Al llegar ya está Andrea con dos chicos, los saludamos, pido una cerveza (tengo muy buena resistencia al alcohol) que me bebo demasiado lento, platicamos un rato
- ¿Tu bailas? - me pregunta Santiago, asiento- vamos, desde la pista la sigues contemplando
- La estoy cuidando Santiago- él sonríe burlón, yo le contesto la sonrisa
- ¿Te gusta? - me pregunta y lo quedo viendo- ¿el lugar? - maldeto
- El lugar es agradable si- yo también puedo jugar - ¿a ti?
- Si, bastante- ve el lugar bastante animado
- ¿Sabes que no le vas a ella verdad? - se ríe
- ¿Y tú sí? - pues no sé, ella no me ha dicho si es les o no
- Puede ser- ese beso que interrumpiste aun te lo puedo recriminar en mi mente por siempre
- Bailas muy bien- me dice sonriente y me mueve más, cambiando la conversación
- Tú no te quedas atrás- esquivo los recuerdos
- ¿Tomaste clases? - pregunta divertido
- Si- mis padres querían que supiera bailar de todo, ser una señorita con diversos conocimientos
- ¿Acaso no fue divertido? - creo que puse mala cara
- Las lecciones si, solo que mi familia presionaba mucho- el asiente
- Las familias pueden ser complicadas- acepta- yo por eso no vivo cerca de ellos, así cuando me ven me adoran- reímos
- Qué bueno por ti- veo de reojo a Ambar, no se ve mal
- Ella está bien, créeme, cuando se siente mal el semblante es muy diferente- suspira
- Sé que está bien, solo que con ella creo que me preocupo más de la cuenta- el asiente
- Entre más objetiva seas con ella, más feliz la harás, le choca que la sobreprotejan- la pieza termina y regresamos con los demás
Me siento al lado de Ambar (mi lugar), tomo la cerveza y le doy un trago, ya está caliente feo
- ¡Ania! - ¡ay no! Esa voz
- Luisa- no puedo dejar que Ambar vea mis problemas
- Oye, ya terminaron de fumigar la casa, ya puedes regresar- cierra el hocico
- Ah, gracias- tomo el tarro, necesito de algo para no salir corriendo y dejar a Ambar aquí
- Podrías irte a beber y- propone - bailar un poco conmigo- termina diciéndome con voz seductora en el oído
- Ah, lo siento- Amabr habla- ella está en horario de trabajo cuidándome así que no podrá ni ir contigo ni regresar en unos días a lo que sea que llames casa- estoy pasmada ¿Qué está pasando?
- Es cierto, estoy trabajando- respondo al ver que Luisa quiere confirmar
- Tengo que ir al baño, así que vamos- La sigo, no sabía que quisiera que la cuidara hasta en el baño
- Gracias- le agradezco de corazón, no quería encontrármela
- De nada, solo no te acostumbres- suspiro, se sigue de los baños
- ¿No ibas a ir? – va hasta la barra negando con la cabeza
- Así que por eso el doctor te mandó a mi casa sin cobrarme- ¡El doctor me va a matar!
- Lo siento- ¿Por qué tenía que encontrármela hoy?
- No fue tu culpa y conozco bien a ese hombre, no te lo puedo adjudicar a ti cuando sé cómo es- dice divertida
- Pero- pone la mano para callarme y me jala a la pista ¿Qué pasa?
- Tú me tienes que cuidar y lo has hecho, ha de ser aburrido el tener que ir a mi trabajo solo a mirar- está siendo muy amable- la tipa esa te ronda bastante y a ti se te nota que te mueve- ¿Cómo me sabe leer? - pero no sé qué te detiene- no sé qué pensar- total, son tus asuntos, pero mientras tengas que cuidarme no dejaré que se te acerque y te distraiga de tus deberes- ¿Cómo debo sentirme con esto? ¿tiene interés o no?
