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Solo eran 24/4 por Nasky

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Notas del capitulo:

Sin excusas, pero espero la espera con este caítulo haya valido la pena.

Que tengan un lindo domingo y excelente inicio de semana ^^

Saludos

 

Ambar

 

Me veo al espejo y el recuerdo me azota, esa comida estuvo muy buena, ¿Quién iba a decir que el chef que contrató Saul sería tan bueno?, ese día tragué hasta más no poder, Ania me veía asombrada, pero es que… ¿Quién puede desperdiciar la oportunidad de comer carne de tan alta calidad preparada por un chef? Por lo menos Santiago, Andrea, Talia y yo no, le entramos bien, más cuando llegó la estup, digo, la Lucia esa, tan bien que pintaba el día

-          Ah, pero mira a quien me vine a encontrar hoy- su sonrisa se estira en sus labios viendo a mi novia

-          Ella se llama Shantall- la presento, al parecer la Lucia no me había visto y su cara es de una molestia que no puede cubrir

-          Ah- ahora pronuncia con fastidio- y tu

-          Yo- le sonrío de oreja a oreja, mientras veo como Shantall observa la escena

-          Nacho- Saul que no se ha dado cuenta de nada lo saluda con emoción- que bueno que pudiste venir ¿ya conoces a mi hermana y su novia? Mi cuñada es lo máximo- aquí es cuando la cara de la Lucía es un poema para mis ojos- una lindura, a mi novia ya la conocen ¿verdad? Es la mujer más hermosa de esta fiesta- nos tragamos la risa, este está muy enamorado y Shantall toda encantada

-          Novias- se le sale a Lucia en susurro

-          Si, llevan como algunos meses- ahora él se nos queda viendo- cierto, nunca les pregunté cuanto llevaban- me ve con reproche, este cuñado es raro

-          ¿no sabes? - comienza Santiago mientras Saul niega con la cabeza- ah, ¿te sabes el cómo se comenzaron a conquistar? - Saul vuelve a negar y ahora no sé quién está más roja, si Ania o yo

-          Oye Santiago, no te pases- lo amenazo

-          Pero si yo soy un ángel- sonríe “inocentemente”

-          Carlita, no te dejes engañar, ese tiene de inocente lo que yo de

-          Dios nos ampare- me interrumpe Andrea con frase escandalosa y persignándose

-          Bueno, lo que Andrea de heterosexual- termino la frase y Ania se ríe

-          Tengo la mitad, así que Carlita- Andrea le llama la atención- puedes creerle la mitad- reímos con las ocurrencias de estos

-          Oigan- nos reprocha Santiago- se supone que ustedes son mis amigas- frunce el ceño

-          ¿Quién dijo? - pregunta Andrea

-          Que no lo somos- le doy un pellizquito a Andrea que se soba- lo somos, pero mentirosas no

-          Y lo dice la que no le gustaba su enfermera- se hace el desentendido mi amigo

-          Yo nunca dije que no me gustaba- me sonrojo, Ania me toma la mano

-          Ah, cierto, solo se hacia la difícil- responde Andrea y todos se ríen, claro excepto Lucía y yo tomando en cuenta que cada una es por razón distinta

-          Yo jamás hice algo así- estos se me quedan viendo- solo que me sentía un poquito mal y con eso me conquistó- me sonrojo en lo que ella aprieta mi mano

-          Ah, si- Andrea se pone modo pensativo- esa forma tan suya de ver que “descansaras” correctamente

-          Alimentarla en la boquita- le sigue Santiago

-          ¡Jamás hice eso! - Ania interviene con reproche

-          Pero ganas no te faltaron- le pica Talia

-          Ts, con estos amigos- me quejo

-          Te diviertes mucho más, acéptalo- el cretino de Santiago se jacta

-          Yo no estaría tan segura- le respondo toda digna mientras hace una sonrisota de oreja a oreja todo orgulloso

