Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Solo eran 24/4 por Nasky

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

:3 como hay necias XD

Saludos, lindo fin de semana!

El resto del día (con toda la vergüenza de mi ser) hice que Ania estuviera a mi lado, cualquier pretexto o petición era buena cuando la veía con intenciones de no sentarse a mi lado, no sé qué diantres me pasa que quiero su atención, a lo mejor lo que necesito es llamar a mamá y que me haga una visita, seguro eso es lo que tengo, aunque tener a mamá aquí… la última vez que me puse así estuvo bastante intensa, no, mejor así, como está la cosa está bien, Ania es una salvación y me da mi espacio (demasiado para lo que necesito en este instante, por ejemplo, ahorita ya se fue a dormir a su cuarto en vez de quedarse como ayer)

 

 

 

El malévolo despertador suena, con esa melodía suave y relajante que ¡quiero lanzar lejos de mí!, pero como es mi celular no lo hago, solo la apago

-           ¡Odio los análisis! ¡odio las agujas! ¡odio levantarme temprano! - suspiro aun en mi cama y tratando de encender la luz de escritorio- quiero llorar- suspiro- si estuviera bien, seguiría dormida y sin estas molestias de levantarme temprano

Me siento en la cama, suspiro, veo el lugar, vuelvo a suspirar, jugueteo con los pies para ponerme mis pantuflas que andan rebeldes, hasta ellas no quieren ser usadas a estas horas de la madrugada; me pongo de pie y camino, las desgraciadas se salen haciéndome tropezar y gruño

-           Mandaré a que les saquen el relleno- me quejo poniéndomelas y escucho una risita

-           ¿Todo bien? - me pongo roja ¡que oso!

-           Si, solo me tropecé- levanto la cara y la veo salir muy fresca del baño ya bañada

-           Si necesitas ayuda me avisas- comienza a caminar

-           ¿Por qué no me sacas la sangre aquí de una vez? - eso evita ir hasta allá y poder volver a dormir

-           No tengo el material y necesita estar esterilizado- me explica alejándose hasta que cierra la puerta de su cuarto

-           Eso es egoísmo- susurro viendo mis pantuflas de pato azul, suspiro al ver la puerta del baño y saber que no hay más remedio que seguir despierta.

Entro al baño, me veo al espejo, “¡Dios! ¡Me veo horrible!” pienso al darme cuenta de semejantes bolsas debajo de mis ojitos, suspiro, me levanto el saco de pijama y me atoro

-           Pero ¡¿Qué carajos?! - musito peleándome con el

-           Oye ¿todo bien? - alcanzo a escuchar, mientras estoy pensando seriamente en destruir mi pijama y mandar ¡todo a la chingada!

-           ¡No! - digo fuerte, escucho como la puerta se abre lento, la escucho reír un poco conteniéndose

-           ¿Te ayudo? - pregunta, sé que se está aguantando la risa

-           ¡Por favor! - digo irónica

-           Ya, solo levanta las manos- le hago caso, ella también se pelea un poco con la prenda, pero entre zarandeo por fin sale

-           Gra- empiezo molesta, hasta que me doy cuenta que estamos demasiado cerca, su aroma recién bañado y un perfume fresco y ligero llegan a mi nariz y el tono baja- cias

Su respiración es pausada, tranquila, apenas perceptible, sus ojos no dejan los míos, hasta que su alarma suena

-           De nada- se despega nerviosa- apura, se hace tarde- asiento y ella sale rápido cerrando la puerta

Afortunadamente fue el único percance de la pinta mañana

 

-           Ya conoces la rutina- me dice sentándome en la silla y poniéndome la liga- solo necesitas relajarte y escuchar mi voz- hago mueca, ella sonríe juguetona

-           Claro y verte a la cara- argumento sarcástica

-           Si es literal, puedes- modula muy bien la voz debo decir, la veo a los ojos- puedes ver mis ojos, nariz, boca, labios- y como idiota yo sigo la vista al lugar que ella nombra- solo mis ojos- regreso a ellos que me ven tan penetrante, me sonrojo tanto al recordar la vez pasada, ella baja la mirada un poco sonrojada- listo- me guiña el ojo

-           ¿Ya? - asiente feliz, me pone el parche, recordándome los días pasados

-           Espérame para irnos juntas- me sonríe dulce, un dulce diferente que me hace sentir rara

Regresa a donde estoy, me ve extrañada, pone cara de ternura

-           No tenías que esperarme aquí- me pongo de pie incómoda- podías esperarme en la sala de espera

-           La Sra Caro siempre me acompañaba a la salida- murmuro y me daba una paleta, ¡pero eso no se lo voy a decir!

