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La cajita musical de Draco Malfoy por MaruSC94

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-Draco es un Malfoy, raíces de mi sangre- exclamó Lucius con orgullo en sus ojos al ver a su heredero- seguirá mis pasos sin dudarlo, llevando el camino plateado en nuestra familia.

Claro, esas eran las palabras más intensas de un Malfoy, respetar las ideologías de ancestros. Justamente Draco creía que sus padres no tenían la culpa, la sangre pura era más importante que sus sentimientos dirigidos ahora al camino incorrecto. Al final había decidido ocultar y callar para no sufrir y no hacer llorar a sus padres. Sus padres le habían dado la existencia y no tendría que pagar de una manera terrible. Aun así, esos sentimientos los mantendría en lo profundo de su corazón para que sus padres no le dieran golpes en la vida, podría guardar sí, sufrir por no hablar, pero no dejaría de vivir, disfrutaría de esos sentimientos en secreto, daría el cariño a cualquier joven que se le cruzase por el camino, que le cautivara. Con eso no habría problemas.

Mientras creciera sin complicar las cosas guardaría la fuerza por si algún día la vida le dictase a toda voz el camino al amor verdadero ya sea si fuera con un hombre o mujer, su destino sería correspondido.

Se sentó en un árbol donde apoyando su espalda, cerró los ojos, para recordar aquel joven que admiró en tercer año, aquel muchacho de cuarto año que le mostró ese camino nuevo. Un joven apuesto con ojos azules de mar, cabello castaño que brillaba con los rayos del sol que entraba por las grandes ventanas, ese color tan caliente era como una copa dorada provenida de los campeonatos de Quidditch, tan distante había sido el muchacho que ya no lo veía, nunca supo su nombre, solo lo admiró desde lejos sin acercarse a él. Al verlo por primera vez una puerta se abrió de poco a poco, tan dulce, extraña, llamativa, y cuando comprendió hacia donde lo llamaba aparecieron esos sentimientos que crecieron como un árbol pequeño, simplemente lloró, la vergüenza cayó sobre su espíritu, sobre sus creencias, sobre su frío corazón. Empezó por llorar en las noches, esconderse en la cama apretando las almohadas, no quería mirarse al espejo, deseaba apartarse para siempre de sus ojos grises ya que estos hablaban por sí solos como si quisieran contar una historia del futuro. Entonces se distanció de sus amigos pensando que lo dañarían y le quitarán el respeto, pasó días evitando pensar en sus padres, odiándose a sí mismo por fallarles. Sin embargo, mirar aquel joven era como nadar sobre su océano único en su mente, dónde solo encontraba lo dulce de un sueño inalcanzable, e imaginó besar sus labios en la oscuridad, como si fuera un dulce pecado lleno de placer, no sé arrepintió porque ese sentimiento era maravilloso, sería un tesoro que nadie encontraría, nadie jamás. Entonces lo acepto. Nunca más volvería a llorar por amar, nunca más volvería a esconderse por temer. Olvidó aquel joven cuando perdió la copa de Quidditch ante Potter, el odio hacia el Gryffindor se volvió más intenso. Peo su corazón continuaba latiendo con fervor.

Cuando salimos al campo ese día, volé hacia el sector del buscador y tú apareciste en el sector contrario y por primera vez en la vida te vi, tan apuesto, reluciendo con ese equipo rojo, con aquellos ojos verdes brillando por el cielo nublado, el cabello mojado y esa mirada tan concentrada. Por Slytherin, te vi tan varonil que sentí que me habías robado el aliento. Pero ese encanto se fue cuando me ganaste la copa. Te odio tanto… Me ofendí por un momento porque casi rompí ese muro de odio.

Que terrible fue al recordar lo que sentí por ti…. Maldito Potter.

Cerró los ojos y acomodó la cabeza sobre el árbol, tenía tantas ganas de dormir, pero no lo iba a hacer en el bosque, por eso prefería

recordar a ese joven de ojos azules con aquel cabello castaño. Era un dulce. Al instante sintió que sus ojos se relajaban, que había un pequeño contacto en el fondo de su corazón con el recuerdo lejano del joven de ojos azules. No tuvo intención de acercarse a él ya que tenía miedo. A los pocos minutos en los que esa imagen se perdía, se empezó a dormir ya no le importaba el hecho de haberse negado a dormir en el bosque. En fin. Sin embargo, el frío que chocaba con su cuerpo lo despertó después de varios minutos, bostezo y calentó sus manos con el aliento. Miró los árboles y sonrió, no podía creer que hace semanas decía no querer caminar por el bosque, pero ahora estaba tan cambiado que podría disfrutar de eso.

La nostalgia había invadido de nuevo, al recordar a sus padres en aquel momento.

En algún dia tendría que volver a casa, no se animaba a decirle que el profesor Moody lo había transformado en animar ya que no deseaba imaginar la reacción de su padre, posiblemente le diría que era una vergüenza que pasará por semejante humillación.

-Oh- expresó- sintiendo un poco de frío en el cuerpo- qué frío…

De momento no quería regresar al castillo, adentro se sentía tan sofocado, no podía respirar bien y tener a Potter tan presente le era escalofriante. Tenía deseos de darle una paliza para sacar esa ira.

