La madera del lápiz que tengo en la boca se astilla. Siento como cede a la presión de mis dientes, como una señal para sacarlo de mi boca antes de que termine tragando madera. Suspiro y guardo mis cosas.
— ¿Noel? Creí que te habías ido ya a casa.
— recordé que mis padres no están y estuve adelantando mis trabajos— mentiras. Recuerdo que cuando era niño pensaba que las mentiras eran malas y no me gustaban, pero mentir no siempre significa que le mientas a los demás.
— ¿quieres ir a mi casa?
—S…
— ¡Lo siento! me olvide, tienes una cita con Cooper.
— ah, sí— eso no es mentira y me cuesta toda mi voluntad no hacer una mueca al recordarlo— pero estaba por irme, podemos caminar de regreso a casa. No iré así a una cita— solo cierra la boca, Noel. Me levanto, cargando mi mochila. No hablamos mientras salimos de la escuela— ¿terminaron lo que tenían que hacer?
— aun no pero no pienso quedarme mañana también, me aburro. Además no me olvido que tenemos que jugar ese videojuego nuevo que te regalaron.
— Umm, sí. Puedes venir a mi casa el fin de semana y te quedas a dormir. Jugaremos toda la noche o voy a tu casa, lo que sea me va bien.
— claro…— hay algo raro en la forma que dice esa palabra. Le miro, esperando a que siga ¿no iba a continuar hablando? Me dio la sensación de que hay algo más.
— ¿ibas a decir algo?
— es… es una tontería— le miro, curioso. Alex no me mira y su cara se está poniendo roja ¿Por qué esta avergonzado? Me está poniendo nervioso y avergonzado a mí. Le doy un codazo, también sin mirarlo— está bien. No vayas a molestarte, pero me preguntaba si no estarías ocupado con Cooper o si no le molestaría que hagamos eso— oh. Siento la cara acalorada, pero me niego a sentirme más avergonzado de lo que ya me siento.
— ¿Por qué debería molestarse si paso tiempo con mi mejor amigo?
— tienes razón— dice rápidamente.
— además, que este saliendo con alguien no quiere decir que tenga que dejar de pasar tiempo con mis amigos. Y espero que tú también lo recuerdes eso cuando decidas salir con alguien como esa chica que siempre está hablándote…— dios, sigue así Noel.
— solo somos amigos.
— le gustas— realmente soy un idiota. De las todas las conversaciones que podemos tener en este momento estamos hablando justo de esto. Alex no dice nada ¿ya lo sabía o realmente no tenía idea? Aun no decido que clase de persona es Alex en ese sentido: finge no saberlo o es un denso que no se da cuenta d nada. He pensado mucho últimamente sobre muchas cosas, sobre Alex en especial.
— no creo que funcione.
— ¿Por qué no? ella es bonita— me dan ganas de golpearme a mí mismo por esas palabras.
— estamos a pocos meses de terminar la escuela. Iremos a la universidad y no iremos a la misma, no me gustaría tener una relación a distancia— se encoje de hombros. Es un argumento válido, él es muy serio y comprometido y si sale con alguien no será algo pasajero. Me rio, intentando seguir la conversación.
— ¿así que pretender quedarte con la chica con la que salgas para toda la vida?
— para toda la vida es mucho tiempo.
— algunos dirían que es poco— nos reímos. La calle de mi casa aparece y desearía caminar más despacio— dime si vas a querer hacer el plan del fin de semana para decirle a mis padres y a los tuyos— a ellos realmente no les importa mucho lo que hacemos pero aún tenemos que decirles que iremos a dormir a la casa del otro porque al final no son nuestras casas.
— hagámoslo.
— perfecto— me detengo en la calle frente a mi casa— nos… nos vemos mañana.
— vendré por ti para irnos a la escuela.
— te espero donde siempre— me giro para entrar a mi casa. En la puerta aun alcanzo a verlo antes de que de vuelta en la calle hacia su casa. Escucho a mis hermanos, mis padres no deben tardar en llegar, y no me siento de lo mejor para hablar con alguien ahora mismo.
Me quedo encerrado en mi habitación escuchando música con mis auriculares para no escuchar mis pensamientos, hasta que llega la hora de irme. Quedamos de vernos en una pizzería, un local nuevo muy llamativo y que está lleno. Es la primera vez que vengo y la pizza es muy buena aunque soy de los que piensa que pizza es pizza y en todos lados sabe a lo mismo. Hay una zona de juegos para niños, mucho ruido. No me molesta nada de eso, por el contrario, agradezco las distracciones, como el ver entrar a las personas y como las meseras están usando un uniforme muy vistoso. Están pasando un partido de futbol en las pantallas y además alcanzo a escuchar música ¿alguien con un teléfono o hay bocinas aquí?
