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Solo eran 24/4 por Nasky

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Notas del capitulo:

^^´ Me acabo de dar cuenta que este también no quedó grabado ni los cometnarios T T

Pero bueno, aquí lo vuelvo a dejar, saludos ^^

El despertador suena con su tonito calmo, su cuerpo abrazando el mío y su olor que me roba

-          Apaga eso- suspira con voz pegajosa, pero me abraza más fuerte

-          Voy- tomo mucho aire y paso mi mano en búsqueda del celular al que solo lo pico y regreso a sus brazos

-          Vamos a llegar tarde de nuevo- pasa sus manos por mi espalda juntando nuestros cuerpos

-          Tu culpa por ponerte cariñosa anoche- suspiro absorbiendo su aroma

-          Me es imposible no ponerte una mano en cima ahorita y quiero aprovechar ahorita antes de que lleguen tus sobrinos

-          ¿Mis sobrinos? – se ríe - ¿Quién fue la que los invitó? – hago tono de enfado pasando mis manos por su cuerpo- y te recuerdo que le dijiste también a tu hermano con sus hijos- refunfuño y ella se ríe, se ríe porque sabe que los hijos de su hermano no dejan de hablar, de verdad que se parecen a su papá ¡no se callan!

-          Son tan lindos- suspira

-          Eso es porque los ves con cariño- le respondo y nos reímos en lo que acerco mi boca a la suya

-          Mira quien habla- me besa

-          Yo aun viéndolos con cariño reconozco que son piedritas en el zapato los hijos de mi hermano y los de tu hermano con el ruidito infinito y molestoso que no desaparece jamás- me posiciono sobre de ella

-          Ah, pero te encantan- me aprieta una nalga

-          Mmmmm- lo que me encanta es que me hagas tuya- la beso, pone su mano en mi centro y comienza esto

-          Llegaremos tarde- suspira al sentir mi mano traviesa en su pecho

-          El doctor ya sabe que somos ninfómanas, da igual- gruño en el deleite

 

De nuevo en un hospital, no es que literalmente los odie, pero… sinceramente prefiero no estar en ellos y regresar ahora a uno, después de tanto tiempo de estar de alta… (refunfuño por la nariz), veo la mano que tiene tomada la mía, esos hermosos anillos que solo cuando el agua y el jabón hacen presencia los quita (suspiro)

-          ¿No pudimos mejor verlo en su casa? – le susurro en lo que su risita se hace presente

-          No, no hagas maña- me regaña caminando a la par mía y viéndome con diversión

-          Amor, no seas mala- hago puchero

-          No, es tu hermano, es tu sobrina- aprieta mi mano

-          No me gustan los hospitales- frunzo la nariz

-          A mi si- me restriega la respuesta con una sonrisa y me le quedo viendo

-          Ya se me hacía raro que por eso fueras enfermera- ríe y me da un besito en la nariz

 

-          Buenas noches- nos saluda con desprecio viendo su reloj- estas no son horas de llegar- refunfuña

-          Eso mismo digo- comenta Talis viendo su reloj- usted tiene 5 minutos de haber llegado- sonríe cínicamente esta

-          Oye, se supone que debes estar de mi lado, aparte, para que llego temprano si sé que estas llegan tarde- nos señala con la mano

-          Para que no pague los cafés- Talis le hace la observación

-          De todos modos no los voy a pagar, esos le tocan a Ania y sospecho que se dividen el precio entre las dos- gruñe

-          No sea payaso- le reclamo y me ve feo

-          Debes de tratar bien al mejor de los suegros que puedes tener- se enorgullece

-          Según quien- musito tragándome la sonrisa

-          Ania, aún está la posibilidad del divorcio “le susurra”

-          Eso mismo llevo años diciéndole a su esposa y no me hace caso- se la regreso mientras tenemos una guerra de miradas

-          Ash, los tres- Ania nos regaña- vamos a la consulta de una vez por todas- me toma de la mano llevándome dentro del consultorio (diré que el doctor apenas iba abriendo su consultorio cuando nos vio y ni la bata tiene puesta)- ahora sí, estense quietos y con profesionalismo- se cruza de brazos mi bella esposa con su hermoso ceño fruncido y la boca apretada (suspiro) tan hermosamente

