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Solo eran 24/4 por Nasky

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Notas del capitulo:

Recuerdan que dije que no me iba a llenar de cosas por hacer? ah, pues me mordí la lengua y tuve dos semanas intensas!! T T, eso y que... como me costó escribir este cap!! pero creo estar satisfecha con el y espero que su espera haya valido la pena.

Aqui les subo el cap, espero tengan lindo fin de semana

^^ Saludos

Ania

 

Veo la hora en el reloj, a pesar de las indicaciones que nos da el maestro, como me encantaría que el reloj avanzara a mil por hora, pero no, el decide que su avance hoy (para mi) sea lento, tanto que me consume

-          ¿Tienes compromiso al rato? - me pregunta Eric, un compañero enfermero, mi respuesta por su puesto sería un “si, voy a hacer el amor con mi novia en cuanto salga de trabajar”, pero claro, ¡eso no le puedo decir!

-          No exactamente- trato de controlar el rubor

-          Entonces ¿Qué tal salir a comer? - propone, lo veo, me quedo observándole la cara y no sé qué decir, o sea, sé que debo decir que no, es solo que… tengo tanto tiempo de no rechazar a un hombre que ya hasta se me hace raro

-          Oh, lo siento, no puedo- corto y regreso la vista a lo que dice el maestro

-          Puede ser después o antes- ¡rayos! No quiero ser grosera con el

-          Te agradezco, pero de verdad no puedo

-          ¿Otro día? - ¡que insistente! Si fuera Ambar… si fuera ella estoy segura de que me encantaría, aunque, ¿a quién engaño? Con ella ni la propuesta completa hubiera dicho y yo ya estaría afuera con ella yendo a donde se le dé la gana… que espero que sus ganas no se hayan desvanecido y regresemos a lo que estábamos ayer en la noche ¡se quedó tan cerca! Y yo ahí apagando las llamas que su lengua había incrementado ¡tanto!

-          No puedo, entre el trabajo, los estudios y mi pareja, fum, todo el tiempo se va- espero entienda

-          Oh- se pone un poco incómodo- vaya, entiendo- sonríe, vuelvo a ver la hora ¿Cómo es posible que en lo que yo sentí como media hora, solo hayan pasado 5 minutos? 5 míseros minutos, ah, pero cuando estoy con Ambar, esos 5 minutos no me alcanzan para nada, bueno, sí, para uno o dos besos (de los mmmm, que rico) o muchos besitos- mucho apego- “bromea”

-          Dejen de hablar por allá y mejor vengan a mostrarnos como se hace- nos regaña el maestro.

La ventaja es que mínimo sí sé cómo hacer el procedimiento que el maestro nos está pidiendo y no pasé el oso de la vida, ok, de la clase; a decir verdad, ese proceso fue de los que me enseño la enfermera Caro y si mal no recuerdo, fue de los últimos.

Salgo de la clase, veo la hora, a mi alrededor y mi esperanza de que me sorprenda con su presencia es en vano, mi hermosa novia no está; así que voy camino a tomar el transporte meditando si la sorprendo en su trabajo o no, aunque es un poco tarde como para que ella siga ahí ¿acaso querrá que la sorprenda como me gustaría que ella llegara aquí por mí? Pero ¿y si ya se fue a la casa? Capaz que llego y si Santi y Andrea aún están ahí se burlarán de mí, ya lo veo venir, así que mejor directo a la casa, que… seria genial que me esté esperando con lencería (me pongo toda roja), si eso sería ¡genial! Sobre todo, para ya estar en el canal e ir directo por ella a continuar con lo de ayer.

