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La cajita musical de Draco Malfoy por MaruSC94

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Notas del capitulo:

¿No me esperaban? Aqui nuevo capitulo

 

 

Sobre los recuerdos pueden nacer la primavera, la luz de la esperanza…la libertad anhelada. 

Déjame soñar una vez más, sobre esos ojos verdes esmeralda, sobre la caricia de la lejana mañana, sobre el abrazo infinito acompañado por el magnífico atardecer. 

Déjame ser feliz en la distancia. 

 

___________________________________

 

Pasado 

 Sin pensarlo se dio la vuelta con mucha bronca y valentía, ahí estaba Potter, mirándolo con sus ojos llenos de enojo. Draco estuvo a punto de hablar, pero el Gryffindor se le adelantó. 

 - ¡Eres una rata cobarde Malfoy! -exclamó Potter con odio - ¡Una rata inmunda!

 -¡Cállate infeliz!- se le dirigió a él para atacar, pero Blaise lo detuvo- ¡Cállate!.

 Potter notó que Draco no lo miraba con odio sino con tristeza, debilidad y desesperación.

 - ¡Cállate tú hurón asqueroso, vienes aquí a culpar a otros! ¿por qué no te haces cargo de tus responsabilidades? - continúo Potter caminando hacia él con mirada desafiante - ¡Cobarde eres, eres un cobarde!

 -Maldita seas Potter - exclamó Draco mientras sus ojos brillaban de lágrimas, trataba de liberarse de Blaise para correr hacia Potter- ¡Cómo me reviento de la ira! ¡Tan solo quiero…tan solo…

 - ¡Basta ya Draco! - gritó Blaise, jalándolo desde el brazo para alejarlo de Potter

 

- ¡Retrocede rata cobarde! - insistió Potter- ¡no te acerques a mí! ¡No te acerques a mí!

 -No aguanto más Potter, te lo digo en serio, no puedo más- esa voz salió quebrante, parecía que quería estallar en lágrimas- no puedo…más.

 Sus ojos brillaban de tristeza, ambos se miraban con furia, como si tuvieran un volcán a punto de estallar sobre sus pechos. 

 -Vamos, vamos-exclamó Blaise sin soltar a Draco - ya basta. 

 Ninguno dijo nada después.

 El Gryffindor completamente furioso caminó hacia el comedor mientras que Draco se liberaba de las manos de Blaise mirándolo con enojo.

 - ¡Suéltame ya Blaise! - gritó exasperado - ¡Suéltame ya!

 - ¡Cálmate! - gritó su amigo- ¡cálmate por favor!

 - ¿Qué pasó Draco? - preguntó Pansy saliendo del comedor después de notar que estos no entraban.

 - ¡¿Qué pasó?!- repitió fastidiado con esos ojos grises profundos - Lo que me faltaba…ese Potter asqueroso desafiándome.

 -maldito mestizo - dijo Pansy negando con la cabeza

 -¡Y vos me pides que me calme cuando ya no puedo más!- sollozó gritando mirando a Blaise.

 -Es que te pones así, tan…tan…

-No me digas como debo actuar con ese imbécil - reprochó.

 De inmediato Draco comenzó a caminar yéndose directo hacia las mazmorras. 

 -Tenemos que ir al comedor - dijo Blaise, siguiéndolo- tienes que comer algo. 

 -Vete a la mierda Blaise - se quejó el joven rubio notando que la irá comenzaba a ponerlo nervioso de nuevo- eres un completo idiota. 

 - ¿Por qué te la agarras conmigo, ah? - preguntó enojado también - estoy tratando de evitar que cometas una locura y tú no entiendes.

 -Todos se pueden ir al infierno…no me importa- añadió sin detenerse creyendo que todo su mundo se acababa lentamente- vos y ese imbécil…se pueden ir bien lejos. 

 -Ya basta- solicitó Blaise sintiéndose irritado por esas palabras- ya basta, ya basta- pues ya no le gustaba esa actitud.

 Pero el joven no respondió, estaba enfurecido, cansado, había perdido las ganas de comer; Blaise por su parte reconoció que era necesario evitar que Draco se acercase a Potter, pues el rubio era más grande y tan solo un paso más, el Slytherin podría mandar al quinto infierno al Gryffindor. 

 Al caminar por las mazmorras, Draco profirió un grito terrible que se escuchó en todo el pasillo, varios chicos en la sala principal lo oyeron. El joven ya no podía más, se sentó en el suelo para llorar, pero sentía tanta bronca que liberar el llanto sería como una derrota ante Potter. Blaise le tocó el hombro para que se tranquilice.

 - ¡No me toques tarado! - se levantó rápidamente y lo miró con rabia- vos y ese idiota de seguro son amigos 

 Blaise al escuchar esto quedó tan impactado que de repente se le abrieron los ojos. 

 -Oye Malfoy, no me ofendas - apresuró a contradecir- eso es asqueroso…terrible.

 -vete al diablo- continúo corriendo- ¡Malditos sean todos!

 -Yo no puedo creer lo que estás diciendo.

 Cuando entró en la sala principal, tiró la mesa a un lado ocasionando un terrible ruido cuando esta se estrelló en el suelo; los chicos que estaban sentados corrieron asustados. El joven rubio gritando maldiciones comenzó a correr.

 Blaise y Pansy lo siguieron preocupados porque el joven había entrado otra vez en un estado de crisis nerviosa. 

 Draco corría desesperado por el pasillo mientras todos lo veían, el joven rubio al entrar en la sala privada comenzó a tirar todo lo que había en su paso, pateó la mesita que estaba en medio de los dos sillones, después golpeó el sillón y pegó la lámpara que había ahí. Sin embargo, al instante se tiró sobre el sillón para comenzar a llorar. 

 -No puedes ser Pansy- reprochó Blaise- no puede seguir así. 

 -ya…ya… tenemos que ayudarlo. 

 Cuando entraron en la sala privada vieron a Draco acostado en el sofá llorando desconsoladamente; mientras que la mesita estaba boca abajo, la bandeja tirada al suelo con las tazas rotas. El rubio había tirado todo por querer sacar la ira que tenía en su interior. 

 -te odio Potter, te odio Potter - musitó mientras se llevaba las manos a la boca - te odio, te odio... te odio.

 La sensación era completamente triste. Una caída abrupta tuvo su espíritu al reconocer que jamás podría olvidar lo que vivió ayer y aún más, esa debilidad ante Potter le hacía estremecer su corazón en una melancolía instantánea, Potter era su rival y este lo estaba debilitando. Ahora más que nadie quería llorar, poder sacar ese nudo que le apretaba su pecho, pero al hacerlo no podía desahogarse, la tristeza era más fuerte. 