-          Pajera, pon atención- me regaña el doctor y lo volteo a ver feo, carraspea- ya llevamos años de que te di de alta “espaciada”- se acomoda en su silla como mafioso italiano mientras sonrío satisfecha- como decía, todos aquí sabemos que todo esto es gracias a que estás muy bien cuidada y checada, ¡qué sino! Hubieras regresado a tus horribles mañas- carraspea- o mejor dicho, jamás hubieras dejado tus horribles mañas y aun estaríamos peleando con la terrible enfermedad- me ve fijo- y todo es gracias a mi nueva enfermera estrella, osease- la señala con la mano abierta- tu esplendida esposa- reímos- que el día de hoy puedo de darte por completo de alta y decirte que no te quiero volver a ver aquí al menos que sea por venir a ver a tu mujer- me señala con el dedo- a venir por ella porque no quiero que me la distraigas- me regaña- ¿Qué da claro?- lo veo aburrida y rodeo los ojos

-          Si si, lo que digas- me rio y lo contagio, Ania solo niega con la cabeza, él sonríe maléficamente

-          Claro que puedes venir cuando me digas que estás embarazada y yo te reviso- se ataca de la risa al ver nuestras caras- al fin ya estás muy bien y no hay peligros

-          Muy gracioso- musito y veo a Ania que tiene un ligero sonrojo, suspiro, no es que sea un tema que no hayamos tocado, al contrario, es un tema que me hace ilusión, pero a la vez me da miedo ¿y si sale con la misma enfermedad que yo? Claro que los dos se han cansado de decirme que no es hereditaria y demás, pero eso no te quita el miedo

-          Bueno, mi esposa- sonríe- osease tu suegra- refunfuña- quiere que vayan a comer este fin de semana

-          Este fin de semana voy con mis papás- lo corto y asiente

-          Entonces este fin de semana vamos con tus papás- se ríe- yo le aviso a mi mujer y preparo a mis niños- me ataco de la risa

-          Esos ya son adolescentes- le respondo con toda la risa

-          Niños dije- refunfuña, suspiro secándome las lagrimas

-          Bien, aviso en mi casa para que sepan que es casa llena con gorrón incluido- le contesto, mi esposa nos ve feo

-          Que pasen buen día- me corta el rollo para sacarme de su consultorio

 

Como hoy le dieron el día libre a mi hermosa y bella esposa vamos caminando tomadas de la mano

-          ¿Santiago no te reclamó? – me pregunta entre risillas, seguro se lo está imaginando

-          ¿Cómo le va a reclamar a su jefa? – me ufano y me ve burlona

-          Uy la jefa- se ríe

-          La jefa más sexy que existe según mi esposa- uso tono arrogante

-          Ah, esa esposa seguro está ciega- sigue con sus risitas

-          Por mi- la jalo para quedar cara a cara

-          Sin duda alguna- me da un besito y suspira- ¿y bien?

-          Dijo: “solo porque es al doctor, aunque sé que después te irás a fo…”- frunzo el ceño y ella se ríe

-          ¿Le contestaste? – regresamos a la caminata

-          Si, le dije que eso se tomaría en cuenta para su desempeño y futuros permisos- me río al recordad su cara

-          Pero siempre se los cedes, ya que la que te llama para eso es Carlita y siempre son bien justificados- se ríe

-          Ah, Carlita es su control de vida- reímos, es que lo vieran tan correcto ahora, bueno, correcto en lo que cabe de hacer bien las cosas y no ser promiscuo, porque claro, ahora a la única que ve es a ella, es increíble cómo es eso

-          Y eso que Carlita es bien relajada- me señala el cafecito

-          Por eso este cayó tan así, lo deja ser, se complementan bastante bien- comento satisfecha

-          Si, Carlita ahora es menos tímida- me río

-          Con ese a cualquiera se le quita lo tímido- reímos, llegamos al lugar y nos sentamos, me ve directo a los ojos

-          Mañana estarán tus sobrinos- me restriega

-          Esos saltarines y la muñeca- se ríe

-          Que te hacen como se les da la gana- se burla

-          Son lindos los mellizos- frunzo la nariz al decirlo

-          Y la nena es toda una dulzura así bebé- sí, mi esposa está enamorada de mi sobrina, razón por la cual mi hermano le dijo que, si era la madrina a ella en vez de a mí, lo sé, lo sé, yo sería por automaticidad, pero se entiende el punto aquí- y es tan pequeñita- hasta los ojos se le ponen cristalinos

