Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dormir En Tus Brazos por Lovis_Invictus

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Había sido algo apresurado

————— [ • • • ] —————

Toda la habitación estaba hundida en un profundo silencio, la tensión alrededor podía sentirse claramente, cayendo sobre sus pieles cuan manto de agua helada. Jiang Qing se mantenía de pie frente a la puerta entre abierta, con los brazos cruzados, no acercándose demasiado por la peste a sexo y hormonas que azotaba el ambiente.

La doctora miraba fijamente a ambos hombres, con una mezcla entre reproche e incredulidad.

— A ver, recapitulemos. Ustedes dos decidieron de la nada marcarse el uno al otro aún tener la más mínima idea de lo que eso conllevaba— dijo ella, enojada, estaba acostumbrada a gritarle a Wei cuado hacía estupideces, pues para ella era como otro hermano menor, y al igual que a A-Ning le regañaba porque se preocupaba por él, pero esta vez no estaban solos, claro que no, ahora tenía al mismísimo cultivador estrella Hanguan-Jun de rodillas sobre el suelo, semidesnudo, despeinado y visiblemente incómodo. Para Wuxian era notorio que la mujer intentaba usar el tono más amable a su disposición, no deseando faltarle el respeto a Zhan.

Ying se rascó la nuca, buscando sacar su tensión de alguna manera.

— Básicamente, sí— aclaró.

— ¿¡Básicam- — Qing se detuvo a ella y a su ira creciente, suspirado sonoramente para escoder su lado sarcástico otra vez— ¿Hace cuánto?

— Once horas— respondió Wangji, hablado por primera vez en todo el rato, todavía con su mirada clavada en el suelo.

— Bien, muéstrenme sus cuellos— ordenó, dirigiéndose a ellos; ambos agacharon la cabeza después de hacer su cabello a un lado, dejando al descubierto las feas heridas sobre la carne de la nuca. Las dos se habían hecho sin delicadeza alguna, siendo bastante obvio que todo se llevó a cabo siguiendo su mero instinto. Estuvo a poco de regañarlos nuevamente, no obstante, el brillante rubor rojo en la nuca y oreja visible del omega le ablandaron el corazón un poco, lo suficiente al menos como para cerrar la boca.

Esto probablemente fue una idea tonta de Wuxian, y Hanguan-jun, tan complaciente como era con el alfa, simplemente había cedido. No pensaba hacerlo sentir peor de lo que parecía estar.

— Están supurando, pero aún no se han infectado, lo cual es bueno. Iré a conseguir agua caliente, vendajes y ungüentos, no se les ocurra salir de aquí con el cuello así, es peligroso— sentenció ella, volviendo sobre sus pasos.

Qing regresó tan solo unos minutos después, trayendo consigo a su abuela, quien apenas verlos les regaló una enorme sonrisa sin muchos dientes; la anciana dejó una canasta sobre la mesita donde comían, ambos jóvenes ya habían tomado asiento ahí, mejor vestidos que antes y con el cabello recogido en un moño alto.

— A-Qing me ha puesto al tanto de su pequeño problema, lamento si parece que está ventilando su vida personal, pero soy yo quien tiene más experiencia con esta clase de cosas, por eso vine a ayudar— dijo ella, haciendo una reverencia de noventa grados en son de disculpa.

— No se preocupe, abuela, estamos agradecidos por que haya elegido ayudarnos y nos disculpamos por hacerla venir hasta acá— replicó Wuxian, haciendo ademanes para que se levantara.

— Todo sea por nuestro joven salvador— respondió ella, sonriente. Con sus cortos pasos se colocó detrás de los muchachos, dando un rápido vistazo a sus heridas abiertas.

Algo dentro de la canasta llamó la atención del alfa, una curiosidad infantil apareció en su mente, por lo que aprovechó mientras Zhan era atendido para extender la mano y tomarlas: eran dos trozos largos de tela, no demasiado anchos, unos centímetros tal vez, de color rojo con bonitos detalles dorados, al toque se sentía como seda fina.

— ¿Qué es eso?— preguntó al aire, sacudiéndolas frente al rostro curioso de su omega, quien se veía igual de perdido que él.

Qing se apresuró a responder: — Ya que se pasaron por completo el ritual de marca, les traje los collares de sanación, se remojan en un brebaje preparado para ayudar con una correcta cicatrización en la zona, también están bendecidos por los ancestros en un templo, para la buena fortuna en el amor y la familia— dice, agregando esto último solo para avergonzar a Wei, quien claramente capta la movida y así como los tomó los devuelve a la canasta.

— No sabía de eso— soltó Wangji en un susurro sin destinatario, que solo fue escuchado por Wuxian.

— Ni yo, nunca presté atención a las clases de planificación familiar— responde él en un tono igual de bajo, oyéndose divertido pero arrepentido al mismo tiempo, le hubiese gustado haber hecho las cosas al pie de la letra, habría sido un recuerdo bonito para Lan Zhan.