-          ¡Te estoy hablando! - una mano se posa en mi hombro sacándome semejante susto

-          ¡Dios! - volteo pálida a ver ¡¿quién carajos es?!- no hagas eso, de un paro cardiaco uno se puede morir- se ríe

-          Te estoy llame y llame desde que salimos- apenas puede hablar entre risas- te acompaño en la combi, voy para tus rumbos- frunzo el ceño

-          ¿Desde cuándo? - me le quedo viendo

-          Desde que, que te importa- me remeda divertida

-          Carlita, no seas pelada- sonríe, Carlita es una compañera enfermera que está en el curso; es introvertida, seria y calmada (cuando no te tiene confianza, porque ya teniéndotela tiene unos comentarios únicos, pero bien dadores)

-          No te voy a aguar lo que sea que andas desesperada desde que llegaste- comenta juguetona- aparte, ya te vi que andas de rompecorazones- ahora si suelta la carcajada

-          ¿Que no eras calladita? - le digo en tono irónico

-          Si, pero me era imposible no molestarte con eso, fue demasiado obvio- se ríe- y por su culpa te pasaron al frente- ella odia pasar al frente

-          Muy graciosa- me sonríe satisfecha

-          La próxima clase si quieres te invito a mi casa- ya, para que no quede

-          Bueno, hoy definitiva tu no invitas- me ve picara- y yo tengo cosas que hacer

-          ¿un amor? - niega con la cabeza entre risitas

-          Esos te los dejo a ti- me lo restriega

-          Na nana nana nana- la remedo

Creo que ahora mis regresos a casa con ella van a ser menos aburridos, ya que intercambiamos experiencias o dudas que, en el momento de la clase no tuvimos, pero ahora sí, entonces, el intercambiar información aclara, ya sea ella a mi o yo a ella.

-          Nos vemos- se despide de mi caminando en dirección contraria a donde voy yo (ya bajadas del transporte público)

-          Bye bye- me doy la vuelta y comienzo mi trayecto a paso veloz, aun tengo la esperanza de encontrarla con lencería

Abro la puerta y huele a comida, ¿estará cocinando solo en mandil?

-          ¿hola? - entro saludando

-          Hola- se asoma desde el pasillo de los cuartos, veo a mi alrededor, capaz mi suegra está acá- ¿cómo te fue?

-          Bien gracias ¿y a ti? - en lo que hablo se acerca a darme un besito ligero de labios pasando sus brazos por mi cuello

-          También bien- me sonríe en mis labios- preparé la comida- me avisa, ¿no íbamos a hacerlo? ¡ay! ¡la desesperada de yo!

-          Bien- la acerco a mi tomándola de la cintura para un beso más, uno que me dé el ánimo de aquí a que terminemos de comer o nuevo aviso

-          Pero ve a cambiarte antes- me manda, me le quedo viendo, reviso que trae puesto (para estar acorde y no desentonar por supuesto) y asiento

Entro a mi cuarto por una blusita, unos jeans y zapato de piso, presiento que va a querer ir a caminar al parque o por un helado, así que, mis ganas tendrán que esperar un poco más

-          Listo- aviso en lo que voy doblando las mangas de mi blusa- ¿necesitas ayuda? - levanto la cabeza y en la sala veo la mesita puesta para que comamos ahí muy formal y con una florecita rosa ¡tan lindoooo! - ¿y esto? - cuestiono sintiendo el rubor acrecentarse en mí y percatarme que hay música puesta de Carla Morrison

-          Mañana es nuestro aniversario- comienza en lo que trae la cazuelita- y como tenemos que ir a la comida con el doctor- frunce la nariz con su hermosa y bella sonrisa- adelantamos el festejo, presiento que nos van a soltar muy tarde de ahí- se ríe en lo que asiento con la cabeza

-          ¿Te ayudo? - niega con la cabeza

-          Siéntate, ya está todo- me señala con la mirada en donde me acomode, pone la cazuelita sobre una tabla y se sienta a mi lado- es solo una lasaña, espero te guste

-          ¿Cómo que solo una lasaña? - le doy una mirada severa en lo que ella pone cara de susto- es la lasaña cocinada por mi novia, no es solo una lasaña- le robo un besito y sonríe con una risita por la nariz.

-          La cosa aquí, es que espero te guste- me sirve una porción- tiene todos los nutrientes que se supone debo comer el día de hoy- aclara

-          Que obediente es mi novia- le ronroneo en el oído

-          Es que, si no, mi enfermera se pone intensa- se ríe contagiándome

-          Te gusta intensa, no te hagas- veo que ella termina de servirse y entonces sí, tomo mi tenedor

-          Me gusta, si- me ve por el rabillo del ojo con esa mirada petulante que me pone mal, así que me llevo la comida a la boca para no dejarme llevar por mis impulsos

-          Mmmmm- gimo- ¡que rica está! - la volteo a ver y su mirada es aún más penetrante, así que se acerca a mi oreja y dice

-          Yo podría hacerte gemir mejor- comienzo un ataque de tos por la comida atorada ¿Cómo se le ocurre decir eso justo en este momento?

