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Explicación por zion no bara

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Notas del fanfic:

Es solo un fic corto con una pareja que me agrada.

 

Notas del capitulo:

Espero que les guste el fic a quienes sean tan amables de leer.

 

 

 

—Quiero hacer una cena.

Esa sentencia por parte del caballero de la doceava casa bastaba para que todo estuviera en movimiento, bueno, eso y el apoyo de su pareja.

— ¿De verdad quieres hacer una cena Afrodita? La última vez todo terminó en…

—Si Shura, sé muy bien cómo terminó y por eso quiero hacer una cena—recalcaba el caballero de Piscis—Nadie podrá decir que me rindo fácilmente solo porque en una ocasión las cosas no salieron como yo las quería.

—No creo que nadie diga eso de ti.

El caballero de los ojos y cabellos celestes se quedó de pie mirando al guardián de Capricornio, parecía no estar de muy buen humor al no encontrar apoyo y ante esa mirada y la forma que apretaba los labios el venido de España supo que no iba a encontrar una salida sencilla a esa situación, solo esperaban una cosa de él y tendría que realizarla.

—Muy bien Afrodita ¿Qué quieres que haga?

—No te preocupes Shura, no te obligo a ayudarme—le decía con suavidad.

—Bueno, si es así…

Pero la forma en que lo estaban mirando esos ojos azules significaba que más le valía cooperar.

—Yo te ayudo con mucho gusto Afrodita, sabes que me encanta ayudarte, por favor, permíteme cooperar con tus planes, mi vida no estará completa hasta que…

—No exageres.

Con eso quedaba en claro que los dos estaban de acuerdo, podrían dar paso a la organización, antes que nada definir la lista de invitados, esa parte fue sencilla pues serían todos los dorados, con eso en mente era el estilo de la reunión lo que quedaba por pensar ¿Formal? ¿Informal? ¿Fina? ¿Familiar? ¿Comida rápida? ¿Buffet? Pero una vez que esa parte también estuvo sorteada y con los preparativos en marcha venía lo más importante.

—Shura y yo queremos invitarlos a cenar a Piscis—anunciaba con una sonrisa el de cabellos celestes—Será el viernes, a las siete.

Los caballeros dorados iban escuchando y no veían porque no aceptar, casi todos estaba cubiertos en la lista, faltaban dos, y era bueno pues se trataba de una pareja, lo más seguro era que estuvieran juntos.

—No estaban en Cáncer—mencionaba el caballero de Capricornio—Deben estar en el templo de  Virgo.

—Recuerdo que cuando Death Mask me dijo que le gustaba Shaka pensaba que solo era un flirteo de su parte, no imaginaba que sería algo serio.

—Ellos dos se quieren—agregaba el de la décima casa—Reconozco que han sido una inspiración para varios aquí, nos permitieron ver que era posible seguir con nuestras vidas y seguir siendo caballeros.

—Tienes razón, de no ser por Shaka tal vez tú y yo no estaríamos juntos.

— ¿De verdad?

—Aquella vez que nos peleamos, ya sabes, cuando tú y ese descocado de Babel de Centauro se fueron a vivir un fin de semana de pecado y sexo…

— ¿Hasta cuándo vas a dejar eso?—preguntó Shura girando los ojos—Fue una misión solamente, teníamos que cubrir una tarea y eso fue todo.

—Babel te miraba como caballo hambriento a una paca de heno.

—La verdad no veo porque importara tanto, tú eras el que le estaba dando entrada a cuanto caballerete se te cruzara en el camino.

— ¿Acaso tenía un compromiso formal que me lo impidiera?

— ¿Y yo sí?

Por un momento se sintieron un tanto disgustados pero supieron que no podían mantener esa postura.

—Por Atenea—suspiró Afrodita—Deberíamos aprender a ser más como Shaka y Death Mask, Shaka me dijo que no valía la pena pelear por nimiedades, que debíamos darle la importancia justa a las cosas.

—Es un sabio consejo—admitió el de Capricornio—Cuando regresé de esa misión y los vi a ellos dos juntos supe que eso era lo que yo quería, y lo quería contigo, solo contigo Afrodita.

—Shura.

Mirándose a los ojos solo pudieron darse una breve sonrisa y compartir un beso, no merecía su tiempo entablar pleitos por lo pasado, mejor debían enfocarse en el presente.

—Vamos por los tortolitos, los quiero en nuestra cena—decía con una sonrisa el de cabellos celestes.

—Sin duda les dará gusto venir.

