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Para Levi Ackerman por LoneSoru

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Notas del fanfic:

Todos los personajes le pertenecen a Hajime Isayama.

Notas del capitulo:

Pueden encontrarlo también en Wattpad como @Keithyeom Para Levi Ackerman || EreRiren

❝La vida había sido muy monótona. Durante veintidós años no hubo nada que pudiera cambiar mi rutina y mucho menos alegrar mis días o darme esa razón para despertar cada mañana. Desde la muerte de mis padres cuando yo tenía cuatro años, mi perspectiva con la vida había cambiado totalmente. No le encontraba los colores que se suponía debía ver aun cuando la ex esposa de mi padre decidió adoptarme cubriéndome con su calor junto a mi medio hermano mayor, en ese entonces era feliz hasta que mi madre adoptiva se contrajo nupcias. Lo que parecía ser un avance se desmoronó. Me tuve que independizar a los dieciséis por mi propio bienestar y desde ese momento es que todo ha sido como siempre, la misma rutina de todos los días, el mismo desayuno, las mismas horas de trabajo y las mismas mínimas horas de sueño debido a recurrentes pesadillas y el insomnio que me atrapaba cada noche. Así solía ser.

La primera vez que te vi fue debido al cambio de personal, el anterior jefe de grupo había sido un fiasco y había dejado en serios problemas a la empresa donde trabajo. Te presentaron como nuevo jefe de grupo, inmediatamente me sentí atrapado por el precioso color de tus ojos, la neutralidad de tu mirada y tu postura recta y altiva, siempre imponiendo respeto. No era consciente de mi orientación sexual en ese momento, aunque no era algo que me tuviera en una constante confusión pues no es relevante para mí. En ese entonces una corriente eléctrica recorrió mi espalda. Fue como si hubiera encontrado a alguien indispensable para mi vida. Sonaba absurdo incluso para mí pues jamás había cruzado palabra alguna contigo mucho menos te había visto antes, pero había algo que me incitaba a acercarme. Para mi suerte, interactuamos varias veces, después de todo eras mi superior y el ambiente laboral nos obligaba a ello. Estando cerca tuyo, o en el mismo ambiente, me hacía sentir una especie de seguridad que no encontraba desde hace años, una embriagante calma que me arrullaba.

Las pesadillas que atormentaban mi calma mental pronto fueron reemplazadas por una especie de recuerdos, donde era tu subordinado y peleaba a tu lado en distintas batallas contra seres increíblemente gigantes y mortales. Me hacía creer que tal vez entre nosotros había una especie de conexión, lo sentía debido a la exagerada similitud entre el hombre que aparecía en mis sueños y tú. Yo para ese entonces estaba en una etapa difícil con mi ex novia Mikasa quien cansada de mis delirios se alejó de mí y los problemas que había estado cargando conmigo. Yo era un tipo bastante simple y complicado a la vez. No demandaba mucho, pero la gente parecía desilusionarse cuando descubría mis problemas en la cama. Tener un pasado extrañamente repugnante parecía impedir mi desenvolvimiento durante el sexo. Esa era mi teoría y más de una vez intenté arreglarlo para el bien de alguna futura relación, parecía inútil. Justo por ello visité el consultorio de un psicólogo, me indicó que el origen de todo era gracias al bastardo con el que mi madre adoptiva se casó, momentos horribles que mi infantil yo tuvo que vivir hasta que él mismo me echó del que solía ser mi hogar, cosa que en parte agradecí, no aguantaba seguir viviendo bajo el mismo techo con ese sujeto. Estaba en lo correcto. Tener problemas al dormir también era muy común para mí, pero no para la persona con la que solía compartir la cama. Me preguntaba frecuentemente ¿habría alguien que pudiera tolerar estar con alguien así? era casi imposible... esas pesadillas y el insomnio no se irían jamás por más que trabajara arduamente en ello y los somníferos o eso creí. Con tu llegada, las cosas comenzaron a tomar color paulatinamente, todo parecía mejorar.

La primera vez que nuestros dedos se tocaron fue por un mero accidente y yo ni siquiera fui consciente de ello hasta que, como un rayo, varios escenarios de nosotros dos en momentos tan íntimos inundaron mi mente, estaba perplejo. Todo parecía estar conectado, los sueños y aquellos recuerdos. Aparte de su subordinado, al parecer también era su amante. Pero dejé mi sorpresa de lado, tenía toda la mañana para conectar hilos y crear más historias en mi cabeza para justificar aquellas cosas extrañas que me ocurrían. Más sorprendido me tenía el hecho de que usted también mantenía un semblante confundido, temeroso a verme a los ojos pues tenía la mirada fija en algún punto de su ordenado escritorio. Lo recuerdo bastante bien, usted dijo un par de maldiciones en francés y, amablemente, me pidió que me retirara de su oficina, después de todo ya no tenía nada que hacer en el lugar.
"Eren, almorcemos juntos. Hay algo de lo que quiero hablar contigo." Dijo antes que yo cruzara el umbral de la puerta con algo de prisa. Ninguna frase me había emocionado tanto como ella hasta ese momento, asentí y salí casi huyendo de su oficina rumbo a mi cubículo para luego desplomarme en mi escritorio frente a mi computadora. ¿Mi comportamiento? era la de un adolescente idiota. Me estaba comportando como un inmaduro y, al trabajar en un lugar compartido, no fue fácil evitar que mi mejor amigo, Armin, lo notara. Agradecí enormemente que no hiciera preguntas al respecto, sinceramente, incluso ahora, no hubiera sabido qué responderle.

