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Siete días de navidad por Silence Tsepesh de Lenfet

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— No necesitamos uno tan grande.


— no es grande.


— el que tenemos en casa está bien.


— el árbol parece más decoración de Halloween— me cruzo de brazos, intentando mantenerme firme ante la mirada indignada de Robbie— un árbol de verdad es mejor. Y no es tan grande, es normal.


— no me gusta la idea de cortar un árbol cuando hay muchos problemas ambientales. Uno artificial puede usarse muchos años.


— y muchos años en contaminar también. Estos árboles son especiales para cortar, no estas cometiendo un crimen. Y no iremos a cortarlo, los venden ya listos ¿sabes?— Robbie aún no está convencido.  Es muy temprano pero estamos de camino a las tiendas. Lo que tenemos para decorar es muy poco, no sé cómo decoro Robbie otros años pero no parece que fuera algo llamativo— incluso hay lugares especiales que los reciben cuando ya no los usan y les dan un reciclado apropiado. Dudo que puedas decir lo mismo de un árbol artificial— no obtengo respuesta de eso. Giro el auto para entrar al estacionamiento del centro comercial. Hay pocos vehículos y consigo un lugar cerca de la entrada.


— que sea uno pequeño.


— ¿pequeño? Entre más grande mejor.


— ¿Qué? No, es… ¿Por qué compraríamos algo tan grande? No podremos decorarlo.


— oh, claro que sí— me dirijo a los árboles navideños que exponen afuera de la tienda. Robbie me sigue, enfurruñado. Me rio al ver su expresión— no te pongas amargado, parecerá que odias la navidad.     


— no odio la navidad, no veo sentido en gastar en algo tan grande— realmente hay árboles muy grandes. Robbie se queda cerca de la entrada donde están los árboles más pequeños, no son más altos que nosotros.


— Robbie, no tendremos un árbol enano— la empleada que está encargada suelta una risa. Robbie aparece entre los árboles.


— tampoco quiero un árbol enorme— nos miramos ¿siempre hemos tenido esta discusión por los árboles de navidad?


— es la primera vez que hacemos compras navideñas juntos— nunca hemos estado en esta situación, y eso me hace reír de nuevo. Ahora sé porque no recordaba como habíamos solucionado otros años estos desacuerdos. Y Robbie siempre ha decorado— reorganicémonos. Ya aceptamos que tendremos un árbol natural, entonces yo no lo quiero pequeño y tú no lo quieres grande ¿Qué tamaño está bien para ti?— él mira los árboles. Señala uno de mí misma altura.  


— ese tamaño— está mejor. 


— está bien, me agrada— es un mejor comienzo. Nos dirigimos a ese espacio. Es apenas un pasillo de unos pocos pasos, pero hay mucho de dónde escoger— ¿Qué te parece este?


— creo que todos son iguales, son arboles así que mientras no sea más grande el que sea está bien para mí.


— vamos, espero un poco más de alegría y espíritu navideño— pone una sonrisa, o más bien una mueca que intenta hacer pasar son sonrisa.


— ¿mejor?— le abrazo, riendo. Le siento reír— ese árbol está bien, entremos para buscar los adornos.


— ¿tienes prisa o algo? es temprano. Disculpa— me dirijo a la empleada— ¿podemos pagarlo y dejarlo aquí para ir a buscar los adornos?


— claro.


— perfecto— me adelanto a pagar. Luego enlazo mi brazo con el de Robbie para entrar a la tienda. El frio de la tienda me hace estremecer y me pego más a Robbie— ¿has pensando en cómo quieres decorar el pino?


— No, pensaba en ver algunos adornos y elegirlos aquí.  


— buena idea. Pero si resulta que no encontramos adornos será culpa tuya porque no quisiste comprarlos cuando te lo dije— se ríe, empujándome un poco. No hay forma de perderse para llegar al pasillo donde tienen todas las esferas y esas cosas— estuvieron proponiendo la idea de ir a uno de esos pueblos dedicados a la navidad, para hacer una sesión de fotos. No sabía que existían, al parecer tienen adornos y navidad todo el año y son más populares durante la temporada.


— tampoco sabía. Pero suena interesante.


— sí ¿vamos el próximo año? si funciona lo de este año puedo convencerlos para el próximo, seria con gastos pagados— añado.