-          ¡Dios! - apenas puedo pronunciar

-          Si que está rica la lasaña- la veo queriendo hacerle de todo y ella que se hace la desentendida hasta que veo un poco de rubor en sus mejillas

-          Eso es trampa- musito sin dejar de comer, escucho sus risitas nasales

-          Es una de las muchas que tú me has hecho- se ríe

-          ¿Será? - me le quedo viendo y sin disimulo alguno se acerca a mí y en mis labios pronuncia

-          Lo es- me da un besito y regresa a lo suyo

-          Me pones mal- apenas me sale el hilo de voz

-          Pero si no he hecho nada- habla excusándose con inocencia descarada- pero si quieres lo hago- ante lo último volteo a verla y ahora si me da un beso bien dado robándome un poco de la lasaña que me acababa de meter a la boca- sí, está muy buena la lasaña- ¡¿Cómo me puede hacer este tipo de cosas?! ¡y seguir así, como si nada! - come o si no, no hay postre- me dice después de un rato en el que al parecer me quede ¡ida!

¿El postre es algo particular o la razón por la que me dejó mal? No, calma, ¡no seas tan desesperada! Igual está diciendo algo super inocente y yo aquí toda sedienta, me siento como mujer en celo, que quiere que en cualquier momento la aborden, claro que la única que quiero que me aborde y me haga lo que quiera es la mujer que tengo aquí a lado.

La veo ponerse de pie a dejar más cosas y regresa con un bote de nieve a sentarse a mi lado.

-          Iba a traer vino, pero me acordé de que aún no puedo consumir- abre el bote y me deja ver que es de limón

-          Ajá- le doy la última atajada a mi lasaña

-          Si- con una cucharita toma un poco- di aaah- sin decir “ahh” abro la boca para recibir la cuchara con helado que me da

-          Rico- asiente feliz

-          ¿Vas a meternos hoy también a bañarnos o ayer fue ocasión especial? - pregunta tomando helado para ella

-          ¡¿Qué?!- no estábamos con que hoy ya no iba a haber nada y solo me estaba provocando?

-          Lo que escuchaste- me quedo boquiabierta sintiendo una oleada de calor por todo mi cuerpo

-          ¿El helado es para bajarnos la temperatura? - se ríe

-          Es para darte tiempo a que termines de comer- me da un poco más de helado- ¿y bien?

-          Es siempre- aclaro carraspeando mi garganta, mientras sonríe frunciendo la nariz

-          ¿Qué esperamos? - es increíble como Ambar me deja sin aliento solo con palabras- empezaré yo entonces- deja el helado en la mesa (yo toda lela solo veo como hace los movimientos), se pone de pie, sus manos van por las mías y me ayuda a levantarme para atraparme y ponernos a bailar la canción que suena en el momento que es “compartir”.

Me da un beso en el baile y poco a poco, mi cuerpo (que está ido), le va respondiendo los besos, sus labios fríos por helado me hacen cosquillas en los mitos hasta que su lengua aparece.

-          Tienes la lengua fría- disfruto el tacto y el movimiento sencillo del baile

-          Es para que tú la calientes- y aprovechando mi boca abierta mete su lengua yendo a la búsqueda de la mía- tu lengua también está fría mi amor

Sin poder debatirle o decirle nada, sedo a su boca en la mía, con ella puedo decir que me vuelo sumisa; así que, aquí estoy cediendo a los besos, velocidad y tiempo que ella marca, así como el movimiento de pasos esporádicos y movimiento de cadera (que me sorprende no pierda el ritmo)

-          Aire- susurro a la ligera separación que tenemos

-          Si aire- pero regresa a mí

Son unos besos suaves pero profundos, tiernos pero entregados, coquetos y conquistadores, de esos que tienen su calor pero que te dicen que van lento.