Después de que nos tomarán el pelo un rato y nosotros a ellos (porque claro, ahora tengo material para con ambos), convivimos un rato más con los demás, por supuesto que por lo menos yo no le solté la mano a Ania en ningún momento, no le iba a dar ningún chance a la Lucía para que intentara hablar con Ania, si la perdió fue por pendeja y andar entre Juana y Chana (mmmm, aunque su caso era Juan y Chana, bueno, como sea, el chiste es que Ania me escogió a mí, que se enamoró de mi)

-          Ambar, apura, se nos va a hacer tarde- me regaña desde la cocina

Tarde, va, si vamos con bastante tiempo

-          Cuidado que se encuentra otra y te deja botada- la Lucía aprovecha que mi novia está hablando con su cuñada y su hermano

-          No tengo que preocuparme, ella solo hace eso si juegan con ella y conmigo si hay juegos, pero solo de nosotras dos- le contesto con una gran sonrisa- por cierto- me ve con tanto enojo- ¿El Nacho ya sabe que te va doble liga? - pela los ojos

-          Que irritante eres- bufa dándose la vuelta y yendo con otros invitados

-          ¿Qué? - llega preguntando Santiago

-          Ni aguanta nada- me río bebiendo agua, que Ania aun no me deja tomar mucho refresco y la verdad, el alcohol ahorita no se me antoja, incluso ella no ha bebido como apoyo, aunque le dije que no importaba

-          Lo bueno es que ahora ni intentó darte un cachetadón- se ríe y me contagia

-          Si lo intenta seguro tu novia se la pone pinta- Andrea se suma a nosotros en lo que vemos como Talis y Carlita platican, supongo que de cosas de enfermeras

-          Santi, aguas, esa Talis convierte a Heteros en bi- me burlo, Andrea se indigna y Santiago se ríe

-          ¿tú crees? - me sigue el juego

-          Mira a la de aquí lado, jurábamos que solo le iban los hombres- nos reímos

-          Yo les dije que era bi- bufa- y Talis no tiene ojos para nadie más que para mí- con cada palabra se va poniendo más roja, se ve tan linda siendo tímida cuando normalmente es todo lo contrario, la ve y suspira, Santiago y yo no tenemos más que sonreír y llenarnos de su felicidad

-          ¿Quién lo hubiera dicho? – sí, creo que nunca la vi así- espera- se me quedan viendo- desde la vez de las salidas a los bares ¿ya eran? - Santiago se sorprende y los dos la vemos detenidamente

-          Pues si- estoy boquiabierta, no la vi venir

-          Pero cada una bailó con diferente persona- Santiago no deja de verla, creo que está igual que yo

-          Que andemos no significa que debamos de bailar en exclusiva como ciertos personajes- me codea y es cuando Santiago acepta entre risas

-          Es que Ambar es posesiva- se burla

-          No soy posesiva- bufo y me sonrojo- solo quería tenerla cerquita- me hecho aire en la cara, como los odio

-          Así cerquita como cuando se sentía malita- comienza Santiago

-          Y dormía acompañadita- le sigue Andrea

-          Que pesados son- les doy un golpecito en el hombro

-          Oigan, dejen de molestar a mi cuñada- Saúl los regaña- por cierto, ya va a empezar el DJ con buena música para bailar- se los lleva y en eso llega Ania

-          ¿Bailamos? - pregunta tímida, con esa preciosa sonrisa y ojos coquetos que me conquistan

-          Claro- le doy la mano y vamos a la pista- entonces mi amor- me ve atenta sin dejar de bailar- ¿Por qué no me habías dicho que nos conocimos en ese café? - le regresa el sonrojo

-          Porque me di cuenta de que no te acordabas de ello, así que supuse que no era importante- me le pego más poniéndola nerviosa, sinceramente es un deleite saber que le afecto tanto