- Soy profesional- me pongo seria, aunque realmente lo dicho previamente me tiene con una confusión de emociones
- Te pedí un refresco y que quiten esa cerveza, debe estar como para pulque- hace caras y me causa risa, no sabía que estuviera tan al pendiente de mi
- Ella tiene novio- comienzo a explicarle- solo compartimos departamento- no me ve convencida
- Ya veo- y a pesar de eso no pide más explicaciones y yo se lo agradezco
Regresamos con los demás, le sonríen a Ambar y le hacen algunos comentarios de que “hace mucho no la veían bailar” ella les enseña el dedo medio haciéndonos reír a todos, después seguimos hablando con los demás, son personas bastante agradables debo decir, hasta que a Santiago le regresan las ganas de bailar y las demás no sé animan así que me estira la mano y me ve con cara lastimera
- Definitivamente en mi siguiente fiesta de baile te invito a ti- comienza todo altivo- me gusta mucho bailar y tu si sabes seguir, con quienes no saben bailar es muy pesado- refunfuña
- No soy fanática- este piensa que le seguiré hablando después ¿está loco? Es mi enemigo
- Pero sabes bailar, aparte, con un tipo tan encantador como yo, seguro te la pasas genial- ¿Ego?
- ¿Quién te dijo que me caes bien? - él sonríe arrogante
- ¿Cómo no caerte bien? – me da vuelta- yo le caigo bien a todos, aparte, te conviene tenerme de tu lado- me guiña el ojo, la canción termina y
- Yo bailo la que sigue con ella- Luisa interviene, Santi me ve, pero asiente ¡Me lleva!
- ¿Qué quieres? - voy directo
- Pero que agresiva, no sabía que bailabas tan bien, seguro te mueves bien en otros lados- me ve sugerente, mientras que a mí me dan calosfríos y no de los buenos
- A ti no te veo bailar bien- me controlo, no voy a caer en su juego- ¿Qué quieres?
- Ya te dije que puedes regresar- comienza a hacer los cambios de voz que hace unos días, semanas, me convencían
- Estoy trabajando
- En un bar- se ríe burlona- no soy tonta- me le quedo viendo- ¿crees que voy a creer eso?
- Si lo crees o no, no es mi problema- suspiro con pesadez y tomo mucho aire- ve con tus amigos y novio, no sé qué vienes a hacer aquí y honestamente tampoco me importa- es increíble que el reencontrarme con Ambar lo que sentía por ella haya muerto (mínimo las ganas que le tenía) aunque claro, Ambar no me da rayos de luz, me ve molesta, me gira y en el giro quedo con Santi
- ¿Qué paso? - se ríe
- Ups, alguien se va a enojar conmigo- se ríe, veo a donde está Luisa y la veo con Ambar
- Santiago ¿Qué está pasando? – exijo y el no deja de movernos
- Ambar que se enojó conmigo- me ve con reproche- pudiste decirme que no querías bailar con ella- lo veo aburrida- yo no soy tan perceptivo- chilla, en eso veo la mirada fúrica de Luisa y un movimiento que sé cómo va a acabar me acerco rápido a Ambar y la jalo hacia mi
- ¡No te atrevas a ponerle un solo dedo encima! - ¿Cómo se le ocurre tratar de ponerle la mano encima a ella?
- ¿Me dirás que la prefieres a ella? – me pregunta indignada
- Te dijo que la estoy cuidando y es lo que hago, ya tú fuiste muy clara cuando me llamaste para que viera como te cogía tu novio, así que deja tus pesadeces- suelto con rabia ¿Cómo me puede recriminar si ella me ha hecho más daño?
- ¡Tiempo de irnos! – Santiago se mete entre nosotras y Ambar me jala- tocas a mi amiga y aunque seas muy nena se te rompe la mano- me quedo boqui abierta, no pensaba que el pudiera dar tanto miedo - que pases la noche- le dice sonriente y casi coqueto.
