Naruto miró el reloj de pared una vez más.
Treinta minutos, solo media hora para que finalizaran las clases y de nuevo no había tenido la oportunidad de acercarse al chico nuevo cuyo parecido era inmenso, incluso compartían el mismo apellido.
En una de las tantas discretas miradas hacia atrás, Naruto pudo observar mejor al muchacho.
Había algo en él que le resultaba sumamente familiar, y no se trataba del parecido entre ambos que hasta cierto grado llegó a incomodarle, hundiéndolo en una burda idea de que era casi como verse en un espejo…casi.
A excepción del tono oscuro de cabello, y la anatomía más madura que portaba el muchacho, podría contemplarlo como su propio reflejo.
Su rostro se contrajo cuando la mirada del muchacho se cruzó con la suya, apenas unos breves segundos, sus pupilas confirmaron la ridícula sospecha que al parecer no solo él tenía. El resto de sus compañeros habían estado observándolos a ambos y Naruto se dio cuenta de ello.
Cuatro lugares lo separaban de Menma Uzumaki, estaban en la misma fila, cerca, muy cerca y sin embargo no era capaz de articular palabra alguna, aunado al hecho de que el profesor estaba impartiendo la clase.
Mordió el borrador de su lápiz con cierto nerviosismo, Menma sostenía el contacto visual, como si quisiera decirle algo también. Ya era viernes, era su última oportunidad de acercarse o tendría que esperar hasta la próxima semana.
Necesitaba saberlo con urgencia. Tal vez aún tenía familia con vida. Tal vez no estaba solo en el mundo después de todo.
La realidad le cayó de golpe junto al estruendoso ruido del borrador contra la pizarra.
-Nombre…
Su cuerpo se estremeció al girarse sobre su asiento para ver de frente al maestro.
-Naruto- respondió con timidez, omitiendo el apellido para evitar algún cuestionamiento. Ni siquiera el mismo estaba seguro, podía ser una simple coincidencia, o tal vez…
-Pasa a responder la ecuación- su pensativo semblante se alteró al recibir el marcador negro. Ciertamente no estaba prestando atención, de hecho, en ningún momento lo hizo, aunque la última hora divagó más.
El marcador casi se le resbaló de las manos cuando se puso de pie por orden del profesor. Avanzó lentamente hacia la pizarra, fijando la mirada en la misma.
Números, números mezclados con letras y símbolos de por medio.
Miró a detalle aquel complicadísimo ejercicio matemático y la profunda e indagatoria mirada del adulto lo instó a que se apresurara.
Era demasiado difícil. Solo recordaba los primeros pasos para resolverla y ya no sabía si esa ecuación entraba en la última explicación que su mente se rehusó a analizar.
-Si no la contestas, tendré que sacarte de mi clase.
Naruto acercó la punta del marcador a la pizarra. Las advertencias poco y nada lo ayudaban. No le preocupaba que el maestro le hiciera abandonar la clase pero de ser así, no tendría la oportunidad de conversar con Menma, de plantearle todas esas dudas que tenía respecto a…
-Lo estoy esperando- externó el adulto, expectante.
Naruto asintió en ademan, cerró los ojos en un intento por concentrarse y por recordar cuál era la formula que debía utilizar para resolver el ejercicio.
-Yo lo hago- el suspiro proveniente de los labios de Naruto se desvaneció ante el ofrecimiento de uno de sus compañeros.
No le dio tiempo de darse la vuelta cuando el marcador le fue retirado con agilidad de la palma de su mano. Naruto parpadeó un par de veces al tener a su lado derecho a Menma, desglosando con suma facilidad y hasta simpleza el mismo ejercicio que a él le resulto imposible descifrar.
Entreabrió los labios, dispuesto a formular por lo menos una pregunta al muchacho de cabello negro, pero se abstuvo de hacerlo al sentir la firme mano posarse sobre su hombro derecho.
-Yo…
-No resolvió el ejercicio- le hizo ver el adulto con seriedad. - Así que puede abandonar la clase.
Naruto lo miró agobiado.
