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Notas del capitulo:

No es viernes, por lo menos aquí ya no, pero está listo para el fin de semana, recién salido de... ¿mi mente? ¿mis dedos? ¿el word? como sea, recién salido y sin revisión, ya me tocará leerlo mañana y ver si le tengo que hacer cambios XD (realmente espero que no)

Pero como ahora si me quedé al día por un bloqueo, luego me puse a leer para sacar ideas y como me piqué revisando la historia de Helena, luego la de Rebeca (je je je, esa Rebeca) pues... lo que si es que mínimo esas historias ya tienen unas correcciones de redacción y ORTIGRAFÍA que pronto actualizaré acá

Recuerden que si ven algo así siempre estoy abierta para hacer las debidas correcciones

Ahora si me despido, pasen lindo fin de semana ciao ^^ Saludos

 Ania

 

La veo en recepción (no muy cómoda), ya que su jefe la puso a organizar documentación en vez de atender a los clientes) al parecer, tienen mucho que preparar para un congreso de “algo” que habrá en donde utilizarán los salones que tienen y obviamente muchos de los cuartos del hotel.

Lo bueno de venir al trabajo es que su ánimo se ha puesto mejor y su mal humor ha bajado bastante, es increíble como un encierro la pone tan de malas, lo bueno es que come mejor, el color y la mejoría en su piel es demasiado notoria y su sueño también ha mejorado

Espero que hoy con el cambio de sábanas duerma mejor, me acuesto, prendo el monitor, me acomodo y escucho que está inquieta, junto con quejidos disimulados, ¿se sentirá mal? ¿Por qué sigue siendo tan necia de no decírmelo?

Me levanto a oscuras para revisar que todo esté bien, la ventaja es que hay un rayo de luz del faro de la calle que se cuela en su recámara y desde el marco la veo ponerse de un lado, boca abajo, boca arriba, una posición que se ve “nada cómoda”, suspira, ¿se sentirá mal o solo es que no se acomoda? Vuelve a abrazar a la almohada y al parecer ya está conciliando el sueño o mínimo ya está más cómoda, así que en silencio regreso a mi habitación para no perturbarla.

Después de eso, las demás noches fueron más tranquilas y lo mejor de todo es que Ambar cada día se veía mucho mejor.

-           Estos documentos también hay que revisarlos- le entrega un tanto más su jefe a Ambar

-           Tengo una pregunta para ti- llega Santi y Andrea a rodearme

-           Luego, tengo que cuidarla- los detengo y trato de quitarlos de mi vista, me tapan el poder estarla vigilando

-           Si si si si, lo que sea- Santi que no se mueve

-           ¿Qué? - los veo a la cara

-           ¿Por qué dejaste de coquetearle? - Santiago va directo al punto

-           Porque ella no tiene interés en mí, no me voy a convertir en una acosadora

-           Si, acosarla un poquito te vendría bien- sonríe traviesa Andrea, la veo feo

-           ¿Quién te dijo que no le interesas? - Santi pregunta indignado

-           Sus actitudes- les respondo en lo que ellos se me quedan viendo frunciendo el ceño

-           A ver- Andrea se frota la frente, suspira, detiene a Santiago que va a interrumpirla- que tal si eres tu simplemente, si te sale la coquetería con ella pues ni modo- Santi sonríe- si le molesta te dirá, si no le molesta- su sonrisa se hace enorme- entonces no le eres tan indiferente

-           O le soy tan indiferente que por eso no le importa- le digo lo obvio

-           No le veo el problema a eso- me responde Andrea

-           Que yo no me quiero clavar más- le aclaro

-           Eso solo el tiempo y la distancia- me hace ver lo obvio- y mientras ella siga cucha tú no te irás de su lado hasta comprobar que su salud ya está bien- hace media sonrisa y levanta la ceja divertida, sabe que me tiene- mientras tanto, sigue siendo tu

-           Veré que hago- veo venir a Ambar

-           Yo digo que ir a un restaurante todos- se propone emocionado Santi

-           Tú no tienes tiempo de ir a restaurantes, solo yo estoy de medio tiempo- le aclara Ambar pinchándole la panza- Ania, mi turno ya acabó por hoy- asiento con la cabeza poniéndome de pie

-           Nos vemos chicos- les digo adiós con la mano y salimos.

