Abro el ojo al sonido del despertador, no puedo creer que Ambar tenga tanta energía, después de bañarnos volvió a tomarme con esas ganas de las que me ponen igual, supiera que con el simple roce de sus manos en mi piel me pone mal.
- Esa cosa es del diablo- recita quejándose
- Lo siento, tengo que ir a sacar muestra hoy- bostezo y se levanta rápido frunciendo el ceño
- ¿Muestra? ¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Por qué tu? - me le quedo viendo pasmada
- Un paciente, porque pico mejor que Talis- y perdí un chin chan pu- ¿estás bien? - sigue con la misma cara viéndome, una entre modorra y no muy contenta
- Si, me arreglo rápido y te acompaño- la veo extrañada en lo que se levanta así, con su hermosa desnudes robándome la razón desde tan temprano, su cuerpo es tan hermoso y lo mejor de todo es que su piel por ahora no demuestra rastros de la enfermedad
- Bien, pero el baño lo iba a usar- trato de detenerla sin dejar de verla, ella se gira y me pone peor con esa sonrisa
- Ah, pues…- me ve picara- lo usamos las dos- se muerde el labio inferior arrebatándome el aliento y sin mayor vergüenza me estira la mano
Tarugamente le tomo la mano y me ayuda a levantarme sin dejar de verme tan penetrantemente, haciéndome tragar con dificultad, su sonrisa se alarga al verme ¿realmente llegaré a tiempo? Presiento (o quiero) que me asaltará en cualquier momento.
Para mi sorpresa (infortunio) no hubo asalto porque creo que nos tomamos mucho tiempo en estarnos viendo (con bastante hambre)
- Me hubieras dicho que era una viejita a la que ibas a atender- me dice recibiendo el jugo
- Ni tiempo me diste- antes de mostrarme tu desnudes
- Es que había prisa- sonríe y me guiña el ojo- pero estuvo lindo venir a acompañarte y ahora tomarnos un jugo como la primera vez- sonríe feliz, supiera que la primera vez ella tomó un té y yo un café
- Si, esto me anima mucho más- le doy un besito en la mejilla
- Me gustan tus besitos- comenzamos el camino a tomar el transporte- se siente rico lindo- suspira- ¿hoy tienes curso verdad? - asiento- ¿estás mejor? - sus ojos que no niegan la preocupación en mi me enternecen
- Si, más tranquila, gracias por apacharme tanto ayer- me sonrojo, no pensé que fuera tan tierna y cuidadosa conmigo, creo que tenía un concepto diferente de ella, claro que al principio se encargó de mostrarme ese lado frío y distante de su personalidad
- No tienes que agradecer nada- se detiene poniéndose frente a mi llamando completamente mi atención, levanta mi mandíbula para que la vea a los ojos, deja un besito suave y ligero en mi labios- yo estoy y estaré para ti- me deja otro besito igual para luego suspirar- yo voy para allá- señala, veo su rumbo y suspiro, a veces es difícil separarme de ella y hoy es uno de esos días, la veo girar, la detengo de la orillita de su suéter, voltea la cara- ¿sí? - me pregunta con extrañeza
- ¿Puedo tener un abrazo? - su mirada se endulza, me sonríe y me regala ese abrazo fuerte, dulce y protector que necesito el día de hoy
- Los que quieras y cuando quieras- besa mi frente, nos separamos entre miradas cómplices, asiento y nos damos un beso de despedida- nos vemos más tarde Ani
- Pásala bien Ambar- le mando un beso al aire viendo su sonrisa, me trae mal, muy mal
Ambar
- ¿En qué tan pensativa? - Santiago me pregunta
- No sé si…- contarte o no ahora que lo pienso, me le quedo viendo
- ¿Si qué? - me observa
- Ir por Ania hoy o no- creo que al menos que Ania quiera platicarlo lo comentaré
- ¿Al curso ese de enfermeras y enfermeros? – ¿soy yo o este anda ido?
- Si- asiente arreglando papeles
- Pues no lo pienses más, si quieres yo te llevo- me le quedo viendo
- Hola hola tortolinos- Andrea llega muy feliz, me les quedo viendo, estos… estos no están juntos ¿o sí?