-          Cuñadita, permíteme bailar con ella en lo que tu bailas con mi hermosa novia- me roba a mi novia y me entrega a la suya

El cuñado que arruinó el momento de ponerla nerviosa, aunque si tuve tiempo de desconcentrarla llegando a la casa ese mismo día

-          Así que- la estrello en la pared- que tanto hablamos ese día- respiro en su cuello en loque su mano se posa en mi nuca

-          De de ¿de que hablamos? – ahoga un gemido al lamer su cuello

-          No te hagas Ania, tenemos una conversación pendiente de una salida de café

-          No juegues así- su voz es ronca, pero, aunque sea normalmente agresiva en lo que dice o hace, sé que a mi me sede todo el control- no me provoques

-           Cariño, provocarte es lo que quiero- me río en su lóbulo- Ania se sincera- le aprieto una bubi- ¿aún sigues sin superar a la chica de la cafetería? - me separo para verla a los ojos, sus ojos están grandotes y perplejos

-          ¿De qué va esto? - su tono de miedo me da ternura y es que, si no fuera porque a Shantall la información se le escapa muy bien de la boca cuando está cómoda, yo no hiciera este tipo de preguntas tan, así como estoy

-          Contesta mi amor- pongo mi rodilla entre su centro sacándole un gemidito- aún estás enamorada de aquella chica que solo viste por pocos momentos- suspira con goce por los movimientos que hago- ¿o solo me tienes a mí?

-          Solo a ti- suspira

-          Que mentirosa mi amor- susurro mordiéndole el otro lóbulo

-          Ambar- aprieta mis hombros

-          Solo acéptalo de una vez- suelto un poco cruel

-          Eras tú, llevo todos estos años enamorada de ti, que cuando te volví a ver solo supe que no podía perderte de vista nuevamente, pero el doctor tenía planes aun mejores que los míos de tal vez volverme tu acosadora- admite en el deleite de mis movimientos, me detengo, la veo a los ojos y mi sonrisa con lágrimas aparece

-          ¿Por qué no me habías dicho? - tal vez todo pudo ser tan diferente

-          Tenia miedo- suspira tomando mi cara

-          Me has esperado tanto- la beso dando pasos torpes en la casa- te amo Ania- la voy recostando en el sillón- te amo tanto- digo con tanta alegría en mí, no sabía que asegurar las sospechas que Shantall plantó sería tan conmovedor- tanto Ania- sigo con los besos, que no me puedo contener más para hacerle el amor.

Esa fue una maravillosa noche sin duda, le hice el amor tanto como el cuerpo me rindió y el cuerpo le rindió; fue una noche tan hermosa, llena de las dos

-          Oye amor, de verdad se nos va a hacer tarde- se asoma al marco de la puerta

-          Bien, ya voy- refunfuño en lo que me regala una preciosa sonrisa que veo en el reflejo del espejo

-          Tu desayuno te espera- me manda un beso y regresa a la cocina

-          Ni sé para qué tanta prisa, si no me vas a picar- le grito

-          Eso lo soluciono, te puedo picar de muchas más maneras- me grita picara

 

-          ¿Me contarás la historia? – pregunto tratando de recobrar el aire y escuchando su respiración también acelerada, que la última ronda estuvo intensa

-          Espera, estuvo intenso esto- pide con dificultad- ¿no quieres primero dormir? - se acurruca a mi

-          Pero luego no me vas a querer contar- refunfuño dejando escapar un bostezo más

-          Prometo contarte, pero tenemos que descansar y dormir, más tú, que tienes que dormir las horas que indica el médico- nos tapa, que empezamos todo en la sala y en algún momento llegamos a mi habitación

-          Está bien, esperaré pacientemente- suspiro

Si, definitivamente fue una buena comida que trajo muchas más cosas buenas

 

 

Ania

 

¿Qué tanto estará haciendo está mujer? Veo como se asoma a la cocina

-          Ya estoy acá- le hablo sentándome a la mesa y su sonrisa al verme me causa todo