Salimos del lugar y su mamá nos toca el claxon

-           Suban- nos dice al acercarnos- ¿Qué tal el trabajo?

-           Bien, me dejaron en los archivos- se queja Ambar

-           Perfecto, así no te da un bicho- su mamá está satisfecha

-           Los archivos tienen polvo- refunfuña Ambar

-           Traes el cumbre boca, no te va a pasar nada- entrecierra los ojos viéndome y su mamá se ríe

-           Traigo para hacer de comer- su mamá interrumpe la queja de su hija en lo que sigue divertida

-           No se tiene que molestar- le digo

-           No se molesta, mi mamá estudió cocina- suspira Ambar interrumpiéndome- le gusta- se pone a ver todo en la ventana

-           Con razón la comida sabía muy bien las otras veces- y las dos hacen la misma sonrisa vanidosa

 

La comida estuvo deliciosa, luego ellas se quedaron platicando y opté por dejarlas hablar, más porque en una pasada escuché el nombre de Giselle

-           Por favor Tali- le digo al teléfono- vamos, podemos ir a ver tus chucherías- le propongo- no quiero estar cuando ellas se hagan novias- resoplo

-           Bien, me convenciste desde las chucherías- se ríe la ingrata

 

Ese día tardé mucho en llegar mucho, verla en la puerta solo fue la comprobación de que iban para algo serio, yo ya no podía meterme ahí para nada o por lo menos eso pensaba hasta que regresando del doctor me trata diferente, bueno, no diferente pero el que se acostara conmigo fue muy lindo, quería abrazarla y pegarla a mí, solo para mí y cuando me dijo que no eran nada

-           No, no somos- lo escucho y no lo creo

-           Pero si vino para eso- ¿Qué no?

-           Vino porque le quedaba de pasada para el viaje, pero no somos nada, solo hablamos de mi enfermedad- me cuesta entender lo que dice

-           Tu enfermedad- ¿no le había dicho? - es bueno que inicien con la verdad- la verdad en las relaciones es clave

-           La cosa es que no creo que iniciemos nada más que una amistad- ¿de verdad?

-           Pe pero si ustedes se gustan- ¿Qué no moría por ella y por eso se mensajean tanto?

-           Pero queremos diferentes cosas- entonces ¿es libre?

Si tan solo me diera una sola señal de que le gusto tantito, podría hacer el intento, suspiro, veo mi cuarto que hoy está hecho un lío y me pongo a arreglarlo.

-           ¿Muy ocupada? - la veo asomada en el marco de mi puerta

-           Oh, no, ya casi termino- le doy una ojeada a mi cuarto y si, ya está, solo poner esos documentos en su lugar, escucho si risita pesada

-           Mamá te mandó decir adiós- me sonríe

-           Me hubieras dicho para despedirla- me sonrojo

-           Tenía prisa, papá le llamó y salió casi que corriendo- se ríe- tiene rato de todos modos, yo me puse en las clases- me explica

-           Cierto, eres adicta a ello- digo para mi

-           Si, me gustan, me distraen y aprendo mucho- sonríe satisfecha y da unos pasos hacia mí- tienes- toca mi cabello- pelusas- el aire lo tengo contenido en mis pulmones- me enseña la pelusa

-           Gra gracias- giro mi cara, creo que el sonrojo que me sacó es muy obvio

-           De nada, vamos a cenar, mañana hay que ir al trabajo- se da la media vuelta y comienza a caminar- mamá nos dejó el desayuno listo, solo para recalentarlo- asiento y la sigo

 

Dos semanas desde que empezó a trabajar han pasado, los análisis salen cada vez mejor y ella sin duda se ve cada vez más increíble.

