Durante la tarde mis clases se hicieron eternas, trataba de enfocarme en lo que tenía enfrente pero era muy complicado, y más ahora que tengo a Yugi interrogándome.
-¡Vamos Joey escúpelo de una vez!-
-No se de que hablas Yug, vamos solo tenemos estos minutos para comer algo antes de la última clase, no lo desperdicies en esto.-
-No me hables de desperdiciar, se supone que habían terminado y de la nada vuelves a estar en la luna por alguien que te quiere cuando le es conveniente-
No se como responder, porque desde el principio que nunca fuimos algo.
-Mira Joey, aunque no hables del tema se que te ves con esa persona desde hace algún tiempo y entiendo que haya gente que pueda tener relaciones casuales, pero por como te he visto, se que.. o al menos puedo notar que realmente te gusta esa persona y solo no quiero que salgas lastimado y todo esto lo se porque, constantemente alejas a todas las personas que tratan de tener algo contigo, cada festividad pasas pendiente del teléfono como esperando algo y a veces de la nada sales corriendo, cancelas planes que ya teníamos entonces por favor ya no lo niegues.-
Ya no puedo con la carita de Yugi, solo puedo suspirar. -En algún punto todos estábamos ocupados ya no había que defender el mundo ni había más duelos, me sentí atrapado ya no habría nada que me permitiera ver a esa persona y entonces sin siquiera buscarlo la oportunidad se presentó y yo solo la tome, lo había querido hace tanto tiempo pero jamás pensé en poder tenerlo cerca así que me conforme con lo que podía recibir, no me juzgues Yugi, al fin de todo cada uno busca la felicidad a su modo, y se que tienes razón pero necesito tiempo para dejar las cosas ir, por favor yug no te alejes, solo dame tiempo.-
-Ahh vamos joey cuando he dicho que me alejare solo quiero que estés bien y tengas cuidado-
-Gracias amigo, bueno será mejor ya vayamos a nuestras clases-
-Pues… quedé de juntarme con Atem así que me saltaré este bloque jejeje nos vemos Joey-
-Ok Yugi que les vaya bien entonces jejeje- le digo en tono sugerente, pues hoy es el día en que el abuelo de yugi sale con sus amigos-
-¡Que no es eso!
El resto de mi día siguió normalmente, y una vez en mi casa trato de buscar la ropa que mejor me queda y mientras me cambio y cambio de ropa no puedo dejar de preguntarme sobre la razón para esta cita, es la primera vez que se refiere a uno de nuestros encuentros así y … si quizás es solo una broma u otra forma de humillarme, mierda…
No quiero deprimirme pero no se que esperar, paso de la emoción al miedo y luego aún albergo algo de esperanza pero… y si quiere dejar las cosas hasta aquí.. se que seria lo mejor ahhh dios, me hiciste sin dignidad o qué.
Siento que llegar con rosas o algún tipo de regalo sería demasiado por ahora, pero espero que llegue el momento en que se vuelva un hábito normal entre nosotros, llamo a tu puerta y abres de inmediato, te notas ansioso.
Llegamos al restaurante, elegante pero sencillo y reservó un área en la que solo podemos estar los dos, ves con dificultad el menú y la cena transcurre tranquila, pareciera que quieres decirme algo, pero esas palabras no logran salir de tu boca.
Apoyo mi mano en tu muslo buscando acercarme más a ti, dices mi nombre exaltado ante la sorpresa. -¿Quieres ir a un lugar más privado?
-Claro, seria bueno-
Informo a los meseros que ya nos retiramos y nos ponemos en marcha al hotel, estás inquieto durante el camino y cuando finalmente llegamos a la habitación tomamos un ducha primero tu y luego paso yo, se que no debería sorprenderme el verte tendido boca abajo en la cama desnudo, pues es como usualmente acostumbraba tomarte.
Me acerco aun con la bata puesta y acaricio tu espalda, ante el contacto giras tu rostro hacia a mi. -Kaiba, no es necesario ya, ya estoy listo-
-No lo dudo, pero quisiera asegurarme- Asegurarme de que lo disfrutes, repito para mis adentros
Lentamente llevó las yemas de mis dedos desde tu nuca hacia tu espalda, entremedio de tus omóplatos, siguiendo tu columna suavemente, notando cómo se eriza tu piel en cada contacto, me ubico a tu lado y te guio para que te montes encima de mi, me miras desconcertado pero tomas la confianza suficiente para apoyar tus manos en mis hombros, mientras yo aplico lubricante entre tus gluteos y acarició delicadamente tu entrada.
-Kaiba, porque estas jugando así?- me dices mientras das pequeños suspiros de placer.
-No estoy jugando, solo quiero deleitarme con esta carne-
-¡Ahh!- exhalas antes la sorpresa y el placer de tener mis dedos jugueteando en tu entrada y mis labios succionando tus pezones.
Sigo degustando tu pecho hasta que lo retiras bruscamente y tomas mi pene para guiarlo a tu entrada. -Por favor- me dices suplicante y yo elevo mis caderas para embestir en un solo movimiento, ahora soy yo quien está arriba, penetrándote mientras beso una de tus piernas que descansa en mi hombro.
Luego de un tiempo finalmente me acercó para un último ardiente beso, llegamos juntos al éxtasis y me recuesto a tu lado, respiras agitadamente pero sonríes mientras me miras curioso, sabes que en una situación común yo saldría me iría primero de la habitación
- He pagado con anterioridad nuestra estancia en el hotel no hay razón para irnos rápidamente-
-Yo… tengo clases mañana temprano y luego el turno de la tarde en el café- me dices mirando hacia abajo. -Será mejor que me vaya ahora, después de todo no esperaba que te fueras a quedar de todas formas
lo dices mas para ti que para mi, mientras te levantas y comienzas a arreglarte para salir.
-El auto está abajo esperando, te llevará a tu casa-
Lo piensas por un momento pero terminas aceptando y luego te retiras sin más, fui arrogante al pensar que las cosas serian mas fáciles si lo hacía de esta manera, ahhh cachorro, de a poco haré que confíes en mi, ya lo veras, lograré hacerte feliz en esta vida