Ying observa como su mordida en la nuca del omega es lavada delicadamente por las manos pequeñas de la anciana, usando el agua tibia, luego coloca una rara especie de lo que reconoce como agua floral -huele bastante fuerte a hierbas-, para finalizar con un ungüento de consistencia pegajosa y extraño color violeta. Tras todo aquello, sobre la herida tratada se coloca un trozo de venda doblado al tamaño de esta, entonces la tela roja hace su aparición, rodeando el delgado cuello de Wangji dos veces antes de ser atada.

— A-Qing, querida, ahora que has visto el tratamieto te pido que por favor lo repitas con el joven maestro— ordena la abuela.

El mismo proceso se lleva a cabo sobre el alfa, quien al contrario de Zhan se la pasa quejándose, alegando que el contacto de cualquier cosa con la carne abierta le duele demasiado. Qing le regaña más de una vez, diciéndole que soporte como un guerrero de verdad, soltando comentarios ácidos de que ese definitivamente no es su límite en cuanto a su umbral de dolor.

— ¿Vieron bien la técnica?— pregunta la abuela a los dos hombres una vez está todo terminado, quienes asienten con un movimiento de cabeza— Perfecto, porque deberán hacerlo cuatro veces al día por al menos una semana, a veces tarda más o tarda menos en sanar, dependerá de qué tan buena sea su salud

Con aquellas palabras se retira junto a su nieta, sobre la mesita les han dejado la canasta con suficientes cosas para pasar la semana. Así pues, menos adoloridos que antes, pueden ponerse más presentables para ir a comer un poco con los demás, pues se pasaron toda la mañana y toda la tarde teniendo sexo, sin obtener nada más allá de un té.

Tal como se esperaban, la cena no empieza sin una escenita.

Apenas entrar al comedor todos se quedan en silencio, los rostros sorprendidos de todos y cada uno de los presentes le provocan a Wei unas enormes ganas de reír, siendo como es no se contiene en absoluto, estallando a sonoras carcajadas limpias ahí en su lugar, incluso cayendo de rodillas sobre el suelo en algún momento, agarrándose el estómago fuertemente. Viendo el número que está haciedo su alfa, Wangji decide ignorarle e ir a tomar asiento al mismo sitio donde ha estado comiendo la última semana.

— ¡Deberían de ver sus caras, son épicas!— se burla Wei, aún en el suelo; tras unos momentos más de risa descontrolada se limpia un par de lágrimas con el dorso de su mano, poniéndose de pie, una gran sonrisa complacida surca hermoso su rostro— Tenía tiempo sin reírme tan fuerte, gracias

— La comida se enfría— le regaña Zhan.

— Ya sé, lo siento— responde, no se oye arrepentido en absoluto.

— Maestro Wei, Hanguan-Jun, felicitaciones— Ning es el primero en romper el silecio, está sentado al lado de Cheng, en la misma mesita, viéndose mejor de lo que estaba cuando recién llegaron. El joven omega les regala una sonrisa tranquila, haciendo una reverencia con la cabeza a mitad de su frase.

— Fe-fe... felicidades— exclamó Wanyin a medias, por su semblante es notorio que intenta esconder su sorpresa, él sabía que su hermano estaba obsesionado con Lan Wangji desde sus días de escuela, y era bastante obvio que esa obsesión no había disminuido ni un poco con el paso de los años, pero de ser un acosador rarito a marcar a esa persona había un universo de diferencia, además, era Hanguan-Jun de quien estaban hablando, ni siquiera se le podía pasar por la cabeza un o una alfa que se viera digno para ese sujeto, pero su estúpido hermano lo había hecho.

Bueno, se merecía una felicitación, al menos.

— Bienvenido a la familia, Maestro Lan— dijo Yanli, alegre; fue seguida por su esposo, quien solo atinó a asentir con la garganta, aún sin procesar del todo lo que estaba observando. ¡Maldito alfa sin cerebro! Claro, el mismo Zixuan le había dicho que no pensara demasiado las cosas, pero tampoco se refería a pasarse el protocolo de unión por el trasero y marcar, de la nada, a uno de los cultivadores más importantes de los últimos años. Se vio en necesidad de masajearse la sien, agotado; al menos Hanguan-Jun se veía feliz.

Wuxian, contento, tomó la mano de su omega bajo la mesa, apretando firme pero delicadamente sus dedos, embelesado, porque era la primera vez que podría apreciar el rostro completo de Wangji cubierto de rojo.

Lan Qiren iba a poner el grito en el cielo.

 

Notas finales:

Lamento haberme atrasado, pero me enfermé de la nada y de verdad me siento muy mal, así que voy a pasitos de pingüino, pero sí quiero completar esto, aunque no sea a tiempo c:

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).