-           Es como si renaciera de entre las cenizas ¿verdad? - me dice Santi en el oído

-           No hagas eso- lo veo feo- me da no sé qué y no de lo bueno- se ríe en lo que yo tallo mi oreja, ¡que horrible sensación!

-           Ay que, seguro te muevo todo- me dice pícaro

-           El estómago para vomitar- entrecierro la mirada viéndolo y luego reímos

-           Que cruel eres- hace puchero- pero, niega lo que dije

-           Ni que fuera fénix- aunque no lo niego, se ve cada vez más bella

-           Como sea- se indigna- hoy empieza todo- me le quedo viendo- la convención es de abogados a nivel nacional, un poco de políticos, bla bla bla- hace movimientos con el brazo y cara de aburrición- afortunadamente- sigue- nosotros los de recepción no estaremos tan al pendiente de todo, solo los que se hospedan aquí- sigue explicándome y yo asiento con la cabeza- Ambar ya puede atender al público, claro que con cierta distancia según las indicaciones que le dieron, eso o usa cubre bocas- reímos, es muy necia, los odia

-           Perfecto, gracias por informarle- le sonrío

-           De nada- hace media sonrisa- ¿Cómo les ha estado yendo? - pregunta como quien no quiere la cosa

-           Bien, nos ha estado yendo bien- le digo aburrida, entre Andrea y el presionan y yo no voy a andar de loca con Ambar, suficiente es con lo que ya he hecho

 

Veo llegar a mucho trajeado y trajeada, pasan entre la recepción o directo a los salones que serán las salas de conferencias o que se yo; Ambar ya tiene la autorización del doctor de trabajar a tiempo completo desde esta semana, así que estaremos llegando aún más cansadas, lo bueno es que ya no pone objeción con los medicamentos y sobre todo con las vitaminas

-           Ambar, si quieres seguir mejorándote no puedes bajar la guardia con esto- le pongo enfrente las medicinas y las vitaminas, me ve horrible

-           ¡Ya estoy cansada de eso! - las empuja, me le quedo viendo enojada

-           ¡Son las que han hecho que te mejores tan rápido- ¿Cómo puede bajar la guardia? Con razón tiene recaídas

-           Siempre es la misma cantaleta que me hace el doctor, siempre he seguido todo al pie de la letra, pero ya estoy cansada- me explica harta- y aún sigo creyendo que mejoro por lo que me diste, no por lo demás- refunfuña viendo a otro lado

-           Eso tiene mucho que ver- lo acepto- pero las vitaminas y medicamentos también, todo es un conjunto- le vuelvo a acercar las cosas, resopla viéndome duramente- hazlo por mí- bajo mi tono y hablando mis facciones al decirle- quiero verte sana- le tomo la mano- sus ojos viajan entre los míos y suspira

-           Bien, solo no pondré alarmas- acepta tomando las pastillas con la otra mano

-           Gracias- se sonroja y quito mi mano para que pueda tomar el vaso y pasarse las pastillas- yo me encargo de dártelas a tus horas

Tenemos el descanso (hora de comida) y caminamos a donde no haya mucha gente, la comida es amena, más porque aquellos se nos pegan y molestan un poco a Ambar, regresamos, todo parece tranquilo y eso me gusta.

 

 

Ambar

 

Después de la comida regresamos a nuestros lugares, veo a Ania ir camino hacia al baño, hasta que es interceptada por uno de los que están en las conferencias

-           Qué raro- Santiago comenta viendo la escena, ellos caminan a un lugar que no es muy visible a nivel “publico” pero que de los que estamos en recepción si podemos ver- como quien no quiere la cosa- dice Santi saliendo del lugar y acercándose a “revisar” cosas que no están en el lugar.