-          No sabía que te gustara Calra Morrison- sonríe besando el dorso de la mano

-          Me gusta- acepta viéndome a los ojos, haciendo que una corriente recorra mi cuerpo

-          Sus ritmos son nostálgicos- sonríe aceptando- ¿también te gusta Natalia Lafourcade?

-          ¿Lo dices por los últimos discos? - me le quedo viendo- los primeros no tienen ese ritmito- se ríe y me contagia

-          Muy cierto- suspiro en sus labios notando que ahora está la canción de “te regalo”

Entre el paso a paso de nuestros cuerpos juntos que siguen el ritmo de la canción, su mirada clavada en la mía que me tiene hipnotizada, sus labios se acercan para tomar posesión de mi boca; los pasos topan con el sillón haciendo que caiga sentada y ella se inclina para seguir en eso que estamos, los besos. Cedo aún más al peso de mi amada que me va recostando lentamente en el sillón sin dejar de besarnos y se va posicionando encima de mí o más bien casi encima de mí, su cuerpo cubriendo la mitad del mío sin dejar de besarnos.

-          Que hermosa eres Ania- susurra al ras de mis labios haciéndome abrir mis ojos, me ve tan dulcemente que me deshace en ella- que bella eres- me da unos cuantos besos más en la boca y comienza a ir por mis mejillas en lo que su mano derecha acuna una de ellas.

Siento como su mano da caricias sencillas en mi mejilla bajando a mi cuello mientras que sus labios están yendo en recorrido hacia mi oreja robándome suspiros hasta que la tomo de la cadera

-          No me pienso ir a ningún lugar- me aclara con una bella sonrisa que me enamora una vez más, no sé si esto va a escalar a algo más, pero, mientras tanto, le hago regresar a mi boca, quiero más de sus besos, mientras que a fondo tenemos la canción de “eres tú”, no sé si las planeó en ese orden o la casualidad se ha quedado a confabular a nuestro favor

-          Te amo- confiesa mi ser en voz

-          También te amo- su mano regresa a mi mejilla acunándola

Entregada a ella estoy desde hace tanto tiempo, pero ahora, en este momento es diferente, lo siento diferente. Su mano se cuela entre la blusa y a mí me saca otro suspiro el sentirla con mi piel, como la recorre, las caricias con cariño y cuidado que me da.

-          Que rica- escucho su deleite

-          Si seguimos no sé si me pueda volver a detener- confieso al sentir como me aprieta una

-          Qué bueno, porque no pienso detenernos- se ríe ya en mi cuello haciéndome sentir sus dientes juguetear con mi piel; le doy vuelta ahora dejándola abajo y al verla así, que se ve tan indefensa; el corazón se me llena de ternura

-          Me encantas- controlo el gruñido que está listo para salir

-          Que coincidencia, tú a mí también- alza la cabeza para alcanzar la mía y besarme, sin oponerme voy a ella ahora dejando que mi mano sea la que tome vida propia en el recorrer de su cuerpo.

De su boca voy a su cuello, deleitándome de su preciosa piel, con caricias, besos, probando un poco o mejor mucho de su piel, ¡cómo me encanta su olor y su sabor!

Sus manos dándome caricias en la espalda, que van de arriba hacia abajo sintiendo mi piel

-          Como me estorba tu ropa- musita

-          Baño- mi mente regresa recordándome lo importante aquí, que es, que no debe de haber bacterias o similares

-          Nada más que dejes de incrustarme tu rodilla- suelta en un suspiro, veo mi rodilla y pongo un poco más de firmeza sacándole un ligero gemido que me enloquece para ir por un beso más, uno que es largo y deseoso hasta que me separo con pesar, me levanto y le ayudo a levantarse.

Sin más, tomo su mano y nos dirijo al baño

-          Esto es lo más extraño que he vivido- comenta y me le quedo viendo al cerrar la puerta

-          ¿Qué? - pregunto acercándome a su lado

-          Una loca por la limpieza corporal- se ríe y rodea mi cuello

-          Es por tus defensas, aunque siempre debería de hacerlo cualquier persona- le aclaro rodeando su cintura con mis manos

-          ¿Y que se enfríe el momento? – repela con un ceño fruncido, pero diversión en los ojos

-          Si la persona sabe lo que hace- hago una pausa yendo al ras de sus labios- dudo mucho que se enfríe algo- muerdo quedito su labio inferior y después la beso.