Se sentía como una hormiga pequeña en medio de tantos insectos grandes que lo observaban para burlarse de él, reírse, asustarlo, hacerle estremecer. Todo era verdadero. Más lejano que una simple broma que podía terminar bien, simplemente esos chicos lo odiaban de verdad y estaban disfrutando verlo así. Lo más triste era que eso no iba a cambiar nunca por siempre lo recordarán cómo el hurón.

Estaba más enfadado al pensar en que Potter lo había visto todo y no solamente eso, sino que él profesor había defendido a su rival. Era espantoso recordar aquello.

 -Draco- dijo Blaise acercándose a él- ya no llores

 -sal de aquí maldito traidor - exclamó sollozando mirándolo con rabia- traidor, traidor, traidor- continúo mientras se golpeaba las rodillas con las manos - traidor…traidor…traidor.

 -¡Cállate, yo no te traicione!- gritó Blaise defendiéndose y acercándose a él- yo no soy su amigo. 

 -¡Fuera de aquí perro!- siguió Draco, mientras sus lágrimas caían- ¡Fuera de aquí!

 -¡Cálmate! en serio te digo- pidió Blaise retrocediendo hacia atrás- ¡cálmate!

 ¡Fuera! - el rubio no quería dejar de gritar - ¡fuera!

 -Draco estás mal, debes tranquilizarte- solicitó Pansy mirándolo con mucha preocupación - por favor te lo pido.

 Pero el joven no paraba de llorar, se llevó las manos al rostro para taparse la cara, sentía vergüenza con tan solo derramar los llantos. 

 Blaise, con las manos en la cintura lo veía como caía en la desolación, quedó impactado por las cosas que decía, esto era una prueba de que Malfoy estaba entrando en un delirio completamente fuerte, no podía creer lo que Draco creía hasta le dolía porque él no era amigo de Potter.

Pansy acercándose a Draco se sentó en el mismo sofá y sin decir nada le sacó los zapatos, pensó que así él joven no tendría tanto calor. 

 -Ya no llores, te debilitas mucho- pidió Pansy mientras colocaba los calzados en el suelo y no dejaba de mirarlo- debes comer. Olvídate de Potter.

 -no puedo creer las cosas que dice- dijo Blaise todavía extrañado por lo que sucedía- esto ya no es normal.

 -¡Fuera de aquí!- gritó Draco con las manos en el rostro- ¡fuera! 

-Ya basta- exclamó Pansy- él no te traicionó- explicó la joven con esa voz apenada- jamás lo haría.

 Pero su dolor le hacía creer en otra cosa, y así seguía llorando. Sus amigos lo miraban sorprendidos, Draco estaba muy mal y ahora era evidente que no se lo podía ayudar. Notaron que el joven comenzó a temblar. Este se llevó la mano al pecho ya que sentía ese dolor muy intenso, tenía tantas ganas de gritar, pero lo que más quería era dañar a Potter, tan solo así tal vez podría sentirse mejor. 

Recordó todo lo que había pasado hace varios minutos, las palabras del Gryffindor eran hirientes más que aquellas burlas, su rival lo estaba venciendo.

 -¡No, no, no, no!- volvió de nuevo a gritar sintiendo ya la desesperación sobre su cuerpo- ¡No puede ser!- golpeó fuertemente los bordes del sillón ocasionando que Pansy se levantara asustada- ¡te odio Potter!, ¡te odio!,¡ te odio!- lo gritó a los cuatro vientos, quería liberarse- ¡te odio!, ¡te odio! ¡te odio!

 Se desabrochó rápidamente la camisa al sentir que ya no podía respirar y volvió a llevarse las manos a la cabeza para gritar y llorar por la ansiedad.

 -¡Voy a buscar ayuda!- gritó Blaise viendo que Draco entraba en una crisis de pánico muy severa.

 -si hazlo ahora.

 -¡Fuera de aquí maldito!- chilló Draco tirándole un zapato que Blaise lo esquivo cuando llegó a la puerta - ¡fuera de aquí, traidor a la sangre pura!,¡fuera de aquí!.

 -¡Oye ya basta idiota!- se quejó mirándolo con odio, ya estaba cansado. 

 -¡Vete de aquí te dije!- continúo creyendo que su amigo lo había traicionado- ¡fuera te dije!- y viendo que Blaise no obedecía, corrió hacia él para empujarlo- ¡fuera!

 -¡Imbécil!- gritó Blaise, evitando que este lo derribara- ¡no te atrevas a tocarme!- exclamó al sentir las manos de Draco sobre sus hombros- Suéltame.

 -¡Maldito!.

 Los dos jóvenes comenzaron a hacer presión sobre la fuerza de cada uno para vencerse, hasta que Blaise lo derribó tirándolo hasta el suelo, dónde Draco incontrolado sin pensar con claridad comenzó a darle puños en los hombros para poder librarse de él.

 -¡Maldito traidor!- gritó con la voz solloza por las lágrimas - ¡te odio! ¡te odio! - estalló en llanto mientras no dejaba de gritarle - ¡te odio, te odio.

La puerta se abrió, entraron Crabbe y Goyle quienes quedaron atónitos ante la terrible vista. 

 -¡Maldito hijo de perra!- gritó Blaise haciendo presión  el cuello de Draco para tratar de calmarlo ya que no podía defenderse de esos puños.

 -¡Por Slytherin! - exclamó Crabbe espantado y corriendo hacia ellos para separarlos.

 -!Ya basta, vas a matarlo! - gritó Pansy. 

 -¡Maldito, Maldito!- sollozó Draco con los ojos muy abiertos, no dejaba de golpearlo.

 Draco estaba fuera de sí dándole puños en el rostro a Blaise, ya no sabía lo que hacía. 

Blaise logró montársele a horcajadas y le dio una cachetada que lo dejó completamente aturdido. 

 -¡Ya basta!- gritó Crabbe a Blaise quitándoselo de encima de un jalón, mientras que Goyle jalaba a Draco de los hombros y lo arrastraba hacia atrás, este tenía la cara rojiza con un poco de sangre que salía de su nariz- ¿Qué demonios les pasa?- pregunto impactado.

 -Por culpa de Potter se vuelve loco y se la agarra conmigo.

-¡Maldito perro!, ¡maldito!- Continúo Draco mientras era arrastrado por Goyle hacia el sillón donde se sentó de golpe.

 

-Por Slyterin.

 -¡Contrólate Draco, recupera el juicio!- reprochó Blaise limpiándose la frente que tenía sudor- ¡te estás volviendo loco! 

 -Cálmate Draco- pidió Goyle mientras el rubio mirando con odio a Blaise se intentaba liberar de sus brazos. Los dos jóvenes respiraban jadeantes con esos ojos llenos de ira. 

 -¡Por favor Blaise!- gritó Pansy dirigiéndose al moreno que se sacaba la corbata para controlar el enojo- tú también cálmate.

