Sentimiento de libertad por aheijiletssingashu

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—¿Porque el repentino silencio —El hombre de cabellos anaranjado cuestionó con un poco de molestia por la espera —¿Que hacían aquí en primera lugar? —¿Eeh? Yo me sentí indispuesto y Ryu me hacía compañia —Fue duro mantener la naturalidad, recordé algo y los manos fueron acomodando el cuello de mi camisa, esperado que fuese desapercibido por los ojos zafiros que nos miraba con cautela. Él suspiro y nos pido salir, nos buscaban para despedir a la gente. —La próxima vez avisen ¿si? — Chuuya-san caminaba a mi lado y Ryunosuke detrás de nosotros su expresión dificil de leer no me dejó tranquilo, aunque esto era común en su persona —Si no fuera por que se me ocurrió revisar aquí primero hubiera terminado buscándolos por toda la mansión —Siguio comentando al aire, pues yo seguía sumido en los pensamientos que carmonian en mi interior. No sentía dejes de arrepentimiento por besarnos pese a haberme disculpado, no sabía cómo tomar su confesión pero tampoco lamentaba haber comentado mi pronta partida. ¿Fue muy repentina la noticia o una excusa para no hacerle presente a lo que acaba de pasar? Lo había decidido hace bastante tiempo a pasear del miedo de comentarlo en la realidad a las personas más importantes de mi vida. Más tarde, al despedirme rápidamente de los invitados, uno que otro eran un rostro conocido, no note más la prencia de Ryunosuke entre las personas, queriendo ir a buscarle pero me vi siendo arrastrado por Naomi y Junichiro a la parte de afuera de la mansión, la entrada principal bien iluminada observaba la conversación entre nosotros. — Es fue lo que pasó —Confesé, creo quera mejor hablarlo, al final de cuentas no había mucho que hacer; la cara de chica era neutra mientras que la de hermano era mirada de preocupación — ¿Ustedes que dicen? —Bueno eso era inesperado — Afirmó Junichiro, soltó un suspiro y negó, hablo rápido no queriendo meterse mucho en el tema —No sabría decirte cómo debiste haber manejado la situación, por lo menos fuiste honesto. —¿Que harás? —Hablo de manera taciturna la chica de cabellos oscuros, mientras jugaba con el centro de mesa que tomó del lugar —¿ Tu no sientes lo mismo que "ese" no? Claramente si había algo, ya que frunci un poco el seño por el tono despectivo que aplicó para referirse a él. Sin embargo, en aquel entonces me encontraba confundido, tomaron mi silencio como una negativa. Sentí que era mejor seguir adelante, no había mucho que decir en esta conversación, los tres nos hayamos agotados más la femina, que por su repentina llegada no tuvo mucho tiempo de descansar para venir a verme, los acompañe hasta el automóvil de ambos y nos despedimos. Retorne sobre mis pasos a lo que la gente ya restante termiban por partir. Los sirviente se disponían a organizar la limpieza. Pregunte al señor Hirotsu si sabía dónde se encuentra Ryunosuke, a lo que me dijo que había vuelto al estudio tal vez aún estaba ocupado, toque lentamente a la puerta. Al abrir se notaba un cansancio al mirarme, me abrió espacio dejandome entrar, note que todo seguía igual a cuando lo dejamos, solo que él permacia en silencio. —Lo siento —Los vocablos salieron solos, a los que sus pálidas cejas se fruncieron y chaqueo la lengua —No es necesario, solo sal de aquí —Su tono no era ni molesto no sentía que quisiera realmente que me fuera. —Estas siendo irracional, me dejaste entrar... —Cruce mis brazos por qué no sabía como contener el inusual cosquilleo de querer ir y abrazarle decirle que todo estaría bien, más eso fue un pensamiento fugaz, hacerlo sería empeorar la situación, darle la seguridad de una alternativa que no iba a poder ofrecer. —De la misma forma en te deje entrar en mi corazón —El tono de su voz era suave, su mirar sobre la mía fue compleja —¿Realmente no puedo hacer que te quedes aquí? —El murmullo pareció más cómo un pensamiento suyo. —Lo siento... Aquella noche fue la última en la intercambiamos unas palabras antes de partir de Japón, supongo que era más fácil dejarnos, la vida no suele ser sencilla como para no cometer errores, nos aferrarnos a lo que creemos nos hará realmente feliz, la felicidad siendo subjetiva por casa persona, y de mi parte, no podía dejar ese sentimiento de libertad atrás.

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