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INMORTALIZANDO NOSTALGIAS por YEYE_TTEBAYO

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Notas del capitulo:  

/////////////DISCLAIMER/////////////

 

¡¡¡QUE LA BUENA FORTUNA BENDIGA A KISHIMOTO-SENSEI (AUNQUE SEAMOS SINCERAS, NO LE HACE FALTA) POR ESTOS PERSONAJES QUE TANTO ADORO, EN ESPECIAL A NARU!!!

 

 

Naruto no durmió muy bien debido a que estuvo pensado en su carencia de objetos con los cuales recordar su pasado. Nunca antes se había preocupado por eso. No pensó que fuese algo importante; imaginó que lo hermoso eran los recuerdos, los lazos con los demás. Pero el ver como el rostro de las mamás de sus amigos se iluminaba al ver ese trozo de papel, se dio cuenta de lo que significaba el estar orgulloso de otra persona. Entonces, se sintió aún más triste, ya que nunca le habían dicho que se enorgullecían de él.

 

Y comenzó a sentirse mucho más desdichado al imaginar, que no tendría esa oportunidad, pues no tenia nada con lo cual comparar su crecimiento actual...

 

Repentinamente, tocaron a su puerta. Se pregunto quien sería, ya que nadie le visitaba tan temprano. Abrió, y sin siquiera recibir una invitación, Sasuke se pasó literalmente hasta su habitación:

 

- ¡¿Qué haces, Sasuke-teme?!-le gritó al tiempo que su amigo sacaba varias cosas de una bolsa que parecía ser de alguna tienda cara, tirando antes, el montón de basura que había sobre la mesa.

 

- Aquí tienes...

 

Naruto se acercó y miró con interrogación lo que había en su mesa. Eran una cámara digital y una impresora de fotografías:

 

- ¿Qué es todo esto-ttebayo?

 

- Una cámara digital-tomo la cámara y la encendió. Sabía que Naruto era un tonto, pero no tanto cómo para no reconocer una cámara. Le miraba a través de la lente y la mirada entre sorprendida y confundida de su amigo, era digna de fotografiarse, pero decidió no hacerlo-Ésta, es una impresora. Cuando termines de tomar fotografías la conectas e imprimes de inmediato la foto.

 

- Lo que quise decir es, ¿porque me das esto?-el rubio le mira con cara de fastidio. ¿Por qué Sasuke siempre le trataba como a un idiota?

 

- Te lo dije anoche. Comenzarás desde ahora tu álbum...-le dice secamente, mientras finge estar preparando el equipo.

 

El rubio no le perdía de vista. No recordaba que le hubiesen dado un regalo, claro a excepción del collar de Tsunade. Aunque, técnicamente lo ganó en una puesta.

 

El caso era, que no recibía obsequios muy seguido y sobre todo, uno tan especial. Podría ser que no tuviese un pasado, pero tenia un presente y eso, es lo que representaría en la exhibición de la fiesta. 

 

- Sasuke...

 

- ¿Que quieres...?-el Uchiha le miró y pudo ver una sincera sonrisa de agradecimiento:

 

- Gracias...

 

Sasuke sonrió como muy pocas veces lo hacia. Era algo que sólo Naruto podía lograr, aunque ni él mismo era conciente de lo que conseguía la presencia del rubio.

 

- Y, ¿como se usa esto dattebayo?-dijo Naruto al tiempo que tomaba la cámara y le movía como esperando que algo se escuchase en su interior. Sasuke rápidamente se la arrebata.

 

- Eres un baka...

 

- ¡Cállate, Sasuke-teme!

 

Luego de casi un hora tratándole de explicar las modalidades de la cámara, ya que también podía tomar video, las cosas no andaban muy bien y se pudo notar el extenso vocabulario del moreno respecto a Naruto:

 

- ¡¡Así no, dobe!! ¡¡Que no, usurakontachi!! ¡Ahhh, Naruto-baka, vas a descomponerla!

 

- ¡Ahhhh, la tecnología no es para mí datttebayo!-el rubio llora desconsoladamente. Y él que imaginó sería cosas sencilla, pero es que Sasuke lo hacia ver fácil. ¿Por qué demonios tenia que saberlo todo ese Uchiha?

