Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fantasmas por zion no bara

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es una historia de dos partes, espero que les guste, primera vez que me animo a hacer algo así.

Notas del capitulo: Esta historia va dedicada a Dark Camus quien admira a Camus obviamente y a Niutsa quien sugirió la pareja, espero que les guste.
 

Cuando las noticias de que un suceso extraño estaba ocurriendo en las cercanías del santuario llegaban hasta los oídos de Shion y todos los caballeros dorados suponían desde un principio que eran tan solo rumores, habladurías de gente del pueblo que siempre trataba de explicarse lo que no comprendía ligándolo a hechos sobrenaturales pero dejaron de creer que eran simples habladurías ese tipo de cosas cuando vieron a Saga sosteniendo en sus brazos a Camus que estaba a punto de morir.

                                                        

 

Las situación había dado inicio semanas atrás, al principio no era nada que pareciera ser para preocuparse, hubo leve un temblor y se sintió incluso en el Santuario, no sucedió nada lamentable afortunadamente, pasó rápido y parecía que nadie lo recordaba unos días después, fue por eso que nadie prestó atención en un principio cuando parecían llegar sonidos ligeros de algo rompiéndose, no hasta que fueron más fuertes y no pudieron obviarlos.

--Alguien repítame porqué tenemos que hacer esto-decía Afrodita.

Los habían enviado a averiguar el origen de los sonidos y como parecía provenir de debajo de los últimos tres templos les correspondía a sus guardianes descubrir el problema, habían entrado por una especie de gruta que se había abierto más en las cercanías del templo de Capricornio y avanzaban con cuidado.

--Porque el patriarca lo ordeno-le respondió Shura.

--Si, el patriarca, como se ve que no es él quien tiene que entrar aquí-decía el caballero de Piscis mientras seguían caminando por la parte de debajo de los templos.

Casi nunca iban a ese sitio, sobre todo porque no había motivo para ir, era similar a las catacumbas y no había nada que hacer en ese territorio, se decía que estaban ahí desde el mismo inicio del Santuario.

Siguieron avanzando iluminados por las linternas, en eso Camus, quien no había dicho nada, se detuvo.

--¿Qué pasa Camus?-le preguntó Afrodita.

--Miren el suelo-les dijo el guardián de Acuario.

Los otros dos se fijaron y vieron que estaba húmedo y se formaba lodo.

--Que bien-se quejo el caballero del doceavo templo-Hay lodo en mis botas, voy a tener que pasar un rato limpiándolas.

--Quieres dejar de quejarte por un momento Afrodita-le recrimino Shura-Esto es más importante que tus botas.

--¿Si? ¿Por qué?

--Significa que hay humedad aquí abajo-intervino Camus-Se supone que no hay agua corriente en este sitio, provocaría que se hundiera el Santuario o al menos una parte.

--Hay que seguir investigando para averiguar que ocurrió-le anunció el capricorniano al pisciano.

--Que remedio-dijo el sueco.

Siguieron caminando por unos minutos hasta que llegaron a una parte en la que la tierra bajo sus pies estaba más floja, se hacía más lodo y el olor a humedad era mayor, incluso los muros se veían diferentes como si la tierra fuera más blanda y no tan comprimida como en otros puntos, por lo que pudieron ver y adivinar se encontraban justamente debajo del templo de Acuario.

--Parece que todo el problema es aquí-comentó el francés-No parece que se pueda avanzar más.

--¿Y ahora que hacemos?-preguntó Afrodita.

--Supongo que tenemos que informarle al patriarca.

Se acercaron caminando despacio un poco más, parecía que había una especie de manto subterráneo y que por el temblor se había descubierto haciendo que el agua se filtrara, lo mejor era detener el problema antes de que se hiciera mayor y pudiera ocasionar más daños.

--Es momento de informar a Shion y a los otros que encontramos el problema-dijo el guardián de Capricornio.

--Bien, yo voy-comentó Afrodita.

--Vayan ustedes dos-les dijo Camus-yo los esperaré aquí, así aprovecho para intentar averiguar un poco más sobre el terreno.

--De acuerdo.

Los dos caballeros salieron dejando al francés en ese sitio, aunque estaba algo tétrico para Camus eso no importaba, no iba a amedrentarse por un sitio solitario y algo oscuro, siguió revisando un poco el suelo, el color le llamaba la atención, no era como el del resto del Santuario, se acercó a una de las paredes y vio que se deshacía fácilmente, quizá la humedad era mayor de lo que pensaban, escarbó un poco con su mano hasta que le dio la impresión de que escuchaba algo, supuso que los otros ya estarían regresando y no le prestó atención, siguió con sus averiguaciones, en eso escuchó como un murmullo en su oído.

--Regresaste.

Al mismo tiempo que dio vuelta para saber de quién se trataba una parte del muro se desprendió y el agua helada salió con fuerza, golpeándolo en el instante mismo en que trataba de darle sentido a lo que pasaba, no supo bien que ocurría, la presión del agua era grande y que estuviera desprevenido lo dejo indefenso ante un tipo de corriente, el golpe del agua al salir lo había aturdido un poco y sentía que perdía el conocimiento con rapidez pero antes de que eso sucediera le dio la impresión de ver a alguien a su lado tendiéndole una mano.

--Camus, Camus.

El caballero de Acuario abrió lentamente los ojos, vio a sus compañeros alrededor de él y al patriarca, parecían bastante preocupados, sobre todo quien lo había estado llamando.

--Saga ¿Qué sucedió? ¿Por qué están todos aquí?-preguntó aún un poco aturdido el aguador.

--Nos diste un buen susto Camus-le respondió el caballero de Géminis.

--¿Qué pasó?

--Aparentemente encontraste un manantial, estabas inconciente cuando llegamos, quedaste atorado entre unas piedras, tuvimos que bucear para sacarte.

