La reunión de Sam se prolongó más de lo que tenía previsto por lo que le envió un SMS a Bucky para que regresará solo a casa. No tenía sentido que se quedase en S.H.I.L.D. solo esperándolo. Sus reuniones terminaron cerca de las siete de la noche. Y una hora más tardes entraba a su departamento siendo recibido por dos gatos muy mimosos
- Hola mis niños – dijo acariciándolos – cuidaron de mamá
- ¿Sam, eres tú? – pregunto Bucky desde la cocina
- El mismo que te ama con locura – dijo entrado en la cocina y abrazándolo por detrás – huele delicioso – dijo ganando una probada de lo que sería la cena – y sabe mejor
- Por supuesto – dijo Bucky – cocine yo
- Te amo – dijo robándole un beso
- Ya está – dijo el sargento girando en sus brazos – ve lavarte las manos para que cenemos – y lo beso dulcemente
- Buck, quiero disculparme – dijo acariciándole la mejilla
- ¿Qué hiciste? – dijo este entrecerrando los ojos
- He estado distante y sé que te he preocupado – y apoyo la frente en la de su pareja – lo siento
- Sabes que cuentas conmigo para todo ¿cierto? – dijo Bucky cerrando los ojos al sentir unas manos acariciando su espalda
- Lo sé – dijo Sam – sé que tengo que… – pero un beso lo silencio
- No Sam – interrumpió Bucky – no tienes que… ni siquiera debes necesitarlo, debes querer hacerlo. Y si no quieres está bien. No te dejare de amar por eso.
- Estas siendo muy comprensivo – dijo Sam
- Estoy devolviéndote un poco de todo lo que me has dado todo este tiempo – dijo el sargento cuando sonó su celular
- ¿Una llamada grupal? – pregunto Sam viendo la pantalla
- ¿Cómo que ese par se hicieron muy buenas amigas no? – dijo Bucky apretando el botón
- Hola chicas – dijo Sam
- Estoy llamando para que coordinemos a qué hora el Talon Flight pasara por ustedes mañana
- ¿Mañana? – dijeron Sam y Bucky al unísono
- Si mañana – dijo Shuri
- No tenemos con quien dejar a Fígaro y Alphine – dijo Sam
- Nuestra principal deidad es una pantera – dijo Shuri – ¡amamos a los gatos!
- Como te dije Shuri – respondió Sarah – nosotros podemos estar listos a las ocho de la mañana
- Perfecto – dijo Shuri – el Talon Flight estará ahí a las nueve de la mañana, luego recogerá a James y Sam a las nueve y cuarenta… entonces deberían estar llegando cerca de…
- Ya te mande todo lo que me pediste a tu correo – dijo Sarah
- Gracias – dijo la joven reina
- ¿Ya decidieron todo el itinerario? – pregunto Sam sorprendido
- Son Sarah y Shuri – dijo Bucky – mejor cállate o nos aniquilan
- James ¿estas durmiendo bien? – dijo la reina madre acercándose a la pantalla
- Eh… si madre – dijo este sonrojado
- No me digas que volvieron las pesadillas – dijo la mujer
- No, todo bien – dijo Bucky y Ramonda levanto una ceja – te lo juro
- Bueno, mañana lo veremos – dijo Shuri – me olvidaba Sam, si aparece alguna misión tendrás una nave a tu disposición
- Gracias – dijo este
- Hasta mañana – dijo Ramonda – descansen, se ven agotados
- Nos vemos – dijo Sarah y la comunicación se corto
- Esto va ser… – dijo Sam y Bucky exhalo
Después de la cena pasaron el resto varias horas preparando los bolsos de viajes y las jaulas de sus mascotas. Sam recordó que debía cargar su celular y fue directo al mueble donde solían guardar los cargadores. Iba a abrir el cajón cuando vio los portarretratos que dominaban el lugar. ¿Cómo…?
- Me estas escuchando Alphina – dijo Bucky entrando en la sala con su gata en brazos – no quiero nietos internacionales. Señorita no me vuelque la cara. Sam haz malcriado demasiado a la niña de la casa y ahora me ignora. Y no se te ocurra decir que es porque se parece a mí – pero nadie le contesto – Sam, ¿Sammiu, me estas escuchando? ¡Ya se a quien se parece Alphina!
- ¿Qué hace esa foto ahí? – pregunto Sam seriamente
- Dijiste que no te molestaba si ponía el retrato de T’Challa – dijo Bucky
- Y no me molesta – dijo Sam –, fue alguien importante en tu vida. Es parte del proceso por el que debes cruzar para sanarte completamente
- Entonces…
- Sabes perfectamente a que me refiero Bucky – dijo Sam – ¿Por qué tomaste la foto de Riley de mis cosas?
