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Pasos en falso por wiccangel

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Notas del capitulo:

HELLO!! por fin regrese!! practicamente me trago la tierra, pero pude escaparme y al fin, despues de tanto, les traigo la continuacion, el capitulo 6, espero que les guste n_n un nombre para la morenita.

Como nadie se ha dignado a dejar mas reviews (excluendo a aome, linda ¡GRACIAS!) pues solo subier un cap y yo que pensaba subir dos de un golpe, bueno, ni modo. Disfrutenlo!

 

Una mañana de ajetreo común dentro de los pasillos del hospital, enfermeras entrando y saliendo de las habitaciones, médicos hablando por los pasillos con sus pacientes o con sus familiares, encargados de limpieza, todos en sus propias tareas, Julián acababa de llegar y estaba revisando la lista de pacientes, que tenia y los que daría de alta ese día.  

Un número en su lista le hizo sonreír, recordando a cierto rubio despistado, iría el mismo a darles las hojas de alta, talvez seria buena idea ahora que no estarían como familiares de un paciente invitarlo a salir, después del incidente hacia tres días ya no lo había visto, ya era hora de que se congraciara con él, y si era necesario, todavía tenia la prueba a la mano en su consultorio, por algo no la había mandado a la tintorería.

Se rió por lo bajo de su ocurrencia, respiro profundo y continuo, ya era hora. 

  *** 

La luz entrando por la ventana solo veía las hojas de los árboles meciéndose ligeramente y como varias personas vestidas con batas similares a la de ella en esos momentos, todos acompañados de sus familiares.  

Sus familiares... familia... ¿tendría una familia?

Y si la tenía... ¿por que no habían ido por ella?

La frustración comenzó a invadirla

¿Por qué no podía recordar?

Se golpeo la sien repetidamente con la palma de la mano como si con eso las ideas que la inquietaban pudieran acomodarse y dejarla en paz.  

Se oprimió suavemente la cabeza necesitaba recordar necesitaba recordarse sentía una extraña sensación dentro de su pecho como un frió vació que la inundaba, como un enorme hueco crecía y no se detenía, de pronto la puerta se abrió dando paso al visitante, sin embargo la chica continuaba inmersa en sus pensamientos de espalda a este.  

Ricky la observo un momento, llevaba en los brazos la ropa que usaría para su salida del hospital, la vio con los destellos del sol reflejándose en su negro cabello, parecía tan indefensa, tan...bella...comenzó a recordar cuando se presentaron unos días antes.  

*flash back*

-mi nombre es Ricardo y ella es Amelia- dijo el rubio señalando a su hermana al tiempo que saludaba con la mano abierta y hacia la seña con la boca de un “hola”.

La morena sonrió a modo de saludo, se encontraba un poco nerviosa por lo que solo atino a decir un poco insegura  

-¿son hermanos?- su rostro se encendió al escucharse decirlo, los chicos rieron abiertamente de buena gana al ver su reacción.  

–si- contesto Lia –de hecho somos gemelos, gemelos idénticos y yo soy la mayor- aclaro orgullosa, revolviéndole el cabello a su “hermanito”, éste  solo sonrió y trato de reacomodar el ahora alborotado cabello.  

-¡hey! Cuidado con el look- dijo pasándose una mano por la rubia cabellera. La morena sonrió, comenzaba a sentirse cómoda en ese ambiente familiar, esos dos hacían tan agradable cualquier situación.  

El chico la miro un momento  

-¿aun no recuerdas tu nombre?- ella lo miro fijamente y sonrió triste negando con un movimiento de cabeza 

-¿Qué te parece si te buscamos uno?- pregunto con el rostro iluminado ante su brillante idea. 

-Es verdad, no podemos llamarte solo “tu” o “hey muchacha”-dijo riendo- además te vamos a tener de invitada en nuestra casa así que merecemos el honor de bautizarte- guiño la rubia haciendo énfasis con el índice; la chica se sonrojo 

-está bien- termino asintiendo.  

-¡bien!- brinco eufórico Ricky –¡yo me encargo!- soy muy bueno con los nombres- aseguro 

-¿y por que tendrías que ser tu?- pregunto indignada la gemela.  

-por que yo lo pedí primero y fue mi idea-  

-pero yo la encontré, si no fuera por mi, ni siquiera la hubieras descubierto-  

-pero yo la he cuidado mas tiempo, señorita higiénica-  

-¿has visto los baños para el público en este hospital…en cualquier hospital?-  

-¿y a donde crees que iba cuando me quedaba?… ¿a los árboles de afuera o tras un auto?-  

-tal vez a cierto joven doctor no le importaría compartir contigo el de su consultorio-  

-eres una…- 

-tarado- 

-bruja- 

-estúpido- 

-vieja-  

-¡¿Qué!?-  

-¿YA BAUTIZASTE TUS ARRUGAS NUEVAS?-  

-desgraciado…-  

La rubia no termino de defenderse pues  una carcajada clara  y cristalina las distrajo de su pelea 

-ja, ja, ja- la morena se cubrió la boca para tratar de ahogar la risa espontánea que le provoco el verlos pelear por un tema totalmente diferente al de su nombre y dicho sea de paso por el cual habían comenzado.  

