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Solo eran 24/4 por Nasky

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Notas del capitulo:

Holaaaa!! Bueno, ahora Ania es la que cuenta, a ver que nos cuenta XD

Espero pasen un muy lindo fin de semana

Saludos ^^

Después de no mucho tiempo duerme, parece que, si le relaja que le agarren el hermoso cabello que tiene, “cielos, se ve tan hermosa”. Me quedo ahí embelesada viéndola, acomodo la cabeza, la siento temblar un poco y decido abrazarla, aquí lo importante es que ella no tenga frío y bueno; olerla, verla y sentirla es un plus ¡un gran plus! Que le agradezco a la vida, ojalá esto dure para siempre.

 

Siento unos movimientos, apenas entreabro mis ojos y veo sus ojos puestos en mí, bajo la vista a sus labios (solo estoy viendo el panorama y se me atravesaron) y ahí está lamiéndolos ¡no hagas eso! ¡¿Qué no ves que así no me voy a poder controlar?!

-           Si te lames así los labios no sé si es porque me quieres comer o porque me estás tentando a morderte la lengua- ¡maldita boca mía que habla sin detener las palabras con ella

-           Tengo la boca seca- claro y yo no pienso que eres el amor de mi vida- necesito hidratarme- le suena la panza

-           Y comer- veo mi reloj, uff es tarde y yo no he comido nada, aparte ella debe tener horarios justos para sus comidas ¡dormimos mucho! Algo delicioso con su olor

-           Si me das permiso prepararé la comida- ¿comida de ella? ¡Dios, que bueno eres conmigo!

-           Se nos hizo un poco tarde- ¡co mi da! ¡co mi da! - ¿a qué hora comes normalmente? - pregunto recordando que estoy cuidando de ella

-           Mmmm, en el trabajo como algo como a la 1:30 y llego a comer fuerte aquí como eso de las 4 o 5- seguro mal come

-           Eso es mucho tiempo para- no, calma, tengo primero que averiguar antes de hacer conjeturas- a ver- suspiro, si toma aire, saco mi libreta de notas y comienzo- ¿Cuáles son tus horarios de comida? - empecemos por ahí

-           Toma, estos son los horarios y menú que me da MI NUTRIOLOGO- no están tan mal, el nutriólogo equilibró bien los tiempos, pero sospecho que ella no los sigue al pie de la letra

La veo comenzar a sacar cosas para cocinar ¡podré verla cocinar! Calma, tienes que calmarte

-           Bueno, podemos hacer algunos ajustes a tu menú, para que tus niveles de todo suban- estaba rallando en la anemia- subir los alimentos con hierro con acelgas, espinacas, entre otras cosas y también el nivel de vitamina C, al fin, no queremos que te enfermes; también preparar un tentempié para la oficina y no pases demasiado tiempo sin alimentos, puede que eso ayude a que no te sientas tan débil- le voy diciendo

-           ¿Tú que comes? –me interrumpe, a ti si quieres y todo el tiempo

-           De todo- pero mi platillo favorito tiene tu nombre, tiene cara de que no me está escuchando, me pongo seria ¡estoy preocupada por su salud!

-           ¿Qué? – descaradamente pregunta

-           ¿Acaso no escuchaste nada de lo que te he estado diciendo? - ¡cínica con esa sonrisa! Tan hermosa debo decir

-           Lo siento, me quedé pensando, ¿Qué decías? – le hubiera dicho que me la iba a violar, seguro eso si me escucha

-           Que tu menú necesita actualizarse, ¿Qué tanto lo sigues? - bufo, su teléfono suena

-           Alooooo, ¡Santiiiii! - ¡noooo! ¡que no sea hetero!

-           No seas exagerado- siento un algo arder en mí y no es mi estómago o la gastritis, aunque con esto igual me da- sabes que yo también te extraño y que sé que no puedes vivir sin mí, pero mañññññ…- ¡puta vida! ¡suena toda enamorada! ¡Quiero que me hable en ese tono! ¡ay, pero que obsesiva! Respira, eso respira, en eso se ríe a carcajada

-           Calma, exagerado, ¿sabes si el jefe está desocupado? - ¡ay no! Aparte trabaja con él ¡adiós a mi perfecto día! Suena el timbre, veo mensaje de mi jefe y sé que son mis cosas, bueno, la maleta que separé para estos días

-           Yo voy, deben de ser mis cosas- le aviso y salgo de donde están esos tórtolos, ¡estúpidos tórtolos! Bueno ella no, solo él, arg como lo odio

-           Muchas gracias- le digo al joven que mandó el doctor- ¿Cuánto le debo?