Esa tarde hablamos, te veías muy nervioso y yo de seguro actuaba muy estúpido. Esperaba que tocaras el tema de las memorias, pero te dedicaste a hablar de los informes del mes. Un tema bastante común, corriente y aburrido. No estaba conforme, pero me hacía feliz el tener una conversación consistente contigo. Pude concluir entonces que estaba flechado, como nunca en mi vida. ¿Era muy rápido? Por supuesto. Solo llevábamos una semana desde la primera vez que te vi y aquella era la primera vez que hablábamos en un lugar que no fuera tu oficina, no era sensato enamorarse de alguien solo por coincidencias del destino y por sueños que trataban de convencer a mi agobiada mente con historias pasadas.

Luego de ello, para nosotros era normal ir a almorzar juntos y hablar sobre trabajo y tal vez algún fin de semana salir a beber en algún bar y dejar lo laboral de lado para conocernos mejor. Nos hicimos muy cercanos en solo un mes y medio. Era simplemente sorprendente la gran similitud entre nosotros y la fluidez de las conversaciones, saltando de un tema a otro con tanta familiaridad. Era como si nos conociéramos de toda la vida. Era el verdadero: "¿Dónde estuviste todo este tiempo?"

Esta nueva interacción contigo había provocado un cambio radical en mi vida. Mis horas de sueño mejoraron y los escenarios de mi infancia dejaron de torturarme por las noches. Finalmente vivía la calma que tanto había anhelado y mi corazón palpitaba de emoción con cada amanecer. Era magnífico, al final del día parecía que llegaba a casa en una nube y esta me dejaba gentilmente sobre el colchón de mi cama, me arropaba con cariño y velaba por mis sueños. Una maravilla ¿así funcionaba el amor? Parecía ser la solución a todos mis problemas. Mi estado de ánimo dejó de ser fingido, realmente iba gustoso a trabajar, pues estaba muy seguro que me encontraría contigo. Armin lo notó, ha sido el único amigo que ha permanecido a mi lado a pesar de todo. Gracias a él estoy más que seguro que el idiota de mi padrastro no le haría lo que me hizo a los pequeños de mi madre adoptiva ni a nadie más.

En alguna de nuestras salidas en los fines de semana con mucha vergüenza, pero motivado por la presencia de alcohol en mi sistema, terminé por contarte aquello que solo Armin sabía. En tus ojos que tanto me encantaban pude encontrar la preocupación absoluta. "Eren... eras solo un niño." Hubiera roto en llanto en ese momento, pero ya había llorado mucho en el pasado. No voy a hacerme el desinteresado, sí recorrieron algunas lágrimas en ese momento, pero el verme rodeado por tus brazos fue mucho mejor que todas esas sesiones con el psicólogo. Dijiste muchas frases de consuelo y pude sentir ese afecto que no sabía que necesitaba hasta ese momento. Tu voz era tan calma y suave, como nunca antes la había escuchado. Me sentía arrullado por ella y una paz enorme me cubría por completo.

No quería arruinar la atmósfera con asuntos del pasado, por lo que quise cambiar el tema de conversación, me regañaste por minimizar aquello tan delicado, mas no te opusiste a continuar con el tema —cosa que agradezco bastante—. Las bebidas iban y venían, al ser fin de mes, estábamos más o menos desocupados y podíamos darnos el lujo de perdernos en nosotros mismos un fin de semana.

Supe entonces que vivías con tu madre y tu tío, un par de señores bastante carismáticos que tuve la fortuna de conocer. Tu familia era en sí bastante especial, tu madre me contó que tu padre había fallecido cuando apenas eras un bebé. Tu tío por otro lado me contó otra cara de la historia muy a su manera, tan sarcástico y mal hablado como su sobrino. Tanta confianza entre ustedes me hacía sentir tan cálido y bienvenido que no me hacía ver tan fuera de lugar. Hasta la actualidad, mi relación con tu madre y tío es muy buena, fui un par de veces a su hogar, pero es bastante distinto ahora...