 -¡Pero mira cómo reacciona estúpida!- exclamó el moreno enfurecido - ¡Se está volviendo loco!- y dirigiéndose a Draco le dijo- ¡te la agarras con Potter y té descargas conmigo! Pedazo de idiota. 

 -Eres un desgraciado - dijo Draco con esa vos quebrante que salía de sus labios, mientras sus amigos le sacaban la capa- un maldito traidor.

 -¿Sabes lo que voy a hacer?- preguntó Blaise sin dejar de mirarlo, comenzó a señalarlo con el dedo- voy a traer a Potter aquí para que le des su merecido, así dejas de joder pedazo de estúpido. 

 -¡No!¡No!- gritó Pansy viendo a Blaise caminar hacia la puerta, Draco por su parte lo miraba asombrado- ¡no por favor no!- corrió hacia él y lo agarró de la mano para evitar que saliera - ¡Ese maldito Gryffindor no puede entrar aquí !,¡no debe entrar!- continúo mientras lo tenía del hombro. 

 -¡Yo ya estoy cansado de todo esto!- gritó Blaise volteándose para mirarla- ¡no puedo más!,¡quiere castigar a Potter! 

 -Tenemos que ayudarlo - exclamó la joven- por favor, Potter no debe entrar aquí. 

 -¿Qué quieres que haga?- le preguntó mientras se libraba de ella, mirándola con los ojos abiertos esperó la respuesta, pero Pansy estaba tan nerviosa que se tocaba la frente no sabía cómo buscar una solución- ¡Trae el calmante!.

 Malfoy al escuchar eso se apresuró a subir sus pies en el sillón para replegarse en el, mientras Goyle lo cubría con sus brazos.

 -¡No!. A mí no me van a dormir más- reprochó agitándose- no lo harán.

 La joven fue a buscar los remedios que le habían dado, estaban en la mesita cerca de la cocina, después tomó una taza y colocó agua con su varita. 

 -Basta, no quiero renegar más contigo - insistió Blaise, sintiendo un nudo en la garganta quería llorar- vas a tomar la medicina sin quejarte. 

 Pansy colocó dos gotitas del medicamento y de inmediato corrió hacia ellos.

 -Prepárate Malfoy- le dijo Blaise bromeando mientras se acercaba a él para animarlo- vas a tomar el medicamento.

 Draco comenzó a patalear, lanzando patadas para que Blaise no se le acerque. 

 -¡No lo harán malditos perros suéltenme!- gritaba desesperado ya que Crabbe también lo cubría con sus brazos como lo hacía Goyle así no se les escapaba el rubio- ¡suéltenme!,¡suéltenme! 

 -Dame eso - se apresuró a decir Blaise.

 Pansy le dio la taza a su compañero y de inmediato se arrodilló para tomar las piernas del Slytherin y así detener esas patadas al aire. Blaise se acercó para atinarle la boca de Draco para ingerir el medicamento sobre ella, mientras esté giraba la cabeza de lado a lado, cerraba la boca fuertemente y forcejeaba; entonces Crabbe con sus dos manos le agarró la cabeza para mantenerla dura; Pansy le abrió la boca haciendo presión sobre su barbilla; Blaise logró verter la poción hasta terminarla, al instante cerró la boca para que Draco no la escupiera. Cuando el joven rubio tragó involuntariamente la poción, Blaise gritó.

 -¡Ahora!, ¡suéltenlo! 

 Todos se apartaron rápidamente del rubio y este enfurecido se abalanzó sobre Blaise agarrándolo del cuello, pero el moreno lo volteó hacia atrás ocasionando que Draco cayera al suelo de espalda. 

 ¡Malditos traidores! - gritaba retorciéndose debido al golpe, pero también a la debilidad - ¡mil veces, mil veces traidores, malditos imbéciles!

 -¡Infeliz!- chilló Blaise mirándolo con odio.

 Draco se arrastraba en el suelo, tratando de llegar a la puerta, pero no podía levantarse; la poción comenzaba a hacer efecto, quería conservar la ira contra Potter, no deseaba tranquilizarse, si conservaba el odio podría correr hasta encontrar al Gryffindor. 

 *****************************************

Potter comía sin decir nada. Sus amigos lo observaban un poco nervioso y algo enojado, si, lo estaba, desde que se había cruzado con Malfoy había empezado a renegar, no se había asombrado al escuchar eso, muchas veces Malfoy le hacía culpar de cosas sin sentido y era evidente que el Slytherin también lo haría con lo ocurrido en las clases de defensas. Eso era normal solo que ya estaba cansado de tanto. 

 -desgraciado - dijo Potter en su mente, mientras volvía a pensar en lo que había vivido con el Slytherin hace unos momentos, hasta notó que Malfoy tenía un rostro más pálido de lo normal, parecía enfermo, se preguntó qué le estaba pasando a su rival, porque lucía así, tan diferente. Se dio cuenta que Malfoy no lo molestaba tanto como antes, parecía que le huía o se controlaba para no atacarlo, era extraño- en fin- suspiró cerrando sus ojos para sacar ese enojo. 

Neville estaba a su lado, este al verlo con enfado le hizo una seña con el ojo a Dean para que lo mirara.

 - ¿Qué pasa Harry? - preguntó- ¿Estás enojado?

 -Solo un poco- contestó sin mirarlo - es Malfoy, ese desgraciado siempre molestándome…

 -Otra vez…- dijo Dean sin estar extrañado - después de lo que pasó ayer en defensas tiene la valentía de buscarte para pelear, creía que ya le habían bajado de la sima - y recordando del espectáculo de ayer empezó a reírse - pensaba que ya no molestaría a nadie, es un cobarde. 

 -Es Malfoy que esperabas- añadió Neville.

 -Neville tiene razón - concluyó mirándolo de reojo. 

 - ¿Y qué te dijo? - preguntó el joven.

 -Dice que tengo la culpa de lo sucedido de ayer - soltó el tenedor- ¿puedes creerlo? - preguntó mirándolo con asombro, pero enojado a la vez- no se hace cargo de sus acciones y me echa la culpa a mí, es una serpiente asquerosa- al terminar de hablar sintió que el hambre ya se le había ido, lo que le molestó mucho, cerró los ojos para desajustar la corbata- ya no tengo ganas de comer, que bronca me da ese cobarde. 

 Neville no estaba sorprendido ni tampoco Dean lo que más le preocupaba era la primera prueba del torneo dónde Harry tendría que luchar contra algo que por el momento no sabía.

 -ya olvídate de ese Hurón - dijo, colocando su mano para animarlo- debes prepararte para lo que viene. Además, Hermione debe estar investigando sobre el encanto que debes usar en la primera prueba.

