El Consejo de Repatriación Global era una entidad creada después del regreso de la mitad de la población mundial que desapareció tras el chasquido de Thanos. Esta entidad se encargaba de que las personas recuperasen sus casas, empleos, sus vidas bajo la consigna Reiniciar. Restaurar. Reconstruir. Sin embargo los Flag-Smashers era un grupo extremista que argumentaba que las cosas estaban bien durante el blip y los que habían regresado, debían adaptarse a esta nueva realidad
Karli Morgenthau, una joven de unos veinte años de edad era la líder de este grupo, que se dedicaba a robar medicina y alimentos para aquellos que no estaban de acuerdo con el hecho de que se restablezcan las cosas a como estaban antes de blip. Walker era quien era quien estaba encabezando la búsqueda de la criminal en Múnich, Alemania
Casi al mismo tiempo, en Berlín, Sam y Bucky visitaban la prisión donde Zemo estaba recluido. Sin embargo a la hora de entrar hablar con él, Bucky convenció a su compañero de que debía ver al hombre solo, ya que era de sobra conocida la aversión del hombre por el equipo de los Vengadores, al responsabilizarlos de la muerte de su familia
Para llegar a la celda de cristal donde Zemo estaba, el ex soldado fue conducido por varios pasillos y atravesó incontables puertas de máxima seguridad acompañado de un oficial
- YA dolgo. Rasti. Semnadtsat – dijo Zemo poniéndose de pie lentamente mientras miraba fijamente a su visita
- Eso ya no funciona – dijo Bucky inalterable
- Lo sé – contesto el recluso – solo quería ver como el viejo tú reaccionaba a las viejas palabras. Todavía queda algo ahí. Al menos recuperaste algo…
- Perdí mucho mas
- Si de algo sirve, lo lamento – dijo Zemo –. No fue nada personal. Tú solo fuiste un medio para un fin necesario
- Alguien recreo el suero del súper soldado – dijo Bucky cambiando de tema – y quiero averiguar quien
- Así que supones que Hydra de algún modo tiene que ver – dijo Zemo acercándose al vidrio – es tu día de suerte
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Eran altas horas de la noche cuando Sam y Bucky entraron en garaje oscuro ayudados de una linterna
- Tenemos ocho súper soldados sueltos – dijo el de Brooklyn
- Oye Zemo va jugar con nuestras mentes – dijo Sam – y más con la tuya. No te ofendas
- Los súper soldados van en contra de sus principios – dijo Bucky activando las luces – está loco pero sigue un código. Y sí, me ofendiste
- Bucky… hizo volar la ONU – dijo Sam –, asesino al rey T-Chaka y te culpo
- Eso… - dijo Bucky cerrando los ojos unos segundos y Sam hubiera jurado que contenía sus lagrimas
- ¿Ya lo olvidaste? – pregunto Sam - ¿Crees que los wakandianos ya lo olvidaron? Es pregunta retórica – dijo Sam – no lo hicieron
- Hay cosas que no sabes – dijo Bucky
- Entiendo porque te importa tanto pero…
- No – interrumpió su compañero – no lo entiendes. Sam no sabemos cómo consiguen el suero. No sabemos nada. Mira, hablemos de un caso hipotético ¿sí? solo es hipotético
- ¿Qué hiciste? – pregunto Sam girándose para mirarlo fijamente
- Yo… he… no… nada… - dijo Bucky presa de los nervios – no hice nada
- No te creo – dijo Sam – ¿en dónde estamos Buck?
- Buenas noches – dijo una voz detrás de ello
- Wow – grito Sam molesto mirando a Zemo - ¿Qué hiciste?
- Lo necesitamos, Sam – dijo Barnes tratando de detenerlo
- Tú volverás a prisión – dijo este señalando al recién llegado
- Si me permiten… - dijo Zemo con voz tímida
- ¡No! – fue la respuesta unánime de ambos vengadores
- Cuando Steve se negó a firmar los acuerdos de Segovia – dijo Bucky – lo apoyaste, Sam. Rompiste la ley y arriesgaste el cuello por mí. Te pido que otra vez lo hagas
- Fue diferente – dijo Sam
- Por favor, Sam – suplico Bucky y algo dentro de Sam Wilson se hizo añicos cuando sus miradas se cruzaron
- En serio creo que soy invaluable – dijo Zemo
- Que no hables – dijo Sam intentando mirar hacia otro lado que no sea esos dos pozos negro que le suplicaban en silencio – ok, si hacemos esto tú no puedes mover un pie sin nuestro permiso – sentencio Falcón
- Gracias Sam – dijo Bucky abrazándolo por impulso – perdón – se alejó nervioso
- Okey Zemo – dijo Sam también con los nervios a flor de piel - ¿Dónde iniciamos?
Zemo los llevo a un garaje en el subsuelo de un edificio. En él había docenas de automóviles de colección que le pertenecían a la familia de Zemo por generaciones. Tomó lo que necesitaba de la cajuela de diferentes autos para ir a ver a Selby, una mujer que movía objetos robados, quien los llevaría a la siguiente pista
En la pista de un aeropuerto privado un jet los esperaba para llevarlos a su próximo destino. Al llegar el chofer le abrió la puerta a Zemo, que bajo con elegancia y se acomodó su traje
- Esto es una mala idea – le susurro Sam a Bucky mientras caminaban hacia el jet – ¿Todo este tiempo fue rico?
- Soy un varón, Sam – contesto Zemo unos pasos más adelante sobresaltando a los dos vengadores – fuimos de la realeza hasta que tus amigos destruyeron mi nación
Una anciano saludo a Zemo con un beso en cada mejilla y subieron a la nave
- Me disculpo si está un poco tibia – dijo el anciano sirviéndoles champagne una vez ya acomodados y se fue
- Dinos donde vamos de una vez – exigió Sam
- Perdón – dijo Zemo abriendo un libro – es que quede fascinado por esto, pero es que esta parte se ve muy importante ¿quién es Nagashima?