-          No olvides que también irá el cotorro de tu hermano- bufo y reímos- con las pulguillas que también hablan mucho- se ríe con un poco de vergüenza

-          Eso no sé si viene de mi hermano o Shantall- reímos, creo que por eso se casaron, aunque no entiendo como le hacen para comunicarse si ninguno de los dos se calla

-          Lo bueno es que se llevan bien con mis sobrinos y los hijos de Santi- aceptamos, pedimos unos tés y unos ticos tiramisú y pay de manzana

-          Ambar- toma mi mano, la veo atenta- te amo- me sonrojo- te amo tanto- sonríe dulcemente como siempre

-          Y yo a ti mi vida- me acerco a darle un besito- ¿Qué quieres hacer después de aquí? – le pregunto y me ve indecisa- podemos ir por un helado y caminar por el parquecito de nuestra antigua casa- se ríe

-          ¿Extrañas la casa? -Me ve pícara

-          Debo admitir que un poco, sí, estuve ahí mucho tiempo y fue la mejor testigo de nuestra historia- sonríe enternecida- pero me gusta nuestra nueva casa, tiene más espacio, la estamos pagando como el equipo que somos y es nuestra- le sonrío

-          También tenemos parquecito cerca- sonríe, ¿saben? Creo que cada vez me enamoro más de esa sonrisa, es como si cada vez fuera más sincera y hermosa o ella simplemente me enamorará más cada día, mucho más ahora

-          Si- respondo lela

Recorremos las casas con el vendedor de casas que va serio o mejor dicho concentrado en el camino

-          Mira un parquecito- me susurra mi hermosa y bella esposa

-          Oh, es bonito- vemos pasar corriendo a unos minis (niños pequeños) de aquí por acá- ¡y con árboles! – me emociono, el vendedor se voltea a vernos con el ceño fruncido, su mirada va hacia el parque y sonríe

-          Ah si, tienen este lindo parque cerca, es muy familiar, es muy raro que no haya gente- se queda pensativo- y en la noche está muy bien iluminado, por lo regular los grandes y adolescentes juegan en las canchas de por allá- nos señala- hasta altas horas de la noche

-          Genial- mi esposa comenta contenta

-          Y hay comercios por ahí- señala unos locales- una mini placita- se ríe- pero…- la hace de emoción- a unas casas de esa cuadra- señala- venden unos deliciosos helados- mi esposa se topa la mano en la frente

-          Ya tiene a mi mujer en sus manos- dice “con pesadez” aguantándose la risa

-          Claro que no- reniego en lo que ellos ríen

-          Por aquí- señala la casa que hoy nos va a mostrar

-          También nos llevó a la heladería- me río, son muy buenos los helados ahí

-          Si, te enamoró con ello- frunce el ceño

-          A mí lo único que me enamora es tu sonrisa- le mando un beso y se sonroja, carraspea

-          Como sea- musita sin verme a los ojos, sabe que si lo hace el color aumentará

-          Dios, ¿Cómo puedes ser cada día más bella? – sonrío, ahora está más roja, sé que han sido tiempo de estar juntas, que ya no era tan sencillo que se sonrojara de esta manera, pero (suspiro), en este momento debo aprovechar de sus cambios que la hacen ver tan perfecta

-          Para- suelta con vocecita chillona

-          Pero mi vida- la ver embelesada

-          Nos vamos a casa- se pone de pie “emberrinchada”- contigo no se puede- musita incómoda, sonrío, le pago a la mesera dejando un poco más y corro detrás de mi hermosa esposa

Al llegar a casa aun me ve con reproche

-          Sé que no te afecta hacer o decir todo eso en público- se sienta en el sillón y se quita los zapatos- y normalmente me fascina que seas así conmigo- música y me ve fijamente- pero debes controlarte ahora, me afecta mucho- se enfurruña viéndome hasta que su mirada de vuelve a ablandar

-          Ania mi amor- me acerco a ella y me quedo a horcajadas sin sentarme en ella (una posición bastante cansada debo decir- me es imposible no verte, decirte o enamorarme más de ti en estos momentos y antes y después- el carmesí que normalmente no se le nota vuelve a salir con fuerza- te amo- susurro al ras de su boca y la beso

-          También te amo- me besa con más necesidad y me atrae a ella agarrándome con fuerza las pompas- me tienes mal- gruñe y de un momento a otro ya estoy bajo ella siendo devorada

-          Tanto tanto- la dejo tomar el control en lo que siento sus besos bajar por mi cuello, sus manos tomarme con desesperación y… - ¡juro que voy a matar a Santiago! – me quejo al escuchar mi teléfono

-          ¿Cómo sabes que es él? – pregunta entre risas en mi cuello

-          Es el único que tiene ese tino para con nosotras- lo voy a bloquear, definitivamente.

