Alguien está silbando algo alegre. Siento los ojos pesados, y la cabeza algo nublada. Las bebidas de anoche estuvieron un poco más fuertes de lo que pensé.
— Gil… Sam te está llamando— gimo, jalando la cobija para cubrirme. Comienzan a tocar la puerta como si la casa se estuviera quemando.
— espero que no se esté quemando la casa.
— vamos, ustedes dos, levántense. Es navidad. Es navidad.
— son las siete de la mañana, Sam— la voz de Dennis suena adormilada, como si Sam también lo hubiera despertado. Creo que eso fue exactamente lo que paso.
— es peor que un niño pequeño— Gime Robbie— es un adulto ¿Por qué hace tanto alboroto por unos regalos? ¿No puede esperar como todos a que sea una hora normal?
— Robbie ¿están despiertos?
— ahora sí— responde, y siento que se levanta de la cama. Yo sigo bajo la cobija, es temprano y solo quiero quedarme aquí otro rato. Escucho que la puerta se abre, espero que sea Robbie quien la abrió.
— ¿Por qué tardan tanto? ¿estaban desnudos? ¿Por qué Gilbert está bajo las cobijas?— gimo de nuevo.
— porque es muy temprano para despertarse después de quedarnos despiertos anoche ¿podemos ayudarte en algo?
— ¡Los regalos! Es momento de abrirlos, vamos, vamos. Gilbert, te doy cinco minutos para que bajes o vendré por ti, estés como estés.
— Lamentablemente habla en serio— Dennis se oye muy adormilado. Con una mano me destapo de la cobija.
— dios, ¿no puedes esperar media hora, o dos, no sé, para despertar?— alcanzo a ver como Sam me señala con un dedo y con el otro brazo empuja a Robbie para que lo siga.
— Cinco minutos— le escucho gritar. Vuelvo a dejarme caer en la cama, solo tres segundos, para levantarme. Bajo descalzo y bostezando. Sam está sacudiendo un regalo con mucho más entusiasmo del que debería. Busco a Robbie, le veo saliendo de la cocina.
— encendí la cafetera.
— gracias.
— ¿puedo abrirlo?
— Claro, es tuyo— Sam sonríe y comienza a desgarrar su regalo. Dennis niega con la cabeza. Me inclino hacia los regalos, buscando. Alcanzo uno y se lo paso a Robbie.
—este es para ti—Robbie solo me sonríe. También se inclina y busca entre los regalos.
— ¡Esto es genial!— Sam nos distrae con su grito, en sus manos tiene un lente de cámara… no, es una taza o un termo para café con esa forma. Me parecen geniales, Robbie solo me dijo que les había comprado eso para el café— Dennis, este tiene tu nombre. Gilbert, Robbie— Todos estamos cargando regalos ahora. Abro primero el regalo de Robbie, una caja dorada y pequeña que contiene una cadena plateada y un colgante con el símbolo del infinito.
— ¿Me lo pones?— Robbie esta abrazado al bolso que le di.
— esto debió ser costoso, es piel vegetal.
— Sabía que uno de piel de animal te disgustaría— le extiendo el collar. Hace mucho que le dije que quería un collar, pero dejé la idea porque no en todas las campañas me permiten usarlo. El metal esta frio. En la caja también esta un brazalete, con tiras negras y un trozo de…— ¿es ámbar?
— lo es.
— Es fantástico—me lo pongo en el brazo y abrazo a Robbie.
— Feliz navidad.
— feliz navidad para ti también.
— ¿terminaron? Aun quedan regalos para que abran— Robbie se ríe, me da un beso en la mejilla y se sienta en el sofá para abrir el otro regalo.
— Sam, no debiste molestarte en darnos regalos, se que su trabajo les hizo hacer más que otras veces— Robbie suena comprensivo. Sam solo le hace un gesto para que siga abriendo el regalo, y también a mí. Suspiro, y rasgo el papel hasta que logro abrirlo. Una tela a cuadros negro y rojo es lo primero que veo. Un pantalón…
— No…— susurro— Sam, no…— Robbie saca la parte superior de un pijama exactamente igual al que yo tengo. Nos ha dado las malditas pijamas a juego.
— En serio, Sam, no debiste— añade Robbie, mirando mi pijama. Sam sonríe.
— ahora no tendrán excusa.