-           Nada, me pagaron con unos tamales- se va sonriente, ¡mis tamales! Bueno, valió la pena, dejo mi maleta en su lugar y me dirijo a la cocina

-           Bueno, entonces mañana ahí nos estaríamos viendo-la veo responder a mi regreso- mmmm el agua- en eso si puedo ayudarla

-           Si me permites- le comento, hace un saltito encantador- yo la hago, traje limones- sirve así aumentamos la vitamina C, asiente y sale de la cocina sin decirme en donde está todo, así que me pongo de metiche hasta encontrar lo que necesito, regresa, ve todo y me mira con reproche- No me dijiste donde estaban las cosas- le hago ver lo obvio, la culpa fue de ella

-           Pero podías cerrar las gavetas- buen punto

-           ¿Triste porque no pudiste hablar más con tu novio? - ¡ay, pero celos!

-           ¿Interesada en saber si tengo? - mucho, porque la dueña de tu corazón voy a ser yo, aunque no le puedo decir eso, por lo menos no aun

-           Para saber si tengo que dormir con tapones en los oídos o sin ellos- ¡que espero que no! Le sonrío “amable”

-           Ah, no te preocupes- gira a atender las cazuelas

-           Ah, seguro son de los silenciosos- ¡ya niégame que son algo!

-           ¡¿Pero qué…?!-bien, ¡me pasé! Pero no me pueden culpar, es su culpa por no negarlo, ella toma aire - vamos a comer y ahí me señalas cuáles son tus opiniones del menú y lo que sea que me decías- bueno, por lo menos podemos regresar a algo muy importante.

Por lo menos en la comida pude controlar los celos que nacieron de mi ¡yo nunca he sido celosa! Y no debo serlo, siempre he odiado a las personas así y me alejo de ellas cuando lo son, mejor fuera toxicidad ¿y si ella piensa como yo y me aleja? ¿estamos tan bien? Bueno no, digo, apenas nos conocemos y a mí me queda el tiempo contado, aparte, ¡casi le digo los planes del doctor! Bueno, es que mi culpabilidad es grande, aunque debo sentir más culpa por mis celos, que, si lo siento, pero ¡yo la quiero a ella! ¡basta conmigo! Ella no es mía, ella ni siquiera se acuerda de mí.

Me siento a su lado con mi computadora, saber que sigue estudiando me atrae más y escucharla hablar en el idioma que (quien sabe que sea o que diga) enamora más, creo que la estoy idolatrando o idealizando y eso no es bueno, tengo que centrarme, solo eso.

También debería controlar lo que digo con ella, aun no sé cómo se me salió ese “Ojalá me recogieras a mí”, o sea, si quiero, pero no tenía que decírselo, con ella soy todo un desastre, un ¡enorme desastre! y lo peor de todo es que me encanta, ojalá no se hiciera la taruga tanto, me reventara contra la pared y me hiciera suya, bueno, más suya.

La ida a comprar las cosas fue linda, bueno, corta, es como… espero tener mucho tiempo para que hagamos esas cosas de pareja, aunque no seamos una, pero ¡déjenme! Sé que me ilusiono de a grapa.

-           ¿Vas a cenar? - Le pregunto viendo que ya acabó sus clases

-           Sí, hay cereal y leche- veo su menú, frunzo el ceño

-           Aquí dice- me ve feo ¡dan ganas de agarrarla a besos! - aunque me veas así hay que respetar el menú- suspira con desgano

-           Lo que quieras- gruñe y preparo la cena

-           Para no tener problemas mañana con los horarios de baño y eso, ¿me podrías decir tus horarios de favor? - se me queda viendo, creo que está estudiando mi cara y yo ni sé ¿por qué? He sido buena y aunque muero por probar sus labios y su piel me he contenido ¿Cómo le voy a hacer para contenerme el resto del tiempo?

-           En el trabajo tengo que estar a las 8:30, así que ocupo el baño…- en lo que me dice a grandes rasgos los horarios y tiempos en los que los ocupa yo voy anotando, creo que me tendré que comprar una libretita nueva pronto.

