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Juventud Herida (El Loco de Guerrero) por Evan_Lylu

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1986

 

Siempre fue muy pasivo y relajado, por ello había sucedido todo, en ese mundo se necesitaba ser más agresivo, una bestia. Bajo la mirada con manos firmes y vio en su diestra la pistola caliente. Quintero confiado de que era un cobarde, había salido a su encuentro altanero y burlón como siempre, sin pensar que sería su última burrada, Damián sin dudarlo  siquiera le descargo su propia arma en su petulante ser. Ahora no podía escuchar nada más que su conciencia palpitante reclamándole por qué no lo había hecho antes de perder a Dalia. Cerró los ojos con fuerza, había perdido la razón de vivir, el vacío invadió su ser. Que haría ahora sin su amada esposa, que haría ahora siendo un asesino, que haría si nadie le tendería la mano después eso, miro el cuerpo inerte de Quintero en el suelo de su propia hacienda, y entonces el escandalo le llego de golpe, uno de los muchos empleados de Quintero lo jaloneo sacándolo de ahí y al fin reacciono.

 

- Llévate el caballo muchacho, que se por qué lo has hecho!! Anda reacciona – le zarandeo el viejo haciéndolo espabilar.

– Pero… yo…

- El pueblo te va querer linchar, vete lejos!!

- Demian subió al caballo aprisa dejando atrás la hacienda.

 

El viento movía sus cabellos paisa, mientras su corazón palpitaba acelerado. Por instantes le llego la culpa pero la desecho, hasta que algo mucho más importante lo hizo detener su huida. El cuerpo de Dalia, “su hijo…” su pequeño, ¡cambio de rumbo raídamente!

 

XXX

 

La familia Barrera había tomado el cuerpo de la difunta y en todo el pueblo se hablaba de los hechos, el pueblo estaba alterado, Marcos Barrera miro a su esposa, quien tenía en brazos al pequeño huérfano.

 

Los cascos del caballo pura sangre se escucharon en la casona, Francisco Barrera estaba al tanto de lo que su hijo le había contado, que al ver a Damián bajar del caballo lo abofeteo con coraje. Damián le miro con fuego en los ojos y lo aparto aun lado. Ya no era el mismo.

 

- Lo que crees que has hecho por honor, ha sido por cobardía…!! ¡¡La montada te está buscando!! – le grito el viejo Don Barrera.

- Damián se detuvo mirando al frente, su amigo salió preocupado y la voz de Damián fue distinta – Era un cobarde… y debía hacerlo antes… jh – viendo a su amigo baja la mirada regresando a ver a Don Barrera – Amigo mío… te encargo mucho a mi chamaco… yo volveré por él… es una promesa… jh

 

Fue lo último que dijo y salió de ahí sin decir más.

 

XXX

 

Tiempo actual.

 

Se encontraban haciendo tratos con el cartel de Sonora, había buenas migas entre el jefe del cartel y su padre, David sabía que si su padre faltaba las cosas se le complicarían. Él era un distribuidor más, pero uno de los pocos que tenía normas y estatutos de lealtad con ellos.

 

- Loco!! – llamo uno de los hijos del Jefe de la familia, los cuales manejaban el territorio de Sonora.

- David levanto la mirada, regresando a ver a un costado, gruño un saludo al ver que se acercaba a la camioneta – Alfonso… – saludo sin la menor empatía.

 

Había decidido quedarse en la troca junto a los hombres de su padre y del mismo Sotelo y su grupo, en lo que su padre y Sebastián arreglaban sus asuntos con el capo de la Familia de Sonora, no quería inmiscuirse mucho en estos, por ahora. Aunque su padre se pusiera de cabeza él aun quería ser independiente en sus negocios y que no lo vincularan más de lo que ya estaba con el Jefe. Pero al parecer eso ya no era una esperanza, tal como se lo había insinuado Carlos, cada día que pasaba al lado de su padre se hundía más en el fango y se labraba un nombre ante todos en el medio.

 

- ¡¡Bájate cabrón!! – Ordeno amigablemente, vestía muy estrafalario, camisa floreada y bermudas  holgadas.

- David le miro de reojo, algo había en ese bato que no le agradaba desde que le conoció, el chaval no pasaba de los 25 años y era muy impertinente.

-Te solicita tu jefe! – abrió la puerta de la camioneta sin su autorización, antes no importaba, pues era uno más de la nómina, pero ahora era el hijo del patrón de armas, por lo que Sotelo le miro inquieto llevándose la mano al arma, David solo sonrió de lado calmándolo.

- Alfonso los miro a ambos y luego dirigiéndose a David le reclamo - No chingues pinche mamila…!! Me hiciste creer que no eras nadie, y mira nada más,  resulta que eres el legítimo hijo de don Damián, cabrón… que bien, Sebastián me da hueva… – dijo sonriendo amigablemente recargado de la puerta viéndolo de pie a cabeza.