— gracias— ese gracias de Robbie suena más a pregunta— el café debe estar listo ¿quieren desayunar aquí o buscamos algún lugar fuera? Es navidad pero podemos encontrar algún lugar.
— Robbie, cariño, quiero quedarme en casa.
Y eso es lo que hacemos.
****
Sam y Dennis consiguen un vuelo unos días después, no se quedan para año nuevo. Será agradable tener la casa para nosotros de nuevo. Estaciono lo más cerca que puedo del aeropuerto, Dennis no deja que toquemos su maleta, al parecer el equipo fotográfico es caro.
— De nuevo, gracias por permitirnos quedarnos.
— Todo por pasar la navidad con Robbie— digo, pasándole un brazo por los hombros a Robbie— pueden quedarse para año nuevo si quieren.
— No, ha sido suficiente.
— Tenemos planes— los dos se dan una mirada tan significativa, comprendo que nosotros no fuimos los únicos que ansiamos un poco de privacidad— pero gracias por la invitación. Nos veremos cuando regreses al trabajo.
— claro.
— Robbie, espero que nos veamos pronto.
— quizá, Gilbert me ha sugerido una idea que podría hacer que nos veamos más seguido. Seria agradable ver caras conocidas si llego a acompañarlo.
— ¡Esa idea es genial! Te estaremos esperando. No cubrimos todas las campañas, pero estaré esperando. Podemos hacer una pijamada, así que no olvides traer tu pijama nuevo. Les hare videollamadas sorpresa por la noche para comprobar que las usan ¿entendido?
— Sam, eso no está bien— pero Sam sigue hablando de las pijamas de pareja y de llamadas, hasta que anuncian que su vuelo está abordando.
— bueno, tenemos que irnos… ¿no olvidamos nada?
— tengo algo más para ustedes. Considérenlo un regalo atrasado de navidad— abre una de las maletas y saca un libro— no pudimos tenerlo listo para navidad porque no imprimen fotografías en navidad, y tenía que añadir las faltantes. No puedo viajar con una impresora profesional— tomo el libro, es ligero y alto.
— ¿Qué es?— Robbie se abraza a mi brazo para poder ver cuando abro el libro. Hay una fotografía de nosotros pegada en papel negro. Los dos estamos colgando adornos en el árbol de navidad. Claro que eso fue falso, el árbol ya estaba decorado y solo tuvimos que fingir que lo hacíamos. La fotografía donde estamos en el sofá, yo recostado en el regazo de Robbie se ve mucho mejor impresa. Las fotos de las tiendas siguen después, en todas estamos riendo por las bromas de Sam, mi favorita es una donde estamos caminando cargando las compras, le damos la espalda a la cámara pero se real.
— algunas no fueron publicadas, así que tienen allí exclusivas— Robbie extiende la mano para que no gire la página, la foto en la que está sentado sobre el hielo, riendo mientras yo intento pararme para ayudarlo. Dennis no mentía al decir que sus fotografías no salían mal.
— Me encantan— incluso hay fotos de la cena, ni siquiera me di cuenta de cuando puso la cámara porque él también sale en la mesa— gracias.
— solo es trabajo.
— Dennis, vamos, aún tenemos que pasar a etiquetar el equipaje.
— Gracias chicos.
— Nos vemos, Robbie.
— ¡Hasta el próximo año! pensare algo lindo para ustedes con anticipación ¿vale? Robbie, tienes que practicar mucho para poder disfrutar más tiempo libre ¿entendido?
— entendido. Pero no nos veremos el próximo año, espero vernos antes.
— ¡cierto! lo olvide. Entonces, nos vemos pronto e igual pensare algo lindo para la próxima navidad— y sé que habla en serio. Sam agita efusivamente la mano, Dennis solo inclina la cabeza. Nos quedamos un momento más antes de salir del aeropuerto. Aun hace frio, aun es diciembre y aun se siente ese ambiente festivo.
— No puedo esperar para la próxima navidad— Robbie gime.
— Gil, la navidad fue apenas hace unos días, dale un descanso ¿sí?— me rio, abrazándolo. Ahora que pasamos juntos este tiempo, sin duda lo haremos más seguido. Quizá los convenza para hacer algo el día de los enamorados, o para el verano, Halloween, el otoño… el año está lleno de días que podemos disfrutar juntos.