-           Bien, entonces seguiré la tradición- parece feliz, camina a mi lado y me indica el puesto de jugos- ¿le importa que comamos aquí? - le pregunta al de los jugos

-           Mientras consuman mis jugos no- juguetea con ella

-           Entonces un jugo de zanahoria, piña, betabel y naranja y otro verde de favor- de su enorme bolso saca dos sándwiches y un recipiente- es nuestro desayuno, aquí hay fruta, en el camino a la consulta traigo para que comamos algo- asiente satisfecha y yo estoy impactada ¿en qué momento lo hizo?

-           Gra gracias- recibo el jugo y comienzo a comer

 

 

 

-           Ambar despierta- siento su mano en mi hombro- es hora de que te arregles- la veo ya bañada- anda, te ayudo a llegar- abro de golpe los ojos y veo que hay más luz de la que debería, ¡fue solo un sueño!

-           ¡Los análisis! - me escandalizo

-           Ya te los tomé el martes, el doctor ya debe tener los resultados, hoy tienes la consulta- me le quedo viendo perpleja

-           ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? - acaricia mi mejilla

-           Estabas dormida cuando tomé las pruebas, el doctor se las llevó el mismo martes- con su otra mano me toma del brazo y la mano que estaba haciéndome cariños en la mejilla van a mi omóplato- vamos a que te bañes- me jala para sentarme y luego levantarme

-           Me siento bien- trato de quitarle la mano, pero su cara me detiene, está preocupada

-           Te ves más pálida- aprieta la boca- el doctor cambió tu cita para hoy- asiento en lo que me ayuda a llegar al baño- hoy te voy a ayudar con el baño- me advierte y la verdad ni como negarme, me siento más débil que ayer

Me bañó rápido y me atendió gentil, a pesar de que está más cerca la siento más lejos y eso no me gusta, quisiera que bromeara conmigo como en el sueño y a la vez no, no sé qué me pasa.

-           A desayunar- me lleva a la mesa

-           Gracias- me siento como muñeca de trapo

-           No hay de que, hoy solo es fruta- me le quedo viendo

-           Si, a media mañana será más fruta- suspiro, me siento en sus manos

 

-           Mira Ambar- el doctor me ve fijamente, me sentaron en el sillón frente a su escritorio- los análisis solo arrojan resultados pésimos- esto me molesta- así que solo hay de dos- me le quedo viendo, a Ania no la dejó salir- o intentamos la transfusión o directo a quitar el vaso

-           ¿Qué otra opción? - no quiero más piquetes y mucho menos rajadas

-           No hay, si esperemos más tu anemia va a crecer y tú sabes que tus órganos no van a soportar mucho tiempo en buen estado- sí, él va directo al grano

-           Piquete o cortada- el asiente

-           En la transfusión ese mismo día sales, quedamos de estar en observación en donde Ania seguirá cuidándote- Ania abre sus ojos con asombro, este ya se la enjaretó- y esperamos que salga todo bien

-           Aja- le digo irónica

-           Y listo, como nueva- golpea sus muslos con las palmas de sus manos

-           ¿Qué pasa si no funciona? - puede pasar y yo tengo que estar preparada

-           A fuerza quitamos el vaso y rezamos porque todo salga, un mes o dos de recuperación y- lo interrumpo

-           Que maneras de convencer- refunfuño, él sonríe triste

-           Contigo tengo que usar mis tácticas más lindas- me responde el sinvergüenza, volteo a ver a Ania, me ve preocupada, no me gusta que me vea así, es como cuando me caí y estaba más inquieta por mí que por ella