 

- Maldita sea...-dijo frustrado. Ya casi se daba por vencido, pero esto significaba mucho para su amigo, así que tenia que hacer un pequeño sacrificio-bien, haremos esto. Sólo toma las fotos que quieras, no le muevas a nada de la cámara y menos a la impresora. Yo vendré todas las noches para imprimir las fotos que quieras, ¿entendido?

 

- Siento causarte problemas dattebayo...

 

- Olvídalo...-le puso una mano en el hombro para hacerle ver que no había problema alguno. Después de todo, había sido su idea.

 

Sasuke observo el reloj. Ya era tarde y por hoy, era suficiente de fotografías.

 

Ya cuando Naruto le despedía, le dijo:

 

- Usurakontachi....

 

- ¡¡Que no me digas así, Sasuke-teme...!!-calló al ver el rostro lleno de seguridad del Uchiha:

 

- La existencia de las personas se basa en algo más que fotografías...-dijo y simplemente, sonrió, para luego, cerrar la puerta tras de si.

 

El rubio se fue a su habitación, pensando en esas palabras. Tenían mucho de cierto. No era la fotografía en si lo importante, sino el momento captado en ella, la emoción plasmada justo en el momento indicado para congelarle en el tiempo. Lo que hacia sonreír de nostalgia a las personas al ver un fotografía, era el bello momento que vivieron al lado de una persona especial...

 

Tomó la cámara y le encendió...él, tenia muchas personas especiales y sólo faltaba captarlas en el momento indicado...

 

 

****************

 

 

Tal como lo había prometido, Sasuke regreso al anochecer del día siguiente. Un alegre Naruto le abrió la puerta y se felicitó a si mismo por haber conseguido que sonriera de nuevo:

 

- ¿Tomaste muchas fotos?

 

- ¡Sip!-le dio la cámara y el moreno la tomó, mientras caminaba a la habitación junto a Naruto-¡Quiero recordar todo aquello que me sorprende! ¡Pero esta cosa tiene mucha memoria y no pude llenarla-ttebayo! ¡Así que mañana seguiré tomando más fotos!

 

- Puedes tomar todas las que quieras, dobe...

 

Naruto había puesto la pequeña impresora en una silla cerca de la ventana de su habitación, ya que la única mesa que tenia siempre estaba atiborrada de basura. Sasuke se sentó en el suelo, frente a la silla y Naruto le siguió:

 

- Veremos que fue lo que captaste y borraremos aquellas que no quieras. Luego, imprimiremos y comenzarás a guardarlas en el álbum, ¿estás de acuerdo?

 

Naruto sonrió. Sasuke era demasiado metódico en todo:

 

- ¡Sip!

 

En la pantalla comenzaron a aparecer las fotografías que Naruto había tomado:

 

- ¿Que demonios es eso?-el tic en el ojo derecho que aparecía cada vez que Sasuke se enojaba, hizo acto de presencia al observar una linda y nítida fotografía de...los pies de Naruto.

 

- Estaba probando el flash dattebayo-se excusa apenado-¡Las demás son las buenas!

 

Sasuke resopló y continuó con el resto de las imágenes. Sólo esperaba que el kitsune tuviera razón y  las demás no fueran un desperdicio:

 

- ¿Un columpio? ¿Seguro que quieres esa?

 

- ¡Sip!

 

- ¿Porque quieres recordar un columpio?-hubiese podio ignorarle y pasar a la siguiente imagen, pero todo esto de las fotografías le daba la excusa perfecta para conocer más sobre el pasado de su amigo.

 

Sabía que Naruto no hablaba demasiado sobre su vida, ni siquiera con él que era su mejor amigo y ya era tiempo de conocer todos sus secretos, ¿no?

 

- Cuando era niño-Naruto comienza a hablar con una sonrisa melancólica-pasaba mucho tiempo en ese columpio viendo como los demás eran recogidos por su padres en la academia-ttebayo. Recuerdo que tu mamá te llevo en brazos una vez...