Saber que les maté la noche me hace sentir mal y aunque Ambar dijo que ya nos íbamos a ir, no sé, tal vez no era tan así, sin embargo, el ver a Santiago caer en los asientos de atrás me hacer ver que ella tiene razón, claro, cayó proponiendo dormir con ella y la verdad es que me causó mucha gracia la actitud y respuesta de Ambar, no sabía que fuera tan territorial, lo que sí, es que me causó pena que el durmiera en el sillón, pudo dormir en mi cama, todavía que nos lleva y trae, no sé, es… creo que Santiago comienza a caerme bien, aunque eso no quita que me sigan dando celos, pero supongo que conocer un poco más la interacción que estos dos tienen (a pesar de ser tan unidos) me da paz, creo ver que de verdad entre ellos no hay nada, o por lo menos eso espero.
¡Rayos! Me quedé dormida, espero no estorbarles para sus cosas, aunque está muy silencioso, a lo mejor aún tengo chance de arreglarme antes que ellos, así que tomo mi toalla y corro al baño, entro rápido y
- Disculpa, pensé en bañarme, pero no imaginé que ya estabas dentro- mi día empieza bien, pero mis nervios explotan al verla
- ¡Se toca la puerta! – me grita
- Bueno, aprovecho para revisarte- ay inconsciente ¿cómo se te ocurre? aunque puede ser una buena salvada
- No, el agua se gasta- entra a la regadera
- Me puedo meter contigo y revisarte- sí, el verla así me dejo mal
- O te puedes ir a revisar a tu amiga- ouch, aprieto la boca, tiene razón, ¿Qué hago aquí? - mira, lo siento, no me agrada que entren así cuando es mi momento de baño, no debí decir eso, perdona- no llores Ania, bajo la vista para que no me vea
- Lo entiendo- solo quiero salir de aquí, aunque eso no quita que de verdad tenga que revisarla- de todos modos, te espero para revisarte
- ¡No! me puedes revisar después, ahorita no- sigue molesta
- Adelantaré el desayuno entonces- definitivamente ayer no debimos ir, estúpida Luisa ¿qué le costaba ignorarme?
- Te lo agradeceré con un café muy cargado- afirmo con la cabeza
- Veré que quiere Santiago- suspiro abriendo la puerta
- Dudo que este, ese siempre que salimos para cuando despierto ya no está aquí, corre a su departamento a arreglarse- camino a la sala para adelantar el desayuno y ver si realmente Santiago no está.
Pongo la cafetera más cargada, preparo el desayuno y comienzo yo, por andar quedándome dormida no podré acompañarla en él ya que me tengo que meter a bañar, veo la hora, voy al baño, de verdad tengo que revisar su piel, si no tiene hematomas o algo más, donde que por la caída o desvelada puede haber algo, aunque espero que no, así que vuelvo a entrar sin tocar, capaz se viste con tal de que no la revise
- Ya vine a revisarte y no te puedes negar- le hablo duramente, ella retuerce los ojos y busca la toalla para cubrirse
- No- sentencia, mientras yo le gano la toalla
- Si, o ¿acaso quieres que el doctor me deje más tiempo aquí? - le alzo la ceja izquierda
- De todos modos, te vas a quedar más días aquí- ¿Quién dijo? pero yo no quito el dedo del renglón
- Entre más te tardes en dejarme más te veo- refunfuña por la nariz y por fin sede
Salgo haciendo las anotaciones en la libreta sobre su piel, es excelente que no tenga ningún moretón por la caída, yo si tengo y la verdad es que estoy un poco adolorida, pero como me volvió a dar la pomada, me la pondré saliendo del baño, regreso a la cocina, le preparo su taza y termino de acomodarle las cosas, salgo de ella, me dirijo al cuarto, la veo pasar y decido entrar al baño y apurarme, no quiero que por mi culpa llegue tarde.
Su trabajo es… aburrido, si no es porque me gusta tanto… esto sería desquiciante, hay momentos en donde está tan muerto y otros en donde tienen clientes, como ahorita, la señorita demasiado guapa con un acento de esos donde quieres enredarle la lengua con la tuya y aparte está bien buena, hasta la actitud de Ambar es más “amable” de lo normal que he visto y eso es mucho decir; la veo ahí, siendo atenta y dulce, hasta cierto punto coqueta y a mí los celos me consumen ¿Qué no me pude ver y tratar a mí de esa forma? No, por supuesto que no porque yo no le gusto y no está ni remotamente interesada en mí.