Estaban llegando al templo de Virgo, se escuchaba silencioso, debían estar ahí y decidieron entrar mientras los llamaban.

—Shaka, Death Mask ¿están por aquí?—preguntaba Afrodita.

Esperaron por unos momentos para ver aparecer una figura del interior, unos segundos y quedaba ante ambos el caballero de la cuarta casa, mirándolos con sus ojos azules sin perder un solo movimientos que hicieran. Hasta antes del caballero de Virgo ese mismo hombre de cabello azulado tenía una expresión cruel, de quien gusta lastimar a otros, pero todo eso se había ido, ahora quedaba algo distinto, algo desafiante y firme pero valiente y decidido.

—Hola ¿Qué los trae por aquí?—preguntó recibiéndolos el de Cáncer.

—Queremos invitarlos a una cena—se apresuró a decir el de Piscis—Este viernes a las siete en mi templo.

— ¿Quieres hacer una cena? ¿Después de lo que pasó en la última?

—Solo queremos una reunión con nuestros compañeros caballeros—se adelantó Shura— ¿Qué nos dicen? ¿Shaka y tú irán?

—No veo porque no, estaremos ahí.

Justo en ese momento aparecía alguien más en la escena y se trataba del mismísimo caballero de Virgo, con sus largos cabellos rubios y los ojos de un brillante tono azul, mantenía ese aspecto de serenidad y distinción por igual.

—Hola Shura, Afrodita—los recibió con amabilidad— ¿A qué se debe el placer de su visita?

—Hola Shaka—se adelantó el de Piscis—Estábamos invitándolos a una cena en mi templo, será este viernes.

— ¿A qué hora será?

Era el primero en no mencionar lo de la cena pasada, pero se trataba del caballero venido de la India, era más discreto con ciertas cosas.

—Los esperamos a las siete.

— ¿Debo llegar algo Afrodita? ¿Puedo ayudarte?

—No hace falta, lo tenemos todo bajo control.

—Seré puntual—prometía con formalidad el de la sexta casa.

—Querrás decir que serán puntuales—mencionó el de Capricornio.

—Yo llegaré a Piscis a las siete.

El tono de voz del de Virgo había cambiado, de pronto se escuchaba duro, su compañero sin duda lo notaba también pues de inmediato se paró a su lado mostrándose conciliador.

—Qué cosas dices Shaka, claro que llegaremos juntos.

Intentó tomarle la mano pero el joven rubio se alejó de un movimiento, los otros dos lo notaban y quizás era momento de marcharse.

—Los esperamos entonces—decía sonriendo el de ojos celestes.

—Nos vemos—agregó el de España.

Con eso ambos emprendieron la retirada del sexto templo y solo hasta que estuvieron a cierta distancia decidieron decir algo al respecto.

— ¿Qué fue eso?—preguntaba abiertamente el de la doceava casa.

—Parece que tenemos problemas en el paraíso—respondió el de cabellos negros.

— ¿Qué crees que haya pasado?

—Ni idea pero son Shaka y Death Mask, sea lo que sea no va a durar, estarán reconciliados antes de la cena del viernes.

Parecía el final del caso pero no lo fue.

 

**********

 

Conforme se acercaba el viernes hubo dos temas de conversación entre los caballeros, uno era por supuesto la cena en el templo de Piscis y el otro esa separación que ya se notaba entre los caballeros de Virgo y Cáncer, quienes eran considerados una pareja estable y que se amaba, aunque no atinaban a señalar cuál podría ser el motivo de su distanciamiento pero era muy real. No terminaban pero por alguna razón estaban distanciados, las teorías eran variadas pero en su mayoría señalaban al rubio como el ofendido y al de la cuarta casa como el ofensor, eso parecía ya que Death Mask buscaba seguir al lado del rubio pero era el venido de la India quien marcaba distancia con su compañero.

Finalmente la fecha señalada llegó y el templo de Piscis estaba listo, su dueño había diseñado lo que quería y como lo quería y al caballero de Capricornio le tocó ayudarlo a que esos planes se cumplieran. El de la doceava casa se decidió por una cena estilo bufet para permitir que todos circularan por el lugar a su gusto, estaba decorado con sus rosas de manera sencilla pero aromatizaban el ambiente, y agregó un extra para el evento.

—Después de la cena podremos ver una película—comentaba el anfitrión.