-Si- contestó prontamente. - Solo quiero…
El profesor entrecerró los ojos.
-Ahora.
Fue todo. Menma no se dignó a mirarlo cuando Naruto pasó a su lado con la mochila en sus brazos, simplemente lo ignoró, como si no existiera.
-Bien hecho- escuchó la felicitación del maestro hacia el muchacho en cuanto cruzó la puerta. De todas formas no era la gran cosa, solo un simple ejercicio de matemáticas, mismo que él no fue capaz de contestar.
Otro día. Aun podría verlo el lunes de la siguiente semana, ambos compartían el mismo salón de clases, no se le dificultaría acercarse a él si procuraba levantarse temprano esta vez. Aunque Menma tampoco era puntual, claro que era su primer semana así que no tenía importancia.
Los ojos azules se enfocaron en la silueta junto al portón de la entrada. No supo cómo reaccionar cuando el Uchiha lo observó fijamente, aquella mirada tan fría, oscura y distante que tanto le atraía.
-Sasuke…- contuvo las ganas de correr al divisar a una de las prefectas atravesar la puerta. Acomodó su mochila, buscando hacer tiempo para que la mujer se alejara y luego de unos segundos así lo hizo.
La mujer de unos 35 años, cabellera rubia y enormes pechos se encaminó al patio.
Naruto esbozó una gran sonrisa para después seguir su camino. Sasuke se limitó a mirarlo, a pesar de que le encantaba ver ese gesto en Naruto no lo admitiría, así como tampoco admitiría que fue una pésima y contraproducente idea permitirle a Naruto estudiar en la misma escuela donde él ejercía, aunque no precisamente de maestro, no, ese empleo era más tedioso y exigía mas horas de las que pretendía emplear para un simple trabajo.
Mala idea, errónea idea, estúpida idea.
Detestaba contemplar la manera en la que observaban a Naruto los demás estudiantes, no solo las mujeres, se había topado con varios chicos de la edad de Naruto cuando fue a buscarlo a su salón.
De pronto el pensamiento de marcar a Naruto en lugares visibles no le parecía tan impropio. Sasuke quería que se dieran cuenta que Naruto tenía pareja, a pesar de no poder comportarse como tal dentro del plantel.
-¿Podemos ir al cine?- preguntó el rubio al salir del edificio. Sasuke se encogió de hombros, mirando su reloj de pulsera momentos después.
-Es muy temprano- pronunció neutral. –Además estoy cansado.
-Umm- Naruto emitió una queja inaudible. A Sasuke le pareció escuchar algo referente a que nunca estaba cansado cuando se trataba de sexo, y desafortunadamente tenía razón. No se sentía cansado, no era más que una burda mentira de su parte. Frecuentar lugares públicos que no fueran restaurantes, museos, o algún bar, no encajaba en su lista de preferencias.
Menos si eso implicaba presenciar las muestras de afecto de otras personas, el cine era uno de los lugares más recurrentes para ello.
-¿Por qué no compras una película?- detuvo su andar para sacar su billetera, pero Naruto negó enseguida.
-No es lo mismo- reclamó viéndolo a los ojos, esperando una respuesta afirmativa. Estaba aburrido y el único lugar al que se le ocurría ir era el cine, ver una película sería un buen pasatiempo para olvidarse de todo el asunto que giraba en torno a Menma. Tampoco quería comunicarle a Sasuke su descubrimiento de un posible familiar hasta estar seguro del todo.
Necesitaba mantener su mente ocupada para evitar pensar en eso.
–Solo estaremos sentados- agregó, bloqueándole el paso a Sasuke al notar la negativa reflejada en sus ojos negros y enigmáticos.
-Entonces ¿Cuál es el punto?- Sasuke se dio la vuelta para caminar en la dirección contraria. Naruto exhaló, resignado. Si Sasuke no quería ir, él no podía hacerlo tampoco. En primera instancia porque sería aburrido ir solo, y en segunda porque Sasuke no lo dejaría ir, últimamente se comportaba más posesivo de lo normal, o quizás estaba alucinando.
