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La cajita musical de Draco Malfoy por MaruSC94

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Capítulo 6 

Sol de esperanza

Mi alma se refleja con una pequeña muestra de soledad que se establece en el otoño melancólico y vacío, esto es un paisaje autoritario sobre mi corazón, no tengo cura para poder sanar las heridas de mi pasado, y sobre esas rocas secas se va perdiendo mis momentos contigo.

La otra pequeña parte se caracteriza con una primavera lejana, sufrida y maravillosa, solo está esperando el momento de una libertad, romper las cadenas, llevarme hacia la magnífica felicidad. Todo esto lejano y distante es una nueva vida. 

 

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Pasado

 

Al día siguiente las cosas de poco en poco comenzaron a cambiar para Draco desde que se dio cuenta que todos los alumnos de la escuela odiaban a Potter, eso por fin había alegrado su día. 

 

-Al fin se dieron cuenta de las intenciones de esa cara rajada- comentó mientras tomaba el desayuno en el salón del gran comedor.

 

Era cierto, sus amigos ya le habían contado. Muchos chicos estaban enojados con los resultados del torneo y sobre todo con Potter. Draco sentía que el sol había salido sobre su vida, notaba el color de las cosas y el deseo de comer, su orgullo regresaba. Eso era lo que tanto había esperado y justamente después de subir por las escaleras y empezar a desayunar se sintió mucho mejor ya no estaban presentes esos nervios en su cuerpo.

 

-Draco tienes razón- comentó Blaise- Potter solo quiere la gloria para él solo, espero que falle en ese torneo y termine mal, lamento si no te creía al principio. 

 

-Es más ridículo de lo que pensé - añadió Draco sin tener el deseo de mirar a la mesa de Gryffindor ya que Potter no estaba ahí - se hace la víctima, es un sucio tramposo. 

 

-Sí, me di cuenta ayer cuando gritaron su nombre se levantó sorprendido - dijo mientras tomaba leche de su vaso- cómo si no lo hubiera hecho, que tramposo.

 

- ¿Y qué se puede esperar? es un farsante que busca atención, tenía que hacerse la víctima, claro- dijo estas palabras mientras acomodaba su cabello para después tomar una galleta dulce y llevársela a la boca- espero con ansias que termine muy mal.

 

-Pero ahora te veo más tranquilo- dijo Blaise mirándolo fijamente- porque ayer estabas muy…

 

-No digas nada de lo que pasó ayer Blaise-  intervino el joven rubio levantando la voz - nadie debe saber, ni mucho menos ahora que estoy empezando a recuperar mi fuerza. 

 

-No te preocupes que de estos labios no saldrá nada- aseguró mientras comía una galleta- yo quiero que recuperes tu fuerza para ir contra el tramposo de Potter. 

 

-Eso es lo que más quiero, ahora debo pensar en otra cosa para volver a ser el mismo de antes- expreso acariciando la barbilla- no entiendo cómo no lo expulsaron, hizo trampa- añadió haciendo gestos de odio- estoy seguro que algunos de esos viejos lo están cubriendo, siempre fue así- exclamo dando un golpe a la mesa con su puño ocasionando un sobresalto en Blaise- pero ahora todos lo odian y yo aprovecharé la situación. 

 

-Y no serás el único, muchos lo harán así que…

 

-pero yo soy su rival principal Blaise- comentó sin apartar los ojos de él - el veneno potente. Ya verás. 

 

-Estoy tan enfadado, no entiendo cómo lo hizo - se cuestionó mirando a unos chicos que entraban en el salón- no entiendo la verdad. 

 

-tiene al director de su lado, a la sangre sucia que es muy atrevida para todo- aclaró-y no sabemos quién más. En fin. 

 

-Aun así, en lo que se metió no es algo fácil- dijo Blaise muy seriamente- creo que está vez Potter está loco. 

 

-Su locura lo llevará a la muerte y él ni cuenta se dará. Ya quiero ver su cara del susto cuando vea la primera fase.

 

- ¿Están seguros que puso su nombre en la copa? - preguntó Crabbe intrigado por lo sucedido.

 

-Es Potter - dijo Draco mirando a su amigo rodeándolo con los ojos- obvio que lo hizo. 

 

-Yo creo que alguien lo quiere ver muerto- supuso el joven extrañado.

 

- ¿Estás diciendo que alguien puso su nombre para mandarlo al matadero? - preguntó el moreno estando intrigado también. 

