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¡¿Por qué no puedo ser seme?! por VeroUchiha

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Notas del capitulo:

Bien he aquí el capítulo 2 de mi fic n.n

Sora: a ver si para este recibimos más reviews u.u

Roxas: si no Vero no lo segirá, y no podrán ver el capi que sigue dedicado al Axel/Roxas

en realidad si... no amenaces con eso Roxas, porque no se cumplirá aunque no reciba nada, igual lo seguiré n.nU

Riku: bien aquí vamos

CAPÍTULO 2: X de Xaldin… ¿o X de Xemnas? En el Instituto aún se encontraba Saïx, los otros no se preguntaron porque no estaba, sabían Saïx se quedaba muchas veces en el Instituto y también la razón.

El peliazul esperaba fastidiado, apoyado en la pared al lado de la puerta de la oficina del director. Escuchaba música en su Ipod para matar el tiempo.

Una media hora después Xemnas se dignó a salir de la oficina.

-lo siento mi niño- dijo al ver a Saïx fastidiado al lado, besó su frente y acarició sus cabellos. Saïx desvió la mirada avergonzado, era raro que lo trataran así, aún no se acostumbraba.

Xemnas rió un poco ante la mueca de Saïx, luego de tanto tiempo le parecía increíble como Saïx aún no acaba de acostumbrarse.

-no hagas eso- dijo Saïx en un susurro –alguien podría vernos- Xemnas ignoró lo que dijo y besó los labios del menor, un casto beso, era un simple saludo.

-no me importa-

-ya veremos si dirías eso cuando te acusen de pederasta- Xemnas rió, sabía de sobra que le llevaba 10 años a Saïx, y que era menor de edad, pero le daba gracia. No le importaba lo que dijeran, Saïx era su chico, su novio, y si a alguien no le gustaba podía irse jodiendo.

-¿quieres ir a tomar algo?- ofreció Xemnas, mientras entraban a su auto.

-bueno-

Llegaron a una de las cafeterías más famosas de Twilight Town, y entraron, varias y varios les silbaron. Se limitaron a ignorarlos a todos, y se sentaron en una mesa que solían ocupar al fondo.

La mesera llegó al momento.

-Xemnas, Saïx… ¿cómo están? Tiempo sin verlos- saludó la chica, era rubia y aparentaba unos 20 años.

-bien Naminé¿y tú que tal?- preguntó Xemnas.

-bueno lo mismo de siempre, cansada, la Universidad y el trabajo estresan- suspiró con fastidio y sacó una libreta y un lápiz –y ¿qué van a pedir esta vez?- sonrió.

-yo un late-

-eh, yo quiero un té y una torta de queso- Saïx le sonrió a Naminé.

-enseguida- Naminé se alejó de ellos, y dejó lo anotado a un chico tras la barra.

Xemnas se quedó embelesado mirando a Saïx, para él era perfecto. No le importaba para nada aquella curiosa cicatriz que tenía en su rostro, si bien siempre era algo que le causaba intriga, saber como había salido esa cicatriz… Saïx nunca se lo había dicho, igual él nunca le había preguntado.

-¿eh¿Qué ocurre?- Saïx pasó su mano derecha y chasqueó sus dedos frente a la cara de Xemnas, que pareció despertar de su letargo.

-no es nada mi niño- se limitó a sonreír, y Saïx lo miró extrañado. Xemnas puso sus manos a los lados de la cara de Saïx y no pudo resistirse a toca la cicatriz en forma de X con sus pulgares.

Saïx brincó un poco sobre el asiento, y se alejó del contacto de Xemnas. Si bien no le molestaba, no era de su agrado. Aquella cicatriz… aun ardía como el día en que se había hecho.

-Saïx… lo siento- Xemnas bajó un poco la cabeza arrepentido.

-eh… Xemnas…- Saïx estaba un poco nervioso –tú… ¿quieres saber como me hice esto?- señaló aquella marca única.

-Saïx… si te incomoda no importa, en serio… quedaré con la duda, pero no importa-

Antes de que Saïx le respondiera, Naminé apareció frente a ellos con lo que habían pedido.

-aquí tienen, disfrútenlo-

-de nada Naminé-

No volvieron a decir alguna palabra hasta haberse acabado lo que habían pedido, Saïx no levantaba la cabeza de la mesa, quería contarle a Xemnas como había resultado aquella cicatriz, pero se sentía mal cuando lo recordaba.

Xemnas pidió la cuenta y Naminé la trajo, pagó y se paró junto con Saïx de la mesa. Salieron del café, dirigiéndose de nuevo al auto del mayor.

