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Dormir En Tus Brazos por Lovis_Invictus

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Se ahogan en un deseo voraz

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Smut

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Permanecen en silencio por un tiempo, demasiado para gusto de Wangji; Wuxian se ha petrificado desde su incómoda confesión, y lo único que le hace saber a Zhan que el muchacho sigue con vida es el inflar de su pecho con cada respiración superficial dada. Lan desea haberse callado la boca, si vida era mejor cuando se mantenía en silencio, menos problemática, por algo lo hacía en primer lugar. Ahora deseaba que se lo tragara la tierra, no entendía el motivo detrás de las estúpidas palabras que dejó escapar, siendo que se había jurado mantenerlas bien enterradas en el fondo de su alma, pues, en primer lugar, Wei Ying tenía un montón de cosas con las cuales lidiar, no existía cabida para basura emocional ahora mismo y él no pensaba ponerle un peso extra; en segundo lugar, Wei se la pasaba coqueteando con chicas de toda casta, no parecía ni remotamente interesado en los hombres, ergo, su oportunidad se había apagado antes de comenzar a brillar.

Ah, pero Wangji pecaba de muchas cosas, entre las cuales destacaba horriblemente la terquedad, así pues, aún cuando todo se encontrase perdido, su obstinado corazón mantendría un halo fino de esperanza, fue por ello que le besó esa vez en la cacería de Dafan.

Fe, le llaman algunas personas.

Ambos estaban aún con las manos encima del otro, sus hombros comenzaban a doler por la presión de los dedos ajenos que, congelados, apretaban con fuerza constante la carne bajo las uñas, podía sentirlo incluso con tantas capas de húmeda ropa encima. Justo cuando estaba a punto de alejar sus manos de la cintura ajena un tirón acortó nuevamente la distancia entre los dos, de repente y para su enorme sorpresa pudo percatar los fríos labios de Wei cayendo sobre los propios, en un beso bruto, torpe e inexperto.

Wuxian terminó el contacto con un tinte extraño en las entrañas, después de haber probado a Wangji pudo descubrir que, para su enorme sorpresa, quien le hubiese besado aquella ocasión en la montaña Dafan no fue otro más que el mismísimo Lan Zhan; no hubo ninguna doncella tímida o demasiado orgullosa para confesarse, sino el tipo más poderoso de su generación, un omega hermoso de clase alta que le había besado por voluntad propia a él.

Bueno, al menos eso explicaba porque lo encontró masacrando árboles.

— Tú- — cualquier cosa que planeaba articular se fue en picada por la borda cuando, apenas abrir la boca, Wangji le calló con otro beso, uno demandante e infinitamente más hábil que el anterior; Lan aprendía rápido, eso era notorio, e incluso el mismo Wei, con todo el material que conocía, tenía algo de problemas en seguirle el paso.

Sus manos bajaron nerviosas por el pecho amplio del omega, deslizándose despacito hasta anclarse a su cintura, mientras su cuerpo volvía a elevarse sobre el ajeno, buscando acaparar lo máximo posible de él; Wangji tampoco perdió el tiempo, usando su mano izquierda para agarrar a Ying por la nuca, aferrándose a su cabello suelto usando quizá más fuerza de la necesaria, sin embargo y contrario a lo que esperaba su compañero no se quejó, en su lugar soltó un gruñido grave, procediendo a restregarse contra él con fuerza.

El húmedo aire alrededor se inundó con hormonas alfa, un ligero aroma entre cítrico y dulce comenzaba a hacerse presente, algo que Lan no conocía, pero sentía necesitaba como si hubiese estado sediento durante toda su vida; aquello nublaba su mente siempre perspicaz, haciéndole olvidar por completo que tener sexo en ese instante quizás no era la idea más brillante.