No te atrevas a hacerle nada a Potter, si lo haces el plan se arruinará, prométeme.

Pensó en aquellas palabras de su gran amigo. Había significado tanto eso, que lo empezó a usar como escudo para no correr al Gryffindor, ya que si lo hacía perdería la única cosa para destruir a Potter.

Entonces para sacar esa terrible sensación, pensó nuevamente en aquel joven de ojos azules, tan intensos como las profundidades del océano, en aquella sonrisa curiosa, en la mirada profunda, en su misteriosa voz que nunca escucharía.

-Oh- dijo al instante cerrando sus ojos y sonrió dulcemente- tus ojos son tan bellos…tan bellos mi amor.

Cuando abrió los ojos miró sus manos, notando lo claro de su piel y por primera vez en la vida se sintió tan vacío, como si no tuviera nada realmente, como si todas las cosas que sus padres le habían dado no significaran nada ahora.

Se levantó de inmediato eliminando esa sensación de vacío y miró al árbol donde estaba sentado. Una alegría se estableció al instante, trasladó sus ojos hacia arriba del árbol para contemplar la gran altura de este, casi podía ver su copa, no podía extender la vista hacia sus hojas lejanas, aquellas que no podría tocar nunca al menos que necesitara la magia para hacerlo.

-Inmortal.

Sabía que los árboles seguían vivos después de millones de años, cada árbol gigante tenía su gran historia, de años y siglos.

-La belleza de vivir por millones de años, será como millones de libros.

Lentamente bajó la mirada hacia abajo, contemplando el gran tronco, pero antes de llegar a la parte baja donde estaban las raíces, notó unos ojos verdes que lo miraban detrás de ese árbol.

Se sobresaltó al verlo y reconocerlo. Potter tenía su mirada fija en él, estaba junto al árbol con los brazos abiertos abrazando el tronco, lo había seguido para espiar al Slytherin sin que esté se diera cuenta y estuvo desde antes de que Draco se durmiera.

Malfoy retrocedió al no quitar esa vista sobre el joven. Un escalofrío invadió su cuerpo, y la ira volvió. Tenía ganas de correr hacia él y ahorcarlo.

-¿Desde qué hora esta aquí?- se preguntó respirando profundamente mientras lentamente retrocedía- debes contenerte, debes contenerte- una voz le habló en la cabeza. Ya que estaba a punto de hacerlo- maldita sea.

Tragó saliva mirando hacia otro lado ya que empezó a sentir un temblor en las piernas. Ya no podía más. No podía. Quería correr hacia él, lanzarse sobre el Gryffindor y hacerlo sufrir. Cerró los ojos esperando que cuando lo abriese el joven no estuviera ahí.

Pero Potter, lo miraba sin apartar la vista, observaba la presión en el rubio. Pasaron varios minutos, tan complicados en la vida de los dos, un tiempo lento como si fuera una llegada de atardecer sobre el mar hasta perderse en el completo olvido, era despacio y vacío. No pensó en Potter sino en la naturaleza presente, aroma de la tierra, de los árboles y de la humedad. Pero ese odio al igual que la irá seguían ahí. No había nada que mostrar a Potter, nada interesante. Nada. Así que, convencido de que el miserable ya no estuviera ahí porque en este caso, él ya lo había descubierto y era evidente que al suceder eso el Gryffindor se iría, al menos de que deseara tener problemas graves con el Slytherin. Abrió los ojos suspirando y aceptando una tranquilidad y miró en ese sector. Pero ahí estaba su rival con la mirada sobre él.

-Por Slytherin - susurró mirándolo con impacto - está loco.

Otra vez, otra vez, esa ansiedad sobre su cuerpo, las ganas de descargarse contra él. Era tan sofocante. Se mordió los labios hirviendo de la ira.

No te atrevas a hacerle nada a Potter, si lo haces el plan se arruinará, prométeme.

Las palabras aparecieron al instante como una llamada a esperanza, si pasaban varios minutos ya no podría resistir.

Prométeme…Prométeme…Prométeme…

Esas palabras sonaban en el cerebro como si fueran una voz musical sin sonido ni alegría.

Entonces conteniéndose comenzó a marcharse, mientras se mordía los labios. Simplemente no quería destruir lo poco que tenía. Corrió dejando al Gryffindor detrás que parecía un fantasma al seguirlo con esos ojos verdes tan verdes como esa naturaleza que tanto amaba.

-A la próxima no te salvas Potter.

Potter había quedado tan pensativo cuando escuchó aquellas palabras del Slytherin.

Tus ojos son tan bellos…tan bellos mi amor.

Jamás había visto así a Malfoy, romántico. Le agarró extrañeza por esas palabras.

-¿Malfoy es capaz de enamorarse?- se preguntó sintiendo curiosidad, le sorprendía- no lo puedo creer, Malfoy está enamorado.

Sin tener ganas de perseguirlo, se sentó en el árbol pensativo sobre aquello. No le importaba de quién estaba enamorado sino más bien saber si el corazón seco y frío de Malfoy podría tener sentimientos.

Draco llegó al castillo completamente enfadado, en la entrada se encontró con Crabbe y Goyle.

-¿Dónde estabas Draco? - preguntó Crabbe, dio un paso hacia atrás al notar esa tensión en este.