Por fin llega la hora de comer, aún sigo molesta, molesta con ella porque los celos me consumen y más molesta conmigo porque los celos me consumen ¡que no somos nada! ¡que ni si quiera te pela! ¿Entonces? ¿Por qué tengo que molestarme? ¿Por qué me siento de esta forma? Lo que necesito es calmarme y concentrarme en cuidarla, solo soy su enfermera por unos días y ya, solo cuido a una paciente necia y que no se deja cuidar y ya.
- ¿Mañana quieres hacer algo especial o solo descansar? – me pregunta sacándome de lo que iba a ser mi mantra
- ¿No trabajas mañana? - ¿Qué no se supone íbamos a venir a aburrirnos y picarnos el ombligo porque no hay nada que hacer?
- Ni tampoco hace idiomas ni nada, por lo regular se queda de parasito en su departamento sin mover un pinto dedo- Santiago me explica
- Podemos hacer lo que gustes- digo, necesito bajar mis expectativas
- Yo opino salir hoy también- Santi salta gustoso
- Me apunto- llega la otra colada
- No, ya salí ayer- Ambar no se anima
- Ay, pero si queremos ir aquí- ellos señalan el lugar, pero se ven como que planean algo, se les nota en la cara
- Creo que por el tratamiento y los cuidados no sería bueno que Ámbar se desvelara dos noches seguidas- les digo, necesito que ella descanse y porque creo que es lo mejor para cancelarle lo que sea que están planeando que no me da buena espina
- Solo por tu salud, pero puedo pasar mañana para hacer caminata y desayunar aquí- ellos no quitan el dedo del renglón
- Tu no descansas mañana- Ambar enfurruñada le dice a Andrea
- Ah, pero el lugar se ve bonito- sí, definitivamente planean algo
- No, lo siento, ha sido una semana muy pesada para mí, si acaso una salida sería algo demasiado tranquilo- los observo
- Pffft la biblioteca no abre los domingos- Santiago ocurrente, sin embargo, si la imagino yendo a una
- Podemos solo ir a comer fruta- propongo, le hará bien y son nutritivas
- Me vienen a traer comida entonces, hay que hacer la dieta- Andrea dice haciéndonos reír.
Desde que terminó aquella conversación de los planes de mañana, he estado pensando en tantas cosas, primero que nada, tengo que poner mi mundo y mente en orden, demasiado en orden, siento que desde que la volví a ver todo está patas para arriba (curiosamente acomodándose de una forma tan extraña) que todo lo demás queda a segundo plano, definitivamente Ambar llega a provocar cambios en mi vida que ella nunca se imagina.
- Fabricio, necesitamos hablar- se me queda viendo
- Ahora no tengo tiempo- dice tajante
- Pues te lo haces- le hablo firme y él suelta una risita burlona
- ¿Ah sí? - cuestiona presuntuoso
- Sí, no puedo seguir con esto, quiero terminar- se ve que esto no es lo que esperaba y menos en una cena en la que sus amigos están aún lado y su “no tengo tiempo” era porque iba a ir a saludarlos
- ¿De qué hablas? - levanta las cejas con molestia
- No estamos funcionando y yo no siento lo mismo que tú por mí- creo que nunca lo sentiré y honestamente dudo que el sienta amor por mi
- Está bien, está bien, - comienza a decir ¿lo tomó tan bien? - estaba planeando algo más romántico, pero ante tu desesperación- se pone de pie ¿romántico? Se pone de rodilla frente a mí, mis ojos se abren como platos- ¿te casas conmigo? - me quedo petrificada
- Espera- pongo la mano en señal de “stop” entre él y yo- ¿tú piensas que te estoy terminando porque no te decidías a proponerte? - estoy perpleja
- Pues sí, ¿Cuál otro motivo tendrías para que terminamos? - ¿es pendejo?
