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Solo eran 24/4 por Nasky

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Notas del capitulo:

Es un capítulo un poco más corto (no mucho en realidad, menos de 300 palabritas), pero creo que les va a gustar 7///7, jajaja o eso digo yo.

Lindo fin de semana ^^ saludos

 Ania

 

-           ¿Qué es el licenciado Pereida para ti? - me pregunta a solas Rebeca

-           Mi padre- le aclaro, pero ella no se inmuta

-           Mmmm- se me queda viendo- no creo que te vaya a buscar- toca mi hombro, su esposa no ha dejado de vernos y Ambar tampoco

-           No lo hará, para el sería una vergüenza que me vincularan con el ahora- le hago ver

-           Entiendo- me sonríe- a veces es mejor tenerlos muy lejos de nuestras vidas cuando las cosas son así- me da palmaditas

-           ¿Me lo dice por experiencia? - ella niega con la cabeza

-           Una amiga tuvo un caso similar, una vida similar, aunque a ti te veo mucho más fuerte que a ella- no me quita la vista de encima

-           Fue hace tiempo, ayer solo me agarró por sorpresa- asiente

-           Perfecto, pues licenciada, cuide a su paciente muy bien porque se le escapa su enamorada de otra manera- se ríe ¡de mí! - dichosa ella de tener una “enfermera tan sexy”- me guiña el ojo y en eso sus ojos brillan- ¿Aquí hay tienda de disfraces? - frunzo el ceño y la veo confundida

-           ¿Para qué? - no la entiendo

-           Mi esposa se vería excelente de enfermera- casi babea y me gana la risa ¿Cómo puede ser así de descarada?

-           ¿Es enserio? - no me la creo

-           Todo con Mariana es enserio- se pone firme, me río más divertida, esta tipa es un caso, saco mi celular y busco el lugar (no es que yo conozca y haya comprado algo ahí)- perfecto, mañana me doy una escapada- sonríe traviesa- bueno, cuídate, y si necesitas algo avísame, guarda mi contacto- me guiña el ojo

-           Gracias- le mando la ubicación por whats- usted también guárdelo, por su alguna vez necesita una enfermera de verdad, aunque espero que no- me regala una sonrisa

-           Esperemos que no y solo con la que voy a vestir mañana- se va feliz

Que tipa más extraña, aunque le agradezco el estar al pendiente.

 

Llego con la escoba y recogedor, los dejo ahí y salgo en lo que voy por la cubeta, trapeador, ¡CLORO! Y un trapo para limpiar la suela de ese zapato o lo que sea que se haya manchado, voy a buscar ¡POR TODA LA CASA QUE NO HAYA MAS DE ESAS HORRIBLES ZABANDIJAS! Al regresar con el resto de las cosas, veo que ya tiene en el recogedor el esqueleto desecho de esa horrible cosa.

-           Yo lo iba a hacer- me sonríe

-           Ya lo hice yo, te dejo trapear con cloro eso, solo no dejes el cuarto impregnado de cloro, quiero poder dormir aquí- me dice entre risitas

-           Yo no exagero, pero hay que limpiar la suela de tu calzado- frunzo el ceño- y no camines con eso, vas a contaminar todo- refunfuño al verla querer dar un paso- ¿Por qué ibas?

-           Por mis chanclas- se las paso, su sonrisa no se escapa, toma su zapato que machacó al cucaracho y en la suela le pone tantito cloro- voy a limpiar la suela, señorita “no exagerada”-  se va entre risas, mientras yo termino de exprimir el trapeador para desinfectar ahí.

 

Por fin ya en cama, pongo mi cabeza en la almohada ya tapada, me acomodo, cierro mis ojitos, suspiro y… “No veo porque no me gustes”, “eres una mujer hermosa”

-           ¡¿Eso es un yo le gusto?!- digo sentándome en la cama sintiendo el corazón en la garganta y la adrenalina recorrerme por todo el cuerpo ¿Qué fue lo que pasó? - ¡pinche cucaracho!, creo que dio el cortón a algo importante- siento mi cara arder- ¡y no revisé como iba su piel! - exhalo frustrada

 

La veo ahí en el recibidor atendiendo amablemente a todos con su linda y bella sonrisa, su torpeza aún sigue con los objetos, pero debo decir que ya no tanto, así que supondré que la debilidad ayudaba a su ya nata torpeza, me cacha viéndola, lo le rehuyó porque sería muy obvio y en todo caso mi excusa es que “la estoy cuidando”.