-Estaba en el bosque- respondió enojado- hasta que apareció ese imbécil.

-¿Quien?

-La pregunta que haces imbécil- reprochó con enojo, mientras que su amigo retrocedía- un poco nervioso por la reacción- ¿eres tonto o te haces? - Ya no aguantó la presencia de estos, entonces pasó por en medio de los dos y siguió apresurando el paso. No pensaba en nada, solo caminaba cruzándose con cualquier chico, no podía sacar esa exaltación, ni siquiera tenía idea a dónde iba, parecía que todo su mundo no existía sin importar que estuviera caminando sobre los pisos del castillo.

Se metió en la biblioteca para el asombro de Granger que lo miró al instante, Malfoy en la biblioteca, la joven leía porque debía encontrar la respuesta para que la Saeta de fuego apareciera en la primera prueba, había tantas horas que consumía en ese lugar.

Pero más estaba extrañada en la forma en como la miró el Slytherin, ni siquiera le hizo un gesto de asco o sonrisa burlona simplemente la miró de reojo con timidez, como si fuera que le tuviera miedo, aunque eso no sería sorpresa ya que últimamente la Granger lo había tenido como gallina desplumada, se podía defender. Solo que el Slytherin siempre que la veía le decía alguna grosería, y ahora parecía muy distante a sus acciones diarias contra ella, ya empezaba a recordar las cosas que le dijo Harry ‘’Draco está muy extraño’’. Pero Malfoy estaba tan cansado de la presencia de todos ellos que sentía un peso en el cuerpo como también en la mente y para no arruinar ese plan prefirió aguantar la presencia de la sangre sucia. Por el otro lado de la biblioteca estaba la menor de los Weasley, Ginevra que leía un libro de humor entretenido, se reía con cada diversión que encontraba en ese libro. Se escuchaba la risa en la biblioteca. Pero Malfoy al sentarse frente y lejos de la Granger no supo reconocer esa voz. La Weasley sabía que Hermione estaba leyendo, pero habia preferido no acercarse ya que Hermione tenía carácter duro cuando no podía encontrar alguna ayuda para su encantamiento.

Tener a Malfoy ahí en ese espacio no le era de gran ayuda. Más verlo así, tan extraño, raro, pero el Slytherin no le importó agarró un libro. Se tocó el cabello cuando lo abrió, sintiendo los ojos de su rival sobre sí. Pero debía contenerse si quería hacer sufrir a Potter. Hasta pensó en que actuar de esa manera tal vez daría sospecha a la Gryffindor, pero es que ser el de siempre ya lo agotaba, más ahora que no podía más. Y si, Granger ya sospechaba de su actuar, algo que Harry tenía razón, hasta vio la palidez no normal en el rostro de Draco, los ojos hinchados, parecía enfermo. Pero sin importarle continúo con la lectura.

Los minutos pasaron, la risa de Weasley se escuchaba desde entre esos caminos. Draco no sabía quién era y ni tenía intenciones de saberlo, solo continúo con la lectura acostumbrándose a la presencia de Granger que de a poco lo miraba de reojo con algo de alerta defensiva sobre ella.

Estaba tan raro.

Después de varios minutos más. Llegaron Crabbe y Goyle que ignorando la presencia de la Granger miraron directamente a Malfoy.

-Draco, te estábamos buscando.

El joven no respondió.

-Blaise y Pansy quieres que vayan, estaban hablando sobre… algo en…la sala, pero no quisieron contar vamos.

La risa de Weasley se escuchó nuevamente algo que llamó la atención de Crabbe quien camino para ver de dónde provenía la risa, encontrando a Wesley reírse. Crabbe frunció el ceño con una sonrisa divertida y volvió hacia Draco.

-¿Estás bien?-preguntó Goyle.

-Si.

En ese momento llegó Potter que miró a Malfoy pero caminó hacia Hermione.

-¿Dónde estabas?- preguntó ella en voz baja para que Malfoy no la escuchara, estaba un poco enojada- te fuiste al baño y parece que te mudaste ahí. Tanto que demoraste en regresar.

-Ah- no sabía qué responder porque estaba pensativo en lo que había escuchado de Malfoy- estaba caminando.

-No te vayas, necesito tu ayuda. No puedo sola- lo miró fijamente con esa mirada inquisidora, como si no le creyera esa respuesta.

-¿Viste cómo está?- preguntó Harry moviendo un poco la cabeza hacia el lugar donde estaba Malfoy.

-No quiero hablar de él, ahora que estoy cansada de buscar y tenerlo cerca me es más pesado.

-¿Pero lo ves cómo está?, sus ojos, su rostro, su boca, su cabello. Está muy distinto.

Su amiga no tenía importancia en esto. Para ella Malfoy seguía siendo el mismo.

-Si me di cuenta.

-¿Y qué opinas?

Lo que ellos hablaban no se escuchaba para la parte de dónde estaba Malfoy ya que lo hacían con la voz baja, eran precavidos en casi todo desde que salió el apellido y nombre del Gryffindor en el cáliz de fuego.

-No me importa lo que opine.

Respondió, aunque si le parecía curioso ese aspecto de Malfoy, no tenía ganas de hablar sobre aquello.