En tu momento de ebriedad escuché maldecir tu suerte al tener que estar comprometido con la hija del CEO, también que era un alivio el encontrar a alguien de confianza como yo para contarle ese tipo de cosas sin miedo a que luego lo apuñalara por la espalda. Claro que mi mundo parecía irse abajo con el tema del compromiso, aunque tu inconformidad con el tema me daba algo de esperanzas. Si tan solo hubiera sido directo y más confiado...

Esa noche fue como un suspiro para mí. Estabas demasiado ebrio y no querías simplemente llegar a tu hogar y escuchar las burlas de tu tío y regaños de tu madre, por lo que te llevé a la mía. Tenía una habitación libre por lo que no había ningún problema en hospedarte por la noche. Una vez llegamos, tal vez dejándonos llevar por el alcohol o por pura imaginación, sucedió algo que claramente me dejó helado.

"¿Por qué siempre que estoy contigo siento que debo permanecer a tu lado?" A pesar de todo el alcohol en tu organismo, esa frase parecía mostrar el lado más sobrio de ti. "Mi pecho se llena de una gran angustia, no quiero perderte de nuevo." Fue eso antes de caer inconsciente sobre mi sofá. Mi subconsciente me mostró bastantes imágenes que provocaron que mis rodillas fallaran, dejándome caer de bruces al suelo.

Imágenes en las que, yo como tu subordinado, abrazaba tu cuerpo ensangrentado y herido por lo que parecía haber sido una explosión en la llanura, podía ver claramente un río a un lado y al otro, no muy lejos, un bosque y una carreta destruida. ¿Qué había sucedido? ¿Un fallo en tu ataque? ¿Por qué parecías sonreír entre mis brazos mientras respirabas con lentitud? Acariciabas mi mejilla con tu mano herida, te faltaban algunos dedos y tenías en el rostro una gran herida. Con dificultad pronunciaste un par de palabras antes de finalmente partir.

No recuerdo mucho luego de ello. Yo me encontraba en medio de la sala cuando todo eso recorrió por mi mente en tan solo segundos que parecían eternos. Las lágrimas brotaron de mis ojos, algo no se sentía del todo bien y mi pecho dolía. Estabas ahí, recostado en mi sofá con la respiración tranquila y en un profundo sueño debido al alcohol. Quise abrazarte, no sabía si lo que veía eran recuerdos o producto de mi imaginación, pero tenía una gran angustia conmigo... Decidí ignorarlo convenciéndome que era efecto del estrés en mí, que nada era real, que tus palabras fueron malinterpretadas por mí y que no había algo tan absurdo como lo era una vida pasada. Te llevé cargando a mi habitación y el resto fue bastante irrelevante.

Claro que al estar demasiado ebrio, a la mañana siguiente no recordó ni cómo había llegado a terminar en mi cama y con una ropa de dormir que no era suya. Luego de aquello, y tal vez una clara malinterpretación, hubo una terrible distancia entre nosotros limitándose únicamente en nuestra relación jefe-trabajador. No tuve tiempo ni oportunidad para explicarle que nada raro había sucedido, estaba muy ocupado lidiando con esas imágenes en mi cabeza que parecían haber reemplazado las pesadillas de cada día. Todo era bastante confuso.

Volvimos a hablar y arreglamos el malentendido, sentía el corazón más liviano y una inexplicable felicidad inundaba mi ser al tener sus brazos rodeando mi anatomía de nuevo, disculpándose por la confusión y riéndose de mi reacción diciendo que parecía un niño algunas veces. Éramos muy buenos amigos, la confidencialidad entre ambos era envidiable y notoria, pero nunca pasó de eso. Eventualmente tuvo que forjar lazos con la hija del CEO, una mujer muy atractiva tanto en lo físico como en lo intelectual, bastante carismática y amable, como era de esperarse de la hija de Smith. Mas usted no se veía muy interesado, no se le veía enamorado. Después de todo era una relación forzada por el padre de la chica. Todavía sospecho que hubo algo más, pero es un tema que no me concierne.

Para ese momento yo ya más que convencido de que había desarrollado sentimientos por su persona aunque se tratara de un mero capricho de mi parte, influenciado en parte por las visiones y sueños que tuve al momento de conocerlo.

La boda se dio con los meses. Fui su padrino de bodas y mis lágrimas de ese día se confundieron con unas de felicidad, su esposa me abrazó con fuerza. "Muchas gracias por cuidar de Levi por mí, ahora es mi turno, pequeño." Dijo mientras sonreía limpiando mis lágrimas con sus delicados y finos dedos, no muy lejos estabas tú mirándonos con tu típico rostro neutro. No podía descifrar ello, tal vez notó que mi sonrisa era forzada para con su esposa y que estaba profundamente herido. Estaba muy frustrado, estaba viendo a la persona que quería con mi alma, casarse con otra persona, próximos a una vida juntos y muy posiblemente con una familia. Era algo que yo no podía darle y era bastante deprimente. Si tan solo hubiera sido más valiente en las distintas oportunidades que se me presentaron, tal vez no estaría presenciando mi propia sentencia a la miseria saludarme como una vieja amiga el día de su boda arreglada.