Sin prisa desabrocho el cinturón de su pantalón y el pantalón haciendo que la prenda caiga por la fuerza de gravedad, mis manos se escabullen a sus posaderas y las aprieto hacia mi provocándole un gruñido

-          Injusto- reclama bajando sus manos a mi cadera y comienza a subir mi blusa para sacarla

-          Lo justo es que tu quitaras el pantalón- me río al tener fuera la blusa

-          Pero la vista es demasiado buena como para ignorarla- su vista baja a mi busto y suspira- sí, demasiado perfecta

-          Qué bueno que te gusta lo que ves- subo mis manos a sentir su espalda apretándola hacia mi

-          Y lo que siento, pero se sentiría mejor piel con piel- ronronea

-          No lo voy a negar- así que saco su blusa

-          Mmmm, si, esto es mucho mejor- da mordisquitos a mi barbilla y se separa para mostrarme que mi pantalón ya está desabrochado

-          Que rápida- me guiña el ojo

-          ¿Me vas a revisar hoy también la piel? - pregunta juguetona sacándose el sujetador y me acerco al área para probarla, pero me detiene- sé que tu no me vas a dejar probarte hasta que nos bañemos, así que sea igual para las dos. Prende el agua y se quita la tanga sacándome otro suspiro, tan bonita que se le veía.

Tomo los cepillos dentales de cada una, pongo pasta y le paso el suyo, así que en lo que el agua se calienta, ella se lava los dientes y yo hago de todo para lavarme los dientes y terminar en cueros solo para ella

-          ¿Te gusta lo que ves? - le pregunto sintiendo su mirada clavada en mi

-          Me fascina lo que veo- dice entre un suspiro

Se mete a la ducha y nada más veo como saca el cepillo ya limpio, entre risitas lo tomo y lo acomodo en su lugar junto con el mío para después entrar a su lado

-          ¿Rica el agua? - pregunto

-          Mas rica va a ser contigo- me jala a besarme la boca- que rico sabes- se ríe contagiándome y entre besos disfrutamos el agua

-          Ahora si nos mojamos el cabello- se lo acomodo

-          Se me olvidó- se encoge entre hombros y toma el shampoo

-          Saquémosle provecho a esto- propongo

Tomo el shampoo de sus manos y pongo la cantidad en las manos para poder lavar su cabello, así que con cuidado lo hago y le disfruto, posteriormente ella hace lo mismo y luego limpiarnos el cuerpo en donde los besos subidos de tono y temperatura no fallan, las caricias aquí y allá; sin que lo espere siento su mano colarse en mi centro

-          Desde ayer tenía unas ganas de limpiarte- me ve penetrante, estoy segura de que ahora es consciente de lo que esas palabras causaron en mi centro porque la sinvergüenza amplía su sonrisa y me lanzo a su boca sin reparos hasta sacarle un gemido.

-          Aquí nos vamos a enfriar- le recuerdo y me recuerdo

Terminamos de lavarnos entre que todo ya está que ¡arde! Solo nos aventamos la toalla para “secarnos”, recorremos el trayecto entre empujones, topes hasta llegar a su cama y ahora si darle rienda suelta a lo que hemos estado conteniendo.

Su cuerpo encima de mí, su piel tan suave, su calidez.

-          No llores mi amor- pronuncia besando mis ojos

-          Esto es tan increíble- sonríe con ternura

-          Lo es, nunca pensé que estuviéramos así- me sigue dando besitos- pero es tan real- va a mi boca a reencontrar nuestras lenguas- eres tan perfecta

Su lengua que danza con la mía, mis manos en su cintura, cadera, espalda, glúteos; el gruñido que saca al morder y jalar mi labio inferior haciendo que imite el gruñido, me suelta y me ve tan extasiada yendo a mi cuello haciendo que le dé todo el espacio que ella necesite ladeando el cuello. Las mordiditas que me da me provocan, sus manos recorriéndome y luego buscando las mías.