Veo que mueven los brazos, nada muy llamativo, las facciones de Ania varían y el tipo se ve muy divertido, ¿Qué estará pasando ahí? En eso veo regresar a Santiago disimuladamente, el irse hacia las conferencias y Ania al baño

-           ¿Qué pasó? – no me aguanto

-           ¿Sabías que Ania habla alemán? - me pregunta impresionado

-           ¿Qué? - ¿de verdad? El asiente- no tenía idea- es cuando me doy cuenta que no sé absolutamente nada de ella. Así que no entendí ni madres de lo que hablaron- se ríe derrotado

En eso, vemos regresar a Ania bastante pensativa y tomar su puesto en el escritorio que ya tiene tiempo le armé, está seria pero no deja de verme de reojo

-           ¿Qué habrá sucedido? - estamos intrigados

 

El día pasa, el evento solo va a durar una semana (¡afortunadamente!), mi tiempo de trabajo termina y salimos del lugar para llegar a casa

-           Fue un día muy ocupado ¿verdad? - me ve

-           Si, te tuvieron haciendo muchas cosas- me sonríe, abre la puerta de la casa y entra- los abogados no me gustan- refunfuña quitándose la blusa y quedando solo en camiseta en lo que yo cierro la puerta

-           ¿Por qué no te gustan? - le pregunto ladeando la cabeza y tratando de solo enfocarme en su cara, últimamente le gusta quedarse en shortcitos y camisetitas de tirantes

-           Me recuerdan a que un tiempo probé esa carrera, simplemente no era para mí- voltea sonriéndome- ¿me dejarás hacer la cena?

-           Hoy me toca a mí y preparar lo que nos llevaremos para mañana- hace mohín- la comida de hoy estuvo muy rica y el tentempié también-  le agradezco

-           Me alegra escucharlo, es dentro de tu menú- me sonríe juguetona

-           Lo seguiré, no te preocupes- asiente feliz

-           ¿No estudiarás? - me pregunta yendo tras de mi

-           Si, estudiaré- acepto entrando a la cocina

-           Puedo cocinar en lo que tu estudias- insiste

-           Puedo con ambas cosas- le aclaro volteando a verla, ella detiene su paso en seco casi topando conmigo

-           ¿y con más? - tiene unos días que regresó a su modo “juguetón” aunque algo más light- ¿Qué idioma harás hoy?

-           Tengo repaso de alemán- mi sonrisa se agranda

-           Oh, que aburrido- hace caras

-           Nunca te he preguntado, pero ¿tú hablas otro idioma aparte del español? - regreso mi atención a la cocina

-           Si- giro a verla- inglés lo hablo

-           ¿lo hablas bien? - la veo a los ojos

-           Sí, pero no me gusta hablar en otro idioma- encoge los hombres

-           ¿Solo inglés? - frunce la nariz

-           ¿Por qué las preguntas? - porque te vi ir con un fulano y como te siguió Santi y se dio cuenta que hablabas alemán, me nació la duda

-           Curiosidad nada más- le respondo sacando las cosas del refrigerador

-           Mmmm- la veo rascarse el sien derecho- puede ser- divaga- ¿Qué prepararás? - suspiro

-           Aun no sé, pero tengo mucho tiempo- me le quedo viendo

-           Bien, iré a mi cuarto mientras, tal vez duerma un poquito- se detiene y me ve coqueta- por si quieres acompañarme- me guiña el ojo

-           Paso, tengo mucho que hacer- sigo con lo mio

Termino la comida, reparto la comida de mañana en dos refractarios y los dejo afuera para que se entibien, mientras que lo otro lo dejo en las cazuelas para cenar al rato; camino a mi cuarto, la veo acostada leyendo un libro que al parecer es de medicina, niego con la cabeza y sigo mi camino a mi cuarto para hacer mis clases, hoy me siento muy cansada, pero por retomar las actividades a tiempo completo ya.