-¿Pero qué opinas? - preguntó Harry sin dejar de insistir. Estaba ansioso por averiguar que tenía el Slytherin.

-Harry…-arrastró las palabras ya cansada de eso- por favor, necesito seguir con esto. Me preocupa lo que te pueda pasar en la primera prueba.

-sí, pero es que…

-Harry, por favor, no quiero gritarte aquí delante de él.

-¿Qué?- preguntó un poco distraído ya que pensaba en lo que escuchó en el bosque.

-Qué si sigues hablando de él, te he hechizare. Y no me importa si él está aquí- no le decía en serio, una pequeña sonrisa aparecía sobre su rostro, pero estaba tan cansada.

-Aja- exclamó distraído en sus pensamientos- no creo que pase eso…porque… tengo que estar sano…para el torneo.

-No lo haría, no quiero que hables de él.

-Entiendo.

-Entonces no hables de él.

-No lo haré.

-Bien…toma ese libro.

Harry sin dejar de pensar en eso tomó el libro sin verlo.

-Sabes lo que escuche de Malfoy, él dijo: oh amor…tus ojos son bellos- lo dijo sin expresar las palabras exactas como lo había escuchado realmente, su vos sonó en un susurro acercando la voz hacia ella.

-¡¿Qué?!- preguntó impactada por lo que escuchó- ¿Tú estabas cerca de él?...no puedo creer lo que estás diciendo

-No..yo..yo…yo.

-Tan bien que estaba, pero es insoportable este lugar con la presencia de esta sangre sucia- decía Draco mientras se iba. No miró a ninguno de los dos. Pero Harry y Hermione si lo escucharon hasta lo miraron irse. Después Harry miró a Hermione.

-¿Y tú dices que está extraño?-preguntó enojada por la petulancia del rubio- sigue siendo el mismo odioso de siempre. Patético y arrogante- exclamó con los ojos llenos de ira, mirando por el lugar de donde se había ido Malfoy.

Hermione no olvidó aquello salido de la boca de Harry antes de escuchar las palabrotas del Slytherin, pero estaba tan preocupada por ese torneo que prefirió preguntarle después. Harry había decidido por su parte no hablar del tema ya que había notado lo exaltada que estaba su amiga. Así que se sentó para ayudarla.

oOo0oOoOoOoO

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El domingo desde que comenzó iba pasando lentamente. Un día lleno de aburrimiento para Draco. Estaba distante de sus amigos, ya que había notado algo raro en Blaise y Pansy, ambos lo miraban de una manera rara, como si lo investigarán a través de esos ojos, tenía que caminar por los pasillos solo, y esquivar las miradas inquisidoras de Potter, cuando se encontraba con él en el comedor o en otro sector. Las pocas conversaciones que tenía con sus amigos eran serías y no había tanto diálogo, notaba la timidez de Blaise y Pansy. Eso sí, hablaban muy poco sobre el plan, eso era porque cuando Draco les preguntaba algo, ellos si le contestaban, pero rápidamente cambiaban de tema. En cuanto a Potter, él y Granger ya se habían puesto de acuerdo con que pasarían el día con los libros tratando de perfeccionar un hechizo que haría aparecer la saeta sobre la primera prueba, la joven había olvidado por completo sobre aquello que dijo Harry y este también.

Después de la cena, en el que Draco tuvo que meterse en la biblioteca para distraerse un poco, aguantando la presencia de la Granger y aquellos ojos verdes que lo miraban mientras dos minutos pasaban. La existencia le era insoportable. Potter estaba tan curioso en él, demasiado intrigante y a pesar de que él rubio si lo notó prefirió ignorarlo en cada momento. Algo fue más llamativo en el Gryffindor.

Después de pasadas varias horas, empezó a caminar para irse de la biblioteca de la biblioteca, obviamente seguido por aquellos ojos verdes.

-¿Dónde vas?- preguntó Hermione a Harry.

-he, he yo- no podía decir nada ya que esta lo miraba muy seriamente. Esa mirada era atemorizante- estaba por… caminar para descansar un rato.

-Siéntate entonces, no salgas - exclamó la joven señalando el banco- estas muy raro.

Harry sabiendo que no iba a librarse para nada de Hermione, se quedó.

Draco pasó una hora en el bosque, sentado oyendo el viento fresco y tranquilo ya que nadie lo había seguido. Así pasó hasta que decidió volver a su casa para hablar sobre el plan.

Entró a la sala privada, vio a Pansy y Blaise sentados. Estos al verlo se pusieron un poco nerviosos.

-No saben lo harto y cansado que estoy de ese Gryffindor, me pudre ya- expresó mientras se sacaba el saco- toda la hora mirándome.

Blaise suspiró profundamente debido al cansancio y Draco cuando se sentó en el sillón lo notó.

-Seguramente creerá que estás planeando algo - aseguró Pansy.

-No sé qué tiene en su maldita cabeza, pero me cansa.

-¿Será que sospecha de algo?, no hemos hablado sobre el plan afuera.

-No lo creo, ese no tiene cabeza para leer con la mente- explicó Blaise poniéndose de pie para sentarse en el sillón que estaba en frente de Draco- ¿tú qué piensas Draco?

-No me importa lo que piense - contestó al instante ya que deseaba hablar del plan- ¿Encontraron a la persona adecuada?