- David frunció el ceño mirando sus manos incomodo, luego no le quedo de otra más que bajar de la troca – Es un asuntos complicado Perry… - murmuro incomodo apartándolo de su lado para cerrar la puerta – Y quien te dijo todo eso…

- Ha pues ya vez…

- Créeme cabrón que ni yo sabía tal novedad…

- Ya decía yo con una chingada, vente – le posa una mano en el hombro, David regresa a ver a Sotelo de reojo y este hace ademan de seguirlo. Alfonso lo detiene con la mano – Solo los patrones pendejo… - David asintió viendo a Sotelo y siguió sus pasos.

 

Ahora no seguía ordenes, lo único era procurar aprender el negocio familiar, tenía la noción de todo y sabía cómo funcionaban los muchos niveles que existían, era el mejor para seguir órdenes, pero ser un jefe y darlas era otro pedo. Su padre parecía querer inmiscuirlo cada vez más en ello aunque él quisiera seguir con sus propios negocios. Carlos estaría más encabronado con él, no era tonto y sabía que se había dado cuenta de las claras intenciones de su padre. Buscaba alejarlos, que fuera uno más de la lista.

 

XXX

 

Había decidido mudarse de ropa, no le agradaba estar tan elegante, además ya casi que trepaba las paredes pues no conocía nada más que ese lugar, desde que estaban ahí no mucho salían. Por eso mismo llamaba a sus conocidos y les miraba por video llamadas, solo que ellos tenían sus ocupaciones.

 

- Al fin me das un momento de tu tiempo… - susurro con voz cansada mientras revisaba unas prendas de su exagerado armario, era otro más de esos beneficios, David lo consentía con todo lo que cualquiera desearía, ropa, calzados, joyas y hasta autos, lujos que de los que tampoco podía disfrutar, por su encierro. No es que fuera ingrato con ello, pero todo en esas casas era exagerado.

- Eh estado muy ocupado con lo de la inscripción de Alex… - Murmuro Adrián, el Celular se encontraba sobre la cama y estaba en altavoz.

 

Carlos apretó la quijada entristeciendo la mirada, bajo la prenda y se acercó a la cama sentándose con calma para tomar el celular.

 

- Estoy pensando que entre desde primero de prescolar… está muy entusiasmado de hacer amiguitos… Solo que… tú hermano piensa que es muy pronto… dice que sus hijos entraron después de segundo… tú lo conoces muy bien, e igual a mi… siento que no es por eso que no quiere que ingrese… - dijo algo distante el Arqui.

- Carlos podía comprender el tono desconcertado de Adrián, pero intento alentarlo. - Alex es un niño muy listo… seguro que no tiene inconvenientes si entra después… ¡tienes pensado algún colegio? – Pregunto entusiasmado en su voz para alegrarlo un poco – ¿Te puedo mandar… algunas cosas para él?

- Tengo lo necesario Carlos… no te preocupes… jh… - se quedó serio un largo instante. Lo único que le interesaba y en lo que lo podía ayudar, tal vez no estaba en las manos de Carlos.

 

Carlos miro hacia la ventana inquieto, nadie quería su ayuda, incluso su madre no recibía sus envíos, era cierto que él había decidido eso, solo que no entendía por qué ahora le pesaba estar solo... tal vez la edad lo estaba convirtiendo en un melancólico, ese día en especial quería pasarlo con David,  era una fecha especial y quería celebrar, pero no se había podido.

 

- ¿Puedo verlo…? – pregunto con miedo. La llamada se cortó. Bajo la mirada sintiendo un nudo en la garganta. Adrián ya no era como antes, ahora decía las cosas de frente y sin anestesia, seria tal vez porque ya no significaba nada en su vida. Ahora Antonio era responsable de sus preocupaciones, pues su hermano al parecer estaba haciendo las cosas de mejor manera al lado del chico de rizos.

 

El celular volvió a sonar esta vez era una video llamada. La tomo levantándose de la cama, Adrián apareció en primer plano, tan apuesto y sexy como lo recordaba, era un hombre que aun robaba suspiros. Sonrió coqueto.

 

– Eres una lindura Adri, te queda ese corte… - lejos había quedado el joven de cabellos largos y rizados, traía ahora un corte muy bajito y eso lo había ver más serio y maduro.

- No comiences Carlos… además… - le mira a detalle, Carlos estaba sin camiseta dejando al descubierto su desnudo torso – Tú te vez de maravilla – llevándose una mano a la boca asombrado al darse cuenta de algo asombroso para él que seguro a su hermano y familia no les agradaría, siendo Carlos. - ¡OH por dios! – Se puso rojo al caer en cuenta del gran cambio en su apariencia - ¡¡te has tatuado!! Jajaja ¿qué es? Unas letras…

- Jajajaja cabrón, tanto te asombra!!  Este – dijo apuntándose al cuello bajo la oreja derecha - es una pluma de ángel con un atrapa sueños… y aquí - mostrando siguiendo una línea hasta el hueso de su cuello y hombro - es el nombre de David… una larga historia la verdad – dijo eso ultimo con amargura – ¿Te gustan? – pregunto con ternura perdiéndose en sus ojos oscuros que le miraban emocionados.

- Están muy padres… jh… bueno, imagino que le gusta mucho a David verte así, jamás imagine que te hicieras como eso, te has agujerado las orejas, la última vez me di cuenta de ello...