-           Que atenta andas hoy- me dice juguetona Andy

-           Así debo estar- la veo de reojo

-           Oh, sí, claro, ¡tan! Atenta solo por ser una enfermera ¡tan! Dedicada- volteo a verla, tiene sonrisa de oreja a oreja

-           Yo siempre soy profesional- cuido mi lengua de no mordérmela, esta se ríe

-           ¿Cuándo puede hacer una salidita? - pregunta frunciendo la nariz un poco

-           Esto no es automático- la regaño- es un proceso largo- estos piensan que de la noche a la mañana ella puede tener una vida normal

-           ¿Qué tal un bar café muy sano? - la veo sin creer ¿Qué no está entendiendo? - prometo que ni fumadores habrá, es más como un café que bar, tal vez tirándole a restaurante- sigue insistiendo

-           No, el doctor aun no le ha dado permisos de salidas, di que viene a trabajar- le digo moviendo mis manos y brazos para que entienda

-           Sé que al rato tienen cita con el doc, solo pregúntale ¿sí? - hace carita de puchero

-           Preguntaré, pero no te prometo nada- sonríe feliz

-           Sería una salida como eso de las 6 para regresar cuando mucho a las 10 y ninguno nos embriagaremos como para perder la conciencia- me doy por vencida con esta mujer

-           Le comentaré al doctor, pero no prometo que pase- le dejo en claro, ella da la vuelta y se va con una gran sonrisa

-           Hola- llega Ambar

-           Hola- me sonrojo ¿Por qué me sonrojo?, ella sonríe más

-           La loca esa ¿te molestaba? - me pregunta juguetona

-           Nnnnno- necesito controlarme, tenerla así me hace recordar lo de ayer en la noche, nuestra proximidad, ¡mis nervios! - solo quería ver si nos daban permiso de salir- se ríe

-           No tiene remedio- niega con la cabeza con esa tranquilidad, sonrisa y risitas que le quedan tan lindas- ¿vamos a comer para irnos directo con el doc? - me pregunta clavándome la mirada y a mí una corriente me pasa por todo el cuerpo

-           Si- digo incautamente

-           Bien- ya que tomo las cosas me toma de la mano y me jala ¡mi corazón se va a salir de mi pecho!

El tonto de Santiago solo me sonríe, esa sonrisa que te dice “por dentro estoy muerto de risa” y me alza y baja las cejas con un “i tell you” labial sin ruido ¿Qué me dijo el sonso?

Rato después vemos pasar a la esposa de la licenciada Rebeca ¿le habrá ido a comprar el disfraz?, en que estoy pensando, no creo, posiblemente solo me tomó el pelo, sé que es la fantasía de muchos, pero digo, de eso a que lo hagan es como que… aparte no creo, la esposa se ve muy seria y fashion, seguro si lo intenta la licenciada (que si se ve medio pervertida con la sonrisa que puso ayer, aunque aquí con todos los licenciados se ve muy seria y propia, pero caras vemos, corazones no sabemos) la esposa la manda a volar, aunque sería más chistoso si la que termina con el disfraz puesto es la licenciada Rebeca, ¡no tengo nada en más que pensar para distraerme de los de ayer! Y ando pensando pura tarugada que ni me debería de importar ¡contrólate mujer! Aunque eso me recuerda cuando Ambar mencionó el atuendo de enfermera ¿la podré tentar con eso?