-          ¿Me contarás? - pregunta como niña

-          ¿Tengo algo que contarte? - le regreso la pregunta en lo que comienzo mi desayuno

-          Siempre hay algo nuevo que contarme- se pone pretenciosa con su media sonrisa petulante que tanto me encanta

-          ¿ah sí? - unto un poco de mermelada en mi pan

-          Si, ¿Qué haremos hoy? - suspiro y con esa mueca juguetona me dice- ya me respondiste como es que te enamoraste de mí, así que no tengo preguntas difíciles o tu algo que contar tan complicado- se ríe, aún disfruta la historia, se llena de vanidad el saberse tan importante y cada que puede la saca a colación, la verdad es que no me quejo, porque siempre que tocamos el tema me vuelve a besar con esas ganas como cuando llegamos ese día en la noche después de la comida y me hizo el amor tanto como mi cuerpo rindió

 

-          ¿Me contarás la historia? – pregunta con dificultad ¿Cómo puede aun pensar después de todo lo que me hizo e hicimos? Yo no puedo más, mis ojos se cierran

-          Espera, estuvo intenso esto- le aclaro- ¿no quieres primero dormir? – por lo menos yo si quiero

-          Pero luego no me vas a querer contar- se queja, aunque un bostezo se le escapa, también está cansada ¡¿y como no estarlo después de todo?!

-          Prometo contarte, pero tenemos que descansar y dormir, más tú, que tienes que dormir las horas que indica el médico- cierro el tema cubriéndonos con una cobija

-          Está bien, esperaré pacientemente- acepta

Despierto sintiendo el peso de su cuerpo en mí, no me quejo, pero ¿Cómo puede ya estar despierta y con tanta energía?

-          Es muy temprano- creo que apenas está amaneciendo

-          Quiero mi historia- levanta la carita para verme con esos hermosos ojos

-          Ambar, tenemos mucho tiempo- trato de que los ojos no se me cierren

-          Mi amor, siento que me estoy perdiendo algo muy importante- hace puchero ¡esta mujer es mi debilidad!

-          Ven acá- palmeo la almohada, se acomoda para poder verme en lo que me ladeo para verla

-          ¿No prefieres ya que estemos más despiertas? – bostezo

-          No- responde haciéndome sentir como su mano recorre mi piel con cariñitos inocentes

-          Bien- suspiro y vuelvo a bostezar, la veo y está tan atenta y a la espera de que comience- no es algo muy rebuscado- aviso y ella solo asiente- recuerdo que- hago memoria- cuando Shantall nos presentó yo- esto es muy vergonzoso- bueno, tu apenas levantaste la vista- asiente y sonríe sonrojada ¡sonrojada! – simplemente el verte fue… fue…- el saberlo es una cosa, pero decírselo de frente- desde ese momento me enamoré de ti, te vi hermosa y no sé, simplemente de ahí en adelante nunca te pude sacar de mi mente, aunque claro que con el tiempo uno distorsiona un poco todo- me sonrojo

-          ¿Me viste más fea o más guapa de cómo me recordabas? - pregunta descaradamente

-          Te vi más hermosa y con eso pude entender porque estabas tan distraída ese día, te sentías muy mal ¿verdad?

-          Si, después de esa vez no salí en demasiado tiempo y me volví más hogareña- sonríe

-          Me gustaste mucho en ese entonces y cuando te volví a ver me gustaste más

-          ¿y ahora? - pega todo su cuerpo al mío

-          Ahora no solo me gustas, me encantas y enamoras a cada momento

 

-          No entiendo porque te gusta tanto una historia tan sencilla- su sonrisa se agranda