Cuando Blaise oyó esto tragó un respiro delante de él para suspirar profundamente. Había que hablar, si, debía hacerlo.

-Uyyy- exclamó Pansy acercándose a ellos.

Blaise no habló por varios minutos quería prepararse para la reacción del rubio.

Draco se ponía nervioso, muy ansioso, ya no veía la hora de darle vida a ese oscuro plan.

Blaise lo miró y también estaba nervioso con aquellos ojos sobre él.

-Por slytherin.

-¿Y?- preguntó- ¿Hay alguien?

-Sí, pero te lo digo de ahora- exclamó mirándolo fijamente- no será fácil- negaba con la cabeza.

-Por favor Blaise, es algo sencillo, hay que enamorar a Potter y romperle el corazón nada más.

-Entiendo- expresó sintiéndose más animado al hablar- pero Draco no sé trata de enamorar y romper, se debe hacer con el tiempo para que el efecto sea fatal.

-Aja-

-La persona debe besar a Potter, decirles cosas lindas, tocarlo algo que sería un poco complicado. Y muchas cosas más- decía desanimado ya que la cosa no sería nada fácil.

-¿Y quién sabe?, tal vez deba tener sexo con él - dijo Pansy sonrientemente olvidándose de la discusión que había tenido con Blaise ayer.

Blaise quedó pensativo con eso, no sabía si eso podría suceder. Ni siquiera lo imaginaba. Hasta se impactaba con solo imaginarlo.

-Eso sería asqueroso- dijo Draco- pero será un gran sacrificio.

Blaise cerró los ojos renegando de la situación.

-Pero es así realmente - dijo Blaise mirándolo - si quieres un dolor potente. Talvez la persona tenga que hacer eso para…enamorarlo aún más.

-¿Entonces quién es? Ojalá pudiera escoger o buscar a alguien, pero estoy tan de mal humor que no me da para buscar.

-Ya te dijimos, yo y Pansy ya sabemos quién es, pero no es nada fácil. Ya lo estoy viendo.

-Pero Blaise, solo se necesita una persona potente e inolvidable- siguió hablando en voz alta debido a la impaciencia en su mente- alguien que le dé vuelta al mundo para siempre.

-Oh sí- exclamó Blaise abriendo y sonriendo burlonamente- y que le vuelva loco que no pueda dormir. Que le quite la confianza para siempre.

-Sí, eso sí- dijo sin siquiera sonreír- en fin, no es complicado. Además, si la saben quién es, díganme. Ya quiero saber.

-Tú lo pediste amigo- exclamó el moreno- quieres una persona que tenga un veneno grande, que lo odie para que no nos traicione y sobre todo que lo haga sin pedir nada a cambio.

-Pues sí.

-Estamos con la persona indicada porque no hará falta preocuparnos en la confianza ni por darle nada a cambio. Tenemos al indicado.

Draco asentó con la cabeza. Por fin sus amigos lo habían encontrado.

-Bien, bien, bien- exclamó sonriendo mostrando un brillo en sus ojos- ¿Quién es?, ya quiero saberlo. ¿Me lo dirás?

-Si- respondió sonriendo.

-Pero no será fácil- expreso Pansy.

-Nada fácil- Sostuvo Blaise.

-¿Y quién es?- preguntó- ¡quiero saberlo!

No dijeron nada al instante, estaban tratando de contener la tranquilidad porque sabían que no sería fácil después de hablar.

Draco se ponía más insoportable, no le gustaba el suspenso.

-Por favor Blaise, no quiero empezar a gritar.

-No tienes que hacerlo. Mira tú lo pediste una persona potente. Ya lo tenemos.

-¿Y quién es?- preguntó levantando la voz- ¡¿Quién es?!, ¿Quién es?

-Eres tú Draco.

En ese momento sintió que su corazón quería salir por la boca, un fuerte calor se le metió en la garganta, parecía como si se hubiera caído a un vacío y estuviera flotando, sin decir nada se llevo la mano al pecho, sus ojos se abrieron para mirar a sus amigos con alto susto, la boca se le abría mientras se ponía de pie. Se tocó el corazón al sentir esa una presión dolorosa, ya empezaba a sentir un mareo.

-¿Voy a sufrir un ataque?- se preguntó sintiendo que su cuerpo parecía elevarse, su corazón se aceleraba- no otra vez no.

Blaise empezaba a preocuparse, era algo que sabía que podía pasar.

Draco sin decir nada y mirando a Blaise asustado comenzó a retroceder lentamente.

Tenía miedo de que sus amigos se hubieran vuelto locos o que tal vez estos no sean sus amigos, creyó que supuestamente alguien se infiltró en la casa para hacerse pasar por Blaise y Pansy con esa intención de burlarse de él. Pero era todo lo contrario, sus amigos estaban ahí sanos y cuerdos

-Ay, ay, ay- exclamó impactado sin sacarse la mano del pecho retrocediendo aún más- yo-yo creo…que ustedes sufrieron algo afuera- exclamó con una voz de dolor- no-no puedo creer lo que es-están di-di-ciendo.

-Basta ya Draco- dijo Blaise.

-¡No puedo creer lo que están diciendo!- gritó- ¡Ustedes no son mis amigos!