La comida fue… creo que es la comida en donde he estado más mucha que nunca, ¡sigo en shock! Y eso que ya estamos en el consultorio esperando que el doctor llegue de su comida

-           Ania linda- llega Talis juguetona- ¿Qué tal si me ayudas aquí? - hace caras de cachorrito

-           Claro, pero quiero un dulce- le contesto burlona

-           Para ti tengo ate, uno amarillo amb- me sonríe traviesa- Ambar ¿tu también quieres ate? - entrecierro la mirada viendo a Talis

-           No gracias- Amabr sigue con su revista

Me pongo de pie para ayudarle en lo que me pasa una que otra hoja

-           Se te extraña mucho- hace puchero- mi jefe me explota- lloriquea

-           Ni que te pusiera dinamita para que hagas bum- dice burlón el doctor que está llegando

-           No lo sé, yo le creería- le contesta socarrona Ambar haciéndonos reír

-           Mira mocosa- la señala serio- al estrado de los acusados- canturrea modo “juzgados”

-           Aja, para eso lo tiene que abrir- Ambar rodea los ojos

-           Ah- el doctor se ríe y va a abrir el consultorio para dejarnos pasar primero

-           Me alegra que siga siendo un caballero- Ambar usa tono burlón

-           Yo siempre- se va a su silla y sacara una hoja- déjame decirte- la ve fijamente- siéntate, estas noticias se tienen que dar sentadas- la “regaña” mientras Ambar la ve aburrida

-           Ya ¿feliz? - frunce el ceño

-           Claro que soy feliz, tengo una hermosa esposa, unos hijos encantadores, trabajo en lo que me gusta- comienza a enumerar- como bien

-           Directo al punto que me voy- Ambar lo detiene con tono de fastidio

-           Te estas sublevando- la ve feo en lo que Ambar levanta una sonrisa socarrona

-           Aja- se traga la risa

-           Tus análisis salieron muy bien, puedes comenzar a hacer una vida “normal” siguiendo la medicación que te mando- los hermosos ojos de Ambar destellan la felicidad que su boca no puede ocultar con una sonrisa- tienes que seguir con la sana alimentación, no desvelos ni mal pasadas- la mano del doctor con el dedo índice estirado en cada indicación va de arriba a hacia abajo- si vemos que todo esto sigue igual de bien o mejor en 15 días te quito las inyecciones baratas- Talis y yo nos reímos

-           Perfecto- Ambar está que no cabe en ella y yo con ella

-           Eso implica que Ania desde el lunes ya tiene que venir aquí conmigo porque Talis solo me da lata y se la pasa molestándome- hace puchero y se cruza en brazos enfurruñado

-           ¡Doctor! - exclama Talis, él la ve atento al igual que nosotras- la boca le sangra, seguro se mordió la lengua- Ambar no aguanta y se ataca de la risa mientras que el doctor le saca la lengua

-           Ya no hacen las enfermeras como antes- reniega el doctor

-           Sus amistades me preguntaron por salidas- le comento al doctor

-           Si no es algo sencillo no, primero hay que asegurarnos- me responde serio, asiento

-           Las salidas puedes decir que me quedo otro mes mas- Ambar le da i los dos nos reímos

-           No voy a ser la causa de tus excusas para ser antisocial- le dice entono fregoncito

-           Para lo que le conviene- masculla Ambar

-           A mí me conviene tu salud física, de la mental no puedo hacer nada- le dice “dándose por vencido” y luego le sonríe- por ahora hay que irnos a descansar- se para muy ufano

-           Usted apenas acaba de llegar- tose Talis y el doctor se deja caer en la silla haciendo trompa con los labios

-           Por eso digo que Ambar tiene que ir a descansar- se pone en pose orgulloso

-           Que le vaya bien doctor, que la pase bien con sus pacientes- Ambar le restriega- que espero sean muchos

-           ¡Oye! - el doctor le dice en tono de “yo no te deseo el mal”

-           Asi usted gana mal ¿pues qué pensó? - Ambar sale entre risitas

-           Esa muchacha se está saliendo del huacal- masculla – Ania, te veo el lunes a primera hora de favor- asiento

-           Claro, nos vemos- salgo del lugar para alcanzar a Ambar

La veo estirarse en la calle, me quedo a unos pasos viéndola, se da la vuelta y me sonríe

-           ¿Vamos? - asiento y la sigo con el deseo de poder tomar su mano- ¿entonces saldremos con Andrea? - me pregunta ya que vamos al paso

-           Hoy no- frunzo el ceño- y aun no sé si postergarlo- se ríe

-           Pasemos por un helado- se adelanta cual niña, pero tomo su mano para detenerla

-           Oye, está fresco, no helado- no me ve contenta y luego sonríe

-           Me deberás un helado entonces-comienza a caminar sin soltarme la mano, creo que mi corazón no va a aguantar esto

 

Abre la puerta del departamento pasando primero, se detiene al dar dos pasos dejándome apenas al marco de la puerta, se voltea, me sonríe risueña

-           Hoy me siento juguetona- dice descaradamente ¡hermosa!

