Hay niebla y llueve. Es un clima horrible para salir, así que me quedo en el sofá, con un chocolate caliente que Alex preparo anoche y una bolsa de Cheetos mientras pongo la ultima temporada de American horror history, con una manta ligera y en pijama. Nugget salta a mi lado y su calor se siente tan agradable que no nos movemos hasta que escucho la puerta abrirse. Nugget solo levanta la cabeza y agita la cola cuando Alex entra.
— estas chorreando.
— no estoy chorreando— dice, pero puedo ver sus huellas lodosas en el piso. No las señalo, porque sé que igualmente Alex las limpiara porque no soportara verlas. Podría hacerlo yo pero estoy tan cómodo que no tengo intención de moverme.
— ah, quedo pizza en el refrigerador.
— ¿Pizza?
— hace frio, no me he levantado… ¿quieres algo más?
— no, eso está bien ¿Qué estás viendo?
— American horror history, no es de lo mejor pero…— me encojo de hombros. Alex se inclina para besarme, me retiro al sentir sus labios helados, al igual que su ropa. Le toco— estas congelado ¡Hasta parece que tu ropa esta mojada!
— no estoy mojado.
— al baño.
— ¿Qué?
— ve a darte un baño con agua caliente, luego vienes aquí. Calentare la pizza para ti, también el chocolate caliente ¿o prefieres otra cosa?— le empujo con los pies hasta que se levanta.
— la pizza y una soda están bien— arrastra los pies hasta la habitación. Me espero a que termine la escena para poner pause y levantarme. Me da escalofríos sentir el clima más frio que mi cómodo rincón en el sofá. Enciendo la estufa, y busco la pizza en el refrigerador, también aprovecho para sacar un par de sodas. Sé que Alex tardara un poco, me pongo a buscar galletas en la alacena y pongo una bolsa de palomitas en el microondas. Tarareo la canción de otra serie mientras espero— ¿Qué cantas?
— una tontería ¿estas mejor?
— mucho mejor— llevo la pizza, que fue lo que puse al final en el microondas, a la sala. Ya he dejado lo demás, y me siento muy satisfecho con mi pequeño trabajo— ¿Por qué tienes esa expresión?
— no se dé qué hablas.
— como sea.
— oh por dios, tu cabello está goteando.
— ¿Qué problema tienes con el agua hoy?— se queja. Se ha puesto ropa cómoda, pero puedo ver como su cabello está comenzando a mojarla.
— vas a enfermarte— casi entro corriendo a la habitación a buscar una toalla. Hay una secadora en la habitación que usa Iris cuando viene, aprovechando, me paso a la habitación— diablos ¿Cómo voy a conectar esto en la sala?— me rindo con la secadora, arrojo la toalla en la cabeza de Alex, reanudo la serie y comienzo a secarle el cabello con mucha fuerza, más de la necesaria.
— si quieres romperme el cuello, tirarme por las escaleras sería más eficiente.
— Ja, Ja, Ja, muy gracioso. Discúlpame por preocuparme por ti— aparta la toalla para mirarme, sus lentes están muy torcidos, y los acomoda antes de que yo lo haga. Me besa la mejilla.
— gracias.
— ah, voy por un cepillo— lo encuentro rápido, hago que se siente en el piso después de arrojar un cojín y le cepillo el cabello. Aún está húmedo, pero no gotea— está mejor así— mis manos están heladas ahora, como ya no hay nada urgente me regreso a mi nido de mantas y cojines— ¿quieres venir?— palmeo el espacio a mi lado, el que no usa Nugget.
— bien. Explícame la serie que no estoy entendiendo.
— claro que no entiendes— comemos las palomitas mientras le cuento las cosas relevantes de la historia. Se ha ido reclinando contra mí, nuestros cuerpos juntos, y finalmente su cabeza termina en mi brazo, le abrazo también aprovechando para buscar una posición cómoda para los dos— podemos hacer un maratón desde la primera temporada si te interesa.
— no es mi estilo.
— tú te lo pierdes.
— estoy dentro si hay algo policiaco o con zombis.