-          Te amo tanto- digo en sus labios- tanto- mi corazón que en cada latido corrobora lo dicho para ella

-          Me haces tan feliz- me besa- te amo Ania- dice en una breve pausa y comienza el vaivén de su cuerpo con el mío, ella incrustando su rodilla en mi centro y yo doblando mi pierna para que también tenga el roce.

Peino un poco su cabello hacia un lado mientras Ambar no suelta mi otra mano e incrusta su mirada en la mía haciéndome gruñir por respuesta, bueno, eso y el movimiento.

-          Tienes un cuerpo precioso- hace cara de éxtasis en uno de sus movimientos encendiéndome, baja la cabeza poniéndola cerca de mi oído (sin perder el movimiento) y comienza con pequeñitos gemidos provocándome y sacándome más, no sé que es lo que me está provocando más, lo que hace con su cuerpo o sus gemidos en mi oído; lo que, si sé, es que esta combinación es el cielo y en este cielo quiero vivir el resto de mi vida.

Saco un germino que es el que me hace llegar y ella no tarda en acompañarme, se irgue y toma la pierna en la que no está comenzándola a besarla

-          Te tengo antojo- su voz sale muy ronca y su vista está clavadísima en mi centro

-          Y yo a ti- asiente

-          ¿Qué propones? - me ve pícara, le señalo mis labios, Ambar sonríe y asiente para venir a mi encuentro con sus labios

-          Otro día jugamos, hoy te quiero conocer- suspira después del beso

Es una noche de besos, demasiados besos en mi cuerpo haciéndome sentir tan amada, que recíproco con todo el gusto; besos en todas las posiciones que encontramos, besos en cada parte en donde se encontraba piel, besos de entrega y adoración; un preámbulo tan largo, pero tan encantador del que no me quejo y no me arrepiento.

-          Mi amor, que mojada estás- pasa su índice de arriba para abajo por mi centro estimulándome un sobre salto, se lleva el dedo a la boca- y sabes tan delicioso- sus ojos tan penetrantes me hipnotizan

Abro la boca para responder, pero lo único que puedo hacer es tomar aire con ella al sentir su lengua comer mi clítoris, saco un gruñido muy fuerte (ya estoy sensible), me deleito con lo que me hace, si esto sigue así me va a hacer llegar muy rápido

-          Yo…- me quedo con las palabras en la boca al sentir que mete un dedo- ¡Dios! - se ríe y su risa me da de todo en el botón y gruño

-          Como que eres de dos- sin esperar respuesta mía mete el segundo y los mueve dentro de mí, empuño las sábanas lo más fuerte que puedo e inclino mi cabeza para verla, tiene clavada la mirada en mi cara disfrutando como me tiene.

Tomo su cabeza y sus cabellos, la clavo en mí, su mano acelera los movimientos, su lengua sigue realizando lo que viene haciendo tan bien desde hace rato hasta hacerme llegar.

-          Esto fue algo fuerte- comento tratando de agarrar aire y esperar que mi cuerpo se calma, aunque con Ambar allá abajo aun moviendo su lengua por aquí y por allá, hace que esto no sea muy sencillo que digamos

-          Es lo más encantador que he vivido en toda mi vida- responde levantando su cara y viniendo a mis labios- eres tan hermosa, tan perfecta, te corres tan rico- frunce la nariz con encanto provocándome un enorme sonrojo

-          Te amo- la beso, otro beso profundo y con sabor a mi- te amo- la vuelvo a besar, dejo que tome mi labio inferir y en su descuido le doy la vuelta, me sonríe viéndome desde abajo

-          Que bonitos ojos tienes- suspiro viéndolos

-          Ya no me necesitas conquistar con eso, ya lo hiciste la primera vez que nos vimos- se ríe, ¡¿le dije eso la primera vez que la vi?! ¿aquella vez del café? Espera ¿ya se acordó que nos conocimos en el café?, me le quedo viendo, ella peina mi cabello- fue muy buen distractor para que me picaras- suspira y me da un besito, sonrío en sus labios

-          Lo que es verdad no se puede negar y en mi caso callar contigo- su sonrisa se acrecienta

-          Me encanta tu sinceridad conmigo- se burla de mi sacándome la lengua y aprovecho el tenerla afuera para tomarla con mi boca.