Saco el teléfono y… efectivamente es el

-          ¿Por qué me dejaste con la guacamaya? – se queja

-          Deja de marcarle a su jefa en su día libre y aguanta a Andrea con paz- lo callo en lo que siento la mano de Ania en territorio peligroso

-          Ven a aguantarla tu- gruñe, suspiro entre el fastidio de escucharlo y lo que me hace Ania ¡esto me pone mal!

-          Si no es emergencia no chingues- muerdo mi labio para no gruñir- ahora vuelve a trabajar o te descuento el día- sin esperar a que conteste cuelgo- no dejes de hacer eso con tu mano- ruego

-          Ruégame- me susurra al oído

-          Ah, mi amor- tomo su cara voy a sus labios- hazme tuya- pido enamorada

-          Mia ya eres- suspira sin dejar de verme en lo que sus dedos van entrando en mi- pero lo reafirmo con gusto- lame mi labio inferior y me vuelve a besar

-          Ania- digo su nombre con necesidad, la necesidad que espero jamás se acaba de ella

 

Ania

 

Debo decir que me ha dejado más que cansada, la veo ponerse de pie, así, toda en cueros, con esa hermosa piel que tiene y que ahora no la opacan sus “lunares rojos” o moretones; toma una cobijita y regresa a mi para acostarse y taparnos

-          En el sillón no siempre vamos a caber- le comento entre risitas sintiendo como acopla su cuerpo a mi

-          Compraré uno más ancho- se aferra a mí de la cintura y me río

-          Pero a mí me gusta este sillón, me trae demasiados buenos recuerdos- suspiro cerrando los ojos

-          Mmmm- musita- sí, el cómo me acosabas- se ríe en mi cuello- suspiro

-          No te vi muy incómoda mientras dormías- o días después, incluso hacía lo que fuera para que me quedara durmiendo con ella; se ríe

-          Bien, el sillón se queda, pero podemos ver uno más amplio- suspira oliendo mi nuca- te amo tanto- se pega más a mi dejándome sentir toda su hermosa piel

-          Y yo a ti- aprieto su mano y dejo que el sueño me venza, últimamente tengo demasiado sueño.

 

Su celular suena y a mi el sonido me molesta

-          Apaga eso- musito empujándola con las pompas hasta que la siento pescarse fuertemente de mi

-          Me ibas a tirar- se aferra a mi y me da risa, pero el celular no deja de sonar

-          Solo contesta- me suelta y la oigo buscar el aparado

-          ¿Hola? – está contestando de modo autómata - ¿Qué? ¿Ya están aquí? ¿pues que hora es? – abro los ojos de golpe- bien, si, media hora está bien, sabes que los niños nos aman, así que no, no se preocupen y traigan a los niños- ¿niños? ¡oh! ¡cierto! Nuestros sobrinos vienen; me volteo para sentarme si caerme y mi esposa me ve atenta con una sonrisa- si, no te apures, recuerda que el fin de sem… ya ya, solo no olvides sus osos y peluches para dormir, no quiero llantos por nada- bufa sin dejar de sonreírme y quitarme la vista de encima- sale, nos vemos en un rato- cuelga con una sonrisa- mi amor, lento- suspira- te ves tan hermosa- se acerca a mi y me da un beso, se separa y me va pasando mi ropa

-          Creo que olvidamos algo importante- se ríe

-          Si y comer, hay que tener todo para los sobrinos- comienza a vestirse yendo a la cocina para sacar comida- pensé en cenar con ellos pizza y de desayuno hacer unos hotcakes- me ve con ilusión

-          Me parece bien, los niños aman la pizza- y la verdad a mi ya me dio antojo

-          Mientras comemos algo ligero como una ensalada- me muestra las hojas

-          Me parece perfecto- me termino de vestir, doblo la cobija, reviso que no haya manchas (¡los niños ven todo!) y voy a su lado para comer ligero pero nutritivo

 