Los gemelos se voltearon a ver y comenzaron a reír ambos apenados y ruborizados.  

-yo creo que ella debería escoger su propio nombre- se escucho desde la puerta.  

Una versión madura de Amelia sonreía divertida viendo a sus hijos interactuar con su ahora nueva inquilina.  

-¡hola mama!- se acerco la rubia para abrazarla 

-hola cielo- Le regreso el abrazo soltándose después para abrazar a su hijo el cual también se había acercado con la misma intención.  

-hola viejita linda- le bromeo el chico ganándose un empujón  

–No me llames así- reclamo 

-perdón, mi cabecita de oro- se disculpo en un puchero al tiempo que besaba con cariño la caronilla de su madre y guiñaba a la morena 

-te dije que soy bueno con los nombres-  

*fin de flash back * 

Tosió un poco para hacerle saber que estaba ahí, la chica giro el rostro y le sonrió logrando que se sintiera aun mas admirado por las facciones de ella; después de mucho debatir y con una lista de nombres aun por discutir y escoger, habían decidido gracias a la oportuna intervención de la señora Ruiz que el nombre ideal, lo había tenido la chica todo el tiempo.  

-Lia te mando esta ropa, son casi de la misma talla y te servirá mientras que te llevan de compras- dijo todo bajando la mirada evitando un sonrojo la ver sonreír a la chica –cuando estés lista, te esperamos afuera- termino saliendo de la habitación.  

 *flash back* 

-A mi me gusta perla-dijo la rubia 

-si pero tu no estas escogiendo- respondió el menor 

-ha, claro, y has cooperado mucho, ¿verdad?- dijo sarcástica

– Brígida no se escucha con clase y Antonieta no es nada lindo-  

-oye, claro que tienen clase, no has escuchado hablar de Brígida...Brígida Perales? o de Maria Antonieta?  

-la que murió decapitada por no alimentar a su pueblo-  

-bueno si, pero aun así tenía clase, era una zarina-  

-y que, para hoy ese nombre no suena-  

-yo creo...- quiso decir la morena tímidamente  

-además, hay muchos otros nombres bonitos de donde escoger- interrumpio la rubia 

-¿ha si? Dime unos- le reto el chico 

-pues... Amelia, es lindo- dijo con un gesto de importancia 

-ja, ja, ja, ja...claro, ¿por que no lo había pensado?- dijo sarcástico  

-no te burles, solo que ahora no los tengo en la mente- respondió molesta y apenada 

-yo creo que...-quiso intervenir nuevamente la chica, pero ahora la señora Ruiz le hizo una seña, en ese momento, ninguno de los dos la escucharía, sonrió calidamente y le hablo al oído, la morena asintió en gesto de aprobación y siguieron viéndolos discutir unos minutos mas. 

-Graciela- continúo el rubio 

-muy simplón-  

-Rafaela- 

-muy feo-  

-cristina-  

-muy común-  

-burra- 

-pedazo de...- 

-¡Basta!- dijo su madre justo a tiempo- aunque se que pueden seguir así todo el día, creo que ya es suficiente- suspiro y miro a la chica –además, ella ya decidió su propio nombre- los gemelos que un estaban en posición de enfrentamiento se voltearon a verla atónitos  

-¡¿QUE?!- gritaron al unísono, sin podérselo creer, ellos que se estaban preocupando tanto y al final ni los necesito, ¿Quién diablos se creía?  

-¿ha si?- dijo indignada la rubia- ¿Cuál nombre?  

-¿si, cual nombre?-secundo el también indignado gemelo. 

La morena enrojeció al ver las caras de irritación sobre ella, trago saliva y miro a la rubia mayor, esta le sonrió para animarla, la chica se sintió más segura  

–Sandra- dijo en un susurro.

Ambos rubios se miraron con un gesto de aprobación  

–Sandy...Sandy- dijo Lia, como escuchando como sonaba  

–Me gusta- acordó el rubio  

–Entonces Sandra será- dijo la señora Ruiz con un suspiro de alivio, dando por terminada la discusión.  

*fin de flash back*

El nombre que terminó eligiendo fue gracias a una enfermera, escucho el nombre y le pareció adecuado, de alguna forma le hacia sentir segura, con un dejo de melancolía, talvez tarde o temprano entendería el porque.

Observo las prendas por un momento antes de comenzar a vestirse, era una blusa rosa, un pantalón de lino negro y unos zapatos negros todo era un poco mas grande que su talla, pero ni siquiera eso recordaba, por lo que Lia le ofreció su ropa mientras se hacia de un guardarropa para ella, encontró un paquete nuevo de ropa interior color marrón y se dispuso a vestirse.   

Mientras se colocaba las bragas hizo un gesto de molestia, aun sentía dolor entre las piernas, el doctor solo atino a decirle que desaparecería en unos días y que necesitaba revisiones periódicas y exámenes sanguíneos cada cierto tiempo, para verificar que estuviera bien.  