Wei por su parte está caliente, demasiado, y el chico frente suyo parece cada vez más dispuesto a continuar con lo que sea que estén haciendo, él mismo quiere continuar, anhela hacerlo, no obstante, aún está lo suficientemente sobrio como para preocuparse por algo más que complacer sus placeres sexuales, entonces, muy a su pesar se ve forzado a detenerse, bajando delicado los brazos de Wangji, obligándolo a soltarle.

— Lan Zhan, esper- — sus réplicas se ven interrumpidas, de nueva cuenta, por el ahora visiblemente irritado muchacho, quien vuelve a callarle con otro salvaje contacto de labios.

Haciendo uso de su fuerza superior Lan agarra al alfa por la nuca y la cintura, intercambiando posiciones con un solo movimiento y en cuestión de segundos; Wuxian es tomado por sorpresa, el tacto de la piedra fría contra su espalda mojada le devuelve momentáneamente un haz de lucidez, que se desvanece tal como llegó cuando Wangji, sentado a horcajadas encima suyo, comienza a mover sus caderas contra el notorio bulto entre los pantalones de Wei.

El poderoso patriarca se está desesperando, ambos lo están en realidad, Ying jamás habría siquiera imaginado al disciplinado Hanguan-Jun perdiendo el control de sí mismo, buscando hacer algo que probablemente estaba prohibido en su estricta secta; aquel pensamiento deviene con Wuxian colocando las manos en los carnosos muslos del cultivador, aprieta la piel bajo sus uñas largas, admirando Wangji desde abajo. Se marea cuando las hormonas omega se hacen más fuertes, inquietas, ordenándole seguir adelante. Ninguno está muy seguro de lo que hace, solo son arrastrados por sus instintos, que les gritan unirse, quererse, continuar.

La naturaleza le llama y él se tambalea, ebrio, sobre una delgada cuerda, punto de caer.

Tomando el último ápice de autocontrol que le queda decide aferrarse a lo que es correcto.

— Lan Zhan, por favor escúchame— le pide entre palabras entrecortadas, queriendo hablar pero sintiendo a su vez que el cuerpo le traiciona, rogándole tirarlo a suelo y anudarlo ahí mismo.

El aludido se detiene en seco, mirándole altivo desde arriba, trae el mentón alzado y sus ojitos dorados brillando al son de las llamas, completamente tranquilo, como si no hubiese pasado los últimos minutos comiéndole los labios y tratando de montarlo ahí en el suelo.

De repente Wei se atraganta.

— ¿Ha-has tomado tus anticonceptivos?— apenas puede formular, perdido en la figura casi celestial que está posada sobre su pelvis excitada.

Al escucharlo el omega se queda en blanco durante largos segundos -que al otro le saben a azufre sobre la lengua- antes de colocar una expresión agria y negar despacio con la cabeza— Perdí mis suministros desde la pelea en la montaña— termina por admitir en voz baja, luciendo decepcionado e irritado a partes iguales.

Wei Wuxian quiere quejarse, decirle que debería ser más consciente sobre embarazos no deseados a esa edad, comentarle lo mal que está el acostarse con el hombre más odiado entre las sectas, pero no puede; hay algo rasgando en su interior, gritando agonizante al ver la casi imperceptible expresión de Zhan, su parte más primitiva quiere quitar aquella horrible sensación del muchacho y reemplazarla por la más grande alegría, necesita satisfacer al omega, a su omega.

Justo cuando Wangji hace el ligero amago de levantarse es aprisionado por los brazos de su acompañante, que lo apegan contra el pecho propio en un fuerte abrazo. Repentinamente, aquel dulce perfume cítrico se hace más fuerte, lo suficiente como para Lan poder discernir algo parecido a la mandarina y las flores de ciruelo. Un par de manos grandes se aferran a sus caderas, apretando el músculo entre sus dedos largos.