-           ¿eh?

Su brazo de un movimiento rapidísimo me estampa en la pared acorralándome y acercando su cara a la mía, siento mi corazón latir a mil

-           Es una tentación ver como cedes el control a lo que yo mando cuando te tomo por sorpresa- susurra al ras de mis labios, estoy tan en shock- parece que ahora si me salió- hace risitas y yo sigo perpleja, baja su vista a mis labios, suspira, regresa la vista a mis ojos- me gusta el carmín de tus mejillas ahora- y deja un ligero besito en mis labios, casi solo como rose- iré a mis clases- se da media vuelta y se va con una enorme sonrisa de victoria dejándome ahí desorientada.

 

Me resbalo por la pared sintiendo mis piernas como gelatina que no aguantan mi peso ya, veo que ya está oscureciendo pues ¿cuánto tiempo estuve ahí, ¡así!? Veo mi reloj, ¡Mínimo una hora! Parpadeo repetidamente ¿fue mi imaginación? Pero mis labios aún tienen ese recuerdo, toco mis labios, recuerdo su mirada y mi sonrisa sale a relucir, esto fue cierto ¿verdad?

Me levanto y camino, aun creo que todo esto es tan fantasioso y… ¿Qué diablos estoy haciendo aquí?

-           Hasta que te encuentro- me habla normal, mientras que siento mi cara enrojecer y ella sonríe- ¿estás bien?

-           Sss sss si- enrojezco ¡más!, da uno, dos pasos más cerca de mí, ladea la cabeza

-           ¿Cenamos? - pregunta como si nada

-           Cl cl cl claro- da un paso más a mi quedando al ras de mis pies y lo sé porque la vi medirlo mirando hacia abajo, sube la cabeza para verme

-           ¿Por qué tan nerviosa? ¿te comió la lengua el gato? - se burla, ¡yo sé que se burla! - porque estoy segura que yo aún no te la he comido- sonríe de oreja a oreja, abro la boca para hablar tomando aire- ah, ya entendí, - me interrumpe y me le quedo viendo atónita- quieres que te la coma, bien, por mí no hay problema- me toma de la nuca acercando su cara de nuevo, ¡creo que voy explotar del sonrojo!

-           ¡Ábranme ya! - nos interrumpe el toquido y el grito de ese estorboso hombre- ¡no ve avisaron que les dijo el doctor! - se queja desde el otro lado de la puerta

Ambar se separa de mí y va a abrirle

-           Apenas tocaste, no hagas escandalo o los vecinos se van a quejar- lo regaña

-           Llevo rato tocando- se queja- no me avisaron nada y por eso vine- dice enfurruñado, cruzando los brazos y pasando al departamento- y les traje cuernitos de chocolate- hace puchero

-           Ania te iba a avisar, no te quejes- dice entre risitas Ambar

-           Pues no me avisó- se quedan en silencio- a esta ¿Qué le paso? - vuelvo a sentir mi cara arder

-           Que te importa- me doy la media vuelta y entro a la cocina- ¿con chocolatito caliente? - pregunto en voz alta

-           Si- escucho a coro

En la cena Ambar le da las buenas noticias, el hombre se pone todo feliz, más porque mañana ya acaba todo lo del congreso y la carga laboral también se les libera a ellos; comparten más temas en la mesa, yo (como no son lo mío) después de algunos tomo las cosas para lavarlas.

-           Yo limpio, ordeno y lavo, no te preocupes- me detiene Santi- ve a adelantar lo que sea que no has hecho, mañana yo llevo la comida- me dice amable, así que le hago caso y voy a mi recámara a alistar las cosas para mañana.

Alguien puede explicarme ¿Cómo uno duerme así? Podría ir y entrar a su recámara, aprovechar que está por completo tapada, montármele encima y darle ese beso que ¡el estúpido de Santiago interrumpió! Pero ¿y si no me lo iba a dar? ¿y si solo estaba jugando?, solo respira mujer, tu también puedes jugar, si, jugar ¡en donde te vas a quemar!