 

- Sí. Fue esa vez que un idiota me clavo un kunai en el pie por accidente-dijo mientras le mirada molesto. ¿Cómo olvidar tan vergonzosa muestra de fragilidad? Nunca se había sentido tan humillado como aquella vez que su madre le cargó como si fuese un crío de un año, por toda Konoha.

 

- ¡Si fue un accidente! ¡¿Quien te manda a ponerte en el camino de alguien que estaba aprendiendo a usarlos dattebayo?!

 

El Uchiha le ignora para continuar viendo el resto de las fotografías. Pudo ver a la academia, la montaña con los rostros de los Hokages, Sakura, Hinata, Neji...

 

¿Otra vez Hinata...?

 

- El Ichiraku-comento en voz alta al reconocer la fachada del local-¿Porque no lo imagine?

 

- Paso mucho tiempo allí...-responde Naruto mientras observa lo bien que salieron el viejo dueño del local y su encantadora hija-todavía recuerdo la primera vez que fui-ttebayo.

 

- Seguro te llevó Iruka-sensei.

 

- No, de hecho, me había perdido.

 

- ¿En serio?

 

A Sasuke le picó la curiosidad. Seguro que nadie sabía como fue el primer encuentro entre Naruto y el ramen:

 

- Sí, tenia poco más de cuatro años y aún estaba bajo el cuidado del Tercero. Él me había regañado por una de mis travesuras y me escape. Como no salía mucho a la aldea, termine perdido-ttebayo. Nadie me quería ayudar...

 

 

FLASH BACK

 

El pequeño rubio caminaba tímidamente entre las personas. Era de noche y había mucha gente o al menos, así le parecía. Era la primera vez que salía a tales horas. Y era la primera vez que lo hacia completamente solo, por eso, había terminado perdido:

 

- Si se entera el viejo, me mata dattebayo-murmura-Tengo que regresar...

 

Sabía perfectamente que debía dirigirse a la montaña donde estaban los rostros de los Hokages, pero había demasiadas calles y cada vez que intentaba acercarse, aparecía solamente en otro extremo de la ciudad.

 

- Señor, estoy perdido-ttebayo-jala del pantalón a un señor alto, no tan viejo. Cuando éste mira al niño rubio con las marcas en su rostro, le empuja.

 

- ¡Vete, niño!

 

- ¡¡Pero estoy perdido!!-grito desesperado-¡¡¿Porque no me ayudan dattebayo?!!

 

Pensó que con gritar atraería la atención de las personas, pero éstas le ignoraban por completo. Y no sabía porque...

 

De pronto, una resplandeciente luz la llama la atención, camina hacia allí y se topa con un pequeño local de comida, lo supo por el deliciosos olor que se percibía. Naruto se acerco esperando que allí estuviesen personas más amables que en las calles.

 

- ¡Bienvenido!-le recibió con una sonrisa una niña de algunos 10 años, que al ver al pequeño rubio, sonrió aún más-¡Hola, pequeño! ¡¿Vienes con tus padres?!

 

No supo muy bien porque esa ultima pregunta le hizo sentirse triste, ni porque comenzó a llorar desoladamente...

 

- Estoy...sob...perdido...sob, sob..-gimoteaba Naruto.

 

- Vamos, no llores...-la chica fue hasta el pequeño y le abrazó-¡Papá, tenemos a un niño extraviado!

 

- ¡¿Y a mí, que?! ¡Llévalo con algún policía, el sabrá que hacer!-le grita su padre que esta ocupado cocinando.

 

- ¡Papá, ven aquí!

 

El hombre al escuchar la molestia de su hija, no tuvo otro remedio que ir. No podía darse el lujo de perder a su única ayudante:

 

- Tranquilo...-se encontró con la imagen de su hija abrazando al chiquillo rubio que era protegido el Tercero. De inmediato vino a su mente que Naruto debió haber escapado sin que su tutor se hubiese dado cuenta y agradeció que hubiese llegado a su local, de lo contrario, sabe Kami con que clase de persona se hubiese topado el pequeño.

 

- ¡¿Hey, que le pasa a este rubio?!-dijo mientras alboroto la cabellera de Naruto.

 

- Creo que está muy asustado.

 

- ¡Yo sé que le hará sentirse mejor! ¡Un tazón de ramen!