 

 

Ania

 

Entro a mi cuarto, la sensación aun es incómoda, tomo el papelito del pantalón y veo el número ¿Por qué no me lo dio? ¿no pudo solo hacerse el que no me vió? Suspiro y luego Ambar preguntándome de idiomas

-           Ania, es importante que tomes clases de diferentes idiomas, es el futuro para que llegues a la política, que tal si llegar a ser gobernadora, ser cónsul, un puesto muy importante- mi papá ve al techo- por eso, tu hermano y tu tendrán ingles tres veces a la semana, francés una vez y alemán otra a la semana- se jacta mi papá

No son recuerdos buenos, creo que apenas tenía 6 años cuando todo eso inició, fue la razón de que yo aborreciera los idiomas.

-           Pero qué casualidad encontrarte aquí- me dice muy animado- ¿Qué tal si hablamos en donde no nos vean muchos, él no sabe que estás acá

-           Y espero no se entere, no sabía que ustedes vendrían- refunfuño en lo que él se ríe

-           Ni le diré, así que no te preocupes, pero oye- habla en alemán agrandando su sonrisa- que hermosa te vez- me guiña el ojo

-           No me lo tomes a mal, pero- me interrumpe

-           Tengo planes en la política y es posible que necesite tu apoyo- saca su sonrisa kodak- pero para eso me gustaría hablar más a profundo ahora que sé en dónde estás- suspiro con desagrado

-           No estoy interesada en esto y lo sabes- le dejo en claro

-           Ay, eso lo sé, lo dejaste muy en claro, pero tengo muchos chismes, toma- me da un papelito- por favor, ponte en contacto conmigo, juro no es nada malo- hace puchero

-           Lo pensaré- acepta con la cabeza

-           Mientras ten cuidado para que no te reconozcan y él no se dé cuenta, con eso de que estás estudiando tus maestrías y doctorados en Alemania- se ríe- aunque estás demasiado cambiada, te vez hermosa- me guiña el ojo y se despide de mi

La pregunta aquí es ¿le hablaré? Esperaré a que todo esto termine y de ahí veo que hago, si buscarlo o no, decido, mientras tanto, mejor me sumerjo en la lectura para distraerme y dejar de preocuparme por cosas que no deben de importarme

 

 

Ambar

 

Los días siguen con mucho ajetreo, aunque cada vez me siento mejor, en las tardes que regreso llego a dormir, agarrar el ritmo nuevamente es pesado, pero me gusta, me gusta mucho mi trabajo y estar en movimiento, eso del encierro es terrible

-           ¿Qué crees que haces aquí? - un Sr grande le pregunta a Ania tomándola bruscamente del brazo, veo como Ania pone cara de susto- me haces pasar vergüenzas, una cosa con tus gustos no debería dar la cara

Jalo a Ania hacia mi sintiéndola temblorosa y ya voy a decirle algo cuando una tipa empieza

-           ¿De qué habla licenciado? - él se tensa, ve a Ania- su comportamiento deja mucho que desear tratando asi al personal que amablemente nos está atendiendo- la mujer se escucha demasiado molesta

-           Licenciada Villanueva- dice nervioso el hombre

-           Santillana desde hace mucho tiempo- la mirada de la mujer es más pesada cada vez- porque le recuerdo soy una mujer casa- sonríe petulante- ¿Por qué la trata así? - no quita el dedo del renglón

-           Porque soy lesbiana- dice a susurro Ania, la licenciada frunce más el ceño y hace una sonrisa iracunda

-           ¿Por qué no me dice eso también a mí? - su voz da miedo- recuerde que tengo es po sa- él la ve con asco

-           Ella no debería estar aquí, no es licenciada en leyes- refunfuña el sr sin quitarle la vista a la mujer

-           Donde me entere que le dirige nuevamente la palabra o la busca y lo haré pomada- el hombre, aunque no se mueve se ve asustado- así que no me tiente y mejor desaparezca de mi vista por ahora- ni regresa la vista a Ania y sale del lugar iracundo el hombre

-           ¿Estás bien? - le pregunto a Ania sobando sus brazos, sigue temblorosa

-           Oye, en verdad- la mujer ahora ya totalmente cambiada de ánimos le habla, hasta le aparece una sonrisa enorme- esta es mi tarjeta, si él te vuelve a buscar o molestar me llama y lo refundimos en la cárcel- se ufana- esos solo ladran, pero no muerden- le da palmaditas en la cabeza