Saïx tomó la mano de Xemnas cuando este la puso sobre la palanca de cambios, si bien no era muy devoto a las muestras de cariño, odiaba cuando Xemnas se distanciaba de él, le gustaba sentirse querido por alguien.

-Xemnas te contaré la razón de la cicatriz, pero promete no enojarte-

-“¿no enojarme?”-

 -lo prometo- se limitó a responder Xemnas.

/Un Saïx de 12 años volvía de la escuela, caminaba por la calle despacio como si quisiera retrasar su llegada a casa lo más que pudiera.

Para ese entonces se la pasaba solo, no gustaba de juntarse con nadie, no fue sino como hasta unos 5 meses después que conoció a Riku, Sephiroth y Axel.

Para su desgracia llegó a su casa, y sabía de sobra “él” estaría ahí, esperando para fastidiarlo y humillarlo. Era “su” culpa el ser de esa manera, frío, serio y un asocial por excelencia.

-hola Saïx- dijo un chico de unos 17 años, en tono burlón.

-Xaldin- de repente sintió como era pegado contra una pared con algo de fuerza y como un cuerpo mucho más alto que el suyo lo apresaba. Xaldin se agachó hasta quedar a la altura de Saïx que se encontraba bastante nervioso y cerró los ojos por reflejo.

-ohhhh- dijo Xaldin en tono burlón alejándose de él –el mocoso me tiene miedo- soltó una risa bastante burlona al tiempo que le daba la espalda.

No era para menos, Xaldin era su hermanastro, no tenían ningún vínculo sanguíneo, y desde que había llegado a su casa no había hecho más que molestarlo y acosarlo, le había dicho varias veces -tú inocencia va a ser mi regalo cuando cumpla 18 años, procura guardármelo-

Y ahora que lo recordaba

-hoy cumplo años- Saïx sudó frío al oír esa frase –espero cuidaras bien de mi grandioso regalo- Xaldin se acercó a Saïx como si de un depredador se tratara y fuera a cazar a su presa.

Saïx como pudo logró escabullirse hasta la cocina, pero al tratar de cerrar la puerta Xaldin la empujo y fue a dar al piso. Xaldin reía como poseso, parecía un demente.

-mientras mas difícil, más excitante- Saïx se paró lo más rápido que pudo pero Xaldin estaba muy pegado a él y en unos segundos estaba arrinconado contra una mesa en la cocina.

Xaldin volteó con rapidez a Saïx quedando su cara contra la mesa. Saïx sintió como sus pantalones estaban siendo removidos y empezó a forcejear, tratando de librarse del agarre de Xaldin.

-quédate quieto de una maldita vez- el juego estaba hartándolo.

Saïx estuvo a punto de llorar, no quería su primera vez fuera así, y mucho menos con él. Tratando de librarse del agarre noto como tocaba algo frío, se fijo en él, un cuchillo bastante filoso. No dudó en tomarlo con la mano derecha y clavarlo en la mano que sujetaba la suya.

-¡ah!- Xaldin trató de alejarse de él, logrando abrir un hueco aún más grande en su mano. Saïx aprovecho y se separó hasta el otro lado de la cocina temblando de miedo.

-maldito mocoso de mierda- sacó el cuchillo de su mano, y volvió a reír como un demente. Se acercó hasta donde estaba Saïx que estaba paralizado por completo debido al miedo, alzó el cuchillo y Saïx cerró los ojos.

-“acaso… ¿voy a morir?”- las lágrimas volvieron a resbalar por sus ojos y sintió el cuchillo filoso por sobre su cara.

-haz sido un niño malo Saïx, y has hecho molestar a tu dueño- parecía como si su mano completamente abierta y botando sangre por montón no lo molestara en lo absoluto, como si ni siquiera lo sintiera.

El cuchillo no se alejaba de su cara. Hasta que sintió como la misma era cortada, un corte profundo y doloroso, pero antes de que pudiera poner sus manos sobre su cara, Xaldin estaba haciendo otro corte sobre la misma.

No esperó más y se alejó de Xaldin, pero quedándose aún dentro de la cocina, se tiró al piso de rodillas y se agarró con algo de fuerza la cara, solo logrando que de esta emanara más sangre.

-eso, querido Saïx, es una X… la X de Xaldin… la X de tú dueño y de tu amo… nunca lo olvides- puso cara de psicópata mientras decía la frase –cada vez que te observes a un espejo, lamentarás haberme hecho esto- sacó las manos de Saïx de su cara, parecía como si llorara sangre, y puso la suya frente a su cara, el brazo lo tenía cubierto totalmente con sangre, pero aún parecía no sentirlo en lo más mínimo.