- Porque si la foto de T debe estar en ese lugar para que yo cure mis heridas – dijo Bucky – la de Riley también debe estar ahí para curar las tuyas
- Yo no tengo ninguna… – dijo Sam intentado tomar la fotografía
- Claro que la tienes – dijo Bucky – y se llama Riley. Sam mírame – pero el moreno intento salir del lugar por lo que Bucky lo detuvo – Sam. Yo no tengo celos. Solo quiero que estés bien
- Estoy bien – dijo Sam alzando la voz
- No me parece cuando tienes tantas pesadillas sobre ello – dijo Bucky también alzando la voz – Sam… te amo y quiero que estés bien. Y no lo harás mientras Riley sea un tema pendiente
- ¡No quiero esa foto allí! – grito Sam
- Si esa foto se va, yo también – dijo Bucky de manera tajante
- ¿Me estas chantajeando?
- Te estoy salvando – dijo el sargento. Se miraron fijamente y después de unos segundos Sam se giró para salir del lugar
Bucky cerró los ojos y respiro hondo conteniendo sus lágrimas sentándose en el sofá, mientras los gatos se arriman a él. Giró la cabeza y miro hacia el lugar donde estaban los retratos.
Esa noche se acostaron espalda contra espalda, no hubo besos ni abrazos pero si sueños en una pradera desolada. El llanto desgarrador de un bebe y el grito de dolor de un hombre.
- Bucky. Bucky ¿estás bien? – pregunto sentado en la cama
- Si – susurro con la respiración agitada y la voz quebrada por el llanto – solo… voy al baño – y sin mirar al moreno se levantó.
Sam miro en silencio como la puerta del baño se cerraba dejando aislado al sargento. Miró hacia la mesita de noche, el reloj marcaba diez minutos para la seis. Aun no habían terminado de hacer sus bolsos de viajes y solo les quedaban cuatro horas para que la nave real de Wakanda pasara por ellos.
Escuchó la ducha y supo que Bucky no volvería a la cama. Respiro hondo y se pasó las manos por la cara. Sarah se escuchaba animada con el viaje y los niños ni que se diga. Era obvio que las reinas morían por ver a Bucky y a este le haría bien visitar la tumba de su familia. Por hoy solo le quedaba hacer de cuentas que todo estaba bien, aunque inmediatamente recordó que la fotografía de Riley lo esperaba en la sala
Desayunaron en silencio, y él con la espalda hacia donde estaba el retrato sonriente de su ex novio. Tal como lo dijo Shuri, cuando el reloj marcaba exactamente las nueve y cuarenta el timbre sonó.
Dos Doras Milajes les ayudaron a llevar los bolsos al Talon Flight mientras ellos metían a Fígaro y a Alphine a sus transportadores. Sam dijo un suave “¿Estas listos?” y Bucky solo asintió. Tomó la jaula de Fígaro y salió del departamento. Sam no pudo evitar mirar hacia donde estaban los retratos de T’Challa y Riley y respirar hondo.
- Sam – dijo Bucky desde el pasillo
- Voy – dijo y tomó el transportador – vamos mi niña. Te vas a divertir mucho en Wakanda – y sin más salió
La nave aterrizó pasadas las once de la mañana con dos niños muy hiperactivo, una Sarah bastante curiosa. Dos gatos recelosos. Y un Sam Wilson y un Bucky Barnes bastante distantes. Tanto Shuri como Ramonda olvidaron el protocolo y prácticamente corrieron a abrazar a Bucky, quien apenas tuvo tiempo para hacer una reverencia frente a ellas. Aunque el saludo con los Wilson si fue más formal, pero no menos caluroso, sobretodo de parte de Shuri
Instalaron a Sam y Bucky en la misma habitación de su visita anterior, a Sarah en la de enfrente y a los niños a continuación. Sam saco a Fígaro y a Alphine de sus jaulas y los dejo libres, mientras Bucky desempacaba. Terminaba de guardar los zapatos cuando su mirada se fijó en el paisaje de la ventana y sonrió. Caminó hacia ella y aspiro profundo
- También te extrañe – susurro triste
- ¿Estás bien? – pregunto Sam
- Si – dijo Bucky sin mirarlo
- No lo pareces – dijo Sam
- Estoy tan bien como puede estar cualquier hombre – dijo Bucky girándose lentamente para encararlo – que no sabe cómo ayudar a quien ama
- ¿Otra vez con lo mismo? – dijo Sam algo incomodo
- ¿Por qué ayudas a todos y no permites que nadie te ayude a ti? – lo encaro Bucky
- ¡Porque estoy bien! – dijo Sam
- Despertar a mitad de la noche desesperado llamando a… un amigo muerto, no es estar bien – dijo Bucky