--¿Qué fue lo que sucedió Camus?-le preguntó el patriarca.

--Yo...--trataba de recordarlo pero le costaba trabajo-Estaba... con Shura y Afrodita y...

--No te presiones-le dijo Shion al ver su confusión-Lo más importante es que ya recuperaste el sentido, necesitas descansar.

--Gracias.

--Te llevaré a tu templo-le dijo Saga con una sonrisa.

Los otros se quedaron discutiendo que hacer mientras que el caballero de Géminis se alejaba con Saga.

--Eso es injusto-decía Afrodita-Saga no va a hacer nada porque esta con Camus.

--Es su pareja, tiene que cuidarlo-le respondió Shura-Y tú tienes que trabajar, no te escaparas de esto.

Sin querer hacerlo realmente el caballero de Piscis se mostró dispuesto a seguir las indicaciones que les daba el patriarca a los demás caballeros y a él, no valía la pena estarse quejando cuando de todas formas tendrían que hacerlo, lo primero era averiguar de donde provenía el agua y cuanta se había filtrado para después saber si se debía sellar o crear un tipo de cause, claro que eso iba a requerir de tiempo y trabajo pero ambas cosas las poseían en el Santuario, como se trataba de las doce casas era importante que estuvieran bien y no se dieran problemas de los que parecían más bien sencillos de solucionar en comparación a lo que debían enfrentar como guardianes.

 

 

Por su parte Saga había llevado a Camus a su templo para que descansara un poco y se recuperara de lo sucedido.

--¿En verdad te sientes bien Camus?-le preguntaba Saga que no lo había soltado en ningún momento.

--Me siento bien, creo que solo algo confundido-contesto el de Acuario-No recuerdo bien que sucedió allá abajo.

--No te preocupes, fue una impresión algo fuerte, es natural que no lo recuerdes.

--Supongo que después recordaré que pasó.

--Supongo, ahora será mejor que te des un baño y te cambies de ropa, te hará daño estar así más tiempo.

--Lo haré.

Camus se dirigió al baño para darse un baño con agua tibia, generalmente no soportaba el agua caliente, era parte de su naturaleza pero mientras dejaba que las gotas de agua cubrieran su cuerpo trataba de recordar algo más de lo que había sucedido abajo pero aunque lo intentaba no obstante nada llegaba a su mente que le aclarará lo sucedido, casi estaba por finalizar de bañarse cuando se quedo muy quieto, recordaba...recordaba algo...

--Regresaste.

Esa voz nuevamente, abrió los ojos de inmediato y le dio la impresión de que había alguien más en el lugar, parpadeó por la impresión pero se convenció en un segundo que no había nadie, se quedo pensando un poco más ¿Dónde había escuchado esa voz? Cerró las llaves del agua y salió, se encontró con que tenía todo a la mano para secarse y vestirse, Saga se había encargado, sonrió tenuemente, recordaba que unos meses atrás no podría siquiera haber imaginado que el guardián del tercer templo fuera tan considerado y cariñoso como lo era con él, se vistió aprisa y fue a buscar a su compañero, tal como lo supuso lo encontró en la cocina, estaba preparando algo de comer.

--No es necesario que te molestes Saga-le dijo entrando-Estoy bien.

--¿Necesitas estar mal para que haga algo por ti?

--No pero...

--Entonces no te molesta que preparé algo.

--No me molesta.

--Vete a acostar, te hará bien descansar.

--No me estoy muriendo Saga, solo me moje un poco.

El geminiano se quedo quieto por un segundo, dejo lo que estaba haciendo y se acercó a su compañero hasta quedar frente a él, puso sus manos sobre los hombros del otro hombre.

--Camus, cuando llegué con los otros y vimos el agua no sabia que pensar, después cuando no te encontrábamos me sentí desesperado, no pensé en nada más que en encontrarte cuando me sumergí en el agua, al verte entre esas piedras sin sentido...pensaba en lo peor, no respire con tranquilidad hasta que te vi abrir los ojos de nuevo, se que eres un hombre muy fuerte y que puede enfrentarse a lo que sea  pero al verte en ese estado me sentí desvalido Camus, sentí que no podía hacer nada por ti, no quiero perderte por nada.

El de Acuario escuchaba a su compañero, no estaba acostumbrado a que le hablaran con tanta emotividad ni a sentirla tan cerca y por completo, solo pudo abrazar al hombre frente a él.

--Gracias Saga, no quise preocuparte.

--Fue solo un accidente Camus, lo se pero no pude evitar sentirme así, además ya estás bien.

--Me siento mejor ahora.

--De todas formas déjame cuidarte ¿de acuerdo? Solo es para poder sentirme más tranquilo.

--De acuerdo, me voy a acostar.

--Tendré la comida en unos momentos.

Sin decir otra palabra Camus se retiro y fue directamente a su recámara, se metió en la cama dispuesto a descansar pero no a dormirse, después de todo si se sentía algo cansado con todo lo sucedido y no había nada de malo en dejarse consentir un rato por su pareja, no era común para él ese tipo de cosas y por eso las disfrutaba bastante cuando se presentaba la oportunidad.

Se quedo recostado tranquilamente pensando en su relación con Saga, recordaba que en un principio pensaba que era un tipo de juego de su parte  el estar buscándolo pero el otro caballero siempre estaba atento a él y poco a poco le pareció que era honesto, solo por eso se había dado la oportunidad de estar con él y no se arrepentía de ello, el del tercer templo era un hombre muy afectuoso y atento con él, sin ser empalagoso, lo cual agradecía profundamente, su relación iba de la mejor manera y aunque en sus inicios a sus compañeros parecía desconcertarlos un poco tuvieron la cualidad de no hacer comentarios al respecto, con el tiempo se hizo común verlos juntos y así habían permanecido desde entonces.