- ¿Andan? - les pregunto viéndolos, esos se ven entre ellos y luego a mi y se atacan de la risa
- ¡Claro que no! - dicen a coro
- Pero- los señalo con el índice yendo de uno al otro- tienen cara de pajeros enamorados- ¡oh, Dios! ¡si están! ¡La reacción de cada uno es tan! - ¡suelten la sopa! – exijo, que si empezaron a andar entre ellos y no me dijeron no se la van a acabar ¡eh declarado!
- Por supuesto que no- Santiago se indigna frunciendo el ceño mientras Andrea aprieta los labios, este se está enterrando solo al negarlo- No estoy con cara de pajero- remata
- Bueno- me quedo pensando- esa siempre la tienes- Andrea y yo reímos mientras Santiago se trastorna
- ¿Qué quieres decir con eso? - se pone a la defensiva
- No te hagas el digno con eso, ya sabes que ella tiene la razón, nada más vez cara que te guste- comienza Andrea y la interrumpo con una “tos”
- O cuerpo- reímos los tres
- Y esa cara sale a relucir- remata Andrea, ve la hora- tengo que ir a terminar unos detalles- la detenemos, la conocemos demasiado bien como para saber que se vino a postergar ese trabajo del que habla
- En primer lugar- Santiago la agarra del brazo- mi cara no es de pajero, es de adonis guapetón- lo dice con toda la pose ególatra y vanidoso- así no pueden negarse a todos mis encantos
- Solo salen huyendo- le responde cruel Andrea con esa sonrisa jodona en lo que se suelta de su agarre
- Pero tu si tienes cara de pajera- Santiago la encara
- ¿Cuál pajera? Si ni ha establo he ido alguna vez- se desentiende del tema
- ¿Quién es hombre que te trae como te trae? – pregunto y se pone roja
- Andrea, acuérdate de firmar tu salida, aunque tengas el permiso hoy tienes que firmar- el jefe le dice al paso, no le quedamos viendo ¿Por qué no nos contó?
- Si, gracias jefe- el hombre se va a su oficina, nuestra mirada supongo que es muy fuerte, porque la vemos ponerse inquieta al girar a nosotros y sonríe
- ¿Sales temprano? – comienza Santiago
- Si, cosas importantes que hacer- se sonroja, ese sonrojo que solo significa
- Así que un permiso especial- Santiago le da codazos en el brazo de forma picara y esa sonrisa cómplice que siempre se hacen estos cuando van a tener un “gran” momento
- Si- se pone nerviosa- digo no- se complica- voy a terminar las cosas, nos vemos- huye de nosotros
- Que rara anda- Santiago asiente
- ¿Entonces te llevo? – regresa al tema
- Si- quiero darle todo el apoyo que pueda a Ania, aunque hoy se veía más animada que ayer, quiero que sepa que no está sola- termino de hablar y regresamos a nuestro trabajo
- Oye- Santiago llama mi atención
- ¿sí? – clicleo la computadora
- ¿Esa no es Talis? - me señala con la mirada a la chica que está en la puerta viendo su reloj- la compañera de trabajo de Ania- me le quedo viendo y antes de responder vemos como Andy se le acerca y sale con ella…
El silencio se apodera del lugar, creo que ni Santiago ni yo damos crédito a lo que hemos visto, así que corremos a las cámaras para corroborar lo que el reflejo de la puerta enseñó
- ¿No dijiste que ella no era bisexual? – le recrimino aun estupefacta
- Madre Santa, nada más falta que yo sea heterosexual- el hombre está igual que yo, me le quedo viendo, le golpeo el hombro y nos atacamos de la risa- igual solo están jugando- dice en lo que regresamos a nuestro lugar, pero ninguno de los dos creemos esas palabras, lo que vimos no da para creer esas palabras
- Ohhhhh- casi suelto a grito- eso explico que hacían juntas en la comida de mi doctor- se me queda viendo- ¿Cuándo pasó esto? - que no me he dado cuenta
- Pues ni idea, esas como que fueron demasiado discretas, pero ahora que lo pienso- se pone en modo “pensativo”- tal vez desde que las llevé en el carro, desde que se conocieron en tu casa- no me la creo
- Creo que tendrá mucho que responder- suspiro
- Démosle su tiempo- interviene Santi y asiento
Salgo del carro de Santiago y camino a la entrada de la escuela de Ania… creo que ni escuela es, bueno, el edificio ese en lo que Santiago va a estacionar su carro o por lo menos eso dijo, me acerco y veo a puros enfermeros salir (esa ropa es inconfundible) y ahí, entre la multitud (ok, son como 15 personas) reconozco la belleza de mi novia y… de un tipo que creo le está tomando el brazo y ella se ve bastante incómoda, veo como Carlita la jala… mis pasos… creo que son muy veloces porque ya estoy enfrente de ellos
