— tiene problemas para expulsar a los cachorros que faltan, quizá tres. Necesito sacarlos pronto, pueden esperar en los sillones, intentare hacerlo rápido— Es Beau quien suspira y termina llevándolos fuera y cerrando la puerta.

— vendré mañana.       

— ¿Qué hay que hacer?

— lavarse las manos, desinfectar. Y tal vez ponerte una de esas si no quieres manchar la ropa— hacemos todo en silencio y rápido— tengo que encargarme de ella ya, encárgate de los cachorros.

— ¿Qué hago con ellos?

— primero revisa si están vivos, no deben perder calor así que puedes ponerlos en la incubadora cuando lo compruebes.

— respiran y se escuchan bien.

— buenas noticias— le doy las indicaciones para que pueda dejarles en la incubadora, y luego para que me ayude. Si le parece desagradable o tiene algo que decir, no lo hace. Sigue mis instrucciones perfectamente y solo habla para preguntarme que hacer a continuación. Yo tampoco hablo mucho, me siento cansado y solo quiero terminar. No puedo apresurarme mucho o cometeré un error— este también vive… límpiale un poco y llévale con los otros— repetimos el proceso dos veces y luego me aseguro de que todo esté bien con el animal— solo queda cerrar. Dile a la chica que todo salió bien, y en unos momentos pueden venir.

Explicarle a la chica que los cachorros y la madre se quedaran aquí al menos mañana no me toma mucho tiempo, se entretienen un poco viendo a los nuevos integrantes de su familia y finalmente se van.

— esto es de las cosas más raras que he visto.

— ¿hablas en serio?— con un trapeador y paños me pongo a limpiar el desastre. No es mucho, y la mesa puede limpiarse fácilmente— ¿tu, hablando de cosas raras?

— no todos los días tengo que ayudar en la cesárea de un perro. Tú tienes una vida más interesante de lo que parece, aves exóticas, reptiles, ayudas a un perro a tener sus cachorros y ves partos de osos…— ahora si escucho su burla, me hace sonreír— enfrentarte a un hombre lobo no debe ser nada comparado a ayudar a un oso a parir.

— primero, no ayude a un oso a parir— parece que eso fue lo único que ha entendido— y segundo… ya no sé qué era— nos reímos a carcajadas por eso. Arrojo todo a una cubeta con agua y cloro, y apago las luces. Espero que Rowan se vaya, que lo tome como una indirecta y lo ignoro incluso más para que se vaya— ¿no tienes algo más que hacer?

— no realmente.

— tu trabajo…

— hoy tuve turno en la mañana— resoplo. Solo quiero irme a la cama. Subo las escaleras y si me voy directo a la cama. Me saco los zapatos y antes de tirarme entre las cobijas, estiro mis brazos. Los huesos de mi espalda crujen, pero se siente tan bien que giro el cuello, haciendo que los músculos se destensen— eso no puede ser sano para tus huesos— me dejo caer en la cama, suspirando.

— eres el menos indicado para decirme eso— luego, intento imitar el sonido que hacen al convertirse— eso no es sano para los huesos— una risita. Tan cómodo aquí… tengo que levantarme en un rato para dar de comer a los cachorros, y ver que la madre no tenga sangrados y siga bien. La alarma, tengo que ponerla para poder despertar.

Apenas abro los ojos sé que es tarde. Que me quedé dormido. Me levanto y corro hacia las escaleras, abajo. Dios, que terrible, deje que… yo….

— Buenos días, Eddie.

— tu…— jadeo, intentando respirar. Rowan está sosteniendo a uno de los cachorros y alimentándole con un biberón— ¿Cómo…?

— anoche te veías cansado. Seguí mi instinto y me quedé. Tuve que investigar en internet que hacer, han comido cada dos horas y media porque en los foros que leí no se ponían de acuerdo si eran dos o tres horas, y esa perra de allí está bien, comió un poco apenas amaneció— la imagen de Rowan sosteniendo un cachorrito y un biberón es un poco cómica, pero no me dan ganas de reír.

— seguiste… Gracias— aún me siento avergonzado por quedarme dormido.

— te deje una nota y el desayuno en la mesa.

— no lo vi, bajé corriendo— Rowan se ríe.

— lo escuche. Tome esas cosas de por aquí— yo hubiera hecho lo mismo. Deja al perrito de nuevo en la incubadora. Yo me acerco para tomar otro y acercarlo a donde está la perra. Necesita acostumbrarse a ellos— vamos a desayunar, tengo que irme en un rato— Me dice cuando termino con todos. No sé qué decir, así que dejo que me empuje hacia las escaleras y le sigo.  Es muy extraño estar en la mesa con alguien más.

— ¿Por qué no me despertaste?

— me sentía un poco culpable por tenerte despierto hasta tarde con nuestros asuntos. Además, es increíble ver como trabajas y quería ver un poco como era.

— gracias, si no hubieras estado aquí…— sacudo la cabeza.

— ¿crees que tendrás espacio esta noche?

— ¿espacio?

— tiempo.

— no estoy seguro. Tal vez ellos puedan irse en la tarde, y dependerá si no llega otra emergencia.

— con eso me basta ¿quieres venir esta noche?—le miro, intensado que vea la pregunta en mi mirada porque estoy masticando— al bosque, a conocer formalmente a los demás.

— ¿Qué?— Rowan me sonríe, una sonrisa peligrosa, un reto en ella. Sabe que escuche bien su propuesta. 

— Nadie va a morderte, Eddie. No le temas al lobo feroz.

— no lo sé. Creo que no es una buena idea.

— Eddie, solo sigue tu instinto ¿quieres venir conmigo? 

— si no hay nada que atender esta noche…— dejo la frase al aire. Eso le basta a él.

— vendré esta noche por ti— terminamos de desayunar. Aún es temprano, pero Rowan no se queda más ni dice algo más. No es necesario. Sigue tu instinto, dijo. No podía decirlo mejor, porque aunque he intentado alejarme, intenté no enterarme de gran cosa, al final no pude hacerlo.  Instinto o no, siempre hay algo que me hace involucrarme más y más. Ni aunque una parte de mi quiere huir y salir corriendo,  otra quiere quedarse y ver cómo va a terminar todo. Estar observando tan cerca, y tan peligroso.  Y no hay dudas de que parte ganara la batalla. Solo sigo mi instinto.

Ve.

 

Notas finales:

Proximo capitulo:13 de noviembre


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).