 -Cállate- expresó Potter ya que no quería que nadie lo sepa- ella lo está haciendo en secreto, tengo que ir a la biblioteca después, toda la noche nos toca buscar.

 -Perdón- exclamó Neville- lo siento. Solo quiero que te tranquilices, ya no pienses en él.

-si lo sé. Tienes razón- reconocía que no valía la pena pensar en Malfoy- pero es que.

 -Pero es que, nada, ya te dije, olvídate de él, piensa en ti. 

 -Es que estoy tan cansado Neville- afirmó sintiendo que tenía sueño-  no dejó de pensar en el torneo, tengo miedo, no imaginé que en este año sería así, tan espantoso para vivir. 

 -Nosotros tampoco, pero estamos contigo- exclamó Neville

 -no te vamos a abandonar Harry- dijo Dean.

 Pero aun así esas palabras de apoyo no lo sacaban del temor que tenía, se daba cuenta que no estaba preparado para el torneo, no quería morir, lo único que deseaba era irse lejos. Más triste se ponía al notar que jamás sentiría ese abrazo de papá y mamá como también un consuelo. ¿Cómo se sentía el apoyo de papá y mamá? lamentablemente no lo sabía, ni siquiera sus amigos podrían consolarlo tanto como pretendía. Comprendió que estaba solo, y no podía gritar la desesperación que invadía su presente. Por otro lado, ver a Ron distante de él, lo ponía mal, su amigo ya no le hablaba y Hermione muy poco se le acercaba y que estaba pendiente en los libros para averiguar y encontrar el encanto.

 -oh Sirius, no quiero enfrentarme a esa bestia lanza fuego…tengo miedo- se llevó una mano a la cara, tenía mucho sueño, pero más quería pelear con alguien -¿ y si voy y busco a Malfoy? tal vez pueda desahogarme con él, de una vez por todas le haré pagar lo que me hizo- se atemorizó al tener ese pensamiento dentro de su mente - oh por Merlín, ¿qué estoy pensando? - se levantó de la mesa y salió rápidamente del comedor sin mirar a Neville ni a Dean - rayos, rayos- estaba horrorizado mientras subía a su habitación - bueno, después de todo no habría sido una mala idea…..pero .. .no soy como Malfoy…

 *****************************************

Malfoy se encontraba en el suelo, temblando, daba vueltas mientras no dejaba de llorar, se retorcía, pero no tenía dolor simplemente no quería que la furia se le vaya, pensaba en conservarla por eso luchaba contra el efecto de la poción, sentía que su cuerpo perdía fuerza, los brazos tenían calambre al igual que los músculos de sus pies por los movimientos leves que hacía. La poción intentaba relajar el cuerpo, pero a Draco se le había acelerado el corazón después de sufrir ese empujón por parte de Blaise y ya no podía tranquilizarse, los nervios lo volvían loco. 

 Blaise estaba sentado y lo miraba de reojo, veía que su amigo se comportaba como un niño malcriado que causaba problemas por caprichos. 

 -Potter…Potter- pensó Blaise- ese Potter es un capricho…terrible la verdad. 

Crabbe y Goyle estaban cerca de la biblioteca mirándolo al joven en el suelo, ellos no habían tenido los deseos de ayudarlo, sabían que el joven era muy escurridizo, que no sufría ningún dolor y qué hacía eso por simple capricho. Era muy terco. 

Pansy por su parte estaba en la cocina, preparando un té para todos ya que los jóvenes tenían hambre y no habían comido nada.

 -Potter ...maldito seas Potter- exclamaba en voz baja como si tuviera dolor - ay…ay…ay…ay- no le dolía nada, renegaba porque tenía esa pesadez sobre sí mismo- ay…ay...ay…Potter…Potter.

 Pansy regresó y puso la bandeja de té en la mesita que estaba a un lado diferente, pues con Draco en el suelo no habían podido acomodar las demás cosas, solo habían levantado la mesita que ahora estaba ubicada cerca de Blaise.

 -Es un dolor de cabeza- exclamó Blaise, tomando una taza sin dejar de mirar a Draco- míralo, no tiene dolor alguno, solo quiere llamar la atención.

 -No Blaise, él está sufriendo mucho- dijo Pansy, ella pensaba de diferente manera la situación que veía- me duele verlo así, antes era distinto, pero ahora está tan destruido, la culpa la tiene Potter y esa sangre sucia.

 -En eso tienes razón, Pansy, pero no es nuestra culpa, ¿no entiendo porque se descarga con nosotros? - se preguntaba negando con la cabeza- no entiendo la verdad. 

 -Es que es muy fácil de comprender, él quiere castigar a Potter…pero tú no lo dejas… por eso se enoja. 

Al instante Crabbe y Goyle se sentaron en el sillón y cada uno agarró una taza, pero Goyle tomó galleta también. Los cuatro miraban como Draco se hacía un ovillo en el suelo para comenzar a llorar. 

 -Pero va a matarlo - aclaró Blaise tomando un poco de té.

 -eso es mejor- dijo Crabbe sonriendo- Potter muerto, se acabó la rabia- asentó haciendo un movimiento con los ojos de manera positiva - se acaba todos nuestros problemas.

 -pero no es tan fácil, Draco iría a prisión- exclamó Blaise mirando a Crabbe muy fijamente- ¿Acaso no piensas idiota? - preguntó enojado- ¿tú no piensas?

 -podríamos ayudarlo- se apresuró a decir- nadie se daría cuenta. 

 - ¿Pero en qué?, ¿en qué quieres ayudarlo?

 -En matar a Potter, y de ahí podemos encontrar algún lugar para…

 - ¿pero estás hablando en serio? - lo interrumpió asombrado por lo que escuchaba - entiendo que Potter no vale nada, pero yo no quiero ser cómplice de un crimen. Draco no puede arruinarse la vida.

 -yo también me pregunto si no serías capaz de traicionarnos ahora- le dijo Crabbe con seriedad en el tono de voz.

 - ¿De qué estás hablando? - dejó la taza a un lado para mirarlo con atención completamente sorprendido- ¿de qué mierdas hablas?

 -Pues Draco dice que tú y ese Gryffindor son amigos.

 - ¡Yo no soy amigo de ese Gryffindor! - gritó ocasionando que Draco se estremeciera- ¡idiota!, ¡se están volviendo locos! -Gritó mirándolos a los dos, después se llevó las manos a la nuca sintiendo un dolor por el malestar- por Slytherin.

 -Bueno…yo- intentó hablar, pero no pudo porque su amigo lo miró furioso. 

 -Cállate Crabbe- le pidió - mejor cállate. 