-          Porque me viste y caíste a mis pies- se ríe

-          Así que solo por vanidad- no lo puedo creer

-          En parte, pero me gusta porque te sonrojas, por como nació todo, porque tu nunca has dejado de pensar en mí, de como la vida nos volvió a juntar y, sobre todo- suspira- porque sin ti, yo no estaría en tan buena salud como la de ahora- me da un besito en los labios

-          Deberíamos irnos ya- me controlo, que con pequeños detalles me tiene a su merced y claro esos lindos labios que me dan ricos besitos, besitos lindos, besitos que… (suspiro) podrían recorrerme toda y hacerme suya o simplemente, simple y sencillamente darme un buen beso, de esos me que quitan la respiración, me hacen temblar el cuerpo y estreme…

-          Si, deberíamos- se pone de pie cortando mi fantasía, cof cof, digo, este… como decía, me pongo de pie y la sigo, tenemos que llegar con tiempo

 

Salimos del departamento, toma mi mano y encuentro como arranca el calorcito de la mía

-          Estás helada- trato de cubrir por completo con mi mano la suya

-          Pero ahorita se calienta rápido y rico- sonríe traviesa, que sabe es difícil que mis manos se enfríen y la verdad, más al tener las suyas en las mías, que aun me causa ese nervio de emoción el saberla y sentirla así tan cerca y cómplice, el sentir su cariño

-          ¿Hablaste con tus papás? – le pregunto haciéndole la seña al transporte para que nos suba

-          Si, hablé con ellos, seguro te llaman en un rato para que les des el resumen de lo que pase hoy- refunfuña y le doy un besito en la mejilla- como ahora eres su favorita después de la navidad, no tenías que darles ese regalo- aún se queja

-          Pero si se lo dimos las dos- me siento a su lado en el transporte público

 

-          Es hora de los regalos- mi suegro salta como un niño al arbolito de navidad

-          Quieto ahí- su esposa lo detiene- primero es la cena, Ania me ayudó con la mayoría- me hace sonrojar

-          Es que quiere hacer puntos- se “queja” mi cuñado – amor, debemos tener cuidado de esas- cuchichea

-          Más bien- se mete Ambar- tu deberías de aprender eso para ahora que te toca año nuevo con tus suegros- le encaja el cuchillo bien profundo y él saca la sonrisa nerviosa

-          Si, eso debería de hacer jejeje- hace la risita nerviosa viendo a Maribel

-          Mejor no, capaz nos intoxica- contesta con “seriedad” para luego reír con nosotros

-          Muy graciosa amor- le da un beso

La cena estuvo deliciosa, tenía tiempo que no festejaba una Navidad tan en familia y en esta familia es mucho mejor, son tan cálidos.

-          Ahora si los regalos- el señor se para todo feliz para comenzar a repartir los regalos

-          Papá- Ambar lo ve a los ojos ya que solo queda un regalo hasta al fondo- yo me agacho por el último

-          Pero luego te mareas y hasta te sangra la nariz- su papá le echa carro, su hermano se ríe y las otras tratamos de que no se nos note

-          Eres cruel, ¿así te dices ser un padre cariñoso? - le reclama yendo por la caja

-          Es de nosotros para ustedes- intervengo

-          Se nota en la envoltura- su mamá lo dice riendo, Ambar les da el regalo, se sienta a mi lado abrazándome con el brazo izquierdo, mientras su mano derecha toma la mía y me da besitos en la mejilla

-          Espero les sirva, vimos que la que ustedes tenían ya les estaba fallando- el señor se emociona

-          Mira que bonita cafetera mi amor- la ve con ojos brillantes y la señora le responde con una resplandeciente sonrisa

-          Si, muchas gracias, es un modelo caro- se sonroja por lo dicho y toma el aparato en sus manos

-          Tiene garantía, cualquier cosa nos dicen para solucionarlo- el señor toma mi mano y me jala hacia el para darme un abrazo

-          Esto fue tu idea, esos hijos que tengo no son tan detallistas- me abraza dulcemente- deberían aprender más a ti- no me suelta y a mi esto se me hace tan raro, pero no incómodo