-           La transfusión será, así que baja a todos tus santos para que funcione

-           Perfecto, Talía- llama y entra otra enfermera- entre Ania y tu programen todo para la transfusión es paciente con B+ - la enfermera me observa y me sonríe mientras asiente y escribe en su libreta y Ania la imita en lo último

-           Yo soy B+ - dice Ania, todos la vemos

-           Vean todo eso y si hay que hacerte los estudios me avisas, Talía, revisa todo- las dos asienten y salen del consultorio

-           No la va a dejar ¿o sí? - se me queda viendo ladeando la cabeza

-           ¿Por qué no? - me interroga

-           Se puede sentir mal o que se yo- se ríe

-           Ania tiene una excelente salud Ambar, si yo necesitara sangre se la pediría a ella, pero no es mi tipo de sangre- saca la carcajada- ¿un chocolate?

-           Me lo debes- me pasa el chocolate

-           Tu doctor no se debe de enterar que estás comiendo cochinadas- me advierte- es linda ¿verdad? - me le quedo viendo- no te hagas tonta, Ania es linda

-           No la mandó con ese fin ¿o sí? - si lo creo capaz

-           Na, no estoy para hacerla de cupido

-           Más le vale

-           Pero es guapa- insiste

-           Lo es, si

-           ¿O te gusta más Talía? - ya va a empezar a molestarme

-           Le gustan más las extranjeras- le responde Ania haciéndome pegar un salto

-           Ania, me la vas a desconchinflar más de lo que ya está- el grosero se mofa de mi señalándome con la mano

-           Aquí está todo- Ania está muy seria

-           Que rápida- se sorprende el médico

-           Bien, el sábado hacemos todo, entre más rápido mejor, serán 15 días de vacaciones- lo veo anonadada

-           ¿no es muy rápido? ¿Cómo? ¿Qué? - el miedo me ataca

-           Ese día Ania te llevará al lugar y ahí estará esperando Talía, hacen el proceso y Talía las lleva de regreso al departamento, en la noche se va y se quedan juntas- comenta muy feliz

-           ¿Ania no estará conmigo? - me entra el pánico

-           Sí, todo el tiempo- el doctor está muy tranquilo

-           ¿para que necesito otra enfermera? - no estoy entendiendo

-           Para que las cuide a ambas, Ania te dará un porcentaje de las plaquetas y otra persona que no sabemos quién - la veo y ella me regala una sonrisa que no sé describir

-           No tienes que- ¿la estarán obligando? No puede hacerlo por lástima

-           Lo hago porque quiero, así que déjate de cosas- su mirada es tan penetrante, pero no como siempre, es más seria

-           Por ahora es todo, hay que llevarla a casa y que siga con estas indicaciones Ania- el doctor le da unas recetas

-           ¿más medicina? - este me quiere llenar de pastillas, él se ríe

-           Solo son indicaciones tanto para ti como para ella- sigue riéndose

-           Bien, ¿vamos? - Ania me estira la mano

-           Si, gracias- dejo que me ayude a levantarme y caminar

 

 

Ania

 

Esto no lo tenía previsto, más tiempo con ella, ¡mi corazón no lo va a soportar! se supone que el viernes ya no estaría con ella, pero… no la puedo dejar en este momento y menos con su salud como está, más al comprobar sus análisis, ¿Cómo bajó tanto y tan rápido?

-           El doctor dijo que ya le había pasado con ella, pero una recaída así… -Talía guarda silencio

-           Si, lo sé- nada bueno presagia

-           Entonces…- se me queda viendo- te gusta- me quedo de piedra

-           ¿Qué dices? - recobro la compostura

-           Te propusiste de donante Ania- me dice con voz cansada- toma, esto es lo que pidió, supuse que lo pediría y me adelanté, lo que no tenía contemplado era que tú te ofrecieras en sacrificio- se ríe

-           Serás…-ella no quita su sonrisa de oreja a oreja

-           Supongo que de una vez te saco la muestra para mandarla hacer y corroborar que serás un buen sacrificio para los dioses- suspiro