- Hola mi amor- le tomo la cara entre mis labios y le planto un beso, al separarme de ella tiene un hermoso sonrojo
- Ambar- pronuncia mi nombre aún sorprendida y una sonrisa se le escapa en esa hermosa boca- ¡Qué sorpresa! – dice con emoción, veo de reojo al tipo que se ve bastante molesto y con claras intenciones de tomarle de nuevo el brazo
- Vine por ti para irnos a casa- sobo el brazo de mi novia y lo veo a el queriendo asesinarlo- me presentas- ella sonríe
- Claro- acepta con la cabeza también- ya conoces a Carlita- la saludo y comienza a decir más nombre que ni escucho- ella es mi novia Ambar- su sonrojo es tan hermoso y escuchar de su voz decir lo que soy de ella me emociona tanto
- Que guardadito te lo tenías- una le bromea- es guapa- me sonrojo
- Y mía- el fulano frunce las cejas a las palabras de mi novia
- Un gusto- me da la mano, se la estrecho sin responder y una media sonrisa con mirada matadora- le estábamos invitando a cenar- la veo, los demás se quedan con cara de extrañeza
- Uy, no creo- Santiago llega todo alegre saludando tiernamente a Carlita, mmmm, creo que Andrea no es la única que no me está diciendo todo- ya teníamos planes Sr- Santiago lo barre de arriba a bajo con todo el descaro el pone cara de desagrado
- Eric- lo veo, ni gusto de Santiago es
- Ya te dije que no gracias, que no voy a aceptar ninguna salida- Ania comienza con tono ya cansada y veo como se soba el brazo haciendo que algo en mi haga click
- ¿Te lastimó? – le reviso el brazo y lo trae ligeramente rojo, eso es suficiente para que voltee a querer asesinarlo- en tu vida la vuelvas a tocar- gruño, el tipo se extraña, aunque saca una sonrisa de medio lado bastante petulante
- ¿Quién te dijo que fui yo? – ya lo voy a empujar, ¡que no me reconozco! Que estoy muy enojada, pero una mano me detiene y se pone ante mi
- Tocas de nuevo a mi cuñada y no respondo- Santiago saca ese tono que te eriza por completo- por tu bien ni te le acerques, porque donde sepa que la sigues molestando te atienes a las consecuencias- el tipo abre lo más grande que puede los ojos (los tiene chiquitos) y da un paso para atrás
- ¿tu y quien más? – se trata de hacer el macho y Santiago suelta esa risa que solo le he conocido una vez, aquella vez que nos defendió a Andrea y a mi cuando apenas nos conocíamos
- Conmigo tienes para ni poder- tomo la mano de Ania por si tenemos que correr, Santiago así luego no mide- es fú ma te- pronuncia lento pero firme, el tipo de un momento a otro desaparece
- Das miedo- Ania alcanza a susurrar, el voltea con una sonrisa dulce de nuevo
- Lo siento, es que aquí- me toma de la cabeza- doña flacucha yo puedo con todos ya iba a lanzársele y no podemos permitirle ningún daño ¿verdad? - me ve con burla, suspira- lamento la escena- agacha la cabeza- aunque si te vuelve a molestar me dices a mi primero
- Oye- le pego en el hombro- yo soy la novia, a mi me tiene que decir- en eso me doy cuenta de algo- ¿Por qué no me habías dicho? – le pregunto un poco dolida
- Porque no era para darle importancia- responde como si nada
- ¿no era? ¡¿no era?! ¿Qué no viste la marca del brazo? – comienzo a sentir el enojo, Santiago toma mi hombro y me da esa mirada de “cálmate”, veo de nuevo a Ania y me hace puchero, suspiro- por favor, este tipo de cosas también las puedes platicar conmigo- mi tono ya es más tranquilo y conciliador dentro de lo que me estoy controlando
- Mientras controles tus celos y sobreproteccionismo- se burla Santiago
- No fueron celos- me cruzo de brazos
- Aja- se ríe- por cierto- llama mi atención- ¿Qué le ibas a hacer? – comienza con su risita irritante- si tus golpes apenas matan un mosquito en aplauso- se ataca de la risa
- Eres un grosero- me lanzo a el y el muy pelado termina cargándome en su espalda- mal amigo- los demás (que apenas recuerdo su existencia) se nos quedan viendo, creo que la novia acaba de dar un show, ¡que oso!