-¡Deja de decir estupideces, estamos hablando en serio!

-¡No, no, no, no, esto no está pasando!- balbuceaba mientras se tocaba la frente porque no podía ver bien.

-Draco, somos tus amigos, estamos contigo - expresó Pansy acercándose lentamente a él.

El joven retrocedió más. No podía creerlo.

Se sentía como si estuviera en una dimensión desconocida.

-No, no, no es verdad…ustedes talvez…talvez- les señaló con el dedo- sufrieron algo terrible afuera, ¡les hechizaron!

-Claro que no, nadie nos hizo nada.

-¡No!,¡no! ¡no!- se negaba a creer- ¡algo les pasó afuera!, ¡supuestamente les largaron una maldición de locura!, ¡por Slytherin!- meneó negativamente la cabeza- ¡esto es algo loco!, ¡loco!.

-¡No es así Draco, no nos pasó nada!- gritó Blaise levantándose- ¡estamos bien, somos normales.!

-¡No! ¡No es verdad, algo les hicieron afuera!- seguía gritando y se ponía colorado, la desesperación se empezaba a hacer presente- seguramente esa maldita sangre sucia les hizo algo.!

-Por favor Draco..

-¡Están locos! ¡ esa sangre sucia les maldijo el cerebro!

-¡No!,¡estamos bien!.

-¡Algo malo les pasó, no puedo creer lo que acaban de decir! - gritó tocándose la cabeza desesperadamente.

-¡Ya basta!,¡deja de decir locuras!

-¡No estoy diciendo locuras pero ustedes sí!

-¡Aceptaste este plan!, ¡las cosas salieron así!, ¿qué más quieres? ¡Tú eres el indicado idiota!.

-¡No, no, no, hay algo raro en ustedes! ,¡Supuestamente esa sangre sucia les hizo algo malo! ¡yo lo presiento! - comenzó a llorar- esa maldita sangre sucia está en la biblioteca toda la hora ahí, algo les hizo. Maldita loca. Maldita sea.

-Draco- exclamó Pansy - no es verdad, esa presumida no nos hizo nada malo.

-¡Pero es que ustedes están locos!, ¡locos!- se llevó la mano a la frente ya que sentía un terrible mareo, corrió hacia el sillón para sostenerse antes de irse de bruces.

-Otra vez no- se quejó Blaise.

-¡Draco, relájate!.

-¡Pero todo está mal! ¡miren lo que están diciendo! no entiendo qué les pasó, primero soy yo y después us-tedes..oh. Por Slytherin, por slytherin…

-¡Ya basta! - gritó el moreno mirándolo con enojo - ¡Ya empezaste a delirar de nuevo, yo ya no puedo con esto! ¡ya no puedo más!

-Pero es que es asqueroso lo que dijeron, muy asqueroso- todo le daba vueltas y cayó hacia el sillón- oh por Slytherin.

-Draco- exclamó Pansy. Corrió hacia él para acomodarlo rápidamente.

-¡Mírate!- grito Blaise sintiendo el calor en el cuerpo-¡otra vez estás mal! ¡otra vez estás empezando a decir tonterías!, ¡si no te tranquilizas no hablaremos más sobre este tema! ¡Nunca más!, ¡el plan se cancela!

-No,no,no,no,no, eso no- musitaba con los ojos cerrados- estoy mal. No lo puedo creer.

-Relájate ya, ahora. Rayos - exclamó Blaise tocándose el cuello para no estar más nervioso de lo que estaba.

-Draco, respira, yo estoy contigo, no me hicieron nada..no te preocupes.

-Esto es como una pesadilla- dijo respirando ansiosamente- no-no- estoy despierto, siento que estoy en una pesadilla.

-Por Slytherin

-Estás despierto Draco. Todo es real.

Pero para Draco no era real, nada real, con lo que había escuchado había quedado tan impactado que pensó en haber caído en una pesadilla asquerosa y horrible, hasta tenía miedo de que sus amigos se hayan vuelto locos, si eso era así, estaría solo. Otra vez veía que el plan no estaba tomando el camino indicado y ya se sentía agotado por esperar otro tiempo más.

¿Era verdad? ¿realmente había escuchado eso?. Si, lo había escuchado.

No podía procesar del todo rápido, estaba demasiado confuso.

-Relájate, esto ya es el colmo, ni siquiera se puede hablar contigo si entras en delirio al instante.

-Yo no estoy loco Blaise- explicó mirándolo- pero tú pareces que sí.

-¿A si?, ¿y porque crees que estoy así?- preguntó mientras se sentaba para mirarlo con demasiada atención- todas estas semanas estuviste loco Draco, lo siento pero es verdad.

-Qué malo eres.

-¡No lo soy, te estoy diciendo la pura verdad, estás obsesionado con Potter.!

Pansy se sentó a su lado y comenzó a hacerle masajes en las manos.

-No es verdad- continuaba Draco negándose a escuchar a su amigo- yo no estoy loco, no estoy loco.

-No me importa si lo niegas, yo no soy un hombre malo como para decirte cosas hirientes- exclamaba sacándose el buzo negro- pero si tengo que decir la verdad…lo siento Draco… Lo siento mucho, pero tú no estás bien.

