Capitulo 3: El llanto de la estrella y los recuerdos
Al encontrarme a escasos metros del campamento encontré con la mirada a mi bella Kagome, la cual no podía ser consolada por la cazadora, como por inercia la chica volteo rápidamente hacia donde me encontraba, como si supiera que yo ya estaba ahí, entonces corrió hacia mi y me abrazo recibiéndome entre lagrimas, que me hacían sentirme peor de lo que ya me sentía.
-InuYasha, creí que te había sucedido algo, donde estabas... (Pregunto aun abrazándome)
-Kagome (Puse mis manos en su cabello y escondí mi rostro en la curva de su cuello mientras la abrazaba con fuerza para tratar de encontrar un poco de paz, para tratar de olvidar lo que había sucedido, pero la abrace tan efusivamente que pareció darse cuenta de algo por lo que pregunto)
-Te sucedió algo, pareces triste InuYasha... (Si kagome se enteraba de lo triste que estaba no me iba a dejar en paz, y realmente en ese momento no tenia ganas de reclamos)
-No, no tengo nada, perdonen mi desaparición, es solo que quería estar solo al ser un humano...
-¡¡¡Debiste haber avisado!!! Eres un insensato la pobre Kagome estuvo preocupada toda la noche sin parar de llorar, pensando que algo malo te había pasado... y tu solo vienes y nos pides disculpas así como así... (Grito Sango mientras me miraba de una manera para nada agradable)
-Sango y yo te buscamos por todos lados, creímos que Naraku te había atacado Y no sabíamos como calmar a la señorita Kagome... (Aleje a la chica de mi con cierta frialdad, ella se sintió rechazada pero no le tome la menor importancia en ese momento, solo quería que se callaran que dejaran de reclamarme por las lagrimas de Kagome, que acaso no tenían otras cosas que hacer que estar regañándome como si fuese un niño pequeño)
-Ya me disculpe una ves y no o volveré a hacer, así que déjenme en paz... (Con frustración salte a la rama en un árbol muy alto, me la pase todo el día ahí, hasta que me quede dormido un rato, aun dormido me puse a llorar...aquellas caricias volvían a mi mente, aquella manera de ser acariciado, por mi hermano y la mirada de esos dos recorriéndome con lascivia... al despertar casi caigo de la rama pero me agarre como pude para no caer, estaba recordando entre sueños a los demonios y no lo podía resistir, me rehusaba a haber sido tan débil en ese momento y haber dejado que las cosas llegaran a esos extremos, pero entonces note que los chicos estaban hablando de mi y mejor me puse a escucharlos para dejar de lado aquel repentino asco que me envolvió)
-Señorita Kagome en verdad cree que a InuYasha le pasa algo (pregunto el monje miroku)
-Si, esta ido, su mirada es de dolor e ira mezclados, no me mira como antes lo siento tenso y parece que ha estado llorando, no quiero ser una exagerada, pero se que algo le sucedió y quiero saber que fue... (Kagome...mi bella kagome estaba llorando por mi culpa, pero no podía decirle nada o no me dejaría en paz, además no sabría como reaccionar y me sentiría mas usado de lo que ya me sentía, no, no podía decirle nada, por que no soportaría su lastima...)
-Como notaste todo eso kagome (Pregunto sango mirándole fijamente, yo mismo quería saber como era tan perceptiva con lo que me sucedía y agradecía que al menos hubiera mas de una persona que se preocupara por mi, pero no necesitaba eso en esos precisos momentos)
-Cuando lo abrace me di cuenta de todo, no quiero que vuelva a ser como antes, no quiero que vuelva a ser el solitario de antes...
-No te preocupes, el es nuestro amigo no puede volverse malo otra vez...
