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Solo eran 24/4 por Nasky

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Notas del capitulo:

Hola hola, tarde pero mínimo no fue una semana tarde XD

Espero pasen un lindo domingo ^^

Saludos

Ambar

 

Tomo aire disfrutando del delicioso aroma que va entrando en mi nariz y me acerco un poco más para degustarlo mejor hasta que siento mi nariz topar con piel, piel… mmmm rica piel… suavecita piel… y sonrío al saber que esa piel es de Ania, porque ese delicioso aroma solo es de mi Ania. Acerco todo mi cuerpo pegándolo a ella, sintiendo su suave piel, suspiro haciendo que su olor me inunde aun más y mi sonrisa crece aún más ¿acaso se puede despertar mejor que eso? Yo digo que no, abro mis ojos y por supuesto, solo veo su piel, su clavícula apenas marcada.

-          Como para probarla- me río en mis adentros

Si, pero sospecho que si empiezo no me detengo, aunque… mi alarma no ha sonado y no creo que se nos haga tarde, aparte… si se nos hace tarde no creo que importe mucho, digo, es una simple comida con el dotor fregón, aunque… (creo que estoy diciendo muchos, aunque) es el jefe de mi novia… mnnnnña, seguro solo nos hecha carro.

Paso mi lengua por su piel haciéndome recordar como la probé toda o por lo menos casi toda, mordí, lambí, besé y me deleité con cada milímetro de su piel, toqué todo lo que pude y lo que no también, tan dejada ella (me río) y veo como la piel se le pone de gallina por donde acabo de pasar mi lengua; claro que ella también conoció MEJOR mi piel, ahora no solo con el sentido de la vista, sino que también con el tacto y el gusto, ahora que lo pienso… la sinvergüenza me hizo gemir bastante, jejejejeje, aunque yo también y la verdad es que mi sentido del oído estuvo muy satisfecho, gime tan bonito que cualquier cosa me causaba provocarle uno nuevo, pero bueno, tengo novia para hacerla gemir más y poderme deleitar de toda ella.

-          Duerme- musita, entonces paso mi nariz por su esternón hasta su cuello

-          ¿Segura? - la pregunta me sale un poco ronca por el sentir de su piel con la mía

-          Si lo preguntas así quiebras mi seguridad- suelta entre modorra y risitas- ¿no estás cansada?

-          ¿Acaso te cansé demasiado? - cuestiono vanidosa

-          Pero el tenerte así- con todo el descaro me manosea una nalga- me repone las pilas- reímos

-          ¿Qué tal si saludas a tu guapísima, adorada y amada novia con un besito primero? - ¡¿vanidad?!, suspira, me separo, inclina la cabeza para buscar mi boca y las unimos

-          Creo que te hace daño juntarte tanto con Santiago- reímos- pero no voy a negar todo lo dicho- me vuelve a besar y se posiciona sobre mi ¿Qué no era yo la que la estaba provocando?

-          Mmmmm- gruño al sentir su pubis con el mío- que rico- se separa y vuelve a pegar en lo que me sigue besando.

Pongo mis manos entre sus caderas y pompas para atraerla más a mi

-          ¿No te cansaste con anoche? - pregunta juguetona, debo aceptar que esa parte de ella me gusta, me gusta mucho, creo que, si no hubiera sido por eso, la habría pasado por alto ese día de los análisis.

-          ¿Cómo podría cansarme de la novia que me encanta y me hace sentir tanto? - respondo mientras sus ojos se ponen cristalinos

-          Te amo- me besa dejando caer un poco más su cuerpo en mí, la abrazo y doy caricias en su espalda

-          También te amo Ania- tomo su labio inferior entre mis labios

Ladeo nuestros cuerpos quedando ahora las dos del lado

-          Soy muy feliz de despertar así a tu lado- me dice acomodándome el cabello detrás de la oreja

-          Lo dices porque ahora si pudiste manosearme toda desnuda- se ríe

-          Ese solo es un plus en la situación- suspira y me da un besito- tenerte así y ser lo primero que veo es perfecto para mi vista y mi corazón- sonríe robándome el aliento

-          Si, definitivamente es una excelente forma de despertar- acaricio su mejilla y comiendo a bajar mi mano- así – la aprieto hacia a mí, haciendo que nuestros cuerpos se sientan y noto su deleite