-           Anda, solo no te cizañes conmigo- sé que su mano no es tan buena

Entramos al departamento, tengo que avisarle a Santiago y hacer lo correspondiente para preparar todo para pasado mañana

-           Ania, no tienes que hacerlo- me dice cabizbaja

-           Lo hago porque quiero, si fuera otra persona también lo haría- noto que se toca el pecho- ¿te duele? - me alarmo

-           No, solo me dio comezón- la veo inquieta y dudativa en lo que la acompaño a su cama

-           ¿Estás bien? - quiero abrazarla, pero necesito marcar mis límites para conmigo

-           Si- responde parda

-           ¿Quieres estar sola? - suspira y ve su cuarto

-           No- me sorprende

-           ¿Quieres ir mejor a la sala? - niega con la cabeza- ¿quieres que veamos una película? - vuelve a negar

-           Creo que quiero dormir- acepto y voy a la puerta- ¿te quedas hasta que me duerma? - volteo a verla sin creer ¿en serio me está preguntando eso?

-           Sí, no hay problema

-           Aunque también lo hagas con el resto de tus pacientes- cierra los ojos

-           Eso no lo haría con los pacientes- musito y honestamente ni dar para la trasfusión, pero ¿Cómo le puedo hacer ver eso y no me diga que no lo haga?

Para mi sorpresa puso la de Blanca nieves en la que ni 15 minutos ya estaba muy dormida abrazando mi brazo, haciendo que una pelea mental me acapare por completo “¿Por qué me quiere tan cerca? Porque se siente mal, tu cuando te sientes mal también quieres que te mimen y honestamente se debe sentir del nabo ahorita, si tú con una gripe los primeros días te tiras a la desgracia, imagina ella como se ha de sentir ahorita” si, pero… esto no ayuda a que pueda tener una separación de ella y no seguir enamorándome

-           ¿Quieres que la cuide yo? - me pregunta Talía- puedo darle un buen servicio- la veo dudosa- al fin se ve linda- la veo con odio

-           ¿linda? - me pica (literalmente) para sacar la muestra

-           Si, linda, así toda tierna de que es imposible no cuidarle- su mirada se posa en mi con una sonrisa traviesa

-           No sabía que te fueran las mujeres- su sonrisa se acrecienta

-           No me gustan, sino ya te hubiera dejado ligarme- ay, esa no la veía venir

-           ¿De qué hablas? - nunca le he dicho mis preferencias, digo, tampoco es un secreto

-           Ay Ania, no soy tonta- gira los ojos- pero por ella lo intento

-           Yo puedo cuidarla muy bien- gruño

-           Eso supuse- se ríe, maldeta

Si, puedo decirle a Talía, tal vez ella pueda cuidarla mejor que yo y así puedo marcar la distancia que es sana, pero… no saber cómo está de primera mano me tendría con el Jesús en la boca y a mí no me van los hombres y mucho menos en la boca. Intento zafarme, pero no me deja.

-           ¿Qué vamos a hacer? - susurro acariciando su lindo y suave cabello, ¿Por qué tiene que ser tan perfecta?

Sedo a la comodidad de su cama y continúo viendo la película en lo que siento como ella se acomoda más a mí, lo que daría por siempre estar así.

 

Termino de cocinar, aproveché un momento en el que Ambar dejó de abrazarme para venir a la cocina a preparar todo y tocan la puerta.

-           ¿Quién? - pregunto asomándome por el ojillo

-           El amor de tu vida- estúpido Santiago

-           Casa equivocada- no le abro

-           Ay, que cruel eres- hace berrinche con manos y pies, su cara toda descompuesta- abres o abro- me acuerdo que tiene llave

-           Pasa- me quito para que entre y voy a la cocina

-           ¿Cómo y en dónde está? - me sigue

-           En su cuarto dormida- se me queda viendo atento- tu deberías estar trabajando

-           Es mi hora de comida- sacude el brazo- ¿y?