Como si estuvieran sincronizados, mi hermano y mi cuñado (con sus parejas) llegan a dejarnos a los sobrinos; mi hermano tiene un hijo de 3 (que no para de hablar) y una nena de 1; mi cuñado tiene una nena de 2 que si habla, pero no tanto como mi sobrino…

-          Bienvenidos- los saludos recibiendo un fuerte abrazo de mi pequeño parlanchín

-          Tía tía, mira mira- saca un mono que apenas cabe en su bolsillo del pantalón- es súper fuerte- se emociona

-          Mira nada más como tu papá te pone a ver caricaturas antiguas de peleas- Ambar se burla de mi hermano y revuelve el cabello de mi sobrino

-          Son las mejores- mi hermano se defiende con una sonrisa

-          Si, no hay duda- ahora mi cuñado le hace segunda en lo que le entrega la nena a Ambar que se abrazan con cariño

-          Como sea- mi esposa ahora solo ve a su sobrina

-          Me falta una- veo a Shantall sacando unas cosas de la camioneta con la nena en brazos y en eso la pizza llega

-          Siiiii- grita mi sobrino y todos ellos nos ven feo

-          Mi hija no puede comer eso- bufa

-          Bien bien, hay pollo cocido y papillas que tenemos- Ambar se adelanta a los regaños- pero para los demás tenemos toda la pizza – veo al repartidor en lo que su hermano paga con una sonrisa

-          Toda la pizza que es solo una- se ataca de la risa en lo que entran con todos los triques, los niños y la pizza

-          Bueno, nos vamos, cuídense, si necesitan algo nos llaman- Maribel comienza a despedirse, nos entrega la mochila, el trapo de su hija y jala a mi cuñado para irse

-          Nosotros también nos vamos- mi hermano toma a Shantall y comienza a jalarla para irse

-          Cuídense mucho, si necesitan algo llamen, lo que sea, no importa la hora- mi hermano bufa

-          Los recogemos a medio día, bye- mi hermano termina de sacarla de la casa

-          Es tiempo de cenar- mi hermosa esposa le dice a mi sobrino quien muy emocionado se va al comedor, tomamos a las dos bebés y las llevamos a la mesita de la sala- acá campeón- saco unas toallitas para limpiarles las manos a todos y comenzar a cenar

Pues… el más difícil de dormir fue mi sobrino, las nenas… una con su trapo y otra con su peluche no tuvieron problemas para dormir, simplemente cayeron en el sueño; pero mi sobrino… no dejaba de hablar, aun con el cuento que me obligó a leerle, hasta que mi mujer lo puso a ver un documental de leones cayó presa del cansancio y supongo del aburrimiento (porque era un documental de esos viejitos en donde el que explica lo hace con una voz súper aburrida), hasta yo perdí la conciencia varias veces

-          Amor, ve a la cama, yo termino de recoger aquí- me avisa, de lo cansada que estoy le hago caso y solo le doy un beso antes de obedecer

La verdad, solo cierro los ojos y me pierdo por completo, ni siquiera la siento llegar y acostarse.

 

Al abrir los ojos escucho ruidos en la cocina, veo todo demasiado claro en el lugar, la voz de mi sobrino que no deja de sonar, aunque no se puede distinguir lo que dice; me levanto y camino hacia la cocina, la imagen es muy bella, mi sobrino (que sigue de parlanchín) está sentado en la silla (sobre varios cojines) “comiendo” el huevo que al parecer mi esposa le preparó junto con Tessa (la hija de mi cuñado), Tessa está sentada en otra de las sillas con una especie de agarre para que no se caiga (si, también sobre varios cojines) y la más pequeña, en una silla de bebé siendo alimentada por mi esposa

-          ¿De que es la papilla? – me acerco diciendo y todos voltean con sonrisas a escucharme

-          Es de manzana tía- mi sobrino responde feliz

-          Huele delicioso- le coqueteo a mi esposa que su sonrisa se agranda y ese brillito que tiene al verme se hace más grande

-          Lo cocinó tía, por eso- Teo responde (se llama Mateo)- aparte a Mili le encanta la manzana- Mili es su hermanita

-          Te sirvo- mi mujer se para a poner comida en mi plato y dejarla en mi lugar en la mesa

-          Gracias mi amor- le robo un besito- pudiste despertarme- me sonrojo

-          Estabas muy dormida, mi tía nos dejó viendo caricaturas en lo que hacia el desayuno y se pudo a jugar con nosotros- mi sobrino que no escatima en poder hablar me responde

-          Es bueno saber que tienes energías ahora- me río y ella hace puchero

-          Gracias a una enfermera ahora tengo muchas energías- me guiña el ojo y regresa a darle de comer a la bebé.