-          Si se tocan así no me voy a poder contener- gruñe

-          ¿Así? - Aprieto nuestros pechos y vuelve a gruñir

-          Hablo enserio Ambar- su mirada es penetrante

-          Y ¿Quién te dijo- lamo su labios- que tenías que contenerte? - su mano baja a mi seno y lo aprieta

-          Tal vez el que debemos tener energía para la comida de mi jefe- suspira y sonrío

-          Buen punto, supongo que el si se dará cuenta- me río

-          Yo a quien le tengo temor o respeto mas bien es a la enfermera Caro- trago, esa mujer lee muy bien a las personas y no dudo que yo sea totalmente transparente con ella

-          Bien me convenciste con eso, solo será de una ronda- se me queda viendo en lo que bajo directo a donde me hice adicta a un sabor

-          Uy, espe…- comienzo a lamer sus labios- mmmmm que bien lo haces- vuelve a gruñir

-          Y lo que falta mi vida- resoplo y ella brinca ante la sensación

-          No dijiste- se queda ahí

-          Prefiero que la Sra Caro me vea con cara de que estoy satisfecha- paso mi lengua- a que sepa que te tengo- me quedo ahí hasta que ella me ve a los ojos-unas ganas- le digo sugerente

-          Bien, la que sufrirá en el trabajo soy yo- me gusta los tonitos que hace cuando intenta hablar mientras yo le hago cosas

-          Pero valdrá la pena mi amor- de reojo la veo empuñar las sábanas en lo que sonrío

 

Toco el timbre de casa del doctor, compramos unos postres de camino (eso de llegar con las manos vacías a un lugar en donde estoy sumamente agradecida no es lo mío), así que cada una trae uno en manos. La puerta se abre y la sonrisa que aparece es tan calida, aun no entiendo ¿Cómo es que está casada con ese doctor tan pesadito?

-          ¡Ambar! No te hubieras molestado- me abraza y yo hago malabares con lo que traigo en mano

-          Ninguna molestia- me conoció en una de mis visitas a su laboratorio (porque a donde el doctor nos manda son los laboratorios de su esposa- traemos tu favorito- le señalo con la mirada el que trae mi novia- es de frambuesa- sus ojos se abren con sorpresa y su sonrisa se acrecienta

-          Ania, creo que hacerme la barba así si te conviene- le guiña el ojo y la saluda- pero pasen, pasen, Ambar- llama mi atención- el otro lo puedes tirar- se ríe de su maldad

-          No, es el de la Sra Caro- soltamos la carcajada

-          Ah, ese no se tira- se me queda viendo

-          Como sabía que me harías tirarlo ni el intento de comprarlo hice- hace risitas seguidas de Ania

-          ¿Qué no compraste? - el chismoso del doctor llega preguntando

-          Tu postre, ese que a nadie le gusta

-          A mí me gusta

-          Por eso dije nadie- me entrecierra los ojos

-          Mira mocosa, soy jefe de tu novia, así que trátame bien para que la trate bien

-          Amor, nadie te aguanta, así que para que no te quedes solo en ese consultorio las tratas bien- su esposa Caterina le comenta pasándole el dedo por la barbilla para después verlo con cierta burla

-          Eso fue porque no quisiste ser mi recepcionista estrella

-          Creo que nuestro matrimonio es tan fructífero porque cada quien tiene su tiempo y espacio- los dos tortolos sonríen enamorados

-          Ania- le llamo- vámonos, estos ya empezaron de cursis- le hago seña con la mirada para que pase ella primero

-          Claro, eso dices ahorita, pero ya me las imagino- arremete fregoncito el doctor

-          No tengo idea de que hablas

-          Del chupetón que trae Ania en el cuello- señala, mi novia abre grande los ojos y se toca el cuello mientras la veo con esa mirada de sorpresa y susto y su esposa se ríe

-          No tienes nada, pero con eso ya se descubrieron solitas- los dos siguen muertos de la risa en lo que llevo a mi novia adentro con toda la indignación (y la vergüenza) de mi ser

-          Pichi doctor- musito

-          La jugó bien- se ríe mi novia

Al llegar la Sra Caro ya está esperándome para abrazarme

-          Me dijeron que tuviste una fea recaída- sus abrazos siempre los he sentido como los de una abuela