Después de eso, ninguno dijo nada. Hasta que llegó las 01:00hs de la mañana y Draco todavía seguía en el suelo. Blaise no lo podía creer, lo miraba sin creérselo en cómo su amigo seguía temblando y pronunciando el apellido del Gryffindor. El ambiente era insufrible, no habían podido salir ni si quiera a comer, lo peor de todo era que al ver el estado de Draco y no poder hacer nada el aburrimiento se le hizo presente y era muy fuerte. Crebbe y Goyle estaban a punto de dormirse.

 -No…no…no…- exclamaba con los ojos cerrados cubiertos de lágrimas, daba pequeños sobresaltos como si tuviera una pesadilla - Potter…no…no… ¡Aléjate de mí!

 Pansy se entristecía al verlo, no sabía cómo ayudarlo, no tenía intenciones de correr hacia los profesores por la bronca que les tenía.

- ¡Aléjate de mí maldito tramposo! - gritó moviendo sus manos como si estuviera peleando, su mente estaba en otro lado- ¡Aléjate de mí!

 Crabbe se despertó con el grito, bostezó y mojó sus labios secos para después mirar al joven rubio. 

Draco estaba entrando en un delirio profundo, solo tenía a Potter en su cabeza apuntando con su varita, eso era lo único que existía dentro de su mente, Potter. Sentía un fuerte dolor en el pecho, el cuerpo le dolía debido al frío y no podía respirar bien. Había un vacío helado que le molestaba en el tórax, aun así, no le importaba nada, solo quería dejarse llevar por esa ira. 

 -Listo- dijo Blaise levantándose- Crabbe, Goyle, levántenlo ahora- le hizo seña a sus amigos quienes de inmediato miraron a Draco. 

 -Por compasión espera un instante - dijo Pansy limpiándose las lágrimas que caían por su mejilla.

 -Ya es suficiente - expresó Blaise respirando profundamente para no caer por falta de sueño- yo ya quiero dormir y él también debe hacerlo, Crabbe, Goyle vamos levántenlo. 

 Los dos chicos agotados se acercaron a Draco y le tomaron de la mano para ponerlo de pie, pero este al sentir el toque, comenzó a gritar.

 - ¡No me toquen desgraciados! - se cubrió de brazos mirando con odio a Crabbe- ¡No te atrevas a tocarme!

 -Por favor Draco, tienes que dormir, estamos cansados- exclamó Goyle que ya no podía más.

 -por mí se pueden ir solos sin mí, a mí me dejan aquí, ¡no me importa! - se quejó sacándose la corbata y tirándole a Blaise - ¡ya déjenme en paz! 

 - ¡Maldita sea! - gritó Blaise harto de la mala conducta, corrió hacia él y lo levantó por las axilas para llevarlo a rastras hasta la entrada.

 - ¡Suéltame infeliz! - gritó chillando al no poder librarse de esas manos fuertes- ¡Suéltame! 

 Salieron de la sala privada todos ellos, y Draco no dejaba de gritar. 

 - ¡Suéltame! ¡Suéltame maldito! ¡Malditos!

 -Por favor, con cuidado- exclamó Pansy viendo cómo arrastraban a su amigo y este forcejeaba entre los brazos del moreno, no podía liberarse.

Caminaron por el pasillo. Se escuchaban demasiado fuertes los gritos de Draco. Blaise estaba seguro que los otros alumnos dentro de sus dormitorios lo escuchaban también. 

 - ¡No!, ¡no! - se desesperaba por tener esa oportunidad de correr y buscar a Potter- ¡maldito Potter!, ¡maldito seas!

 - ¡Por Slytherin este es peor que un chico de cinco años malcriado! - reprochó Blaise, dejando libre a Draco de un brazo- ¡Terrible la verdad! - exclamó limpiándose el sudor de la frente.

 Crabbe rápidamente le agarró de la mano para ayudar a su amigo, sabían que si lo liberaban saldría corriendo. Y llevándolo a rastras siguieron caminando apresuradamente para llegar a la habitación antes de que los demás alumnos salieran de sus habitaciones por ver qué eran esos gritos que provenían de los pasillos.

 - ¡No quiero dormir!, ¡no quiero! ¡No!

 -Todos van a escuchar y no sé qué dirán mañana- dijo Goyle caminando con ellos.

 -Pobre Draco- dijo Pansy. 

 Cuando llegaron al frente del cuarto de Draco este gritaba como si lo estuvieran matando; sus gritos eran algo insólito para los odios de sus amigos. La puerta se abrió y entraron de inmediato, Blaise lo llevó hasta la cama y lo hicieron subir con mucha violencia. 

 - ¡Me duele, estúpidos! - chilló Draco al sentir el dolor en sus muñecas - ¡no vuelvan más a tocarme! 

 Crabbe y Blaise se apartaron un poco de él para que este dejara de gritar, pero Draco comenzó a desesperarse en la cama, quería salir, necesitaba buscar a su rival.

 - ¡Cálmate ya! - gritó Blaise retrocediendo desesperado hacia atrás- ¡Cálmate!

 - ¡Traidores! - contestó lanzando las almohadas sobre ellos- ¡traidores! ¡voy a gritar toda la noche! - puso firme la cabeza para que todos escucharán su voz- ¡No voy a dejar de gritar hasta salir de aquí! 

 Y profirió un grito terrible, Pansy de inmediato sacó su varita e hizo un hechizo silenciador para que sus gritos no salgan del cuarto.

Blaise cerrando los ojos se llevó la mano a la frente para tratar de soportar los gritos del rubio.

Draco se calló por un momento para tomar aire y así volver a gritar. Quería salir, no podía más, sentía que ese odio le quemaba el cuerpo, los ojos, la piel, el alma misma.

 -Por Merlín- exclamó Crabbe horrorizado por lo que le pasaba a Draco- tenemos que buscar ayuda. 

 - ¿pero a quién? - preguntó tapándose los oídos, detrás de ellos estaba Pansy quien también cubría sus oídos y se movía de aquí para allá - todos son unos traidores. 

 -No sé, si o si debemos buscar a alguien, esto es como un manicomio - se quejó Goyle mirando a Draco que se retorcía gritando - ya no se puede estar aquí…mejor me voy. 

 -si está bien – asentó Blaise con la mirada angustiada, tampoco aguantaba los gritos de Draco. 

 Salieron de la habitación, justamente al estar afuera ya no se escuchaban esos terribles gritos. 

 -si sigue así, tendremos que turnarnos en la noche para vigilarlo- solicitó Blaise mirando a sus amigos- no podemos dejarlo solo…no podemos.

 - ¿Qué? - preguntó Crabbe extrañado, no quería hacer eso- ¿vigilarlo? 

 -si- respondió levantando la voz - mira como está, si no está con nosotros es capaz de buscar a Potter y cometer una locura- cerró los ojos para sobarse la frente- estoy muy cansado.