No, Sasuke ocultaba algo y como siempre su poca comunicación le impedía descubrir a qué se debía su conducta.
-Que quiero salir- murmuró, dándole alcance.
-Ya estas afuera- ironizó el Uchiha. Naruto lo miró en silencio, no dijo nada más. Continuó caminando fingiendo indiferencia al igual que Sasuke, aunque ciertamente estaba molesto. Lo que Naruto quería era salir, salir en pareja, sin embargo Sasuke se comportaba como un amargado…más que de costumbre. Estaba consciente de que a Sasuke no le gustaba socializar con otras personas, pero comenzaba a frustrarle su actitud tan distante.
La vida de ambos era una rutina que se enfocaba en la escuela, salir a comer a algún restaurante cercano, tener relaciones y después…después dormir.
Él tenía demasiada energía almacenada, quería salir a divertirse, y Sasuke por el contrario deseaba apartarse de todos.
Diferían en ese sentido y en muchos pero aun así lo amaba y mucho.
-¿A dónde vas?- la voz de Sasuke le hizo reaccionar antes de doblar en la esquina. –Si no fueras tan distraído Naruto…hmp, olvídalo- ahogó un suspiro de fastidio.
Naruto retrocedió los pasos que había avanzado, seguía muy molesto, tanto que no se había dado cuenta del rumbo que estaban tomando, el estacionamiento se situaba a contra esquina del edificio, y ellos ya habían avanzado más de dos cuadras.
-Pero…- miró entre curioso y confundido la entrada de la plaza. Lo primero que sus ojos azules contemplaron fue el estacionamiento, completamente lleno. Al menos una docena de personas miraban los exhibidores de uno de los locales al costado de las puertas de cristal abiertas de par en par. –Dijiste que no querías…
-No quiero- Sasuke sostuvo su negativa respecto a ingresar a la plaza. No entendía como Naruto disfrutaba de rodearse de tantas personas cuando podrían estar en un lugar más ameno como lo era su casa. –No te acostumbres- le advirtió, dirigiéndose al interior de la plaza.
Un suave pestañeo y el rubio sonrió animado. El hecho de que Sasuke cambiara de parecer lo reconfortaba bastante, no quería sentirse como la sombra de Sasuke sino como su pareja, porque eso eran y pese a que la relación tenía sus altibajos, sabía que el Uchiha también lo quería, de otro modo no hubiera accedido a mezclarse con otras personas por él.
Naruto sintió un ligero estremecimiento al estar adentro, quizás se debía al aire acondicionado, no solían acudir a la plaza.
Sasuke realmente había cambiado un poco, aunque su impulsividad y el deje solitario en su actitud seguían indemnes.
-Escoge- Naruto no pudo preguntar nada una vez que Sasuke le entregara la billetera. Estaba divagando de nuevo y cuando menos se dio cuenta, el Uchiha ya se había adentrado a uno de los establecimientos.
El azul celeste de los ojos de Naruto se intensificó en cuanto entró al establecimiento, era lógico que Sasuke no accediera a ir al cine, era muy temprano aun para que abrieran las taquillas, pero tenía la esperanza de que el Uchiha le confirmara la hora.
Y en cambio, ahí estaba. De pie frente a la estantería, repasando las películas, diferentes géneros que atraían su atención con las diversas e ilustrativas portadas.
Quizá una de ninjas fuera una opción apropiada, de lo contrario Sasuke se quedaría dormido a media película y no quería que eso pasara.
Apenas hubo pagado la película, abandonó la tienda. Aun se sentía incomodo en ese lugar, especialmente porque no habían acudido para ver una película como creyó inicialmente.
Anduvo caminando un rato, mirando dentro de los locales, decepcionándose al no encontrar a Sasuke donde había entrado momentos antes de que él fuera a comprar la película.
Solo se trataba de una local, seguramente compró algunos artículos para su oficina pero eso no cambiaba el hecho de que Sasuke siguiera comportándose demasiado extraño desde la mañana cuando decidió no despertarlo para ir a la escuela.