- Carlos enserio la mirada, sus ojos castaños quedaron vacíos de pronto. Era cierto que la vez que su madre lo vio no había dicho nada, pero si sabía que les había sorprendido su cambio.

- Adrián entristeció la mirada, conocía ese semblante, Carlos estaba en crisis. Viendo claramente que algo no andaba bien entre ellos decidió mejor cambiar el tema – Tú has de estar viviendo un sueño con hombro, no… vamos, te vez genial…

- Él los escogió – sonrió apenado, pues Adrián siempre buscaba alegrarle la vida – igual me agujere la lengua – saco la lengua mostrándole un pressing – vez, me dolió más jajajaja – se echó a reír al ver a Adrián avergonzado.

 

Tocaron a la puerta de su habitación y levanto la mirada, Adrián escucho la voz de un hombre, anunciándole que Constanza lo esperaba en la sala.

 

- Lo siento, tengo que atender esto… - le cerro un ojo coqueto - me alegró mucho poder verte. Adri, por favor…!! Si Alex necesita algo ¡lo que sea! Por favor déjame ayudarlos… y…  supongo que lo que no quieres decirme es sobre los documentos de Alex… ¿Elizabeth no ha ido a verles?

- En realidad tiene algo que ver, pero…

- Tiene que darles la documentación de Alex, por favor verifica que lo haga… no me he podido comunicar con ella desde hace meses.

- No, Antonio se está haciendo cargo de ello… pero si puedes contactarla. Ha sido solo su madre quien nos niega su paradero. Le dijimos que necesitamos, los documentos de nacimiento… no la eh podido localizar desde hace 1 mes después de eso, se mudaron de Palenque…

- Entonces… deja te investigo… y si me es imposible, tendrás que hablar con Gabriel el abogado… te mandare más tarde su número…

- Joven!! – volvió a interrumpir el tipo tocando la puerta esta vez sin abrir.

- YA VOY!! Ok Adri te marco luego, te amo. – colgó la llamada.

 

 

Se colocó la primera camiseta que tenía a la mano y guardando el teléfono en uno de sus bolsillos, se dispuso atender a su “suegra”. Esa mujer era peligrosa si la hacía esperar más tiempo.

 

Cuando llego a la sala, la mujer se servía un tequila, estaba en su casa. Podría decirse que era la dueña pues era la ex pareja del Padre de David, sonrió de lado deteniéndose a un costado del lujoso salón.

 

- No esta… - dijo haciéndose notar por ella.

- La hermosa mujer giro con su bebida en mano. Y sonriendo encantadora se tomó de un golpe la bebida. La casa había sido de ella, pero problemas con Damián se había tenido que salir. – Lo se… salió con Demian… ¿no es así? Venga acompáñame a beber… ¿te ha dejado de lado nuevamente? – sonrió entretenida.

- Carlos frunció el ceño mordiéndose el labio y camino al bar para servirse también, ella se sentó en el sofá y se acercó con la botella tomando asiento, mientras dejaba la botella en la mesa de centro – Pues sí, pero que puedo hacer… - dijo tomándose de golpe la bebida – No me puedo poner a discutir frente a su Padre, el tipo ese parece que en cualquier momento me pega un tiro…

 

La sonrisa cantaría de Constanza se logró escuchar, adoraba a ese tipo, tenía el porte y el estilo parrandero de un hombre de mundo. Pero era solo un joven sin ambiciones.

 

- No se seas estúpido… jh… A Damián no le interesa a quien se coge su hijito… créeme, no significas nada para nadie aquí… En cambio… - sonrió mirándolo entretenida - Cuando piensas hacerme caso, David no se tiene que enterar si tienes algún trabajito independiente, es más… es tu tiempo, no el de él… conmigo no peligras…

- Carlos la vio serio con la segunda bebida a medio camino de sus labios, se la bebió de golpe y bajo la mirada a su mano jugando con el vasito tequilero. – No creo que eso sea lo mío… Además seguro que tu niño me mata si se entera de lo que me estas pidiendo… yo no sirvo para ese tipo de negocios.

- A quien quieres engañar, Charly… tú no eres un chico sumiso… David no se pondrá a discutir conmigo porque te lleve un rato a pasear por ahí, porque te empecinas en aparentar algo que no eres. – se recarga seria sobre el sofá, trae puesto unos pantalones de cuero negro y una blusa entallada blanca, sus largas uñas muy bien arregladas, lo mira con detenimiento. - Jugar a la casita tarde o temprano terminara aburriéndole a los dos, acuérdate! No hay hijos de promedio que los entrelace… no sirves a ese fin – Cierra los ojos sonriendo entretenida llevándose la mano a la cien – Sabes de sus mujeres no, ninguna le ha dado un hijo… pero que pasara cuando lo hagan… aun las visita…

- Carlos levanto la mirada frunciendo las cejas, su rostro reflejo su desconcierto ante sus palabras – Me juro que ya no las vería… y le creo… Tú nunca le distes hijos, y el cuidar de David no te hizo retener a su Padre.