-No quiero que InuYasha sea como cuando lo conocí, solo quiero saber que le sucedió, por que esta así (decía kagome entre lágrimas que finalmente me desesperaron)
-Tal vez tú nos lo puedas decir InuYasha... (Vocifero la cazadora con voz firme, aun que estaba de espaldas mirando al horizonte, la cazadora noto que los estaba escuchando)
-Como notaste que los escuchaba (Pregunte para evadir la pregunta pero insistieron)
-Eso no importa, queremos saber que te pasa, por que no nos dices nada y por que eres tan frío con la señorita Kagome (Interrumpió el monje a la cazadora, me sentí muy mal al notar que estaba dañando demasiado a Kagome con mi frialdad pero en esos momentos eso era lo que menos me importaba, como pensar en ella cuando yo mismo me estaba muriendo por los recuerdos de caricias robadas)
-Eso no te importa, no tiene por que saber todo lo que me ocurre, esto no les incumbe
-¡¡¡Eres un insensato!!! Yo preocupada por lo que te pudo pasar en tu condición de humano y tu ni te preocupas en pensar ni siquiera por un segundo si nos sentimos mal por tu actitud fría, te alejas sin avisar y eso no es justo... (Kagome grito con toda la frustración que tenia, impregnándola en cada palabra que auriculaba, sin poder evitarlo las palabras de kagome me hacían enfurecer y sin poder contenerme me vi gritándole)
-Pues si tanto te molesta que haga lo que siempre he hecho te puedes ir resignando, por que no voy a cambiar solo por que tú quieras, ¡¡¡no puedo ser sentimental después de lo que paso!!! (Kagome me miraba con dolor, sus lágrimas habían cesado y su rostro denotaba toda su ira y resignación forzada, el monje y la cazadora se quedaron sin palabras totalmente atónitos ante aquella situación, y más que nada ante la actitud que acababa de adoptar por culpa de dos malditos que se aprovecharon de mí)
-Se que tu no eres como lo estas demostrando ahora, tu no eres una bestia y no me molesta tu actitud de solitario es solo que me lastima, yo solo quiero saber que te sucedió... (Kagome empezó a llorar más, ya no quise seguir escuchándola, me di la media vuelta intentando irme, pero la cazadora me agarro del brazo, haciéndome enojar aun más)
-Espera InuYasha a donde vas...
-Entiendo que quisieran saber a donde estaba cuando fui humano pero a hora que soy hibrido no les importa a donde voy, puedo defenderme de quien sea, así que déjame en paz...
Haciendo que Sango soltara mi brazo, me fui del claro, no estaba de ánimos para seguir aguantando las preguntas de los demás, los días pasaron al igual que un par de semanas y mi actitud de rechazo con mis amigos seguía igual, pasadas las dos semanas me encontraba frente a la fogata que habían hecho los chicos, kagome en un vano intento de que no la rechazara intento hablarme, pero aun estaba renuente a decirle toda la verdad.
-InuYasha estas así desde hace dos semanas y me estas preocupando de mas, por favor necesito que seas el de antes... quiero saber que te paso, que es lo que tienes, por que esa actitud con nosotros...