— No me negare a eso. Pero concentrémonos primero en esta navidad antes de planear la siguiente ¿bien?— se detiene en una estantería, luego camina despacio— estuve buscando a alguien que nos ayudé con las luces fuera de la casa. Encontré buenas opciones pero ¿Qué dices tú? Supuse que querrías hacerlo tú mismo pero es peligroso y no sabemos que hacer realmente.


—no debe ser tan complicado, pero encarguémonos de eso al final— entiendo el punto de Robbie y no estoy seguro de hacerlo bien o hacerlo sin caerme del techo— ¿esto te gusta? Se vería bien en el jardín— son unos cuantos adornos en forma de bastones de caramelo. Pasare por la zona de dulces para comprar unos reales.


— me gustan.


— eh… ¿Robbie, cariño? Estas eligiendo esferas de todos los colores.


— sí…— se gira, aun con una caja de esferas doradas con líneas rojas. En la otra mano tiene unas de color plata y en la cesta que tomamos veo azules y rosas— ¿no es el punto? ¿Comprar adornos?


— Eh, si… solo que elegir uno o dos colores hace que el árbol se vea mejor. Como azules y doradas, y además aún tiene que llevar luces. Si ponemos esferas de colores con luces de colores sera algo excesivo.


— ¿es una broma?— podría preguntar lo mismo— son árboles de navidad, deben ser coloridos y tener todo tipo de adornos raros y lindos. Pero si quieres hacerlo así, está bien, no voy a discutir por el color de las esferas que llevara nuestro árbol de navidad. No digas lo del árbol, que eso era algo diferente, un pino enorme no entraría por la puerta— deja las dos cajas de esferas.


— tienes razón…estaba pensando en los árboles que he visto, normalmente cuando ponemos árboles de navidad para las sesiones fotográficas son muy perfectos, todo está calculado para que se vea la perfección. Me deje llevar por eso, podemos poner los adornos de colores— tomo de vuelta las cosas que Robbie tomo y las pongo en la cesta.


— pongamos las luces amarillas o blancas— dice simplemente— para las luces del jardín estaría bien ponerlas de colores ¿Qué dices?


— buena idea.


— ¿esto era tan caro?— le escucho murmurar. Le doy un codazo.


— solo elije cosas. No queremos un árbol con pocos adornos. Saliendo de aquí iremos a otra tienda— Robbie murmura algo que me suena a que el árbol va a secarse, pero se entretiene mirando una serie de esferas con diferentes formas— bien, dejaremos el árbol en casa primero y luego a buscar más cosas.          


— no vamos a recorrer todas las tiendas— hago una mueca porque es justo lo que quería hacer. Escucho su risa— vamos, el árbol estará bien con lo que compremos ¿te gusta esto? se verá bien en la puerta— sostiene una corona navideña ya decorada.


— necesitamos un carrito, la cesta no sera suficiente. Espera aquí— le paso las cosas que yo tome y camino rápido a la entrada, donde recuerdo ver los carritos. Hay más personas llegando, mantengo la cabeza baja para que no me reconozcan porque hoy no quiero que me reconozcan. Robbie sigue donde le dije, está mirando uno de esos empaques con muchas esferas— ¿quieres llevarlas?


— no lo creo. Son todas iguales, mejor busquemos con que decoraremos el resto de la casa.


— aún son pocas esferas, llevemos más.


— dijiste que iríamos a otras tiendas— y eso es justo lo que hacemos. Dejamos el árbol y las compras que hicimos en casa antes de ir a otra tienda. Y a otra. Luego almuerzo y después a otra tienda. Esta atardeciendo cuando regresamos a casa, con comida china para casa y con tantas bolsas de adornos que podríamos recrear la casa de santa Claus en nuestra casa sin ningún problema. Hay tantas cosas que no sé por dónde deberíamos comenzar, después de la comida tardía claro. Robbie dejas las cosas en el piso de la sala y la comida en la mesa.


— ¿por dónde deberíamos comenzar?— con la comida en la boca, Robbie solo señala el pino.


— iniciemos por allí, lo demás resolveremos.


— preferentemente antes de que el equipo que tomara las fotografías llegue o tendremos una decoración más extravagante y no sera nuestra. Quiero que esto sea nuestro.