- ¿Qué tal si vamos por un helado? - propone Santiago a todos- a unas cuadras venden unos bien buenos
- ¿En donde están los de zarza? - me le quedo viendo
- Esos merengues- acepta mi buen amigo
- No siempre van a poder solucionar todo con helado- Ania nos regaña
- ¿quieres de vainilla mi amor? - le pregunto tomando su mano después de que el salvaje ese me bajara
- Bueno- se sonroja
- ¿Vas también Carlita? - Santi le pregunta dulcemente, Ania hace esa sonrisa de ternura y la chica con un sonrojo acepta
- Espero que con lo de hoy no la haya espantado- le susurro a Ania mientras ella niega con la cabeza
- No creo
La cosa es que el resto de sus compañeros (que no tenían planes de salir ese día) nos acompañaron a los helados y dando buenos comentarios de la calidad de los helados (el señor creo que ahora tiene clientela nueva, debería dar comisión o por lo menos descuento)
Llegamos a la casa (Santiago nos trajo y después fue a dejar a Carlita, aunque ella vivía mas en corto que nosotras) y nos vamos directo al sillón
- Tengo sueño- me quejo
- Por la desmañanada- se recuesta en mi
- deberíamos ir a dormir ya- propongo
- Hay que preparar la cena, desayuno y lonche de mañana, además- se me queda viendo- no quiero que te expongas de esa manera Ambar- me pide dulcemente- ¿Qué si el hubiera reaccionado agresivo contigo?
- Pues a ti te tomó agresivo, lo vi- refunfuño- ¿Qué clase de baboso se cree?
- De verdad que no midió, en sí, creo que fue la primera vez que me toma del brazo y sé defenderme- me molesto
- Yo- me detiene
- No lo tomes a mal, me da pavor que te pase algo- su voz preocupada me termina de detener
- Lo mismo pienso, no me gusta que alguien o algo te haga daño- suspiro y tomo su cara entre mis manos- eres tan especial para mí, solo mereces que te quieran y consientan- su cara va agarrando un color carmín tan bonito- eres tan hermosa- comienzo a darle besitos- me enojó mucho ver que no te trataba como la princesa que eres- se ríe en mis labios
- Debes aceptar que te tienes que medir, sino fuera porque Santiago llegó- suspira- no sé qué hubiera pasado
- Es la primera vez que me siento de esa forma, acepto que hasta yo me desconocí, solo que- suspiro- no me pude controlar, era mucho mi enojo
- Por favor- pide y acepto
- Lo sé, lo sé- la beso perdiéndome en su boca
Ania
Acepto que verla defenderme me gustó, aunque me gustó más el beso que me dio como saludo, pero la preocupación de ver la cara de Eric tan molesto ¿Qué tal si le hacia algo? ¿y si la tocaba? Creo que yo no iba a responder por mí, lo hubiera arañado y atacado como se pudiera, así que, si, la petición fue más para no saber en que quedaría eso, que no sabría quien terminaría defendiendo a quien
- Ya están las verduras limpias- me avisa
- Gracias- las recibo para irlas cortando
- ¿Adivina quien fue al hotel? – canturrea y la veo extrañada, ahí va tanta gente
- ¿Mi hermano? - sería para molestarla, aunque sospecho que, si hubiera sido el, Santiago no hubiera estado ahí hoy
- No, Talis- su sonrisa se agranda
La veo inquieta, de un lado para el otro, revisando el celular, como si verlo cada dos segundos hiciera que lo que sea que espera llegara
- ¿Qué traes? – me sonríe
- Nada ¿y tú? - me le quedo viendo
- Chicas, mañana hay que apoyar con los análisis- comienza el doctor- así que según yo le toca a Talis- esta pone cara de susto
- ¿Por qué yo? - pregunta- recuerde que le pedí el día
- Puedes sacar los análisis e irte después- para el doctor eso es lo de menos- o jugársela- propone con malicia huyendo de ahí
- ¿2 de 3? - propone