 

Mas tarde jugamos un poco con los niños (mi mujer más con mi sobrino y yo con las bebés) y por fin llegaron mi hermano y mi cuñado por sus hijos

-          Entonces mañana con mi mamá ¿cierto? – pregunta mi cuñado

-          Si, lleva buen postre porque entre mi mujer y mi cuñado nos andan quitando el lugar- le da un golpecito juguetón en el pecho

-          Ni que lo digas, pareciera que ellos son los hijos y nosotros los yernos- se queja este y luego se ríen mientras niego con la cabeza

-          Anda o tu mujer nos regaña- le advierto

-          Va, nos vemos, te veo mañana- le grita a mi hermano que ya va entrando a su carro y dice adiós con la mano

-          No sé quien es peor, si tu hermano o el mío- comenta mi esposa entre risas- aunque por lo platicador y lo de su hijo tu hermano- bufa y vuelve a reír

-          Te vi muy cómoda con mi sobrino- me acerco a darle un beso

-          Lo estuve, es parlanchín pero no pesado como tu hermano, es lo bueno que haya sacado algo de su madre- reímos, la verdad es que mi cuñada es sangre liviana, mi hermano también… pero no tanto

-          Vamos por la carne para llevarla a casa de tu mamá- la beso

-          Claro mi amor- me abraza y me da muchos besitos en la cara antes de separarse de mi- ahora vamos

 

Bien, solo es entrar con todos, todos, todos ¡¿Por qué estoy tan nerviosa?!

-          Fffjjj deja de estar tan alterada- Ambar me abraza por la espalda y comienza a darme besitos en el cuello

-          Si haces eso no me voy a calmar- sin embargo, la dejo que siga, sus manos recorren mi estómago y suben peligrosamente- nos van a ver- se ríe

-          Mi amor- me da la media vuelta- solo tienes que relajarte, solo son una bola de latosos de siempre- ahueca su mano en mi mejilla- y esa doctora latosa que se nos pegó desde ese día en la cena- refunfuña

-          Ni te quejes- beso su nariz con una sonrisa- que bien que te hablas con ella ahora que empezó a estudiar idiomas- bajo mis labios a sus labios

-          Bueno, es…- frunce la nariz- buena gente- me río, la verdad es que ahora son amigas, creo que fue su forma de lidiar con sus celos, esos que ahora me dan risa, pero en su momento fueron la línea que estuvo por separarnos

-          Claro, claro- la tomo de la mano- entremos- me besa haciendo que termine de relajarme

Al entrar, hay varios en los asadores, mientras que otros están en las mesas hablando

-          Las que nos piden la reunión y llegando tarde- refunfuña el doctor

-          Yo invité a su mujer, no a usted- mi esposa le contesta y los demás se ríen

-          Te mueres por mi presencia- se ufana

-          Ni de chiste- mi mujer hace caras de asco

-          Por favor, compórtense- los regaño

-          Dile a esa niña malcriada, yo vi como sus padres la educaron bien – comienza con pesar el doctor- y luego mírala- se toma la frente, en eso baja la mano de sopetón y ve a la enfermera Caro- creo que tú la maleducaste- ella rodea los ojos

-          Yo le enseñé cosas buenas y sobre bondad, pero conocerte es la que le hizo ser así contigo- se ríe esta

-          Tía tía- mi sobrino comienza a brincar alrededor nuestro- mira el wua wua, mira el wua wua- señala el cachorrito de mis suegros- vamos vamos- pero su mamá se interpone

-          ¿Cuál vamos? Usted jovencito tiene que ir a lavarse esas manitas para comer- lo agarra de saco para llevárselo al baño

-          Mi vida- Santiago rodea en un abrazo a Ambar- sé que me has extrañado tanto- aprieta la boca- no te voy a perdonar el dejarme con esa- señala con la cabeza a Andrea

-          Si te la pasaste re bien, hablamos, cotorreamos, te molesté con que tu mujer te trae cortito- Andy le sonríe a Carlita y le quiña el ojo coqueta

-          Es mía- gruñe Santiago

-          Celosos- tose Talis

-          Tu deberías de regañar a tu mujer por andar de coqueta con otras- se enfurruña este mientras Ambar (que está muy entretenida con el show que dan estos) me soba la mano dulcemente- mira nada más que descarada es