-          Pero ya estoy bien, así que no te preocupes- me chiqueo entre sus brazos

-          Y en buenas manos- hace el tono burlón y hace esas risitas que en su voz gruesa solo demuestran la ternura que me tiene, una que espero jamás hacer que desaparezcan- se suponía que solo te iba a tocar para sacarte sangre, por eso la entrené tan bien- suelta vanidosa en lo que nos separamos y si, esa cara de “soy una experta enseñando” está tan presente- la cuestión aquí es que esas manos hicieron mas que eso- me sonrojo en lo que ella se ríe abiertamente

-          Yo digo que mucho más de lo que se tenía en planes- Talis llega diciendo

-          Y lo que no teníamos planeado también- el doctor le sigue el juego

-          Pero…- La enfermera Caro se le queda viendo- tu la mandaste a cuidarla- se ríe – si lo hubieras planeado no te sale- le restriega al doctor con una risa que no contiene y el doctor entrecierra los ojos

-          Claro que lo planeé, soy un Cupido- se pone presuntuoso

-          Si, si, si amor- su esposa le da un besito en la mejilla y lo pone en segundo plano- la cuestión es que ahora Ambar tiene una enfermera particular 24/7 que da paz a la Sra Caro, mi esposo y tus padres- se me queda viendo seria para después sonreír de oreja a oreja- ¿Quién quiere carne asada?

-          Esa pregunta siempre sobra Caterina- la enfermera Caro le dice yendo a su lado para cocinar

Al girar el doctor ya desapareció y solo está Talis… con…

-          ¿Tú que haces aquí? - pregunto sorprendida

-          ¿Cómo que qué hago aquí? - responde preguntando indignada- me invitaron a comer, así que no me pude negar- la sinvergüenza responde de oreja a oreja mientras que Ania no les quita la vista de encima frunciendo el ceño

-          ¿Qué está pasando? - la pregunta de Ania va directo a Talis que la ve con una sonrisa de oreja a oreja

-          Pues hay comida- carraspea- en especifico una deliciosa carne asada que yo no estoy cocinando- susurra- y como estaba claro- regresa a su tono normal- de que ustedes iban a estar pegadas la una a la otra- encoge los hombros- no me iba a quedar aquí sola haciéndoles mal tercio ¿o sí? - nos ve entrecerrando los ojos

-          No harás mal tercio y podemos no cerrarnos solo a nosotras- musito con un poco de rubor

-           Como hace unos días en el bar- Andrea me lo restriega

-          ¿Con que convenciste a Santiago? - le cambio el tema mientras ella no disimula la sonrisa

-          Con presentarle a alguien- sí, mis amigos son unos sinvergüenzas

-          ¿A quién tienes en mente? - con Andrea nunca se sabe

-          Pensaba salir el próximo fin- traducción: el próximo fin de semana vamos a salir- y presentarle a alguien que me encuentre por ahí

-          No serías tu- reímos disimuladamente

-          ¡Compermiso! - grita uno de los hijos del doctor que va corriendo

-          ¿Y si pudiste armar todo? - me pregunta bajito aprovechando que el niño nos separó de Ania y Tali

-          Si- le respondo con una gran sonrisa

-          Santi- me le quedo viendo, haciendo mirada de gato con botas

-          ¿Qué? - pregunta con un tartamudeo que trata de disimular

-          Es que- giro la mirada y la regreso a el (quien dijo que las mujeres sabemos chantajear está en lo más correcto del mundo, pero no puedo desaprovechar esta oportunidad

-          ¿te sientes mal? ¿necesitas algo? - ay, el sentimiento de culpabilidad aparece, pero la mano Andrea en mi espalda me impulsa a seguir

-          No, es que ¿quería ver si me cubres hoy? - se me queda viendo extrañado y luego toca mi frente

-          ¿te sientes mal? - tomo su mano, la bajo y lo veo a los ojos

-          Quiero ir a preparar la comida de hoy- me sonrojo y ahora su mirada se vuelve dulce

-          ¿aniversario? - asiento- quiero un poco- hace puchero- para el lunes y que nos acompañen en una salida

-          ¿acompañen? - frunzo el ceño

-          A ti ya no se puede sacarte sola, tienes un pegote que no dejas- dice con desprecio fingido para después atacarse de la risa junto con Andrea y contagiarme

-          Grosero- refunfuño

-          Anda, ve, pero me traes para el lunes un poco- sonríe y me hace seña de que me vaya.