— ¿Te gusta?
— Hey, Alex ¿puedes creer que estén usando ese uniforme?
— no me llamo Alex— no. no. no. me quedo sin respirar, deseando que el mundo se detenga. No lo hace y la realidad me aplasta. Metafóricamente. Suspiro. Cooper es agradable, compartimos un par de clases extras en verano y seguimos hablándonos entre clases.
— Lo siento— es lo primero que me sale, y es verdad— me gusta el lugar, y la pase bien. Pero no puedo seguir con esto, Cooper— espero que diga algo, pero no lo hace. También me mira— terminemos.
— ¿es lo que quieres?— tenemos unos meses saliendo y aun siento que no nos conocemos del todo ¿Por qué acepte salir con él en primer lugar? sí, es atractivo, y para muchos será divertido pero no es atento, no me escucha ni me sigue el juego cuando digo alguna tontería… no es Alex.
— Sí— le miro a los ojos, oscuros. Tiene el cabello rubio, más claro que el de Alex… me he intentado convencer de que no salí con Cooper por su parecido con Alex, aun cuando cada vez es más difícil convencerme de eso— me di cuenta de que estoy… que siento algo por otra persona, y no puedo retenerte de esta manera.
— oh… eso.
— sí… lo siento— repito— desearía haberme dado cuenta antes, me siento mal por terminar de este modo pero no seguiré saliendo contigo.
— está bien, Noel. Esas cosas pasan todo el tiempo, no te sientas mal por eso— como no hay más cita, nos levantamos, nos despedimos y todo termina. No me siento muy bien con esto, aunque sí que me alegro de haber terminado con él ya que al parecer la relación que teníamos no la estaba tomando muy en serio. Me siento libre, y a la vez aterrado. No había expresado que me gusta Alex, no le dije su nombre pero creo que fue muy obvio después de haberle llamado por el nombre equivocado. Darme cuenta de que lo que siento por Alex es algo más que amistad me aterro. Le quiero mucho como para tomarme a la ligera hacerle una confesión.
Mis pasos me dirigen automáticamente hasta la casa de Alex, antes de pensarlo estoy en su puerta, con su padre recibiéndome y diciéndome que Alex está en su habitación. Le encuentro sentado en la silla del escritorio, escribiendo.
— Noel ¿Qué…? ¿No tenías una cita?
— tuve una cita, sí— me siento en la cama.
— ¿Y? ¿Te dejaron plantado? ¿Paso algo?— mi cuerpo se calienta escuchándolo, por unos momentos me hago creer que lo dice porque le importo de la misma manera que él me importa.
— todo estuvo bien. No pasó nada excepcional… bueno, terminamos.
— ¿terminaron?
— Sí— frunce el ceño cuando me mira.
— ¿te hizo algo? ¿Estaba engañándote o algo así?
— ¿Qué? ¡No! de hecho yo lo termine. No funciono, nada más— noto cuando se relaja.
— ya veo ¿estás bien? ¿Quieres hablar de eso?— ah… cierro los ojos y aprieto los labios, que comienzan a temblarme. Qué vergüenza— Noel…
— está bien… es decir, no estoy bien, pero lo estaré. No es porque termine con Cooper, así que no vayas a reclamarle nada ¿bien? y no quiero hablar de eso, no por el momento— hablar de lo que paso hará que termine contándole sobre lo que siento y no estoy listo para eso— lo siento, he hecho todo mal. Lo siento mucho.
— vale, pero conmigo no tienes de que disculparte ¿estás seguro de que no quieres hablar de lo que paso?— niego con la cabeza. Estoy a nada de ponerme a llorar y contarle que termine con Cooper porque es él con quien quiero salir. Escucho las voces de la televisión, lo que me hace mirar que ha encendido el aparato— están pasando una de las series que te gustan, hay un maratón.
— ¿en serio?
— sí— Alex cierra el cuaderno y se acuesta a mi lado en la cama— empezó hace quince minutos. No nos perderemos mucho— no me muevo, pero si me siento más tranquilo. Tiene razón en que no nos estamos perdiendo mucho de la serie, sin embargo en la realidad si nos estamos perdiendo de mucho. Pronto, me digo, pronto le diré y podré tomarle de la mano sin sentirme culpable. Pronto.