Eran buenos momentos en realidad, se quedo recostado hasta que casi se dormía pero en eso lo llamaron.

--Ahora estaremos juntos.

Abrió los ojos lentamente pero no vio a nadie a su lado, eso lo dejo pensando y tuvo que hablar para convencerse.

--¿Saga?

Pero no obtuvo respuesta.

--¿Saga? ¿Estás ahí?

Solo unos momentos después apareció su compañero con una charola en la que llevaba la comida.

--¿Qué sucede Camus?-le preguntó dejando la charola a un lado--¿Necesitas algo?

--Yo... ¿No estabas aquí antes?

--Acabo de entrar ¿Por qué?

--Me pareció...olvídalo, no es nada-para cambiar de tema dirigió su mirada a la comida-Huele bien.

--Y sabe mejor-le dijo con seguridad su compañero.

Se quedaron juntos comiendo y conversando por un buen rato hasta que finalmente los alcanzó la noche y supieron que era mejor descansar, como Saga se había quedado todo el día con Camus este no vio porqué no podría quedarse también por la noche y por eso lo invitó.

--¿Te quedas conmigo Saga?

--¿Seguro?

--Claro que estoy seguro, quizá necesite que me cuiden por la noche.

--Tienes razón, será mejor que me quede y me asegure de que estés bien, no quiero que te pase nada malo.

--Si estás a mi lado no puede pasarme nada.

Así que por la noche se quedaron los dos en el templo número once, se metieron bajo las sábanas solamente pues hacía bastante calor y el de Géminis abrazó a su compañero con ternura para dormirse en poco tiempo, aunque Camus se tardó un poco más en conciliar el sueño, sentía una especie de inquietud pero no podía explicarse la razón, solo cuando la noche ya era profunda logró dormirse.

 

 

Shaka meditaba en su templo, trataba de estar en un equilibrio absoluto con lo que le rodeaba y consigo mismo, la tranquilidad era absorbente alrededor y en su interior pero algo sucedió, fue solo un instante, como un relámpago, el de cabellera rubia lo sintió y abrió los ojos, miró atentamente alrededor, parecía que todo estaba en orden pero prefirió seguir averiguando, algo había pasado por su templo a gran velocidad pero con la fuerza suficiente para hacerlo salir de su meditación.

Observó con cuidado alrededor, no había señal alguna de que algo estuviera fuera de lugar, tal vez no hubiera sido nada pero se negaba a creer eso, estaba convencido de que algo había pasado, en eso escuchó pasos, alguien entraba en su templo a pesar de que ya era tarde.

--¿Quién esta ahí?-pregunto el de Virgo de inmediato.

--Soy yo Shaka-le respondió una voz conocida desde la oscuridad.

--Death Mask-dijo el rubio reconociéndolo--¿Qué haces aquí a esta hora?

--Sigo un rastro.

--¿Un rastro? ¿De quién?

--Sentí una presencia pasar por mi templo, trate de identificarla pero fue muy rápido, sin embargo estoy seguro de que siguió por este camino.

--Sentí algo hace unos momentos.

--¿Sabes que fue?

--No, fue muy rápido y no pude identificarlo.

--Tal vez no sea nada pero prefiero estar atento.

--¿Aioria no se dio cuenta?

--No estaba en su templo, con seguridad esta con su hermano.

--Es verdad, lo vi pasar hace unas horas y no regreso.

--No tiene caso seguir buscando, si tu no sabes nada los demás tampoco.

--¿A qué te refieres?

--Tus habilidades de meditación te hacen más sensible a este tipo de cosas, los demás son más cerrados en ese aspecto.

--Comprendo, además parece que no fue nada después de todo, no encontré algo en mi templo fuera de su lugar.

--Te dejo descansar Shaka.

--Buenas noches Death Mask.

El caballero de Cáncer dio vuelta y se retiró a su templo y el de Virgo caminó a su recámara, su compañero del cuarto templo quizás tenía razón, probablemente no fuera nada, el joven rubio hubiera seguido creyendo eso de no ser porque notó algo, de inmediato salió y alcanzó al otro caballero dorado, afortunadamente aún no llegaba a Leo.

--Death Mask-lo llamó en voz alta.

El otro al escuchar su nombre se detuvo y volteó.

--¿Qué sucede Shaka?

--Tienes que ver esto.

De inmediato regresaron al sexto templo y se dirigieron a la recámara del rubio, por un momento solo observaron pero no dijeron nada, solo guardaban silencio ante la escena. El espejo en la habitación estaba estrellado, como si le hubieran dado un golpe con el puño cerrado, definitivamente algo había pasado por su templo, sin embargo eso no les  daba pistas de lo que podría ser.

--¿Alguna idea de qué es Death?

--No lo se, honestamente no lo se.

Se acercó y vio con más cuidado el espejo, después de un momento volteó a ver a su compañero y le hablo con seguridad.

--Pero hay algo que si se Shaka.

--¿Qué?

--Lo que pasó por los templos es bastante violento.

Se quedaron mirando fijamente, lo que sucedió quizá indicara problemas en el futuro pero no sabían siquiera de que se trataba.

--Tenemos que informar al patriarca-dijo Death Mask.

--¿Qué vamos a decirle? Ni siquiera sabemos que fue lo que pasó.

--Lo sabremos.

--¿Por qué estás tan seguro?

--Dijiste que logró romper tu meditación ¿cierto?

--Si ¿Qué con eso?

--Pasó a gran velocidad sin que pudiéramos saber qué era, rompe tu meditación y tiene la fuerza suficiente para hacerle esto a un espejo aún cuando no es una presencia física, dime ¿en serio crees que no lo hará de nuevo?

--¿Dices que sigue en el Santuario?

--Creo que lo más probable es que siga rondando por aquí.

--Tendremos que poner a Shion al tanto.