Sin pensarlo lo abrazo, creo que Santiago es como mi angelote de la guarda, aunque en su caso… puede que sea uno caído en donde aun le quedan destellos de bondad.

 

Llego a la casa, dejo las cosas en la cocina, reviso que aún no haya llegado y regreso a la cocina para preparar la lasaña; hasta donde sé, le gusta, ¿en su casa la comería seguido?, por lo queme ha platicado, era una niña rica, bastante adinerada, no me imagino que tan rudo pudo ser su cambio de vida, el que tu familia te desconozca.

Cielos, a mí, mis papás ni de chiste lo hacen… bueno, de chiste si, pero… no me veo en una vida sin ellos a mi lado, son tan lindos, ¡Ania es tan linda! ¿Qué clase de padres le hacen eso a una persona tan buena? Aunque… yo no tengo contacto con mis abuelos, sobre todo cuando a papá le obligaron a elegir, simplemente hay padres que… mejor no pienso mal de ellos, primero porque son mis abuelos (genéticamente) y los otros porque son los papás de Ania y dudo mucho que a ella le guste que yo hable o piense mal de ellos.

Dejo la lasaña en el horno y pongo el huevito de tiempo mientras voy a poner la mesita de la sala, ¿Qué música le gustará para pasarla? Sería genial si el aleatorio diera en el clavo con la música en cada momento y nos guiara a algo lindo, creo que Ania se merece todo lo lindo del mundo, espero poder ser eso para ella, ser la mujer que siempre quiso a su lado y con la que pueda sonreír por siempre, aunque no soy aquella chica de su historia.

-          Fue genial- aun no puedo creer lo mágico que fue

-          Por favor, no lo recuerdes ahora- me detiene entre risas

-          Pero si yo no…- me detiene con la mano

-          Pusiste cara de pajera- me ve con reproche, frunzo los hombros

-          No me puedes culpar- musito en lo que reímos

-          Eso me lo puedes contar después en uno de esos momentos en el trabajo, ya sabes que yo encantada- se ataca de la risa y las otras dos se nos quedan viendo para regresar a hablar entre ellas

-          No tienes remedio- bufo entre risas

-          Sabes que no, soy única en mi especie- presume

-          Oye especie ¿Qué pasó con aquel que llevaste la vez pasada que traía amigos hermanos? – frunce la boca y luego la aprieta

-          No era lo que buscaba o mejor dicho no éramos lo que buscábamos- responde despreocupadamente

-          Eso es porque tu no superas a Santiago- le digo seria

-          Te puedo asegurar que yo tengo bien aceptado que Santiago no es para mí- habla con seriedad

-          Pero aun así estás enamorada de el- no sé cómo ayudarla

-          Si, pero creo que ya no como antes- toca mi hombro- puedes tener paz en eso, no te lo voy a quitar- lo ultimo lo dice para lastimarme

-          Te dije que por mi me lo quites mientras no salgas lastimada- reímos

 

 

Ania

 

Aprovecho que uno de los hijos del doctor nos separó

-          ¿Qué pasa aquí? - le vuelvo a preguntar a Talis que ve todo con una sonrisa

-          El niño pasó y te separó de tu amor- se burla

-          Talis- la veo duramente a los ojos

-          No te entiendo, no sé a que va tu pregunta- ella está tan despreocupada

-          Andrea- la señalo con la mirada, es que esto es extraño, no tengo idea de que pensar

-          ¿Qué? - se le queda viendo de arriba abajo barriéndola (sin ser grosera)- yo digo que vino acorde al evento

-          Es que ¿desde cuando vienes con amigas? Y ¿desde cuando ustedes son tan cercanos? - la sinvergüenza me con una ternura tan fingida que ni ella se lo cree

-          No te pongas celosa, tú eres la primera, - hasta me abraza- solo que como ya me dejaste en último plano- “lloriquea”- pues tengo que buscar quien me secunde y Talis siempre jala

-          ¿Qué te jala? - se me sale, nos quedamos viendo y nos reímos

-          Pues el cabello no, te lo aseguro- sonríe traviesa- vamos Ani, no debes de preocuparte, en el trabajo sigo siendo tuya- me guiña el ojo