- Si tocas eso te asesino – siseo Bucky lanzándose sobre su cuello y quitándole el libro antes de volver a su asiento
- Perdón – dijo Zemo - se porque tienes esa lista de nombres. Porque los daño el soldado de invierno
- No presiones – dijo Bucky
Bucky y Zemo le explicaron a Sam que estaban viajando a Madripoor, una nación insular en el archipiélago indonesio, que en los 1800 había sido santuario de piratas y que aún era un paraíso ilegal, pero que no podían entrar como ellos mismos, por lo que tendría que fingir que aún existía el soldado del invierno. Sam vio el miedo en los ojos de su amigo y el impulso de abrazarlo volvió a aflorar ¿Qué le pasaba? ¿Por qué se sentía así?
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La ciudad se veía sofisticada, a la altura de grandes urbes como Nueva York, Londres o Tokio, pero había algo que no le gustaba a Sam. Sería el trabajar con Zemo o sentir que no era algo oficial, pero por alguna razón quería tomar a Bucky y llevárselo lejos. Era irracional pero no lo podía evitar
Subieron a un automóvil que los esperaba en el puente e inmediatamente cuatro motocicletas los escoltaron, poniéndolo aún más nervioso. El lugar estaba totalmente oculto de la vista, pero era inmenso. Estaba lleno de luces y gente bailando mientras otra hacia negocios custodiada por hombres armados
Al llegar a la barra todos reconocieron al soldado del invierno, Zemo dijo que querían ver a Selby. Sin embargo les dijeron que se vayan. Unos de los hombres le puso la mano en el hombro a Zemo y este le ordeno en ruso a Bucky atacar. Aun en contra de sus impulsos, este se enfrentó a tres hombres al mismo tiempo, noqueándolos a todos, lo que les valió ver a la mujer en cuestión. Sam quería detenerlo. Estaba horrorizado. No sabía si estaba actuando o Bucky había vuelto a ser el soldado del invierno
Selby era una mujer peligrosa a quien no le gustó para nada como habían conseguido la cita. Sin embardo, el varón le ofreció entregarle al soldado del invierno junto con los códigos para controlarlo a cambio de información sobre el suero del súper soldado. Sam tuvo con contenerse totalmente cuando Zemo le acaricio el rostro a Bucky mientras lo ofrecía como si fuese un juguete sexual nada más. Eso no estaba bien. Tocarlo no estaba en el trato
La mujer, desconfiada por naturaleza, les estaba diciendo que el suero lo tenía el doctor Wifred Negel y que estaba en Madripoor en ese momento. Sin embargo, el teléfono de Sam sonó en ese momento con una llamada de su hermana. Selby le ordeno que contestara en altavoz, pero cuando Sam lo hizo la farsa cayó. En cuanto Selby dio la orden para que los mataran una bala atravesó la ventana y le dio en la espalda llegando hasta su corazón.
Todo se volvió un desastre en ese momento. Sam, Bucky y Zemo tuvieron que huir mientras los guardaespaldas de Selby alertan a sus compañeros. Zemo les dijo que dejen las armas y que actúen igual que él. Sin embargo ya habían ofrecido una recompensa por los asesinos de Selby y ni bien salieron a la calle una lluvia de bala los esperaba. Entraron en un callejón y un francotirador le disparo a quienes los perseguían justo cuando Zemo los alcanzaba.
Sharon Carter salió de entre las sombras intentando asesinar a Zemo, por lo que Sam tuvo que explicarle lo del robo del suero del súper soldado. Bucky le pidió ayuda y la mujer lo llevo a un lugar seguro
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La casa era lujosa y tenía pinturas famosas con las que Sharon contrabandeaba para sobrevivir mientras era perseguida por la justicia. A sugerencia de la mujer, Sam busco ropa en el closet mientras se quitaba la camisa cuando noto que Bucky estaba sentado en un sillón individual con la mirada perdida
- Hey – dijo Sam sentándose a su lado – ¿estás bien?
- Yo no soy él, Sam – dijo con un susurro – no soy el soldado de invierno
- Lo sé – dijo Sam en el mismo tono, pero al igual que en el garaje de Zemo, Bucky se abrazó a él con desesperación tomándolo por sorpresa por un instante antes de abrazarlo también – tranquilo.
- Cuando entramos en ese lugar y… - dijo Bucky aferrándose a su compañero – jamás me sentí tan vulnerable. Ya no quiero ser un monstruo
- Ya paso – dijo Sam – tú ya no eres él – instintivamente llevo una mano al rostro de Bucky y lo acaricio con delicadeza – Bucky… yo… - y lentamente acerco sus labios a los contrarios
- No – dijo este girando el rostro mientras cerraba los ojos conteniendo sus lagrimas
- Perdón – dijo Sam quedándose inmóvil – yo…
- No puedo, Sam – dijo Bucky con un sollozo ahogado – perdóname. Pero me duele. Me duele mucho
- ¿Qué te duele? – dijo Sam intrigado
- Perdóname – suplico Bucky abrazándose a él con desesperación – perdóname.
- Estoy aquí – dijo Sam tratando de calmarlo – sea lo que sea, te ayudare
Era obvia la angustia de Bucky, y por alguna razón que Sam no alcanzaba a entender, necesitaba tranquilizarlo, volver a hacerlo sentir seguro. Que supiese que entre sus brazos nada malo le iba pasar. Así que solo lo abrazo y lo dejo llorar. Liberar todo eso que lo estaba torturando, y algo le decía que era mucho más que su pasado con Hydra