--Estoy de acuerdo pero lo haremos mañana a primera hora, en este instante solo causaríamos una alarma innecesaria.

--Seguiré tu consejo en esto, hasta mañana.

--Hasta mañana.

El de cabello azul se retiro y el otro joven se quedo mirando el espejo, algo en su interior se inquieto profundamente con eso.

 

 

Shura había salido al pueblo en compañía de Afrodita y Milo, como iban en ropa común podían confundirse fácilmente con el resto de la población y nadie sabía que eran caballeros del Santuario, mucho menos caballeros dorados, así que caminaban como si nada; mientras que el de Escorpión y el de Piscis habían terminado con sus compras acompañaban al de Capricornio que decía aún le faltaba algo y ya que tenían tiempo no protestaron al escoltarlo.

Llegaron a una pequeña y medio escondida librería que parecía solo tener libros antiguos, se notaba por la forma y el tipo de pastas pues eran de piel, por alguna razón a sus acompañantes no les asombró que el hispano conociera ese sitio ni que deseara comprar algo. En cuanto entraron un anciano hombre se acercó, parecía conocer al español, y le dijo a Shura que tenía algo que sin duda le interesaría, los dejo mientras se dirigía a otra parte de la tienda.

--¿Quién lee este tipo de cosas?-preguntaba Afrodita leyendo algunos de los títulos que por demás le resultaban incomprensibles.

--Pues para empezar Shura-le respondió Milo que hacía más o menos lo mismo que su otro compañero.

--Ningún autor conocido o un título familiar para mi ¿Qué hay de ti?

--Nada, creo que son libros poco comerciales.

--No entiendo porque a Shura le gustan estas cosas.

--Ya sabes como es.

Siguieron curioseando entre los volúmenes por unos momentos hasta que el español regreso a su lado.

--Ya podemos irnos-les anunció el hispano.

Salieron del lugar y regresaron al Santuario pero los otros dos caballeros no dejaron de notar que el libro que llevaba el de cabello negro se veía un tanto más grande que un libro común.

--¿De qué se trata el libro que compraste Shura?-preguntó un curioso Afrodita mirándolo atentamente.

--Es una colección de escritos antiguos.

--¿Sobre qué?

--Historia, aparentemente habla en algunas partes sobre la formación del Santuario y sus primeros siglos.

--Se escucha interesante.

--Si pero me tardaré un poco en leerlo.

--¿Por qué?-indagó Milo.

--No esta escrito normalmente, el vendedor me mostró que es una forma de griego clásico que no se ha usado en siglos pero en un tipo de cábala, primero debo descifrar eso y después lo leeré bien.

--Solo tú comprarías un libro que no puedes leer pero te deseo suerte.

--Además incluye algo bastante interesante.

--¿Qué?

--Es...se los mostraré en mi templo ¿Qué les parece? Pero les aseguro que les llamará la atención.

Una vez que llegaron a Capricornio se dispusieron a ver lo que les había comentado el guardián del templo, este abrió el libro y empezó a buscar, hasta que se detuvo en lo que parecía un dibujo, era el retrato de alguien, en un principio se quedaron en silencio para después mirarse entre ellos.

--Esto si que es interesante-dijo Afrodita.

--¿Interesante?-dijo Milo-No se lo va a creer si se lo muestras Shura.

--Yo también me sorprendí-les confeso el capricorniano-Y quiero saber de que se trata.

En ese instante, como si estuvieran destinados a no esperar, pasaron Saga y Camus por el décimo templo.

--¿Ya de vuelta?-les pregunto el de Géminis.

--Procuramos no tardarnos más de lo necesario-le contestó el hispano-Oye Camus, quiero que veas algo.

--¿De que se trata?-quiso saber el de Acuario.

--Mira esto.

Le mostró el libro que había comprado y por un momento los recién llegados no supieron que decir, tan solo observaban, en el dibujo se veía un joven sumamente parecido a Camus, se veían idénticos, incluso usaban el cabello largo, a pesar de que era una imagen monocromática no suponían que fuera muy distinto su aspecto al del aguador.

--¿Quién es?-preguntó Saga.

--Querrás decir quien era-respondió Shura-Por lo que logro entender fue un guerrero, formaba parte del Santuario en sus inicios, decían que era galo pero no se puede asegurar, además su nombre era particular, se llamaba Musac.

--¿Musac?-preguntó Camus.

--Si, la traducción más cercana es El más amado de los hombres.

--Por favor-dijeron Afrodita y Milo al mismo tiempo.

--Es en serio-continuó Shura-En sus días se le consideraba uno de los hombres más apuestos sobre la Tierra.

--Hay que decir que la Tierra no era muy grande ni muy poblada entonces-dijo entre risas Afrodita.

Milo le hizo segunda pero Saga solo abrazó a su compañero por la cintura mirando a los otros dos que aún se reían.

--Sin importar lo que digan esos envidiosos-remarcó el de Géminis-lo que dice es cierto, eres bellísimo.

Al escucharlo el francés solo sonrió y le dio un beso a su compañero ante la mirada entre complaciente y divertida de los demás.

--¿Sabes algo más Shura?-le preguntó Saga.

--Es todo por ahora-respondió el hispano-Pero si sigo leyendo el libro sin duda sabré más.

--Espero que me lo cuentes-dijo Camus.

De esa forma ellos dos siguieron con su camino mientras que los otros tres se quedaban en Capricornio un rato más.

--¿Qué piensas Saga?

--Es notable el parecido, cualquiera diría en un primer momento que se trata de ti.

--Así pues soy idéntico a un hombre que vivió hace siglos.

--Tú eres mejor.

--¿De verdad lo crees?

--Por supuesto, a ti te tengo a mi lado.

Siguieron hablando de cualquier cosa y dejaron a un lado todo lo referente a la imagen del joven Musac.