Los invitados se mostraban de acuerdo, podría ser una noche divertida, y aunque no lo comentaron abiertamente esperaban que todo saliera mejor que en la cena anterior, así que el anfitrión hacia su parte, el coanfitrión también y los invitados no dejaban de hacer lo suyo, estaba siendo una velada agradable. El estilo del evento era mediterráneo, la comida estaba deliciosa y estaba acompañada por bebidas de la región, ouzo, metaxá, retsina y raki*, y se disfrutaba bastante de la conversación entre los compañeros, al menos los que estaban charlando.

—No pensaba que Afrodita se animaría a hacer otra cena tan pronto después de lo que sucedió la última vez—mencionaba el caballero de Géminis—Pero creo que los desafíos lo animan.

—Deberíamos animarnos a hacer algo similar los demás—comentaba el guardián de Sagitario—Esto de reunirnos es agradable, nos permite vernos como algo más que caballeros, es más como ser compañeros y amigos.

—Pues estos tragos ayudan bastante—decía el de Escorpión levantando su bebida.

Podrían haber seguido hablando de temas generales pero inevitablemente la charla recayó en un tema que resultaba notable para todos los presentes.

— ¿Qué tal la están pasando?—preguntaba Afrodita con una sonrisa.

—Todo delicioso—respondió con sinceridad Aldebarán.

—De hecho comentábamos que podríamos hacer otra reunión—mencionaba Aioria—Si no en un templo quizás salir a algún lugar.

—Me gusta esa idea—agregaba Shaka—Debemos convivir más para poder conocernos, tenemos la oportunidad de hacer nuevas vidas y eso incluye a nuestros amigos, a los que queremos.

—Es una gran idea.

Quien se unía a esa charla era el caballero de la cuarta casa, lo que provocó que el de cabellos dorados se mostrara silencioso de pronto, los demás observaban lo que estaba ocurriendo y no tardaron en ver que lo que sucediera seguía sin resolverse.

— ¿Quieres uno?—preguntaba  el de Cáncer tendiéndole una bebida—Saben muy bien, tal vez…

—Ya tengo mi bebida, gracias.

Con esa respuesta el de los cabellos dorados se dirigió como si nada al lugar donde Shura, Camus y Saga conversaban, el de la cuarta casa agachó la mirada y se dirigió a hablar con Mu y Dhoko, dejando a los otros con las ganas de discutir lo que sucedía.

— ¿Alguien sabe lo que está ocurriendo entre ellos dos?—preguntaba el de Piscis—Sé que siguen juntos pero Shaka se comporta como si tuviera un problema con Death Mask.

—Sea lo que sea que sucedió Death Mask es quien busca acercarse y Shaka lo aleja con su frialdad—comentó Aldebarán.

—Yo no diría que lo aleja, más bien es como si no quisiera hablar con él—decía Aioros—Porque Death Mask busca acercarse, lo ha intentado durante la noche.

—Deberíamos mirar con mucha atención lo que hacen, si no se reconcilian a lo mejor se pelean ante todos.

Ante ese comentario los demás fijaron sus miradas sobre el caballero de la octava casa, quizás ya no debería tomar otra copa, de paso el de Piscis vio la hora, era momento de seguir con lo planeado de antemano y haciendo un leve gesto a su compañero de cabellos negros dieron paso a una invitación.

—Será mejor que nos demos prisa—anunció con una sonrisa el de Piscis—Esa película no empezará sin nosotros.

Los demás se mostraron de acuerdo, Shura tomó por el brazo a su pareja y se dirigieron al salón acondicionado para ver la proyección, ambos caballeros lo habían arreglado todo para que pudieran mirar confortablemente la película instalados en divanes y sillones. A un lado de la entrada había un carrito parecido al de los heladeros lleno de golosinas de diversos tipos y del otro lado una máquina de rosetas de maíz. Mientras los presentes charlaban de lo que iban a ver y se ponían cómodos un par de invitados se habían retrasado un poco, uno de manera involuntaria y el otro completamente intencional.

Shaka se había tomado unos instantes para terminarse su bebida, se la había pasado con el mismo trago en la mano pero no quiso dejarlo a la mitad, además así se daba unos instantes para que sus compañeros dejaran de preguntarse lo que estaba sucediendo y se concentraran en otra cosa, respiró profundo dispuesto a alcanzarlos cuando al darse vuelta se encontró con ese hombre de ojos y cabellos azules.

— ¿Quieres otro trago?—preguntaba Death Mask extendiéndole uno.

—No, gracias.

—Que amable ha sido Afrodita en invitarnos de nuevo.

—Creo que debemos ir con los demás.

Iba a marcharse pero el de Cáncer le cerró el paso, para él las cosas estaban cercanas a ser un asunto bochornoso.

