El día había llegado. La clase A contra la clase F. La elite contra los idiotas. Los mejores promedios contra los más mediocres.
Todas las apuestas estaban a favor de la clase A.
—Comencemos con la primera ronda.
Quien fungía como supervisor era el profesor de deportes, Giyuu Tomioka. Solo por esta ocasión especial se le dejaba el poder de todas las materias, pues sus compañeros de trabajo no querían perder tiempo en un EIB del cual ya sabían el resultado.
“Tomioka tiene más tiempo libre, que sea él quien supervise a esos revoltosos” dijo Sanemi Shinazugawa, así que el voto fue unánime.
La sede del encuentro era en la explanada del salón A, a un costado se extendía una enorme pantalla para que todos los presentes pudieran ver las peleas. En la misma pantalla aparecía Enmu, como la chica de las rondas, mostrando el cartel del primero.
—¿¡Por qué Enmu es la chica de la ronda!? —gritó Daki —, ¡esto no se va a quedar así!
De inmediato Daki desapareció.
—Por favor, pasen los dos primeros contendientes —pidió Tomioka. Quería que todo esto terminara rápido para poder irse y almorzar.
—Ve con cuidado Kaigaku —habló Kokushibo.
—Más te vale recompensarme con algo cuando gane.
—¿Ara? Al parecer estas llenó de confianza. Lástima para ti que tu oponente sea yo.
Frente a Kaigaku se ponía de pie Shinobu, escondiendo discretamente su sonrisa detrás de su mano.
—No te preocupes, no prolongaré tu sufrimiento —agregó Shinobu con un tono de voz más oscuro.
“¿Por qué diablos a Douma le gusta esta chica tan tenebrosa?” pensó Kaigaku.
—¿Materia? –preguntó Tomioka.
—Literatura —dijo Kaigaku de manera segura.
—Concedido.
El primero en sacar a su ser invocado fue Kaigaku, un pequeño ser vestido con una yukata negra y un obi azul, tenía pequeñas marcas en sus mejillas y una espadita de madera. Con un total de puntos de 194.
—Se nota que te esforzaste por esos puntos.
—Tsk, saca a tu invocación para terminar rápido con esto.
—Si insistes… invocación.
El ser invocado de Shinobu era su miniatura, con un uniforme negro y un haori blanco con un diseño de mariposa. También tenía una espadita de madera. Sus puntos son de 377.
Literalmente de un golpe deshizo a la pequeña invocación de Kaigaku.
—Ganadora, clase A, Shinobu Kocho.
Gritos de apoyo y celebración se dejaron escuchar. Incluso los de Douma.
—¿¡De qué lado estás, cabrón!? —gritó Kaigaku mientras regresaba a con sus compañeros.
Solo por esta ocasión, el castigo sería al final del EIB, así que Muzan esperaba pacientemente en su oficina.
—No te preocupes, no estoy decepcionado —dijo Kokushibo.
—¿Quién se preocupó por eso? —retó Kaigaku.
En el panel aparecieron ahora Enmu y Daki, luciendo diminutos shorts y blusas que mostraban el ombligo. Entre ambos sostenían el cartel de segundo round. La imagen emocionó a más de uno.
—Los participantes del segundo round, acérquense.
—Akaza —, Kokushibo posó sus manos sobre los hombros del chico, su voz se tornó gentil pero decidida —, eres el único que puede hacer esto por nosotros. Confío en ti. Demuéstrales quien eres realmente.
Akaza asintió decidido. Se sentía fuerte y estaba seguro de que tendría un puntaje alto. Pero toda su determinación se fue al suelo cuando enfrente de él se encontraba un niño.
—¿Es una maldita broma? ¿¡A que están jugando clase A!? ¿¡Me están subestimando!?
El niño se enojó, así que apuntó con su dedo al de cabello rosa.
—El único que está subestimando aquí, eres tú, idiota.
—¿Qué dijiste pequeña pulga?
—Akaza, este niño es Rui Ayaki. Está en esta clase porque es realmente inteligente, fue ascendido rápidamente de grado —explicó Tomioka.
Un pequeño niño genio. Esa iba a ser una pelea difícil para Akaza.