Y metros más adelante Naruto se detuvo, ladeando la cabeza al ver a Sasuke salir de uno de los locales, sosteniendo una lata de conocida marca en su mano derecha, si, mas bebidas energéticas…genial.
Sasuke se sentía cansado para ver una película en el cine pero en la cama era imparable.
Deslizó dos dedos sobre su cuello, ya no le dolía pero era incomodo tener que abotonarse el cuello de la camisa para ocultar las marcas, sobre todo con el calor infernal que hacía.
-¡Hey!- se abstuvo de caminar al sentir que le tocaban la espalda. –Naruto, ¿cierto?- preguntó la chica castaña de mirada almendrada, llevaba el cabello largo sujeto en dos moños. Naruto la reconoció de inmediato.
-Tenten- dijo, asintiendo a la pregunta. Miró extrañado al muchacho que recién se integraba a ellos, con su faceta de aparente desinterés a todo, cabello largo, lacío y oscuro cayendole en cascada sobre los hombros. Sus ojos malva se encontraron con los suyos. Aunque no habían hablado con anterioridad, Naruto no podía negar que esos dos eran de los únicos compañeros que realmente le agradaban.
-Bueno- continúo Tenten, acomodando el fleco detrás de su oído. Naruto los miró a ambos, confundido de que le dirigieran la palabra, por un momento se olvidó por completo de Sasuke, el cual lo miraba atento a sus espaldas. –Ya que somos compañeros, a Neji y a mí nos gustaría que…
-No le des vueltas- le interrumpió Neji. –Queremos que hagas equipo con nosotros para la práctica del lunes.
-¿Practica?- Naruto se sorprendió al escuchar semejante mención.
Ahora tenía más dudas en mente y no precisamente sobre el chico nuevo.
-Ah, sí- Neji rodó los ojos, Naruto era demasiado despistado y aun así le atrajo desde el primer día. Desafortunadamente no se había presentado la oportunidad para entablar conversación con el rubio, apenas finalizaban las clases, este se ausentaba de inmediato, esta vez tenía una excusa para acercarse a él.
-Un momento- Naruto entrecerró los ojos, desconfiado. -¿Por qué quieren que sea parte de su equipo?- decir que aquello le extrañaba, era futil, consideraba completamente absurdo que le pidieran precisamente a él formar parte de su grupo de estudio, especialmente porque ambos eran de los más inteligentes de la clase, no lo necesitaban a él…para nada, ¿empatía quizás?
-Porque- espetó Tenten, colocando ambos brazos en su cintura. –Eres del grupo de los perde…¡auch!- se quejó al recibir un suave codazo de parte de su compañero.
-Las calificaciones más altas clasifican para el concurso nacional- comentó Neji como si nada. Los ojos azules de Naruto reflejaron mayor confusión aun. –Si nosotros quedamos dentro del concurso significa que tendremos que prepararnos más.
-Mas estudios, mas preparación, menos tiempo libre- enumeró Tenten con los dedos de la mano derecha.
-Y como mis calificaciones son bajas es más que probable que no clasifiquen- dedujo Naruto suavizando las facciones. Le había molestado bastante que prácticamente lo tomaran por bobo, pero por otro lado, no tenía con quien más hacer equipo. –Está bien- sonrió carismático.
Neji le devolvió el gesto con menos entusiasmo, pero igualmente lo hizo. Naruto era uno de los estudiantes más extraños de su grupo. El problema era presentarse, acercarse a él, ahora que estaba hecho le sería más fácil estar con él durante las clases, teniendo el pretexto del trabajo en equipo.
-Naruto…- y la conocida voz llamó la atención del aludido.
-Pero si es…- susurró Tenten, viendo al atractivo joven que los observaba con desagrado.
-Sasuke- nombró Naruto en voz apenas audible. –Debo irme, gracias por aceptarme en su equipo- se despidió con un ademan, alejándose de ellos para ir a donde el serio Uchiha se encontraba.
-¿Quién era ese?- preguntó Neji, echando las manos a los bolsillos del pantalón
-El subdirector- suspiró Tenten, embelesada
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