 

-Yo creo que sí- respondió Crabbe sin ninguna preocupación por el Gryffindor.

 

-También puede haber pasado eso- pensó Draco con voz baja- ¿Pero por qué? 

 

-Supuestamente para que lo maten. 

 

-Entonces hay otra persona que tampoco lo quiere Draco, no eres él único que busca eso- dijo Blaise dando importancia a lo último - en fin, no es nuestro problema.

 

-La escuela debe estar en peligro también - exclamó Crabbe mirando a uno y al otro- puede haber infiltrados aquí, talvez los Mortífagos.

 

Eso hizo poner un poco nervioso a Draco pues sabía que sus padres fueron Mortífagos del señor tenebroso en el pasado, pero eso ya había cambiado, tragó saliva cuando pensó en ese ser temible, aun así no podía negar que si se sentirá un poco feliz con el regreso imposible de Voldemort pues era el único que podría eliminar a Potter y limpiar la sangre. No sintió ninguna lástima por el Gryffindor ya sea en el caso de si fue una trampa o no, simplemente no le importada; su odio le rebasaba el límite de la mente. 

 

-Potter no vale nada como para que la escuela esté en peligro tan grave a causa de él- dijo Blaise masajeando su nuca- si lo tienen que matar lo habrían hecho a ese tiempo. 

 

-Pero todos los Mortífagos saben que el señor tenebroso cayo a causa de Potter- explicó Crabbe- ellos pueden hacer venganza.

 

-No hablemos de eso, además paso muchos años desde la caída del señor tenebroso- apresuró Draco sintiendo un calor sobre su cuerpo- no creo que sea venganza, por mi parte quien lo haya hecho tiene buenas intenciones; para mí, Potter puede morirse ahí. Desgraciado - expresó con un tono de ira al final. 

 

- ¿Estás nervioso? - preguntó Crabbe observando el color rojo sobre el rostro de Draco- ¿Te da miedo el señor tenebroso? - ya empezaba a sonreír por la sorpresa que le había dado su amigo. 

 

- ¡Claro que no! - gritó Draco sin demorar en responder- ¡No tengo miedo a nada! 

 

-Baja la vos - le reprochó Blaise al instante - ¡Ya cálmate! 

 

-Ya sería el colmo que le tengas miedo a Potter - cuestionó Crabbe mirándolo atentamente. 

 

Eso ya era suficiente y muy humillante porque en verdad no tenía ningún miedo al Grryffindor por ahora, siempre se sintió más fuerte y poderoso que él pero debía aceptar difícilmente que en sus momentos de desesperación de la otra semana se había sentido tan débil que por un momento le temió a Potter, en el hecho de no poder sacar la fuerza para sobrepasar al Gryffindor y había sido terrible esa gran debilidad que lo sacaba de todo el orgullo Mafoy, pero ahora ya se sentía fuerte y sabía que Potter no era nadie comparado con él, se sentía mejor persona, un excelente mago, con muchas oportunidades en la vida, se alegró al pensar que Potter jamás tendría su amistad ni su respeto. 

 

-Por favor Crabbe - expresó Draco arrastrando su voz sobre las palabras- estás hablando de alguien que es insignificante para mí vida. No le tengo miedo. 

 

-Se nota - dijo Crabbe sin creerle- pero bien pendiente de él estás. 

 

-Pendiente sí porque me molesta que esté aquí, lo quiero lejos- aclaró Draco sintiendo más odio en su corazón - pero no le tengo miedo. Eso nunca. 

 

-Pero para que seamos sinceros- comenzó Crabbe - ¿porque estás asustado que Potter esté en el campeonato de los tres magos?

 

-No es por miedo Crabbe- se apresuró para responder y explicar que no era miedo de lo que sentía sino ira- Potter es un tramposo, solo quiere fama, que todos estén encima de él ¿y quieres que te expliqué más?, ahora estará triste por ahí, simulando ser una víctima como no tiene a nadie en su casa pues debe hacer algo para ser alguien. 

Pero en el fondo de su corazón Draco tenía miedo de que Potter ganara la copa de los tres magos y este temor era ignorado por su mente.

 

-De seguro te debe tener envidia. 

