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El amigo de mi hermano por endora

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Los personajes de este fanfiction no me pertenecen solo la historia la cuál hago sin fines de lucro.

Nota: Por el momento el fic es PG13 pero la clasificación puede llegar a cambiar conforme el paso de los capítulos, quizá también allá una violencia moderada.

Chapter 1








El amigo de mi hermano






El viento producido por el tren a toda velocidad le golpeó en la cara haciendo volar su cabello en todas direcciones desordenándolo más de lo que ya lo tenía esa mañana. Los rieles crujieron bajo el peso de las ruedas metálicas y el armazón de metal hizo temblar el piso bajo sus pies, se escuchó un crujido mayor al detenerse este por completo frente a él, las puertas se abrieron y el murmullo así como los empujones de la gente que entraba y salía de los vagones le hicieron retroceder unos pasos, levantó su cara para ver sobre el mar de gente a su alrededor y giró su cabeza hasta que encontró lo que buscaba, o mejor dicho a quien buscaba, una sonrisa se dibujo en su cara y levanto la mano para que le viera.


“¡Gerard!” escuchó la voz cantarina de su hermano.


“Mikey” le dijo cuando esté ya estaba frente a él y se dieron un cálido abrazo.


“Él es Frank” señaló a un chico bajito que estaba a su lado con un morral y una funda de guitarra sobre los hombros “Frankei, este es mi hermano Gerard”


“Mucho gusto” Gerard le tendió la mano y el chico la tomo apretándola ligeramente.


“Un placer” le sonrió ampliamente, lo que hizo sonrojar a Gerard, Mikey ya le había mencionado que era tímido, aún más que él, pero ese gesto le pareció adorable en su rostro, el cual era muy lindo como pudo notar, de facciones delicadas y definidas.


“¿Y Ray?” se acomodo más cómodamente la mochila sobre sus hombros.


“Afuera, esperándonos en el auto ¿Y sus maletas?” les miró desconcertado, su hermano y el amigo de este se iban a mudar a Nueva York para entrar a la universidad y solo llevaban encima unas mochilitas pequeñas.


“La pregunta del siglo” dijo Frank bajando la mirada y volviendo su cabeza hacia el tren cuyos vagones ya habían cerrado sus puertas.


Gerard arqueo una ceja


“Nos las robaron” dijo Mikey poniéndose colorado.


“Estábamos mirando por la ventana y de repente puff ya no estaban” explico Frank mirándose los zapatos para ocultar su sonrojo y sus ganas de reír, ¿A quién demonios le robaban antes si quiera de llegar a la ciudad?


“Y puff” repitió Gerard intentando no reírse de los pobres chicos, él le había dicho a Mikey que no se distrajera con nada porque la ciudad tenía sus rufianes ¿Y qué hace esté? Mirar por la ventana como si fuese un turista.


“Las pusimos junto a los asientos en el hueco de la puerta para que no estorbasen se en el pasillo, pero…” Mikey ya no quería seguir explicando y no tuvo que hacerlo el tren había arrancado haciendo una estruendosa salida y Gerard desestimó cualquier palabra de más haciendo un ademán con la mano y caminando hacia la salida.


Llegaron afuera y vieron a un chico de largos cabellos rizados sobre el capo de un viejo Mustang quien les saludo agitando una mano.


“Hola Ray” saludo Mikey dándole un abrazo y un apretón de manos “Este es Frank”


“Hola” Frank volvió a repetir el apretón de manos.


“Un gusto” dijo el chico con una sonrisa “¿Y sus maletas?” dijo señalando la cajuela del auto y bajando de un salto del capo.


“Viajamos ligeros” dijo Frank bajando la mirada y Gerard reprimió una risa que amenazaba con ser una carcajada en su garganta.


“Les robaron”


Ray abrió los ojos con sorpresa y preocupación “¿Están bien, no les hicieron daño?”


Gerard se sintió un mal hermano mayor, la vocecita en su cabeza encargada de la culpa le hizo notar que él ni siquiera se había preocupado por eso, simplemente le había dado gracia ver las reacciones de los chicos.


“Fue por un descuido Ray, no nos amenazaron ni nada por el estilo” contesto Mikey poniendo una mano en el hombro de su amigo para calmarle.


Ray asintió varias veces “¿Y su dinero, iba ahí?” de nuevo Gerard sintió una puñalada en su orgullo de hermano.


“No, afortunadamente ese nos lo guardamos bien” codeo el brazo de Frank quién le sonrió divertido “Llevamos una parte escondida en los calcetines y otra en los calzoncillos” Ray y Gerard rieron, pero después de todo había sido una buena estrategia, el dinero que llevaban era tanto sus ahorros como lo que sus padres les habían dado, no era mucho pero intuyo que tampoco sería una cantidad tan pequeña.


“Perfecto, entonces vayamos a comer ¿O prefieren pedir algo al apartamento?”