— Quítate todo menos la túnica interior— ordenó Wei dentro de un susurro grave, enfatizando con una dura palmada sobre la nalga izquierda del omega. El dulce sonido de tela mojada siendo golpeada hizo eco en la cueva, el alfa pudo percatar como las orejas de su compañero se coloreaban lentamente de rojo, por lo que amasó la parte azotada con descaro— ¿No quieres, Lan Zhan? Pero si hace solo unos instantes me estabas montando tan bien

Apenas terminó sus palabras el aludido se incorporó, sin previo aviso ni recato alguno comenzó a desatarle la faja, en movimientos rápidos pero hábiles deshizo cada nudo, la sacó de su impresionado dueño y continuó deslizando hacia abajo su húmeda túnica exterior color gris, siguió con la otra, de color negro, y justo cuando pensaba en separar el cuello de la túnica interior roja sus posiciones cambiaron otra vez; el alfa le tomó por la cintura, colocándolo de un empujón brusco boca arriba en el suelo, recostado convenientemente sobre la ropa que él le había quitado segundos atrás.

Sus labios fueron atacados por los de Wuxian, un beso osco entre mordidas y jadeos, mientras las manos del alfa, temblorosas debido a la ansiedad, intentaban sacar las prendas del muchacho bajo sí. La rodilla de Lan empezó a frotar contra la entrepierna de su compañero, despeinaba su cabello jalándolo desde la nuca con sus dedos, dándole una apariencia aún más salvaje de la que ya tenía.

Wei, por su parte, aprovechó apenas tuvo el torso de Wangji al descubierto para admirarlo. La boca se le hacía agua de solo ver el bien trabajado cuerpo del omega, con sus músculos firmes, el pecho subiendo y bajando a causa de sus respiraciones pesadas; viendo esto último decidió bajar para probarlo un poco, marcando la piel alrededor del pezón con sutiles pero concisas mordidas, que sacaban disimulados resoplidos de Zhan.

Pasaron los siguientes minutos entre arañazos, tirones de cabello, mordidas, jadeos desesperados y besos ruidosos, casi pareciendo pelear en el acto.

Tras un poco más de forcejeo Wangji terminó cediendo, sus botas ya se habían ido y Wei le estaba bajando los pantalones; cuando aquella acción es completada se vuelve notoria su excitación, pues la parte interna de su entrepierna tiene una mancha de lubricante pegajoso, siente frío gracias a eso, y su pene se alza duro sobre su estómago descubierto. Wuxian parece querer burlarse, mas previendo aquello el jade de Lan mete su mano bajo el pantalón del alfa, tomando el miembro ajeno entre sus dedos largos; con el pulgar comienza a acariciar la hendidura sobre el glande, haciendo uso del líquido preseminal para resbalar su dedo rítmicamente por todo el espacio.

Un delicioso escalofrío recorre la espuma dorsal del alfa, quien se inclina inconscientemente hacia adelante, en busca de profundizar el contacto. Sin pensar demasiado en lo que está haciendo comienza a mover sus caderas, embistiendo la fría mano mientras juguetea con los pezones de Wangji, apretando la suave carne entre sus dedos callosos.

— Y... Y yo creía que- mmh... Creía que los tuyos no hacían estas cosas— se burló Wei Ying, recibiendo como respuesta un aumento de velocidad en las caricias a su glande.

No deseando quedarse atrás bajo su diestra hacia el vientre del omega, deslizando un dedo desde la punta del abandonado pene de Wangji hasta la base; aquello detuvo por un instante las acciones del muchacho, y sacó una risita por parte del otro; agradecido por la atención dada decidió tomarlo entre su mano para darle un par de bombeos. Lan mantenía los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, exhibiendo sin recato su cuello cubierto por el collar de cuero. Ver la manzana de Adán mostrarse aún bajo el material del collar solo encendió algo dentro de Wuxian que, creía, no existía.

Sus dedos ansiosos soltaron el miembro ajeno, deslizándose un poco más abajo; al encontrar la entrada del omega su propio pene dio un pequeño tirón, Wangji estaba empapado, la carne tierna palpitaba hambrienta y tan solo con echar un vistazo pudo notar lo dilatado que, a estas alturas, ya se encontraba.