—Los demás nos miran preguntándose qué está sucediendo—decía el de la cuarta casa—No quiero que sigamos así, vamos a hablar como adultos ¿Qué te parece?

— ¿Quieres que hablemos como adultos?

—Sí, vamos—dijo tomándolo por la barbilla y medio sonriendo—No me digas que sigues enojadito.

— ¿Enojadito?—preguntaba el de la sexta casa sintiendo que ese argumento no ayudaba a mejorar las cosas— ¿Te atreves a ser condescendiente conmigo?

—No es para tanto Shaka.

— ¿No es para tanto?

Que el de cabellos dorados repitiera las cosas mirándolo entrecerrando los ojos y con la voz tan fría no indicaba nada bueno.

—Ya va a empezar la película—se escuchó.

Los dos miraron al caballero de Capricornio pero afortunadamente el de cabello negro entendió que algo estaba sucediendo entre los dos y decidió darles espacio.

—Los esperamos.

Con esas palabras se retiró y al regresar al salón se sentó junto a su compañero de mirada celeste.

— ¿Dónde están Shaka y Death Mask?

—Ahora vienen, no te preocupes—fue su respuesta.

Con eso bajaron las luces y comenzaron a ver la cinta elegida, mientras los otros dos continuaban con lo que tenían que solucionar.

—De verdad no entiendo por qué sigues molesto—continuaba el caballero de la cuarta casa—Lamento lo que pasó pero no me parece para tanto, a cualquiera le sucede.

—Ni siquiera sabes lo que está sucediendo ¿verdad?—preguntaba el rubio—Todo este tiempo he esperado que digas algo pero no tienes ni la menor idea.

—Solo comí demás y algo pesado pero me parece que exageras con este asunto.

— ¿Quieres decirme que día era?

Era una pregunta directa y por la mirada de esos ojos azules el de Cáncer supo que debía dar una buena respuesta pero su mente no estaba siendo de ayuda, pensaba con tanta prisa como podía, hacía unos días había salido con Aldebarán y Milo al pueblo, fueron a comer aun lugar nuevo, todo fue bien aunque los alimentos eran más pesados en grasas de lo que estaba acostumbrado así que recargó su estómago. Esa misma noche había acordado pasarla en Virgo, el de cabellos dorados parecía estarlo esperando pero él no se sentía muy bien, se había ido a acostar de inmediato, el rubio lo alcanzó y cuando estaban bajo las sábanas deseando por lo menos ser notado, bueno, su cuerpo estaba sufriendo presión y simplemente tuvo que salir, de manera bastante ruidosa y olorosa.

—Era nuestro aniversario Death Mask—le lanzó el guardián del sexto templo—Preparé una cena romántica que ni siquiera notaste porque te sentías mal de haberte ido a comer todo el día al pueblo, te vas a acostar cuando yo tenía puesta la ropa interior que compré para que me miraras y apenas me estaba acercando a ti en la cama cuando llenaste todo de flatulencias, esa no era la manera en que había planeado la noche.

El de cabellos azules escuchaba, su compañero rubio no estaba molesto solo por el asunto de las flatulencias sino porque él lo arruinó todo para algo que había planeado deseando que fuera especial.

—Lo lamento Shaka.

—Pues deberías Death Mask, ni siquiera lo recordabas, ni siquiera entendiste que para mí era importante, solo quería que estuviéramos juntos para celebrar que nos queremos.

El de Virgo ni siquiera estaba molesto realmente, más bien se sentía incomprendido, menospreciado, había querido tener una celebración especial con su compañero y este no lo había comprendido, no hasta ese momento y eso solamente porque se lo habían dicho de forma directa.

—De verdad me siento mal con lo que sucedió, no soy alguien acostumbrado a ser especial para otra persona—se disculpaba el de Cáncer acercándose al de cabellos dorados—Pero ahora que sé cuán importante era para ti no pienso hacerlo a un lado, no acostumbro a pensar en fechas y esas cosas pero no pienso volver a dejar pasar lo que comparto contigo.

Shaka se quedaba quieto con su mirada baja, su compañero buscó su rostro y lo atrajo con lentitud, similar a como habían comenzado las cosas entre ellos, con lentitud, algo de inseguridad, pero deseando que funcionara. Sus miradas azules se encontraran, el de Cáncer encontraba esos hermosos ojos zarcos como el cielo despejado mientras que el de Virgo se sentía navegar en un mar de azul profundo. Se besaron con suavidad, compartiendo promesas y disculpas y más dispuestos que nunca a continuar con su relación.