 

La mañana llega, la alarma me avisa que es hora de meterme a bañar, tomo mis cosas, creo que tengo ojeras, mis ojos los siento súper pesados, me baño, seco, cremita al cuerpo, desenredar el cabello, veo la hora, aun no es tiempo de que Ambar ocupe el baño, me pongo la ropa interior que no vi cual agarré pero ahora que me fijo escogí una morada muy oscura, que, no es por nada pero que bien se me ve, así como para que si fuera otra le diera una buena checada, me río viéndome al espejo, vanidad ¡¿en dónde quedo?! Me ataco de la risa internamente y solo una risita ligera en el exterior; reviso nuevamente la hora, ups, ya me tengo que apurar, me vuelvo a ver al espejo, veo mi ropa y una sonrisa se me escapa, creo que estoy para hacer travesuras.

Salgo del baño con toalla en mano y la ropa del otro, escucho los pasos detrás de mi detenerse, contoneo más mi cadera, estoy casi segura que me está viendo, realmente espero ¡que si me esté viendo! Y no giro a cerciorarme porque siento que con eso perdería la batalla y ¡no me puedo permitir eso! ¡ayer ya me dejó mal! Llego a mi cuarto, entro y cierro la puerta, minutos después escucho que cierran la del baño y me doy ¡por bien servida! Aunque aún muero de sueño.

En el desayuno no dijo nada, actuó normal, camino al trabajo igual, suspiro, creo que no me vio o si lo hizo no le causó nada.

-           ¡Buenos días! - Andrea llega saludando muy animada- oye ¡que ojeras te cargas! - me lo restriega

-           Buenos días- respondo viéndola feo

-           ¿Qué? - pregunta como si nada

-           ¿Y si le coqueteo? - Mi boca avienta el comentario

-           Si es a Ambar es lo que te he venido diciendo- canturrea

-           Yo creo que si lo intento- ni sé lo que digo

-           ¿Qué te dijo el doctor de la salida? - esta sí que es insistente

-           Me dijo que podíamos muy espaciado, en un lugar que no estuviera viciado, tranquilo y que tiene prohibido desvelarse, malpasarse o mal alimentarse- exagero un poquito

-           Perfecto- se da la vuelta- hoy saliendo nos vamos por ahí- les dice toda feliz dando brinquitos y desaparece

-           Genial- Santi comenta viendo su celular y se le asoma una sonrisa terrorífica

-           Das miedo- finge Ambar- pero a trabajar- regresa a la seriedad de su trabajo

 

Santí cumplió lo prometido, tuvimos una comida sana de mucho verde, hizo (o compró) unas tortitas de acelgas, un guiso de espinaca y tacos de pollo.

-           Pues nos adelantamos- nos dice Santi ya a la salida después de que el jefe de Ambar me detuviera para agradecerme el cuidar a su empleada de recepción estrella “porque los otros no funcionan igual”

-           ¿A dónde vamos? - pregunta Ambar sin molestia alguna- solo les digo que no saldré hasta dentro de mil años

-           Estás tan urgida de salir, por eso no estás rechistando- se burla Santi y no puedo negar que eso sea verdad, aunque ya podemos hacer los paseos por el parque que quería

-           Pequeños detalles, aún tengo que ponerme al día con los idiomas- refunfuña con una sonrisa

-           Andrea va a llegar allá, salió hecha la mecha- nos reímos

-           Espero no lleve a mucha gente- comento, ¡la gente tiene bichos! Y Ambar va muy bien

-           Invité a Talis, nos cayó muy bien- hace risitas traviesas

-           ¿Te gustó? - le pregunta asombrada Ambar

-           No es mi tipo y no tengo esa idea para con ella- responde muy “serio”

Llegamos al lugar que tiene debajo del nombre “café, restaurante, bar” justo como Andrea dijo, es un lugar grande, abierto, con un ¡Enorme! Cartel de “no se puede fumar” con música en vivo

-           Es increíble que tengan música en vivo desde temprano- comenta impresionado Santi

-           Y buena música- Ambar está contenta

-           Stupid Girl es buena sin duda- Talis opina llegando también- dijeron que por si la muñeca ocupaba dos enfermeras- le guiña coqueta el ojo a Ambar