 

-¿Envidia?- preguntó Draco en su cabeza, pues era la segunda vez que pensó en eso hace mucho también lo había hecho- ¿será que Potter me tiene envidia?- pero no estaba seguro, más bien Potter era rebelde ante él, parecía que no tenía intenciones de parecerse a su rival, lo veía como un chico que solo buscaba ser alguien famoso- pero Potter es consciente que nunca será como yo, lo sabe, no puede envidiarme porque nunca obtendrá nada de lo que yo tengo- pero le parecía llamativo esa palabra y un poco inquietante - aun así capaz que me tenga envidia, el muy infeliz , un punto más para levantar mi orgullo contra él. 

 

Sus amigos lo vieron quedarse pensativo, entonces si había algo que reconocer en ellos era que Draco si estaba obsesionado con Potter y la cosa iba empeorando. 

 

-Pero no importa lo que ese sujeto sienta, tu eres mejor persona y más siendo sangre pura- exclamó Crabbe trayendo a Draco de su pensamiento - ahora puedes observar el odio que sus amigos le tienen al tramposo, ya todos saben lo lagartija que es. 

 

-Por cierto, Draco- dijo Blaise para cambiar de tema- ¿Porque le llamaste cajita musical a la bola de cristal? 

 

Pero Draco estaba pensativo en esa palabra " envidia" y sobre si Potter buscaba algo para ser como él. Si ese era el caso podría vanagloriarse aún más contra el Gryffindor mostrando lo superior que era, pero reconocía que ya había burlado su miseria hasta con sus amigos, entonces tal vez no tenía nada que mostrar, pero aun así se motivó a seguir demostrando que continuaría siendo mejor que ellos. 

 

-Draco - lo llamó su amigo. 

 

- ¿Qué dijiste? -  le preguntó sin importarle que su amigo se sintiera un poco desinteresado en repetir la pregunta.

 

- ¿Por qué le llamas cajita musical a la bola de cristal? 

 

-Me gusta llamarla así- respondió si más, muy fácilmente. 

 

-pues, parece como una cajita musical por la música, pero es una bola de cristal realmente- cuestionó Blaise.

 

-Pero yo la llamo como quiero- contradijo el rubio molesto y levantando la voz. 

 

-De acuerdo Draco, son tus cosas- exclamó esquivando la mirada hacia otro lado para respirar profundamente.

 

Al instante Draco se levantó de la mesa sin decir nada y salió del gran comedor, mientras caminaba ya sentía sobre su pecho esos nervios que le atacaban, todo era debido a Harry Potter pero también se debía a esas preguntas que sus amigos le habían hecho, si le tenía un poco de miedo a Potter, algo que lo inquietaba mucho aún más el hecho de no quererlo aceptar, que difícil era enfrentar esa situación y pensar que un solo chico como Potter tan común podría debilitarlo, le era terrible. Tenía miedo a Voldemort, sin embargo, cualquiera lo podría tener, así que no se sintió tan extraño por sentir eso. La siguiente palabra volvió a surgirle: envidia, no quiso sacar la posibilidad de que tal vez el Gryffindor le tenga envidia y había razones para sentirlo, era un chico huérfano sin hogar,  a estas alturas ya era insignificante pensar que este le tuviera envidia porque eso no se notaba, además en ese instante se dijo a si mismo que Potter había conseguido hacer "buenos amigos" algo que no demostraba tener envidia de él ya que el Gryffindor no presumia, se espantó al reconocer que había dicho "" buenos amigos" y que Potter no presumía, se sintió extrañado sobre todo cuando dijo en su cabeza " Potter tiene una vida aquí y es feliz con ella" y de repente desde el fondo de su mente le saltó un clip de pensamiento que parecía querer saltarle a su realidad " Potter si es capaz de todo, no es un persona que tiene envidia, simplemente es Harry Potter" y fue tan potente que no quería pensar en aquello porque le hacía temblar las piernas, así que de inmediato lo borró de su mente como haciendo un clip apagando la luz a la verdad, pero en ese momento vino a la cabeza esa vez que Potter hizo un Expecto Patronum en sus ojos, logrando espantarlos cuando estos estaban disfrazados de dementores, sintió que se quedó sin aliento al tener ese recuerdo, algo que hizo que su corazón diera un brinco de nervios dentro de su pecho y otra vez vino ese clip del fondo de su cabeza "Potter si es un buen mago" eso sí que había sido espantoso , tan caliente y fuerte que no podía tolerarlo, entonces negando con la cabeza lo ignoró para no pensar en eso y quedarse con la idea de que Potter era un holgazán, tramposo que solo buscaba la atención, decidió guardar esa palabra envidia dentro de una caja del olvido porque lo ponía muy nervioso. 