— ¿Cuándo llegaran?— me encojo de hombros. No he recibido la información aunque bien podrían estar de camino y llegar mañana.


— supongo que pronto, las fotografías serán para la temporada. Por cierto, revise los nombres que me enviaste para la decoración exterior, me agradan un par,  podemos llamarlos mientras decoramos, entre más rápido mejor— igual tal vez pueda convencerlo de que podemos hacerlo nosotros y no pagar.  Robbie termina primero de comer y para ponerle tantas quejas al árbol está siendo más entusiasta de lo que esperaba— ¡Robbie, espérame! Aun no termino de comer. 


— pierdes por lento. Este árbol no va a decorarse solo ¿sabes? y aún tenemos una gran casa para decorar.


— ahora quien es el señor Quien— murmuro, comienzo a comer más rápido ya que conozco a Robbie sé que es muy capaz de dejarme de lado con la decoración si no me apresuro. Cuando entro a la sala, él solo ha acomodado el pino en un espacio y le quito las cuerdas para liberar las ramas. Le dejo allí, estirando las ramas, para comenzar a sacar las esferas.


— Las luces.


— ¿Qué tienen?— se gira a verme, de nuevo con esa mirada de maestro cuando das una respuesta errónea o haces un mal chiste y te están exponiendo delante de todos.


— primero se ponen las luces en el árbol,  o tiraras las esferas cuando las coloques— miro las esferas en mis manos.


— oh. Tiene sentido. Claro— busco entre las bolsas hasta que encuentro las luces.


— y no vayas a enredarlas,  por favor— esa es una tarea imposible. Le miro, extendiéndole el enchufe de las luces.


— ¿me ayudas?— se ríe pero toma las luces— entre los dos es mejor ¿no?


— siempre es mejor entre los dos— él sostiene la serie de luces desde el enchufe mientras yo comienzo a desenredar y a girar en el árbol, de vez en cuando enciende las luces para ver cómo va quedando— espera, no te muevas— me dice de pronto en uno de esos momentos con las luces encendidas, y el flash d su teléfono me deja algo cegado. Parpadeo varias veces, Robbie me muestra la foto: tengo los brazos extendidos, con las luces enredadas entre mi cuello y mis brazos— es linda.


— moriré electrocutado— su risa llena la sala.


— sigue girando, aún faltan otras dos series de luces.


— como ordenes— le beso antes de volver a girar. Lo hago más rápido, así que termino rápido a pesar de las veces que nos detenemos para acomodar los espacios en donde van quedando.


— me gustan mucho las luces de colores pero estas se ven mejor de lo que pensaba— me pongo a su lado, unos pasos alejados para observar mejor como quedo.


— está perfecto. Pongamos las esferas ahora.


— Aún faltan las guirlandas. Pon los cordones a las esferas mientras yo pongo las guirnaldas, no tardare— ¿Qué guirnaldas? ¿Esas no van en el techo o las paredes? Robbie saca un montón de cosas hasta que las encuentra, pero no son las guirlandas que esperaba, estas son como cuentas de brillantes y doradas, pequeñas. Observo a Robbie girar un par de veces en el árbol, colocándolas. — ¿pasa algo?


— te quiero—sus mejillas se ponen rojas, pero me sonríe.


— esta navidad… estoy muy feliz de que estés conmigo— debí hacer esto antes, pedir estar aquí, con Robbie. No dejare que pase de nuevo. Ningún trabajo vale lo suficiente para no prestarle atención a la persona que quiero. Le acaricio el cabello y le paso una esfera.


— pon la primera esfera.


— creí que tú estabas más interesado…— me mira, aún tiene las mejillas rojas. Su mano toma la mía, hace que tome un lado de cordón y nos hace ponerla juntos— listo—no necesito un espejo para ver que ambos tenemos la misma sonrisa de felicidad— solo faltan un millar más.


— entonces comencemos— no son un millar, pero si son muchos adornos. Colgamos y colgamos esferas y moños, figuras de plástico brillantes… lo que pensaba eran muchos adornos apenas resultan suficientes para el árbol. Las luces blancas y los colores de los adornos hacen un contraste muy lindo— tenemos nuestro árbol de navidad.