-          Ciertamente- su esposa nos acompaña en el abrazo haciéndome sándwich entre ellos

-          Tu mujer nos está quitando a nuestros padres- le “susurra” mi cuñado a mi novia

 

-          Estaban muy felices- cada vez que vamos me sirven un café de su nueva cafetera y se lo restriegan a sus hijos

-          Amor, pero nos dejas mal parados con mis papás, luego se van a acostumbrar- refunfuña

-          Es que me dieron una novia tan hermosa que no me es posible no mostrarles agradecimiento- se sonroja

-          No me vas a convencer con eso- se hace la difícil

-          ¿con un besito? - me ve de reojo, lo está pensando

-          No Ania, compórtate- hace la parada y bajamos

-          Entonces ¿no besito? - me acerco a ella, noto sus nervios, esos que ocultaba antes pero que ahora ya los percibo y me encanta verlos

-          No- se pone firme

-          ¿dos entonces? - estampo mis palabras a milímetros de su boca?

-          Dos puede ser- sonríe al ras de mis labios y me besa

-          Demasiada Miel- escuchamos el tono de asco y la puerta de algo cerrarse, nos separamos y observamos

-          ¿Te traen siempre? - Ambar pregunta en tono jodón

-          No siempre para no ver esas cursilerías- Andrea grita desde el carro y luego se ríe- bueno, nos vemos, porque como alguien va a faltar, tengo que ser puntual- le recrimina- adios amor

-          Adiós linda- se mandan beso y en lo que el carro avanza, veo como Talis se queda viendo cómo se aleja

-          Y las de la miel somos nosotras- le doy un codazo (quedito) en el brazo

-          Si, ustedes y el Santiago con la Carlita, que cosa- se estremece haciendo caras)- ese de verdad que se pasa- asentimos

-          Demasiado- Ambar comienza a caminar jalándome

Llegamos al consultorio y como es obvio el doctor aún no ha llegado

-          Ya sé, ya sé- refunfuña dejando unos cafés en el recibidor

-          Usted puso la regla- Talis está feliz por recibir un café a su gusto- ¿tiene azúcar? - el asiente- ¿lo pidió late verdad? - lo ve entrecerrando los ojos

-          Si quejumbrosa- refunfuña el hombre

-          Usted dijo que el que llegara tarde traía los cafés, ¿Quién lo manda a llegar 5 minutos tarde? - Talis lo disfruta

-          Me están dando ganas de quedarme solo con una enfermera- dice entre dientes

-          Ambar, ve preparando todo, tendrás enfermera en casa por lo que se ve- se ríe

-          JA- suelta el doctor- ya quisiera Ambar, pero no me puedo dar el lujo de perder a mi enfermera estrella- me abraza y Ambar inmediatamente me atrae a ella

-          Usted tiene a la suya, usha- le sonríe de medio lado- o lo acuso con la enfermera Carito- se ufana y el doctor hace puchero

-          Puros golpes bajos aquí- suspira- bueno, pasemos- nos hace seña- tomen asiento las dos- obedecemos mientras saco mi libretita y veo la hora

-          No se haga el misterioso y comience de una vez- Ambar lo ve duramente, que a estos les gusta picarse

-          Bueno, de haber sabido que tu salud mejoraría de tal forma y que te pondrían en tu lugar, desde cuando la hubiera buscado para que te compusieras como se debe- ¿ven? Les encanta

-          Yo siempre he estado bien y Ania no me pone en mi lugar, yo soy una persona seria y responsable- suelta orgullosa

-          Claro, Ania, ve por una gaza- me espanto- tu novia se cortó la lengua con semejantes mentirotas- la señala con la palma de la mano

-          ¿Pueden dejar de jugar? - me desespero y esos dos… esos dos solo se ríen