- Mi papá te dijo ¿verdad? - no puedo creer que todo esto vaya así, el niega pero su mirada no
- Solo acepta, es lo que todos quieren y esperan de nosotros- no sé si reírme de su estupidez o llorar
- Escúchame bien- cierro la cajita en su mano con su mano- no me puedo casar contigo porque estoy terminando contigo, no te amo, no me veo ni de aquí a 5 minutos, mucho menos de aquí al fin de mi existencia- me pongo de pie- ya hablaré con papá, adiós
- ¿Qué significa esto? - gruñe sujetándome del brazo de forma tosca en frente de todos, giro con rudeza, si quiere escándalo, escandalo va a tener- seguro tienes otro- pfft si supieras
- No tengo a nadie, pero te explico que significa esto, que aquí termina todo- suelto fuerte, pero sin gritar, eso no quita que todos nos ven y tal vez escuchen
- ¡Tu padre se enterará! - por supuesto que sí, pero ya estoy decidida
- No te preocupes, yo le digo- me zafo de su agarre y salgo del lugar, no sin antes escuchar un “te arrepentirás”
Como posiblemente me buscará en mi departamento, me refugio en la casa de mi amiga Shantall (ella odia a Fabricio), suena mi celular
- ¡¿Gustas explicarme como es que terminaste con Fabricio?! - el grito de papá al teléfono me deja casi sorda- Se te propuso, es un excelente matrimonio, ya le dije que aceptarás y organizaremos todo para una gran boda
- Papá- lo detengo
- Te espero en casa en 5 minutos, así hablamos y corregimos las vergüenzas que nos has hecho pasar- cuelga sin dejarme agregar nada
- Ey- Shantall llama mi atención- ya tienes todo arreglado- asiento, sé que hay muchas posibilidades y ninguna es buena, por lo menos no en mi familia- te llevo- acepto- por el momento tienes cuarto conmigo, ya movimos lo básico que necesitas y ya metiste papeles en enfermería, hasta ya te aceptaron, todo va a salir bien, ya verás- ni ella se lo cree, mucho menos yo, mi familia va a dar un brinco en el cielo
Al llegar a la casa los nervios me atacan, pero sigo firme en lo que yo quiero y por primera vez en mi vida, quiero vivirla yo sin que nadie más me diga que hacer, sobre todo mis padres
- Hasta que apareces- mi papá me ve desde la sala junto con mi madre y mi hermano- más tarde ya que le avise llegará Fabricio para que todo se lleve como debió ser desde el principio- suspira
- No me voy a casar con él y no voy a seguir una relación con él- les digo con voz firme
- ¿Ah no? - niego con la cabeza- entonces olvídate del dinero que te doy- ya lo veía venir- él es el hombre perfecto para los beneficios de nuestras vidas e intereses, así que no puedes dejarlo ir si lo que quieres es seguir viviendo como lo has estado haciendo, aparte, entiende tus intereses de leyes, incluso si quieres llegar a la política como yo y por supuesto ser una perfecta esposa, tenerlo a tu lado te dará presencia- lo veo indignada
- No te preocupes por mis intereses en leyes- se me quedan viendo- me cambié de carrera, estoy en enfermería como siempre he querido- ¿ah visto las caricaturas cuando uno se enoja tanto que se le sube el color hasta que estalla? Bueno, a él poco le ha faltado para estallar, lo demás no
- ¡Yo no te he dado permiso de eso! - se levanta fúrico
- Por supuesto que no, pero yo estoy aquí para hacer lo que yo quiero, no lo que tu impongas- estoy inmutable por fuera, pero por dentro juro que estoy temblando como gelatina- solo te estoy avisando, que no voy a regresar con él, mucho menos me voy a casar con él y que tengo nueva carrera- mi hermano se está aguantando la risa, aunque el asombro no se le escapa, mamá… bueno, ella está a nada de estar como papá
- ¿Según quién? - gruñe papá
- Según yo- le respondo un poco ronca
- Olvídate de que te pague esa carrera, a ver cómo le haces, ni un centavo tendrás de mí, haré que te echen de esa carrera y que ninguna universidad te acepte- se acerca intimidante- y más te vale que Fabricio esté equivocado de que tienes a otro- gruñe viéndome horrible- con más razón te casarás con él- vuelve la mula al trigo
- No tengo a nadie- respondo con fastidio
- ¿Qué tipo de hombre es? Seguro es un asqueroso vagabundo sin masculinidad- me frustran
- ¿Quieres saber porque no quiero nada con Fabricio? - me ven fijamente- porque no siento nada con él, ni cuando estoy con él, no me mueve nada- ya que estamos en esto, pues que arda bien- a decir verdad, ningún hombre me mueve porque lo que me gusta son las mujeres- casi lo grito, lo bueno es que las muchachas de “servidumbre” (como les dicen en mi casa) no están aquí.