- Ella enserio la mirada dolida, de que David le contara sus cosas a ese tipo, era cierto que ella tampoco le había dado hijos a Damián.

- Carlos se arrepintió de su arranque pero era tarde y continuo - Disculpa que lo diga… pero es algo que no te incumbe… si quiero ser o actuar de esta forma, es muy mi pedo.

- jajajajaja, por favor – se sirvió otro tequila – Serian millones solo para nosotros… puedo meterte en esto, David no se enterara, y si lo hace no te dirá nada… el crees que te cumplirá lo que te prometió… ¿Tú lo harías? También te gustan las mujeres, no? Por favor, ahora mismo su padre lo está presentando con sus colegas… como su hijo, su mano derecha y sucesor. Habrá mas de las que ya tiene. Yo puedo hacerte crecer, solo pondrías la cara por mí, es mejor un hombre de tu porte en el negocio, tendrás tus beneficios también...

- Y terminaría matándome, sabes cómo es David… - Ella aparto la mirada molesta - ¿Por qué? ¿Por qué David rechazo tú oferta? Yo no soy narcotraficante. Y si llego a meterme en la cama con una vieja, tu hijo me mataría…

- Entonces te gusta ser el noviecito sumiso, que pena escuchar eso… - dijo secamente e incómoda, se levantó tomando la botella con sus delicadas manos y le dio la espalda caminando a la salida del salón – bueno, aun así piénsalo, princesa… jajajaja

 

Carlos odiaba tener que aguantar tanta petulancia de esa gente. Cerro los ojos mirando a los lados, completamente aburrido se levantó y decidido a no seguir la órdenes del cabrón ese, se dirigió a la salida de la casona, donde había autos y motos parqueadas, los empleados se acercaron a él y este aun dudando se detuvo frente a una moto.

 

- Le ayudo en algo joven?! – pregunto el empleado y junto a él se acercaron unos cuantos de seguridad.

- A donde princesita…!? - pregunto uno de ellos serio - el patrón dejo órdenes de no dejarlo salir… ¡eso lo sabe muy bien! – dijo el tipo con su escuadra bien agarrada.

- Carlos le miro cuan alto era de forma arrogante – Me vale verga lo que diga tu jefecito, voy a salir y punto, si me quieren seguir es muy su pedo… - el tipo le escudriño a detalle su atuendo, Carlos bajo la mirada a sí mismo, traía puesta una playera negra holgada y uno pantalones de mezclilla oscuros, se levantó leve la playera dejándole ver la pistola que le había dado Sotelo – aquí la llevo cabrón, no me pasara nada… voy al centro un rato y nada más que la chingada – se montó en la moto y arranco saliendo de ahí, el tipo frunció la boca arto y se apresuró con otros a subir a unas trocas.

 

Constanza observaba atenta desde una de las ventanas de la terraza, sonrió para sí complacida, Carlos no era un tipo sumiso, sabía cuanto le costaba a David doblegarlo. Lo que contaba ahí era lo mucho que amaba a su hijastro.

 

XXX

 

Miro el reloj por onceaba vez, toda esa camaradería lo estaba cansando, su padre hacia las cosas tan complicadas siempre y él ya estaba harto de escucharlos negociar como si fueran un gran familia. Sabía que había rencillas, muchos odiaban que las cosas se siguieran haciendo de la misma forma. Y a su padre algunos lo querían fuera. Tal vez por eso era que prefería que Constanza pusiera la cara por él.

 

- Esta bueno todo! - el tipo regreso a ver a su hijo y luego a David – Así que ¿Por qué el misterio Halcón?

- No es un misterio, siempre te conté que tenía un hijo que estaba dirigiendo nuestra sucursal en Guerrero.

- Pues aquí al Loco se le fueron las cabras… - miro de reojo a Sebastián quien esta vez solo se mantenía callado - Tengo entendido que un grupito nada importante tomo las instalaciones que tenías ahí.

- David miro de reojo al Dandi – Pinche cabrón… -y apretó las manos en puño discretamente, pues Sebastián seguía siendo la mano derecha de su padre, no le convenía armar un desmadre, verían que se estaba poniendo incómodo.

- Damián, pudo notarlo y pasando el brazo sobre su muchacho contesto encabronado – Y eso está por verse aun… aquí el Loco está en ello, verdad mijo! – pregunto serio apretándolo con el brazo. – Sebastián rodo los ojos saliendo de ahí asqueado.

- David tranquilo contesto – Si…

- Explícale mijo! – le miro molesto pues odiaba que no se mostrara como era en realidad.

- Si ‘apa, yo me are cargo de eso… ¡además! – miro al jefe del Cartel – En la tierra donde uno nace, no le saca cualquier pendejo. Esos compas no sabes por donde les llegara la voladora, de eso téngalo claro. – El Don le miro serio - Seguiremos en el negocio, por un buen rato, para lo que se le ofrezca. – aclaro seguro.

- Si a’pa – se animó a secundarlo  Alfonso – Es más, me gustaría ir contigo a trabajar un tiempo, se puede compa…  - le apretó el hombro - sirve me presentas algunas morrillas, que no, dicen que van unas europeas bien cachondas!