Nos sentamos en el sillón para ver la película junto con la cena, si por mi fuera me recargo en ella o dejo que ella se recargue en mi para sentir su calorcito, oler su olor, tocar su piel… ¡deja de mal viajarte! La veo de reojo muy concentrada en la película, veo la hora en mi reloj.

-           Creo que podríamos continuarla mañana para no dormir tarde- ella tiene que dormir esas 8 horas de reglamento

-           Me parece bien, al fin, estoy bastante cansada-  pone alto a la película, apaga la tele, se levanta y se pone a lavar lo sucio, adicta a tener todo en orden- bonita noche- se despide y entra a su recámara ¿alguna vez me dejará entrar en ella?

Anoto el comportamiento físico, que comió y que no, como la vi, lo que alcancé a percatarme de su bella y perfecta piel, cualquier otro detalle que sé que al doctor le interesa y el resto lo dejo para mí; sigo sin poder creer que esté en esta casa a su lado, creo que hoy voy a dormir soñando con ella.

 

Después de llegar al hotel, que me presentara y que me diera mi lugar de observación; por supuesto ya conocí al meloso ese que no se le despega y a leguas se ve que está perdidamente enamorado del amor de mi vida (que por cierto es un coqueto con todos los demás, no deja pasar ni uno, seguro lo hace para provocarle celos a Ambar, pero se nota que, a mi vida preciosa linda, eso no le afecta porque en eso le vale, seguro ni es celosa).

Puedo decir que tiene un excelente ambiente de trabajo, esa chica Andrea se me hace un poco como Luisa, pero no, es bien coqueta, pero a ella, aunque te guiñe el ojo y te hable para “conquistarte” se nota que esta tiene lo de lesbiana o bisexual lo que yo tengo de heterosexual ¡nada! También está el tipo ese que se nota babea por mi love, pero aquí sí puedo asegurar que Ambar no tiene algún interés en él, fue cordial y ya, así de plano, porque lo bateó a trabajar en 2 segundos.

Quedo embobada viéndola trabajar, es tan profesional, atenta, amable y seria al trabajo; creo que si yo fuera cliente solo por ella me quedo mil días o, mejor dicho, hago del hotel mi casa ¿Por qué no fue así conmigo?

Conocí también a su jefe, un señor amable que se nota consiente a Ambar, pero con una distancia tanto corporal como en expresión sin llegar a ser frío; lo mejor de todo es que regañó a Santiago, ese se lo merece por solo ser él, aunque debo aceptar que es amable, y vi como cuida y alimenta a Ambar con fruta.

-           ¿Tu también quieres? - me pasa recipiente con fruta

-           Gracias- tomo unos trozos- ¿siempre le das fruta? - él se queda pensando

-           Por lo regular, así me aseguro que no pase tanto tiempo sin comer, ya ves que es debilucha y no queremos que se desplome- se ríe- ¿te gusta? - ¡Qué te importa!

-           Si, la fruta está rica- entrecierra los ojos

-           Ella solo tiene ojos para este precioso bombón- se señala, lo veo aburrido

-           Porque no ha visto mis dotes- me sonríe de oreja a oreja

-           Y tú no has visto los míos- se pone coqueto- esa mujer es de un solo hombre y ese soy yo- se pone presuntuoso

-           Eso dije yo de mi ex y es mi ex- le respondo con la misma sonrisa- ella se va a enamorar de mi- se me sale y él se ríe

-           Eso lo voy a tener que ver, porque de mi lado no la separas- me deja más fruta, se da la vuelta y regresa a trabajar, ¡lo odio!

Veo su torpeza, como él le ayuda, me encantaría ir y de una patada sacarlo del lugar para ser yo quien la ayude y este todo el tiempo a su lado, pero soy consciente de que no puedo y que mi deber por el momento es solo observar, espero algún día pueda ser más que una simple observadora.