-          Estás diferente- entrecierro los ojos

-          Eso debería decirte yo, tienen una sonrisa especial, cara iluminada, diría que los labios aún un poco hinchados, pero no tanto- asiente en lo que me pinto de rojo- supongo que ya se dieron lo que debieron- me da golpecitos con el godo

-          Que te importa- le reprocho

-          Todo lo que tiene que ver contigo me importa- me abraza, ellas se nos quedan viendo, debo decir que Andrea más duramente- no quiero que me dejes sola de nuevo con ese- señala disimuladamente al doctor- es más latoso- reimos

-          Oye Talis, Ania es de mi amiga- Andy le dice

-          Pero Ambar es compartida- presume mi amiga y yo me río

-          Solo comparte a Santiago y eso porque no lo quiere pegado a ella- le responde Andrea atacándose de la risa

-          Ay, el Santi guapetón que no tiene idea de lo que quiere- Talis le sigue la plática, Andrea y Ambar se ven

-          El si sabe que quiere- Ambar se defiende

-          Quería- aclara Andrea- y espero no volver a encontrarla o la despeluco- se moelstan las dos dejandonos sorprendidas

-          Chicas, a comer- llega la enfermera Caro a llamarnos- Ambar querida, hay unos taquitos de espinacas que te harán- se la va llevando, dejándome a solas con ellas

-          Creo que tienes una abuela suegra difícil- se burla Andy

-          Na, solo se preocupa de que consuma suficiente hierro- le explica Talis- la enfermera Caro ¡ama! A Ania porque aprendió muy bien a sacar sangre sin causar dolor a los pacientes

-          Quien te manda a tener mano pesada- le restriego entre risas para ir por comida.

La comida fue muy agradable, reímos tanto, entre que el doctor salía con sus cosas, la enfermera Caro que lo regañaba dándonos material, otros amigos de los doctores que llegaron, la esposa del doctor que es muy agradable y las chicas, hicieron que la comida se convirtiera en cena.

-          Estoy agotada y mañana hay que trabajar- digo cayendo en el sillón de la casa

-          ¿Nos bañamos y a dormir? - bosteza Ambar

-          Si- afirmo viéndola, en lo que se baña preparo todo para mañana, pero veo que ella me extiende la mano y me sonrojo, no sé si alguna vez me voy a acostumbrar a esto, no pensé que Ambar fuera así y… ¡me encanta! - ¿qui, qui, quieres que nos bañemos juntas? - mi parte incrédula sale por mi boca

-          Y durmamos juntas- me jala al tomar mi mano

-          ¿tú quieres? - siento mi cara arder, no es que no quiera, pero estoy muy cansada, ella se ríe

-          No creo que te duré mucho si lo intentamos- se ríe- estoy muy cansada- me da unos besitos- pero si tu quieres- suspira en mi boca debilitando mis rodillas

-          Yo solo quiero estar contigo- sonríe

-          Perfecto, entonces está decidido que dormimos juntas- ¿Qué? ¿Cuándo? Bueno, yo no me quejo- me gusta dormir contigo- me le quedo viendo, apreciando como el carmín se asoma en sus mejillas- descanso mejor y me encanta olerte, siento que sueño más bonito- ¡me voy a desmayar!

-          Eres- no me aguanto más y la beso, en un beso que me entrego- me enamoras- susurro en sus labios

-          Pero ahora a bañarnos- me jala al baño

-          Necesito ir por mis cosas- me detengo a la puerta, acepta con la cabeza

-          Te espero adentro- ¿de mí? - eso después- me guiña el ojo, ¿lo dije en voz alta?

 

 

Ambar

 

Tiene un caminar que… la cosa es que… va enfrente mío y yo…

-          ¿me estás escuchando? - me pregunta Santiago

-          ¿eh? ¿Qué? - frunce el ceño

-          ¿Quién es ella? - señala con la vista a la chica que va al lado de mi novia

-          No sé, una compañera del diplomado- ¿Cómo dijo que era?, bajo la vista, la subo y ahí está de nuevo mi distracción, la bajo nuevamente, es que ¡rayos! ¡ellas atraen mi vista, una no quiere verlas, bueno, no tan descaradamente, mi vista sube de nuevo viendo esas redondas y hermosas nalgas, mmmm, apretarlas

-          ¿Ni su nombre sabes de verdad? - Santiago que al parecer no se ha dado cuenta y lo agradezco tanto

-          No Santi, no me acuerdo- y menos con el panorama que tengo frente, seguro se vistió así para que no la deje de ver ¡¿pero que sandeces digo?! ¡es un pantalón normal! ¡que le queda divino!