-           No irá esta semana, el fin hay que hacerle una trasfusión de plaquetas y en lo que vemos si eso ayuda pues…- su cara de preocupado me hace ser más blanda con el- el doctor mandará cuanto tiempo no podrá ir a trabajar- el asiente

-           ¿A qué hora es la trasfusión? ¿Qué necesita? ¿te quedarás cuidándola? ¿Qué pasara? - me inunda con preguntas

-           Ania me dejaste sola- se escucha la voz llorosa de Ambar y corro hacia ella

-           Solo fui a preparar la comida ¿necesitas algo? - le digo al ras de la puerta

-           Solo no quiero estar sola- se nota que se está ahorrando el puchero

-           Dame solo un momento para traerte la comida ¿sí? - asiente no muy feliz y regreso con Santi que nos observa- ¿Por qué no entras con ella en lo que termino acá? - el niega con la cabeza

-           Mejor al rato que regrese- suspira- ¿tienes documentos para la oficina?

-           Si- voy por ellos y se los entrego

-           Ania- me llama, pero se queda callado- mejor al rato que regrese hablamos- asiento, supongo para ver todo lo del sábado- regreso al rato con la latosa, nos desinfectaremos antes

-           No está para ese extremo- le aclaro

-           Pero no está de más- acepto y él se va

Llevo la comida para Ambar que me ve expectante

-           Tardaste mucho- mi corazón late como loco

-           Se estaba calentando la comida- frunce la nariz- acomódate- le pido amablemente, hace muecas pone los puños cerca de su cadera (cada uno en su respectivo lado) y veo como en cámara lenta se le resbala uno yéndose de lado

-           Ay

-           Lo bueno es que fue del lado donde no estarías en el suelo- resoplo dejando las cosas para irla a ayudar

-           Estoy bien y soy fuerte- se queja, pero se deja ayudar

-           No dije lo contrario- no voy a pelear con ella

-           No me des el avión- me regaña, me le quedo viendo, de verdad las mujeres somos un caso, mis ojos desobedientes bajan a sus labios

-           ¿Entonces que te doy? - regreso mi vista a sus ojos ¿Cuándo me acerqué tanto?

-           La comida- gira la cara con un ligero sonrojo, mi inconsciente sonríe y lo externa

-           Bien, espero te guste- voy por las cosas y se las entrego

-           ¿Lo tuyo? - pregunta nerviosa

-           Aquí- me voy al otro lado de su cama mientras asiente satisfecha

Su celular vibra y ella sonríe leyendo y contestando, solo alcanzo a distinguir la “G”, seguro es la extranjera recordándome que debo marcar la línea entre ella y yo.

 

Después de comer nos quedamos dormidas y horrible es el sonido del timbre, así que abro los ojos lento, lo bueno es que estos no han despertado a Ambar que la tengo acurrucada a en mi (necesito dejar de ponerme en su cama, siempre termino dormida, acurrucada a su lado, haciendo que mis sentimientos no tengan control), me levanto y voy a abrir para encontrarme con Santiago y Andrea

-           Ambar necesita avisarle a su "ental

-           No entiendo- es o se hace

-           Ella no me va a hacer caso, tenerla así de cerca solo me va a lastimar, ya tuve suficiente con Luisa y eso que no fue nada ¿te imaginas como voy a terminar con Ambar? - mi voz sale chillona y el me ve tierno

-           Pues no terminas y ya- tengo ganas de golpearlo mientras él se ríe- yo no la había visto tan mal como hace rato que vine- suspira y vuelve al tono serio pero preocupado- ella no puede sola y dudo que con alguien tenga la confianza- regreso a hacer lo demás

-           Si no me quieres en tu departamento solo tienes que decirlo- mi corazón late rápido, ya tenía todo solucionado

-           No es eso, ya estaba ideando como te enamorarías de todas mis preciosas y geniales características- me hace reír- pero me preocupa ella y mucho- se queda pensativo- aunque Andrea convenza a Ambar que le diga a su mamá… ella no querrá que la señora se quede acá

-           ¿Por qué? ¿tienen problemas familiares? - si es así puedo entenderlo

-           No, más bien…- se ríe- su mamá comienza a sobreprotegerla y sabe que la angustia, por eso no le dice, no quiere preocuparla más de lo que se debe

-           ¡Ania! - escucho el grito de Ambar y voy seguida de Santiago- quítamela de encima- lloriquea, Andrea le está señalando con el dedo