-yo…- Saïx no podía articular nada, no sabía si ya había acabado o si la tortura seguiría e incluso empeoraría.

Xaldin se levantó y tomó a Saïx de un brazo, con su mano buena, levantándolo bruscamente.

Lo jaló con dificultad llegando hasta la sala. Lamentaría como no tenía idea lo que había hecho, no iba a desperdiciar el día, estaba furioso y simplemente se desquitaría con el cuerpo del menor, hasta dejarlo inconciente y que no pudiera levantarse de la cama.

Estuvo por subir las escaleras aún jalando a Saïx, pero la puerta se abrió y por ella aparecieron un hombre y una mujer mayor.

-Saïx, Xaldin… llegamos a casa-

-“esto… ¡no es posible!... ellos no llegaban sino hasta la noche”- pensaba Xaldin en extremo nervioso. Escuchó los sollozos de Saïx y no hizo más que aumentar su nerviosismo.

-maldición cállate- susurró en extremo molesto Xaldin. Paso el brazo, cuya mano estaba cortada, por sobre la boca de Saïx, evitando emitiera algún sonido.

Saïx sintió la sangre de Xaldin sobre sus labios… ese extraño sabor metálico, mezclándose con el suyo propio. Su sangre y la de Xaldin juntándose. Una escena un tanto extraña.

 -vamos… cálmate… todo saldrá bien- Xaldin hablaba para sí mismo, tratando de calmarse. Jaló a Saïx consigo, saldría por la puerta trasera, las cosas se le estaban saliendo de las manos.

Pero antes de llegar a abrir la puerta, su madre y su padre estaban a unos pasos de ellos.

-chicos- Xaldin sujetaba la perilla, pero aún así parecía como si no pudiera girarla. Saïx también estaba inmóvil, a fin de cuentas ¿qué haría Xaldin para escapar de esta?

-chicos… ¿qué ocurre?- la madre de Saïx estaba preocupada… notaba tanto a su hijo como a Xaldin muy extraños. Además de que ninguno le daba la cara.

Saïx no resistió más. Mordió el brazo de Xaldin con bastante fuerza y este lo soltó ahí mismo.

-maldición-

Se escucharon los gritos de la madre de Saïx, y una mueca de sorpresa apareció en la cara del padre de Xaldin, al observar el estado de ambos chicos.

-¿qué…?... ¡¿qué ocurrió aquí?!- gritó la mujer entrando en una especie de estado de pánico.

-mjujuju- Saïx rió, esa típica risa que tenían algunos malos, por lo general dementes, esa en la que no abrían la boca –me asombra nunca hayas dicho nada- Xaldin puso su fría mirada sobre Saïx que estaba siendo abrazado de forma posesiva por su madre, cosa que al parecer le molestaba…

Su padre fijo la vista en distintos puntos de la casa, en muchos habían manchas de sangre, y Xaldin aún no había soldado el cuchillo que sostenía con soberana fuerza en su mano destruida. Ató cabos.

-Xaldin estás demente- dijo su padre asustado.

-es lo más probable, muchos me lo han dicho como no tienes idea-/

-¿qué ocurrió luego?- Xemnas no quería seguir presionándolo, Saïx estaba llorando, y alguna vez le había contado que hacía mucho había dejado de hacerlo. Pero tenía que saber que había ocurrido con ese loco.

-costó un poco, por el estado en el que se encontraba Xaldin, amenazaba a todos con que si se acercaban no dudaría en matarlos y descuartizarlos, mi madre llamó a un manicomio, mientras su padre tuvo que golpearlo para poder quitarle el cuchillo, y dejarlo unas horas inconsciente- Saïx suspiró como si se quitara un peso de encima, aún cuando estaba sudando frío –pues a estado encerrado en un manicomio desde hace 5 años, pero no ha mejorado ni un poco, incluso parece como si su demencia aumentara-

-¿cómo lo sabes¿Estás seguro?-

-su padre, sigue con mi madre… él y Xaldin son muy distintos- dijo antes de que Xemnas abriera la boca para replicar algo –y e ido a verlo muchas veces, es un tanto extraño, se pone fatal cuando nos ve, incluso tienen que administrarle sedante…-

-lamento haberte hecho recordar eso-

-no te preocupes por eso, él lo dijo: -cada vez que te observes a un espejo, lamentarás haberme hecho esto-, si bien no lo lamentó, es cierto que cada vez que me observo a un espejo veo esta mierda de X… de Xaldin… y maldigo ese estúpido día. Me alegra haberle hecho eso, no quiero ni imaginar que habría estado pasando luego de eso. No me importa la estúpida cicatriz, sino la razón de tenerla… es mi dueño- Saïx apretó los puños sobre sus piernas.