 

-Draco está obsesionado con Potter - afrontó Crabbe sintiendo pena de reconocer. 

 

-Sí, Crabbe, antes era normal que Draco le dijera cosas a Potter, pero seguía con su vida sin embargo ahora…

 

-Está muy pendiente de él. Qué vergüenza, Potter no merece nada de nuestro tiempo.

 

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Podía sentir por primera vez esa tristeza que siempre había invadido su vida en la niñez ahora en este preciso momento dentro de la escuela como si la misma lo hubiera buscado, era infeliz en la casa de sus tíos con los maltratos y abusos de su primo, pero la escuela era el hogar en verdad dónde se sentía bien: un ser humano como los demás a pesar de que él peligro y riesgo lo acechaban casi siempre, habían personas que lo querían y amaban, hasta aquellos que darían su vida por él aunque eso no lo pidiera, por otro lado también estaban las humillaciones de aquellos que no lo querían, y podía sufrir un poco el bullying pero el orgullo de tener a sus amigos lo hacían levantar la frente para no caer rendido ante esos ataques, sabia que era un chico fuerte y un excelente mago, todo eso era gracias a Hogwarts, él pertenecía aquí. Pero… ahora ya no sentía esa felicidad ,notaba a las personas que lo odiaban sin justificación alguna, se preguntaba dónde había quedado el hogar de la amistad, confianza y seguridad, al parecer todo había desaparecido en una noche y estaba atemorizado por qué alguien lo quería ver muerto. Después de llorar en la mañana ahora solo quedaba pensar y ver cómo podía seguir así, tratar de afrontar la triste situación de la pérdida de un amigo, Ron que ya no lo hablaba ni miraba. Aquello que lo motivaba a seguir era Sirius, hasta deseaba irse lejos con él y de una vez ser feliz, sin importar el torneo, Hogwarts y la magia, era tan joven, inocente que se sentía como una pequeña hoja marchita que cualquiera podría desintegrar en su mano. 

 

-Oh Sirius, si tanto lo estuvieras aquí conmigo- pensó y limpiaba sus anteojos- estoy tan solo. 

 

Era lo único que podía pedir: estar a su lado, también necesitaba un abrazo, apoyo y un hombro para llorar. Se encontraba sentado debajo de un árbol mientras el aire le era muy fresco para su cuerpo. No tenía tanta ropa solo una remera y un saco abierto que le dejaba descubierto el cuello, por lo menos sentía calor en sus piernas debido al pantalón vaquero.

Un joven rubio de ojos grises lo miraba detrás de un árbol bastante intrigado, no sé percataba de que el Gryffindor estaba triste solo se convencía en que este tenía un mal humor por el odio que recibía de la escuela. 

 

-supuestamente le salió mal la jugada- pensó Draco sonriendo- querías atención y admiración, pero todos te odian, ahora ya saben de qué eres un sucio tramposo.

 

Disfrutó de tan solo verlo así: abandonado con la pena en la cara; pensó en que podría hacerle pasar un mal momento ahora pero no quiso, necesitaba observar más la debilidad del Grryffindor, notar que ese odio de parte de muchos iba a ser temporal, tal vez lo haría después de una semana, aunque ya no aguantaba quedarse callado pero se sentía tranquilo ya que los nervios no habían vuelto. 

 

Potter se preguntó porque Malfoy no estaba tan atento a sus acciones o cerca de él, antes lo veía rondar a su lado y decirle algo humillante, pero lo había notado tan distante, no se le cruzó por la cabeza que el Slytherin estuviera cambiando a ser otra persona, eso jamás. Sabía quién era Malfoy. Tampoco necesitaba las burlas del rubio, no las extrañaba, pero estaba intrigado porque el Slytherin parecía ya no querer molestarlo y más ahora. Potter reconocía que estaba en una situación muy difícil, pero se preguntaba dónde estaba Malfoy. 

 

-En fin, cosas de tiempos - supuso mientras se sonaba la nariz, algo que fue un poco asqueroso para el rubio que lo observa sin mover un músculo. 

 

Malfoy se centró en mirar sus manos tan pequeñas que eran diferentes a las suyas, Potter parecía un niño, más con esos ojos verdes brillosos que tenía una mirada triste, miró su cuello desabrigado, su cabello desordenado, para él ese cabello era horrible, no había nada lindo en Potter. El joven Gryffindor suspiró mirando hacia el árbol y observar las hojas para tratar de distraerse, Malfoy miraba todos los movimientos que hacía, preguntando en qué estaba pensando, porque le era tan importante las hojas de los árboles, quería saber que sentía y mucho más. 