No quiso indagar más, se angustiaba cada que tenia la intención de preguntar algo más. Además algo en el rostro de la señora Ruiz le decía que talvez aun no quería saberlo.  

Termino de vestirse, se escuchaban unas risas detrás de la puerta, se paso las manos por el cabello, estaba algo corto para una coleta, así que solo lo aliso un poco mas y salio.  

Afuera encontró una reunión muy amena, de la cual formaban parte los gemelos, la señora Ruiz, el doctor que la había atendido y un hombre de cerca de 50 años, alto, moreno, bonachón y con las señas de los años apareciendo como canas en sus patillas y su bigote espeso; el cual supuso la chica seria el padre de los mellizos.

Pasó su vista por el grupo que en esos momentos reían, mientras el doctor continuaba contando una de sus anécdotas con pacientes anteriores, hasta que Lia la vio y rompió la plática para acercarla.  

-Sandy, ya estas lista, ahora podemos irnos- dijo felizmente- el doctor nos acaba de dar tus papeles de alta, así que estas libre por ahora- termino mientras que la tomaba del brazo y la colocaba al lado del hombre que no conocía – el es mi papa- dijo orgullosa –y por ahora es el único hombre de mi vida- mientras que se le abrazaba infantilmente del cuello y los comentarios chuscos  no se dejaron esperar.  

-mucho gusto- saludo el hombre con una inclinación de cabeza con la rubia aun colgada de él, -mis hijos me dijeron lo que paso y déjeme le digo señorita, que tuvo mucha suerte- menciono tornándose un momento serio- pero por favor, siéntase cómoda en nuestro hogar, estos chicos- dijo señalando a los gemelos –estoy seguro, la harán sentir cómoda, pero cuidado, no se puede confiar mucho en ellos- dijo guiñándole a su nueva huésped.  

-¡¡PAPA!!- gritaron al unísono, provocando la risa de los presentes.  

Terminaron los papeleos y en la salida una joven enfermera los alcanzo, dirigiéndose directamente al joven rubio entregándole discretamente una nota “el doctor me pidió que le entregara esto” solo alcanzo a escuchar pero al tratar de preguntar, la chica había desaparecido ya; tomo la nota y la leyó, al terminar un color carmín le inundaba todo el rostro.

Lia sintió su rezagamiento, buscándolo con la mirada, lo encontró aun hipnotizado por el papel que tenia entre las manos, se acerco y pudo leer también pues el rubio aun no se había repuesto de la sorpresa.  

-ja, ja, ja, ja, ¡eres todo un matador!-soltó de repente la rubia mientras le quitaba el escrito de las manos mientras Rick reaccionaba muy tarde para su pesar.  

-¡deja eso, devuélvelo!- se histerizó, corriendo tras una rubia futuramente extinta.  

-¡que sucede NIÑOS!- grito la Ruiz mayor remarcando la ultima palabra pues sabia que era lo que mas odiaban.  

Y exactamente, ese hecho no paso desapercibido por los gemelos, quienes la miraron con el seño fruncido.  

-nada mamá, lo siento, vámonos- dijeron al unísono, subiendo al auto junto con Sandy en los asientos traseros.

En un gesto típico de Lia, le paso el recado a Rick entre los dedos. -todo tuyo, chico del café- sonriendo maldita al ver el sonrojo del chico.  

“Me gustaría compartir un café contigo que no terminara en mi uniforme, nos vemos en el café “Brasilian” el viernes a las 8 de la noche, yo me encargare de las bebidas, después de todo tenemos los mismos gustos”

Julián   

Era lo único que se leía en el escueto papel que le había entregado la pequeña enfermera, no lo podía creer, ese apuesto doctor lo estaba invitando a salir, “tranquilo” pensó, no es una cita, “por lo menos no todavía” dijo otra parte de su cerebro que lo molesto.  

Suspiro ¿y si no iba?

Después de todo ni siquiera tuvo la decencia de decírselo de frente, si, eso, no iría, ¿que se creía ese tipo?, la ultima jarra del desierto ¿¿o que?? 

-ve- escucho y vio a su hermana que lo observaba

–te lo mereces- dijo con un dejo de ternura, sonrió tranquilizador, le encantaba la conexión que tenían, como si se leyeran los pensamientos mutuamente, iba a contestar cuando por fin la rubia termino –además, esta buenísimo, el papacito- completando la frase con un guiño pícaro, dejándolo con la boca abierta, logrando la carcajada de la melliza, de acuerdo, con ella no se podían leer los pensamientos pensó contagiándose de la risa…tenia razón, tal vez valiera la pena ir.

Tal vez podría volver a empezar.       

Notas finales:

si, si, la mayoria es puro relleno, pero queria que quedara clara la relacion que llevan los gemelos ¿no son divertidos?

En el siguiente capitulo sera la cita (¿cita?) del doctorcito con mi rubio gemelo, veremos como les va y un poco mas adelante el por que la familia Ruiz acepta tan facilmente a la chica en su hogar. ^^

Hasta pronto!!!


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