— ¿Crees que exageré Death Mask?—preguntaba suavemente el de la sexta casa.

—No, tenías deseos de algo especial y lo arruiné Shaka pero te compensaré.

Entonces una de esas ideas tan del venido de Italia cruzó su mente y con su expresión sonriente se dispuso a llevar a cabo su plan.

— ¿Qué me dices de darme una nueva oportunidad de festejar?—preguntaba el de cabellos azules.

— ¿En qué estás pensando?

—En que todos están ocupados y hay muchos espacios sin ocupar.

—Pero qué…

No tuvo oportunidad de decir otra palabra pues ya el de Cáncer se encargaba de silenciarlo y convencerlo con un apasionado beso, guiándolo por el templo de Piscis a un sitio donde pudieran estar a solas.

 

**********

 

La reunión planeada por Afrodita iba marchando de la mejor manera posible, sus compañeros dorados la estaban pasando bien y no se había dado ningún incidente, disfrutaron de la comida y la conversación y en ese momento les gustaba la película que estaban viendo, casi no hacían ese tipo de cosas y valía la pena vivirlas. Pero entretenidos como estaban no supieron que sus otros dos compañeros estaban armando un plan aparte, Death Mask llevaba a Shaka por el lugar, hasta que encontraron la salita de descanso del de cabellos celestes, uno de esos sitios en los que se invitaba a estar cómodo y sin hacer nada, el de Piscis así lo había planeado, con un amplio y cómodo diván de estilo clásico hecho de nogal y hermosamente tapizado, lo hubieran notado de no haber estado más ocupados en besarse.

Ciertamente a pesar de la separación ambos caballeros habían querido reconciliarse, así que poner punto final a su situación estaba siendo buscado por ambos, un entusiasta guardián de Cáncer no dejó de buscar la fina silueta que dibujaba ese esbelto cuerpo, llevaba sus manos hacía arriba y hacia abajo deseando sentirlo y por eso deslizó una mano debajo de la tela que cubría al rubio, pasó por su pecho pero no bastaba, así que abrió la parte del cuello y con movimientos seguros sacó la prenda por encima de la cabeza del otro haciendo que sus cabellos dorados se deslizaran como una cortina cayendo con gracia por su torso desnudo.

Verlo de esa forma, contemplar esa delicada piel, hacían que el de cabellos azules lo besara con ardor dejándose llevar por el naciente deseo, lo estrechaba entre sus brazos con necesidad disfrutando de la sensación de saber que esa hermosa criatura estaba dispuesta a compartir su intimidad con él. Con seguridad el de la cuarta casa hizo que el de Virgo se recostara en el diván, era un buen mueble, podría recibirlos a ambos sabiendo limitar el espacio, aunque les interesaba más en ese instante seguir besándose y acariciándose, se gustaban desde la primera vez, conocían la forma de sus cuerpos y en ese momento no molestaba el tener papeles definidos, siendo el de cabellos azules el dominante y el rubio el pasivo, aunque los dos cooperaban bastante en el encuentro.

Entre el ritmo de las caricias Death Mask no pensaba en detenerse, ya su mano estaba en la orilla de los pantalones del de la sexta casa, con habilidad sus dedos abrieron el broche y bajaron la cremallera, dejando a su alcance la masculina entrepierna que fue acariciada por encima de la suave tela, disfrutando de saber lo que podía ganar pero no llegando ahí aún. Shaka sentía que la necesidad iba en aumento, esa mano acariciando su sexo lo hacía desear que no parara pero resultó que el de cabello azul se detuvo, antes de poder decir nada vio cómo su compañero se sacaba la camisa de un solo movimiento, le gustaba el de Cáncer, era un hombre fuerte de físico marcado, había algo muy masculino en el venido de Italia y sin poder esperar se acercó a él para besarlo en la barbilla y después en los labios.

Animados ambos con lo que llevaban querían más, por eso Death Mask fue directo y no quería más ropa en el camino, se dispuso a la agradable labor de desnudar a su pareja quien no dudó en permitírselo, salieron del camino las zapatillas, los pantalones, las medias y con una sonrisa en su apuesto rostro deslizó lentamente la ropa interior por esas bien torneadas piernas dejando desnudo a su dueño. Observar al de cabellos dorados en ese estado solo podía provocar una respuesta en el venido de Italia, una punzada de deseo ardió desde su sexo hasta el resto de su cuerpo, haciendo que se inclinara hacia el frente y sin esperar comenzara a probar el sexo a su alcance. Los labios del de la cuarta casa eran habilidosos, sabían lo que hacían, la manera en que presionaban acompañados por esa entusiasta lengua que probaba y preparaba para excitar y seguir, una forma se sensualidad que los alentaba a continuar mientras las primeras voces de satisfacción se iban escuchando.