 -Bueno, está bien…pero ahora, ¿cómo lo ayudaremos? - dijo encogiéndose de hombros e inclinando la cabeza para no dormirse- tenemos que buscar a alguien.

 -No sé…- dijo abriendo los ojos- no sé…estoy cansado quiero dormir- dijo acariciando la cien mientras volvía a cerrar sus ojos del agotamiento- no puedo más.

 -Yo me quedaré esta noche con él - dijo Pansy. 

 - ¿En serio? - preguntó Blaise sorprendido - ¿no ves que está gritando como loco, no se puede estar ahí? - dijo señalando de reojo la puerta de la habitación del joven.

 -Pues no sé qué se debe hacer- expresó Pansy apenada porque no sabía cómo ayudar a su amigo- solo necesito comer algo y me meto adentro. 

 -Yo tampoco te voy a dejar sola- exclamó Blaise entrando al lugar. 

 Cuando los chicos volvieron a entrar, vieron que Draco seguía gritando sin embargo este al ver a Blaise detuvo su grito para tomar aire débilmente y comenzar a gritar. Eso ocasionó que Blaise se enfadara al segundo, corrió hacia Draco, se subió encima de él para tomarlo de los brazos y sacudirlo de inmediato.

 - ¡Draco!, ¡reacciona por favor! - le gritó captando que Draco había perdido el juicio- ¡Por favor reacciona idiota! - gritó deteniendo los sacudones para tomar su rostro suavemente con las manos y mirarlo atentamente, necesitaba traer a Draco a la realidad.

 Pero el joven giraba la cabeza de lado a lado lentamente, tenía el rostro sudado, la frente colorada, los ojos cerrados completamente hinchados de tanto llorar, sentía que su mundo se estaba yendo a un precipicio y que no podía sostenerse de nadie, ni siquiera sentía los brazos de su amigo sobre su rostro, no escuchaba la voz de quien le hablaba. Su cuerpo, la mente, la realidad estaba llena de temor, odio y oscuridad. 

 -no, no, no, no- dejó de gritar para comenzar a gemir de dolor- no…Potter…no…Potter…

 -Draco, regresa con nosotros por favor- dijo Blaise.

Crabbe salió corriendo de la habitación y Pansy se acercó al rubio para tocar su frente. 

 -Tiene calor- dijo al instante - pero creo que no es fiebre.

 -No…no…no Potter - sollozaba abriendo los ojos- no…no quiero ser hurón- su mirada estaba perdida- no quiero…no quiero…no quiero.

 -Potter no está aquí- insistió Blaise sin soltar su rostro, tratando de captar la mirada del joven que sufría debajo suyo- estoy aquí, por favor Draco mírame…mírame…mírame.

 -Necesitamos ayudarlo Blaise- pidió Pansy llorando, acariciando la frente para eliminar el calor- por favor Blaise, por favor - suplicó inclinado su cabeza hasta juntar con la de Draco. 

 Goyle no decía nada, solo miraba el estado terrible de Draco, no tenía tanta lástima como la de sus amigos, pero eso sí, sentía un odio hacia Potter y lo consideraba como el único culpable de todo aquello.

 - ¡No Potter!, ¡no! - empezó a gritar sintiendo que él llegaba hacia su cuarto- ¡viene, viene por el pasillo! - debajo del brazo de Blaise se movía rápidamente tratando de liberarse para poder correr - ¡ahí viene, ahí viene! 

 -Por Slytherin- exclamó Goyle - podemos darle el calmante que tenemos en la cocina para que pueda dormir. 

 -Tanto calmante le puede hacer mal- dijo Pansy sin mirarlo- no sabemos por el momento a quien podemos buscar. 

Blaise salió de encima suyo, se sentó a su lado y le tocó la mano para tratar de calmarlo. Pero Draco se sobresaltó con ese toque.  - ¡Está ahí! - gritó el rubio señalando hacia la puerta donde no había nadie-¡él está ahí!- y continúo llorando llevándose la mano a la boca sin dejar de mirar hacia ese sector, creía que el Gryffindor estaba escondido detrás de la puerta, esperando que sus amigos salieran para convertirlo en Hurón. 

 -Ahí no hay nadie Draco- dijo Blaise mirando a la puerta - él no puede entrar aquí- continúo- no puede.

 -¡Blaise, él entrará cuando ustedes se vayan!- expresó entrando en juicio de nuevo mientras se sacaba la camisa debido al calor- él entrará- suspiró tratando de desabrochar el cinto de su pantalón.

 Su amigo se levantó para ayudarlo a bajar su pantalón así el joven pudiera descansar con su pijama, pero Draco le golpeó la mano, avisándole que él podía con eso.  Sin embargo cuando bajó el botón y de ahí el zipper, se cansó, mirando hacia arriba de la cama, cerró los ojos para respirar, estaba muy dolorido, lo que más le ponía así era lo que pasaría dentro de unas horas, tendría clases de Defensas con ese profesor quien posiblemente le aplicaría el Imperius, maldición terrible que no quería recibir, tan solo pensar en eso le daba más temor al cuerpo sin importar que la maldición no le causará ningún dolor , él no quería fracasar en el intento de resistir, odiaba esa realidad de que San Potter sea el único quien resistía a esa maldición. 

 -No…no…quiero…no…qui-ero- empezó a balbucear sintiendo que ese Imperius sería difícil para su cuerpo- no…no…- 

 Suspirando Blaise se sentó en el suelo, apoyándose en los bordes de la cama y llevó su cabeza hacia atrás para tocar el colchón, estaba muy cansado. 

 -Voy a traer un pañuelo con agua, ya vengo- dijo Pansy, saliendo de ahí. 

 -Blaise- dijo Goyle- si quieres podemos buscar a la medimaga para que le medicara algo. 

 - ¡No! - interrumpió Draco sin mirarlos a la cara- ¡Nadie de afuera va a entrar aquí! ¡Nadie!

 Blaise no pudo hablar por la interrupción del rubio.  Después de varios segundos.

 -Tienes que dormir, estás muy mal Draco, y no puedo darte el medicamento del hospital porque tenemos miedo que sufras un infarto - se lo dijo mirando con tristeza- ya lo tomaste hace unas horas, y yo te lo daría, pero tú no duermes, simplemente te pones más nervioso. 

 -No me importa traidor, no me importa. 

 - ¡Ya basta con decir esas estupideces! - gritó Blaise levantándose para mirarlo- no soy un traidor, no lo soy.

 Se retiró para buscar a Pansy.

 Al cabo de varios minutos, Draco había vuelto a entrar en nervios, su cuerpo se enderezó al igual que sus brazos y piernas.

 -No otra vez- se quejó dándole la espalda a Goyle para tratar de relajarse, sentía que la habitación perdía el aire.  

