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Manos grandes... por Darkneko

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Notas del capitulo:

este epílogo va dedicado a Mireya que cumple años y se me paso felicitarla, feliz cumpleaños, espero te guste... ^u^

Ed sigue recordando aquel toque cuando estuvo enfermo, a tal grado de buscarlo en todas las personas que conoce con manos grandes, sin existo hasta que...

     Gracias a los cuidados otorgados por el Coronel el joven alquimista se encontraba recuperado, hacía varios días que había regresado con Al, quien había insistido en que le agradeciera de manera cortés por todas sus atenciones. 

     Así que a regañadientes se encontraba caminando por las calles de central rumbo a la oficina de cierto coronel que siempre le hacía rabiar, en sus manos llevaba una pequeña canasta con un pay de fresas que sabía tanto le gustaba, la esposa de Maes fue muy generosa en prepararlo para esa ocasión, era bien sabido que ese era su postre favorito. 

     Llegó sin muchos ánimos a las puertas del cuartel, mostró la insignia y lo que contenía la canasta a los guardias de la entrada, quienes se encargaban de que las personas no autorizadas o sospechosas entraran con elementos peligrosos a un lugar tan importante como ese. 

     Aún así no entendía porque se sentía de esa manera, sabía que algo no andaba bien, si bien no recordaba absolutamente nada de cuando el coronel le llevo a su casa y sus cuidados, menos de que Roy se aprovecho un momento de él, sentía que había algo incompleto, puede ser que ese sentimiento tuviera algo que ver con cierto pelinegro de ojos azabaches, pero no podía asegurar nada. 

     “Porque no puedo recordar de quien eran…” 

     Sus pensamientos fueron cortados de golpe, literalmente hablando, puesto que estaba tan ensimismado que no se dio cuenta cuando alguien que iba igual de distraído que él caminando en dirección contraria por lo tanto terminaron en el suelo con un gran dolor en el trasero por la caída. 

     - Itta… oye baka porque no te fijas por donde vas… - grito mientras se sobaba la cabeza que también salio afectada por el golpe contra el pecho de esa persona antes de caer estrepitosamente hacia el suelo. 

     - ¿Te encuentras bien Ed? – pregunto con su habitual calma hacia todo y el cigarrillo en la boca, mientras le tendía la mano para levantarlo, pues el ya lo había hecho. 

     - Ah… hai… arigato Teniente Havoc - respondió Ed mientras tomaba la mano que Havoc le tendía, levantándose con facilidad después de un pequeño tirón por parte de Havoc. 

     “Tiene manos grandes… pero no son tan suaves como las recuerdo… no es él…” 

     - ¿Te pasa algo Ed? – pregunto el mayor al el rostro del pequeño mientras de nuevo se perdía en sus pensamientos mientras permanecían con las manos entrelazadas. 

    - Ah… no… gomen… – al ver que seguía sosteniendo la mano del mayor se avergonzó sonrojándose un poco por la manera tan extraña en la que se porto, probablemente aquel toque que tanto estaba buscando solo había sido un sueño pero se sentía tan real. 

     - Ah… está bien… ¿vienes a ver a Mustang? – pregunto sin mucho interés. 

     - Hai… Al me obligo a venir a agradecerle por haberse tomado las molestias de cuidarme los días que estuve enfermo… – no le agradaba causar problemas y mucho menos ser causante de algún conflicto, aún no sabía si Roy había sido reprendido por faltar algunos días al cuartel. 

     - ¿Y ese pay? Tiene buena pinta… ¿puedo probar? – pregunto al ver descubierta la canasta donde el pay se asomaba, dejando una estela de vapor demostrando que estaba recién horneado, el aroma invadió rápidamente el aire abriendo el apetito del rubio mayor. 

     - Lo preparó Glacier para Roy, dice que es una forma de decir “gracias por todo” sin tener que decir nada… – pronuncio algo cohibido. 

     - Sou ka… bueno nos vemos… date prisa antes de que se enfríe… - se despidió el mayor Havoc dejando a Ed algo sorprendido. 

    “Definitivamente debió de ser un sueño… las manos de Havoc son grandes, cierto… pero no tienen aquel roce suave y delicado… además eran más calidas que las que recuerdo y busco…” 

     Saliendo de sus pensamientos fue en dirección de Roy a llevarle aquel presente que con tanto esmero y cariño hizo la esposa de Maes a su antiguo amigo. 

     Abrió la puerta sin tocar, como era su costumbre, sorprendiendo a un Roy mientras intentaba concentrarse, aunque concentrarse no es la palabra mas adecuada para lo que se encontraba haciendo en esos momentos el moreno. 

    Roy se encontraba jugando con un trozo de papel, recostado sobre su escritorio sin nada mas que hacer a pesar de tener un montón de papeles por revisar y autorizar, al ver a Ed parado en el umbral de la puerta solo levanto la mirada y con un ademán de la mano le dio un saludo. 

     - Hola Hagane… - pronunció perezosamente el moreno. 

     - ¿Qué te trae por aquí? – pregunto sin ganas, volteando de nuevo su atención en aquel trozo de papel. 

     - Glacier me mandó a entregarle esto en agradecimiento… - respondió mientras cerraba tras de si la puerta como era costumbre. 