-           Yo si le gusto, pero ella no es mi tipo- escucho decir a Santi, que puedo decir es cierto, esa Andrea se nota que babea por el

-           ¿Acaso te gustan las calladitas? – a ver si con eso pico dos peces

-           Me gusta que hablen, pero no tipo guacamayas como ella- este no tiene tapujos para hablar- ¿a ti te gustan las calladitas? – veo de reojo a Ambar

-           Puede que- si es ella no solo me gusta, me encanta, aunque seguro conmigo se nos quita lo calladitas

-           Cuando conozca una te la presento ooooo…-puto- tal vez si la conozca, pero es mía como ya te dije antes y tal vez ni calladita sea- sonríe encantado de oreja a oreja mientras yo lo veo queriendo sepultarlo con la mirada

-           ¿Todo bien? – nos pregunta ¿a qué hora caminó tanto?

-           Si- el corre a su lado abrazándola, restregándome que el sí puede hacer eso y a mí me ve como bicho raro- hay que espantar al chef que te quiere, ya te dije que deberías de besarme para que así este seguro que somos algo y te deje en paz de una vez por todas

-           Primero que nada, no es chef- Ambar usa un tono cansado

-           ¿Qué no? – a este le gusta picarla y yo quiero picarlo con muchas agujas para sacarlo de aquí

-           Como sea, segundo, ya sabes que no eres mi tipo- ¡En tu cara!

-           Cariño, tenías que decírmelo con amor- chillonea este, haciéndose el “ofendido”

-           Mira guapo- ¡no le digas guapo! Pasa el otro babeador de mi mujer- solo- Santi toma sus manos, hace una distancia más íntima entre los dos y a mí me hierbe la sangre al ver como intenta besarle sus hermosas manitas

-           Solo dime que me amas y me encontento- ¡púdrete!

-           Sabes que sí, - ¿Cómo que sí? Ese no era tu tipo- no tienes que andar con tus cosas- seguro no le es tan indiferente por lo roja que se puso- ahora quítate que tengo hambre- sí, lejos de ella

-           Iré por mi comida- se va todo campante

-           Toma tu parte- me pasa mis cosas ¿sentirá algo por él? Son muy unidos- ¿te divertiste observándome?

-           ¿Siempre tienes accidentes? - pues la verdad si, podría vivir observándote toda mi vida

-           A veces- así que cuando son ese tipo de cosas se pone Tsundere

-           ¿Te golpeas, salen moretones o solo son…? - necesito saber, pero me interrumpe, se nota que esto le incomoda ¿Cuánto tiempo llevará queriendo que todo esto acabe pronto?

-           No me golpeo porque Santiago siempre interviene antes y la verdad es que cuando son así…- ese de nuevo, sin embargo, creo que tengo que agradecerle- son raras las veces- comienzo a comer para que no se sienta más incómoda- por lo regular son como lo que viste- me da gusto

-           ¿Esto es lo que comes normalmente? – sigo con mi interrogatorio

-           Alimentos así, no siempre el mismo guiso- se entromete el chismoso

-           Puede contestar sola- que se meta en otra conversación

-           Sí, pero es para que veas que yo sé todo de ella- me lo restriega

-           ¿Sabías de mí? - veamos

-           Si, sabía de tu existencia- ¡le contó de mí! ¡soy importante para ella!

-           ¿Qué? – pregunta al ver mi sonrisa

-           Me dijo que te conoció en los análisis porque su enfermera favorita ya no está, pero que no tuvo dolor alguno cuando hiciste el procedimiento- sonríe ladino- que eres atenta y buena enfermera

-           ¿Te dijo que estoy durmiendo con ella? - siembro la semilla ¡yo no soy así! Pero con ella es… es… ¡no lo puedo controlar! (me digo con pesar)

-           Pffft, eso no es verdad, tiene cuarto de invitados- me presume que sigue sabiendo mucho más que yo de ella- fuera de eso no creo que puedas avanzar mucho, se concentra tanto en sus estudios que su mente viaja a todos sus idiomas y cuando estás hablando con ella luego hasta te responde en otro idioma porque ni siquiera anda acá- le vemos- ¿verdad tú?

-           ¿Qué? - nos pregunta ida

-           ¿ves? - Santiago hacer ver lo obvio

-           Ya veo- aprieto la boca con pesar ¿habrá alguna fórmula mágica para ganarme su corazón?

 

El resto del día fue observarla, seguir viendo lo amable y atenta que es con los clientes, como sigue en su puesto y no sale de su posición de recepcionista sin importar cuando le coqueteen, ella no se inmuta ante nada y nadie la saca de quicio, creo que conmigo si se exaspera un poco porque hace más caras y modulaciones de voz, eso ¿será bueno o malo?