- Un chin chan pu y ya- bufo- ¿Por qué no vienes mañana? - comenzamos el juego
- Tengo asuntos importantes que hacer- y brinca ante el haberme ganado
- Asuntos ¿Andréicos? - suelto la trampa y su color rojo la delata- ya decía yo- niego con la cabeza- ¿Qué no eras hétero? - me extraño
- Yo nunca dije que era- carraspea- y a decir verdad no sé que soy ni me importa
- Pero te gusta- la molesto
- Aunque no estoy tan mal como tu comprenderás- me lo restriega
- Aun- se la regreso
- Como sea- se pone de orgullosa- mañana te toca levantarte temprano
- Y se dieron un besote- chilla emocionada mi novia
- ¿Enfrente de ustedes? - niega con la cabeza
- En un ángulo que desde la recepción “no se ve”- me le quedo viendo
- ¿Cómo lo viste entonces? - ladeo la cabeza sin entender
- La puerta tenía cierto ángulo y como no creímos lo que vimos fuimos a las cámaras a revisar, Andy pidió permiso para salir temprano- oh, eso tiene sentido- ¿Por qué no te sorprende?
- Creo que lo veía venir- de alguna forma, aunque por andar tras de ti me tardé más
- Hacen linda pareja- canturrea
- Siempre creí que esas dos eran hétero- aun lo estoy procesando
- Hétero o no se gustan- Ambar al parecer ya lo tiene procesado- y se ven muy felices, ojalá Santi pronto ande igual- me río
- Eso esperemos, aunque no me gustaría que dañara a Carlita- suspiro
- ¿Dañarla? - pregunta al aire extrañada- Santiago enamorado no daña nada, es un osito de peluche con corazones y todo, más bien, espero que Carlita sepa el tesoro que tiene a su lado- suspira
- Si se tiene que dar se dará, ya sea con Santi y Carla o Andy y Talis
- Si, tienes razón- me da besitos
- Espera, estoy cortando las cosas- la trato de detener, pero me doy por vencida, dejo las cosas y volteo para corresponderle y dejarme sentir amada, así como hacerla sentir cuanto la amo
- Buenos días- saluda muy alegre Talis
- Buenos días- respondo ante su felicidad- ¿Qué tal tu día de ayer? – comienzo- me dijeron que se saludaron muy cariñosas- se pinta de rojo
- ¿Cómo? - pregunta apenas
- El hotel- le recuerdo
- Bueno- parece que la vergüenza se fue así como el color rojo de su cara- estuvo bien
- ¿Fueron al cine? – pregunto juntando papeleo
- ¿eh? - me ve- ah, sí, al cine- acepta ayudándome con el papeleo
- ¿Cuál viste? - el doctor pregunta a su llegada para integrarse al chisme, digo, conversación
- Kelly- contesta está y yo me trago la carcajada que iba a soltar
- Eso no la he escuchado- frunce el ceño el doctor
- Es que era un cine de películas independientes, no se la recomiendo, era mala- el asiente y se va
- Eres una pelada y aunque si hubieras ido al cine, dudo mucho que si la hubieras visto- sonríe descarada
- Claro que fui- se ufana
- ¡Eres una grosera! Ya entendí- el doctor le recrimina regresando- solo por eso te toca sola el papeleo- infla los cachetes y yo sin más, le dejo el resto de los papeles- vente, Ania, tu si eres mi amiga- me jala al consultorio- ¿Qué cuentas? - me le quedo viendo y tiene esa mirada
- Ella está bien, no se han visto síntomas- comienzo
- Recuerda que no dice nada- me recuerda las malas mañas de mi novia
- Lo sé, pero sigo al pendiente de ella- el asiente
- Hablé con un colega doctor que es amigo de otro doctor- comienza su lista de socios doctores- y me dijo como está el estado de tu madre- se me baja la presión y me siento- en resumen- asiento- le extirparon la matriz, va a tener algunas sesiones de quimio- vuelvo a asentir- pero todo está bien con ella- suspiro- solo es cuestión de que siga todo al pie de la letra
- Gracias- ¿Cómo se enteró?