-          Pero si es tu mujer- Talis le responde aburrida- que le va a andar coqueteando enserio- “bosteza” y ve a Carlita- no es que no seas guapa, pero tienes un marido muy fregón y bueno, sé que no eres su tipo- sonríe

-          ¿Sabes cuál es su tipo? – Ambar y Santi preguntan al mismo tiempo, Talis se bota de la risa

-          Claro, pues yo- se los restriega en lo que ellos fruncen la nariz- y de hombres también se cual es su tipo, pero nadie puede superarme- responde creída

-          La sencillita y carismática ha hablado- el doctor se mete haciéndonos reír a todos en lo que Andy le da un besito de pico a Talis, a decir verdad ninguno de nosotros apostábamos a que ellas duraran tanto, la primera sorpresa fue el iniciar su relación, luego cuando nos dijeron que ya vivían juntas… bueno, eso de decirnos no fue literal, simplemente Talis me invitó a tomar un café a su casa y cuando llegamos Andy tenía a Ambar y Santi en su casa, las dos corearon a la ves “no me dijiste que ibas a traer visitas”, esa fue la forma que supimos que vivían juntas

-          Te amo- susurra Talis a Andy que le da una caricia en la mejilla y las dos se sonrojan, cosa que aun nos causa sorpresa y ternura aún después de tantos años y de ver el anillo de compromiso que porta Andy.

Después del relajo comemos, todos están muy relajados y llenos, tanto que apenas pudieron picar los postre, los bebés duermen, los demás niños juegan en los columpios y resbaladilla que mis suegros pusieron en su jardín

-          Bueno- mi esposa llama la atención y todos la ven, estira su mano hacia mí, se la doy y me ayuda a ponerme de pie – hoy queremos darles un anuncio

-          Te mandaron a volar- suelta su hermano cruel, en lo que mi mujer lo ve de a muerte y luego sonríe

-          No, eso te van a mandar a ti si no cierras tu bocota- le responde igual de cruel, carraspeo para ver a mi mujer con una ceja alzada y se sonroja susurrando un “lo siento”, mientras que Maribel ya tiene bajo control a mi cuñado

-          Mi amor, concéntrate- asiente con su hermosa sonrisa, toma mis dos manos y mirando mis ojos

-          ¿Qué no ya tienen casa? – escucho el susurro de alguien - ¿Qué más pueden anunciar? -sigue el susurro

-          Más que un anuncio- continua con voz firme y a un volumen en el que todos escuchan- es decirles que comenzamos una nueva etapa- su sonrisa se acrecenta junto con la mía- iniciamos la travesía de un embarazo y con esto un nuevo paso en nuestra vida de casadas- mi mujer me besa- Ania está esperando a nuestro bebé- mis lágrimas se hacen presentes, es que… estoy muy sensible y Ambar no deja de verme tan dulcemente, tanto que me pierdo en ella de nuevo y recibo un nuevo beso de ella

-          ¡Felicidades! – siento como Santiago nos abraza sacándonos de nuestra burbuja y poco a poco los demás se van acercando a darnos el abrazo, creo que entre mis suegros y el doctor sueltan algunas lágrimas y nos abrazan más fuerte que los demás

-          Ya sabía que eras buena niña- el doctor le dice a mi mujer- pero la felicidad de hacernos abuelos es muy grande- seca sus lágrimas, mis suegros asienten y nos vuelven a abrazas

 

Ambar

 

-          Por fin en casa- veo como mi esposa se deja caer en el colchón toda agotada

-          Si, todos estaban muy felices- beso su hermosa carita

-          Si- sonríe radiantemente cansada- tengo mucho sueño- sonrío, creo que hasta cierto punto la entiendo, yo me la pasaba agotada, aunque yo era por enfermedad y ella porque trae una nueva personita en ella

-          A quitarse la ropa y dormir- comienzo a desvestirla y ella se deja

-          Tu quieres algo más y yo hoy no creo poder rendirte- se ríe

-          Hoy solo quiero sentir tu piel, no más, lo prometo- la beso, termino de quitarle la ropa, me quito la mía y nos acostamos- soy tan feliz- susurro ya viéndola dormida toda apegada a mí- bendito momento en el que entraste a mi vida con esas 24/4- sonrío le doy un último beso en la frente y la abrazo para perderme en los sueños.


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