También observo como es torpe con más cosas, aunque más que torpeza, yo diría que es debilidad, pero lo disfraza con torpeza; Santiago y Andrea la cuidan bastante, cuando Santiago tiene que hacer cosas Andrea llega para no dejarla sola ni un minuto y aunque me cae mal él, debo aceptar que es algo muy lindo de su parte.

Por otro lado… Andrea de verdad habla demasiado y siempre tiene algo que contar u observación que hacer referente a cualquier dato que te venga o le venga a la cabeza, entre ello fue que corroboré que muere por Santiago, pero sabe que ahí nunca va a suceder nada, que Santi ama a Ambar, pero es un amor no romántico, aunque él lo disfrace de esa manera y que Ambar tiene menos interés que Santiago en ella (Andrea).

Cuando Ambar tomaba sus cosas, una ilusión vino a mí, que pudiéramos tener una cita, bueno, una salida y por eso pregunté, lo que no contaba es que Santi organizara todo, no vi muy animada a Ambar ¿se sentirá mal?, de verdad me preocupa su salud, daría lo que fuera por poder ayudarla en quitarle esa enfermedad por siempre.

A pesar de la (debo aceptar) extraña conversación que tuvimos en el camino a casa y de su loca idea porque fuera yo sola con ellos (¡¿Qué no ve que la Sra. Caro y el doctor me matan si la pierdo de vista?!) y se enterara que soy lesbiana (que por cierto ni se inmuto ¿será heterosexual? Algo me dice que no), todo quedó ahí, en el limbo, en la nada y sin importar que mi cerebro escupa mis sentimientos con ella, al parecer ella no tiene ningún interés en mí, porque los ignora ¡tan chingón!, no puedo negar que eso me duele y me hace ponerme cabizbaja, pero supongo que no será, que… solo me quedaré como aquella vez en el café, embobada observándola, mínimo ahora ya hablo con ella e interactuamos más que aquella vez.

Abre la puerta medio lento dando unos pasos, paso, pero su brazo me detiene, la veo girar para decirme algo, se tropieza alcanzando a agarrarse de mi para no caerse, pero yo no estaba preparada para ello y me lleva de corbata, veo que ella recibirá el golpe y eso no lo puedo permitir, nos giro abrazándola para que no sufra ni un solo golpe o rasguño. ¡Pinche trancazo! pienso al sentir el golpe.

Levanta su carita toda roja y una mirada entre asustada y tierna que me derrite y hace que se me olvide todo

-           ¿Estás bien? ¿te pasó algo? ¿te golpeaste? – espero en Dios que no y la haya podido proteger, la veo tratando de levantarse

-           No, tú me protegiste- ¡gracias a Dios! - estoy bien ¿tu cómo estás? - me ve buscando daño y mi corazón da un brinco

-           Estoy bien, no fue tan tosco, necesito revisarte- necesito corroborar que de verdad no tenga daños y si sí, ver que tan grave es para proceder, inclina la cabeza confundida

-           ¿Mmmm? - me ve extrañada ¡ay esta mujer!

-           Quítate la ropa, necesito ver si realmente no te hiciste daño- voy directo al punto, en lo que se nota está procesando la información, trato de incorporarme poco a poco - Solo me levanto y vamos a la sala, tu cuarto o baño para revisarte- le aviso

-           ¡¿Tú estás loca?!- exclama

-           Bien, la sala no- si las cortinas están cerradas, no sé porque se pone así, me levanto y pregunta

-           ¿En dónde te pegaste? - me toco mis pompitas

-           No me…- ¡ah su madre si duele! Pongo mi mano derecha en la espalda para ayudarme, pero me sale el tiro por la culata porque duele peor ¡qué bueno que giré! El golpe hubiera sido muy malo para ella

-           Déjame revisarte y curarte- yo soy la enfermera y ella me quiere revisar y cuidar, ironías- después de todo fue mi culpa que te pegaras- bueno, si te vas a hacer responsable ahora me puedes hacer tu novia, esposa y viviremos felices por siempre

-           Solo si prometes que después me dejarás asegurarme que no te pasó nada, incluso con mis brazos- de verdad necesito revisarla y esto es un buen plan, sospecho que de otra forma no me dejará

-           Bien- acepta a regañadientes.