— Wei Ying— susurró Lan, su voz gruesa suplicaba de alguna manera, tan impaciente, deseando algo de atención en ese lugar que, desesperadamente, le pedía ser maltratado.

Sin esperar mucho más él obedeció, introduciendo impaciente su dedo corazón dentro de la cálida entrada; la mano de Zhan volvió a detener sus caricias, mientras resoplaba gracias al abrupto alivio que obtuvo al ser penetrado. Wei empezó a doblar su dedo, embistiendo el húmedo interior con premura; suaves sonidos bajos comenzaron a salir de entre los afelpados labios del joven, aumentando en su frecuencia pero no en su tono cuando el alfa decidió penetrarle con el anular también.

Wangji retomó el masturbar a Wuxian, la cueva se llenó de sucios sonidos pegajosos, jadeos entrecortados y besos ruidosos; se olvidaron del hambre, del frío y el agotamiento.

— Quiero follarte, de verdad quiero follarte— susurró Wei entre una y otra embestida a la mano del omega, meneando violentamente sus dedos dentro de la calidez de mismo, mareándolo en el proceso— Apenas consigas anticonceptivos voy a cogerte tan duro que todos sabrán lo que te he hecho

Aquellas palabras sacaron un ronco gemido de la bonita garganta de Lan, al mismo tiempo su interior se apretó contra Wuxian, haciéndole salivar por la expectación, él quería, necesitaba sentirlo en todo su maravilloso esplendor.

Y no pudo callar su boca.

— Voy a marcarte— le susurra, completamente ido— Y voy a anudarte un montón de veces, tantas que tendrás a todos mis cachorros, siempre estarás en cinta, Lan Zhan, siempre cargando a mis hijos

Su respuesta fue un estremecimiento y un gemido ahogado.

— Por favor—  suplicó Wangji sin entender muy bien lo que estaba pidiendo, lo único en su cabeza era el olor de ese maldito alfa, su alfa queriéndolo reclamar, haciéndole saber a todos que era suyo.

Los dedos de Wei tocando su punto débil junto a la estimulación que sus sucias palabras le estaban dando le hicieron eyacular en cuestión de minutos, con la espalda arqueada y las piernas apretadas, su respiración acelerada, sacando hilos de semen que caían sobre su abdomen, junto a un montón de lubricante que empapó la mano de Wuxian. Sin perder tiempo este último liberó su adolorida excitación del pantalón, haciendo uso de los fluidos de Wangji continuó tocándose hasta alcanzar el clímax como su compañero, dejando caer todo sobre el torso del omega.

El Patriarca de Yiling tarda un montón en recuperarse, esa fue definitivamente la mayor eyaculación que ha tenido en su vida, al menos desde los catorce años que empezó a masturbarse, por lo cual, cediendo a sus piernas, se tira de costado a un lado de Wangji, en la fría piedra rasposa, mientras intenta, de algún modo, volver a conectar con la realidad, lejos de la sensación de desvanecimiento que le embarga por completo.

Cuando es capaz de volver en sí mismo, el peso de todo lo que sucedió en los últimos minutos cae sobre él como un balde de agua helada.

Lan Zhan le besó en la montaña Dafan.

Lan Zhan le había confesado que le atraía de alguna manera.

Se folló con los dedos a Lan Zhan.

Le dijo a Lan Zhan que lo iba a marcar, follar y preñar.

Mierda.

Avergonzado a niveles que no conocía se incorpora, con la vista clavada en el suelo; quiere mencionarle algo sobre lo que acaba de pasar, preguntarle si eso va a cambiar su relación de alguna forma o no, quizás pedirle disculpas por las cosas tan pervertidas que le dijo, sin embargo apenas voltea la cabeza puede observar al otro, pacíficamente dormido, aún desnudo y lleno de semen.

Notas finales:

Tres semanas haciendo esto, tres.

Me costó un montón terminarlo, ni siquiera me gustó realmente, pero es lo que hay, lo siento por eso.

El resto son mucho mejores, lo juro.

 


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