Con el pasar del tiempo, usted ascendió a CEO y yo a jefe de grupo. Obviamente nuestros puestos habían mejorado y con ello la calidad de vida, aunque no podía decir mucho de mí. La rutina había vuelto, pero a ello se le añadía la miseria de mi corazón. Mientras tanto durante nuestras horas de trabajo podía notar que había algo raro en su actuar, lo sentía, mas nunca lo mencionó ni en las escasas veces que compartimos los fines de semana, ya que su esposa demandaba casi todo su tiempo. Todo iba de mal en peor. Todo lo que sentía me ahogaba día a día. Era como gritar en un cuarto a prueba de sonido, nadie me escucharía y de nuevo era presa de las noches de insomnio, pesadillas constantes y visitas recurrentes a la sala de emergencias por los jodidos problemas cardíacos de los que era ignorante hasta el momento. Las escenas de su muerte en aquel viejo entonces eran muy recurrentes, hacían que despertara en la madrugada con el corazón alocado y la respiración agitada. Simplemente era una tortura, era como si la mitad de mi ser se estuviera apagando paulatinamente, ojalá hubiera hecho algo respecto, tal vez preguntarte directamente y convencerte de ir al hospital o algo, evitar un final así.

Aquel oscuro y terrible día llegó. Todos estaban de negro y tu esposa lloraba mares. Ella así como yo se había encariñado con tu recta y casi inexpresiva forma de ser. No podía asegurar haber recibido un trato diferente al de ella porque no lo sabía. Comprendía totalmente su dolor, pero ni ella ni nadie podría comprender el mío. Ese día grité como nunca, como un loco y lloré como nunca antes. No salí de mi casa por días, no comía y tampoco dormía por los nuevos escenarios que atormentaban mi mente... Armin estaba muy preocupado y me siento terrible por ello. Terminé por alejarlo de mí, era por su bien. Yo necesitaba estar solo un tiempo. Pasaba mis días inventando escenarios fantasiosos donde volvía a ser feliz, en todos ellos estabas tú.

Algunas veces me imaginaba acostado en tu pecho, oyendo los latidos de tu corazón y escuchando alguna historia de las que solía contarte tu irónico tío Kenny. Escuchar tu risa cuando recuerdas algún evento gracioso o por alguna estupidez que podría decir en mi inmadurez. Tal vez una bonita tarde luego del trabajo escaparnos a la costa y presenciar el ocaso con el sonido marino de fondo. Caminar descalzos en la orilla, acompañándonos el uno al otro. Podría haber sido también una noche de películas, incluso una cena formal en algún restaurante lujoso o algo casual en un carrito de comida rápida.

Mi mente me permite crear escenarios que pudieron ser en su momento. Que realmente pudieron ser si tan solo hubiera mandado al carajo nuestra relación laboral y dar el primer paso, si tan solo me hubiera puesto los huevos y dijera de frente lo mucho que te quería. Tal vez hubiera recibido un rechazo de tu parte, pero no estaría tan lleno de arrepentimientos como ahora, o tal vez me hubieras correspondido y ambos hubiéramos sido perseguidos por el CEO. No lo sé, nunca lo sabré.

Todo es tan extraño actualmente, nunca pude decirte cuánto te quería, cuánto daría por unos minutos más junto a ti y todo los recuerdos que hubiéramos creado juntos, me conformaba incluso solo con verte. 

Pero ya no estás, Levi. Te he perdido sin ser realmente así.

Decidí terminar con todo ello y seguir el consejo que alguna vez Armin me dio. Acabo de anotar todo lo emocionante que he vivido. He recordado, he reído y vuelto a derramar lágrimas. Quiero disculparme con Armin, mi fiel amigo que no me abandonó incluso cuando lo aparté de mí, disculparme con tu madre y tu tío por no poder darte la felicidad que ellos hubieran querido que tuvieras. Disculparme contigo por no ser valiente y por verme ahora como un cobarde que encontró una estúpida solución a todo este embrollo que me destruye día a día. Tal vez estés meneando la cabeza con desaprobación donde sea que estés.

En la otra vida espero tener la valentía de decirte lo mucho que te amo. Sin duda, te encontraré y sé que viviremos lo que alguna vez hace dos mil años nos prometimos.

Pasarán los años y en todas las vidas me aseguraré de encontrarte y enamorarte, mi capitán.

Eren Jaeger.❞

 

Notas finales:

Este humilde Oneshot ha vivido en mi mente durante varios años. Es gratificante finalmente terminarlo. 
Si llegaste hasta aquí, te agradezco por la oportunidad.


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