Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love Will never give up por Raziel Soul

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando Jae entró por la puerta del salón se dio cuenta de su gesto triste, bastante desolado, nota que aún se le pueden percibir un poco las ojeras, pero seguramente eso se iría con el tiempo siempre que no se desvelase como lo estaba haciendo. Iba a darle los buenos días, sí, le dijo que le dejase solo como el “llenito Hyung”, por lo que creyó que con su cuerpo actual no tendría problemas para comunicarse con él. No obstante, en cuanto iba a acercársele el rubio pasó de largo prácticamente ignorándolo. Lo cual no era habitual en él en absoluto, pero Yeol simplemente quería darle su espacio. Seguía creyendo que le puso tal atención que Park se sentía acosado por él, no pudo ni pegar el ojo por la noche. Los chicos mas allegados a Hyung se quedaron bastante asombrados, claro que no tenían la misma confianza con Hong como para preguntarle que estaba sucediendo, tampoco intentaron averiguar con Park al ver ese gesto de tristeza y confusión que tenía en ese momento. 


Las clases pasaron de manera normal, lo mismo que el almuerzo, o al menos lo más apegado a lo habitual que se pudo, puesto que Seok, contrario a lo que solía hacer con cualquiera de sus cuerpos, apenas y picó su comida, Duk Hwa y Ji Ho notaron eso, se miraron con preocupación, intentaron hacerle plática, pero fue en vano, estaba como en otro mundo. Ni siquiera respondió a las indirectas de los chicos del departamento de música. Apenas y respondió el saludo de Vasco, solo sabía que Jae no había ido al comedor y eso era lo único que a su cerebro le importaba en esos momentos.  Se despidió de sus compañeros apenas sonó la campana de salida, sin esperar ni un segundo salió como alma que lleva el diablo para alcanzar a Jae, con todo y eso al cruzar la reja de entrada vio como se alejaba el auto del rubio, traga saliva con algo de dificultad, su garganta estaba seca por completo, siente un picor en su nariz, sus ojos querían nublarse pero trata de no desanimarse, aunque todo parecía ir en su contra, pues el día siguiente era sábado, con lo cual no podría verle en la escuela. Tampoco se atrevía a ir a su casa, ¿con qué pretexto se podría presentar ahí? Además, quien le aseguraba que Jae le abriría la puerta, no es como si antes le hubiese negado la entrada, pero ahora que estaba tan raro no sabía qué hacer. Por su mente también rondaba la incertidumbre del por qué le había afectado tanto el comportamiento de su otro yo. Estuvieron juntos varias horas, pero era con ese cuerpo que tenía ahora con el que conoció al rubio y forjó con él lazos de amistad. Frunce el ceño notándose molesto de un momento a otro mientras andaba por la acera.


Se detiene de golpe, al darle tantas vueltas al asunto cayó en cuenta de algo: tenía celos de si mismo. Sacude su cabeza como perrito secándose el pelaje. ¿por qué diablos iba a sentir celos de su versión descuidada? Al final de cuentas era él solo que, en un cuerpo diferente, de ambas formas Jae era su amigo. Retoma su andar sintiendo un escalofrío recorrer su espalda pues el ambiente comenzaba a enfriarse debido a las fechas, sobre su nariz un copo de nieve, alza la mirada, se había atrasado bastante la primera nevada del año, pero por alguna razón, esta vez no le emocionó ser testigo de esta, pues al igual que esa nieve sobre su rostro, sentía como el frio iba inundando su corazón. 


**********


Por la noche…


-¡Hola cerdito! – la voz de Ha Neul aparece de pronto dándole el susto de su vida, no es que la chica fuese poco agraciada, todo lo contrario, era una belleza y tenía un cuerpo bastante atractivo, al principio le atraía bastante, aunque su forma de ser luego de convivir con ella le decepcionó; aunque después de salvarle de aquel loco que la seguía por sus streamings ella cambió totalmente con su versión corpulenta.