 

 

El resto del tiempo no dio nada nuevo o que resultara preocupante, nada sucedía fuera de lo normal en el Santuario, no para los demás pues para Camus las cosas se apresuraban por caminos que no comprendía y que hasta ese momento había considerado simplemente su imaginación.

No le había comentado nada a nadie pues se decía a si mismo que no era nada y que se encontraba cansado o nervioso, ni siquiera a Saga le había hablado al respecto, lo que sucedía era que a veces le daba la impresión cuando se encontraba a solas en su templo de que había alguien más cerca, como si otra persona anduviera por los alrededores observándolo, en ocasiones tenía la idea de que algunas cosas no estaban en su lugar o de que le hablaban inclusive pero si trataba de pensar en ello inevitablemente se sentía muy cansado y no era capaz de hacer nada más que dormir.

Fue de esa manera que un día en que había tratado de recordar lo que había sucedido en la parte baja de los templos se sintió cansado, empezó a bostezar y decidió que lo mejor era dormir un poco, fue a su recámara y simplemente se acostó, no pensaba en dormirse pero inevitablemente fue lo que sucedió.

Lo que vino después fue lo desconcertante, le dio la impresión entre sueños que quería despertar pero no podía, sentía que se encontraba en su habitación pero no podía moverse, en eso sintió como si alguien se sentara a su lado en la cama, trató de abrir los ojos pero sus párpados pesaban demasiado, un segundo después sintió un suave roce sobre sus labios.

--Regresaste mi amor-le susurraban en voz baja.

Solo entonces logró abrir los ojos y se incorporó de un movimiento apresurado, quedando sentado en su cama y mirando alrededor con inquietud, no había nadie, se llevó las manos a la cabeza y se dijo que todo había sido un sueño, unos momentos después se dio cuenta de que no era la primera vez que escuchaba esa voz.

No quiso seguir recostado así que se levantó lentamente y fue a su baño para echarse un poco de agua en el rostro y refrescarse, además para que le ayudara a terminar de despertarse, una vez que entro a la habitación abrió la llave y se echó agua fría en el rostro, iba incorporándose para secarse la cara cuando vio en su reflejo en el espejo a un joven parado detrás de él.

Se sorprendió y dio vuelta de inmediato pero no había nadie, se quedó muy quieto tratando de calmarse y de encontrar una respuesta a lo que acababa de pasar, se recargó contra una pared.

--Debo estar cansado-se dijo a si mismo.

Pero de todas formas salió de su templo aunque se veía un tanto desmejorado, decidió que le haría una visita a Saga para ver como se encontraba, bajo por las escaleras y saludó a sus compañeros que se encontraba hasta que llegó al templo de Géminis, tal y como esperaba su guardián estaba ahí.

--Hola Saga ¿Qué haces?

--Camus ¿Por qué viniste?

--Solo deseaba verte ¿hay algún problema con eso?

--En lo absoluto, solo que generalmente tu no vienes.

--Es momento de hacerlo entonces.

Pero el geminiano lo miró atentamente por unos segundos.

--¿Qué sucede Camus? ¿Te sientes bien?

--Estoy bien ¿Por qué preguntas?

--Luces un poco cansado.

--Estoy bien, no tienes de que preocuparte.

--Bien, solo quiero que nada malo te suceda, si no te sientes bien tan solo dímelo.

--Estoy bien.

--De acuerdo ¿Te gustaría que hiciéramos algo ya que estás aquí?

--¿Cómo qué?

--Cualquier cosa.

Así pasaron las horas siguientes juntos sin mayores novedades más allá de que compartieran su tiempo, finalmente llegó la noche y era momento de que regresara a su templo el caballero de Acuario.

--Ya es tarde Saga, tengo que regresar.

--¿Quieres que te acompañe Camus?

--No hace falta, prefiero que te quedes.

--Bien ¿nos vemos mañana?

--Nos vemos todos los días.

--Pero me gusta cuando lo dices.

--Nos vemos mañana-dijo con una sonrisa, de esas que solo le dedicaba a él.

Saga lo acompañó hasta las escalinatas y lo vio alejarse en silencio, realmente estaba enamorado de ese hombre, quizá había llegado el momento de decírselo, si no lo había hecho hasta ese momento era porque no podía asegurar hasta que grado llegaban los sentimientos de su compañero pero tendría que arriesgarse a declararse para saberlo, con esa idea en mente se dispuso a planear, no podría ser cualquier declaración, tendría que hacer algo especial.

Por su parte, Camus seguía el camino en silencio, pasó Cáncer sin problemas pues su guardián no estaba y lo mismo sucedió en Leo, las cosas fueron diferentes cuando llegó a Virgo pues su guardián y el de Cáncer parecían discutir algo.

--Buenas noches-los saludó educadamente el de Acuario.

--Buenas noches Camus-le dijo Death Mask.

--Buenas noches ¿Qué haces aquí?-le preguntó Shaka.

--Vengo de ver a Saga, que descansen.

--Igualmente.

Pero al verlo seguir el rubio le habló.

--¿Estás bien Camus?

--Si.

--Te ves algo cansado.

--Si, me siento un poco fatigado pero unas horas de sueño y me recuperaré.

--Entonces no te entretengo más, que descanses.

El joven salió rumbo a su templo y sus otros dos compañeros se quedaron discutiendo la tarea que tenían entre manos.

--Hasta ahora sigo sin encontrar nada-decía el de cabellera azul.

--Yo no he tenido mas suerte-le comento el rubio-Es como si no hubiera señal alguna.

--De todas maneras no podemos bajar la guardia, no se, no creo que haya abandonado el Santuario.

--¿De verdad crees eso?

--Es como una corazonada, un presentimiento, simplemente siento que sigue en alguna parte de aquí.