-Claro, lo decís tranquilo porque no es tu problema.

-No sé trata de quién sea el problema sino de que tú eres mi amigo y no me gusta verte así- dijo colocando el buzo en el sillón.

-¡¿Cuántas veces debo decirte que Potter es el culpable de todo esto?- gritó- ¡no estoy loco!.

-Y por eso estamos haciendo esto. Para que tú locura desaparezca.

-¡Te estoy diciendo que no estoy loco!

-Oh por Slytherin - exclamó Blaise llevándose las manos a la frente que terrible.

-No lo puedo creer Blaise, no puedo creer lo que estás diciendo.

-¡Draco ya está!, ¿sabes? tú ganas no quieres que te diga esto de locura, pues no lo haré.

Pasaron varios minutos en los que Draco se acariciaba la garganta ya que estaba nervioso.

-¿Porque crees que yo sería capaz de hacer algo…así…tan asqueroso?- preguntó mirándolo con repugnancia.

-Eres su rival mortal - comenzó Blaise- ustedes son leyendas desde el primer momento en que se enfrentaron por primera vez ese día en el tren. Es así- continúo- son como dos guerreros dragones que pelean entre sí, luchan a sangre, no les importa nada, ustedes solo se destruyen cómo el choque de mundos. Todos los conocen, saben sobre su enemistad.

Draco no decía nada solo miraba atentamente al moreno.

-No pueden vivir sin odiarse, existen para eso, se conocen tanto que si pasan los años, en un futuro cada uno se recordará- dejó de hablar para estirar la piernas - pero todo eso tiene que llegar a un límite, alguien de los dos debe ganar. Y tú eres el indicado para hacer eso. El hombre que debe enamorar su corazón, debilitarlo, endulzarlo.

-Creo que te estás volviendo loco Blaise- dijo Draco- no cabe duda que alguien te hizo daño afuera.

-Muy alejado de la realidad estaría si alguien me hubiera lastimado, no diría estás cosas- explicó Blaise empanizado a enojarse.

-¿En serio? Yo no estaría tan seguro, tú no dirías cualquier cosa.

-Te voy a ser sincero Draco, si querías una persona así tan cruel, capacitada para hacer eso, te tengo a ti, vuelvo a decirlo, tú eres el indicado. Mírate.

-Blaise tiene razón, si Potter se enamora de ti y le rompas el corazón nunca se olvidará.

Pero el joven negaba la cabeza y no podía creer lo que decían.

-Ustedes no están diciendo algo normal. No son mis amigos.

-Yo estoy cansando de todo Draco. Harto. Me estoy volviendo loco.

-Pero no es mi culpa - dijo en voz alta- es Potter él responsable de todo esto. Me estoy cansando de que digan que yo estoy loco porque no es así.

Se quedaron callados por varios segundos, Blaise no sabía qué decir, sinceramente ya no podía mas, si, el plan estaba poniéndose muy difícil.

-Si lo vemos de esta manera, Potter y tú son jóvenes, podes jugar con los sentimientos de una manera increíble, es fácil de entender, él te odia, pero si tú le das un beso, le cambiarás su mundo en un segundo.

-Eso no podría pasar nunca Blaise- dijo Draco asegurándose de que aquello jamás pasaría- él me odia, nos odiamos. Ni yo tendría la capacidad de darle un beso.

-Pero no sé trata de tener capacidad sino más bien hacerlo solo para lastimarlo. Tu eres muy cruel con Potter, lo destruirás.

-Sí, le tocaras el punto débil caería, él tiene un corazón ingenuo.

-Así es, le darás el primer impacto y su corazón quedará quieto, sensible, al principio todo será confundido y tendrá temor, se sentirá extraño, pero de poco en poco lo irás acercando.

-¡Yo no podría hacerlo!- gritó Draco- ¡Solo un loco como tú podes pretender algo como esto!

-¡Basta! - gritó también - ¡Ya no quiero que me llames así!.

-¡Pero entonces qué tengo que decir?!, ¡lo que estás diciendo es una locura ¡- Draco estaba desesperado, se ponía más colorado y ya sentía que no podía respirar.

-¡Mírate! ¡Eres su enemigo, pero si le cambias la vida nunca te olvidarás! ¡Además eres bisexual.¡

Lo dicho al último impactó a Draco quien abrió los ojos del asombro.

-Pero…¿qué tiene que ver eso?

-Pues que lo harías más fácilmente, podes tocar a un hombre…,

-Por Slytherin Blaise- negaba con la cabeza tocando su garganta mientras lagrimeaba- Es impactante lo que estás diciendo.

-Mira mi caso, soy heterosexual no podría tocar a Potter, no podría…pero tú… si puedes Draco.

-Por Slytherin - exclamó Draco inclinando la cabeza para tocar su nuca- esto es todo asqueroso.

-pero a ti, te gustan los hombres- dijo Pansy.

-Claro que me encantan los hombres, podría hacerlo con cualquiera, pero con Potter…yo lo odio.

-Míralo cómo quieras- exclamo Blaise- si lo enamoras se volverá débil ante ti… y mira cuando él sufra bastante será horrible, porque se enamoró de la persona que menos pensó, que nunca se le cruzó por la mente. Nunca te olvidará.