- Escuche que tienes incluso un casino y discotecas, son buenos para el lavado ¿qué fue de esos negocios?

- Aun siguen a mi nombre – Aclaro David, Damián le miro orgulloso – Al igual que en Michoacán y Texas…

- No a’pa, si lo que has escuchado de este cuate no es nada, cabrón!! – se le acercó alegre Alfonso palmeándole la espalda – Eres la verga compa…!!

- No seas lambe huevos – le reprendió su padre, pues se notaba a leguas que lo admiraba. Oye Damián, necesito que me mandes un adelanto de lo que te pedí para ya…

- En eso estoy mi amigo… además, déjame decirte que… - caminaron entre los dos alejándose de David y los demás hombres de seguridad del jefe, David les miro apartándose inmersos en sus asuntos. Al parecer había librado ese encuentro también.

 

Momentos como ese, lo hacían querer más, le gustaba el poder, saber que era la mera reata para los demás y pisaba fuerte donde se paraba, mirar en todos respeto y coraje por sus aspiraciones, antes de conocer a Carlos eso era todo lo que añoraba, miro a un costado de Alfonso, a los del circulo interno de confianza. Hombres sanguinarios capaces de dar la vida por su patrón. Por el Cartel.

 

Esa plevada tenía ya su dinero asegurado, sicarios que en las calles se sentían la verga. Hacían que el Cartel creciera. El como un simple gato de bodega tenía sus ahorros, se podía dar sus lujos, de ahí habían salido sus negocios, y nunca pudo avanzar a mas, ahora como el hijo del patrón, lo que entraba al bolsillo eran millones y no había hecho nada aun.

 

Tal vez Carlos tenía razón y eso lo encabronaba aún más, vio como Alfonzo ser agasajaba con unas morrillas que salían a los jardines donde se encontraban ello. Eso también lo extrañaba, al estar con Carlos había puesto de lado lo que siempre le había justado, las mujeres, la parranda, la droga y la buena vida. Alfonso se acerco a él con dos de ellas, las miro de pie a cabeza, estaba de muy buen ver.

 

- Mira nada más, Loco!! Recuerdas las de enseñada, no mames cabrón - David baja la mirada sonriendo de lado, mientras que una de ellas se le acerca abrazándolo por el cuello – Atiéndelo bien muñeca!!  Jajajaja.

- Que hay guapo, tu mirada me encanta… porque te llaman Loco…

- David le apretó por la cintura sonriendo de lado y le susurró al oído unas palabras, ella sonrió entretenida.

 

Se llevó su bebida a los labios levantando la mirada y vio que entraba un chavo acompañado de sus escoltas, este era el hermano mayor de Alfonso, su fisonomía era delgada, su porte era altanero, llevaba un camisa holgada de seda y cadenas de oro exageradas, la pistola se notaba a su cintura nada discreta, de cacha blanca plateada. Se quitó unas gafas oscuras de marca reconocida, y viendo a David con arrogancia se acercó a su hermano encabronado.

 

- ¡¡¿Que pedo contigo Perry?!! – Encaro a su hermano - ¿Dónde está mi jefe? – pregunto molesto de verlo ahí.

- Esta con el jefe de Armas…el Halcón!

 

Sin dejarlo terminar camino hasta buscarlo perdiéndose por los jardines. Pues ellos estaban en las piscinas y aún quedaban tramos de pasto en la propiedad.

 

Damián se encontraba tranquilamente negociando con su compadre y colega, cuando entonces llego el mayor de los hijos de este.

 

- ¡¡¿Ya me tiene mis armas cabrón?!! – exigió altanero el tipo.

- Goss no es la forma de llegar que la chingada – le reprendió su padre. Pues quisiera o no, Damián era independiente a su nómina, y si se encontraban enemistados no les pasaría las armas, ni los envíos. Pero eso a su hijo no le entraba en la cabeza.

- Damián miro al chavo serio, su semblante taciturno lo altero aún más y con molestia se hizo notar a su compadre. – No te estoy comprendiendo…

- CON UNA CHINGA!! DE ESO HACIA UN MES CABRÓN!! LOS DEL CARTEL DE SUR YA ME TIENEN HASTA LA MADRE.

- Pero cuál es el pedo, pendejo!! – le paro su padre.

- A ver Álvaro… - hablo Demian molesto – Yo te mande lo que pidieron el mes pasado, de hecho no eh recibido el pago…

- El tipo alterado se llevó las manos a la cabeza, vio a su padre de reojo y luego a Demian, encabronado – Te dije que te pagaría con coca…! Tu gato lo sabe… los del sur nos estando dando en la madre y tú con estas pendejadas!!

- GOSS!! –lo callo el compadre y miro a Damián serio.

- QUE??! – le regreso a ver intentando calmarse.

- ¿De quién hablas…? – pregunto Damián.

- El Pendejo ese que tienes de bodeguero!! LE DIJE QUE EL PAGO SERIA CON COCA!!! CONTANZA ESTABA AHÍ…

- Damián, bajo la mirada pensativo tratando de recordad en que momento le había dicho algo David, sobre el pago en especias, saco el celular y le llamo.