- Retráctate- la bofetada de mi madre me gira la cara y la volteo a ver con mis ojos llorosos, está tan enojada, me ve con tanta decepción
- No- susurro
- Sábete bien Ania- mi papá habla con tanta repulsión- que desde hoy no tienes familia y más te vale que te largues de una vez antes de que te saque a patadas como el ser despreciable que eres
Bueno, desde ese día no los he vuelto a ver, ni buscado, ni nada; aunque supongo que la sorpresa de papá al congelar mis cuentas habrá sido mucha, ya que las vacié y guardé una parte en la cuenta de mi amiga (así pague mi cuarto por 3 años), lo demás lo tenía en inversiones o guardado debajo del colchón (la mayoría)
- …hoy- me saca de mis recuerdos, aunque no la escuché bien, estaba demasiado abstraída
- ¿Mmm? – hago apenas el sonido
- ¿Quieres ir a tu departamento con la chica de ayer? - ¿Por qué demonios piensa que quiero eso?
- Estoy trabajando y aunque no lo estuviera no quiero- ya me cansé- ¡aunque ya no me quieras cuidándote me tomo muy enserio mi trabajo! – con más prisa tengo que buscar algo pronto
- Yo no pongo en duda tu…- claro, la sigo al transporte- profesionalismo- agarra lugar- solo que a lo mejor quieres hablar y arreglar las cosas con ella
- No hay nada que arreglar ahí, mis cosas están en tu casa, así que no tengo nada que hacer en ese departamento por el momento- tal vez si deba terminar el tiempo ahí en lo que encuentro otro y dejar de molestarla
- Bien, hoy solo quiero dormir- y se molesta, ¿Por qué se molesta?
- ¿Te sientes mal? En la mañana que te revisé te veías muy bien- se ve que las energías no están como siempre
- Se llama cansancio del desvelo- se exaspera
- ¿Qué tal si descansas en lo que yo cocino? – le propongo
- Acepto- supongo si tiene bastante sueño
Voy directo a la cocina a preparar la comida y un ratito después la veo sentada viéndome atentamente
- Cuando te dije de descansar me refería a que mínimo estuvieras en el sillón, no vigilando que y como lo hago- eso significa descansar
- Háblame de ti- ¿ah?
- ¿Cómo de qué? - ¿tiene interés de mí?
- De…- guarda silencio y la veo- sobre la fumigación y pre a esta- fu
- Había demasiados bichillos rastreros voladores- asquerosos y horribles- en el departamento de al lado y se pasaron al nuestro- maldeto vecino puerco- así que pusimos una queja, lo bueno es que lo pagan ellos por puercos- los encontré en mis cosas de la cocina ¡tan asqueroso!