Vamos al baño, la verdad es que caminé lento, siento que el trancazo fue una jodida mala suerte, se detiene y la veo

-           Enséñame- exige en lo que va a buscar algo

-           Mi vida completa si quieres- musito, bueno si me vieras cuando me desvisto sería mejor

-           Esa no la necesitamos ahorita, pero si ponerte algo en los golpes- me sorprendo y doy gracias que no todo lo que pienso y “no controlo” se quedé solo para mi - tengo un perfecto oído- me comenta seria y mi sonrojo sube - Está muy rojo ¿te duele mucho? – siento su mano y me estremece

-           No- apenas y respondo de entre el deleite y el dolor que en sus manos no se siente mal

-           Bien, esta pomada es muy buena, a mí me funciona muy bien y eso ya es mucho decir, listo- termina y yo quiero que mi golpe sea más grande para que no aleje su mano de mi

-           Gracias- le digo en lo que ella regresa el frasco a su lugar- es caliente

-           Si, por eso no me lavo las manos ahorita, no quiero más males en mi- me explica y la veo querer huir, la detengo del brazo

-           ¿A dónde vas? – ni que crea que ya con esa se salvó

-           A la cocina a calentar la comida, tengo hambre- intenta zafarse

-           Aun no verifico que nada te haya pasado a ti- frunzo el ceño para que vea que no estoy jugando

-           Bien- se gira, quita la camisa y sube la camiseta, la reviso, no tiene más lo que se ve que no es de ahora

-           Tus brazos- pido - tus piernas- se me queda viendo como si estuviera bromeando- no voy a ceder hasta verificar- le hablo firme, dice algo que no entiendo y sospecho no es bueno- no escuché, pero no me importa, ya dije- mi voz la hago más grave para que note la seriedad

-           Ya- baja el pantalón derrotada

-           Menos mal- suspiro tranquila- ya veía al doctor regañándome por mandarme a cuidarte y terminando peor de como estabas- ni imaginarme eso quiero.

En lo que ella se coloca la ropa de nuevo, huelo la pomada que me puso.

-           No huele mal y te hará bien- habla saliendo del baño- ¿tú también comerás? - le digo que si con la cabeza- después de eso debes descansar el golpe- y no voy a negar eso, la pomada será muy buena pero el trancazo también, además, si salimos tengo que tener energías y espero no dolor.

Después de comer lavé todo ya que ella había cocinado y debo decir que el saber que ella si me ha escuchado, me da un poco-mucho de vergüenza, porque, pues, no es que no lo piense, pero una cosa es lo que pienso y otra que con ella las palabras salgan así, sin tapujo alguno.

También está el que… ella ha estado ignorando lo que he dicho, entonces… supongo que no tiene interés alguno en mi por más que mis palabras o mis actitudes salgan, tal vez soy como Andrea para Santiago, una completa nada, es más, creo que Andrea tiene más posibilidades que yo.

Me levanto y voy a su cuarto, no sé si realmente iremos o no y si sí, no tengo idea de cómo es el lugar o que debo llevar puesto, además, necesito hacer algo, estoy sobre pensando todo, bien, solo respira

 

-           ¿Hola? – toco la puerta preguntando

-           Pasa- entro y la veo con la compu- dime- no sé porque me puse nerviosa

-           Para la salida de hoy ¿Qué tipo de lugar es? – ¿si la dejo de ver los nervios se irán? Tiene un bonito cuarto- digo, para saber que ropa ponerme

-           No pienso ir, me siento cansada- ¿seguirá afectada por la caída?

-           ¿Por qué no me dijiste? - ¿se sentirá mal? ¿Por qué no me di cuenta? - todo ese tipo de información es buena para que sepa el doctor- ¿Por qué nunca me dice nada? ¿Qué no ve que su salud es importante? - ¿es por la caída?

-           Me siento cansada desde que terminamos de comer- ¿la comida le sentó mal? Hago mis anotaciones para comentárselas al doctor después-  pero es lo normal, así que tampoco es que me sienta mal- si tan solo confiara un poco más en mi

-           Ambar, toda información referente a tu salud física como anímica es importante- ¿Por qué le cuesta tanto?