-          Los análisis salieron perfectos, incluso para ser tú, están tan normales que hasta yo podría sospechar que nunca tuviste la enfermedad

-          ¿o sea que ya no la tengo? - Ambar se para impresionada

-          No podemos cantar victoria, pero, - hace una pausa- te puedo dar de alta y verte en un año solo para revisión general si- asiente satisfecho y orgulloso el doctor, que, aunque se lleven como se llevan se preocupa mucho por ella, no sé quien la consentía más, si la enfermera Caro o él- creo que fueron las mejores 24/4 que te pude recetar- asiente presuntuoso y nosotras nos vemos cómplices- aunque solo eran 24/4- nos reprocha para luego sonreír

-          Yo solo seguí indicaciones del doctor como buena paciente que soy- los dos la vemos sin creer sus palabras

-          Sobre todo, tu- se me sale y me tapo la boca para escuchar la carcajada del doctor

-          Amor- chilla Ambar

-          La verdad no se puede ocultar- el doctor dice entre risas- bueno, ushala de aquí, hoy te doy el día libre para que festejen- nos ponemos de pie- Ania- el doctor me detiene en el marco de la puerta- aun así, no dejes de vigilarla, es bien peligrosa y desobediente- la ve feo

-          Ni se confunda de paciente- Ambar le saca la lengua y sale feliz

 

 

Ambar

 

Salimos a comer, un poco de esto, un poco de aquello, paseo, ver ropa y todas esas cosas que le gustan (¡PASILLO POR PASILLO!), un helado (porque no puede faltar aun a pesar del frío), llegar cansadas al departamento, ver como me gana el baño y no deja que me bañe con ella, verla salir y ahora entrar yo.

-          Ania ¿en dónde estás? - salgo del baño y veo todo oscuro

-          En el cuarto- escucho su vocecita linda

-          Bien, ¿Por qué tan oscuras? - entro al cuarto aun con la toalla en la cabeza secándome el cabello

-          ¿pediste enfermera a domicilio? - su pregunta hace que baje inmediatamente la toalla y ahí está, con un atuendo de enfermera sexy- es que me dijeron que te lo recetaron- se muerde el labio inferior- como festejo de su alta- su mirada penetrante me pone mal ¿Cuál baño? Esa cosa ya no sirvió de nada

Con la mirada la recorro toda, el aliento me abandona mientras ella da pasos hacia mi

-          Que bonitos ojos tienes- me sonríe de medio lado

-          Es por lo que ven- respondo idiotamente

-          Entonces lo que ves es radiante- su boca se acerca a la mía

-          Es la luz de mi vida- mis manos toman su cintura y hacen un recorrido por su cadera y núcleos mientras sus expresiones solo me dicen que lo disfruta

-          Que suerte tiene- sus brazos se enredan en mi cuello- ¿te gusta mi nuevo uniforme? - la acerco para sentir su calorcito

-          Me dijeron que ese uniforme solo lo puede usar en esta habitación- respondo entre suspiro

-          No me comentaron de ello- juega conmigo, esa sonrisa juguetona

-          Por eso se lo estoy comentando yo- abierto sus pompas y expresión me pone aun mas mal y la beso para comérmela, no creí que se pusiera este uniforme, no creí que lo comprara y mucho menos que me pusiera como estoy en este momento- enfermera, creo que me tiene que revisar muy bien la piel- lamo su barbilla

-          ¿Qué tiene su piel? - pregunta con dificultad en lo que la voy acostando

-          Necesita de la suya- ataco su cuello en lo que disfruto la piel que el atuendo no tapa (y créanme que es mucha piel la que tengo a mi disposición)

-          Tendremos que solucionar eso- me da media vuelta y me deja abajo, me ve picara, se pone de pie y quita esa “bata”

-          Madre Santa- suelto al ver lo que hay de bajo

-          No mi amor- niega con el índice- paciente- pone esa voz firme y demandante- para revisarle la piel tendremos que quitar su ropa- asiento estúpidamente- quítala- ordena