--Pero el problema es saber en donde-guardó silencio por unos instantes y después preguntó--¿Qué crees que sea Death? ¿Un enemigo?

--Sin duda no es un amigo pero no puedo definir lo que es.

--He pensado en algo pero...

--¿Por qué te detienes?

--Porque te vas a burlar.

--Depende de lo que digas.

--Creo que es un fantasma.

El de Cáncer no le dijo nada, tan solo lo miraba.

--Lo sabía-continuó el de Virgo-Tu por supuesto no crees en eso.

--Por supuesto que lo creo-fue la firme respuesta de su compañero-Pero no creo que lo que sentimos lo fuera.

--¿No?

--Asumo que lo crees porque como la mayoría de la gente piensa que cualquier aparición es un fantasma.

--¿Son diferentes?

--Si, esto que sentimos fue muy violento y llegó de alguna forma, no sabemos que haya sucedido antes algo así, no creo que sea un fantasma.

--Tampoco hemos preguntado, tal vez los demás tengan alguna pista.

--Si les preguntamos les parecerá extraño y querrán saber los motivos, Shion dijo que había que ser discretos.

--Si encontráramos una manera de averiguarlo sin que supieran que los estamos investigando.

Por unos momentos guardaron silencio pensando solamente, de repente el canceriano supo que hacer.

--Lo tengo Shaka, ya se como preguntarles.

--¿Cómo?

--Les diré que vi algo.

--¿Y?

--Cuando una persona habla sobre sucesos extraños los demás tienden a contar sus experiencias o las de un conocido que le contaron, quizá eso nos de una pista.

--¿No será mucho trabajo?

--Me vas a ayudar, diremos que estabas conmigo.

--¿Qué vamos a decir exactamente?

--Que estábamos camino a mi templo y nos pereció ver pasar algo corriendo.

--¿Algo? ¿Cómo qué?

--Cualquier cosa, no lo distinguimos.

--Supongo que no tiene sentido negarme.

--No.

--Esta bien, empezamos mañana.

--Hasta mañana entonces.

Y por esa noche Death Mask regresó a su templo mientras que Shaka se quedaba pensando en si podrían obtener algo de esa manera.

 

 

En su templo Camus trataba de descansar pero se sentía un tanto nervioso, no sabía si volvería a sentir algo como lo de las horas pasadas pero después se dijo que era ridículo que se sintiera así y se dispuso a dormir. Una vez que estaba profundamente dormido empezó a soñar, le daba la impresión de que conocía el sitio en el que estaba, de hecho supo que si lo conocía, era el Santuario pero se veía diferente, de hecho todo se sentía distinto alrededor, entonces se dio cuenta que lugares que él había visto en ruinas los años anteriores estaban de pie, otros apenas estaban siendo construidos mientras que unos más no estaban, observó algo más, su ropa era diferente, como la que se usara siglos atrás.

Trataba de darle sentido a lo que sucedía cuando escucho a alguien a su espalda que se acercaba.

--Regresaste.

Dio vuelta y se encontró de frente con el joven que había visto reflejarse en su espejo, por un momento no supo que hacer simplemente permaneció en el mismo sitio mientras el otro muchacho sonreía con ternura, parecía de mármol con una sedosa cabellera del color del vino tinto y sus ojos grises como el acero resplandecían, sin duda era una belleza pero eso no disminuía el hecho de que Camus no entendiera lo que estaba sucediendo y quería despertar.

--No temas, nunca te lastimaría-dijo el joven acercándose.

--¿Quién eres?-preguntó el de Acuario.

--Soy yo.

--¿Quién?

--Lo más importante es que regresaste y podremos estar juntos.

--Yo...no te entiendo...yo...

Camus se sentía sumamente confundido, por una parte se decía que era un sueño pero todo a su alrededor se sentía demasiado real para serlo, más cuando el muchacho frente a él se acercó y le dio un suave beso en los labios.

--Recuerda a tu Aristo.

En ese momento alguien sacudía al de Acuario para que despertara.

--Camus, vamos, despierta.

El joven abrió los ojos lentamente y se encontró con la mirada de Saga, parecía sonreírle más conforme despertaba.

--¿Qué haces aquí Saga?

--Como no estabas en el coliseo entrenando supuse que seguía aquí, se me hizo raro que no entrenaras ¿no dormiste bien?

--¿Por qué estabas en el Coliseo tan temprano?

--¿Temprano? Camus ya es casi medio día.

--¿Qué?-preguntó incorporándose.

--Parece que dormiste más de la cuenta.

--Eso parece.

--Anda, ponte de pie, hay muchas cosas por hacer.

--¿Cómo cuáles?

--Esta noche cenamos en mi templo.

--Esta bien-respondió mientras bostezaba.

--¿Te encuentras bien Camus?

--Claro, solo estoy un poco cansado, te ayudaré en cuanto esté listo.

--No hace falta que me ayudes, solo alístate para estar puntual.

--¿A qué hora debo llegar?

--¿Te parece a las ocho?

--Me parece bien.

--Te espero en mi templo entonces.

Le dio un suave beso en los labios antes de marcharse, el de Acuario se quedo un poco más en su cama, seguía sintiéndose cansado a pesar de haber dormido tanto, trató de pensar en el porqué si no había hecho nada fuera de lo cotidiano pero nada acudía a su mente, ni siquiera recordaba si había soñado algo.

Cuando se acercaba la hora de la cena Camus se arreglo formalmente en un elegante traje color gris y se puso en camino, no sucedió nada en particular hasta que llegó a Cáncer, encontró nuevamente a Death Mask y a Shaka juntos, parecían discutir algo de nuevo.

--Buenas noches-los saludó.

--Buenas noches-le respondieron a la vez.

Siguió con su camino pero Death Mask le habló.

--¿Camus?

--¿Si Death?-preguntó volteando.