— tenemos nuestro árbol de navidad— Robbie sonríe, luego saca una caja más. Él ha ido recogiendo las bolsas y papeles que hemos desechado al sacar todo así que no estamos rodeados de un caos. La caja tiene una estrella, la estrella de la punta del árbol— falta esto. Yo no alcanzo a ponerla, tirare el árbol si lo intento.


— puedo traerte una silla. O puedo alzarte.


— solo ponla— la saca de la caja. Es grande y dorada, brillante. Abrazo a Robbie, y así, con un brazo rodeándolo, estiro el otro y coloco la estrella.  


— necesito una fotografía de esto— saco mi teléfono y hago una selfie de nosotros con el árbol de fondo— ¿por dónde seguimos?


— ¿las ventanas?


— a las ventanas— usamos las sillas para poder colgar las guirnaldas verdes y esferas en los marcos de las ventanas. Dejo que Robbie suba y yo le paso las cosas que va necesitando.


— Gilbert.


— ¿sí?


 


—intento decorar aquí ¿puedes dejar de manosearme?— me rio, pero me abrazo más a sus piernas sin mover mis manos— eres imposible— siento una caricia en mi cabello— pásame otra esfera, ya casi terminamos, podemos comenzar con el patio— me da un empujoncito para bajarse. La casa se ve muy navideña ahora, que hemos puesto guirnalda y esferas por las ventanas y en los marcos de las entradas además del pasamanos de la escalera.


Lo primero que hago cuando salgo es colgar una corona decorada en la puerta. Robbie se ríe, cargando con todo.


—  debimos comprar las figuras que yo dije.


— era demasiado ¿quieres poner una villa navideña en el jardín?— si quería.


— no es mala idea— solo me dejo comprar un par de renos hechos de luces y un pino igualmente solo de luces. Varios bastones de caramelo de madera para clavar en el jardín y luces para la casa fue todo lo que pude traer porque Robbie no cedió— al menos me hubieras dejado traer el muñeco de nieve inflable o un Santa Claus. 


— ya quisiera ver donde ibas a guardar todo eso ¿vas a ayudarme o tendré que hacerlo todo?


— voy ¿Dónde se ven mejor? Ve allá y dímelo— colocamos todo en lo que creemos es el mejor lugar y mientras Robbie entra a buscar una extensión eléctrica para poder encender las cosas, me escabullo a la casa de uno de los vecinos a pedir una escalera. Me tardo más de lo esperaba y Robbie ya salió de la casa.


— Gilbert, no.


— vamos, déjame intentar. No voy a excederme y puedes sujetar la escalera.


— ya está oscuro— en eso tiene razón, el sol se ha estado ocultando rápidamente desde que estamos fuera.


— ah, pero no necesitare clavar nada, usare los clavos que están de otros años. Solo colocare las luces—Robbie me mira, luego al techo. No creo que pueda subir hasta el segundo piso para poner las luces, pero poner lo mas posible hoy me basta.


— bien. Pero si tienes problemas bajaras tu trasero de allí ¿bien?


— no hay necesidad de ponerse rudo— me rio, le beso y comienzo a subir. Robbie finge aclararse la garganta.


— olvidaste las luces— se ríe mientras bajo para buscarlas. Son varias series, una simple, otra que tiene estrellas colgando, una más tiene las luces colgando como cascada… comienzo a colgarlas una por una, bajar y subir las escaleras me toma mucho tiempo y está completamente oscuro cuando terminamos— ¿listo para encenderlas?


— no puedo esperar— Robbie es lento cuando al fin conecta el enchufe y las luces encienden. Los dos miramos desde la calle el jardín decorado, podemos ver por la ventana nuestro nuevo pino de navidad y algo de lo que decoramos— no es lo que esperaba, y estoy seguro de que tampoco es lo que tu querías pero me gusta— discutimos mucho por lo que pondríamos o no este año, y eso fue divertido, compartir todo eso con Robbie es lo que mas me gusto y se nota el resultado de nuestros puntos de vista diferentes.  


— funciona. 


— ahora no puedo esperar para navidad— a nuestro lado, la casa de los vecinos también enciende sus luces,  otras más ya están encendidas en otras casas pero parece que por fin la navidad esta llegando a este lugar.        


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