-          Necesito de su ayuda- su dedo va de mi rodilla a mi centro, pero se desvía a mi cintura

-          Con gusto le ayudo- de un tirón saca el pantalón de pijama

La ropa salió de mí, los besos se hicieron presentes, demandantes, apasionados y llenos de amor, con Ania me siento tan amada y a pesar de que no estamos todo el tiempo juntas, puedo decir que soy muy feliz a su lado y que el tiempo que lo pasamos juntas lo pasamos con calidad

-          Aun no puedo creer que compraras el atuendo- le digo aun tratando que la respiración se regule

-          Si tu lo pediste desde hace mucho- me hace cariños en la espalda mientras sigue dándome besitos

-          ¿Lo compraste desde lo de las abogadas esas? - pregunto entre risas y me sigue

-          No, ni sé que compró ella- suspira- pero si en el mismo lugar que le recomendé

-          Me gusta tu uniforme de enfermera, también con el me dan unas ganas de encuerarte y hacerte el amor una y otra vez- me sale ronco- pero este atuendo también me gusta- me sonrojo, se me queda viendo

-          No sabia que el otro atuendo también te provocaba, de saber no gasto en este- se ríe

-          ¡Este me gusta! - señalo el disfraz que está en el suelo

-          Entones ¿siempre me tienes ganas? - pregunta coqueta

-          Siempre te tengo unas ganas- acepto- pero más ganas me dan de amarte y entregarme a ti, de sentirme amada por ti, ser tuya y que tu seas mía

-          Yo siempre soy tuya- me besa tiernamente- entonces ¿no puedes vivir sin mí? - tenía que salir con sus cosas

-          No es que no sepa cómo vivir sin ti, porque mucho tiempo lo hice y sé que en algún momento podré, pero yo quiero vivir contigo- se queda muda y se pone nerviosa, sé que le gustó la respuesta

-          No sabía que eras de los gustos de disfraces- sonríe cambiando de tema

-          No lo soy, pero- me sonrojo- debo aceptar que te ves divina- la beso y luego bostezo

-          Ni les avisamos- bosteza

-          Mañana, con más calma- asiente

-          Te amo como nunca he amado a nadie Ambar- me besa- a mi siempre me dan ganas de amarte y entregarme a ti- suspira dejando escapar una lágrima- me da tanta felicidad que tengas buena salud y que estemos así, aquí, juntas y que me ames- sobo su mejilla

-          Mi amor, han sido las mejores 24/4 de mi vida que me dio el doctor- sonreímos y nos dejamos llevar por un beso suave pero entregado

-          Y eso que solo eran 24/4- asiento, me giro a buscar algo en el cajón de mi buró, regreso la vista y el cuerpo a ella

-          Yo- suspiro- espero que así como esas 24/4 no se han acabado- otro suspiro sale de mi- así no se acaben y sean para toda la vida- sonrío y abro la cajita- son sortijas a juego, un- me sonrojo- no es que pida boda, pero si la promesa de que si quiero eso a futuro a tu lado, tal vez sea muy pronto para eso pero quiero que lo tengas presente y que mejor que con estos anillos- su boca se abre y se queda viéndome sorprendida, las lágrimas comienzan a salir de sus preciosos ojos

-          Por supuesto- se lanza a mi boca con un sollozo- soy tan feliz- entre besos la dejo abajo, me separo y seco sus ojitos, aunque estos se humedecen muy rápido y le coloco uno de los anillos, ella suspira y con dificultad me pone el otro- espero este no sea un sueño- sus palabras me causan ternura, así que me acerco a sus labios

-          No mi amor, esto es pura verdad- la beso sellando lo que es tan nuestro, que su perseverancia, mi enfermedad y necedad junto con sus imprudencias, nos llevaron a estar ahora así de unidas, así de enamoradas.

 


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