--¿Sucede algo?

--Voy a cenar con Saga ¿Por qué lo preguntas?

--No es nada, olvídalo.

--Nos vemos después.

Siguió su camino pero Shaka y Death Mask lo miraron alejarse.

--¿Qué sucede Death?-preguntó el rubio.

--Es solo...me dio la impresión de que hacía frío, como si la temperatura hubiera descendido de pronto.

--Con Camus eso es posible.

--Si, supongo.

--¿Qué pasa contigo?

--No se, me sentí inquieto de ver a Camus.

--Yo también, quizá debamos de dejar todas estas historias de fantasmas por ahora, creo que me están poniendo nervioso.

--Tienes razón, de todas formas hasta ahora no hemos encontrado nada.

--Aún nos falta preguntarles a algunos, tal vez haya más suerte.

--Eso espero, hasta mañana.

--Hasta mañana Death.

Y con eso el guardián de Cáncer dejo Virgo para dirigirse a su templo y poder descansar, aunque no dejo de sentir cierta inquietud por haber visto pasar a Camus, como un escalofrío pero después de unos momentos se dijo que era una tontería y se dispuso a descansar un poco.

 

 

Tal como lo habían acordado el francés llegó al tercer templo a la hora indicada y se dispuso a ayudar a su compañero a preparar la cena en caso de que fuera necesario pero no fue así, en cuanto entró vio que todo estaba listo, la mesa perfectamente puesta, incluso todo el lugar le pareció que lucía diferente, al ver los platillos notó que era algo bastante elaborado comparado con lo que comían regularmente pero no pensó mucho en eso, menos cuando su compañero parecía muy contento por algo.

--Que bueno que llegaste Camus-le dijo Saga recibiéndolo con un cálido beso en los labios y vestido elegantemente en un traje verde azulado oscuro.

--Todo esto es muy formal ¿Qué celebramos Saga?

--Te lo digo después de cenar.

Lo llevó a la mesa que tenía en el centro un jarrón con tulipanes rojos, sus flores predilectas e incluso le ofreció la silla, el de Acuario observaba con atención a su compañero, le daba la impresión de que traía algún plan entre manos pero no lo descifraba, sin embargo todo era tan agradable que no creía que fuera algo malo y se dispuso a disfrutar de la cena.

La comida era deliciosa, Saga se mostraba más encantador que nunca, de pronto fue para el del onceavo templo como si toda la noche fuera perfecta y sin duda su compañero se había esforzado porque fuera así, dejaron pasar el tiempo simplemente hasta que el de Géminis se retiró por unos momentos y regreso por su compañero con una sutil sonrisa.

--Todo esta listo para tu sorpresa Camus.

--¿Una sorpresa?

--Si pero tienes que cerrar los ojos.

--Andas muy misterioso Saga pero de acuerdo.

El geminiano lo tomó suavemente por los brazos mientras el otro joven se dejaba guiar con los ojos cerrados.

--Ya puedes abrir los ojos Camus-le dijo al oído Saga.

En ese momento el joven caballero dorado de Acuario abrió los ojos, estaba en la recámara del guardián del tercer templo, sobre la cama escrito con pétalos de flores se podían leer tres palabras.

--Saga...

Pero simplemente no sabía que más decir ante lo que veía, estaba escrito Te Amo Camus.

--Quería decírtelo de una forma especial-le dijo Saga abrazándolo tiernamente por la cintura.

--También te amo Saga.

En ese momento se dio vuelta y lo abrazó con fuerza para empezar a besarlo un instante después.

--No creí que sintieras lo mismo-le dijo contra sus labios en un murmullo el de Acuario al de Géminis.

--No lo dudes, te amo Camus, te amo como a nadie en este mundo-respondía de la misma forma el del tercer templo.

Un instante después seguían besándose con pasión y sus manos buscaron la forma de empezar a deshacerse de su estorbosa ropa, al menos es lo que les parecía en ese instante, que estorbaba, sin duda tuvo más prisa en quitarle la ropa a su compañero Saga pero no podía evitarlo, deseaba con fervor sentir a Camus, calmar esa necesidad de sentirlo como la que experimentaba solo con él en la intimidad; en cuanto a Camus la situación no era tan distinta, solo que él se tomaba un poco más de tiempo para hacer las cosas. No se detuvieron hasta que la ropa quedo esparcida por la habitación y ambos estuvieron completamente desnudos sobre la cama, las caricias continuaban y los besos no habían cesado un solo instante.

--No sabes cuanto te amo Camus-le decía con voz trémula Saga.

Su compañero no podía siquiera hablar, tan solo sentía lo que hacía su pareja, fue más intenso aún para él cuando comenzó a bajar por su cuerpo besándolo suavemente, pasando con cuidado su lengua por sus pezones hasta que los sintió endurecerse por la húmeda caricia, los labios que lo acariciaban no se detuvieron ahí, siguieron descendiendo con calma hasta su abdomen que fue besado con igual ternura hasta deslizarse por la base y llegar a la punta de su miembro que se levantaba por la excitación, no fueron necesarios más que unos instantes para que sintiera como una cálida boca lo tomaba con cuidado, los movimientos se hacían más intensos y lo único que pudo hacer fue aferrarse a las sábanas, apretando los puños con fuerza y dejando escapar unos quejidos ahogados que incitaban a su compañero a seguir con lo que hacía, no podía controlarse, fueron solo unos momentos más para que su simiente abandonara su cuerpo y fuera tomada por su compañero en su totalidad quien unos instantes después volvía a besarlo y compartía su sabor con él.

--Eres increíble Camus.

Fue todo lo que le dijo Saga antes de empezar a besarlo de nuevo y llevar una de sus manos entre sus piernas para excitarlo nuevamente, para tenerlo tan deseoso como se encontraba él, no tardó demasiado en ese objetivo pues sus erecciones empezaron a rozarse provocando que se estremecieran por el placer y la necesidad que se volvía imperiosa en ambos, los hacía besarse con pasión y estrecharse con fuerza buscando no separarse y ser del otro por completo.