- La carne no se ablanda así, para eso está el polvo- inflo los cachetes, en realidad también así se ablanda, pero es más sádico
- Ella…- suspiro- ella me coquetea- ¿Cómo caí ahí ahora que lo pienso? - digo, es bonita
- No un bombón- al lado de ti… nadie
- Bombón el que te estabas ligando hoy- la veo, de solo recordarlo me enfada
- Yo no ligué, yo solo atendí amablemente a una huésped- claro y yo no te coqueteo
- Bueno, el punto es que ella me coquetea y no el de “solo es amable”, empezó viéndome…- con cara de estás bien buena y como que te tengo ganas
- ¿Cómo que te tengo curiosidad y te me haces linda? – me causa gracia como lo dice amable, así que asiento
- Luego decía cosas bastante insinuantes- como que “te me antojas para” - siguió con morderse los labios, acercamientos y besos- no besa nada mal
- Uy y tu bien dejada- la quiero matar, diablos, a quien quiero matar es a Luisa, donde que lo que hizo después… me agüito - bueno, de fierro uno no es
- Es bonita y tiene lindo cuerpo, su personalidad, la mayor parte es agradable y cuando se pone coqueta pues…- o sugerente, sí que es tentadora paseándose con algo tan erótico
- ¿Ya intimaron? – pues…
- No hemos tenido sexo si a eso te refieres, pero lejos no hemos andado- suspiro- luego no sé porque se molestó y comenzó a actuar raro- técnicamente ella era la que estaba encima de mí- un día llegué después de que me pidiera llegar temprano y dejó todo un reguero en la sala, así que molesta fui a pedirle que recogiera- mueve su cabeza aceptando - ya que habíamos quedado que las áreas comunes tenían que estar limpias- cierro los ojos, maldito recuerdo- ni toqué, solo abrí y estaba montada en el tipo ese cabalgándolo- Luisa cabrona- se me quedó viendo sin dejar de hacer lo que estaba haciendo con una sonrisa…- aparte la mirada del imbécil ese, se me corta la voz
- De esas que te restriega todo- afirmo con la cabeza, trato de retomar mi fortaleza y siento su abrazo que me conmueve toda
- Gracias- no quiero que sienta lástima por mí, me separo y ella seca mi cara húmeda con ternura sorprendiéndome una vez más - días después llegó el vecino para decirnos que iban a fumigar, pero que iba a ser algo intenso, así que hablé con el doctor y sacamos mis cosas, solo tenía que ver donde quedarme esos días y apareciste tú y el doctor con sus ocurrencias- que vergüenza
Tan extraño platicarlo con ella, tan extraño que fuera tan dulce conmigo, sino fuera porque estoy con el mantra de “solo eres su enfermera”ya estaría toda volada, okey, si estoy así pero no tanto, bueno, solo tantito, tantitito, es que… ¡Me abrazó y secó mis lágrimas! Aparte, verla molesta… pero lo cierto es que “solo eres su enfermera” ¡y temporal!
Comemos y la veo ir a su cuarto a descansar, no trae buena cara, me pregunto qué tanto desgasté sentirá, pero sospecho que no me va a decir nada; voy a mi cuarto, tomo mi compu y me voy a la sala, tengo que encontrar algo pronto para dejar ese lugar tóxico, el tiempo con Ambar está contado y va en retroceso.
Aparece Ambar con una cara de molestia ¿ahora que hice? está que echa chispas, sus ojos centellantes y su precioso ceño fruncido para empezar un cuestionamiento del momento que no quería recordar de nuevo e incomodarme, aparte, increíblemente me hace enojar al planear mi estadía aquí (cosa que me emociona, pero no quita mi enojo) con el doctor, pero ¿quién se creen? Puede ser muy el amor de mi vida, pero no dirigirme la vida, por algo no estoy casada con ese bruto y haciendo lo que papá quería de mi vida; la encaro, ya verá el doctor después, así que estamos en una discusión en la que ya se ve bastante divertida y la tramposa me compra cuando dice:
- Sexy sería si estuviera en su traje de enfermera con algo erótico, pero eso no sería profesional- me recorre con la mirada dejándome toda caliente ¿Cómo pudo hacer eso? Trago saliva
- Se puede solucionar eso- si le gustan los disfraces pues nos disfrazamos
- No…- se pone nerviosa - no sería profesional como dije- ella no dijo sexy enfermero, así que tengo MUCHAS posibilidades
- ¿Vemos una película? – me olvido por completo de mi enojo
- En mi cuarto, si me quedo dormida aquí sería incómodo- uy, volveré a su cuarto
- ¿Dónde me pongo yo? ¿traigo una silla? – recuerdo que a Santiago lo mandó a la sala
- En mi cama- Se lo cantaré a Santiago
- Voy por botana y bebidas, tu escoge la peli- fruta será lo mejor
- Si escojo yo, van a ser documentales- se queja
- Que sea uno de vida de alguien entonces- Me da por completo igual, el chiste es estar con ella y bueno, ahora su cama
Nos acomodamos para ver la película, ella apenas prueba la fruta y la pone en su cómoda, cierra los ojos y se queda dormida; pongo pausa a la película, tomo su fruta y la mía para llevarla al refrigerador, regreso a su lado, la observo dormir, se ve tan tranquila, tan hermosa, me acerco a abrazarla y oler su hermoso cabello y me pierdo con ella, mi último pensamiento es “aunque sea un ratito”.