Giyuu suspiró de alivio cuando vio que Akaza calmaba su furia un poco. Ya no tenía que meterse a defender a Rui en dado caso que Akaza se lanzara contra él. Ahora solo retomaría el EIB.
—Materia.
—Historia japonesa.
—Concedido.
Rui invocó a su pequeño ser invocado, una miniatura completamente albina, con una yukata blanca y marcas rojas en su rostro. El puntaje era de 410.
“No hay problema, todo lo que me enseñó Kyojuro y lo que estuve estudiando me sirvieron para aumentar mis puntos en el examen de recuperación. Solo dejé dos sin responder. Yo voy a mi destino y voy a ganar” monologó Akaza en su mente.
—¡Invocación!
Su pequeño ser invocado apareció en escena. Pero fue destruido en segundos.
—Ganador, clase A, Rui Ayaki.
—¿¡Por qué mierda tienes 41 puntos!? —gritó realmente molesto Hakuji.
—¡No lo sé!
—Literalmente ese niño es 10 veces más inteligente que Akaza-dono —dijo Douma después de hacer cuentas con sus dedos y la aplicación de la calculadora de su celular.
—Es hora de que comience el verdadero EIB, hay que ponerse serios —mencionó Kokushibo.
—¡Maldito! ¡Dijiste que confiabas en mí!
—Confiaba en que ibas a perder.
—¡Te golpearé después de clases!
—¡Quien te golpeara soy yo! ¿Cómo es que repruebas en un examen para el que si estudiaste? — espetó Hakuji.
La pantalla se iluminó mostrando a Daki y a Enmu vistiendo minifalda y blusas de tirantes pegadas a sus cuerpos. Enmu sostenía el cartel del tercer round mientras Daki extendía sus brazos señalando hacia el cartel.
—Participantes de la ronda tres, acérquense.
Hakuji había salido a hacer su participación. Perder no era una opción, una cagada más y todo el esfuerzo sería en vano.
—Química —Hakuji habló antes de que Tomioka preguntara, de inmediato su propuesta fue aceptada.
Frente a él se paraba una chica de cabello blanco y ojos gris claro.
—¡Mukago presente! ¡Invocación! —gritó la chica, el pánico escénico la invadió de inmediato.
El diminuto ser de cabello blanco, ojos azul cielo y una yukata roja apareció, con un total de 331 puntos.
Hakuji hizo aparecer a su invocación, destruyendo al de Mukago tan rápido como había aparecido. Los 504 puntos de no fueron rival para Mukago.
Los gritos de celebración por parte de la clase F no de dejaron esperar. Incluso alguien lanzó confeti.
Sin embargo, Tomioka carraspeó fuerte para hacer que volvieran a guardar silencio.
—Que comience la ronda cuatro —anunció el profesor para después levantar su vista de las hojas que tenía en mano —, si su representante no llega en cinco minutos, este round lo gana la clase A.
—Llegará a tiempo —dijo Kokushibo.
Las puertas del salón A fueron abiertas de manera brusca, por ellas, el alto y escuálido cuerpo de Gyutaro entraba lentamente. Muchos se sorprendieron al verlo con una expresión seria, de su boca salían bramidos grotescos que hacían a su apariencia desaliñada verse más feroz.
—Ya llegó —el rostro de Kokushibo se llenó de confianza.
Tomioka iba a replicar que ese no era el nombre de la persona que tenía anotado, pero de la espalda de Gyutaro se asomó una chica de cabello negro el cual era adornado con tres horquillas en forma de copo de nieve.
Con mucho cuidado, Gyutaro bajó a la chica, quien le agradeció dulcemente. Seguido a esto, el mayor de los hermanos Shabana terminó rendido en el suelo, había comenzado su maratón de la escuela a la casa de la chica, de regreso hasta el salón para el examen de recuperación y de ahí hasta el salón A.
—¡Vive en una jodida colina! —se quejó Gyutaro, quien estaba sudando a mares.
—Lo siento, vivo ahí porque los árboles que rodean el dojo sirven como filtro para las impurezas del aire —de disculpó.
—¿¡Koyuki!? ¿Por qué estas tu aquí?