- No hay de que, si no cuido a la nuera de la Sra Caro- pone cara de susto- ella me pega- se ríe- seguiré al pendiente y si hay algo de lo que te deba informar lo haré ¿te parece? – asiento- ahora lo importante- señala- ¿ves esas revistas amontonadas? - ya salió el peine- necesito ordenarlas y honestamente no confío en las manos de Talis- suelta cruel- así que este es tu trabajo especial por hoy- sonríe
- Porque simplemente no lo hace en cuanto llegan o ¿sabe que ya le puede llegar a la computadora o en una app? – este hombre y sus revistas
- No me gustan las revistas o libros en la compu, son cansadas y no es lo mismo deleitarte y disfrutar algo en físico- sube y baja las cejas- que virtual- bufa- ¿o no? - pregunta maliciosamente
- Creo que para leer es mejor en físico, pero ordenado desde el principio- lo regaño
- Oye, no estoy en territorio de mi esposa para que me regañen y la Sra Caro ya se retiró- me regaña- así que se buena y ayúdame- se pone a mi lado a “ordenar” los volúmenes
- ¿Cómo puede ser tan desordenado? - hasta los volúmenes están en desorden y ¿acaso estas revistas con de 5 años?
Suspiro viendo el lugar, al parecer esto si pinta para ser algo “normal”, chantajee a Talis para que viniera y Ambar no sé cómo le hizo para convencer a Santiago, he que aquí estemos 6 en la entrada del salón
- ¿Pero qué hacen aquí? - mi hermano que se pone en la puerta abriendo los brazos para llevarme a ellos y yo que me escondo atrás de mi novia- adelante, está la fiesta y toda la comida, pasen, pasen- comenta feliz
- ¿Cómo se te ocurre hacer fiesta cuando mamá está cómo está? - lo regaño, los demás se detienen en la entrada, mi novia que aun es mi escudo de los brazos de mi hermano observa la situación
- Mamá- bufa- me mandó al carajo- rezonga- aunque no tan feo como a ti- se pone pensativo- pero aun así me mandó- se ríe- y papá también, desde que saben como estoy manejando mi candidatura no soy de su agrado- se encoge entre hombros- yo no voy a detener mi vida por ellos, si me quieren en su vida estoy feliz y si no- hace esa cara de “pues ellos se lo pierden”
- Bien, solo- de un momento a otro ya estoy entre sus brazos
- Ya ya, todo está bien, mamá está bien, papá sigue de latoso y tu hermano hoy hizo una fiestecita sencilla para festejar que se puede comer carne
- Todo el año se puede comer carne- “tose Ambar”
- Cuñada, tu si me caes bien- sonríe mi hermano- les tengo que presentar a mi novia, entren, entren- nos toma de la mano jalándonos- mira Ania ella es mi novia- mi quijada casi se cae al verla
- ¿Shantall? - Ambar parece reconocerla
- ¿Ambar? - la ve anonadada
- ¿Se conocen? - mi hermano pregunta sorprendido
- Si, íbamos en la misma clase en turismo- comienza mi amiga a explicar- ¿Qué haces aquí?
- Pues es mi cuñada- mi hermano se ufana de ello, Shantall se gira a verme con esa sonrisilla
- Quien diría que la vida las juntaría de nuevo, pero ahora como pareja- me coloreo de rojo
- ¿Cómo? - pregunta Ambar
- Mmmm, ah, creo que esa vez fue la ultima que saliste con nosotros o- entrecierra la mirada- que incluso supimos de ti ahora que lo pienso ¿Qué ha sido de tu vida?
