Merie notó que su sobrino se escondía detrás de ella, claramente avergonzado por el choque accidental que había causado, Merie miro a la chica delante de ella, aún en estado de incredulidad por el encuentro inesperado, y se dio cuenta de que debía disculparse por el incidente y dejar de avergonzarse a si misma.
Con una sonrisa nerviosa, Merie se acercó a Lucia y a su grupo de amigas. "Lo siento mucho por bueno este pequeño accidente, debería haber tenido más cuidado"Lucia, que parecía estar aun un poco sorprendida pero no molesta por el incidente, dio una pequeña sonrisa.
"No te preocupes, en realidad me sorprendió más que nada. Tu pequeño no me molestó en absoluto, aunque me sorprende verte aqui" Merie sintió un alivio momentáneo, pero también se dio cuenta de que Lucia podría estar confundida y pensar que su sobrino era su hijo cosa que no era asi.
"Oh, no, no es mi hijo es mi sobrino, estoy cuidando de ellos por el día" Merie miro a su sobrino aun detrás de ella y como Luis estaba unos metros mas allá mirando con interés mientras distraía a su otro sobrino.
Las amigas de Luna compartieron una risa suave ante la aclaración de Merie, y Lucia tenia un pequeño sonrojo por la confucion pero la incomodidad paso rápidamente.
"Lamento la confucion pero se parecía un poco a ti y no te preocupes por el choque los niños a veces pueden ser muy impredecibles." Lucia se agacho a la altura del niño aun escondido detrás de Merie “Hola”
“Hola… lamento haber chocado contigo” Merie sonrio ya que su hermano había educado bien a los niños.
“Descuida, estoy bien ¿te lastimaste?” el pequeño negó.
“No, soy un niño fuerte”
“Me alegra oírlo, me llamo Lucia”
“Soy Iván y soy el gemelo menor” Lucia parecio sorprenderse.
“Asi que tienes un gemelo”
“Si, se llama Alejandro y es igual a mi” Merie sonrio al ver que el pequeño parecía mas tranquilo.
“Bueno, ah lamento todo esto Lucia de seguro estabas ocupada” Lucia miro a Merie y parecio recordar que estaba con sus amigas.
“Oh si, lo siento… fue un placer y descuida, no me molesto en lo absoluto el pequeño incidente” Merie noto como Lucia se levantaba y un poco nerviosa se despidió.
“Gracias, fue toda una coincidencia no esperaba volver a verte”
“Si, en fin, me marcho, adiós Merie” Lucia regreso con sus amigas y se marchó mientras Merie miraba la dirección en la lucia se había ido.
“Tía Merie tu amiga era muy amable” Merie se sonrojo.
“No es mi amiga… o eso creo, digámosle conocida” Iván la miraba con curiosidad.
“Mira no es algo en lo que un niño pequeño como tu deba meterse” Iván hizo un puchero.
“Tía Merie no es divertida”
“No tengo que serlo y por otro lado tu debes ser más cuidadoso y mirar por donde corres” Iván le saco la lengua.
“Iván…” Merie enarco una ceja, pero el niño le volvió a sacar la lengua.
“Atrápame si puedes jajajja” Dicho esto el niño se puso a correr siendo seguido por Merie que rápidamente se cansó, su cuerpo aún estaba agotado y no podía seguirle el ritmo a un niño que tenía demasiada energía.
Luis, siempre lleno de entusiasmo y curiosidad, comenzó a interrogar a Merie en cuanto la vio acercarse. "Merie, cuéntame, ¿cómo fue tu encuentro con Luna? Parece que el destino tiene algo interesante preparado para ti."
Merie, con la voz cansada y la mente llena de pensamientos, respondió con un suspiro. "Luis, no pasa nada. Fue pura casualidad encontrarme con Luna nuevamente. Además, solo hablamos un poco, no fue gran cosa."
Luis la miró con una sonrisa picarona y continuó insistiendo. "Oh, Merie, el destino puede ser bastante caprichoso. No es todos los días que te encuentras dos veces con una bailarina exótica en situaciones completamente diferentes. Además, la primera vez que la viste, te dejó una impresión duradera. ¿Quién sabe qué podría pasar en el futuro?"
Merie rodó los ojos con cariño, sabiendo que Luis disfrutaba de hacer especulaciones emocionantes sobre el futuro. "Luis, no te emociones demasiado. Fue solo una coincidencia. No creo que vaya a pasar nada más."
Aunque Merie intentaba restarle importancia a la situación, en el fondo sentía curiosidad por Luna y por las posibilidades que la vida podía tener reservadas. La idea de encontrarse nuevamente con la misteriosa bailarina no dejaba de rondar en su mente.
Estuvieron casi una hora en el parque Merie tenia que casi correr de un lado a otro persiguiendo a los pequeños niños llenos de energía que parecían incansables mientras jugaban y Luis solo se burlaba de ella.
“Vez Merie, eso te pasa por no hacer deporte”
“No tengo tiempo para eso Luis”
“Tienes solo 26 años y ya no puedes seguirle el ritmo a un par de niños”
“Eres tu el que es demasiado energético”
“No lo creo”
“No me contradigas, monstruo de estamina incluso en la oficina siempre estas tan enérgico”
“Me cuido, hago deporte y duermo casi nueve horas, salvo los fines de semanas ahí duermo menos”
“Lo que digo, eres un monstruo de estamina y no sé cómo lo haces”
“No creo que sea la gran cosa”
“No se por que eres mi amigo…”