-           El sí muerde- suspira y no le quedamos viendo, la licenciada ladea la cabeza- pero gracias licenciada- ve la tarjeta- Rebeca

-           Aunque muerda me llamas, nadie me mete miedo más que mujer enojada, Dios, ella si me hace temblar- dice juguetona y de repente pone cara de pervertida- de muchas maneras- niega con la cabeza y sonríe- pero aquí el caso es que solo ella, los demás no me hacen nada- se ríe contagiándonos

-           Gracias- le digo

-           ¿ya es su hora de salida? - nos pregunta- veo la hora (falta una hora=, veo a recepción y Santi me hace seña de que ya me vaya, el me cubre

-           Por hoy si- asiente

-           Bien, entonces, mañana ya que termine esto me invitan a algún lugar con mi esposa, mañana llega y no tengo idea de a donde la puedo llevar- nos sonríe

-           Claro, será un gusto licenciada- le respondo

-           Rebe por favor, hay que dejar las formalidades- me cayó bien

-           Entonces, hasta mañana Rebe- me despido sin dejar de abrazar a Ania

-           Hasta mañana, no me dejen plantada porque sé en donde trabajan- nos dice juguetona y regresa con los demás abogados

Llegamos al departamento y la dejo en su casa para ir a preparar unos tés

-           ¿Están listos ya? - me pregunta

-           ¿Qué haces aquí? Te los iba a llevar, niega con la cabeza

-           No quiero estar sola- dice con su vocecita triste, me le quedo viendo

-           Porque no tratas de dormir- niega nuevamente con la cabeza, pero ahora más temerosa

-           Menos, no quiero dormir, no puedo simplemente- suspira, le entrego su té

-           Hoy dormimos juntas, una de cal por las que van de harina- le digo señalándole el sillón

-           Jum- suena nada más, se sienta y suspira

-           ¿Quién es él? - le pregunto, suspira

-           Mi papá- lo dice con pesar- él quería que yo fuera abogada- hace una sonrisa nostálgica- yo era su todo, me tenía la vida armada y resuelta- se queda viendo el contenido de la taza- pero un día tomé el valor y le dije que no quería ser abogada, que a mí me gustaba la enfermería, que no me casaría con el que tenía para mí- se ríe- y que era lesbiana- resopla

-           Por lo que veo no lo tomó muy bien- niega con la cabeza

-           No, me desconoció, desde ese día no tengo familia- el corazón se me estruja y la abrazo ¿Cómo puede alguien ser tan malo con ella? - por lo menos no me mandó desaparecer del mapa- se ríe

-           Oye- le tomo el mentón haciendo que me vea- te ves más bonita cuando sonríes- observa mis ojos- todo va a estar bien Ania- la vuelvo a abrazar

-           ¿Cómo puedes estar tan segura? - me pregunta insegura sin quitarse, me separo, le acomodo el cabello

-           Porque tu no trabajas para el hotel- me rio- tu trabajas para cuidarme a mí- responde a mi sonrisa- la licenciada ya le dejó dicho las cosas y te dio la tarjeta

-           Por un momento dio más miedo que mi papá- se le salen unas risitas

-           Estoy de acuerdo contigo- sobo su espalda- ¿Quién era con el que platicaste el lunes? - por fin me decido a preguntarle

-           Mi hermano- se me queda viendo- pensé que nadie nos había visto

-           En recepción se ve todo- le explico- ¿crees que él le dijo de ti?