- Dígame A’pa…

- Goss te pago el paquete de las vegas con coca?

- No… bueno está pendiente. – según entendía, era algo normal en esa gente.

- ¿¡Como!? ¿Te pago o no…? jh… - miro a Álvaro el cual ahora también le miraba serio – Permíteme un momento, arreglare esto ahora mismo. – se apartó aun lado viendo de reojo como el chavo ese se alteraba aún más. – A ver Cabrón de mierda!! Hiciste el trato cara a cara con Goss o no?

 

XXX

 

David tenso la mandíbula, odiaba que lo cuestionaran, bajo la mirada con el celular en mano y se apartó de los demás, la chava a su lado se fue por otras bebidas, su padre se escuchaba encabronado.

 

-  Fui a las vegas como me pediste – susurro apartándose también de Alfonzo -  porque la verdad tu nunca me presentaste con tus contactos… diste por hecho que debía conocerlos. Tampoco iba a decirte que… que le pedí ayuda a Constanza con eso.

- Que la chingada pendejo!! Por eso soy tu Jefe puta madre!! – Trato de calmarse - ¿En que quedaste con él?

- Constanza me dijo que le pagaría el efectivo en un mes, le dije que no tenía razón de ello, ella dijo que ellos son tus clientes y que tú ya lo sabias…

- ¡¡Eres un pendejo!! – Corto la llamada, miro al cielo apretando la quijada y el teléfono – Pinche vieja…

 

David apretó el celular en la mano, no paso mucho tiempo para que su padre se acercara a él, vio que le palmeo la espalda al hijo mayor del Jefe y entonces pasando por su lado lo jaloneo de la chamarra. David trastabillo molesto por ello, pero se mordió la lengua y camino al frente rumbo a la salida. Algo no había salido bien, miro de reojo a sus socios, los cuales murmuraban entre ellos.

 

Sebastián los vio salir algo tensos y solo abrió la puerta para que ambos entraran, notaba que Damián estaba encabronado, seguramente algo no había salido bien.

 

Ya en las trocas arrancaron con rumbo al rancho, su padre se tallaba el rostro desesperado. David arto de la poca cooperación del viejo exploto.

 

- ¡¡Que la verga!! ¿Se puede saber qué diablos sucede?

- CIERRA EL PUTO OSICO!! Necesito arreglar tus pendejadas. – Gruño tallándose el rostro pensativo – Sebastián, chécate con los de Texas si tiene merca suficiente, como para armar una entrega… - El aludido solo asintió sin decir nada.

- ¿¡Que te ha dicho ese pendejo!? El tipo que llego es el mentado Geos, no..?

- Demian, le regreso a ver mecánicamente, con mirada fija y las cejas fruncidas le aclaro con la quijada apretada - Es con quien hiciste negocios en las vegas… me sorprende que en verdad lo hayas reconocido… - David apretó la quijada y se acomodó mejor en el asiento viendo a su padre serio - me dijiste que todo estaba en orden…  ¿qué vergas sucedió en la vegas y desde cuando me ocultas información?- Damián estaba encabronado, ahora sucedía que no podría confiar ni en su hijo, no podía hacer nada  pues era su sangre, pero nada de lo sucedido le estaba gustando.

- David le miro dudoso, el hombre aun lado de él estaba encabronado, aunque era su padre a un no había esa confianza entre ambos. Escucho que al frente el Dandi murmuraba algo al teléfono. En otros tiempos eso le habría ocasionado serio problemas, avergonzado bajo la mirada. Tenía que confiar en que nada malo pasaría ahora, pues era su padre aunque aún no estuviera acostumbrado del todo – Fui a las Vegas como me ordenaste, Constanza se ofreció ayudarme con las negociaciones. Sabes que me conocen como un simple gato de bodega… - se atrevió a levantar la mirada altanero, pues era cierto eso, yo…

- Te mande como mi hijo, y dije que era mi hijo el que cerraría el negocio, no esa pinche vieja!! – grito al fin encabronado, los tipos que los acompañaban solo apartaron la mirada, sabían que la relación entre ambos era nueva.

- Damián… - hablo al fin Sebastián girando en el asiento para verlo – No es suficiente…

- Demonios – suspiro arto, pensando en que hacer, luego centro la mirada en David…

- Ella es tu…

- Ella es una pinche cabrona que busca cualquier motivo para entrar al jale… - aparto la mirada, David tenía que aprender a las malas – que paso con la merca… o no sabes nada al respeto… si esta se podría vender y…

- No te daría tiempo… por lo menos un mes o dos, para distribuirla… - aclaro Sebastián… - David le miro con coraje…

– Te iras a Guerrero y me buscaras a esos pendejos, que te quitaron las bodegas, tengo entendido que aún estaban llenas con mercancía….

- PADRE AUN NO PUEDO VOLVER!! – sabía que si regresaba a la primera lo cocerían a balazos..