Escucho ruiditos, abro lentamente los ojos, este no es mi cuarto, la veo y
- ¿Qué hago aquí? - cuestiono
- Te quedaste dormida viendo el documental- seca su cabello, pfft, claro, el documental
- Oh, lo siento- como que no fue “solo un ratito” ¡qué bien dormí! - espero que no te haya molestado- bueno, sé que es territorial
- Solo que no se vuelva a repetir- la veo embobada, yo espero si se repita una y mil veces más- apura que Santi no debe tardar en llegar- ¡ah! ¡es cierto!, así que me levanto y voy a arreglarme, que buen comienzo del día.
¿Qué me pongo? Me puedo poner algo lindo y coqueto, mmmm, pero estará Santiago y… presiento que me va a arruinar todo, ropa fresca supongo, unas lindas y frescas bermudas, una blusita de mangas cortas y unos huarachitos frescos.
Llega Santiago, muy fresco y animado, con una mirada que no dice nada bueno, ellos comienzan a molestarse el uno al otro, veo por la ventana ¿A dónde nos llevará este? Dormí muy rico anoche, ojalá así fueran todos mis amaneceres, bueno, si hay acción mejor; entre mis pensamientos y sus voces escucho.
- Oye, ¿conoces a alguien para compartir depa? – pongo toda mi atención - ya, ya amargada, ¿tu Ania? -
- ¿Para cuándo? – no tenía planeado volver a verlo, pero puede ser mi salida de este embrollo
- Pues, puede ser en esta semana, con quien compartía se casa y apenas me dijo- no está contento- ese egoísta abandonador de amigos
- Yo puedo, si no te molesta compartir con una mujer- aun si él se pone coqueto no pasa nada
- ¿En serio? – parece que le agrada la idea y eso que yo pensaba que no era santo de su devoción
- Aunque no sé si te soportaré- que no se crea importante
- Si, bueno, esos son detalles- minimiza nuestra rivalidad- ahorita que nos bajemos hablamos de eso entonces- Ambar no dice nada, supongo que con esto ya descansa de tenerme en su casa.
Por fin estaciona y bajamos, Santiago se ve demasiado emocionado para unas frutas que comeremos, a lo mejor es que ya tiene compañera de departamento.
- El departamento cuenta con 2 habitaciones- comienza a hablarme en lo que caminamos siguiendo a Ambar- la cocina, sala y comedor son de concepto abierto, un solo baño completo, la renta está en…- me sigue explicando, veo caminar un poco más lento a Ambar hasta que llega a un puesto
- Bien, desde el martes podría mudarme si tu amigo ya no está, solo tengo que conocer el lugar para confirmarte- me ve extrañado
- ¿El martes? ¿Y Ambar? - su tono es preocupado
- El lunes es el último día de cuidado- Ambar pide
- Uy, genial, entonces el martes pasamos por tus cosas, hoy nos desviamos a mi depa para que veas sí, si- expresa muy sonriente, Santiago pide y luego yo.
Santiago y yo vemos como la “clienta” del hotel aparece, Santiago agranda su mirada todo contento, con que esto planeaban, veo a Ambar emocionada haciendo la plática y Santiago conversar con las demás; definitivamente, este es un caso perdido para mí, Ambar jamás me verá de esa forma, así que a superarla.