Hakuji se acercó rápidamente, en su rostro se notaba la preocupación porque la chica frente a él pescara algún alérgeno. Se sentía un poco menos tenso ya que ella llevaba un cubre boca.
A lo lejos, Akaza la saludo.
—¡No te preocupes! El día de hoy amanecí bien. Kokushibo-san me pidió amablemente que me uniera a su causa, y como parte del grupo no puedo dejarlos solos.
Y aunque su sonrisa era ocultada por el cubre boca, sus ojos rosas reflejaban su acción.
Para Hakuji fue difícil dejarla seguir adelante, pero confiaba en la chica.
—Por cierto, el aire de aquí es limpio, así que puedes quitarte el cubre boca sin problema —anunció Kokushibo.
Koyuki hizo caso, no le gustaba tener nada encima del rostro. En cuanto mostró su cara, muchos chicos vieron lo linda que era. En ese momento los del CDLI agregaron a Koyuki a su lista de “personas puras que jamás deben de ser corrompidas” y a Hakuji como su amenaza número uno.
—Hakuji Soyama ha sido condenado cinco veces a la hoguera —dictaminó el líder del CDLI.
—Por favor, antes de que los de la inquisición quemen la escuela, los combatientes del cuarto round acérquense —pidió Tomioka.
En la pantalla estaban Daki y Enmu en traje de baño, gracias a la apariencia andrógina de Enmu, fácilmente podía usar un bonito traje de baño con holanes. Entre los dos sostenían el cartel del cuarto round.
En el centro de la explanada estaba Koyuki, su contrincante sería Yoriichi.
—Un gusto y disculpa, tengo que ir en serio contra ti.
—No se preocupe, Tsugikuni-san. Será un honor para mí que no lo haga —. Koyuki sonrió con dulzura — Profesor Tomioka, la asignatura será comprensión.
Hubo un enorme silencio. En sí, comprensión no era una materia, era un puntaje global de todas las asignaturas, pues media el potencial del estudiante.
—Concedido.
Yoriichi fue el primero en invocar. Su diminuta invocación era una réplica exacta suya, usando un hakama negro y un haori rojo. En su mano llevaba una espada de madera.
—¿¡3589 puntos!? ¿¡Qué clase de monstruo es tu hermano Kokushibo!?
Kaigaku casi se cae de nalgas al ver tal puntaje, sabía que era global, pero eso excedía lo que él creía era humanamente posible. Y no era el único, muchos de sus compañeros estaban igual de sorprendidos. Incluso los dos chicos que rezaban iniciaron a recitar su mantra.
El nombrado no respondió. No haría ningún comentario acerca de su hermano.
—Nakime podrá ser la representante del grupo A, pero el mejor estudiante de la escuela es Yoriichi Tsugikuni —aclaró Douma, principalmente para los hermanos Soyama.
Entonces fue el turno de Koyuki de invocar. Su pequeño ser invocado era una miniatura de ella, con el cabello en un recogido, adornado con tres horquillas que tenían un copo de nieve cada uno, usaba una yukata azul celeste y se encontraba sentada sobre una especie de alfombra voladora.
—Interesante —susurró Yoriichi.
El puntaje total de Koyuki es de 3590 puntos.
La batalla dio inicio. A pesar de ser físicamente débil, el ser invocado de Koyuki era sumamente fuerte, tanto como para darle pelea a Yoriichi. Durante un par de minutos hubo tensión, los ataques de cada uno bajaban el puntaje del otro, el mínimo error les costaba puntos a ambos.
La invocación de Yoriichi –con solo 20 puntos restantes- había atacado directamente a la de Koyuki, dejándola a 21 de vida, aprovechando la cercanía, la pequeña invocación de kimono azul hizo un ataque kamikaze y golpeo su cabeza contra la de su oponente. Al final, la determinación de Koyuki y la diferencia de un punto fue lo que marcó todo.
Los puntos de Yoriichi habían terminado en cero, mientras que los de Koyuki terminaron en uno.
—Ganadora, grupo F, Koyuki Soryuu.
Un enorme grito retumbó en el salón A, los del F celebraban tal hazaña. Entre todos cargaron a Koyuki y la alzaban.
—Desde este momento decreto a Koyuki como “la gran princesa de hielo” —anunció el líder del CDLI.