-           No, mi hermano nunca fue rajón, nosotros no nos metemos con las batallas del otro- se ríe- debió verme pasar o algo así

-           Cuando fuimos a comer a lo mejor, porque ahí en donde estás los clientes no te pueden ver- le digo

-           Posiblemente o en alguna ida al baño- encoje los hombros y deja la taza en la mesita bostezando

-           Acomódate- le indico parándome por la cobijita de la sala, se me queda viendo y le hago seña

-           No quiero dormir- se niega

-           No vamos a dormir, solo a descansar un rato- se acuesta haciéndome lugar

-           ¿Estarás conmigo? - me pregunta cual niña tímida y eso se me hace tierno

-           Si, al fin, salimos antes- me sonríe dulcemente, me acuesto a su lado y comienzo a acariciarle el cabello

-           Gracias- me abraza de la cintura

-           A ti por abrirte conmigo- beso su frente y nos quedamos en silencio

 

No me imagino lo difícil que pudo ser su vida, primero estar obligada a seguir los sueños de su padre y luego perderlo todo, seguir con una actitud tan alegre a pesar de la babosa con la que vivió y seguir con la frente en alto, de verdad que ahora la admiro y mucho.

 

La noche la pasamos en mi cuarto (como en los viejos tiempos), me abraza toda la noche y yo cada vez que recobraba un poco de conciencia le sobaba la espalda para que se relajara, fuera de eso, la noche fue muy cómoda y nuevamente descansé muy bien.

Llegamos al hotel, aun no hay movimiento de las conferencias, Ania se va a su puesto, aunque estuve renuente a que viniera hoy me salió con un “yo no huyo de mis problemas” y la admiré más

-           Buenos días- me saluda uno de los licenciados- ¿sabe en donde está enfermería? - me pregunta

-           ¿Se siente mal? - yo lo veo muy bien

-           Sí, pero quería hablar con una de sus enfermeras- me dice sonriente

-           No trabajo aquí- suspira Ania asomándose

-           ¿Entonces qué haces aquí? – le pregunta extrañado- el acoso está mal- se ríe con la misma sonrisa de Ania

-           Saúl, ¿Qué quieres? - va directo al punto

-           Supe que papá te reconoció- se pone serio- solo quiero que sepas que no hará nada, pero por si acaso no te le pongas en el camino- sin darme cuenta, respiro más relajada al saberla fuera de peligro

-           Gracias- le responde Ania

-           De nada, pero mínimo mándame mensaje para saber que ese es tu numero- infla los cachetes y Ania ríe

-           Bien, ahora vete, se supone que no sabes que estoy aquí- lo regaña

-           Si él me dijo- se ríe- bueno, cuídense- se va muy alegre

-           Se parecen en la forma de ser, porque en el físico no- reniego frunciendo el ceño y Ania se ríe

-           Un poco si- acepta

 

Llega nuestra hora de salida, bueno, mi hora de salida, Ania se prepara para salir conmigo y somos interceptadas

-           Quedamos que no me iban a dejar plantada porque sé en donde trabaja- nos dice muy alegre la licenciada

-           Claro, no lo habíamos olvidado- le respondo la mentira

-           Perfecto, les presento a mi esposa Mariana, nuestra buena amiga Carlota y su esposo Fernando, ellos están en el congreso también, son abogados como yo, la mejor carrera del mundo- nos reímos

-           La mejor es la mía- su esposa se le queda viendo con una sonrisa

-           Segunda mejor- comienzan a pelear

-           Y ellas pueden decir que la suya, así que dejémoslo por ahora- interviene el tal Fernando- ¿A dónde vamos?- pregunta viéndonos

-           A donde quieras- interviene Santiago coqueto

-           Santi, déjame presentarte, los abogados Carlota y Fernando que están casados, la abogada Rebeca y su esposa Mariana- lo detengo de una vez

-           Un gusto- saluda

-           Vamos a un restaurante sencillo y seguro- comienza a explicarle Ania- en donde puedan ver un poco de aquí y disfruten

-           Ya, para eso vamos a necesitar llegar a Andrea que tiene pase directo en ese restaurante- vemos venir a Andrea muy feliz- y tiene carro, así nos dividimos en dos, ¿les parece?