 

- ¿Y que haremos luego, papá?

 

- Le llevaremos con el Tercero.

 

- ¿Tenemos que hacerlo? ¡¿Que tal si lo adoptamos?! ¡Es un niño muy lindo!

 

- Hija, no podemos hacer eso. Él ya tiene una familia.

 

- No...snif...-Naruto seguía llorando-¡No tengo...sob...a nadie!-la respuesta sorprendió al dueño del local.

 

- Pues me tienes a mí...-dijo la chica mientras lo abrazaba más fuerte. El pequeño sólo atinó en refugiarse en aquellos cálidos brazos y en la amabilidad de sus palabras-¡Desde ahora, puedes llamarme nii-chan!

 

- Ah, mujeres...-suspiro el dueño del local. Decidió dejarlo así por ahora. Ya más tarde se ocuparía de regresarlo sano y salvo en manos del Hokage Regreso para ir por un tazón de ramen para el pequeño. Lo había prometido y era un hombre de palabra.

 

Su hija, se dedico a consolar a Naruto. Se sentó en uno de los bancos, mientras coloca al pequeño en sus piernas. Una vez que dejo de llorar, le secó las lágrimas del rostro y el moquito que le escurría de su nariz:

 

- ¿Te sientes mejor?-Naruto asintió tímidamente.

 

- ¿Es cierto lo que dijiste-ttebayo?

 

- ¿Sobre que, pequeño?

 

- ¿Eso de que quieres ser mi nii-chan?

 

- ¡Claro!-respondió entusiasmada-¿No quieres que lo sea?

 

- ¡Sí, sí quiero...!-Naruto movía insistentemente su cabecita, haciendo énfasis en sus palabras-Pero, ¿como es una hermana? He escuchado que lo dicen, pero no entiendo muy bien que es dattebayo.

 

- Hermana, es una chica que nació de los mismo padres que tú.

 

- Entonces no somos hermanos, ¿verdad?

 

- De sangre no, pero esa palabra abarca más. Una hermana también comparte un lazo de amistad, de confianza, de cariño. Algunas personas crecen juntas sin compartir la misma sangre y su lazo se vuelve tan fuerte como si en verdad lo fueran.

 

- ¿Lazo? ¿Que es eso-ttebayo?

 

- Así se le llama al amor que hay entre las personas...-le dijo mientras acarició su mejilla.

 

- ¿Me quieres...?

 

- Estoy empezando hacerlo.

 

- ¿Por qué dattebayo?

 

- No lo sé. Supongo que es algo en tus ojos...-la chica tomó entre sus manos aquel pequeño rostro. Aquellos ojos azules tenían un poder de simpatía impresionante-son tan bonitos.

 

- Je...-Naruto sonrió. Nunca antes le habían tratado con tanto cariño, en especial alguien que no conocía. El único que parecía tolerarle era el viejo Hokage.

 

- ¿Como te llamas, pequeño?

 

- ¡Naruto!

 

- ¡Un tazón grande de ramen, cortesía de la casa!-en ese momento, el dueño del local apareció con un gran tazón de ramen. Lo dejo en la barra, mientras la chica agarraba los palillos para darle de comer al rubio.

 

- Eres afortunado, mi padre no es tan amable.

 

- ¡Ah, eso no es verdad!

 

- ¡Ja, ja, ja, ja!-el pequeño sonrió ante la alegría de la chica.

 

- ¡Bueno, Naruto, abre grande!-le indico la joven, luego de haber enfriado el ramen que tomó con los palillos.

 

- ¡Que rico-ttebayo!-dijo con la boca llena. No recordaba haber comido algo tan delicioso-¡¿Que es esto, nii-chan?!

 

- Se llama ramen.

 

- ¡¡¡Ramen!!!-Naruto pensó que ese nombre era pegajoso y muy apropiado para tan suculento platillo y juró, que no volvería a comer nada más a partir de ese momento.

 

- ¡Naruto!-luego de unos minutos y ante la sorpresa de los presentes, el mismo Hokage aparece en aquel humilde local.