     - ¿Agradecimiento? – pregunto sentándose correctamente en su sillón. 

     - Hai… de cuando me enferme y le cause problemas porque Al no podía cuidarme… arigato… - respondió con cierto nerviosismo a un comentario sarcástico por parte del coronel. 

     - Sou ka… ¿quieres comer un pedazo? No creo que me lo pueda acabar… - esta respuesta sorprendió a Ed, era la primera vez en mucho tiempo que Roy se comportaba de esa manera con él. 

     - Hai… - con esta respuesta el mayor dibujo una tierna sonrisa que paso desapercibida por el menor quien se limito a colocar el pay en la mesa cercana al sillón de la oficina. 

     - Con su permiso… tengo hambre… - dijo mientras tomaba un pedazo de pay y lo introducía en su boca para devorarlo con ansias. 

     - Está muy bueno… debería probarlo… - insinuó Ed mientras tomaba otro pedazo ya que el anterior había desaparecido misteriosamente en su boca. 

     La sonrisa de Roy no desaparecía ese niño era realmente lindo ante sus ojos, los movimientos que realizaba su boca mientras comían parecían hipnotizarlo, sus delicadas manos se movían con gracia hacia su boca sosteniendo el pedazo de pan que engullía con felicidad, dejando un rastro rojo por las fresas que tenía como relleno. 

     Se acercó al pequeño quien no se percató de su movimiento, estaba muy concentrado en comer aquella suculenta muestra del buen arte casero de la cocina, el saber que se describía en su boca era increíble y prestaba toda su atención tratando de descifrar lo que contenía la masa. 

     - Glacier siempre ha hecho los mejores pay de la región… esa es una de las cosas que siempre presume Maes de ella… - respondió Roy cerca del niño tomando una pieza y comiéndola de una sola mordida. 

     - Ya veo porque… aunque no se mucho de comida cacera esta sabe muy buena… - mencionó el menor llevándose a la boca el tercer pedazo, manchándose la comisura de los labios por el relleno. 

     - Eres un desastre Hagane… mira nada más como tienes la cara… - se acercó demasiado para el gusto del pequeño que no supo que hacer, Mustang poso sus manos en las mejillas de Ed haciendo que se sonrojara. 

     “tiene las manos grandes… solo que no pudo ser él… siempre usa guantes… ya sean los especiales o guantes normales… pero siempre los trae puestos…” 

     El mayor al ver que el pequeño se había perdido en alguna parte de sus pensamientos y al no resistir esa pequeña boca que pedía ser besada, borro la distancia que los unía fundiéndose en un tierno beso cerca de los labios, de esta manera el moreno limpio la zona y probó los labios que desde hace varios días tenía ganas de tocar nuevamente con los propios. 

     - Taisa… ¿Por qué hizo eso? – pregunto saliendo de sus pensamientos al sentir la calidez de los labios de Roy. 

     - No tengo con que limpiarte la cara, la tenías manchada, además… sería un desperdicio limpiarlo de esa forma… - se excuso, pero la necesidad de estar con el pequeño se volvía mas grande por la cercanía. 

     - Hagane perdóname… - prenuncio bajando la mirada sin dejar de tomar el rostro de Ed por las mejillas con delicadeza. 

     - Pero por que… no ha hecho nada… - iba a continuar pero fue interrumpido por los labios del azabache. 

     Tenía tantos deseos se sentir nuevamente la piel del pequeño que se saco los guantes para acariciarlo por debajo de su camisa. 

     “Esta sensación es… la misma que recuerdo… entonces… es él… las manos grandes y frías… aunque delicadas al contacto…” 

     - Taisa… - hablo Ed después del beso siendo tocado aún por Roy. 

     - Dime… - respondió secamente sin dejar de acariciar al rubio. 

     - ¿Es usted? – esta pregunta dejó desconcertado al mayor quien dejó de acariciar al pequeño. 

     - ¿A que te refieres?… explícate… – demando el mayor. 

     - Etto… no lo se… con certeza… no recuerdo por qué… pero había unas manos grandes que me acariciaban con delicadeza… se sentían bien… y pensé que tal vez usted… gomen… no quise que… gomen… - Ed estaba sonrojado por lo que acababa de decir, no sabia como lo tomaría Roy quien simplemente se limito a sonreír. 

     - Ah eso… si era yo… mi pequeño Hagane… - diciendo esto lo abrazo con fuerza tratando de demostrarle que no le haría ningún daño. 

     - Siempre te protegeré… - susurro el mayor a la altura del rostro del pequeño mientras profundizaba el abrazo. 

    - Lo supuse… - susurro correspondiendo de la misma manera. 

    - Ski da Hagane… - y deposito un tierno besó en su frente. 

     “Diferentes a las de mamá y diferentes a las de Al… ahora se porque tienen tanta delicadeza… demuestran todos sus sentimientos en un solo toque… definitivamente… uno de los mejores toques que recuerdaré…”

Notas finales:

espero les haya gustado, no soy muy buena para esto pero me esforce ^u^

les dejo el link de la imagen que iba a poner pero es muy grande y no cumple las reglas.... por si la quieren ver...

http://www.myblog.fr/albums/Ed-X-Roy-Shonen-ai/539560.jpg


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