- ¿y despertar llorando y llamando a tu familia muerta es estar bien? – atacó Sam
- La diferencia entre tú y yo – siseo Bucky conteniendo el llanto – es que yo lo reconozco. No soy un cobarde – Sam se iba lanzar contra el sargento cuando alguien llamo a la puerta
- Alteza – dijo suavemente una mujer – la reina y la señora Sarah los esperan en el jardín privado
- Lo llaman… alteza – siseo Sam antes de salir sobresaltando a la empleada
- Gracias Aneka – dijo Bucky respirando hondo. La chica asintió una sola vez y monto guardia al lado de la puerta
- ¿Enserio tenemos guardia, aquí? – dijo Sam
- Aneka, ¿Podrías encargarte personalmente de mis sobrinos por favor? Muchas gracias – dijo Bucky, la mujer hizo el saludo tradicional de Wakanda, inclino la cabeza y se fue – no tenías que ser descortés – reprocho Bucky
- Lo siento – dijo Sam pasándose las manos por el rostro
- Voy al jardín – dijo Bucky y salió seguido de sus gatos
Sam quería gritar de rabia e impotencia. Sabía que Bucky tenía razón pero no podía hablarlo en voz alta. Y no es que no quisiera. Simplemente sentía que todos dependían de él, así que no se podía dar el privilegio de llorar a Riley como Bucky se lo pedía, y verlo a diario en la sala solo iba lograr que muriese en vida
Sam fue guiado por una de las Doras Milajes hasta un jardín pequeño en el centro del palacio, donde Shuri le mostraba algunos de sus inventos a Sarah y a los niños y no muy lejos Bucky conversaba con la reina sentados alrededor de una mesa cubiertos por una sombrilla mientras bebían algo
- Pero tienes que superarlo, James – dijo la reina madre – ¿o no estás seguro de lo que sientes por Sam?
- Lo amo – dijo este sin pensarlo – lo amo como jamás creí volver a amar a alguien después de mi señor.
- ¿entonces? – dijo Ramonda y el tomo la mano – dime… ¿no te gustaría volverte a embarazar? Tener una familia con Sam. Eres un milagro de la ciencia sin importar como paso. El único hombre que se puede embarazar
- Yo… le mentí, madre… – dijo Bucky con la voz quebrada y bajando el rostro
- ¡Si! – dijo una voz detrás de ellos sobresaltándolo – ¡mentiste!
- ¡Sam! – dijo Bucky poniéndose de pie
- Dijiste que fue un ritual que solo funcionaba con T’Challa – acuso el moro
- Yo…
- Si no soy digno de ser el elegido para que “su alteza” considere tener un hijo conmigo me lo hubieses dicho
- Sam escúchame – suplico Bucky – estas equivocado
- ¿equivocado en que maldita sea? – grito – ¡me mentiste Bucky! ¡Dijiste que no podíamos tener hijos!
- Se nota que nunca viste tu cara de desprecio en Riga cuando escuchaste mi conversación con Ayo – dijo Bucky con una sonrisa cínica
- Chicos – dijo Sarah acercándose – ¿Qué pasa?
- ¿Por qué gritan? – pregunto Shuri
- ¡Me disculpe! – dijo Sam
- si quieres te presto un espejo. Es exactamente la misma que tienes en este momento – continuo Bucky – ¡quería que me vieras a mí no al fenómeno que Hydra creo! – grito
- ¡Mentiste! – siseo Sam – ¡confié en ti y mentiste de forma descarada!
- ¿Enserio Sam? – dijo Bucky sonriendo – ¿el hombre que me ha ocultado como murió a mí su ex pareja me va acusar a mí de mentiroso?
- No sabes nada de Riley – gruñó Sam
- ¿Acaso me lo has contado? – acuso Bucky con un grito y un empujón – ¿he sido digno de la confianza del “Gran Capitán América” para que sea capaz de contarme que vio morir al hombre que amaba y no pudo hacer nada?
- Chicos, calmémonos – dijo Shuri
- ¿Quién te dijo eso? – pregunto Sam sorprendido
- No es el tema a discutir ahora – dijo Bucky – ¡sino que soy un maldito fenómeno para ti! Intente ayudarte poniendo esa fotografía en la sala ¿Y tú que hiciste? ¡Me dejaste fuera de tu vida! – sollozo – si esto no es serio para ti me lo hubieses dicho. Permiso
- Bucky – dijo Sarah – cálmate
- ¡Hijo! – dijo Ramonda cubriéndose la boca
- ¿Quién te dijo…? – dijo Sam intentando detenerlo pero Bucky lo derribo de un golpe
- ¡Muérete Samuel! – dijo mirándolo fijamente – me equivoque contigo – y sin más se alejo
- James, espera – dijo Shuri
- Necesito estar solo – dijo este sin detenerse
- ¿soy una bestia, cierto? – dijo Sam sin moverse del lugar donde había caído y cerró los ojos cuando tres pares de ojos se clavaron en él