 Goyle se acercó a la cama para acomodar la almohada, así lo hizo y notó que Draco lloraba nuevamente. 

 Después de siete minutos, Theo entró a la habitación vestido con camisón seguido por Crabbe quien le había avisado de la situación, el joven vio a Pansy mojar un paño con agua y llevar a la frente del rubio, que temblaba con los ojos cerrados; Blaise le hacía masajes en sus manos. Theo se preocupó al instante y se acercó a ellos. 

 - ¿desde qué hora está así? - preguntó. 

 -ufff, desde temprano - contestó Blaise - no duerme, solo delira, tiembla y se desespera.

 -¿podemos llamar a la doctora?

 -no- dijo rápidamente - no queremos a esos traidores aquí. 

 -¿Y qué me decís del profesor Snape?- preguntó mirando como Draco se ponía muy colorado y jadeaba- podemos llamarlo si no quieres a otros. 

 -No lo sé, yo no quiero molestar a ese hombre- dijo negando la cabeza. 

-Crabbe y yo podemos ir a buscarlo, él podrá ayudarlo.

 - ¡No! ¡ya te digo que no! - gritó poniéndose nervioso él también ya que no quería ver a ese profesor.

 - pero ¿cómo podemos sacarlo de ese trance?

 -tenemos que esperar a que se tranquilice - dijo Goyle sentado en el suelo- debe dormirse.

 -no estoy convencido de puede hacer eso- exclamó Blaise notando que la piel de Draco se había comenzado a erizar - Pansy trae su pijama.

 -si- la joven marchó hacia el armario y sacó un piyama de color negro y se lo ofreció a Blaise- me voy afuera.

 -Bien.

 Cuando ella salió, Blaise y Goyle comenzaron a desvestir a Draco, le colocaron la remera de manga corta y después le pusieron el pantalón, Blaise había visto que las piernas le sudaban al igual que el cuerpo, entonces hizo un hechizo para refrescar la habitación. Después de eso Draco se hizo un ovillo y continúo llorando. 

 Theo le hizo una seña a Crabbe y estos salieron de la habitación.

 -No podemos dejarlo así- dijo Theo- vamos a buscar a Snape…tal vez él nos pueda ayudar. 

 -¿Estás seguro de eso?- preguntó pensando si el profesor podría ayudarlos- está prohibido molestar al maestro en horas de dormir 

 -No debe estar durmiendo, supuestamente está vigilando…no sé si puede ayudarnos…creo que sí.

 -Yo no creo que él quisiera ayudarnos.

 -Solo vamos a intentar llegar al cuarto de pociones, podríamos buscar algún relajante profundo para que Draco duerma.

 -¿piensas robar?- preguntó Crabbe impresionado y algo asustado por la sugerencia de su amigo.

-Pues…- no podía continuar la palabra por vergüenza - es que…- se callaba porque su amigo no le sacaba la vista de encima- yo…no quiero que Draco sufra así.

 -No trataremos de robar, nos pueden castigar, pero tal vez podríamos intentar salir de las mazamorras para buscar a Snape. 

 Eso era una acción errónea y muy riesgosa. Crabbe tomaba conciencia que, si tendrían que salir los podrían castigar, no importaba que lograsen encontrar a Snape, al final él profesor les bajaría puntos por andar fuera de sus cuartos.

 -Ay...ay…- se quejó Crabbe de los nervios, suspiró tocándose la frente - está bien, solo veremos hasta donde llegamos.

 Y caminaron por los pasillos sin prisa con los nervios en sus cuerpos.

 Draco continuaba temblando, ya había dejado de llorar, sentía tanto miedo pensaba que al día siguiente alguien lo convertiría en animal, también creía que Potter aparecería en su habitación para hacerle daño. Extrañaba a sus padres, tenía ganas de contarles que era bisexual, necesitaba liberarse de esa presión que lo hacía ver como si estuviera dentro de una prisión donde le ataban las manos para demostrarle y hacerle ver que sus padres nunca estarían de acuerdo con esa orientación, aun así, él, reconociendo que su realidad al parecer era difícil, se había jurado que la opinión de sus padres ya sea negativa no tendría que importarle, pues era su vida, y no dejaría que estos le colocarán piedras en su felicidad.  

 -Ya me voy- dijo Goyle, levantándose y mirando a Blaise - quiero dormir - al decir eso Goyle sintió un poco de tristeza ya que sabía que se deshacía de esa responsabilidad y se los dejaba a sus amigos quienes también estaban cansados, pero quería irse- adiós. 

 -Buenas noches - dijo Blaise sin mirarlo.

El joven salió de la habitación.

 Blaise se sacó el buzo negro y lo colocó en la cama para después mirar a Draco que continuaba temblando. 

 -Potter…Potter…Potter…Potter - susurraba su nombre - no te me acerques, desgraciado. 

 -Pronto se dormirá- dijo Pansy mientras entraba a la habitación con una bandeja que contenía galletas rellenas de chocolate- toma, come un poco te hará bien.

Blaise sin ánimo agarró la galleta, pero no tenía ganas de comer. Pansy colocó la bandeja en la mesita de luz que estaba al lado.

Y se sentó en la cama cerca de Draco. 

 -Hoy nos quedaremos con él- dijo el moreno levantándose - voy a preparar una cama que no choque con la de él, para los dos, pero Pansy tu si quieres podés ir a dormir.

 -no, no, me quedaré aquí. 

 -si tú lo quieres, no hay problema- dijo desprendiéndose la camisa salió de ahí. 

****************************

 -¿Estará por ahí?- preguntó Crabbe junto al muro para que nadie los vea.

 Los dos chicos se encontraban cerca del aula de pociones tratando de no acercarse mucho ahí para no ser descubiertos por el profesor, los pasillos estaban casi oscuros y era un terror estar cerca sobre todo el frío que les hacía temblar. 

 -No lo sé… pero tenemos que tratar de encontrarlo.

 -tengo miedo- expresó Crabbe sin apartarse del muro.

 -yo también- dijo Theo- pero no hablemos tan alto, mantengamos la voz baja- solicitó el joven poniéndose más nervioso.

 Se acercaron lentamente un poco más mientras sus pasos no se oían, el cuarto de pociones estaba cerrado y no había nadie, pero ellos de lo nervioso que estaban no se daban cuenta, la situación de andar buscando a Snape era escalofriante. 

 -No está ahí- avisó Crabbe- por Slytherin - expresó sintiendo el frío erizar su piel- vámonos de aquí- miró a su amigo que estaba detrás, casi podía verlo- ya quiero irme. 

 -vamos entonces, tratemos de ver si podemos salir de las mazmorras - dijo Theo en voz baja, dirigiéndose con mucho cuidado hacia el pasillo que les permitía salir. 

Crabbe acariciándose la garganta lo siguió. 