-           Por mi perfecto- acepta Rebeca- pero también podemos ir a develarnos- le brillan los ojos

-           Mañana tenemos el cierre de la conferencia- Carlota le recuerda- ellos que trabajar- Rebeca hace cara de tristeza y Mariana se ríe

-           Era nuestra oportunidad de, donde que están cuidando a nuestros hijos- “lloriquea” mientras los otros ríen

-           Ya habrá más oportunidades amor- su esposa le da un besito en la mejilla

-           Bien, vamos.

 

Vamos al restaurante, es de comida típica de acá en la que no dudan en comer nada, ver el lugar, Ania pide para mi algo sencillo y me entrega mis pastillas

-           ¿Cuál es su carrera? - Fernando pregunta

-           Turismo- contestan Santi y Andrea a la vez riéndose con la coincidencia

-           Soy enfermera- Ania les aclara

-           ¿Y tú? - me pregunta Carlota

-           Idiomas- les aclaro, porque, aunque ustedes no lo crean, tengo la licenciatura- y me sigo actualizando

-           Mira Marianita, una chica que puede hablar todos los idiomas con la devoradora- se ríen, ahora ve seria a Ania- ¿te volvió a molestar?

-           No, nada que ver- asiente contenta la abogada

-           Bueno, ahora, lo que me pica la curiosidad es ¿Por qué tomas eso? - señala las pastillas

-           Estoy en tratamiento y Ania es la que me cuida- les aclaro

-           ¿No trabaja para el hotel entonces? - sigue con su cuestionario

-           No, en absoluto- sonríe

-           ¿No te hace daño salir con nosotros ahorita? Porque pudiste decirnos- veo a Ania

-           No, no le hace daño, de lo contrario les hubiera comentado y solo mandarlos con ellos que son de mucha confianza- todos sonríen

-           Perfecto- seguimos con la cena y la salida a caminar.

Al regreso (que no fue muy tarde), veo como Rebeca detiene a Ania para intercambiar algunas palabras, luego Santiago nos deja en la casa y ya la veo ir camino a su cuarto cuando la detengo

-           ¿Estás bien? - le pregunto

-           Sí, estoy bien, muchas gracias por preguntar y estar al pendiente de mi- me abraza

-           No hay de que- sobo su espalda- Ania- la llamo al separarnos, se me queda viendo

-           ¿sí? - veo sus ojos, acuno su mejilla y la acaricio, Ania está expectante

-           Eres muy fuerte- susurro, ella sonríe

-           Ni tanto- pone su mano sobre la mía- iré a cambiarme, hoy me cansé mucho

-           Sí, yo también, a ver si no me quedo dormida- me río

-           Antes déjame revisar tu piel por favor- me pide, suspiro, ya pasó el tiempo en donde teníamos peleas por eso

-           Bien, para que le chismosees al doctor- me pongo en camino

-           Y me dé un taco de ojo- dice bajito y me río, esta nunca cambia

-           Pues ya que está a la vista ¿verdad? - giro a verla y está sonrojada, me acerco a ella toco uno de sus pómulos sonrojados- te ves linda sonrojada- se sonroja más “me dan unas ganas” me detengo, abro mis ojos ante la sorpresa y me le quedo viendo

-           ¿Crees que soy linda? - pregunta tímida

-           Linda, fuerte, amable, tienes tantas cualidades- toma mi mano que aún sigue en su cara- ¿Por qué lo dudas? - susurro

-           Porque solo me consideraría linda si te gusto a ti- trago con dificultad, mi corazón lo siento agitado

-           No veo porque no me gustes- susurro- eres una mujer hermosa- sus ojos van de mis ojos a dar un salto a mis labios y regresa a mis ojos en lo que su lengua humedece sus labios

-           Hay que revisarte- susurra dando un paso hacia mi

-           Si- respondo dando un paso hacia atrás y prendo la luz

-           Ay, un cucaracho- brinca Ania, giro y el bicho está patas para arriba, con todo el asco de mi ser lo piso para escuchar y sentir el crujido- voy por la escoba, recogedor y todo para desinfectar ahí- sale corriendo mientras yo suspiro, el bicho nos regresó a la realidad

Notas finales:

Ese bicho...


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