- ME LAS RECUPERAS POR QUE SOLO ASI ACOMPLETAREMOS LA CARGA!! – le regresa a ver, David apretaba las manos en puño, levanta la mano hacia él y este aparta la mirada esperando un golpe, pero en cambio le palmea la espalda calmándolo y calmándose el mismo, era cierto que le completaría la carga a su compadre, pero tampoco estaría aguantando a su hijo, el mentado Goss también lo tenía encabronado. Necesitaba quitarlos del camino. – Te voy a decir algo muy cierto en este negocio, David. – Este le miro serio a los ojos, tenían la misma mirada - No confíes en nadie que no sea yo… aunque incluso en ocasiones tendrás que desconfiar en lo que te diga… usa tu criterio en esta chamba David… jh… No tenías que confiar en ella… por más afecto que le tengas. Te mande en mi nombre Cabrón!!!

- Y fui en tu nombre, estuve presente cuando checaron la merca…

- Y cuando cerraron el trato…? – pregunta serio esperando un motivo por el que le ocultara sobre el pago.

- Yo… - no sabía que decir, afuera se había armado un alboroto, cerró los ojos recordando lo sucedido.

 

Recuerdo.

 

Justo cuando el trato se cerró, las detonaciones se dejaron escuchar. Constanza le toco el hombro para que se hiciera cargo, en ese momento actuó por inercia, apenas estaba aprendiendo a ser quien daba las órdenes, no pensó en ese momento que no era su responsabilidad la seguridad, él debía cerrar el trato pero estaba más acostumbrado a recibir órdenes que a darlas…

 

Cuando salió Sotelo lo detuvo de inmediato y Catalina le pego contra la pared, estaba molesta de verle salir.

 

- ¡¿Qué demonios haces?! – le gruño la morena con pistola en mano.

- ¿Quiénes son? – pregunto sacando su arma y apartándola de su lado igualmente molesto.

- Han llegado sin que nos diéramos cuenta, sabían de este movimiento… - dijo Catalina replegando las balas.

 

Constanza salió tras ellos y sus propios hombres, contratacando a los atacantes. Goss y los suyos se fueron por su parte. David la regreso a ver extrañado.

 

- ¿Y el dinero? – pregunto acercándose a ella.

 

Las balas cesaron, Constanza se alisa su traje con arrogancia, Cata lo reviso a detalle por cualquier posible herida, David la aparto nuevamente.

 

- Cata estoy bien… que la chinga!! – volvió a ver a Constanza que no decía nada – Y bien!? – pensando en Carlos en esos momento pensó para si “esta me las paga Carlos con sus malas vibras!!” – La mujer le vio sonriendo – Dime que salió todo como lo planeamos.

- Todo, el pago se hará en las cuenta de tu padre en un mes más o menos… - dijo ella muy práctica y sonriente.

- Bueno, entonces me toca avisarle… ¿pero estas segura que no tendrían que darnos el efectivo ahora…?

- Son clientes de tu padre, ya los conoce bien… siempre le pagan así… - camino hacia su auto seguida de sus escoltas - bueno corazón, me debes una, ok… mañana en las tiendas de siempre. Vamos nos – dijo a sus hombres.

- Catalina miro a Sotelo de reojo, ella no confiaba mucho en Constanza. David les alcanzo a ver y comenzó a dudar – ¿Que sucede…? Todo salió como esperábamos no…? jh… tengo que infórmaselo al viejo…

 

Fin del recuerdo…

 

Catalina sabía que algo no andaba bien ese día, y el con Carlos en el pensamiento y sus berrinches no había puesto la atención debida a ese asunto, se pasó una mano por la frente avergonzado.

 

XXX

 

Acapulco, Gro.

Estaba por terminar los deberes de ese día, no es que estuviera muy acostumbrado a preparar el almuerzo, pero quería hacer algo especial para su pareja, pues era el cumpleaños de Antonio, sabía que Carlos no era muy dado a esos detalles, por lo mismo le había bastado con contestarle la llamada, y la charla no había llevado a nada con relación a sus cumpleaños, como siempre. Suspiro cansado  recargándose en la encimera viendo al frente de la barra como Alex jugaba con sus juguetes.

 

Carlos no estaba bien y se notaba en su mirada que algo no le agradaba, tal vez no estaba acostumbrado a una relación tan sobreprotectora, David era todo un caso, y su amigo estaba acostumbrado a la libertad. Pensó en que sería bueno convencer a Antonio de que limaran asperezas nuevamente. Si su gemelo había elegido estar al lado de un hombre con David, lo único que podía hacer era comprenderlo.

 

XXX

 

1986

 

Guerrero

 

La montada…

 

Busco esconderse, que alguien le diera refugio. Pero su sola presencia terminaba alertando a las personas. Dejo el caballo y se aventó el tramo de camino a Acapulco a pata adentrándose en la espesura de los matorrales y arboles rodeando el arroyo.

 

Se dejó caer sobre una roca cansado recargando la cabeza en un árbol. No podía ver nada,  la negrura de la noche lo segaba de todo. Seguramente lo estarían buscando. No podía regresar, debía buscar ayuda en otra parte, cerró los ojos, al fin no podía pensar mucho en ese momento, su cabeza era un torbellino de emociones.