Shaka se dejaba llevar, disfrutaba de esa boca que lo complacía mientras él hundía sus manos en ese cabello azul, no dudaba en separar una de sus largas piernas permitiéndole al de Cáncer tomarlo y excitarlo, esos labios lo envolvían con seguridad, una mano lo acariciaba por los testículos y esa lengua sabía lo que hacía al probar y rodear el glande que se humedecía por la saliva y las primeras señales de su excitación. Sin embargo sentir a ese hombre tan cerca, dejarlo hacer, ya no bastaba, con seguridad hizo que sus manos lo apartaran de lo que hacía solo para buscar su rostro y atraerlo contra él, el deseo brillaba en esos ojos azules y sin dudar lo besó con energía, buscando que dejara entrar su lengua y apoderándose de esa misma boca como si hiciera el amor de esa forma.

Ya bastante entusiastas con lo que hacían, Death Mask encontró la manera de seguir siendo besado por el rubio al mismo tiempo que se sacaba lo que le quedaba de vestuario, quedando completamente desnudo, solo para separarse y ser observado atentamente por el caballero de Virgo. Los azules ojos del guardián del sexto templo dejaron ver un destello, comenzó por acariciar el fuerte pecho para después besarlo y recorrerlo con la lengua, descendiendo hasta alcanzar el medio erguido sexo que besó con sensualidad presionando sus labios al final sobre la corona. El caballero de Cáncer no esperó para recostarse sobre su espalda disfrutando de las atenciones de su compañero, los labios bajaban y subían tomándolo un poco más cada vez, llegando a la punta que era lamida y mimada con un pulgar.

Ambos estaban bastante entusiasmados con lo que hacían, podían seguir disfrutándolo, tanto así que acabaron acoplados sobre el diván, envueltos en un placentero 69, Death Mask sobre su espalda y Shaka sobre él; el rubio era entusiasta, sujetaba con seguridad el miembro a su alcance, con la mano frotaba el tronco sin dejar de relamer la corona mientras que el de cabellos azules movía sus cedras buscando esa complaciente boca y solo pudo gemir con placer al sentir esa dorada cabellera como una soga envolviendo su sexo como una cinta de seda. Pero el de Virgo también disfrutaba de su parte del encuentro, el otro hombre no desaprovechaba la oportunidad de excitarlo y prepararlo con habilidad, usaba los dedos para separar las suaves nalgas y rodear el delicado anillo que se iba distendiendo, besaba el sonrojado sexo para distraer a su pareja de la forma en que comenzó a penetrarlo con sus dedos cubiertos de saliva, buscando separar las íntimas paredes para hacerlas más propicias a sus deseos.

El de Cáncer no dejaba de preparar al rubio y Shaka disfrutaba de cada momento de ello pero no bastaba, querían todo y no solo sustitutos, con el deseo corriendo por sus venas se separaron apenas para encontrarse de nuevo, los besos aparecieron con necesidad combinando sus sabores como si fuera una mezcla que los embriagara. Death Mask atrajo al de Virgo contra él haciendo que ambos quedaran recostados y sin aguardar, aun compartiendo besos no dudó en meter sus dedos en la masculina intimidad, dilatándolo y excitándolo al mismo tiempo que acariciaba el suave pecho, prestando especial atención a los sonrosados pezones que se irguieron bajo la presión de esos masculinos dedos que poco después se dirigieron al miembro que acariciaron con necesidad.

Shaka gemía con placer, no dejaba de buscar el cuerpo de su compañero, lo besaba y acariciaba y presionaba su cadera contra el de cabellos azules, no podría haber mejor invitación que esa, así que el de cabellos azules se dispuso a seguir, retiró sus dedos y no dudó en dirigir su miembro contra la delicada entrada, frotándose con ardor hasta que ambos gimieron de necesidad, bastante de juegos, placenteros y deliciosos juegos, querían lo que querían y lo iban a obtener. El caballero de Virgo quedó sobre su espalda, ansiando que el otro continuara, lo miraba con sus azules ojos brillantes, Death Mask tomó sus piernas con seguridad y las pasó por encima de sus hombros, besando sus pantorrillas y con una mano dirigió su sexo a la intimidad que había probado. No queriendo ser menos el de cabellos rubios usó las manos para separar sus nalgas permitiendo un acceso más sencillo y de hecho en apenas unos instantes estaban unidos por completo.