En lo que la beso bajo mi mano y comienzo a acariciar su centro hasta que separa su cara y toma mi otra mano entrelazándola con la suya.

-          ¿Solo mano o también comida? - pregunto notando como su pecho va pintándose de rojo

-          A tu gusto- inclina la cabeza hacia atrás.

Pues a mi gusto continué con el movimiento de mi mano e ir directo a su busto

-          Los cortaste- reímos sin detener en lo que estoy

-          No te iba a dejar exfoliarte la cara- gruñe y me río- el aire me provoca- se queja por el aire de mi risa

-          ¿Entonces los tapo? - ni le doy chance de contestar cuando lo tomo todo con mi boca

-          Cruel- musita con éxtasis- Ani- pone su mano sobre la mía

-          ¿Paro? - pregunto

-          No, solo ya- empuja mi mano hacia abajo y meto dos dedos

-          Que dispuesta- comienzo el movimiento

Separo mi cara para verla, sus ojos se oscurecen un poco más

-          Es que- hace caras- urgh- se queja- ¡no te detengas! - exige, que mujer de contrastes, sus actitudes dicen que pare, pero su voz- muévelos así otra vez- ronronea ya con todo su cuerpo metido en sintonía

-          ¿así? - sigue ronroneando con una cara tan linda y ojos cerrados, de repente los abre y se inclina a besarme voraz mente

Todo se pone más caliente, todo más intenso haciendo que se separe de mí y dejarme verla, oírla y sentirla llegar, un deleite que espero jamás en la vida se me olvide; es el mejor momento de mi vida, creo que con esto completé mi existencia.

Le ayudo a terminar de recostarse, sacó mis dedos ya que su cuerpo está mas tranquilo y me deleito con su sabor, ese que quedó en mi mano.

-          De saber que sería tan intenso…- respira aún con dificultad- lo hacíamos antes- se ríe contagiándome- bésame- me demanda tan dulcemente y obedezco

-          Te amo- me da un besito

 

La tarde siguió con un poco más, no digo que toda la tarde y noche, porque eso sería mentira, pero si diré que definitivamente hacerlo con la persona que amas (tanto como yo la amo y sobre todo el tiempo que la he esperado) es una experiencia que no solo te satisface, te llena y (en mi caso) me hace sentir plena.

La veo acurrucarse en mí, se ve tan linda e indefensa; su respiración cansada, su cuerpecito frágil

-          Definitivamente necesito más resistencia- dice bajito

-          ¿Quieres más? - pregunto con temor, digo yo estoy satisfecha y agotada, si ella quiere más es porque ¿acaso no llené sus expectativas? Se ríe

-          Por hoy no tigresa- se ríe contagiándome en lo que comienzo a sobar su espalda, suspira- pero presiento que cada vez voy a tener mas sed de ti- bosteza y eso me hace sonrojarme.

-          Te amo- digo

-          Y yo a ti- se vuelve a acurrucar- hace frío- se queja, con los pies jalo las cobijas hasta que queden al alcance de mi mano y nos tapo.

La imito cerrando los ojos, suspiro oliendo su cabello, mi mano no deja de hacerle cariños en su espalda y voy escuchando como su respiración cada vez es más profunda contagiándome a ir a ella también en el mundo d ellos sueño, en donde espero también ahí poder acompañarla en su estadía.

Creo que hoy es el día más feliz de mi vida y eso que comenzó con demasiada temperatura en mi sistema, pensar que en algún momento creí que no llegaríamos a esto, pero con Ambar, todo es una sorpresa muy grata, ¿Cuándo planeo la comida? Y ¿Cómo tuvo tiempo de todo? Se ha de ver venido corriendo del trabajo, seguro sobornó a Andrea o Santiago, y la verdad, no sé cuál me da mas miedo que haya sobornado, pero valió la pena, disfrutarla de esta forma (suspiro sintiendo su piel), si, definitivamente valió la pena, me siento tan amada y espero haya podido expresar todo mi amor y entrega por ella…


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