-           Quieta- musito y la sonsa se ríe

-           Solo vengo a comprobar que no tome- hace puchero haciendo reír a aquellos- yo me puedo sacrificar en su lugar- se ufana

-           Ya decía yo- musito tratando de no reírme

-           Aquí si se llena no vamos a sentir mucho, es demasiado espaciado, no se fuma, si se bebe- sonríe Andrea encantada con lo que está diciendo- hay meseros y meseras para echar un taco de ojo- casi lo gruñe- se puede bailar y estamos afuera en donde hay mucho aire- se pone petulante- justo lo que el doctor le recetó señorita- le guiña el ojo a Ambar en lo que le pasa una de las cartas de menú que nos está dejando un mesero.

Ellos pidieron cerveza (hay 2x1), Ambar y yo limonada mineral, se pidió un plato botanero de esos que traen alitas, aros de cebolla, zanahoria jícama y quien sabe que más y una tabla de carnes frías

-           En las carnes mídete de favor- le comento al oído para que me escuche

-           Solo pensaba agarrar quesos- me responde con un casi invisible carmín en las mejillas

La tarde avanza, la botana se va acabando, a nosotras nos renuevan las bebidas, nos paramos a bailar con todos, Santi es alado por unas chicas, Talis y Andy van a la mesa tomar más y me le pego a Ambar (digo, ya que estamos aquí), para mi sorpresa Ambar me sigue, la música sigue en esos ritmos de Garbage, The Cranberries, entre otros cantados por unos monitos que si le saben a eso de la música.

Las chicas regresan, a veces se les acercan unos chicos, nosotras descansamos otro poco, lo importante aquí es que Ambar no se agote, aunque la veo muy bien y bastante relajada, Santi a veces regresa con nosotros o se vuelve a ir con alguna o algunas chicas, nosotros regresando a bailar y así.

Veo la hora, ya es tiempo de irnos, ya van a dar las 10 y no quiero que Ambar se exija de más, me acerco a Talis para comentarle y que le diga a Andrea que la tiene más cerca.

-           Querida, que sorpresa encontrarte aquí- llama mi atención Luisa, Talis gruñe

-           Tan bien que la estábamos pasando- hace el tono despectivo y la barre de arriba hacia abajo

-           Ella aún se la puede pasar mejor- arremete Luisa

-           Chin, me encontré una suciedad – despotrica Andrea

-           No le quedó claro la última vez- Ambar sonríe socarrona y Luisa la barre

-           Es hora de irnos, lo bueno es que si la pasamos bastante bien- hablo fuerte y claro- vámonos- tomo del brazo a Ambar para jalarla, sé que no siempre voy a alcanzar a detenerle el brazo a quien intente atacarla

-           No huyas de mi querida- me dice burlona Luisa

-           No tengo porque huir de ti, por ti no siento nada- Andrea sonríe por lo dicho, esa sonríe de estás jodida, Talis la imita, pero Ambar aún tiene endurecida las facciones- vamos Ambar, ya es noche- me acerco a decirle más bajito, regresa la vista a mí y me sonríe

-           Si, ya estoy cansada- acepta

-           Yo quiero hablar contigo- Luisa insite

-           Pues con el querer te quedarás- Talis se interpone entre nosotras y nos hace seña de que nos adelantemos

Ambar es quien termina jalándome al estacionamiento en donde las esperamos, al parecer Santiago se quedó en la conquista de alguien más

-           Hoy se van conmigo- Andrea nos enseña las llaves- no bebí mucho y lo bebido lo bailé- sonríe feliz

-           Espero me des un aventón- le comenta entre sonrisas divertidas Talis

-           Claro, no hay problema, sube- Talis apaña el lugar del copiloto y nos dejan atrás

-           Andrea, tienes mal tino para los lugares, la siguiente que lo proponga Santi, donde tú dices siempre llega la mona esa- refunfuña Ambar y Andy se ríe

-           Creo que sí, dejaré que Santi escoja el siguiente, aunque no puedes negar que el lugar estaba genial, tanto como darle de largo- comenta toda emocionada sin perder de vista el camino

-           Debo aceptar que es el mejor lugar al que me has llevado- acepta Ambar con una preciosa sonrisa y siento rozar su meñique con mi mano, pero ella va viendo el camino ¿lo estará haciendo apropósito?