No esperaron demasiado para comenzar a moverse, se besaron con pasión, el cuerpo del de cabellos azules entraba con seguridad en el rubio, imponiéndose con seguridad haciendo sonreír a su compañero, las embestidas iban aumentando su velocidad conforme se sentían más cómodos y eso era bastante rápido. Death Mask se dejaba llevar pero no dejaba de ser quien guiaba a la vez, por eso sujetó con seguridad las suaves caderas de su pareja para asegurarse de llevar el ritmo que deseaba, entraba con seguridad para retirarse suavemente, sin detenerse mucho tiempo, sintiendo como esas tersas paredes se abrían para engullirlo tan profundo como pudieran. Shaka disfrutaba del cuerpo de su amante, sentía que lo tocaba en lo más íntimo pero también como lo sostenía con firmeza, el roce de su piel, como besaba sus piernas y el roce de ese cabello azul contra sus pies.

Los dos hombres disfrutaban de su no planeado encuentro,, con las sensaciones llenándoos de manera diferente, a veces en esas oleadas de calor y en otras como punzadas intensas que los recorría n por todo el cuerpo, un ardor que aumentaba surgía de sus vientres llenándolos con velocidad, el deseo y la necesidad no dejaban de aumentar entre sus cuerpos. El de la sexta casa se movía con mayor libertad en una especie de baile horizontal lleno de sensualidad ante la vista del caballero de Cáncer que parecía no poder dejar de seguir cada movimiento, buscando tener un poco de control de la situación colocó una de sus manos sobre el vientre del de cabellos dorados acariciándolo con fuerza, otra mano lo acompañó en la labor y vinieron una serie de besos encendidos combinados con la urgencia del placer. Las embestidas no paraban pero ya no podían hacer mucho para controlarse, esos destellos de goce completo iban en aumento, uno tras otro, sin parar, provocando que se agitaran, gimieran, repararan aprisa, temblaran un poco, incluso que se encorvaran  por la espalda y los pies.

Se escucharon sus voces en la habitación, la sensualidad no les daba palabras pero nos las necesitaban, solo seguían, no podían parar, sus dedos estrujaban la piel de su amante mientras esa sensación de pequeños estallidos en sus entrañas se hacía poderosa, sin pensarlo, casi por instinto, fue el de cabellos dorados quien sujetó su sexo y comenzó a frotarlo con necesidad al mismo ritmo que el de la cuarta casa arremetía hasta lo más íntimo. Comenzaron unos leves temblores que los dejaron sin voz, todo fue veloz desde ahí, sintieron estremecimientos que aumentaban de intensidad, una especie de olvido de todo cuanto los rodeaba y finalmente su esencia brotó libremente de sus sexos marcando el camino el éxtasis absoluto que siempre era maravilloso compartir con ese hombre que significaba demasiado en sus vidas.

Satisfechos permanecieron quietos por unos momentos más sobre el diván, hasta que lograron recuperarse un poco, Death Mask se mostró amoroso con su compañero rubio, recostándose a su lado acariciando su pecho mientras lo abrazaba y le besaba un hombro.

—De verdad lo lamento Shaka—le decía con calma—No quise echar a perder tus planes.

—Dejemos eso Death Mask, creo que exageré al ponerme como lo hice—fue la respuesta en un tono similar.

—No, tenías toda la razón, prometo no volver a dar por sentado nada de lo que tenemos juntos, no quiero que dudes de lo mucho que significas en mi vida, lo eres todo Shaka, te amo demasiado para arriesgarme a perderte.

—Y tú eres todo para mí Death Mask.

Volvieron a besarse pero ya pasada la fogosidad fue con suavidad, con cariño, con sentimientos más que con sensaciones, podrían seguir adelante y seguir queriéndose.

 

**********

 

El resto de la reunión marchó con bastante normalidad, la película estaba bien y como Death Mask y Shaka se escabulleron en silencio para terminar de verla ninguno de sus compañeros se preguntó nada, sobre todo porque la pareja se veía contenta, así que asumieron que estaban en buenos términos y habían solucionado lo que los mantuvo alejados, bien por ellos. En cuanto a los dos caballeros que se habían atrasado se dieron unos instantes para relajarse pero después de eso se movieron aprisa, tuvieron que asearse y limpiar para dejarlo todo como si nada hubiera ocurrido.

La película terminó y los convidados hacían comentarios de lo que habían visto, Afrodita comenzaba a cerrar la noche.

— ¿Quién gusta una taza de café?—les ofreció con una sonrisa.