— lo hay, buscare algo cuando termine este capítulo— Alex solo hace un gruñido como respuesta. El capítulo termina veinte minutos después, me he cansado de la serie a decir verdad así que solo busco la palabra zombi y le doy una mirada a lo que hay. Muchas parecen series de muy, muy bajo presupuesto, hay muchas películas— Hey, Alex ¿Cuál quieres ver? ¿Alex?— muevo la cabeza, que es lo único que puedo mover además de mi brazo. Alex está completamente dormido, lo sé por la forma que respira. El cabello le cae por la frente— no te duermas con los lentes puestos, siempre lo haces— murmuro, más para mí porque él no me escucha, con cuidado le quito los lentes y los pongo en un espacio del sofá alejado para no terminar sentándome en ellos o tirándolos al piso. Debe estar más cansado ¿o es el clima frio? no lo sé, pero no me muevo. Alcanzo la cobija y nos cubro con ella. El calor es agradable, y suspiro mientras pongo una película que no se ve tan mala.
No han pasado ni diez minutos y siento que comienzo a cabecear. No es una sensación agradable porque me hace pegar saltos bruscos cuando cabeceo. Levanto un poco el cojín y recuesto la cabeza. Ah, se siente mucho mejor. Y también puedo descansar los ojos un momento, solo un momento.
— ¿Qué?— balbuceo, no puedo moverme… parpadeo, sin saber dónde estoy o que está pasando. La sala, la película, Alex…— ah, sí…— bostezo. Esta atardeciendo aunque parece noche debido a las nubes, y me duele la espalda además no siento el brazo. La televisión está encendida sin mostrar nada hasta que presiono un botón del control. Me dormí dos horas, vaya. Alex suspira, moviéndose un poco, su mano esta sobre mi estómago y estoy seguro de que no estábamos así. Sonrió como bobo por el gesto. Siempre tiene lindos gestos conmigo pero saber que incluso durmiendo los tiene… no es una persona madrugadora, siempre termino despertando primero que él pero pocas veces me quedo observándolo dormir ¿no es algo raro? O sea, puedo verlo cuando está despierto, pero ¿durmiendo? Siento que lo estoy acosando a pesar de que nos conocemos desde hace años y vivimos en la misma casa. Su rostro siempre es tranquilo, durmiendo es como una pintura, inmóvil y perfecta. Siempre ha tenido pestañas largas aunque las ocultan sus lentes. Tiene una pequeña mancha en la nariz debido al uso de esos lentes y un lunar en la mandíbula por debajo de sus labios. Hasta que no veo mi mano me doy cuenta de que estoy apartándole el cabello de la frente y acariciando su mejilla— de verdad estoy muy enamorado de él ¿eh?— inhalo y suspiro, sintiendo el aroma del shampoo.
— ¿dijiste algo?— murmura, con la voz ronca y adormilada.
— nada, vuelve a dormir cariño— suelta un quejido cuando se estira, moviéndose y liberando mi brazo, que me comienza a hormiguear al volver a recibir el flujo normal de sangre.
— no, está bien— se frota los ojos y bosteza.
— ¿quieres tus lentes?
— ¿estamos haciendo algo?— me extiende la mano, así que alcanzo los lentes y los pongo en su palma.
— durmiendo una siesta al parecer, estábamos viendo una serie, luego solo nos dormimos— sonrió al ver que tiene una marca en la mejilla por dormir apoyado en ella— ¿alguna vez te dije que me parece sexy verte despertar?
— no— parpadea al mirarme— ¿estuviste mirándome dormir?
— un poco pero solo porque no quería moverte— le restó importancia— quiero cenar algo, ordenemos lo que sea y hagamos algo divertido, no creo que vayamos a dormir temprano hoy ¿eh? ¿Sigues dormido?
— me llamaste cariño…
— lo hice, es que te veías adorable medio dormido— sus mejillas se manchan de rojo por la vergüenza, lo que me hace sonreír con malicia— ¿hay algún problema, cariño?
— no… no hagas eso.
— ¿hacer que, cariño?
— ¡Noel!
— ¿si, cariño?— no puedo evitarlo y termino riendo a carcajadas que aumentan cuando Alex oculta la cara ente las cobijas. Es tan raro hacer que Alex se comporte así, que definidamente debemos tomar más siestas juntos.