 

Otra vez comenzó a sentir esos nervios llegar en su cuerpo y también la irá, tenía tantas ganas de correr hacia Potter y apretar su cuello, golpearlo con el árbol, arrancarle los cabellos, lastimar su boca, herir sus ojos con los pulgares de sus dedos y escucharlo gritar de dolor; tantas cosas en su mente que lo volvía loco, no podía más, quería sacar esa ira dentro de su alma, empezó a respirar profundamente para contenerse; se decía que Potter no valía la pena para hacer eso. A los pocos minutos se sentó sobre ese árbol sin hacer ruido, no quería que Potter se diera cuenta que estaba ahí, cerró sus ojos y apoyó la espalda en el tronco algo que le hizo muy bien.

 

Dos días después leía el Profeta una publicación sobre los campeones del torneo dónde salía Harry Potter, esto enfureció a Draco quien apretaba las hojas con las yemas de los dedos para no tener que romper el papel; la fama del Gryffindor crecía de poco en poco. En la noticia solo hablaban de Potter, apenas eran mencionados los campeones de Beauxbatons y de Durmstrang, se enojó mucho más al no encontrar el nombre de Cedric Diggory ahí. Cerró con violencia el diario y se lo aventó a Blaise en la cara quien se lo miro de repente cuando recibió el golpe en el rostro. 

 

-Y después se enojan porque yo me quejo - habló mientras se desprendía la camisa para respirar un poco, estaba enfurecido- son todos unos malditos traidores. 

 

- ¿A quién estás diciendo malditos traidores? - preguntó Blaise en voz alta, ya empezaba a enojarse él también.

 

-A ustedes, porque siempre están defendiendo a ese Gryffindor- respondió Draco. 

 

- ¿Quién lo defiende? - preguntó más molesto y sobre todo sorprendido- ¿De qué rayos estás hablando? 

 

-Mira todo lo que dicen de él, yo tenía razón y nadie me hizo caso- se quejó señalando con desprecio el periódico que había quedado en la mesa sobre la taza de Blaise.

 

-No me importa para nada de lo que digan de él, solo me importa las cosas delirantes que dices tú ahora en este preciso momento- exclamó Blaise sin apartar los ojos del rubio. 

 

-Dicen que él busca llamar la atención, lo que yo siempre dije- no respondió precisamente a lo que Blaise le preocupaba - solo hablaron de él - exclamó con irá en su voz - Ya no lo aguanto, esto ya es el colmo. 

 

-para mí lo que me es el colmo son las cosas que dijiste sobre nosotros, ninguno te ha traicionado- le explicó mientras tomaba el diario y lo hacía a un lado- no entiendo porque nos llamaste traidores. 

 

-porque no quieren que le dé su merecido - afirmó tratando de contener las lágrimas que querían salir, estaba muy cansado.

 

- ¿Y para que termines mal si le haces algún daño? - preguntó Blaise- por mi Potter puede irse al estómago de algún dragón, pero vos…- expresó con más intensidad - no tienes por qué perder tu vida haciendo daño a ese idiota. 

 

-No entiendes- se quejó levantándose de la mesa.

 

-si entiendo- afirmó Blaise- entiendo que estás obsesionado con ese Potter. 

 

No dijo nada, solo caminó por el gran corredor rápidamente, se sacó la capa y se metió de inmediato en el baño dónde miró al espejo, estaba furioso, quería golpear el cristal para sentir un poco el dolor pero no podía, comprendía que ni así sacaría esa bronca, al verse por el espejo notaba que había adelgazado en tan solo pocas semanas desde que entró a Hogwarts, todo era debido a Potter, el cansancio, los nervios, esa falta de comer, lo estaban debilitando, abrió el grifo y colocó sus manos sobre el agua fresca que caía, era refrescante, necesitaba relajarse; de inmediato entró la persona que menos quería ver, Potter, este al verlo no se movió, solo lo miró extrañado y Malfoy ya sabía su presencia porque reconocía la figura a través de sus ojos sin siquiera poner su vista fija en él, suspiró para no tener que correr hacia su rival y haciéndose de valor lo miró, ambos se miraron por varios segundos que parecieron eternos, no había temor en Potter ni compasión, el aspecto del Slytherin era diferente, lucía muy pálido, por su parte Malfoy al mirarlo se ruborizo, esos ojos verdes eran muy intensos, por primera vez había observado con atención esos ojos, comprendió para mal sabor sobre su aliento que la mirada de Potter y sus ojos combinaban, pero sintiendo que su cuerpo comenzaba a temblar debido a la rivalidad en Potter, sacó sus manos del agua y abandonó el lugar mirando de reojo al Gryffindor cuando paso por su lado, quien no dijo nada. Potter esperó alguna burla venida por parte del rubio, pero se sorprendió al solo obtener una mirada de ignorancia con desprecio y agradeció que las cosas se dieran así ya que si Malfoy le hubiera dicho algo iba a ser la caída de su cuerpo hasta derrumbarse sobre el suelo y llorar. Potter sufría de dolor y ya no podía mas.