La caliente bebida no tardó en aparecer acompañada de pastas, así que disfrutaron de unos momentos más pero pasada la media hora los invitados comenzaron a retirarse aunque no sin dejar de agradecer a su anfitrión y coanfitrión por la agradable velada, mucho mejor que la anterior pues no ocurrió ningún incidente que la arruinara.

—La he pasado muy bien Afrodita—le decía Dhoko con una sonrisa—Muchas gracias por invitarme.

—Ha sido un placer—respondía el de Piscis.

El resto de las despedidas fueron similares, todo marchó bien y no se dio ningún incidente extraño que arruinara la reunión, de hecho los últimos en irse fueron justamente la pareja de Cáncer y Virgo, quienes ayudaron a Shura con parte de la limpieza.

—Gracias por su ayuda—dijo el de Capricornio.

—Gracias por invitarnos—respondía el de la sexta casa.

Por su parte Death Mask y Afrodita también compartían una breve charla antes de despedirse.

—Parece que Shaka y tú se han arreglado.

—Tenía motivos para estar molesto—decía el de Italia—No daré nada por sentado con él, es lo mejor que me ha pasado en la vida, no voy a perderlo.

—Shaka y tú tienen algo especial, sin duda podrán hacer frente a lo que les salga en el camino.

—Muchas gracias por invitarnos.

—De nada.

El de cabellos dorados llegó al lado de su compañero y tras una breve despedida se pusieron en camino a sus propios templos.

— ¿Qué pensarías si te digo que estoy tan cansado que no puedo llegar hasta Cáncer?—lanzó sin más el de la cuarta casa.

—Diría que eres bienvenido en mi templo—respondió el guardián de Virgo tomándolo por el brazo con afecto—No puedo hacer menos por el hombre al que amo.

Conforme avanzaban el de cabellos azules se dio cuenta que su compañero guardaba silencio, pensaba en algo sin duda, y al estar por llegar a la sexta casa se dispuso a saber lo que ocurría.

— ¿Qué te tiene tan pensativo?

—Tenemos que dejar de hacer lo que hicimos—fue la respuesta directa.

— ¿Quieres que dejemos de hacer lo que hicimos?

Death Mask tuvo que mirarlo directamente, no esperaba escuchar eso y menos después de lo bien que habían salido las cosas entre los dos al reconciliarse, sin duda su pareja lo entendió pues tuvo que explicarle sus palabras.

—Me refiero a que hay que dejar de hacerlo en el templo de Afrodita, que no nos hayan descubierto no significa que podemos seguir haciéndolo.

—Pensaba que te gustaba la aventura—dijo medio en broma el de la cuarta casa.

—Hablo en serio Death Mask, no debemos hacerlo de nuevo en el templo de Piscis.

—Te preocupas de más.

—Creo que debo explicarme ante Afrodita por lo sucedido.

—Si insistes pero te aseguro que no hace falta.

Con eso y un beso en su cabello rubio los dos siguieron su camino pero el de Virgo no pudo dejar ir el recuerdo de lo que había sucedido, no esa noche, sino la otra, cuando el caballero de Piscis dio una cena en su templo, ellos dos habían llegado juntos y encontraron unos instantes a solas para terminar haciendo el amor con velocidad contra un muro. El problema fue que el de cabellos dorados llevado por la pasión golpeó con más fuerza de la esperada en un punto donde estaba la tubería, no se notó de inmediato pero al avanzar la noche se creó una fuga y eso provocó que se inundara el lavavajillas y en poco tiempo la cocina era una laguna. Mientras los invitados ocupaban sus sitios en la elegantemente puesta mesa, un apurado caballero de cabellos celestes estaba tratando de contener el daño, por eso el guardián del doceavo templo olvidó el asado en el horno hasta que el olor a quemado lo hizo recordarlo.

A esas alturas la formal cena estaba arruinada.

El de cabellos dorados se sentía apenado por lo ocurrido pero hasta ese momento no había dicho una palabra a nadie de lo ocurrido, ni siquiera a Death Mask, se alegraba que esa noche fuera un éxito para Afrodita y también para ellos dos, había logrado solucionar las cosas con su pareja y debía pensar en cómo disculparse con el caballero de la última casa por lo sucedido, veía que hablar y ser honesto podía resultar bien, valía la pena dar una explicación.

 

**********

 

FIN

 

 

 

 

Notas finales:

Solo por comentar:

*Ouzo, metaxá, retsina y raki son licores de origen griego.

Espero que les gustara.

Nos leemos.

Atte. Zion no Bara

 


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