De esa manera Camus no dudo en separar sus piernas para permitirle a su compañero quedar entre ellas, a lo cual Saga respondió moviendo insinuantemente su cadera contra el cuerpo del otro joven que todo lo que pudo hacer fue arquearse por el contacto, siguieron así por unos momentos hasta que supieron que no podían resistirlo más, el geminiano estiro apresuradamente una de sus manos para alcanzar el tubo de lubricante que había puesto minutos antes debajo de la almohada, mientras seguía besándose con su compañero logró abrirlo pero tuvo que separarse para aplicarlo en sus dedos aunque no dejo de sentir las manos de su compañero sobre él acariciándolo y la manera en la que su cuerpo le pedía más, le pedía que lo tomara y lo llevara a los límites de su pasión.

Solo hicieron falta unos segundos para que el de Géminis llevara su mano a la masculina entrada del de Acuario, acariciando con cuidado para presionar al siguiente instante, empujando con suavidad para evitar cualquier incomodidad, comprobando con satisfacción que le gustaba a su compañero lo que hacía, entonces hizo lo mismo con otro dedo, los dos emulando los movimientos que deseaba realizar con todo su cuerpo, observando la forma tan complaciente en la que su pareja respondía encorvándose y buscando más de esas caricias, entonces retiró sus dedos y con calma se ubicó en la estrecha intimidad que tanto deseaba recorrer nuevamente, bastaron un par de movimientos para que la punta de su sexo ingresara y después se deslizara al interior, gozoso de sentir esa nimia resistencia que solo duraba un segundo antes de quedar completamente unidos, aunque sabía que debía esperar un poco, a pesar de todo su joven pareja seguía siendo muy estrecho y necesitaba tiempo para ajustarse a recibirlo en su interior, a veces esos instantes le parecían eternos pero siempre valía la pena la espera pues cuando llegaba la respuesta del otro hombre era maravilloso.

Camus trataba de tranquilizarse, respiraba apresuradamente y buscaba serenarse un poco ante lo que sentía, sabía que su compañero no se movería hasta que sintiera que él estaba listo, siempre había sido muy considerado en ese aspecto, nunca lo lastimaría, una vez que estuvo lo suficientemente habituado a la sensación le dio un tierno beso en los labios al del tercer templo y sintió como empezaba a moverse en su interior, retirándose y entrando de nuevo con lentitud y se movía más rápido hasta que empezó a responderle de la misma forma, estrechándolo con energía y moviéndose con la misma insistencia hasta que entre los dos había un ritmo casi delirante y los hacía gemir con fuerza, trataban de decir algo pero sencillamente era imposible.

Continuaron de esa forma pero su cuerpo no podría resistirlo indefinidamente, menos aún cuando el punto de placer en el interior de Camus era tocado constantemente y sin pausas por un excitado Saga que solo podía responder a todo lo que despertaba en él su compañero, seguían besándose y aforrándose al otro hombre como si no quisieran perderlo, como si al soltarse no fueran a verse de nuevo, el de Géminis llevó una de sus manos al turgente sexo del joven debajo de él, frotándolo con la misma emoción de lo que compartían, llegando de esa manera al final inevitable, Camus un instante antes diciendo entre gemidos el nombre de Saga, Saga tan solo pudo gritar el nombre de Camus al dejar su esencia en su pareja quedando ambos rendidos por lo que habían compartido, se quedaron muy quietos, recuperándose poco a poco hasta que el del tercer templo pudo retirarse del interior de su pareja con cuidado, dándole un tierno beso en los labios.

Se quedaron en silencio, recostados, uno en brazos del otro, viviendo la tranquilidad alrededor mientras se tranquilizaban por completo.

--Camus...

--¿Qué?

--Te amo.

El de Acuario no respondió, tan solo sonrió y fue así que empezó a dormirse, su compañero también sentía los estragos del cansancio, estaban a un paso de descansar por completo cuando un violento sonido quebró la paz que los envolvía, de inmediato se pusieron alerta, tuvieron que levantarse aprisa y ver lo que ocurría, al llegar a la sala descubrieron que uno de los jarrones que adornaba la estancia con las flores estaba hecho trizas.

--¿Cómo fue que se cayó?-preguntó Camus un poco desconcertado.

--No se-respondió Saga-Ya mañana me haré cargo, mejor vamos a descansar.

--Está bien.

Pero al dar un paso más el de Acuario se quejó de algo.

--¿Qué pasa Camus?

--Creo que pise algo.

El guardián del tercer templo tuvo que inclinarse y vio que había pisado un trozo del jarrón, de inmediato ayudo a su compañero a regresar a la recámara y se dispuso a atender la herida, apenas la limpiaba cuando notó algo extraño.

--¿Cómo pudo enterrarse así?-dijo Saga.

Con cuidado retiró el trozo de porcelana pero parecía que en lugar de pisarlo se lo habían clavado al del onceavo templo, terminó de limpiarlo y curarlo.

--¿Cómo te sientes Camus?

--Estoy bien, no te preocupes pero no debí acercarme descalzo.

--Fue un accidente, a cualquiera le hubiera pasado.

--Al menos fui yo y no tú.

--Tratemos de descansar.

Se acostaron y de nuevo se abrazaron pero un instante antes de dormirse Camus tuvo la impresión de que alguien estaba cerca pero como estaba cansado se durmió completamente, ninguno de los dos se percató de que los observaban con verdadera furia mientras descansaban placidamente en el templo de Géminis.

 

 

Continuara...

Notas finales: ¿Y bien? Espero que no sea tan mala al menos, gracias por leer.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).