 

- Abrió los ojos asustado, frente a él estaba un campesino – Que hay amigo… te ha agarrado la noche en penumbras… - Damián no sabía que hacer o decir, opto por quedarse callado – Vamos, mi choza está cerca de aquí, come algo muchacho y sigues tu viaje, pa’ dónde vas?

- Yo…

- El viejo se echó a reír y se acomodó el sombrero amortiguando su carga – Anda camina…

Damián se levantó aprisa y solicito le ayudo con su carga, llegaron a la humilde casa y le sirvieron comida, los viejos estaban solos. Le contaron que sus hijos se habían ido pa’ el norte, que haya estaban muy bien. Las personas migran cuando hay necesidad, ahí estaban  llenándole la cabeza de ideas renovadas, si se quedaba seguro la montada lo encontraba.

 

- Como se va pal’ otro lado!? – pregunto preocupado y los viejos se echaron a reír.

 

XXX

 

Tiempo Actual

Acapulco, Gro.

 

- Piensas salir a celebrar o te quedaras en casa? – pregunto una joven con uniforme blanco.

- Antonio sonrió de lado quitándose unos guantes de cuero manchados en grasa – Aun no lo sé, porque… piensas invitarme una cerveza jajajaja – se echó a reír.

 

Tenía años trabajando para esa compañía, y muchos le conocían muy bien, tenía amigos en la empresa y habita gente a la que tampoco le caía. Sabían que se había divorciado de su mujer y los mas cercanos a él, estaban enterados del por qué. Pero hasta entonces no tenía tantos problemas por su actual relación.

 

- Puede que si… - le sonrió coqueta la muchacha, Antonio no era tal vez como su hermano de descarado, pero a simple vista ambos tenían más que pegue con las mujeres. Bajo la mirada entretenido, pero entonces el anillo en su dedo meñique le borro la sonrisa y suspirando levanto la mirada rascándose la nuca tímidamente.

 

A Adrián no le justaría, que de buenas a primeras le hiciera lo mismo que le había hecho a su ex esposa. Osiris le había aguantado mucho sus aventuras, pero Adrián era muy diferente a ella.

 

- Ella sonrió entretenida, sabía que tenía una relación con otro chico, pero eso no se lo creía nadie. – Me vas a decir que tu novio te cela.

- Novio… ah… Tengo planes con mi ex esposa, y mis hijos. Suelen hacerme una comida todos los años, en casa de mis padres. Pero igual vamos otro día, va…

- Porque te avergüenza decirlo – pregunta ella ofendida – Todos saben que tienes pareja…

- Él la miro serio y bajando el rostro juega nervioso con los guantes, le incomodaba que supieran de Adrián, pues no le gustaba que hablaran de él y lo metieran en chismes, ya suficiente tenía con que su familia menospreciara su relación con él. Manejar la presión del que dirán lo incomodaba en gran medida. Levanto la mirada viendo a un costado – ¿Quién te dijo?

- Bueno, es un secreto a voces… oye… no hay problema en eso, muchos aquí te respetan y no te critican. Eres un buen hombre Antonio, y muy guapo la verdad… lástima que…

- Te parece si te veo saliendo… te aceptó esa cerveza va… - sonrió  coqueto dándose la vuelta al ver el sonrojo en el rostro de ella. No deseaba que lo tacharan de homosexual. Menos sus amigas, claro que amaba a Adrián, pero le gustaban las mujeres.

- SALGO A LAS 4!! -  le grito viéndolo marcharse a sus deberes.

 

Antonio se quitó el anillo y lo metió en su bolsillo, solo sería una cerveza, no es que fuera a serle infiel con eso a su Adri… suspiro sacando su celular y entonces le marco al susodicho.

 

- Hola guapo… ¿cómo esta Alex? – pegunto alegre.

- ¿Jugando, llegas temprano hoy? – contesto emocionado, pues Antonio no tenía por costumbre llamarlo en horario de trabajo.

- Eso… Te marcaba para avisarte, iré a tomar un rato con los compañeros y ya después llego.

- Oh, entonces… ¿quieres que te acompañe?… donde irán, podrías presuntamente a tus amigos.

- Adri… ¿tu? Irán solo compañeros del trabajo, y ellos no saben que salgo con otro hombre… puede que te sientas incomodo…

- Ah, yo imaginaba que…

- Bueno - cambiando su tono alegre a uno más serio – Si no… les digo que cancelen…

- No, claro que no…!! Está bien, son tus compañeros, puede que si me sienta incomodo… bueno, entonces te veo más tarde aquí en la casa… pero solo procura llegar antes de las 6 si… sabes que te tienen tu sorpresa tus hermanas y tu mamá…

- ¿Y tú? – pregunto entretenido, de saber que todo la atención de Adrián era para él.

- Obvio… - sonrió tímidamente – Diviértete…

- Si… ¡te amo! – susurro colgando la llamada, sus palabras y sentimientos no eran mentira, pero iría con su amiga, sin remordimientos, total… ¿Qué podía pasar después de un par de cervezas?

 

Continuara…

Notas finales:

Me pueden decir si se puede leer bien la historia?


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