- Pues trabajo en un hotel- comienza Ambar- no espera, ¿Qué con esa salida?
- Oye, ¿Cómo que estás con mi hermano? - interrumpo, quiero evitar esa plática
- Ah, pues- mi hermano interviene- comencé buscándola para saber de ti, me acordaba de ella estando contigo y bueno, aunque ella nunca dijo nada comenzamos siendo amigos hasta que las cosas se comenzaron a dar y pues- dice todo nerviosillo y rojito
- Me enamoró- Shantall completa la historia- la cosa es que como cambiaste de número no pude decirle nada y luego cambiaste de departamento- frunce el ceño- tu compañera de departamento creo que anda con el nacho, a lo mejor vienen
- Ay no por favor- Ambar refunfuña- ya tuve el otro día con el Eric- me da risa y los demás nos siguen, que sé que Santiago le contó a Andrea y la estuvieron molestando en el trabajo
- ¿Paso algo? ¿te molestaron? - mi hermano ya va a comenzar con el interrogatorio
- Nada de eso- lo detengo- entonces, ustedes juntos- veo como mi hermano le toma la mano a mi amiga
- Si, ya para 6 meses- me responde mi hermano, eso es mucho para ser El- y espero sea toda la vida- esa afirmación me enternece y al parecer no soy la única con la que surte efecto, que mi amiga ya le está dejando un besito
- Quietos- los detengo
- Mal de familia- tose Santiago
- ¿Tú crees? - mi hermano se le queda viendo- Saul- le estrecha la mano
- Santiago, ella es Carla- presenta amable- Andrea y su novia Talia- nos reímos por la cara de aquellas hasta que Andrea le da un pisotón a Santiago
- Un gusto, pues es menú libre, tanto de comida como de bebida, hay carne de res, de cerdo, pollo, pescado, quesadillas, chorizo, al rato llegan los mariscos- sigue recitando
- Lo bueno es que iba a ser sencillo- musito
- Está emocionado, al parecer todo va bien con el- Shantall me habla
- Esto aun es increíble- me río, ni en mis mas locos sueños lo vi venir
- Ni que lo digas- se sonroja
- Me da gusto verlos enamorados- asiente
- Lo mismo digo- vemos a Ambar bromear con Santiago- se ve muy bien y sana
- Si, con esfuerzo, pero al parecer su salud va para quedarse en bien- eso ruego
- Me da gusto, al fin ya tiene enfermera especializada, de haber sabido, esa vez te la presentaba particularmente
- ¿a quién? - mi novia frunce el ceño
- A ti ¿a quién más? - Shantall le sigue
- Voy con mi hermano- me trato de zafar, pero Ambar me toma de la mano para no darme escape
- Dijo que iba a mandar por helado
- En el café ese donde desapareciste ¿recuerdas? - Ambar asiente
- Si, fue mi ultima salida en mucho tiempo, pero no recuerdo tanto, ¿Qué con esa salida? - pregunta sobando mi mano
- En esa salida llevé a Ania y la presenté ante todos- Ambar me ve sorprendida
- Entonces ¿no fue en el laboratorio que nos vimos por primera vez? - siento que no puedo con la vergüenza, pero niego con la cabeza y en vez de sentir que se enoja me sonríe- entonces el destino nos tenía para unirnos nuevamente- y creo que me enamoré más con esto
- Ay Amabr, no te conocía tan romántica- Shantall la molesta
- Uy y eso que no la has visto cuando a esta creen que nadie las ve, derraman miel- Andrea comienza a molestarnos
- Y luego Ania está en el consultorio suspire y suspire por su amor- le sigue Talis
- ¿Estará bien Ania? ¿ya habrá comido? - Andrea continua y Santiago ríe contagiando a Carla
- Esa eres tú con Talis- Ambar le pica el cachete
- Y los suspiros son los tuyos- le digo a Talis, las dos se hacen las ofendidas
- Claro que no- responden a la vez, haciéndonos reír a todos