 

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Draco esperó dos semanas para ver cómo iba la ruta de Potter siendo el más despreciado de todos, solía caminar con Pansy por los pasillos del colegio observando con atención las habladurías de los alumnos y escuchaba las opiniones duras hacia Potter quien hasta esas alturas tenía mala popularidad. La distancia de Potter era muy notable sobre todo los nervios y preocupaciones por aquello que se acercaba, toda su desgracia servía como el alimento de Malfoy. En esos días se había dado el tiempo para relajarse y así logró hacer las tareas de las clases, se centró también en la maldición imperius comenzando a alimentarse para poder resistir a esa maldición en su cuerpo cuando el profesor decida aplicarla sobre él. Justamente no le llevó mucho tiempo en darse cuenta que Potter ya no hablaba con Weasley en el gran comedor, el Gryffindor estaba muy lejos del pelirrojo, comía manteniendo una mirada que no cruzara con su amigo, se lo veía triste, eso demostró que su amistad estaba rota, en cuanto a Granger no había conversaciones tan seguidas. Esto era algo maravilloso para Malfoy, ver a Potter destruyéndose en su propio ambiente era complaciente, pero no pudo negar que se sentía más feliz porque este estaba solo y lejos de sus amigos, justamente se horrorizó al tener esa extraña necesidad de hablarle y acercarse, pero de manera diferente.

 

-Qué horror - susurró en su cuarto mirando hacia la ventana, disfrutando los sonidos relámpagos que caían debido a la lluvia.

 

Y fue ese orgullo Malfoy que lo motivó a sonreír, cuando se levantó al día siguiente, desayunó junto con sus amigos sin nombrar al Gryffindor manteniendo esa sonrisa libre de problemas, haciendo que sus amigos le conversaran alegremente mostrando unos brillos en cada sonrisa. Malfoy estaba feliz, sí, feliz, pero de la desgracia ajena. 

 

Junto a sus amigos llegaron a la clase de defensas contra las artes oscuras conversando de cualquier cosa. Blaise ya estaba más amigable todavía porque su amigo tenía un buen ánimo. El Gryffindor busco su lugar distante del pelirrojo. Cuando se sentaron, Draco recordó el día en que había visto a Potter: solo sentado en aquel árbol; al verlo observar las hojas le pareció extraño, se preguntó qué tan importante sería es vista hacia las hojas de un árbol. Para él, Potter le era un fenómeno, alguien que no debía tener nada, ni del mundo mago ni de los muggles, simplemente el joven no valía la pena y esa palabra por fin había entendido, sabía que Potter no tenía defensas fuertes contra él y mucho menos ahora, entonces se levantó dispuesto a recuperarse del todo, quería mostrarle a Potter que todavía seguía ahí, hizo a un lado el pupitre y miró al Gryffindor sin temor alguno, con la frente en alto. 

 

- ¿Por qué estás tan tenso Potter? - preguntó con esa misma rebeldía en su voz haciendo que el Gryffindor volteara a verlo de inmediato, estaba sorprendido de que él rubio le hablara después de haber pasado muchos días sin dirigirle un insulto- Mi padre y yo hicimos una gran apuesta…

 

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Quisiera que exista aquella primavera en mi vida, pero quiero tenerte a mi lado, sin embargo, tu no estas, entonces mi primavera está perdida, talvez es mi ignorancia de no reconocer que aquella primavera ya no existe, la perdí hace muchos años.

Esa primavera eran tus ojos verde llenos de miel, tu dulce sonrisa, tus lindas palabras, tus abrazos, tus besos; yo estoy perdido, derrumbado y solo en este gran invierno seco y eterno.

 

 


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