Por todo el lugar se escuchaba el vitoreo, gritos como “que viva la princesa de hielo” “la princesa Koyuki es la mejor” “Koyuki-sama”
Ante un único estornudo de la chica, todos los chicos del CDLI la rodearon para defenderla.
—Por favor, acabemos con esto —habló Tomioka —, participantes del ultimo combate, pasen adelante.
Frente a frente estaban Kokushibo y Nakime, entre ellos se decidiría el destino de ambos grupos.
—Elijo una prueba en escrito para la última ronda. La materia será inglés de nivel secundaria. El máximo de puntos será de 100.
Murmullos y expresiones de sorpresa no se hicieron esperar. Aunque el EIB es una batalla donde se utiliza el puntaje de los exámenes para pelear con seres invocados, se puede tomar la opción de retar por medio de un examen escrito.
Mientras se involucre exámenes y sea aprobado por un profesor, no importa cómo se realice.
—De acuerdo —un suspiró pasó por los labios de Tomioka. Quería que ya acabara todo esto —, ambos participantes alístense y pasen al salón de recuperación en cinco minutos.
Cuando Kokushibo regresó con sus compañeros, el grupo protagonista lo esperaba ansioso.
—¿Qué no es una tonta idea? A nivel secundaria ambos pueden obtener 100 puntos fácilmente —dijo nada feliz Hakuji.
—Aunque un simple error significa que pierdes —reflexionó Koyuki.
—Ya veo… no esperaba menos de ti, Koyuki. Eres realmente lista y yo un completo idiota —alabó Hakuji.
—¿Pero qué cosas vergonzosas dices, Hakuji-san? Tú también eres realmente listo.
—Pero tú más que yo.
—No, no. Eres listo, incluso puedes serlo más que yo.
—Nunca podría superarte.
—Dices cosas tan tiernas Hakuji-san.
Akaza se alejó de aquel par, por algún motivo sentía que la dulzura y los corazones invisibles que ambos soltaban le golpeaban la cabeza.
—Es justo como dice Koyuki —retomó Kokushibo —, un error podría hacer que todo esto se pierda. Pero no se preocupen, Nakime falla en las preposiciones, si esa pregunta aparece, la victoria es mía.
Había un silencio absoluto, en la enorme pantalla del salón A se transmitía el examen entre Kokushibo y Nakime desde el salón de recuperación.
Sentado en el escritorio se encontraba Muzan, observando a ambos chicos, de pie, a un costado de Muzan estaba Tomioka.
“No quiero estar con él” pensó el profesor de deportes.
—Comiencen —anunció Tomioka después de recomponerse mentalmente.
Ambos chicos estaban inmersos en sus respectivas pruebas.
—¿Qué pasará si la pregunta no aparece? —cuestionó Akaza.
—Deberíamos de apostar a que aparecerá —Kaigaku volteó al dúo que reza —. ¡No escucho su maldito mantra! ¡Necesitamos de su fe ahora!
De inmediato los chicos se pusieron a rezar.
Entonces Kokushibo reaccionó con una sutil sonrisa. ´
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Los exámenes escritos habían sido llevados a revisar por la profesora de inglés. Al final del día se obtuvieron los resultados.
Los rayos del atardecer estaban bañando la escuela, y los dos grupos de nuevo se habían reunido en el salón A. Incluso estaban algunos profesores que curiosos fueron a ver los resultados.
Tomioka estaba enfrente de todos, no quería estar ahí. Realmente no se le daba bien el estar enfrente del público.
—Comenzaré a decir los resultados.
La tensión aumentó, el único ruido que se escuchaba era el mantra de los chicos que rezan, obviamente amenazados por Kaigaku si dejaban de hacerlo.
—Representante de la clase A, Nakime Otogawa, 95 puntos.
La clase A estaba devastada, los profesores estaban más que sorprendidos, las miradas se posaron en la clase F mientras ellos celebraban su victoria.
Mukago lloraba, sentía que era su culpa por ser el miembro más débil del equipo.
Yoriichi volteó a ver a su hermano, recordó que Michikatsu siempre trabajaba a su manera. Eso solo le hizo suspirar. Fue a consolar a Mukago, él también había perdido, así que sabía cuánto peso caía en los hombros de la chica en ese momento.