“Pedir” dijeron al unísono, en verdad estaban cansados.


Ray y Gerard rieron y les hicieron un gesto para que subiesen al auto, Mikey y Frank se sentaron en los asientos traseros mientras Ray se sentó frente al volante y Gerard tomo el asiento del copiloto, en cuanto Ray encendió el motor Gerard le subió al volumen de la radio donde sonaba Ghostbusters.


En el trayecto Frank no había podido evitar el mirar el rostro de Gerard a través del espejo retrovisor, lo veía gesticular mientras cantaba el tema de los caza fantasmas, también noto la bonita voz que poseía.


“Si sigues mirándolo así le vas a hacer ojo” le susurro Mikey al oído y Frank no pudo evitar ponerse rojo de vergüenza, le habían atrapado.


“Solo estoy mirando por la ventana”


“Ay ajá, cu-ña-do”


“Shhh” le insto Frank, lo que menos quería era que Mikey comenzará a bromear con él y su hermano, el chico podía ser muy fastidioso con sus bromas cuando se lo proponía.


“Los secretos son de Diablo” dijo Ray sonriendo con la mirada en el espejo fija en ellos.


Mikey río, pero no dijo nada, Gerard simplemente los observo detenidamente. Era extraño ver qué su hermano demostraba tanta confianza con alguien que no era él. Verle así con Frank no solo le resultaba raro, sino que le hacía sentir ciertas punzadas de celos.


El camino fue relativamente corto ya que afortunadamente todavía no era hora pico y el tráfico estaba fluido.


Al llegar a la torre de apartamentos Frank y Mikey se asomaron por sus respectivas ventanillas y observaron el edificio, ciertamente no era moderno y se veía algo descuidado y deslucido, pero por el precio no podían exigir algo mejor. Aún así la emoción los embargo y sintieron un cosquilleo en el estomago, al fin iban a vivir por su cuenta (casi), iban a ser estudiantes universitarios con un apestoso trabajo de medio tiempo, fiestas de fin de semana, quizá una que otra novia.


Bajaron detrás de Ray y Gerard acomodándose sus pocas pertenecías sobre el hombro, cerrando las puertas de auto al mismo tiempo y caminando hacia el edificio tras los chicos, el sol les dio directamente en la cara haciendo que fruncieran el ceño Frank hizo una nota mental de comprarse unas nuevas gafas de sol.


“El ascensor no sirve” explico Gerard con voz relajada cuando estuvieron dentro del edificio “Pero tranquilos, si suele estar en servicio, solo que le darán mantenimiento esta semana”


“Nos toca hacer pierna” dijo Ray palmeándose los muslos y Gerard los miro haciendo una muñeca de asco arrugando su nariz y achinando sus ojos.


El sonido de sus pies contra las baldosas de las escaleras se escuchaba por todo el pasillo del edificio con un pequeño eco, pronto el sonido comenzó a hacerse más pesado a causa de que comenzaron a arrastrar los pies con cansancio, tendrían que subir así hasta el piso nueve.


“Quería salir a recorrer un poco el vecindario pero ya se me quitaron las ganas” menciono Mikey acomodándose el flequillo.


“Te apoyo, quedémonos en el apartamento lo que resta del día” Frank palmeó el hombro de Mikey quién asintió con efusividad.


“¿No quieren ir a comprar ropa?” las palabras de Gerard hicieron que ambos voltearan a verlo.


“Estamos algo… quebrados para eso” Frank pensó que el alquiler de ese mes lo habían pagado ya entre sus dos familias, así como la matrícula de la escuela, pero los demás gastos eran por su cuenta y aún no tenían si quiera idea de dónde conseguirían un trabajo. Tal vez tendrían que llamar a casa para que les enviaran parte de la ropa que dejaron allá.


“Los llevaremos a una segunda donde solemos ir cuando no tenemos dinero” Gerard palmeó el hombro de Ray y este le asintió en respuesta.


“Tienen de todo y los precios están bien, además de que la ropa está en buen estado y te encuentras varios tesoros ahí”


Ambos se miraron y segundos después se encogieron de hombros ¿Por qué no? Ellos sabían lo que era estar en su situación, serían sus guías en la vida universitaria después de todo.


Llegaron a su piso y Ray saco las llaves y abrió la puerta, los chicos se quedaron maravillados y Gerard y Ray solo pudieron reír con disimulo, se notaba la ilusión en sus ojos, las ansias por probar un poco de la libertad que ser universitarios tenía, claro no todo sería como ambos lo imaginaban pero no serían ellos quienes les quitarán la ilusión, al fin y al cabo no estaba nada mal la vida que llevaban, así que simplemente dejaron que sus ojos brillarán con entusiasmo ante la nueva vida que se abría paso frente a ellos y que llevarían de hoy en adelante.






Continuará

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