 

El anciano suspiró aliviado al verle comer tan tranquilo. Hasta hace unos momentos se había dado cuenta de que el pequeño escapó. De inmediato le localizó por medio de su bola de cristal, pero la imagen del pequeño llorando desconsoladamente en brazos de una niña, le hizo sentir un vuelvo en el corazón. Pensó que le habían lastimado y de ser así, jamás se lo hubiese perdonado.

 

- ¿Que haré contigo, Naruto?-menciona con una sonrisa de total descanso.

 

- ¡Viejo, quieres probar!-le invita, al parecer olvidándose de su discusión hacia momentos-¡Es ramen dattebayo!

 

- No...-le dijo con una sonrisa, luego, volvió su mirada al dueño del local-Muchísimas gracias por cuidarlo.

 

- No es nada, Hokage-sama.

 

- Algo me dice que ganaron a un gran cliente-le comenta divertido al ver como embutía el ramen.

 

- ¡Entonces, ¿hay mas sabores, nii-chan?!

 

- ¡Sí, muchos!-le indica mientras limpia sus mejillas-¡¿Quieres probarlos todos?!

 

- ¡Sip, el viejo paga-ttebayo!

 

- Je...-el viejo Hokage sonrió. Al parece este incidente, paso a ser un día memorable en la viada de su protegido.

 

 

FIN FLASH BACK

 

 

- ¡¡Ha sido la mejor cena de mi vida dattebayo...!!-exclamó Naruto al terminar su relato.

 

- Ahora veo porque te gusta tanto el ramen-menciona Sasuke, que escuchó atentamente cada detalle. Y en cierto sentido, se sentía especial pues sabía perfectamente que Naruto no le había contado esa historia a nadie más. Él, era el primero en saber sobre el porque de la obsesión del rubio con tal comida.

 

- ¡Porque es rico-ttebayo!

 

- No. Seguro se quedo en tu subconsciente la experiencia que atravesaste y uniste tus recuerdos agradables con esa comida.

 

- No le halló sentido. ¡El ramen es delicioso!

 

- Sí, como sea, dobe...-al parecer, a Naruto no le interesaba saber el porque de su comportamiento. Así que el Uchiha continuo con lo suyo: terminar de ver las fotos que tomó su amigo.

 

Observó al menos unas 30 y todas ellas, tenían un tazón de ramen, claro, desde distintos ángulos para no ser tan ordinario:

 

- ¡¿Desperdiciaste memoria en fotografiar ramen?!

 

- ¡Dijiste que podría tomar fotos de lo que quisiera dattebayo!

 

- De personas, de lugares, de animales si quieres, pero no de comida, usurakontachi!

 

- ¡Es mi cámara y quiero esas fotos dattebayo!-lo dijo casi como una orden.

 

Sasuke no tuvo más remedido que dejar las cosas así. Después de todo, el rubio tenia razón, era su cámara y podía hacer con ella lo que quisiera. En ese momento, Sasuke se alegro de que no supiese grabar video, de lo contrario seguro hubiese gastado la memoria en video grabarse comiendo ramen.

 

- Jum...espero que mañana hagas mejor uso de esta cosa-dijo al tiempo de conectaba la cámara a la impresora.

 

Una vez que terminó de imprimir, recolectaron las fotos y las colocaron sobre la cama:

 

- Creo que sería buena idea que tuvieses varios álbumes, Naruto.

 

- ¿Ah?

 

- Uno, para las personas, otro para paisajes y otro para estupideces como ramen.

 

- ¡No ofendas a mi ramen dattebayo!

 

- Mañana te traeré otros dos álbumes-menciona Sasuke, para luego ponerse de pie. Era hora de irse a casa, después de todo, el también tenia trabajo que hacer.

 

- Yo puedo comprarlos, Sasuke-le dice Naruto, quien le sigue a la puerta.

 

- Es mi regalo y no quiero dejarlo a medias, ¿entendido?

 

- Gracias...

 

- Ya me habías dado las gracias.

 

- No tiene nada de malo hacerlo de nuevo, ¿verdad?

 

El moreno contemplo esa sonrisa sincera y sonrió. Últimamente lo hacia mucho.

 

- De nada, usurakontachi...

 

 


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