—¡Lo logramos Kokushibo! —Kaigaku gritó feliz, abalanzándose sobre Kokushibo, abrazándolo.
—¡Lo hicieron! ¡Correr esa maldita colina valió la pena! —dijo Gyutaro.
—¡Viviremos como reyes! —celebró Enmu.
—Lo siento Shinobu-chan —susurró Douma.
“Esto es por ti Koyuki” pensó Hakuji.
—Representante de la clase F, Michikatsu Tsugikuni, 79 puntos.
Solo hubo un silencio enorme.
El grupo F además de tener que tomar clases suplementarias, terminó cambiando sus mesas de té por cajas de cartón.
—¡Estamos peor que antes! ¿¡Qué demonios fue ese puntaje!? —gritó Hakuji.
—No se puede hacer nada, después de todo el inglés no es mi idioma natal.
Después del resultado y cambiar sus mesas, el grupo protagonista descansaba en el salón. Koyuki había regresado a casa después de su participación en el EIB, así que solo tendría que esperar a que Hakuji le mandara un mensaje con el resultado.
Justo después de escuchar el resultado, el salón entero se abalanzó contra Kokushibo para golpearlo. Kaigaku aprovechando que lo había abrazado, lo sujetó con fuerza para no dejarlo escapar, no se esperó terminar volando por los aires después de que Kokushibo le aplicara una técnica de judo.
Le dieron persecución por un rato hasta que lo acorralaron en el salón, y con un discurso de que, si no querían que Muzan los castigara de una vez, tendrían que ponerse a cambiar el inmobiliario para hacer tiempo suficiente y aplazar las clases complementarias para mañana.
Así que al final del día los únicos que quedaban eran ellos.
La puerta de shoji se abrió, y por ella entró Nakime, directamente hasta Kokushibo.
—Michikatsu, nuestra promesa —dijo Nakime.
Los chicos contuvieron el aliento, mientras, Daki y Gyutaro no tenían idea de que sucedería.
Preguntas sin contestar pasaron por la mente del resto: ¿realmente gusta de omegas? ¿A quién escogerá? ¿Enmu, Daki o Koyuki?
—Sal conmigo, Michikatsu.
Un “¿¡Eh!?” salió de la boca de todos.
—¿Aún sigues con eso? Te he dicho que no me gustan las personas como tú.
—Sin embargo, perdiste, y una promesa es una promesa. Hazlo por tu honor alfa.
Kokushibo se puso de pie, tomó sus cosas y salió del salón. Antes de cerrar la puerta dijo:
—Tengo libre los fines de semana.
Eso hizo sonreír a Nakime, momentos después se fue también del salón.
—A ver, a ver, ¿qué pasó? —preguntó Kaigaku.
—Tal parece que a Nakime le gusta Kokushibo y por esa razón no quiere que otros omegas se acerquen a él —reflexionó Enmu.
—Oigan, ¿Y Akaza-dono?
Dogeza, un elemento de la etiqueta tradicional japonesa que implica arrodillarse directamente en el suelo y agacharse para postrarse mientras se toca el suelo con la cabeza. Y eso es justamente lo que está haciendo Akaza frente al profesor Rengoku.
Completamente avergonzado por su precaria actuación en el EIB, Akaza fue directamente a disculparse con Kyojuro, él mismo le había perdido que le diera de su tiempo para salir excelente en calificación para el examen de recuperación, pero solo había fracasado.
En cuanto vio al profesor sentado, no dudo ni un segundo en postrarse de esa manera frente a él, y al parecer Kyojuro no esperaba menos.
En las manos del profesor estaba la hoja de respuestas de su alumno, la cual tenía casi todas bien contestadas, sin embargo, Akaza había puesto en el lugar de su nombre la primera respuesta del examen, corriendo un lugar el resto de respuestas.
—Así que dime joven “Dairokuten Maō”, ¿Cómo te sientes al respecto?
—Por favor, llámame por mi nombre —pidió Akaza con una voz suplicante.
— Oda Nobunaga
Definitivamente Akaza quería cometer harakiri.