-          ¿gruñiste? - Santi se me queda viendo

-          Claro que no, a ver, deja ver si me acuerdo como se llama- trato de no distraerme con la maravilla que tengo enfrente ¿Cómo me dijo que se llamaba?

-          Oye Ania- Santi llama la atención- ¿ya invitaste a tu amiga que por cierto no presentaste, para ir en la noche? - Ania se le queda viendo a Santi, voltea a ver a su amiga y se sonroja

-          Disculpa, cierto no les presenté, ella es mi novia Ambar- me toma tímidamente de la mano- el su amigo Santiago- lo presenta muy xs y me da risa- ella es mi amiga Carlita y no, no la he invitado porque ni sé a dónde vamos a ir- Santi sonríe

-          Vamos a ir aquí- Santi saca el celular y les muestra el lugar que le mandó Andrea- ¿gustas acompañarnos? Será algo bien relajadillo- Carlita sonríe tímidamente

-          Carlita es tímida, no la asustes- Ania la protege

-          Puedo ir, tiene rato que no voy- Carlita acepta la invitación

-          Perfecto, te puedes quedar en casa de esas dos, tienen un cuarto desocupado- Santi no la enjareta, ¿Cómo sabe que Ania tiene días sin ocupar su cuarto?

-          ¿no es molestia? - Carlita pregunta con mucha vergüenza, si, esa que mi amigo no conoce ni de chiste, creo que la que le tocaba a Santiago se la pasaron a ella

-          Ninguna, sirve eso asegura que Santiago nos traiga a casa sanas y salvas- acepto

-          Oye, yo siempre las traigo así- se “indigna” causándole risa a Carlita

-          Por eso digo- me río

-          Entonces me tengo que adelantar ahorita- Carla le dice a Ania

-          Te paso la dirección de mi casa para que dejes tus cosas ahí- ¡oyeron! Dijo ¡mi casa!, sonrío

-          Ah, que bueno que ya aceptaron que es su casa- Santiago se pone fregón- oye, pero ¿A dónde vas ahorita?

-          Pues a dejar un paquete y después a mi departamento- Santi por fin se fija que la chica trae una mochilota- ah, te ayudo y te llevo, soy de fiar, ella- me señala- puede localizarme cuando se le venga en gana- la chica se nos queda viendo

-          Es de fiar, te lo aseguro- mientras no beba y por ahora no trae ni una gota de alcohol

-          Bueno, gracias- se van

-          ¿de dónde venían ustedes dos? - Ania me pregunta caminando a mi lado

-          Compramos helado- le enseño la bolsa que trae Santiago cargando, ese helado va a ser un agua muy dulce y cucha, se ríe

-          Creo que se lo comerán esos dos o lo dejan a donde va Carlita- se ríe

-          ¿A dónde va? - mi curiosidad me pica

-          A dejarle unas cosas a su hermana y ver de pasadita a sus sobrinos- esos sobrinos ya ganaron helado

-          Mmmmmm- llegamos al departamento- que bien te queda ese pantalón- suspiro en la puerta

-          ¿Sí? - se da la vuelta para que la vea bien

-          Dios, si- me acerco a ella tomándola de la cintura- mucho- la beso, le tengo tantas ganas de hacerle amor- ¿Cómo estuvo tu curso?

-          Bien, bastante bien- sonríe- ¿tu trabajo? - me da besitos chiquitos en los labios

-          Bien- le aprieto las pompas y siento como se estremece- vamos a salir, si empezamos no vamos a tener energía para ir con ellos

-          Y Santiago que nos puso visitas- reímos

-          ¿no querías? - hace puchero

-          Está bien para mí, tu amiga se ve tranquila, yo que pensaba que las enfermeras eran un caso serio- se ríe

-          Carlita es tranquila, si, tal vez es la excepción de la regla- me jala al sillón para sentarnos- ¿y ese milagro que Santi la invitó?