-           La llamas tu o la llamo yo- se enfurruña aquella

-           Ania, dile que estoy bien- me le quedo viendo firme, yo no voy a mentir- bien- gruñe- le diré, pero el domingo- suspira

-           Perfecto- Andrea sonríe victoriosa- sino, ya te dije que me vengo dos días completos a platicarte la historia de mi vida

-           Ya entendí, ya entendí- me causa risa

-           Bueno, regreso a hacer lo que estaba haciendo- me doy la vuelta

-           Espera- me detiene Ambar- ¿no te quedas? - su mirada va de un lugar a otro sin verme a la cara, ellos ponen cara de sorpresa

-           No te va a pasar nada con nosotros, además Ania está preparando tu cena y la de ella- Santiago interviene y me hace seña de que salga- solo te vamos a molestar un poquito- cada vez escucho más tenue la voz de Santiago.

Vivir con ella hace una semana era mi sueño dorado, pero ahora, muero de miedo, un miedo intenso por amarla cada día más y no ser correspondida, simplemente no puedo, creo que ese día le diré a Talía si cambiamos puestos, ya veré en donde quedarme si Santiago no me recibe.

Después de quedar con Santiago sobre el sábado se van (algo tarde) y le llevo la cena a Ambar tomando una silla para mi

-           ¿no te vas a acomodar aquí? - me pregunta inquieta

-           Es que luego me quedo dormida, así me aseguro de que no pase y tú puedas descansar como se debe- le explico, pero al verla a los ojos los veo todos vidriosos, mi corazón se estruja tanto, gira su cara, respira profundo y se queda unas palabras en la boca

-           Quiero comer en la mesa- quita las cosas de su regazo y se destapa- ¡ya estoy cansada de estar aquí!

-           Ambar, no tienes- me detiene con la mano, está tan enojada que su cara lo demuestra

-           Dije que voy a comer en la mesa- se para y da unos pasos a su closet abriendo una puerta y saca un bastón- no quiero comer nunca más aquí- comienza a caminar hacia el comedor de forma tan lenta

-           Ambar, entre más te sobre esfuerces ahorita más gastas lo que puede ayudarte a…- me ve enfurecida

-           Es mi problema al igual que mi salud y como lo resuelvo- espeta

-           ¡Yo te estoy cuidando! estamos preocupados por ti, no puedes simplemente- me toca el pie con el bastón

-           Yo puedo lo que se me da la gana, si ya te cansaste te puedes ir como todos- regresa su recorrido, pero ahora hacia la cocina

-           No me voy a ir, no te voy a dejar- suspiro siguiéndola - ¿Qué haces en la cocina?

-           Claro que te irás- me ve de arriba abajo aun furiosa- por eso inventas cosas como las de hace rato- aprieta la mandíbula, tomo sus manos

-           Como a tu lado, solo ven a descansar por favor- le digo tratando de que mi voz no se corte

-           No- se detiene de la pared tambaleando, la tomo entre mis brazos

-           Por favor- susurro a su oído

-           Solo por esta ocasión, mañana quiero comer en la mesa- la siento más guanga, sin embargo, camina bien hasta el cuarto, aunque apoyada también en mi- esto es muy cansado- suspira

Después de comer recojo las cosas y las llevo a la cocina para lavar y arreglar, al regresar la veo viendo a la puerta

-           ¿Todo bien? - le pregunto, ella asiente

-           ¿Hace frío? - me le quedo viendo

-           No, ¿tienes? - ve alrededor

-           Un poquito, creo que mis pies están fríos- toco sus manos y lo están

-           Mmmm puedo calentarte los pies y las manos- me mira fijamente y me pongo nerviosa

-           ¿Cómo? – pregunta con sus ojos danzantes en mi cara

-           Tus manos con mis manos y tus pies con mis pies- sonríe- pero no me gusta estar en una cama sin pijama

-           Te espero- creo que me doy por vencida, me tiene donde y como quiere, suspiro y me voy a cambiar

Al regreso, la veo que está a nada de quedarse dormida de nuevo

-           Duérmete- ha de tener las energías al 0

-           Con los pies fríos no puedo- apenas se le entiende- acuéstate para que me calientes- se acomoda para darme la espalda

-           ¿Así? - o sea ¿de cucharita?