-           Prefiero quedarme viendo película- comenta

-           ¿De verdad te sientes bien? – le cuestiono, tal vez no sea la mejor enfermera para ella

-           Si, en verdad, deberías ir tú con ellos, se la van a pasar bien

-           No puedo salir a ningún lado sin ti o contigo, ¿acaso no recuerdas que el doctor dijo 24/4? - ¿Cómo me pide eso?

-           Ah conque 24/4, eso ha de ser una exageración- no tiene remedio y me acuerdo que solo revisé que no tuviera moretones, pero no detallé

-           Mmmm entonces hay que avisarle a tu amigo- así no nos esperan en balde, ¿Cómo decirle que…?

-           ¿Qué pasa? - hace a un lado la computadora

-           Necesito revisar tu piel también- la dejo de ver, porque necesito ser profesional con ella, pero me cuesta

-           ¿De nuevo? ¿Necesitas o quieres? – su tono de voz ahora es ¿juguetón? Y eso me afecta

-           Necesito- aunque no voy a negar que también quiero, pero ¡hacerle muchas más cosas! Cosa que ella no debe saber y espero mi inconsciente no me traicione

-           Ah, solo necesitas- contrólate mujer, ella no tiene interés en ti, ella no lo tiene

-           Para reportar al doctor- le explico - hace rato solo revisé lo de la caída

No dice nada y la veo venir a mí con una actitud muy diferente a la de siempre, retrocedo, desde que me dijo que si me escuchaba en el baño me pone nerviosa

-           Hay que prender la luz para eso- pincha el apagador que está detrás de mí- yo no muerdo- por mi muérdeme lo que se te antoje

-           Pensé eras más…- Ania contrólate, vela a los ojos y así te mata todo, ¡rayos! ¿Por qué tiene esa mirada pícara? ¡Quita la mirada de ahí! ¡quítala! ¡ay! ¿Por qué le viste sus lindos y apetitosos labios?

-           ¿más? - ¡peligro, peligro! ¡SOS SOS! - ¿alo? - ¡mi beso se desvaneció por una llamada! ¡mátenme! - Ya, ¿qué quieres? – pone el altavoz

-           Te conozco y me vale madres las excusas que te estés inventando, me las paso todas por el…

-           ¡Qué pesado eres! – estúpido Santiago

-           Si si, me vale madres, voy a pasar por ustedes y si no estás te saco hasta en calzones- bueno, es gracioso- Así que Ania querida, es un lugar al aire libre, bastante lindo, lleva ligero, pero no tan ligero- la veo y me da ternura

-           Ok- ya sé que puedo ponerme

-           Si la loca esa te dice que está cansada o se siente mal no le creas, son puras mentiras para no salir por aguada antisocial- se llevan bien

-           Jódete- son como niños pequeños y Ambar con él saca ese lado que es súper tierno

-           Mejor te jodo a ti, ya quedé con Andrea, así que pónganse lindas nenas que nos vamos de roll, oie, si unos roles o rollos de piña, mmmm que ricos, debo de pasar a la tienda antes para comprarlos- ¿está loco?

-           Te vas a poner gordo y te van a salir barros por antojoso- se escuchan sus risas

-           Me ocuparé de eso después, las dejo, tengo que ponerme más guapote de lo que ya soy y eso es fácil, pero toma su tiempo- ¿y su vanidad?

-           Pinto loco- reniega

-           Bien podrías ponerle seguro a tu puerta- si no quiere ir pues no vamos

-           No, el condenado se mete hasta por la ventana cuando se propone- va a su armario- aparte tiene copia de las llaves de aquí- ¿Por qué?

-           ¿Por qué? – se me sale la pregunta

-           Porque después de lo del hospital estuvo friegue y friegue conque nadie llegaría tan rápido como el- bueno, no es mala idea

-           Mmmm- creo que no quiero saber más, ¡ah! no la he revisado- no he revisado tu cuerpo

-           Ya lo revisaste hace rato, así que no te hagas, estoy bien, mi piel está bien- me doy por vencida

-           Mmmm- salgo a cambiarme

Santiago es un impuntual de lo peor, con razón Ambar no tenía nada de prisa, él llega con chocolate en la cara, no trajo para todos el egoísta, aunque pudo solo traer para Ambar y yo comer con ella o de ella ese rico y delicioso chocolate desde su boca, con su boca, no, como sea de su boca.


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