-De verdad has perdido la cabeza Blaise- insistió Draco mirándolo muy enfadado - te has vuelto. ¡Loco!

-¡La próxima vez que vuelvas a decir loco, te daré una paliza!- gritó Blaise desafiando mientras se ponía de pie.

-No te atrevas a tocar a Draco- gritó Pansy.

-¡Pero es que sigue diciendo locuras,! ! míralo como se pone! ¡Atorrante, infeliz!

-¡Es imposible, que yo pueda hacer eso!, ¡él es Potter!, no importa si soy bisexual, me daría asco tocar su cara, hasta besar su maldita boca… ¡Es Potter!, yo puedo besar a otro chico que no sea mi enemigo, hasta tendría sexo con alguien que a mí me gusta…pero Potter…por favor…él es mi enemigo- exclamaba mientras Blaise caminaba de aquí para allá con las manos en la cintura y lo miraba lleno de ira- ¡lo odio, lo detesto!.

-¡¿Pero quién te dijo que lo debes hacerlo en serio?!, ¡no tienes que enamorarte de él imbécil!- gritaba mientras su garganta estallaba de dolor al gritar- ¡Todo esto es falso idiota, no vas a salir con en el realmente!. Nunca lo amarás, así como son enemigos, si te conviertes en su amante jamás te olvidará siempre se acordará de aquel enemigo terrible que una vez le rompió el corazón.

-Así es, Potter es débil ante eso, tú le puedes hacer de todo.

-Eso es increíble - expresó Draco- ya lo tenían pensado desde antes, son unos traidores, no lo puedo creer.

-Nadie te traicionó- explicó Blaise- soy sincero contigo, eres tú la persona para hacer esto. O es eso o te haces ver. Tú decides- dijo seriamente.

-¿De qué mierdas estás hablando ahora?- preguntó lleno de ira.

-De tu mentalidad Draco, elijes hacer esto o te vas a un Psicomago a curarte. Tú decides.

-¡Eres un canalla Blaise, un terrible canalla!- expresó mientras caminaba hacia él- !¡Yo no estoy loco!

-Si lo estás Draco, no estás bien, si vamos a hacer esto para lastimar a Potter, yo lo que espero es que mejores tu juicio después de esto- exclamó Blaise tristemente conteniendo sus llantos.

-¡Ya te dije que no estoy loco ! -Gritó Draco avanzando hacia él- ¡No estoy loco, imbécil!.

-¡No Draco!- gritó Pansy sosteniéndolo del brazo para evitar que el joven se acercará a Blaise- ¡no es momento de pelear! ¡Potter no vale la pena como para que ustedes discutan por él.!

-¡Eres un inconsciente Draco¡ ,¡un completo inconsciente!

-¿Y tú qué eres?- preguntó Draco- ¿que pareces con las cosas que estás diciendo.?

En ese momento la puerta se abrió y entraron Crabbe y Goyle.

-Suficiente- expresó Pansy- ya es tarde para seguir discutiendo, Draco tranquilízate y tú Blaise también.

Draco completamente nervioso y ansioso sintiendo que en cualquier momento se iría de bruces al suelo, se sentó para respirar y controlar los nervios. Blaise por su parte se desabrochó los primeros botones de la camisa, ya que necesitaba refrescarse.

-¿Qué pasó?- preguntó Goyle mirándolos a todos- hay una tensión muy grande aquí.

-Ya sabe- dijo Blaise bajando la vos- él ya sabe de lo que hablamos ayer. ,

Goyle miró al joven y asentó con la cabeza, Draco al escuchar eso lo miró muy enojado.

-¿Ustedes ya lo sabían?- preguntó- ¡Malditos traidores!.

-Pues, estoy de acuerdo con Blaise- exclamó Crabbe sinceramente - tú eres el indicado.

Draco meneó la cabeza, no deseaba hacer algo así, se sentía lleno de ira, no solo por Potter sino por sus amigos.

-Descansa, respira- le pidió Pansy.

El joven al escuchar su voz la miró de repente.

-Talvez tu Pansy - comenzó Draco con la voz baja porque los nervios le secaban la garganta- tal vez tú podrías hacerlo.

-¿En serio?- preguntó sorprendida y asqueada- yo no soy tan fuerte como tú, no podría…

Draco cerró los ojos de agotamiento, esto sí que era una terrible pesadilla. A los pocos segundos Pansy le dio un vaso con agua.

-¿Draco ayer estuvo en la biblioteca?- preguntó Blaise un poco preocupado.

-Si- contestó Crabbe- y ahí estaba la sangre sucia, el cara rajada y la Wesley riendo mientras leía un libro.

-¿La menor de los Weasley?

-Así, es yo la vi, sonreía a leer.

-Una tonta como los otros- exclamó Pansy con desprecio - no se puede esperar nada de ella.

-Tan joven- expresó Blaise mirando tristemente a Draco que sentando en el sillón muy nervioso se tocaba el pecho mientras bebía el agua- ella sí sabe disfrutar las cosas bellas de la vida, vive en paz.

-Por favor Blaise- exclamó Pansy - deja de decir estupideces.

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Only love can hurt like this
Your kisses burn into my skin
Only love can hurt like this

Only Love Can Hurt Like This-Paloma Faith


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