-la razón de que te entristezca y te moleste esa cicatriz, no es por estar ahí ¿sino el significado que tiene?- Xemnas lo miró preocupado, y con un matiz de tristeza en sus ojos, no era una pregunta, era una afirmación.

-si- dijo Saïx en un murmullo.

-cambiemos eso… que te parece si en vez de X de Xaldin… ¿es X de Xemnas?- Xemnas miró al frente sin querer notar como se pondría Saïx, no sabía como reaccionaría ante lo que había dicho por impulso, y por tratar de sanar a su niño.

Saïx abrió los ojos sorprendido, fijó su vista en la ventana de la puerta y el reflejo de su cara en la misma –“X… ¿de Xemnas?”- pensó. No sabía que era lo que sentía en ese mismo momento. Era una mezcla de alegría, tristeza, y otros sentimientos… pero si pensaba en aceptar la propuesta… se sentía libre, sentía como si se quitara una gran carga de encima.

Y las lágrimas volvieron a acudir, aquellas que en 5 años no había soltado, en un solo día habían salido, y no una, sino dos veces. Aunque en este momento no querían indicar que eran producto de una enorme tristeza, sino de felicidad.

Aquella encontrada al lado de Xemnas.

-yo… si… quiero que sea X de Xemnas- dijo apenado.

Xemnas giró la cabeza hacia él, notando esa sonrisa que le encantaba en su niño, esa que pocas veces sacaba a relucir, pero que al menos aumentaba cuando estaba con él.

Tomó su cara con las manos y beso las lágrimas, quitándolas de la cara del menor, algo que lo descolocó un poco.

-ne ¿qué quieres hacer ahora?- llevaban varios minutos en el carro, Xemnas iba a irse, pero Saïx contándole su historia, hizo que su atención se centrara solo en él.

-¿podemos ir a tú casa?- preguntó Saïx dudoso, de repente había adquirido una extraña actitud demasiado uke, demasiado tierno según lo vio Xemnas, lo desconcertó, pero no quiso decir nada.

-de acuerdo-

-sabes, mis papás dijeron querían conocerte- Xemnas frenó de golpe, por poco Saïx se clava contra el vidrio -¡¿estás loco?!-

-¡¿qué me quieren conocer?!- preguntó Xemnas nervioso, como aquel que va a conocer a sus suegros para pedir la mano de su novia, y que sabe de antemano que no lo aceptarán.

-si, y saben que me llevas 10 años y que eres chico, así que ni te preocupes por eso- dijo Saïx dándole un beso en la mejilla. Ese chico retraído y demasiado frío, estaba cambiando demasiado.

-de acuerdo- dijo resignado Xemnas.

Notas finales:

y así ha acabado el segundo capi

Xemnas: ¡¿cómo has podido escribir eso?! espera te agarre...

*corre en modo chibi y se esconde tras Cloud* Cloud siempre me defenderá n.n, es mi lindo y kawai sempai n.n

Cloud: u///u

Axel: ¿por qué en tus fics siempre hay un acosador y un violador?

esa duda los atormentará por siempre n.n

Todos: ¬¬

n.nU

Saïx: bien agradecer a los reviews de: meiky y yori_1729

Sora: y a quien le dejó review en la página de Fanfiction

Sephiroth: el próximo capítulo se titula "Del odio al amor solo hay un beso"

Roxas: que sin falta será subido el sábado que viene

no... el sábado que viene es Carnaval... no voy a poder subirlo

Riku: entonces estará para el viernes o para el martes, eso depende...

si... por cierto... ¡espera te agarre nii-chan!... que malo eres por no dejarme reviews TT.TT

Axel: compréndelo, no le gusta el yaoi

bien u.u... por cierto vean sus fics n.n, actualmente hace un Crossover de Kingdom Hearts y Naruto, vayan a su profile en Fanfiction.net: David.Uzumaki

Xemnas: ¿por qué si no le gusta el yaoi sus fics tienen yaoi? o.o?

yo lo sé, pero no se los diré n.n

Sephiroth: esperemos sigan leyendo, y esta loca agradece sus reviews

Cloud: y también a aquellos que no dejan reviews pero que aún así leen n.n

ja ne!!!

!"*+VeRoUcHiHa+*"!


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