-          Para Santi entre más, mejor- dejo que se acurruque en mí o mas bien me incline para que nos acostemos en el sillón

-          ¿y para ti? - jala la cobijita con el pie

-          Para mi tu- se me queda viendo con una gran sonrisa y luego me besa

-          Te amo- se acomoda

-          Te amo- le correspondo- ¿Por qué aquí y no en la cama? - no me quejo, pero hay un lugar más grande

-          Porque aquí fue en donde dormimos por primera vez juntas- responde feliz y bosteza

-          Ah, ese día que me estabas acosando- reímos

-          La que me acosó fuiste tu, no quitabas tu mirada de mi- me sonrojo

-          Eras lo único que tenia al lado, no había nada más que ver- me hago la digna

-          Claro mi amor- me da el avionazo, deja un beso y cierra los ojos- como cuando no te dormías si te agarraban el cabello

-          Eres la única con la que me duermo así- susurro en lo que bostezo

-          Es bueno saberlo- creo que después de eso la perdí

 

Ya estamos todos, somos 6, ahora esas dos que al parecer se ponen de acuerdo para salir juntas

-          ¿desde cuando se hicieron cercanas esas? - le pregunto a Santi chismoso que anda viendo a todos lados

-          Desde una vez que las llevé en mi carro después de ir a verte- me responde despreocupado

-          ¿Quién organizó esta salida? - pregunto con temor

-          Andrea, me la debía- ah claro, cierto, tomo a Ania de la mano y hago que se siente a mi lado, espero no aparezca la Lucia

-          Ah, pero que lindas chicas- Santi ve molesto al tipo

-          ¿eres el mesero? - Santiago le pregunta, él sabe que no es

-          ¿Es tu harem amigo? - Santiago endurece las facciones de la cara

-          Mio- enfatiza Santiago

-          Pues esta dulzura me la llevo- y antes de que si quiera le toque el hombro, Santiago lo detiene

-          No toques a la señorita, las mujeres no son propiedad idiota, piérdete y no te atrevas a acercarte de nuevo a ninguna de ellas- la cosa con Santiago es que cuando se molesta de verdad (como en este instante) da mucho miedo, aun seas un hombre corpulento, Santi tiene una mirada que hace que tiembles.

-          Ey, solo bromeaba, venia a invitarles una bebida

-          Pues tu bromita es pésima, piérdete- el tipo con temor se va

-          ¿Qué hubieras hecho si te golpea idiota? - lo regaño

-          Pues le parto su mauser- me ve molesto, le alzo la ceja y ablanda la mirada- lamento lo que tuvieron que ver y oír, Carlita, una disculpa, normalmente no somos así- se excusa

-          Mas bien gracias por salvarme- la chica le responde sonrojada

-          Ya empezó la buena música, vamos- Andrea rompe el momento tenso y jala a Talis para bailar, Santi le pide la pieza a Carlita y esta acepta

-          Se me hace tan raro que no se la haya querido ligar- me dice Ania y me río

-          No le va a proponer nada, Santi sabe con quien puede bromear y molestar y a quien no, verás que se la pasan bien- le tiendo la mano para que baile conmigo y sin dudar acepta

-          Me gusta bailar contigo- se me pega

-          Y a mi contigo- le doy un besito disimulado

 

-          Estoy agotada- abro el departamento

-          Duerme acá Carlita- Ania le enseña su cuarto para que su amiga duerma ahí- yo voy a estar ahí por si necesitas algo- le paso la jarrita con agua y un vaso

-          siéntete como en tu casa, si necesitas algo sin dudarlo y cualquier cosa de la cocina no duces en agarrarlo, incluso si te da hambre

-          Pero si acabamos de cenar- dice con cierto susto en lo que reímos

-          Solo por si- le explico- te dejamos para que descanses, linda noche- me adelanto para que Ania le explique no sé que de las cobijas o que se yo

-          Fue una noche sin contratiempos- me dice sacándose la blusa y dejando caer los pantalones ¡que tentaciones!

-          Y muchas tentaciones- se me queda viendo y luego sonríe

-          ¿tú crees? - ay, se va quitando el sujetador lento

-          Si- respondo en un suspiro

Solucionemos esas tentaciones- se lanza a mi boca y ni modo, hay que aprovechar


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