-           Escuché que mañana no vas ya que desde el lunes te quitan enfermera y regresas a la normalidad- Andrea hace la plática

-           Si, por eso mañana es libre para mí y Ania- se ríe- bola de chismosos- musita

-           Si, por fin me regresan a mi compañera de trabajo- lloriquea Talis y luego se ataca de la risa- así ya no aguanto sola al doctor- nos contagia la risa

-           ¿Es malo tu jefe? - pregunta Andrea

-           No, es bastante ameno, a veces si se le alborota el genio, pero es raro, es más cuando te toma el pelo o hace bromas- Talis le explica entre risitas

-           Y siempre tiene consideraciones con nosotras y sus pacientes- acepto en lo que Talis asiente viendo de reojo a Ambar que acepta lo dicho.

Por fin llegamos a casa, nos dejan en la entrada y ellas se van camino a supongo dejar a Talis a la suya

-           Pudimos quedarnos más ya que mañana solo voy a firmar unos documentos- me comenta entre un bostezo Ambar

-           Sé que el lugar te gustó mucho, a mi también, pero eso no implica que te puedas mal pasar, hoy fue demasiado desgaste- le recuerdo

-           Bien- vuelve a bostezar

Entramos al departamento, da unos pasos y se detiene ¡yo ya no sé qué esperar!

-           Me gustó bailar- da un paso más y un suspiro de paz sale de mí, mínimo no me tomó por sorpresa

-           A mí también, estando todas o cuando nos abandonaron- cierro la puerta, volteo para seguir el camino y me tomo con ella

-           Te gusta bailar pegadito- toma mis caderas y se pega a mi marcándome un compás que supongo trae en la cabeza y yo la sigo

-           No siempre- respondo en suspiro al sentir su cuerpo tan cerca

-           ¿Cuándo no? - pregunta sin dejar de movernos

-           Cuando la compañía no me es agradable o no me gusta- respondo sincera, me pega más a ella

-           ¿Entonces mi compañía te agrada y te gusta o solo te agrada o solo gusta? - sigue con su interrogatorio, acerco mi cara a la suya y paso mis manos por su cuello sintiendo como se le eriza la piel

-           Toda tu me encanta- respondo, así como aquella vez que le dije “Tienes muy bonitos ojos” cuando la piqué por primera vez, veo una media sonrisa en sus labios

-           ¿Más que la Luisa? - me pregunta socarrona

-           Luisa nunca me encantó, tu escalas todo- la media sonrisa se alarga para convertirse en una completa

-           Compruébamelo- aprieta mis caderas

-           ¿Cómo quieres que te lo compruebe? - separo mi cara de la de ella, me toma de la mano y caminamos hacia los cuartos, se detiene en el corredor, gira a verme con una ¡enorme sonrisa traviesa!

-           Quiero mi beso de buenas noches- titubeante me acerco a ella y dejo un besito en sus labios ¿si decía esto verdad?

-           Ay Ania- suelta en un suspiro aireado- dije beso no besito- me pone contra la pared, pasa su lengua por mis labios y estos que están medio sueltos (de la impresión que lleva ¡dos días! En mí) la dejan entrar a jugar con mi lengua y… debo decir… ¡toda mi boca! De forma suave pero profunda, separándose de mi lenta y pacíficamente- sí, este es un buen beso, para que aprendas que también te puedo comer la lengua- se va con una sonrisa encantadora- eso te pasa por andarte por la casa en ropa interior- se mete a su cuarto

Entonces, si lo hago más seguro ¿me hace suya? Y me acuerdo de mi pensamiento del día de la consulta ¿la provoco con el atuendo de enfermera sexy? De solo pensarlo me da cosita y sonrojo ¿Cómo será su mirada en mí? Espere, todo esto significa que… ¿han sentido que la cabeza y el ser les hace “¡cabum!” (de bomba explosiva), creo que así me siento, creo que así me dejó hoy Ambar ¡pero soy tan feliz! Y me voy campante a mi cuarto con una sonrisa que no creo nada ni nadie me la pueda quitar ¡ella me besó!


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