Alli me encontraba yo, en silencio mientras nos mirabamos con nerviosismo, el chico sentado en un bombín con varios libros, parecía estar estudiando antes de que lo interrumpieramos. Deje escapar un suspiro, para luego presentarme.
—SoyAtsushi Nakajima, es un placer.
Hice una pequeña reverencia, puede que no haya tenido acceso a un gran sistema educativo en el orfanato, pero eso no significa que fuese un mal educado o no supiera las normas básicas de cortesía.
Sorprendentemente, se levanto e hizo lo mismo, su nombre , el cual ya sabia, era Ryunosuke Akutagawa. Parecía un chico tranquilo y reservado, sus cabellos eran oscuros como la noche que restaban a su piel pálida. Pero lo que más me llamo la atención fueron sus ojos grises como las nubes que avecinan una tormenta o bien, una ligera llovizna calmada.
Parece que le mire demasiado pues el toció en señal de incomodidad. Viendo que no había mucho que decir opte por preguntar que leía.
—Contabilidad.
Respondió claro y consiso.Pero me apenaba admitir que no sabia de que me hablaba, y al parecer había notado la ligera duda que cruzo por las facciones de mi rostro. Puesto que me dio una sonrisa burlezca mientras explicaba:
—La contabilidad es un sistema que permite procesar los datos relativos a todas las transacciones comerciales y las obligaciones expresadas en términos financieros en una empresa.
Sinceramemte, en este momento me caía mal. Y claramente eso le gusto.
—Muchas gracias.
Exprese entre dientes, pensé que podía llevarme bien con esta persona, al final de cuentas eras hermanos. Sin embargo, esa expresión arrogante y de superioridad me hizo sentir repele por el. Sin mas, salí de la habitación .
Y eso fue una mala idea, pues no sabia que lugar era cual y cual puerta era que. Estuve vagando un poco abrumado por la enormidad del lugar.
—Realmente es enorme...auch.
Y para rematar mi situación, termine de espaldas sobre el sueldo, algunas lagrimas salían más por la impresión de mi nueva vida que por la caída en si. Siempre he sido sensible y sentí que esta situación sobrepasaba mis limites.
—¡Hey! ¡Pero que...!
Una voz brusca escuche cuando impacte en el suelo, pero luego se relajo al mirarme. Inmediatamente se agachó cerca mio y me cuestiono mi estado.
—¿Te encuentras bien? ¿Por que lloras?
—E-estoy bien. No me dolió mucho...
Exprese,mientras las lagrimas que se formaron en mis ojos, resbalaban por mis mejillas. Me ayudo a levantarme y paso sus manos limpiando suavemente mi rostro.
—¿Entonces por que lloras,nene?
—Llegue a este lugar hoy, todo es nuevo para mi, no se que debo ha-hacer..
—Ya, ya tranquilo. ¿Te sentirias mejor si salimos de aqui? —Me pregunto tomando mi mano esperando mi consentimiento para guiarme, yo asenti.
—Me llamo ChuuyaNakahara, soy amigo de tu papa Dazai. ¿Cual es tu nombre?.— Explico brevemente mientras llegábamos a la sala principal, justamente por donde llegue.
—¡Atsushi!.
Justo cuando iba a responder, escuchamos mi nombre. Era mi papá adoptivo, vi como venia a abrazarme hasta que Chuuya-san me aparto lejos de el con un movimiento.
—¡¿Pero que te pasa, Chuuya?!. ¡Es mi hijo,tonto! —Exclamó ofendido.
—¡¿Dices eso, pero donde estabas cuando el niño andaba vagando casi llegando a los depositos?!. ¡Pudo haberse lastimado!.—Recalca con una voz que denota impaciencia.
—Lo deje un momento con Ryunosuke-kun mientras iba a recibirte, genio.—
—Brillante, Dazai, como si Ryunosuke no fuera antipático con los extraños y más con los niños que se te acercan.-El castaño rodó los ojos por lo cierto de las palabras de Chuuya-san.
—Ya,ya,muero de hambre y hablar contigo me quita el apetito. ¡Vamos a comer, Atsushi-kun!
Antes de que pudiera tomar mi mano, fui cargado por mi salvador mientras se ofrecía a llevarme al comedor de la familia, dejando en claro que se quedaría cenar, antes de abandonar la sala , escuche a mi papa bufar y decir una palabras como "chibi ensombrerado".
Note que Chuuya-san a pesar de ser más bajo que mi papa tenia un fuerte carácter y se notaba que era valiente.
Sentí que quería aprender a ser como el.
—Muchas gracias, por todo.
Mascullé, cuando llegamos al comedor, el solo acaricio mis cabellos claros para dirigirnos a un amplio comedor de madera con bellas decoraciones junto a un gran mantel rojo se ceñia a nuestra vista.
Akutagawa ya se encontraba alli, a mi me ignoro pero saludo al mayor de los 3, Chuuya-san respondió con gusto su saludo y le pido que si podían hablar después de cenar, a lo que el pelinegro acepto sin rechistar. Después que llego nuestro padre adoptivo junto con el señor Hirotsu y otros empleados más para ayudarle a servir, empezamos a cenar.
El ambiente se sentía tranquilo, con la candidez de las velas, realmente, me sentia feliz