Lo único que aún le costaba era acostumbrarse a escuchar el “cerdito” sin sentirse como cuando Tae Sung le llamaba de esa manera de forma despectiva e hiriente; claro que trataba de sobrellevar la situación, ella era así, agradecía que por lo menos lo dijese con un tono dulce, aunque escandaloso al mismo tiempo.


- ¿Qué te pasa? Ni siquiera me escuchaste al entrar – comenta la chica luego de que Hyung dejase de sudar frio por la sorpresa anterior – y pareces triste… - añade mientras observa a su alrededor - ¿y Jae Yeol? – hace dicha pregunta con verdadera curiosidad pues le parece extraño que no esté ese chico ahí luego de verle diario en compañía del cerdito. Y unas 20 personas más que se arremolinaban para que les cobrase lo que habían comprado. 


-No ha venido… - susurra el joven regordete, sintiéndose culpable de inmediato, culpable y cobarde al no admitir que fue él quien le prohibió regresar a la tienda.


- Oh vaya, quizá tiene muchas cosas que hacer, aunque por la cara que tenía en la escuela seguramente está pasando por un mal momento – explica cruzándose de brazos pensativa. – lo hubieses visto, llegó y no saludó a nadie… ni siquiera a Hyung, debe estar bastante afectado, los dos. Ahora que lo pienso tal vez se pelearon – su voz tiene un toque entre dubitativo con una pizca de cotilleo. El chico bajito iba a decir algo, pero ella siguió hablando, aunque más parecía ser un soliloquio – Aunque eso es imposible, ellos se llevan muy bien, pero todo fue tan raro ¡ay, quiero saber! – dice con un pucherito. – por cierto, la tienda está vacía a comparación de cuando él estaba.


-Es obvio, la mayoría de los clientes venían a verlo, ¿pero ¿cómo sabes eso, no te vi venir cuando él se quedaba conmigo? – pregunta alzando una ceja, sus lentes apenas le dejaban mirar bien pues el cristal izquierdo estaba destrozado, la pata del lado derecho quedó dispareja luego del incidente de semanas atrás, así que tampoco enfocaba muy bien con ese ojo.


Como era de esperarse al otro día del desastre Jae llegó con unos lentes nuevos para Seok, los cuales estuvo a punto de rechazar, pero la insistencia ajena le hizo aceptar, no sabía, pero eran unos Judith Leiber mandados a hacer exclusivos para él. Al recordar la sonrisa de su amigo cuando los aceptó sintió una carga más de culpabilidad, por ello había decidido no usarlos hasta arreglar todo ese problema.


-Bueno… - la voz de Ha Neul le hace volver a la realidad – sabes que te había venido a visitar con frecuenta, no tanto como él, pero si bastante seguido, así que un día que vine a verte le vi, decidí regresar otro día… pero cada vez que venía él estaba aquí, por tanto no me quedó más que esperar el momento en que estuvieses solo para poder saludarte como era debido. – le sonríe al chico llenito con total sinceridad


- Ha Neul…- un “dime” escapa de esos labios delgados instándole a seguir – tengo… mi… mi primo, tiene un amigo con el que se llevaba muy bien, pero se dio cuenta que su amistad parecía afectar demasiado a su compañero, estudian en la misma escuela, por lo que se dio cuenta que comenzaron a bajar sus notas, decidió poner distancia entre ambos. Pero ahora se siente culpable, pues ese chico había sido sumamente amable, le ayudó en muchas cosas, incluso le protegió cuando lo necesitaba, y parecía feliz con solo estar a su lado – sus ojos avellana miraban los de su amiga mientras le contaba la “historia de su primo”


- ¿Lo trataba así de bien? – nota a Hyung asentir.


El sitio se queda en silencio por unos momentos, ella en verdad parecía estar tomando enserio la pregunta, sopesando su respuesta lo mejor posible, algo raro en la chica pues solía ser demasiado directa sin importar qué. Unos minutos después da un largo suspira, lo que obliga a Park a mirarle, ella voltea a verle también, sus labios se abren para dejar escapar una sola frase.  


-Creo… que, a ese chico, le gusta tu primo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).