Era un día como cualquier otro, habían ido a nadar luego de clases y se encontraban solo ellos dos. Haru no hacía más que flotar mientras Rin daba vueltas alrededor de él sin dejar de hablar.
Haru lograba un poco más de tranquilidad en el agua, pues al menos mientras nadaba dejaba de pensar en lo que ocurría. Para ser sincero, una de las principales razones para pasar tanto tiempo dentro del agua en compañía de Rin era solo para dejar de pensar en morderlo.
No iba a negar que incluso si no tenía nada que ver con su instinto no podía evitar sentirse atraído por él. Rin le gustaba, e iba más allá de la atracción que podía provocarle por ser omega y lo tenía muy claro desde un tiempo atrás.
Pero ese día en particular había algo extraño, podía percibir que el celo de Rin estaba cerca pues su aroma era más intenso y no había parado de buscar su tacto. En esos años se acostumbró a que Rin invadiera su espacio personal sin consideración, pero sabía que había momentos en que era diferente.
No por nada todo el tiempo expuso su cuello hacia él, buscando darle la espalda y concentrar toda su atención en esa zona, pues no paraba de girar su cabeza hacia uno y otro lado mientras lo miraba además de acariciarlo lentamente frente a él.
—Haru... —seguía nadando alrededor de él intentando atraer su atención, incluso su tono de voz había cambiado y era más agudo—. Estoy aburrido, hagamos una carrera.
—Vinimos a relajarnos, no hay razón para eso —sabía que intentaba usar su voz para convencerlo, pero no cedería tan fácilmente.
—Es eso o tienes miedo de que te gane —sabía lo fácil que era convencer a Haru cuando lo retaba y lo usaría a su favor.
Haru de pronto se puso serio, su mirada reflejaba la determinación que tenía para ganarle y lo ansioso que estaba por mostrarle la gran equivocación que cometía al retarlo.
Se colocaron en carriles contiguos para empezar la competencia, acordaron los metros que recorrerían y se dispusieron a entrar al agua. Rin había tomado la delantera rápidamente, nadaba tan rápido como podía pues quería estar todo el tiempo frente a Haru.
Sabía que no estaba actuando de manera racional sino impulsado por su instinto, y aun así no pudo evitar atraerlo con su aroma incluso cuando vio la expresión de Haru cambiar por completo y sus colmillos expuestos.
Era evidente lo afectado que estaba por el aroma de Rin, la forma en que lo miraba era mucho más intensa que siempre y un escalofrío recorrió su cuerpo al sentirlo. Quizá se había excedido y ahora comenzaba a lamentarlo pues Haru no parecía el mismo de siempre.
Intentó llegar hasta el otro lado de la piscina antes de que lo alcanzara, no creyó que reaccionaría así y ahora tendría que buscar una solución a lo que había causado.
Para su mala suerte, en cuanto estaba a solo unos metros de la orilla, Haru invadió el carril en que nadaba y lo acorraló entre la pared y su propio cuerpo. El color dorado brillaba en sus ojos y tan pronto lo dejó sin escapatoria acercó su rostro hasta su cuello.
—Haru... —los ojos de Rin se cerraron y su voz salió apenas en un hilo, estaba asustado al verlo así y no sabía lo que podría ocurrir.
Sintió su aliento sobre su piel y la forma de sus colmillos al recargarse sobre él. Temía haber llegado demasiado lejos con sus provocaciones y solo esperaba el momento en que el dolor invadiera su cuerpo.
Sin embargo, solo escuchó a Haru susurrar algo sobre su cuello mientras presionaba sus puños contra la pared. No entendía lo que estaba ocurriendo y sus ojos por fin se abrieron intentando descubrir lo que ocurría.
—Dije que ganaste —su respiración se escuchaba entrecortada y rápidamente se alejó de él para salir de la piscina.
Había sido casi imposible resistir las ganas de morderlo, llevaba tanto tiempo deseando hacerlo que parecía casi absurdo resistirse aun cuando Rin no había parado de atraerlo.
Pero no podía hacer algo como eso, no estaba actuando de manera racional y no había manera de que se dejara llevar por sus instintos tratándose de Rin. Él no merecía algo así, y prefería soportar la ansiedad que su parte irracional sentía en ese momento que lastimarlo.