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Pansy se acercó a Draco y notó que el joven ya estaba dormido.

 -por fin- dijo más tranquila- Draco ya se durmió, está mejor.

 Le dijo a Blaise que entraba por la puerta con dos almohadas y varias frazadas, este miró al joven.

 -Si, pero no lo dejaremos solos, vamos a dormir con él. 

 -si quieres podés ir a dormir, yo lo cuidaré - le dijo mirando como Blaise acomodaba las frazadas en el suelo y colocaba las almohadas arriba de estas.

 -No, me quedo contigo, sabes que si se escapa alguien tiene que hacerlo volver- exclamó sentándose en el suelo, arriba de la frazada para después acariciar sus piernas- está muy mal, Pansy…muy mal.

 La joven miró a Draco muy apenada por la situación, más tarde se sentó al lado de Blaise. 

 -Esto no sé va a quedar así- expresó.

 -No, claro que no.

 -Nos vengaremos de Potter, ya verás. 

 Al instante la joven salió de la habitación y marchó a la suya para ponerse un pijama.

Blaise se acercó para ver a Draco, que ahora dormía, pero tenía los ojos muy hinchados, tocó su rostro y notó que la piel estaba fresca, renegó por ese estado, después regresó a la cama que había preparado y se acostó para relajar su espalda.

 -bien Draco- exclamó viéndolo - si te mejoras algún día, vamos a vengarnos de esa rata, pero ahora debes mejorarte. 

 **************************************************

 Crabbe y Theo ya habían llegado hacia los pasillos de las mazmorras. Comenzaron a caminar despacio como lo venían haciendo, querían asegurarse de que el camino esté libre.

 -Yo no quiero salir- dijo Crabbe- tengo miedo.

 -Solo será por Draco, tenemos que ayudarlo- hablaba en voz baja, viendo esos oscuros pasillos oscuros y frascos tratando de ver si había alguien por ahí.

 -Ojalá las cosas fueran diferentes, pero no sé si el profesor Snape nos pueda ayudar.

 -Espero que el profe esté de buen humor.

 Dieron unos pasos más lentamente, mirando hacia afuera.

 -No escucho nada, todo está en silencio - expresó- podemos seguir.

 -si logramos cruzar los pasillos, podremos salir de las mazmorras y subir al castillo- dijo Crabbe en voz baja. 

 -Bien.

 Siguieron caminando por esos pasillos, sin hacer tanto ruido, tenían miedo de encontrarse con Snape sorpresivamente sin importar que necesitaban ayuda de su parte urgentemente. Y se encontraron en la entrada de las mazmorras, mirando hacia la escalera que daba la subida al castillo, pero se detuvieron para tratar de escuchar pasos, querían asegurarse de no ser sorprendidos por alguien más o algo inquietante que los hiciera retroceder. 

 -no hay nadie- expresó Theo con su cuerpo junto al muro- ¿podemos seguir? - pregunto mirando hacia atrás donde estaba Crabbe.

 Este dudó por varios segundos, estaba nervioso, dando una bocanada de aire dijo.

 -bueno…sigamos…

 Subieron despacio por la escalera para que sus pasos no se escucharan, pero de repente sonidos de pasos que venían de arriba los hicieron correr de inmediato.

 -alguien viene…alguien viene- susurró Theo, volviendo hacia los pasillos de las mazmorras.

 -Tenemos que buscar a Snape- dijo Crabbe sin dejar de correr.

 -sé que ese es nuestro plan, pero le tenemos miedo, veamos cómo está Draco. 

 -está bien.

 -pero te aseguro algo- exclamó Theo mirándolo fijamente- Potter nos las paga, eso te lo prometo. 

 Y con pasos rápidos entraron de nuevo en el sector de Slytherin, ya no les importaba tener que hacer ruido.

 ***************************************************

 Draco se encontraba en el aula de defensas contra las artes Oscuras, estaba solo, no había nadie, lo cual le pareció muy extraño, miró al banco donde se sentaba Potter e hizo un gesto de asco al pensar en él. 

 Si tan solo no estuvieras aquí yo no tendría que estar sufriendo de esta manera - expresó en silencio mirando a la mesa vacía del Gryffindor- quiero volar, dejar de sentir ese odio, volar…volar- cerró sus ojos para respirar profundamente. Cuándo miró hacia el frente donde estaba el pizarrón notó que había algo escrito, pero no podía ver bien, acercó su vista para leer mejor. Entonces…

La puerta de entrada comenzó abrirse ocasionando un ruido lento sobre el movimiento, eso era irritante para los oídos de Draco quien de inmediato se levantó para ver quién entraba.

 -Es Potter, es Potter - temió para sus adentros- viene por mi...viene porque me quiere a mí… oh Slytherin- asustado corrió hasta pararse en frente del pizarrón y al instante miró a la puerta que se abría haciendo ese ruido escalofriante, Draco respiraba agitado, tenía miedo- ven aquí…ven aquí.

Cuando la puerta se abrió por completo, justamente desde afuera no se podía ver nada, porque había neblina que cubría todo el sector de afuera. Draco asustado miraba con mucha atención esperando que esa persona entrase; unos sonidos de pasos comenzaron a escucharse venir lentamente, se estremeció al sentirlo muy cerca de sus oídos, retrocedió hacia atrás cuando notó un silueta aparecer entre esa neblina blanca, Draco tragó saliva sin dejar de mirar, y esa silueta se hizo más visible al acercarse más y más, justamente al estar cerca de la puerta, la silueta se hizo visible a una persona con el uniforme de Griffyndor y al entrar en la luz de la habitación, se reveló.  Ahí estaba ella…Granger…mirándolo con enojo.

Draco parpadeó varias veces para asegurarse con su vista de que era esa sangre sucia. 

 -Veo que te gusta que te castiguen - dijo la joven acercándose lentamente, mientras se llevaba la mano hacia los bolsillos- al parecer no entiendes y no cambias, porque eres un chico muy malo.

 -Fuera de aquí sangre sucia- dijo Draco sin pestañar, mirándola con ojos muy abiertos- ¡Sal de aquí! ¡vete! ¡vos y Potter van a irse lejos de aquí! - gritó sintiendo con sus oídos que su voz se perdía como si fueran ecos.

 -No Malfoy - dijo Granger sonriéndole maléficamente- tú te irás de aquí, porque eres un chico malo- y caminado más rápido hacia él dijo- ahora voy a castigarte por todo el daño que le harás a Potter…maldito desgraciado.

Voy a sembrar semillas sobre mi mente, sobre el corazón para que renazca como la única primavera en mi mundo, aquella que te llevará en mi pecho, aquella que te dará vida en cada momento solo como un bello presente.  Serás Como mi fruta para la felicidad. 

 

 


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