Ya era un poco tarde cuando note la prensecia de la chica de vestido rojo frente a mi, quien me ha saludo con confianza dejándome confundido con su extraño acento.
—¿No te acuerdas de mi? —Hizo un puchero mientras retiraba las gafas, me sorprendí mientras mis labios quedaba ligeramente abiertos —¡Soy yo!
—¡Naomi! —Demostre mi gusto de verla al abrazarle —¿Como has estado? ¿Cuando llegaste?. Pensé que tardarías más.
-Yo tambien me alegro de verte, ha pasado tanto... -Palmeo mi espalda para luego romper el abrazo mientras nos mirábamos con una sonrisa sincera y continuo para relatarme —Me encuentro bien, llegue hace unas horas, pensé que le vuelo llegaría a mañana pero no. ¡Aqui estoy!. Junichiro esta estacionado el auto.
Fue hasta que hizo mención de su hermano, que note la falta de su presencia. Como menciono, no tardo mucho en hacer su aparición con nosotros.
El también me saludo, compartimos una charla, me comento que igual le sorprendió la llegada imprevista de la muchacha. También su singular acento, él no pudo evitar molestarla todo el dia.
—Tambien hablarían así si pasaran un tiempo en Australia. —reclamo molesta mientras nos señalaba a ambos —Siguen siendo unos tontos los dos.
—No es nuestra culpa que tu voz suene como el de esos programas de Animal Planet —Refutó riendo, mientras recibía un leve golpe de la femina.
Sese mi risa, mi curiosidad despertó al escuchar el nombre de aquel país, le pedía amablemente que me explicara como era allá.
Ella cambio un expresión molesta mientras me comentaba como si hubiera esperado contarnos todo sobre su larga estancia —Bueno, hace un poco más de calor, la gente igualmente conduce del lado derecho. Y ni hablar de los canguros. ¡Son adorables!...-Ella continuo explicando, habría que hacer una larga lista de las cosas que aún le faltaría por contarle, ya con más calma nos reunimos a charlar.
-—Creo que lo más aterrador que me ha pasado es cuando vi a un cocodrilo en el patio -—comento con un poco de disgusto y evocando un poco de miedo al tragar despacito con su paladar —No se como llego alli pero son exageradamente enormes jajaja.
Nos divertimos un poco más con las anécdotas de la joven, dando nuestra opiniones y haciendo chistes , que hasta pensamos en hacer al menos un viaje a Australia. Tal vez podría converseles de invitar Ryuunosuke a acompañarnos y a este mismo a ir con ellos. No se llevaban muy ninguno de los tres.
Hablando de él, no había llegado a la fiesta, tengo entendido que tenia algo muy importante que hacer, libere un suspiro, me encontré con ganas de verlo de repente, oh , esto era nuevo. Lleve la mano a pecho mientras fingía que sacudía mi chaleco, íbamos todos en traje formal por capricho de papá.
¿Que pasa con vestir así en pleno verano?
No puede disfrutar de mi quejumbrosa mar de pensamientos por que ya había sido arrastrado al centro por mi queridísima amiga, note que debía de hacer al ver a las otras personas a nuestro alrededor juntarse y bailar a ritmo lento.
—¿Estas disfrutando estar de vuelta— pregunte mientras la hacia girar en un gesto torpe. El baile no era mi fuerte, me tomaba un poco coger el ritmo, ni siquiera reconocía la canción, no importa tenía más concentración en mi pies que en los sonidos de mi alrededor.
—Por supuesto, extrañaba Japón, la comida, a ti y mi hermano. Me preocupaba que consiguiera una novia y me olvidara — Ahora ella tomo el control del baile y me hizo girar, rei un poco, no había cambiado sus sentimientos por su hermano a pesar de la distancia y el tiempo.
Me pregunto si será así conmigo y Ryuunosuke.
Despues de unos tortuosos minutos , la música pauso y varias parejas se retiraron dándole paso a otras, nuestra respiración era irregular por tanta agitación y nuestras mejillas se teñia de un rojo.
—La proxima vez avisas cuando quieras llevarme a bailar, que estoy algo obsoleto —Comencé a bromear mientras nos retiramos por algo de tomar pero algo sostuvo mi brazo deteniendome y causando un respingo por la impresión.
Encontré una mirada ceniza y profunda que me envolvía, comencé a sonreir en reconocimiento mientras le saludaba. Naomi volteo a ver que pasaba.
—Oh, eres tu, cuanto tiempo —soltó ella, no sabría decir en que tono lo hacia.
—Digo lo mismo —respondió la voz de Ryuunosuke mientras me envolvia en un abrazo, se me hizo algo extraño, mas le correspondí felizmente, no iba depertidiciar sus pocas muestras de afecto-—Te felicito,Jinko.
Murmuró lo ultimo, era el apodo con el que se refería a mi desde la infancia.
—Me alegro de verte, te extrañaba y pensé que ya ni llegarías esta noche. — Comente con un puchero, me sorprendió la naturalidad con la que me pude expresar, el sonrió levemente mientras tomaba el mechón rebelde de mi cabello y jugaba con el.
—Asi que me extrañaba, es bueno saberlo..
—Oh Dios, el zumo tiene alcohol, ni se les ocurra hacérsele chicos, en especial tu Naomi —Se oyó la voz de Junichiro quien le entregaba algo de beber a su hermana menor, mientras se quejaba y nos advertía.
—Pffff, eso explica por que el trigrito esta taaan cariñoso con su perro callejero.—Bufo con sarcasmo.
—Si no les gusta lo que ven, claramente pueden irse —Solto molesto, mientras me pegaba mas a mi, me sentí mariado por su perfume.
—Oh vamos, no peleen ahora —Lleve una mano al rostro, estaba acostumbrado a que estos tres no se llevarán bien. Sin embargo, la cabeza me dio vueltas de repente, por inercia lleve mi otra mano al hombro cercano.
—Te ves pálido,Jinko —Hizo el movimiento de querer llevarme alguna parte sin tanta gente y ruido para calmarme, me deje.
—Esta bien, esperaremos aquí —escuche gritar a Naomi, y podría apostar que tenia una mueca en su rostro.