-           Tengo frío- su voz medio chillona me conmueve toda, me acuesto abrazándola y con ello tomando sus manos para calentarlas mientras ella enreda sus helados pies- eres muy calientita- si no estuvieras enferma…

-           Descansa- suspira asistiendo, le acomodo las cobijas con las que ya estaba tapada y me quedo ahí, oliéndola y sintiéndola

 

 

Ambar

 

Despierto aun sintiéndola, estoy acurrucada a ella, es increíble como calienta esta mujer; siento sus manos a mi alrededor, las sobo y no voy a ocultar mi sonrisa; despego mi mano y tomo mi celular, tengo un mensaje de Giselle en el que me muestra su posible nuevo viaje, se ve linda; siento como mueve sus pies, pero la sigo con los míos, no me quiero despegar de su lado, suspiro, en estos días no quiero que me deje sola, ni siquiera aun cuando vienen a verme o alguien más me busca.

-           Buenos días- saluda con la voz medio pegajosa

-           Buenos días - me giro un poco para verla

-           ¿Le avisarás a tu mamá? - aprieto los labios- ¿puedo saber porque no quieres? - suspiro y me giro totalmente para verle la cara

-           Por esta vez responderé- ella asiente- no quiero preocuparla, desde mis 16 o 17 que me diagnosticaron o tal vez antes- las imágenes se aglomeran- se ha preocupado y mortificado por mi salud- una lágrima traicionera sale de mi ojo derecho y ella lo seca- no quiero

-           Pero tiene derecho a saberlo, tu familia que se preocupa por ti tiene derecho- me abraza sobando mi espalda- es tu mamá y sabes que puedes contar con ella

-           Sí, pero- se acerca a besar mi frente

-           Después de la transfusión y de que te pueda seguir cuidando- su voz serena me da paz en lo que me acurruco- cambiando de tema, Santiago me dijo que ibas a rentar el cuarto- me río, ese soplón

-           ¿Tú me vas a seguir cuidando en lo que vemos si hay cambios? - me despego para preguntarle con mirada suplicante

-           Por eso te comentaba de la renta de cuarto- carraspea la garganta

-           ¿Santiago ya consiguió a alguien más? - le pregunto solo por maldosa, porque bien me imagino lo que hizo Santiago

-           No, solo que…- se queda con las palabras en la boca

-           Puedes estar aquí el tiempo que gustes, ya te había dicho- le recuerdo

-           Pero quiero pagar por mi estadía, por la renta, compartir los demás gastos- suspira

-           Pero tú me cuidas y yo no te pago y hasta me haces de comer- digo

-           Esos son plus de los que soy muy feliz- se sonroja y mi corazón brinca

-           Como a cualquiera de tus pacientes- recuerdo con incomodidad eso, toma mi mejilla

-           Yo no hago ni haría muchas cosas que hago contigo con otro paciente- siento su cara muy cerca de la mía, sus ojos bajan a mis labios y me pongo muy nerviosa, entonces, simplemente se separa- supongo quieres bañarte, así que arriba- se para rápidamente

-           Si, gracias- mi celular vibra con un mensaje de Giselle, lo tomo y veo como Ania se pone seria

-           Me avisas para venir a ayudarte- asiento en lo que se va

 

Giselle: Hola

Yo: Hola

Giselle: ¿Cómo estás? ¿te sientes mejor?

Yo: un poco mejor si, gracias (sonrío)

      Creo que ya va pasando el malestar, ¿tu cómo estás? ¿ya planeando una nueva ruta?

Giselle: si, ya tenemos ruta para este fin de semana, aunque me hubiera gustado que no acompañes (Imposible, pienso para mí)

Yo: alguna otra ocasión será (suspiro, ni levantarme bien puedo)

Giselle: espero termines de mejorar pronto para irnos de viaje ;)

Yo: esperemos que sí, así poder encontrarnos pronto

Giselle: ya verás que si uwu


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).