-No tengo nada y no te he pedido que te preocupes por mí... (Dije cortante a la morena para que me dejara en paz, pero no resulto como esperaba)
-Por favor, quiero saberlo, es que te ves muy triste y no me gusta verte así... (No podía mas, ya no podía contener las lagrimas, kagome mi bella Kagome estaba así por mi culpa y con mis palabras frías solo la ponía peor, pero no podía contarle que Sesshomaru y Kouga habían apagado su lascivia en mi, como hacerlo si al recordarlo me sentía nuevamente sucio)
-Lo siento, pero no puedo decirte nada, ni a ti ni a nadie... (Al ver a Kagome tan triste y preocupada me sentí un ser despreciable por hacerla sufrir sin razón alguna, entonces me levante bruscamente y dándome la media vuelta me aleje del claro y me perdí de la vista de Kagome en la espesura del bosque)
Mis pasos eran cada ves mas pesados y mis pensamientos traicioneros me llevaban una y otra ves a aquella escena tan insoportable peor que a la ves hacia que aumentara en mi una extraña sensación que no sabría describir, Kouga... el maldito lobo seguía en mi mente de una manera que me hacia avergonzarme por ser tan idiota, solo pensaba en la suave piel que el poseía, en sus carnosos labios, sus bellos ojos, su rostro y los estupido que me sentía al pensar así, tan concentrado estaba en mis absurdos pensamientos que no note mi cercanía a un hermoso lago sino hasta que estaba a escasos centímetros de distancia, la vista era hipnotizadora, una hermosa laguna de aguas cristalinas en medio de la espesura del bosque, unas enormes rocas con plataforma inclinada a un costado, el reflejo de una montaña en el lago y el sol a todo su esplendor. Por un momento quede hipnotizado ante aquello, mi cuerpo parecía hacer lo que quería ya que a pocos minutos de haber llegado me vi a mi mismo sentado en el suelo admirando aquel lugar que solo me hacia recordar la suavidad con la que me había tomado kouga...tan diferente a la manera tan agresiva del gran Youkai para poseer... pero aun estaba en mi mente lo mal que había tratado a kagome aun sin merecerlo, por dos largas horas mi traicionera mente me llevo a escenas con el lobo que me hacían estremecer, con su mirada tan cautivadora y sus manos recorriéndome de manera tan exquisita, y me hacían sentirme mal por desear al lobo después de lo que había pasado, tal era mi estado de embelesamiento que no note en ningún momento la presencia de Sesshomaru, el demonio me admiraba, por que mi rostro denotaba lo bien que me sentía en ese lugar, cosa extraña para el Youkai por que nunca me había visto así. De pronto unas pisadas me sacaron de concentración, temiendo que se tratase de un ataque de Naraku voltee bruscamente hacia donde se escuchaban las pisadas, pero casi caigo al suelo de rodillas al ver quien estaba acercándose con aquella mirada de indiferencia que lo caracterizaba.
-Sesshomaru... (Dije con los ojos abiertos de par en par y con ira en aumento al recordar la lascivia con la que me había tomado)
-InuYasha... cada ves que te recuerdo, extraño mas no tenerte, no poder tocarte y lo que mas extraño es tu cuerpo rozando el mío... (Con cada palabra que pronunciaba, el demonio se acercaba aun mas a mí, quedando a pocos centímetros de distancia, instintivamente di unos pasos hacia atrás para alejarme, pero el demonio me detuvo con sus finas manos, posándolas en mi cintura y acercándome peligrosamente a el...) No te alejes de mí, no soportaría no poder tocarte...
-No te atrevas... *Como me gustaría matarte en este momento, eres un desgraciado*
-Esta ves no me refiero a eso, esta ves no quiero tenerte a la fuerza, no siempre voy a andar lascivo, es decir, si deseo tu cuerpo y lo seguiré deseando después de lo que paso, pero... desearía mas que aceptaras ser mi pareja sexual como kouga, que tener que forzarte nuevamente... (*Ser mi pareja sexual como kouga* Mi sorpresa se hizo evidente, me separe bruscamente del demonio, no podía creer lo que acababa de proponerme y menos que mencionara al lobo de esa manera, como era capaz de pedirme eso, como era capaz siquiera de mirarme a la cara para proponerme tal cosa)
-¡¡¡Eres un estupido!!! ¡Nunca seria tu pareja para apagar tu lascivia y no metas a kouga en esto!
-Por que no, el ya esta metido en esto, recuerda que el te hizo suyo al igual que yo... (*Te hizo suyo al igual que yo* El demonio me rodeo por el cuello con sus fuertes brazos posando su rostro junto al mío haciéndome enfurecer aun mas sus labios acariciaron los míos en un vano intento de que le siguiera el juego, sus actos me hacían enfurecer pero me hacían recordar al lobo y como lo mencionaba como si se tratara de un cualquiera, pero el mas culpable era el y sin embargo no se daba cuenta de la manera en la que lo miraba, tratando de matarlo con una sola mirada)
Continuara...